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Mi hermanastro por La_Oscura_Reina_Angel

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  Capitulo 8: Eres mío


Gary salto la valla que separaba los dos jardines, abrazando a un sorprendido David.
 
-¿Gary, qué haces aquí?
 
Preguntó David, sorprendido.
 
-Mi tío vive aquí, vine de vacaciones, pero jamás esperé encontrarte en este lugar, no sabes el susto que pase cuando desapareciste de Inglaterra, David.
 
Dijo Gary acariciándole los rubios cabellos.
 
-¿Qué sucedió, David? ¿Por qué te fuiste así, sin despedirte?
 
Le preguntó Gary preocupado.
 
-No tuve otra opción, Gary. Eddiel es mi tutor y él me trajo aquí sin darme otra opción.
 
-¿Qué sucede con ese tipo, David?
 
-Nada, Gary, nada.
 
-¿Cómo que nada, David? ¡Mírate! Tus ojos no brillan, tu mirada es triste, algo no está bien contigo, David, y lo sé, ¿Qué es lo que sucede?
 
Por primera vez en siete meses David estaba sintiendo nuevamente como su corazón volvía a latir dolorosamente. Y quiso gritarlo todo, decirle a Gary todo lo que sucedía, sacarse del alma todo lo que lo atormentaba, pero no pudo hacerlo, sabía que si lo hacía Eddiel era capaz de matar a la única persona a quien David podía considerar su amigo en el mundo.
 
-No me sucede nada, Gary.
 
Dijo, intentando sonar sereno, pero Gary no le creyó.
 
-Claro que te sucede algo, David, te conozco, tus ojos están tan opacos y tan tristes ¿Qué te sucede? Confía en mí, amigo, por favor hazlo, no sabes cuan preocupado he estado por ti.
 
David se puso una mano en la boca para ahogar un sollozo y un muy preocupado Gary lo abrazo.
 
-¿Qué te sucede, David, dímelo?
 
Le rogó Gary.
 
-No puedo decírtelo, Gary, no puedo y justamente porque te quiero no puedo hacerlo, por favor no me preguntes más.
 
Gary le acarició el rostro con cariño y lo besó en la frente.
 
-De acuerdo, no te preguntare nada más, pero quiero que me prometas que pase lo que pase, siempre recordarás que estoy aquí para apoyarte ¿vale?
 
David asintió y una fugaz sonrisa cruzó su rostro devolviendo por algunos momentos el brillo a sus ojos.
 
-Gracias, Gary, tu eres lo único que tengo.
 
Gary le sonrió con firmeza.
 
-Y siempre me tendrás, David, siempre ¿Y tus estudios como van?
 
David agacho la cabeza, apenado.
 
-Ya no estudio, Eddiel me obligó a abandonar los estudios.
 
Dijo tristemente.
 
-¡¿Qué?!- medio exclamo medio preguntó Gary asombrado -. ¿Pero cómo lo permitiste, David? Eras el mejor de toda la clase ¿por qué abandonaste tus estudios?
 
- No tuve otra opción, Gary, estoy harto de sufrir, de ser humillado, al menos ahora no sufro tanto, ya no me humilla, ya no me duele-dijo David sin contener sus lagrimas.
 
-¿Qué te sucede, David? Tu dolor me destruye, pero no entiendo que es lo que te sucede. ¿Qué te hace Montes? ¿Qué te hace ese maldito monstruo, mi pequeño ángel?
 
-En una cosa tienes razón, Eddiel Montes es un monstruo y yo... yo soy un cobarde que no tiene valor para afrontarlo y que se deja llevar por la vida. Un cobarde que se ha convertido en alguien que  no vale nada.
 
Dijo David abatido.
 
-Tú no eres un cobarde, David, eres como una rosa a la que hay que cuidar, eso eres, mi pequeño Ángel. ¿Dime qué sucede? ¿Dime cómo ayudarte?
 
-Ahora no puedo, Gary, ahora no, sólo mañana ven aquí a la misma hora, pero cuida de que nadie te vea, tal vez mañana tenga el valor para contarte todo.
 
Le prometió David, mirando su reloj, sabiendo que Eddiel tenía que estar por llegar a la casa.
 
***
 
David se volvió sobresaltado hacía la puerta cuando esta se abrió y trato de mantener su expresión imparcial a pesar de los nervios al ver a Eddiel, pero la furia que veía en los ojos grises de su hermanastro no lo ayudaba mucho.
 
-¿Sucede algo, Eddiel?
 
Preguntó y se sorprendió de que su voz no temblara.
 
-¿Con quien estuviste hablando hoy?
 
Preguntó Eddiel duramente sin rodeos mirando con furia a su amante.
 
-¿De qué hablas?
 
Preguntó David asustado.
 
-Uno de los guardias te vio hablando esta mañana con un moreno.
 
David logró respirar nuevamente al ver que Eddiel no sabia que era Gary Mascoly.
 
-No sé de que hablas, Eddiel.
 
Trató de parecer tranquilo, David, pero no pudo evitar temblar cuando Eddiel llegó a su lado.
 
-Te daré una última oportunidad, David ¿Con quién hablabas?
 
-Te juro que no se de que me hablas.
 
