CAPITULO VI
MIEDO: ESPERANDO NOTICIAS
Las noticias que llegan de la nada suelen ser las más felices.
Cuando el sentimiento de miedo e impotencia invade nuestros corazones, la mente divaga libremente creando sin parar cientos de ideas que solo nos mortifican y crean especulaciones fuera de lugar.
El ser médico para Naruto ha sido una de las mejores experiencias en su vida porque gracias a ellos ha tenido la capacidad de salvar de la vida de muchas personas, pero en especial de los niños que es su especialidad, los años de servicio al Hospital de Konoha le han mostrado la cruda realidad de su carrera, por aquellos pasillos han pasado tantos enfermos, heridos de gravedad, muchos de ellos han salido completamente curados, otros tristemente sus familiares le han llorado.
Ser médico no es solo recetar y curar, es salvar y dar vida aquellos que lo necesitan, una profesión sacrificada, dolorosa y muy entregada, por años se ha mantenido firme y dispuesto ayudar a quien lo necesite sin importar; por ética los doctores deben mantener la calma sin importar las circunstancias en las que se encuentren algo que Naruto siempre pudo hacer, pero esa misma tarde todo lo aprendido por años se fue a un lado su profesionalismo, ética, moral, en especial su calma, al instante que observo como su esposo caía inconsciente en la entrada de aquel hospital.
─ ¡Sasuke!
Su voz retumbo por los pasillos de aquel hospital su mirada estaba fija en el cuerpo inconsciente de su amado esposo, sentía su corazón palpitar con fuerza y desespero mientras el miedo lo invadía, su cuerpo temblaba negándole avanzar para auxiliarlo, por primera vez en toda su vida profesional no sabía ¿Qué hacer? ¿Cómo actuar en esa situación? Su mente vagaba libremente hasta que sintió como una mano apretaba su hombro trayéndolo a la realidad.
─ Naruto, ¿Estas vez?
─ Tsunade Oba-chan.
Al girar su rostro sus azules se encontraron con aquellos ojos color miel, Tsunade Senju la mejor doctora del hospital y maestra del rubio estaba su lado.
─ ¿Qué paso? ¿Te sientes bien? —Preguntó sin conocer lo ocurrido con el esposo del rubio.
─ ¿Sasuke? —Miró directamente hacia la entrada donde ser observaba claramente a un grupo de enfermeras auxiliando a su esposo.
─ ¿Qué? —Observa la entrada– ¿Pero qué…? —Se acerca rápidamente.
Mientras en la entrada las recepcionistas estaban asustadas al no saber cómo reanimar al hombre que estando bien se había desmayado sin explicación alguna.
─ ¡Abran paso! —La voz autoritaria de Tsunade hizo retroceder a todas– ¿Qué le paso? —Pregunto mientras tomaba el pulso del hombre inconsciente.
─ Iba entrando cuando de repente se desmayó. —Respondió una de las recepcionistas.
─ Ya veo, llamen a una camilla para que lo lleven a revisar. —Miro al rubio que se iba acercando con miedo.
─ Sasuke. —Susurró asustado.
─ Naruto. —Le miraba preocupada luego suspiro– ¡Naruto! —Llamo fuertemente la atención del rubio– Te recuerdo que eres un médico compórtate como tal.
─ Pero… —Mira a su esposo sin señales de despertar– Yo.
Ser médico es fácil cuando el enfermo, el herido, aquel que necesita tú ayuda no es la persona con la que compartes la cama cada noche, que cada día te hace sonreír con sus palabras, que conoce todo de tú persona, pero en especial no es el amor de tú vida, tú esposo.
─ Naruto. —Lo vuelve mirar seria.
─ Es tan fácil decirlo. —Le regresa la mirada– No es Ero-sennin el que esta inconsciente.
─ Yo. —La doctora bajo levemente la mirada entendiendo por momento a su joven colega– Me hare cargo de él.
─ Gracias.
Mientras sus miradas se encontraron como la de una madre con su hijo, en ese momento llegaron unos paramédicos con una camilla para llevar al joven azabache, Naruto observo como su esposo era colocado en ella de inmediato tomo su mano que se encontraba fría.
─ Llevémoslo a una habitación para poder revisarle con más calma. —Ordenó Tsunade mientras observaba a su pupilo preocupado por la salud de su esposo.
Tal como lo había ordenado Sasuke estaba instalado en una habitación mientras rubia hacia su trabajo bajo la atenta mirada de su esposo.
─ ¿Cómo está? —Pregunto con cierto temor en su voz Naruto.
