ScaryTale of War
BY SHINIGAMI
THOR AND LOKI
Nota los personajes de Avengers, Thor y La mitología nórdica en general no me pertenecen, este fic es sin ánimo de lucro.
[Chapter Four]
Luchemos contra el plagio entre más seamos, más se escucharan nuestras voces, no dejemos que personas inescrupulosas se lleven nuestro trabajo… propuesta liderada por Katrinna Le Fay y adoptada por Shinigami.
Si el fic no es de tu agrado, no te gusto el final, el comienzo o las notas de autor, no te gustan los personajes, ni te agrada la autora, por favor, a riesgo de ser grosera, no comentes, pero si tienes una crítica constructiva decente, soy toda oídos. Y tratare de mejorar. Recuerda es marca Shinigami, habrá violencia, Gore y demás, favor no entres si no os gusta la temática.
Atentamente Shinigami
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Clint movía sus manos nervioso, estaba en una pequeña habitación que no podría tener más de un metro por metro y medio, estaba sufriendo claustrofobia y seguramente sería enviado a los campos de concentración.
Miro su brazo derecho con el número tatuado con fuerza cobarde por aquellos que se creían una raza Aria.
Se sentó en una esquina de aquel horroroso y cerrado lugar, cuando escucho como la puerta se abría con un sonido metálico horrible que le taladro el tímpano y una sombra, una figura.
Cerro sus ojos esperando un golpe o un insulto y solo recibió una suave caricia – Lo lamento pequeñín, pero todo fue descubierto, una de las muchachas vendió a Stark- susurro ayudándolo y sintió como se aferraba con fuerza a él.
-¿doctor Banner?- pregunto Clint alzando su cabeza viendo con aquellos ojos azules los oscuros del doctor y este asintió.
-pude conseguir una prórroga, trabajaras para mí- susurro saliendo de allí, con Clint en su regazo, ya que el pajarito no quería ni ver por dónde iban, por ende no vio la sonrisa socarrona del “buen doctor”, ni la posesión de su mano izquierda sobre la fina cintura del otro, que a pesar de que fueran de la misma estatura se veía notablemente más pequeño que antes, mas al estar rodeado de enemigos.
Lo llevo a la habitación que le era otorgada por el Führer, hermosa grande llena de planos y trabajos, lo soltó con suavidad y se quitó el kepis – aquí estarás a salvo Clint- le aseguro y luego escucho pequeños sollozos - ¿Por qué lloras pequeño?-
-por todo- dijo finalmente - ¿Por qué nuestra raza debe ser arrasada? ¿Por qué se creen mejor que nosotros? ¿Qué mal hicimos?- dijo sin parar de llorar – Yo odie a Stark por lo desgraciado que era, pero hasta ahora lo supe, a su ego maniaca manera, Stark nos estaba salvando, de los campos de la muerte allá afuera, nos salvaba de perecer como perros en las esquinas sin que nadie nos diera una digna sepultura, Stark nos palio el hambre y nos dio un techo, si bien yo era el único judío, habían polacos e incluso rumanos-
Bruce se sentó a su lado – Stark a su manera si hizo mucho por ustedes, pero no fue arrestado por eso, fue arrestado por traición, seguramente están interrogándolo pero su ejecución será muy pronto, Stark fue capaz de traicionar a Hitler y sus ideales, por muy locos y deschavetados que estos sean, no todos los alemanes estamos a favor de sus locuras, Clint, pero si no las cumplimos seguramente moriremos, y esta querido pajarito es la ley del superviviente. Yo no quiero morir, quiero poder salir de esta guerra y si debo ayudar al Führer para hacerlo pues lo hare, aun cuando deba vivir con miedo el resto de mi vida, las guerras no son eternas y tanto poder siempre finaliza en caída- le dijo con suavidad y limpio las lágrimas incesantes de su pequeño pajarito.
Con cuidado se fue acercando a sus labios y con suavidad sin asustarlo lo beso.
Fue un beso casto pero que con el trascurso de los segundos, se volvió necesitado, se volvió urgente, los brazos de Clint rodearon el cuello del doctor, en un acto desesperado de no perder quien tanta protección le daba, y de Bruce, Tanto él como Hulk en no perder a su desdichado amor.
Lentamente ambos cuerpos cayeron a la cama y pronto las ropas cayeron, el uniforme de la SS y los harapos marcados de judío, pronto los cuerpos se estaban fundiendo, las piernas lampiñas contrastaban con los vellos que adornaban a Bruce.
En el roce de ambos cuerpos se mostraba quien era el adulto y quien el niño debido a que casi todo el cuerpo de Clint era lampiño y muy pocos vellos cubrían su intimidad cosa diferente en Banner, que se daba un festín con el cuerpo entregado del jovencito que sin darse cuenta amarraba aún más el amor que le tenía el doctor.
La boca de bruce llego a la masculinidad de Clint y la admiro unos segundos antes de llevársela a la boca con una gula propia de su deseo, haciendo que el cuerpo ajeno que se mostraba con delicia ante él se abriera y gimiera como poseído, olvidando sus trabas morales y religiosas.