Susurro David asustado. La bofetada de Eddiel no se hizo esperar y lo arrojó sobre la cama. David se llevó una mano a la mejilla asustado, normalmente ese simple golpe bastaría para que hablara, pero no lo haría, esta vez no diría ni media palabra... no delataría a Gary.
 
-¿Con quién demonios hablabas, David Delacirt?
 
Le preguntó Eddiel furioso, agarrándolo de los rubios y lacios cabellos que le llegaban a los hombros.
 
-Con nadie.
 
Volvió a decir David y entre sus ojos se pudo distinguir al antiguo muchacho que se había negado hacía más de 7 meses en esa misma casa de Japón a Eddiel a pesar de la paliza que recibió.
 
-¡No me obligues a lastimarte!
 
Le gritó Eddiel dándole dos cachetadas seguidas de un sólido puño en el estomago. David gimió de dolor llevándose las manos al estomago, pero lo miró con decisión.
 
-No hablaba con nadie.
 
Dijo cuando recupero el aire. Fuera de sí, Eddiel se arrojó sobre David golpeándolo con fuerza. David gritó tratando de sacarse a su hermanastro de encima, pero el nombre de Gary no salió de sus labios y nunca saldría aunque Eddiel lo matara a golpes.
 
Con furia Eddiel le  arrancó la ropa al joven rubio que por primera vez en siete meses que llevaban siendo amantes se resistió como una fiera arañando la cara de su hermanastro.
 
Eso solo consiguió excitar a Eddiel, a quien el sólo ver que el más joven contestaba lo puso a mil, le arrancó la ropa sin contemplaciones y agarrándole con fuerza las dos muñecas con una mano por encima de su cabeza con la otra le separó las piernas desabrochándose los pantalones, saco su erguido miembro para penetrarlo de golpe.
 
David gritó con fuerza debido al dolor de la penetración retorciéndose como una fiera, pero Eddiel mucho más fuerte que él no lo dejó escapar, sumamente excitado por la pasión furiosa que estaba demostrando David al querer escapar de sus brazos.
 
Se movió con fuerza en el interior del más joven sin importarle la sangre o si lo lastimaba.
 
-Me darás un hijo, maldito bastardo. Llevarás en mi vientre a mi heredero, a un niño que siempre te marcará como mío.
 
Le juró a David moviéndose con fuerza en el cálido interior. Al darse cuenta de que Eddiel planeaba correrse en su interior David se puso como un loco, debatiéndose más que antes.
 
-¡No por favor, Eddiel, no, te lo ruego!
 
Gritó desesperado, pero Eddiel no lo oyó.
 
-Este será tu castigo a menos que me digas con quien hablabas.
 
David lo miró con odio, pero no abrió la boca, el nombre de Gary no escaparía de sus labios, sólo dos palabras le dijo a su hermanastro:
 
-Te odio.
 
Eddiel le dio una cachetada con tal fuerza que la cabeza le zumbo al pobre David, quien dejo de pelear, mientras Eddiel daba las últimas embestidas en su interior corriéndose dentro del más joven.
 
Al sentir el semen en su interior como aquella vez que tenía 13 años y Eddiel lo violo por primera vez, David sintió un horrible ardor, pero nada comparado con el dolor de su corazón, mientras de sus ojos azules brotaban lágrimas salidas de su misma alma.
 
 
Eddiel lo tomó con fuerza del cabello besándolo con una pasión devastadora.
 
-Tú eres mío, David, y ahora te lo demostraré.
 
Le juró Eddiel saliendo sin cuidado del interior del más joven, para desnudarse correctamente y buscando una caja en el armario, la puso en la mesilla de noche. David trato de escapar al ver la caja asustado, pero Eddiel lo sostuvo con fuerza de un tobillo arrastrándolo hacia él y dándole un golpe en la espalda, para a continuación con rapidez sacar unas esposas de la caja y esposar las manos de David a los barrotes de la cama.
 
David gritó desesperado, pero en esa casa bien sabía que nadie lo ayudaría.
 
También tomó los pies de David y lo ató por los tobillos a los otros dos postes de la parte baja de la cama.
 
Sacando un vibrador grande de la caja, se lo introdujo sin contemplaciones al más pequeño en el ano. David volvió a gritar de dolor, y Eddiel sonrió con malicia.
 
-No podemos dejar que tu boquete se sierre hermanito, porque si no cuando te penetre te dolerá mucho, mejor hagamos que tu entrada se mantenga dilatada.
 
Dijo con sadismo, poniendo el vibrador a su máxima capacidad, mientras besaba ese adorable y perfecto cuerpo a su antojo. Se deleito con el fino cuello, con los pequeños pezones, con el plano vientre, con todo aquel cuerpo lastimándolo y disfrutándolo a su placer.
 
Para cuando saco el vibrador y lo volvió a penetrar, el pobre David estaba más inconsciente que consiente. Y al sentirlo volver a correrse en su interior supo sin lugar a duda antes de caer en la tan ansiada inconciencia que en su vientre ahora se gestaba el hijo de su verdugo. Y antes de caer en el negro sueño que lo esperaba alcanzo a oír la voz de su demonio personal.
 
-Eres mío, David, completa y absolutamente mío.

Continuara....

 


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