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La Primera Vez de Dei por anik_blood

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Notas del capitulo:

(: wiiii aqui el final del fic, espero q les guestee muchooo!!

CAP II: ITACHI SEXÓLOGO

-¡¿Estas demente acaso?!-Itachi estaba ruborizado y su voz sonaba cada vez menos apática y fría como de costumbre, él pensó que había olvidado formar emociones, claro está, aún faltaba borrar una, vergüenza por sorpresa.

Anda! ...hazlo nada más un poquito-,le rogo el rubio haciendo un adorable puchero. Cada vez estaba más cerca.-Solo enséñame como se hace.

El azabache se mordió los labios y pensó en el lio en el que se había metido. Esto me pasa por esta sociabilizando. Se regañó mentalmente, ¿Por qué siempre pasaba eso? Cuando trataba de ser bueno siempre terminaba implicado en situaciones sexuales. Cuando le dijo a Kisame que era un gran amigo, este se le lanzo encima y por poco no termino con su lengua en la boca. Cuando le dijo a Sasori que era un gran artista, el pelirrojo casi se le desnuda y se le entrega. Cuando le dijo a Hidan que respetaba su religión, el albino se le apareció en su habitación  con un traje sadomasoquista. Y cuando le dijo a su sensei que era un gran maestro, pues trato de violarlo contra una pared… ¡dos veces!

Y ahora que era amable con el rubio terminaba rogándole que lo masturbara.

Lo miro un rato, era un chico demasiado lindo como para que se negara a ello. Ese cabello dorado, tan largo y liso, le provocaba a quitarle esa coleta y enredarlo en sus  manos, esos ojos tan azules, como el mismo cielo, se veían tan inocentes y deseables,  tentaban a corromperlos y ese sonrojo tierno en sus mejillas tan solo le indicaba que era virgen y puro. Ese cuerpecito, que aunque casi tiene su misma edad, es muy delgado y frágil, le provoco pasar su lengua por eseestómago y hundirla en ese ombligo, ¿Cómo reaccionaría? ¿Cómo reaccionaría cuando lo masturbase o le apretara los pezones? ¿Le gustaría que se lo metiera por su culito virgen?

Deidara miro como Itachi lo devoraba con los ojos, se sintió un poco intimidado ante esa mirada tan profunda y desvergonzada. Él estaba acostumbrado a que lo vieran de esa manera, su maestro Sasori siempre lo hacía, sin embargo esa sensación lo hacía sentir incomodo como si fuese un pedazo ardiente de carne a la espera de un mordisco. Pero ahora que provenía del Uchiha, lo hacía sentir deseable, jamás pensó en su vida que esos ojos mortales, rojos como la sangre, lo mirasen con deseo y lujuria.

   Dio un pequeño gemido de sorpresa cuando la mano de este le acariciaron la mejilla izquierda con suma suavidad, con la yema de los dedos. Esos dedos rozaron levemente sus labios y luego bajo hasta su cuello provocándole un escalofríos, y finalmente se enredó en su cabello y deshizo su coleta permitiendo que sus hebras doradas se esparcieran con rebeldía.

-Hare lo que tú quieres pero con una condición-, una sonrisilla que rebozaba en sadismo se formó en los labios de Itachi,-Que tú me hagas lo mismo.

El rubio se quedó un rato callado algo indeciso pero termino aceptando lo propuesto con un ligero sonrojo. Estaba emocionado porque descubriría algo nuevo y que debía de ser muy bueno ya que todos lo hacen, y estaba algo nervioso pero curioso ya que también le haría eso a otra persona, sería la primera vez que vería a un chico desnudo, mucho mejor si ese chico fuese aquel sexy azabache.

Itachi con decisión tomo el rostro del rubio con sus dos manos y se acercó poco a poco a su rostro, sin dejar de mirarlo fijamente. Deidara sintió más caliente su cara cuando esa suave respiración chocho contra ella, entrecerró los ojos un poco embelesado, le hacía cosquillas…

Sus labios a pocos centímetros se rozaron con suavidad, casi como una caricia, al rubio le gusto y comenzó a devolver esos roces tentadores. La boca del Uchiha era suave y sabia a cereza, a dangos de cereza. Y lo besaba también, tan suave e intenso que no pudo evitar recargar sus manos sobre esos fuertes hombros cuando una tibia lengua entro en su boca, lamiendo sensualmente la suya, dándole suave golpecitos y debes en cuando chupándola o mordiéndola con delicadeza. Esas dos últimas cosas le provocaron algo de placer.

No era su primer beso, pero su primer beso solo fue un piquito con una chica. Era la primera vez que lo hacía con lengua. Y le gustaba, tanto que no se avergonzó en introducírsela en la boca del azabache con deseo y tratar de llevarle la par, cosa que no paso nunca.

