Capítulo 7: La mafia los tiene
<<Una semana después>>
Shun trató de resistir con todas sus fuerzas y no romper a llorar.
Lo que Afrodita hacía por él no tenía nombre. El pisciano había firmado un contrato como amante de la cabeza de familia de los Di'Angelo a cambio de que no le tocaran ni un sólo cabello a él.
Shun permanecía encerrado en un cuarto de la primera planta con jardín privado. Afrodita iba todos los días a hablar con él y a comer. Todas las noches se iba con Pierre, y todas las mañanas volvía al regazo de Shun a llorar su rabia, su coraje, su impotencia y su asco. Y Shun era fuerte, Shun no se permitía derrumbarse por él.
- Lo odio, lo odio.
Lloraba Afrodita esa mañana. Shun no sabía qué decir para consolarlo, así que se limitaba a abrazarlo.
- Camus nos encontrará - Le dijo al fin el peli-verde - Nos encontrará y nos liberará, Afrodita. - Le juró - Y con él vendrá MM.
Al oír mencionar a su amado Julius, el llanto de Afrodita se volvió aún más desgarrador.
- Cada noche, Shun, cada noche de esta semana e intentado imaginarme que Pierre es Julius, pero no lo es. Julius jamás me perdonará haberme acostado con otro tipo, no lo hará.
Sollozó Afrodita.
- Él te entenderá - Lo consoló Shun tratando con toda su alma de no romper a llorar - Él entenderá que lo hiciste por mí y mi bebé.
- No, no lo hará. Cuando éramos jóvenes, yo apenas tenía catorce años, pero ya era caballero dorado, cuando ambos nos volvimos amantes, siempre me lo advirtió, sólo él podía ser el único hombre en mi lecho y yo en el suyo.
- Todo va a estar bien Afro, todo estará bien.
Trataba Shun en vano de consolarlo.
En esa semana, Afrodita apenas había mordisqueado la comida, por lo cual había bajado ligeramente de peso, pareciendo aún más andrógino de lo que ya de por sí era.
Sus ojos tristes le daban aún más la apariencia de un ángel. Era comprensible que Pierre Di'Angelo estuviera obsesionado con él, si no fuera por ese sentimiento tan grande, al que no se atrevía a ponerle nombre, que Shun sentía por Camus, él mismo se hubiese enamorado de su querido amigo de Piscis. Bien ganado que se tenía Afrodita el apelativo del más hermoso de los ochenta y ocho caballeros, aunque ahora mismo su belleza estuviera resultando una maldición para él.
- Pierre... ¿Pierre te lastima, Afrodita?
Preguntó Shun con timidez. Afrodita se acurrucó más en los delgados brazos de Shun.
- Físicamente no, pero emocionalmente me destroza.
Contestó al fin el pisciano con un estremecimiento.
***
Fue Hyoga, fiel acompañante de Ikki, quien encontró la primera pista, habían prácticamente peinado la ciudad de Atenas, menos un pequeño callejón y al entrar en él encontraron las bolsas tiradas en el suelo y cerca de ellas, una flor de lis negra, que aún no se marchitaba.
Al verla, MM palideció alarmantemente.
- ¿Te sucede algo?
Le preguntó Camus preocupado a su compañero.
- ¿Estás bien, Máscara?
- La mafia tiene a Shun y a Afrodita.
Dijo al fin Máscara horrorizado cuando encontró su voz, mientras Camus y Ikki palidecían ante sus palabras.
Continuará...