─ Su presión esta baja. —Responde tomando su presión– Sus latidos están algo acelerados, voy a tomar algo de sangre para hacer un examen. —Con una inyección saca una muestra– Algo que deba saber.
─ Además de su mal humor. —Sonríe tristemente– Ha estado mal del estómago ayer vomito de la nada, además hoy se mareo estando bien. —Mordió su labio inferior ante la impotencia que sentía– Tsunade Oba-chan. —Hablo sin dejar de tomar la mano de su esposo– ¿Qué tiene Sasuke? ¿Se pondrá bien? —Pregunta muy preocupado.
─ Debemos esperar los resultados del examen, tomando en cuenta lo que has dicho. —Se queda callada un momento por su posible diagnóstico.
─ ¿Qué pasa? ¿Por qué se queda callada? —Lo mira asustado.
─ Por sus mareos y su desmayo me temo que sea…. —Suspira profundamente– Un problema neurológico.
─ ¿Qué? ¿Qué quiere decir con eso? Un posible… ¡No! No puede ser Sasuke no.
─ Naruto. —Abraza al rubio– Es mi diagnóstico aun no estamos seguro, espero estar equivocada.
─ Tsunade Oba chan, Sasuke no puede, no puede tener principios de derrame, él no. —Sentía como sus lágrimas amenazaba por salir.
─ Estate tranquilo. —Hace que la mire– Recuerda que tú esposo te necesita, volveré lo más rápido posible me avisas cuando despierte.
─ Hai.
La soledad y el desespero embriaga su corazón cada minutos que pasaba para Naruto era una tortura no tener los resultados de los exámenes y para acompañar su angustia Sasuke aún no recuperaba la conciencia, el solo hecho de pensar que su salud estaba en riesgo y que su destino se vea condenado a una cama de hospital le hacía sentir mucho miedo e impotencia, no era la primera vez que tenía frente a sus ojos a un pacientes con un posible derrame cerebral, pero si era la primera vez que tenía a un ser querido en ese estado.
─ Sasuke. —Susurraba sin poder contener sus lágrimas mientras sostenía la mano a su esposo.
─ Hmm.
─ ¡Sasuke! —Naruto reacciono al escuchar un leve gemido de parte de su esposo– Amor me escucha.
Sus ojos le pesaban sin poder abrirlos escuchaba claramente la voz de su esposo llamándole con desespero, ¿Por qué estaba asustado? ¿Qué le había ocurrido? ¿Por qué no podía despertar?
─ Sasuke.
La voz de Naruto lo torturaba e incumplía todo lo prometido hacia su amado rubio el día que se casaron, nunca lo haría llorar, con un gran esfuerzo sus ojos se abrieron dejando visible el más grande de sus temores.
Las lágrimas de Naruto.
─ ¡Sasuke! —Sin dudarlo dos veces el rubio se lanzó a los brazos de su esposo para llorar de felicidad de verle despierto.
─ Naru. —Susurro Sasuke culpándose a sí mismo por aquellas lágrimas.
─ Mi amor ¿Cómo te sientes? —Pregunto desesperado el rubio mirando las orbes negra de su esposo.
─ Un poco mareado. —Respondió levemente– ¿Dónde estoy? —Pregunto mirando a su alrededor.
─ En el hospital, recuerdas que venias para una revisión. —Dice tranquilamente ya sin lágrimas.
─ Lo recuerdo Ino me mando para acá antes de lo acordado porque estuve otra vez con nauseas en la mañana pero… —Piensa un momento recordando lo que ocurrió cuando llego.
─ ¿No lo recuerdas? —Pregunta preocupado.
─ Si, llegue tranquilamente pero cuando atravesé la puerta todo me dio vueltas de pronto nada. —Mira a Naruto– ¿Me desmaye?
─ Si, Tsunade una colega tomo un poco de tú sangre para hacerte un examen. —Baja la mirada.
─ ¿Qué tengo? —Pregunta nuevamente un poco asustado por la mirada de su esposo.
─ Aun no se sabe exactamente. —Hace un breve silencio– Pero tiene un diagnostico por los síntomas que muestras. —Todo lo dicho con una voz preocupada.
─ ¿Qué dice su diagnóstico? —Lo mira nervioso por el tono de voz de su rubio.
─ Principio de derrame. —Responde evitando que sus lágrimas salgan a flote nuevamente.
─ ¿Qué….?
Derrame cerebral era una enfermedad que él conocía perfectamente, su difunta madre lo había sufrido por mucho tiempo antes que se vaya de este mundo, luego de ver sufrido esa terrible enfermedad y dejar más de la mitad de su cuerpo paralizado ella no volvió hacer la misma siempre lloraba de impotencia al sentirse una carga para su familia, y la depresión la fue matando poco a poco.