   No pudo evitar soltar un gemido cuando el mayor comenzó a tocarlo. Sus manos iban desde su cabello, hasta su nuca, pecho, estomago, sintiendo escalofríos pues la mano de este se coló dentro de su camisa y se posó sobre su vientre, rozándolo con suavidad y picardía y de vez en cuando uno de sus dedos se colaba en su ombligo y jugueteaba un ratico con él. No pudo evitar estremecerse cuando otra mano comenzó a tocarle sutilmente sus pezones por encima de la camisa, en círculos, frotándolos…

-Mm…-soltó bajito y miro esa mano juguetona,- N-no hagas…eso... mmm-No fuese que no le gustase, sino que le provocaba muchas cosquillas y escalofríos. Su sexo comenzaba a volver a calentarse.

-Dei…estas temblando…-Le dijo el pelinegro en su oído rebozando ansias en su voz, un tono grave y delicioso.- ¿Cómo vas a aguantarte cuando te toque de verdad?-, una suave risita complemento esa oración, seguido de un incitante beso en el cuello.

El rubio tirito sentir ese húmedo y carnosos labios apoderarse de esa zona tan sensible, besándolo y frotándose contra su cuello. Hecho la cabeza hacia atrás cuando esa lengua se sumó a las caricias. Se mordió los labios y comenzó a sudar un poco al sentir una succión en el dejando una marca rojiza, Deidara se sentía delicioso, una mordidita y una erótica lamida fue suficiente para hacerlo soltar un ligero ¡aah! Y otro más cuando esos dedos que masajeaban sus pezones, los apretaron como si lo pellizcara, el rubio se dio cuenta en ese momento que los tenia duros y muy sensibles. Le gusto lo que sintió.

   Ese calorcito volvía a atosigarlo, esa sensación deliciosa, de tensión y de deseo, de atontamiento y turbación.

   Abrió un poco los ojos azules al sentir una mordidita en su hombro y esos dedos en otro pezón, la otra mano ahora estaba en su entrepierna, sobándosela con intensidad, tentándole a tocarlo justo allí. Llevo sus manos temblorosas hasta el cuerpo del ojirojo y le acaricio el cabello e imitándolo, le quito su coleta, desparramando ese salvaje plumaje negro, brillante y sedoso. Lo toco un poco y después deslizo sus manos hasta el pecho desnudo del Uchiha, fuerte como un roble, delgado como un atleta. Lo toco y se excito más, era interesante tocar a alguien con esas intenciones, era algo muy íntimo…

   Abruptamente Itachi se separó y Deidara se dio cuenta que en sus ojos había un brillo diferente, como si se lo comiera vivo. Seductor. Fue tan penetrante que ruborizado bajo la mirada pero unos dedos se posó en su mentón obligándolo a encararle dejando sus labios a centímetros.

-Vamos a quitarte la ropita…-, no fue una orden pero tampoco una petición. Avergonzado levanto los brazos dócilmente para que le sacara la camisa, sintiéndose como un perrito, no, como un cachorrito.

La camisa salió y fue sustituida por las ansiosas manos del Uchiha y su boca golosa. Tirito y comenzó a gemir bajito al sentir esos labios besarle su clavícula y bajar hasta sus pezones, dándole unas buenas chupadas y lametadas en cada uno. Fueron fuertes, se escuchaba hasta el sonido de las chupadas, cada vez que hacia una daba un pequeño bote. Eso le provoco un cosquilleo en su sexo, comenzó a volver a sentir una tensión en él.

-Ahh…Ita…chi-,cada vez esos beso eran más voraces, chupándolo por todo su pecho, dejando marquitas rojas y leve marcas de mordidas-¡Uff!...Oye me h-haces…cosquillas.

Itachi le dirigió una miradita sexy cuando llego a su estómago, se dedicó a lamer toda esa zona con deseo, provocándole unas risitas al rubio que solo logro poner más duro al Uchiha. Hundió su lengua el ombligo de este y la movió en círculos, sacando más atropelladas risitas e insultos y unos cuantos alones en sus hebras negras.

El pelinegro estaba muy excitado, pensar que tenía al rubio de esa forma, que lo estaba estimulando en cada zona de su cuerpo, provocándole placer desde en una inocente caricia en su cabello hasta en esa mano que desde hacía rato masajeaba y apretujaba esa entrepierna, cada vez más cerca de ese sexo que ya se mostraba alzado bajo su ropa.

