Capitulo 3: Tengo miedo
<<Dos días después>>
-Tom, no los quiero cerca de mí, a ninguno de los dos- Dijo Harry molesto.
-Ni lo sueñes, Harry, no te libraras ni de Severus, ni de Lucius.
-Los aborrezco, Tom. No quiero que mi bebé se desarrolle cerca de el payaso oxigenado de Malfoy y el traidor de Snape- Replico Harry molesto, dispuesto a montar pelea si era necesario.
-Lo siento Harry, pero la salud de nuestro bebé está primero y Lucius y Severus son los indicados para cuidarte.
-Yo no necesito de nadie que me cuide- Dijo Harry molesto -Y en todo caso eso lo puede hacer Larson. Malfoy y Snape me caen peor que una patada en el trasero.
-Harry...
-No es justo, por tu culpa me pondré más inflado que un globo y para ponerle la guinda al pastel, me pones por perros guardianes a esos dos estúpidos-Le gritó Harry con los ojos llenos de lágrimas. Voldemort recordó que Severus le había advertido del exceso de hormonas y los cambios de humor de Harry.
-Harry no te pongas así. Se razonable.
-No quiero ¿Cuál es la diferencia entre Larson y esos dos brutos insensibles y estúpidos de Malfoy y Snape?- Preguntó Harry en sus trece. El Lord ya un poco cabreado, le contestó.
-Que Snape es el mejor especialista en pociones y el mejor sanador que he conocido nunca, y que sabe sobre embarazos masculinos, ya que no sería la primera vez que atiende uno. Larson sólo sabe lo que a leído en los libros de teorías. Y en cuanto a Lucius, porque Draco no es hijo de Narcissa y lo pareo él.
-¿Que?!- Preguntó Harry asombrado.
-Sí, lo que oyes- Le dijo el Lord cansado de pelear -Draco es hijo de tu adorado padrino y Lucius.
-¡¿Qué que?! ¿Mi padrino y Lucius?
-Sí, aunque tengo que decir en favor de Sirius Black que a Lucius nunca le salió de los cojones decirle que estaba embarazado y nunca lo hizo. Narcisa se caso con él por ordenes mía y para guardar las apariencias fingió que ella era la madre de Draco. Nunca has notado lo altivo y arrogante que es Draco, justo como Sirius Black.
-Mentira.
-¿Te parece que miento?
Harry lo miró molesto, antes de aceptar entre dientes.
-No.
-Bueno, ahora vez porque Lucius y Severus son quienes deben estar a tu lado.
-Tom, ellos me odian, son capaces de envenenarme.
Voldemort se rió, ante las palabras de Harry.
-¿Severus y Lucius? ¡Que va! Aprecian demasiado sus vidas cada uno, como para arriesgarlas de ese modo.
Harry lo miró molesto y dándose la vuelta se encerró en el baño. Harry tenía miedo, pero miedo de verdad. Sólo tenía 17 años y estaba embarazado ¿Y si no podía llevar el embarazo a buen termino y perdía a su bebe? ¿O si Tom se lo quitaba en cuanto naciera? O peor aún ¿Si convertía en un mortífago a su bebito? ¿O si utilizaba a su bebé para obligarlo a él a ser un mortifago? Harry se dejó caer al piso acariciándose el vientre.
-Nadie nos va a separar mi niño.
Le juró Harry a su bebé y viendo una navaja de afeitar en uno de los estantes del baño, la tomo en las manos. Tom, le había quitado las pulseras el mismo día que supo lo del embarazo, pues tanto el oxigenado como el traidor le habían advertido al Lord, que eso podía alterar su magia y Harry necesitaba tener su magia controlada, para poder así proteger y llevar al niño en su cuerpo. Así que sin la restricción de las pulseras, en un impulso nervioso, Harry se llevó la navaja a las venas y se hizo un buen tajo.
-Auch!
Exclamo bajito, agarrándose la muñeca. Recostó la cabeza en la pared y respiró más tranquilo. El dolor lo había relajado, en cierto grado le había echo olvidar su miedo. Vio distraído la sangre que manaba de su herida y permaneció indiferente, hasta que de pronto sintió un calambre en el vientre. Fue entonces que entendió lo que había echo.
-Mi bebé...
Pensó aterrado tratando de llegar a la puerta para salir de allí y buscar ayuda, pero lo único que consiguió fue caer al piso, demasiado débil como para moverse.
-Tom!- Gritó asustado - ¡Tom ayúdame!- Lo llamó Harry desesperado.