Clint se mostraba ansioso y jalaba los cabellos negros en bucles de su malsano doctor, pero tenía miedo, miedo de estar solo en medio de esa inmensa guerra que lo sobrepasaba a él; siendo una hormiga en medio de un arma todo de rabias, venganzas, ultrajes, dolor y poderío. No quería perder al doctor y esta era la única manera que sabía de sentirse acompañado, algunas veces, además el doctor siempre había sido bueno con él.
Sintió un dedo preparar su ano, despacio y la curva que le dieron en esos grandes dedos lo hicieron estremecer, le gustaba como rosaban las yemas de los dedos aquella pequeña bola en su interior y gimió mas ruidosamente, cosa que enaltecía el orgullo de Banner y porque no decirlo también su pene erecto que se moría por entrar en Clint.
-¿estás listo?- pregunto Banner con la voz cargada de deseo, de ganas de partirlo en dos y de marcarlo como se marca al ganado pero también en el fondo con el amor que le tenía su parte buena y sincera.
Clint vio esas lagunas eternas del doctor y asintió, subiendo sus piernas a las caderas ajenas, dejando su ano dispuesto a ser ultrajado y usado a la convencía del buen doctor, que se diera un festín con su cuerpo pero que no lo dejara.
Bruce entendió el silencioso mensaje y con cuidado le penetro, y era la gloria eterna que hablaba su Führer, el interior de Clint era la cosa más parecida al paraíso, y le beso para no dejarlo ni acostumbrar y entrar y salir con fuerza de aquel cuerpo entregado.
La fricción era estupenda, su pene entrando en aquel lugar provocaba leves soniditos excitantes más los muelles de la cama que sonaban a la medida de la fricción de ambos cuerpos y para terminar la deliciosa y sexual sinfonía, los sonidos deliciosos de Clint en su oído, que inundaban la habitación debido al eco, era todo un concierto.
Los sonidos, el sudor, el olor a sexo y la fricción, después de eso no había un paraíso comparable.
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Thor se levantó desubicado y vio a su lado la pequeña figura de Loki, bueno pequeña en comparación suya nada más, porque Loki bien media el 1.87 de estatura, pero su cuerpo era delgado y aquel cuerpo iba adelgazando un poco más debido a la poca comida que recibía gracias a que le coció sus labios.
El toco despacio, había sido un hijo de puta que en la rabia y el dolor quería cegar todo rastro de Loki, de que no hablara con mentiras que inundaran sus sentidos.
Se levantó levemente y sacó una navaja de su mesita, se la había dejado a Loki para a ver que hacía con ella, pero en los días allí jamás la utilizo, con suavidad la tomo y la beso, y despacio empezó a acercarla a la boca que él había mandado a sellar.
Con cuidado y para no despertar a su tormentosa obsesión, le fue quitando los puntos de la sutura dejando libre los hermosos labios delgados, hasta por fin soltar toda la hilera de puntos que cerraban la boca, lo vio girarse un poco aun dormido y pasar la lengua sobre aquellos labios amoratados.
Loki no era guapo en el sentido de la palabra más estricto, no era como las hermosas mujeres que ofrecía el Reich, no era algo, la nariz era un poco grande mas no sería Loki sin esa nariz, su piel era blanca y esos ojos verdes… que le hacían delirar, el cabello ahora largo y más desprolijo lo colocaban en un aire entre vagabundo y sexy nada que ver con la imagen que vendía en el burdel.
Le beso con cuidado y suspiro - ¿Qué me estás haciendo Loki?- susurro para levantarse y salir de allí, para ir de visita con cierto soldadito y su putita favorita.
Cuando se cerró la puerta Loki abrió los ojos y paso una mano por sus labios ya libres de los puntos – Ni yo lo se Thor, Ni yo lo es y no sé si valga la pena averiguarlo- susurro, mostrando que no estuvo tan dormido como aparentaba, no por nada era un genio para el engaño.
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Thor entro a la sala de interrogatorios donde el capitán estaba atado, en una especie de silla y completamente lavado en agua- ¿no le gustan mis recibimientos soldadito de plomo?
-eres un cobarde- le gruño – no eres más que una insignia, sin eso no eres nada más, ¿Qué eres?- le gruño cuando el mecanismo de la silla lo hizo sumergirse en una gran pileta de agua por algunos segundos.
-el que tiene en la mano el dispositivo con el cual te estoy torturando y puede matarte por ahogamiento- le dijo viéndolo escupir agua – aun no entiendo como Stark fue capaz de salvarte-. Le miro – claro con lo puta que es seguramente le dabas bien rico –
Soltó el agua de su estómago y lo miro con ira contenida – Jamás digas de nuevo que Tony es una puta, maldito bárbaro…- de nuevo Thor movió el botón y el capitán fue girado hasta la pileta tragando esta vez un poco más de agua.
-tsk tsk tsk no muy inteligente- le dijo el rubio sentándose, ya que la pierna le estaba matando luego de la paliza retribuida del capitán – a ver si esto te baja tus humitos americano-
Hizo un leve movimiento con la cabeza y vio entrar a Tony demasiado sin vida... la fiebre lo estaba agotando, tanto que venía a rastras jalado por los soldados.
-Y llega mi puta favorita- sonrió al ver como Tony caía al suelo.
-¡TONY!- grito con apuro el rubio viendo demasiado demacrado a Tony casi acabado y con los ojos marrones hundidos de dolor.
Continuara…….
: P soy mala lo se xd