-Levántate un poquito-, le susurro para comenzar a bajar sus pantalones. Dei se mostró un poco avergonzado y negó esa idea por pudor. Itachi entonces le sonrió dulcemente y le acaricio una mejilla.-Anda rubio lindo, déjame verte…

Quizás fue el tonito encantador de su voz que lo sedujo a dejarse desnudar, quizás fue su mirada tan penetrante y brillosa, quizás fueron sus lascivas caricias que lo instaban a dejar hacerse de todo, especialmente si lo hacía con su boca, con esa boca sensual que le sonreí.

Era raro verlo así, todavía mantenía ese aire de misterio e imperturbabilidad, pero ese ligero, ligero rubor en sus mejillas, esa lengua lamiéndose los labios cuando le quito la ropa, ese cabello negro suelto, le daba un toque más salvaje, mas masculino, como un semental…

-I-Ita…me da pena…No me mires-. Llevo sus manos hasta su sexo tratando de taparlo sorprendiéndose que este, estaba alzado, grande y duro.-¿Q…qué?

Cuando sus manos llegaron hasta allípara cubrirlo una sacudida placentera lo hizo gemir. Miro algo asustado al chico pelinegro este le hizo un gesto para que lo calmara y sorprendiendo al rubio, se sacó su miembro de sus pantalones. Deidara abrió muchísimo los ojos. Aquello estaba aúnmás duro que el suyo y era más grande, largo y ancho y se le marcaban levemente unas venas. Goteaba un poquito, era ese mismo líquido blanco de la película y de sus sabanas. Supuso que eso era el semen.

Itachi comenzó a masturbarse ante la mirada curiosa y adorable del rubio.

-Esto es una erección. TÚ me pusiste así, ¿Sabes porque?-Dei muy avergonzado negó con la cabeza, se estaba sintiendo algo inseguro…-Porque eres un niño precioso. Ni te imaginas las ganas que tengo de comerte-. No supo porque pero esas palabras lo pusieron más caliente.-Especialmente esta cosita tan rica…

AGH!-Dei se tapó la boca y un brusco corrientazo de placer le arraso su espalda. Itachi lo había rozado con un dedo la punta de su sexo.-¡Ita-Itachi!

El pelinegro se lamio de nuevo los labios. Tomo al rubito caliente y lo hizo sentarse en sus piernas, con la espalda pegada a su pecho, dejando ese cuello sumamente expuesto. Volvió a acariciarlo con un dedo su puntita ante la casi asustada mirada del otro, arrancándole un gemido. Primero lo hizo con un dedo, acariciándolo de arriba abajo, después de un rato, lo hizo con dos dedos, frotándoselos en círculos, como lo hizo con sus pezones.

Deidara estaba atrapado por uno de los brazos del Uchiha que lo mantenía abrazado. Temblaba. Se encogió ensimismo, eso se sentía muy raro, como unas cosquillitas extrañas, su sexo estaba tan caliente y sensible que con cada roce le provocaban ganas…ganas…No sabía que eran esas ganas.

Soltó un gritito al sentir esa mano bajar por su falo y luego subir. Eso fue fuerte, esa mano se cerró en la base de su sexo sujetándoselo con firmeza, y con cierta velocidad subió sin detenerse, sin quiera hasta llegar a su punta, siguió hasta liberar ahora a un durísimo y necesitado miembro.

Deidara miro tembloroso al moreno, este le dirigió una sonrisa casi maligna. Antes de que el rubito se diera cuenta, esa mano volvió a estrujarlo, pero esta vez no en su base siendo en su puntita, y bajo imperturbable hasta la base, chocando deliciosamente con sus testículos. Sus ojos no se separaban de los rojos del Uchiha, y sintiendo sus ojos humedecerse, esa mano volvió a subir hasta arriba.

Mmm!... ¡Eso…es raro!... ¡Ayyy!-. Cada bajada y subida era casi una tortura, una deliciosa tortura, estaba muy sensible, se sentía muy extraño, caliente y duro.-Pa-paraa… ¡Ammm!-Mas rápido, sus lágrimas mancharon su rostro sin proponérselo, Itachi solo se rio y le estrujo sus pezoncitos.

-Siéntelo, Deidara-El rubio en respuesta negó con su cabeza y comenzó a mover sus caderas al ritmo de esa mano, sin saber exactamente que hacía o que sentía.-Solo te estoy haciendo un rico masajito…solo es eso…

La mano del azabache bajo hasta sus testículos y los apretujo un poquito. Él rubio sintió eso tan rico que unas gotitas de semen se escaparon por su falo. El Uchiha dejo de tocar su sexo súbitamente, el ojiazulsoltó un suspiro de paz. Miro como ese chico sexy se lamio frente a sus ojos, el escaso pre-semen y toda su mano. Un gemido de nuevo salió de su boca, su sexo palpito de nuevo por esa imagen tan sugestiva.

-Lo que sientes es placer.-Le susurro mientras lamia su dedo índice,-lo tienes así de duro porque te gusta.