─ Amor. —Naruto lo abrazo al notar como lagrimas salían de sus hermoso ónix como solo él sabía reconocer y apreciar.
─ No quiero… —Se abrazaba a su rubio– No quiero convertirme en una carga para ti.
─ ¿Qué? Sasuke. —Lo separo para mirarlo fijamente– Tú nunca serás una carga para mi escuchaste. —El moreno se negaba oírlo y mirarlo– ¡¿Escuchaste?! —Alzo la voz para llamar su atención.
─ Si. —Dijo en susurro.
─ Teme ya regreso voy a ver que paso con los resultados. —Besa la frente del moreno– Regreso pronto.
─ Hai.
Naruto abandona la habitación preocupado el simple hecho de pensar que su amando esposo padecía una terrible enfermedad lo asustaba de sobremanera, pero debía mantenerse firme y dejar de llorar para saber cómo apoyarlo como siempre lo ha hecho.
─ En la salud y en la enfermedad. —Susurro mientras cerraba la puerta detrás de él– Lo jure y cumpliré porque te amo.
Caminaba rápidamente hacia la oficina de la rubia para conocer los resultados hasta que la diviso hablando con otra colega.
─ Tsunade Oba-chan. —Naruto se acercó llamado la atención de ambas colegas.
─ Naruto. —La rubia lo mira– Ven hijo acércate. —El blondo obedeció– Naruto te presento a la doctora Sakura Haruno.
─ Mucho gusto Naruto-kun. —Saludo con una sonrisa la doctora.
La doctora Haruno una mujer de la misma edad de Naruto era cabello rosa y ojos color jade, esta mujer era reconocida como una de las mejores ginecólogas del país en especial por sus tratamiento con los donceles.
─ Un placer, con todo el respeto Tsunade Oba chan estoy preocupado por los resultados de Sasuke. —Dice mirando a la rubia.
─ Justo en estos momentos estaba hablando sobre los resultados con Sakura.
─ ¿Qué? —Se asombra– ¿Qué tiene Sasuke?
─ Tranquilo lo primero ¿Despertó? —Pregunta esta vez Haruno.
─ Si acaba de despertar. —Responde algo temeroso.
─ Excelente. —Dirige su mirada a la rubia mayor– Tsunade prosigamos tal como lo habíamos planeado, voy a preparar todo para examinar al joven.
─ ¿Examinar? —Naruto observa como ella se aleja.
─ Deja de preocuparte vamos por Sasuke.
Naruto no entendía nada de lo que estaba pasando, la presencia de Haruno-san no le daba buena espina, obedeciendo las órdenes de Tsunade llegaron a la habitación de Sasuke quien los esperaba ansioso de respuesta a sus dudas.
─ Buenas tardes Uchiha-san. —Sonrío la rubia al pobre hombre.
─ Buenas, ¿Tiene mis resultado? —Preguntó directamente.
─ Aun no, antes de saber con exactitud debemos examinarlo minuciosamente. —Sonríe para tranquilizarlo– Este tranquilo su esposo estará a su lado todo el tiempo.
─ Claro. —Baja la mirada preocupado.
─ Naruto has que se ponga una bata mientras voy por una silla de ruedas. —Sale de la habitación.
En silencio Naruto ayudo a Sasuke sacarse su ropa y colocarse la bata azul sabía que tomando en cuenta el diagnóstico de seguro le iban hacer una tomografía al cerebro para ver su problema, preocupado suspiro mientras pasaba su mano por las mejillas pálidas de su esposo.
─ Naru tengo miedo. —Confeso mientras ocultaba su rostro en el pecho de su esposo.
─ No va pasar nada. —Le abraza– Estoy contigo.
Su abrazo mostraba su miedo mutuo al mismo tiempo ese apoyo que necesitaba uno para el otro, Naruto mordía su labio evitando llorar sabía que debía ser fuerte por los dos y no podía quebrarse no frente a él.
─ Listo. —La voz de Tsunade los hizo separarse– Vamos Sasuke.
─ Hai. —Con la ayuda de Naruto se pudo sentar en la silla de ruedas.
─ Vamos, Naruto sígueme.
El camino hacia el lugar donde se llevaría a cabo los exámenes de Sasuke pareció eterno para la pareja, este se mantenía cabizbajo mientras era llevado por Naruto, de pronto sintió la mano del rubio en su hombro la enlazo con su mano mientras recostaba su rostro sobre la mano de ambos, aquella acción enterneció a Naruto ya que era el único que podía sentir el miedo que tenía en esos momento su esposo.