-¿Harry, estas bien?- Oyó Harry la voz del Lord al otro lado de la puerta.
-Tom, ayúdame por favor. Me duele, el bebé....
Harry se vio interrumpido ante el ruido que hizo el Alohomora al abrir la puerta.
-¡Harry! -Exclamó Tom, al ver la sangre que manchaba al chico.
Se acercó a Harry y le vio la muñeca, con un toque de su varita le cerró la herida y lo tomó en brazos para sacarlo del baño. Harry hizo una mueca de dolor.
-¿Donde te duele?- Le preguntó el Lord, depositándolo en la cama.
-En...en el vientre- Jadeó Harry.
-¡Maldita sea Harry! ¡Que hiciste! No Harry, no... no sierres los ojos, mantente consiente- Le ordenó el Lord, pero ya era tarde Harry se había desmayado.
***
Harry despertó con un gemido. De inmediato Tom se arrojó sobre él, sin importarle un pimiento que Severus y Lucius lo estuvieran viendo.
-Hablame Harry ¿Cómo estas? ¿Dónde te duele? ¿Cómo te sientes?- Le preguntó el Lord. Harry lo miró confundido.
-¿Que sucede?
-Potter, lleva dos días inconsciente ¿No recuerda nada?- Le preguntó Snape.
Harry frunciendo el entrecejo, de pronto recordó todo de golpe. Sus ojos se llenaron de lágrimas.
-¿Mi bebe? ¿Y mi bebe?- Preguntó asustado.
-Tú bebé esta bien, y gracias a los Dioses tu también. Pero lo que hiciste fue una estupidez que pudo haberte costado la vida, tanto a ti como a tu bebé- Le dijo Lucius.
Harry se llevó las manos al vientre, aún conmocionado y dejó que las lágrimas se le escaparan de los ojos. Severus le entrego a Tom, un frasco pequeño.
-Cuatro gotas cada ocho horas, mi Lord. Ahora nos retiramos, tanto Potter como el bebé están bien- Le dijo Severus y tanto el como Lucius salieron.
En cuanto salieron Tom puso la botellita en la mesita de noche y girándose hacia Harry, le dio una bofetada que le viró la cara para el otro lado.
-¿Estas loco acaso?- Le preguntó Tom con rabia, agarrándole las muñecas -¿Cómo haces una estupidez así? Te juro por Merlín, que te tendré vigilado las 24 horas Harry, pero jamás vas a tener otra oportunidad de ponerte en riesgo a ti o a nuestro hijo- Le juró Tom.
-Ni siquiera sé porque lo hice. No pensé, yo...yo no quería hacerle daño a mi bebé -Susurró Harry llorando. Tom lo abrazó y Harry hundió la cara en su pecho, aferrándose a él.
-Eres un tonto Harry, casi me matas del susto- Le regaño Tom, ya más calmado acunándolo en sus brazos.
-Tengo miedo Tom. ¿Que va a ser de mi? ¿De mi bebé?- Lloró Harry -No quiero que me lo quites cuando nazca, ni que lo vuelvas un mortífago, y mucho menos que lo utilices para convertirme a mí en uno.
Tom miró a Harry impresionado.
-¿Harry Potter, pero que diablos dices?-Le preguntó Tom, mirándolo a los ojos.-Óyeme bien, este es nuestro bebé, y nuestro bebé nos necesita a los dos, siempre va a estar con los dos. Y este bebé es mi heredero, mi primogénito, no será un sirviente, ni se inclinará ante nadie, ni siquiera ante mí. Y su Pa' tampoco se inclinará ante nadie.-Le dijo Tom seriamente.
-¿Pero y si no soy un buen pa' Tom? ¿Y si no sé que hacer, con mi bebé? No quiero ser un mal padre- Lloró Harry.
-Harry, seremos ambos buenos padres. Te lo prometo.
-Lo siento Tom.
-Ya no importa, sólo no lo vuelvas a hacer.
-Te lo prometo- Le aseguró Harry, con una débil sonrisa, abrazado a él.
-Siento esa cachetada.
-No importa, me la merecía. Tom. ¿Qué es esa poción que Snape te dio para mí?
-Vitaminas, no te alimentas muy bien que digamos y necesitas vitaminas.
Le dijo el Lord. Harry sonrió y se acurrucó más contra el Lord, de pronto alzó la cabeza y miró a Tom.
-Tom...
-¿Si Harry?
-Tengo hambre- Le dijo Harry avergonzado. Tom lo miró fijamente y ante los ojitos brillantes de Harry comenzó a reír.
Continuara...