Cuando la mano del azabache estuvo completamente humedecida la dirigió al caliente y sensible miembro del rubio y comenzó a masajearla de golpe, no lento, sino rápido y persistente, gracias a la lubricación que otorgada la saliva. Itachi rio bajo al sentir al chico revolverse desesperado, no con intentos de huir, sino por el súbito orgasmo que se le avecinaba.

Deidara contrajo su estómago sin poder controlarse, esa sensación  era demasiado para él, su sexo lo sentía calientísimo y cuando esa mano mojada lo toco para hacerle ese pecaminoso masaje por segunda vez, simplemente  lo hizo sentir al borde de todo. Si pudiera explicar lo que sentía con sus propias palabras diría justamente lo que estaba pensando en ese momento:

…Me siento tan rico y mojadito…

-¡Ahrhrg!...No puedo…maas… ¡Imm!-Deidara se aferró con sus manos a ese brazo que lo abrazaba como buscando drenar ese brutal placer, las lágrimas cayeron de su rostro y su boca la sintió secar, su corazón casi se infartaba, su cuerpo estaba tenso y solo lo único que existía era esa mano que lo estimulaba.-¡Ahhg…aah…Amm!

Y se desvaneció como si hubiese perdido el alma. Cayo recostado sobre ese pecho musculoso, una sensación de cansancio, paz y bienestar lo envolvió, como si estuviese flotando. Su corazón aun latía fuertemente y su respiración no se tranquilizaba. Se sentía muy húmedo allí abajo, así que completamente exhausto se miró curioso.

Lo que vio lo abochorno mucho. Su cuerpo desnudito sentado en las piernas de su supuesto mortal enemigo, y este tenía su mano acariciándole suavecito de arriba abajo su semiereccion, esparciendo sin querer ese líquido blanco y tibio por su sexo. Llevo una mano hasta ella y con un enorme rubor le pidió que se detuviera. Itachi lo hizo pero para llevar su mano hasta la boca del rubio e introducirle un dedo en ella.

-¡Gag! ¡Eso es sucio!-Grito avergonzado Deidara, el Uchiha le había dado de probar su propio semen. Era salado y francamente, no le gustó mucho, aunque le daba morbo hacerlo…-¡D-degenerado!  ¡Hm!

-Pero si es tu lechita, Dei-chan-, le dio un besito en su oreja, introduciendo otro dedo también impregnado de ese líquido-. Tú mismo la derramaste porque te gusto lo que te hice. Te corriste…

Saco sus dedos de la boca del rubio y lo bajo de sus piernas, este solo se sentó recostado de un árbol debido a ese extraño cansancio. Miro como Itachi se acercaba a él y se paraba frente a su rostro mientras se masturbaba. El inocente de Deidara no tenía ni la mínima idea de lo que pensaba que él Uchiha quería.

Itachi estaba tremendamente excitado, ya casi ni pensaba en ser suave con el muchacho debido a esa palpitante erección que lo atosigaba por placer. Saber que ese lindo, adorable e inocente rubito había tenido su primer orgasmo en sus manos, derramando su lechita por todos lados, llorando de placer, fue simplemente demasiado para su tranquilidad mental.

Se acercó a esa carita de angelito y comenzó a masturbarse muy cerca de ese rostro, esperando que este se la chupara. Pero el tonto rubio solo lo miraba con curiosidad como se masturbaba. Itachi soltó un gruñido, Deidara no captaba el mensaje, quería que le diera sexo oral, correrse en esa deliciosa boquita con sabor a vainilla, llenarla de su leche.

-Chúpala niño lindo-, le dijo con ternura no porque lo quisiera sino que no quería asustarlo. Fallo, el rubio casi formo un rostro de pánico después de esas palabras-No es nada del otro mundo. Es sexo oral.

-¿Chupar es sexo oral?…Yo pensaba que era besarse, sabes con lengua…-Itachi dio un bufido masturbándose con fastidio,  esa inocencia lo estaba estresando.-Pero no sé, eso no va a caber en mi boca…-El rubio recordó la película, el zorrito si se lo había metido todo.-Mm, déjame intentar.

Itachi casi se sonrió de felicidad, por lo visto no debería obligarlo, eso sería horrible. El menor tomo con cierta pena la base del sexo del Uchiha y comenzó a tocarlo como este le había hecho, el moreno no pudo evitar cerrar un momentito los ojos de goce, esas manos tan suaves lo tocaban muy suavecito y con cierta torpeza. No importaba, transmitía inocencia, pureza…

Esta muy duro!-Deidara estaba fascinado con lo dura de la erección del Uchiha, era como una maldita roca, estaba caliente y un poquito rojita-¿L-lo hago bien?

-Hazlo un poco más duro…ahhh, si, así…mm-Deidara miraba con curiosidad el trabajo que hacia sobre ese miembro, su mano cerrada alrededor de ese sexo subía y bajaba con cierta brusquedad, pero parecía que eso le gustaba al otro.-Mm…A-abre la boca.

El azabache tomo su erección y se masturbo un poco, miro que Deidara hizo lo que le pidió sin replicas, abriendo un poquitico esa boquita. Le pidió que lo lamiera primero, él rubio dudo un poco y como si lamiera un helado le dio una rápida lamidita al glande, sacando un suspiro de Itachi, le pidió que lo repitiera varias veces pero más lento y por toda su erección.

Obediente lo hizo. Comenzó lamiendo la punta pasando toda su lengua por ella, haciendo un poco de presión, sintiendo su sabor ligeramente salado, bajo con ella recorriendo su tamaño, de arriba abajo. Se ayudaba con su mano para levantarle a veces la erección al Uchiha y lamerlo por debajo de ella, por los lados, por arriba y en un momento hasta le dio unas lamidas en los testículos. En realidad le gustaba mucho hacer eso, era incitante, algo morboso pero incitante.

Miro al Uchiha, tenía los ojos entrecerrados y jadeaba o gemía bajo, sus manos se divertían en acariciarle el cabello con soltura y suavidad, casi dirigiéndolo. En un momento dado este le pidió que se lo metiera a la boca, Dei tomo esa dureza con sus dos manos y se lo fue introduciendo, y aunque tenía muchas ganas, solo le llego hasta un poco más de la punta.

Entonces paro en seco, ¿Chupar, no? Comenzó literalmente a chupar aquello, sin sacárselo, solo lo chupaba provocando un sonidito muy erótico. El pelinegro se estremeció y comenzó a jadear con fuerza ante esa acción, todo su glande era succionado con persistencia por esaboca y esa lengüita malvada que no paraba de atosigarlo dentro de la boca del rubio, dándole golpecitos y lamiéndolo como si fuese un helado.

-Dei…ahhh…sácalo  y mételo-, el ojiazul casi tembló ante esa voz tan erótica y comenzó a hacer lo ordenado-ahh…sigue…lo haces bien…ahh.

Iba muy rápido y unas dos veces casi se ahoga al meterse un poco más de lo que podía aguantar, ya podía metérselo casi hasta la mitad y eso ya era mucho. De repelente sintió ese miembro palpitar en su boca con intensidad, con cada chupada el miembro aquel brincaba en su boca, también se dio cuenta que los gemidos casi inaudibles del mayor eran más seguidos y su respiración estaba muy acelerada. Lo miro. Se perdió en esa hermosa imagen. El cabello negro de Itachi se le pegaba un poco a la frente debido al sudor y ese hermoso rubor en sus mejillas solo lo hacía lucir más incitante. Tenía los ojos cerrados y la boca entreabierta soltando gemidillos y jadeos.

-¡GAG!-El chico sintió que su boca se llenaba de un líquido caliente y salado. Era mucho y no le gusto.

 Trato de escupirlo pero el Uchiha lo tomo del cabello y lo obligo a chuparlo unas cuantas veces, llevando ese sexo chorreante hasta el fondo de su garganta, ahogándolo bastante y obligándolo a tragarlo y degustarlo. Por fin Itachi se lo saco de su  boca después de unas casi diez metidas y sacadas brutalmente rápidas y profundas. Él pequeño sintió escurrir ese líquido por su boca y trato de escupir lo poco que no había bebido, lo miro muy molesto y algo asqueado, quería llorar de rabia y de humillación. Preparo su mejor insulto pero se quedó mundo al ver el rostro asfixiado del Uchiha, se había sentado el en suelo y jadeaba desesperado y su carita estaba tan agotada.

Se acercó y le beso los labios aunque lo que quería era morderlo con fuerzas por hacerle aquello y por ser tan hermoso que le quitaba su molestia. Sintió que le correspondía el beso aun jadeando mucho y con cierta torpeza. Lo abrazo profundamente y cuando se rompió el beso, el pelinegro recargo su cabeza en su hombro tratando de recobrarse.

Deidara se sintió algo especial con ese gesto.

Itachi lo había disfrutado mucho, fue un gran orgasmo, tan fuerte que perdió el equilibrio y se cayó contra la grama. Estaba exhausto y ese cuerpecito que lo abrazaba y le acariciaba la espalda lo hacía sentir bien. Una extraña tranquilidad lo embargaba. Lo beso cansado su hombro, su cuello, sus rojitas mejillas y no pudo contenerse en darle unas juguetonas mordiditas, llego a sus cabellos dorados y graciosamente despeinados, le dio un beso con aprecio.

-Deidara, me encanto como lo hiciste.-Le susurro besando su oído y acercándolo más a su pecho, sintiendo ese delicioso palpitar de su corazón-¿Quieres seguir?-Pidió sin poder evitar morderse los labios.

-¿Seguir?-Lo miro con curiosidad, Itachi adoraba esa carita de ángel. Como respuesta dirigió uno de sus dedos hasta la entrada del rubio y la rozo-¡Ah! ¡No, eso no!-Se bajó de sus piernas y se sentó en el suelo.-Tu p-pen…pene…es muy grande  ¡Va a doler!

Itachi hizo una mueca, Deidara no estaba nada equivocado. Ese chico era virgen, no tenía lubricante, ni ningún juguete que lo ayudara a dilatarlo y su sexo no era nada pequeño. Pero la imagen de ese niño tonto llorando de placer y de dolor, corriéndose mientras era invadido de esa manera…

-Si tienes razón. Te va a doler muchísimo pero lo vas a disfrutar  mucho más-, lo tomo de un brazo y lo recostó bocarriba en la grama, Itachi se sentó a su lado y le acaricio su muslo interno con mucha malicia.

El rubito sin saber que hacer se dejó acostar y tocar. Llevo sus manos y las puso encima de su pecho y miro fijamente el cielo, algo asustado, la idea de que esa cosa entrara allí, en su culito lo aterrorizaba, el jamás pensó que se atrevería a hacer algo así. Las manos del Uchiha lo acariciaban las piernas, en un momento sintió que llegaba a su entrepierna y las hacia a abrirlas.

Vio que Itachi chupaba dos dedos con mucha insistencia y después de empaparlos con abundancia los dirigía a su trasero. Le indico que iba a meter un dedo y que respirara profundamente. Lo hizo y sintió aquello entrando, no dolió sino que sintió una presión algo incomoda dentro de él, cerro sus ojos por la vergüenza, de verdad que se sintió muy humillado, algo era ser tocado pero esto….era demasiado.

-Shh…tranquilo, se va a sentir bien-. Itachi se mordió los labios cuando comenzó a mover su dedo en círculos, tratando de abrir un poco esa entrada tan apretada,-Eres un chico muy bonito. Me muero por metértela todo.

El rubio se revolvió un poco, eso se movía. Primero en círculos y después poco a poco comenzó a sacarlo y a meterlo, lo hacía muy lento para evitar dañarlo pero también para que lo sintiera bien y lo disfrutara. Sintió al rato una presión diferente, su sexo era acariciado de nuevo. Un temblor le asalto al sentirse endurecer, esa mano lo tocaba de nuevo allí al mismo que sentía esa presión en su anito…se comenzó a calentar

-Mmm…Es algo inco-incomodo…mm-, Itachi le dio un beso en uno de sus pezones sorprendiéndolo ya que tenía sus ojos cerrados. No los abrió, sintió máshúmedaden sus botoncitos y más atención en su parte baja-¡Hay!... ¡Mm…l-lento!

El azabache muy excitado comenzó a meter el segundo dedo con algo de dificultad, era muy apretado, así que tuvo que desistir. Saco ambos  y vio al rubio suspirar y darle las gracias. Una risita maliciosa envolvió los labios del Uchiha, aquello no acababa allí.

Detuvo un momentito las caricias y lo puso de su lado derecho y le abrió un poco las piernas,llevo sus dedos a sus labios y los humedeció mas mientras volvió a masturbar rápidamente a ese chiquillo obligando a gemir por sorpresa. Metió su dedo índice y luego el otro poco a poco, ignorando los quejidos del rubio, solo se detuvo cuando estuvo todo adentro y los movió en círculos con algo de fuerza buscando dilatar rápido ese rico culito.

El rubito sentía mucho placer en su sexo por esas caricias tan fuertes que desde hacía rato le propinaban en su anito. Se encogió sobre sí mismo cuando sintió que aquello iba a pasar de nuevo, otra vez expulsaría su lechita, pero cuando iba a pasar el Uchiha lo detuvo, dejándolo muy necesitado.

   Cuando se sentía al borde Itachi lo tocaba muy suavecito hasta que se relajaba, entonces volvía a tocarlo rápido. Era una tortura y más con esos dedos allí atrás, se sentía extraño, ya no era incomodo sino que se sentía raro, esa presión se sentía muy rica, tanto que eso le provocaba ganas de correrse.

-Que culito tan apretadito…Mmm, ¿Sientes esto aquí?-Itachi le apretó y masajeo su próstata con las yemas de los dedos, Deidara expulso unas gotitas de semen y se encogió como un perrito

   Sus gemidos se detuvieron abruptamente, tratando de canalizar el placer que sintió en esa zona cuando fue tocada, no sabía que era ese nuevo placer, pero si que era demasiado, si su pelinegro no lo estuviera controlando su orgasmo, hubiese llegado cuando lo toco en esa zona.

   Miro algo asustado al mayor, rogándole que no lo volviera a tocar allí si no le permitía venirse. Pero eso no iba a pasar

-Escúchame. Te voy a tocar muchas veces aquí hasta que no puedas más-La mirada de pánico del rubito fue casi deliciosa-…entonces cuando este llorando de placer, te la voy a meter entera, ¿Entiendes, cosita linda?

-S-si…pero…q-quiero ha-hacer… eso… por favor-Itachi le negro con la cabeza y comenzó su tortura.

Sintió esas yemas masajearle en círculos esa zona tan sensible, las ganas de expulsar ese líquido blanco aumentaron pero el Uchiha no lo dejaba, le dijo que se aguantara. Otro apretón, esos dedos salían y entraban, y cuando entraban golpeaban su próstata y la estrujaban hasta hacerlo sentir en la locura. Y esos dedos no paraban de salir y entrar.

-Ir…Ita…por fav-voor… ¡Mmm!-Itachi le apretó su puntica rosada para acallarlo, el rubio solo se sintió más desesperado, esos dedos iban más rápido.-¡Yaaa…Arg… ¡Ahh!-Comenzó a llorar mientras que su estómago se contraía y el Uchiha se concentraba en hacerle un masaje en su glande.-¡Noo…puedooo!... ¡Ahhh!

Itachi sonrió con algo de lastima. Le dio unos tres golpecitos en el culito del rubio haciéndolo sollozar y saco sus dedos, no obstante no le permitió venirse, lo necesitaba muy excitado para que no le doliera. No quería herirlo, no, no podía lastimar a ese niño tan lindo.

El chico lo miro tembloroso y ansioso, y no le importaba que le hiciera con tal que le hiciera algo, sobretodo ahí adentro que se sentía muy caliente y ansioso por algo que lo penetrara. Miro asustadizo como el mayor se colaba entre sus piernas y después de tocarse un poco posiciono su miembro en su entrada.

-Lo hare suave pero tienes que prometerme que no te vas a tensar y te vas a quedar quietecito-Susurro y poco a poco fue metiéndoselo, sintiendo este un placer demencial cuando apenas su glande fue torturado por semejante estrechez.

Deidara sintió mucha presión y algo de dolor pero le hizo caso al moreno.  Levanto un poquito sus caderas y aferro sus manos a la grama fresca, y dejo que aquello entrara en él. Era algo muy vergonzoso saber que lo estaban tocando tanto allí, que se lo estaban cogiendo como diría su Danna, pero el placer y la necesidad era mayor que su orgullo.

Gimió bajito cuando lo sintió llegar más adentro. Cada vez le dolía más y unas lágrimas manchaban su rojizo rostro, cuando se quejaba Itachi lo masturbaba más rápido y le mordía suavecito los pezones o lo besaba dulcemente, eso lo calmaba y lo instaba a dejarse hacer. El pelinegro tenía una capacidad para dominarlo que casi lo asustaba, una sonrisa y una miradita y Deidara ya era suyo por completo.

-¡Auch!-Miro adolorido al mayor al sentir que salía de su cuerpo dejándolo entre necesitado y adolorido. Pero no acababa aun, le levanto un poco las caderas y siguió penetrándole, más rápido.- ¡Ahhmmm! Itachiiii…N-no taaan dur…. ¡Ah!...mmm

El Uchiha soltó un suspiro algo largo sintiendo su sexo casi succionado por ese sitio tan apretado, tan hirviente y tan suave. Algo de sangre caía de su entrada, supuso que era normal, era su primera vez a fin y al cabo y no tenía ningún lubricante para ayudar a la penetración, al pobrecito debía de dolerle mucho, aunque, también le estaba gustando más.

Y era cierto, el chico a pesar que le dolía sentía un asfixiante placer en su culito, era como una fuerte caricia que le producía una presión deliciosa que lo hacía temblar, cada vez que ese miembro se deslizaba dentro de él le producía unos escalofríos en su sexo, como un corrientazo de placer.

-Deidara…ahhh-, Itachi estaba tan excitado y tan cerca de su orgasmo que cargo al rubio en sus brazos y moviendo brutalmente sus caderas lo hizo gritar de placer-Mmm…e-eres tan tierno…

Se aferró a los brazos del Uchiha algo asustado cuando sintió que su cuerpo se elevaba y quedaba abrazado a este, dejado sus cuerpos muy, muy pegados. Esa cosa dura entraba y salía demasiado rápido y pobrecito  sexo se frotaba de una forma casi endemoniaba sobre el estomago del moreno. No aguantaría mucho…

   Itachi sonrió con ternura, ese pequeñito no aguantaría mucho. Era normal, lo había dejado muy excitado y era virgen. No importaba, él también se estaba sintiendo en sus límites, ese tonto no paraba de contraer su anito, estrujándolo mas…

-¡ITAAA…ARRG…AAHHMM!

Fue como un golpe en su atosigado culito. Segundos antes de que el rubito llegara a su orgasmo, sintió vibrar el miembro del azabache dentro de él, seguido de una deliciosa humedad que lo lleno todo. Eso fue demasiado, Deidara sabía perfectamente lo que paso, y saber que su traserito estaba lleno de la leche del Uchiha, fue suficiente como para llevarlo de una buena vez a un brusco orgasmo.

Itachi se sintió desfallecer, aquello había sido una corrida grandísima, ese rubio idiota lo había calentado mucho, esa maldita inocencia y ese rico culito, el cual estaba dispuesto a hacerle y meterle muchas cosas. Sonrió con cierta diversión al pensar en que diría Kakuzu cuando le pidiera dinero para comprar un lubricante y un vibrador.

   Ambos estaban recostados sobre el suelo, respirando aceleradamente, completamente exhaustos y satisfechos. Itachi con pesadez lamio las rojas mejillas del rubito y sin poder evitarlo, también lamio el semen que yacía en su vientre. Deidara quiso detenerlo por vergüenza pero siguió, también bajo un poquito mas y separando las nalgas de este, lamio los restos de semen ajeno que fluían de la adolorida entrada del chico.

-No…-susurro Deidara bajito cuando sintió esa legua provocarle sensaciones extrañas.-Estoy cansado, hm.

Itachi  se detuvo, supuso que ya había tenido mucho ese chiquillo. Subió hasta la compungida y adorable mirada del rubito, le dio un lindo beso en los labios.

-¿Te duele?-Pregunto mientras se subía los pantalones y buscaba la ropa del otro.

-Un poquito, pero creo q es normal, eso es muy grande-, dijo Deidara rojo mientras sentía que Itachi lo ayudaba a ponerse su capa, no tenía ni idea de donde estaba el resto de su ropa-¡Auuch!

Cuando trato de pararse el dolor en su pobre anito lo mando al suelo, provocándole mas dolor. No se movió, cada vez que lo hacia se sentía muy adolorido, como si agujas lo lastimaran, tan horrible que de sus ojos tentaron a formarse lagrimas, esta vez de dolor y no de placer.

-Shh…ven aquí-, dulcemente Itachi lo tomo en brazos y lo acuno en ellos.-Deja que te lleve a mi habitación, ya veras que te hare sentir mucho mejor.

Y ante la mirada de lujuria, curiosidad y petrificación del pobrecito e inocente Deidara, fue llevado hasta la alcoba del Uchiha, allí lo esperaban unas esposas y unos cuantos juguetitos eróticos con los que Itachi mantendría ocupado ciertas zonas del cuerpo de ese incitante angelito…

*Madara*

Madara no sabia la expresión que traía.

Estaba abrazado al tronco del árbol con fuerza, luchando para no soltarse y violarse brutal y sádicamente a esos dos condenados niños. Su cara estaba toda roja y sudada, un tic nervioso le azotaba el ojo derecho y sus pantalones estaban en condiciones irreparables. Tres corridas. Esas imágenes tan explicitas y cachondas lo habían dejado muy mal…

   La imagen de Deidara siendo manoseado por su sobrinito hasta hacerlo venirse por primera vez y luego la de su alumno al recibir una esplendorosa mamada, esa carita tan apetitosa… pero la mejor de todas fue cuando el chico fue desvirgado, ver al rubio siendo invadido por el sexo del Uchiha hasta hacerlo correrse, simplemente lo volvió loco.

   Pensaba muchas cosas, la primera era que quizás fuera un pedófilo, gay e incestuoso. La segunda era que estaba muuuyy caliente y quería violarse a esos dos niñitos deliciosos. La tercera era que no sabia como sin que tener que pelear una batalla épica con Pain. Y la cuarta era que tenía una erección muy peligrosa dentro de sus pantalones.

-Hm, supongo que puedo toquetear a mi sempai cuando duerme, y quizás pueda hipnotizar a Itachi con mi Sharingan y follarmelo duro.

Madara sonrió débilmente y como un pequeño y endemoniado chibi siguió el camino por el cual Itachi y Deidara se habian ido.

Notas finales:

.__. Continuacion?

quizas un proximo fic, (QUIIZAAAAS) haga un trio madaitadei xD

comeeen si les gusto por favor (:

hasta luego, muchas gracias por leer!!


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