─ Llegamos. —Anuncia Tsunade frente a una puerta.
─ ¿Ecografía? ¿Qué hacemos aquí? ¿Acaso no se iba revisar la cabeza de Sasuke? —Pregunta desconcertado.
─ Pasa primero según lo que se haga responderemos tus preguntas. —Abrió la puerta dejando ver a la doctora pelirrosa que los esperaba.
─ Haruno-san —Susurra Naruto al verla.
─ Sean bienvenido los estaba esperando, así que tú eres Sasuke. —Se acerca sonriéndole– Por favor Naruto ayúdale a recostarse en la camilla.
─ No entiendo —Comenta aun aturdido.
─ ¿Qué hacemos aquí? —Pregunta inquieto Sasuke– Tenía entendido que me iban hacer alguna tomografía para ver mi cerebro ¿No?
─ ¿Tomografía? —La pelirosa lo mira sonriendo– Nadie hablo de tal cosa, lo que te voy hacer es un eco.
─ ¿Eco? —Me miraron sin entender los esposos.
─ ¡Basta de charlas! —Tomo la palabra Tsunade– Naruto ayuda a Sasuke.
─ Hai. —Hizo lo dicho por sus colegas y recostó a Sasuke en la camilla.
─ Sasuke alza un poco tú bata. —Él alza dejando libre su estómago y vientre– Me dice si sientes algo que te incomode.
─ Hai. —Busca algo asustado la mirada de su esposo quien inmediatamente toma su mano– Esta frío. —Comenta al sentir el gel conductor sobre su vientre.
─ Es normal, estate tranquilo que esto será rápido. —Pasa la sonda por su vientre mientras mantiene su mirada fija en la pantalla.
Su mano se apretaba fuertemente mientras sus miradas estaban encontradas, en esos momentos aquellos azules que tanto amaba eran su único apoyo, en esos momento su mente divagaba creando cientos de enfermedades que podía tener, por su parte Naruto al estar tan preocupado nunca fijo su mirada aquella pantalla por miedo averiguar que tenía su amado esposo lo único que podía hacer era darle el valor que tanto necesitaba.
─ Listo. —Ambos escucharon al doctora– Termino. —Limpio su vientre de aquel gel que le había puesto– Tsunade. —La mira con una sonrisa– ¿Dónde hablamos con ellos?
─ En mi oficina. —Sonrío calmadamente– Naruto regresa a Sasuke a la habitación y ayúdale a cambiarse.
─ ¿Eh? ¿Qué tiene Sasuke? ¿Qué dicen los exámenes Haruno-san? —Mira angustiado a Sakura.
─ En la oficina de Tsunade se los diré con más calma. —Sonríe.
─ Una vez cambiado lo llevas a mi oficina para hablar. —Indica Tsunade.
─ Está bien.
Rendido y sin quedarle más opciones que obedecer Naruto llevo a su esposo de regreso a su habitación para hacer lo que Tsunade le había ordenado, odiaba sentirse inferior aquellos médicos destacados pero ella era una inminencia en la medicina, por algo era considerada la mejor y ese simple hecho le hacía saber que su Sasuke estaba en buenas manos y que podía confiar en su palabra.
─ Sasuke. —Acaricio la mejilla de su esposo.
En todo el tiempo que conocía al pelinegro era la primera vez que lo veía indefenso, asustado, el orgullo Uchiha del que siempre lo ha hecho ver impotente ante los demás, esa pose que hombre inquebrantable y fuerte en esos instantes se había quedado a un lado mostrándose como realmente era un simple humano.
─ Vamos. —Lo guiaba hacia la silla de ruedas.
─ No. —Negó el paso– Quiero caminar.
─ ¿Estas seguro? —Pregunta preocupado por la seguridad del moreno.
─ Si, además necesito… —Aprieta sus puños– Sentirme seguro de mí mismo.
─ Entiendo. —Sonrío– Vamos.
Naruto conocía perfectamente a Sasuke y sabía que mantenerse de pie era la oportunidad para colocarse esa mascara de frialdad que siempre lo caracterizado como un hombre que sabe guardar las apariencias en los momentos más difíciles, tomando su mano ambos se dirigieron aquella oficina donde resolverían aquella incógnita que los ha tenido preocupados por durante algunas horas.
El ambiente en aquella oficina era sofocante los nervios no le permitían respirar adecuadamente sentía que de un momento a otro otra vez volvería a colapsar, hasta que la mano de Naruto tomando la suya como señal de apoyo le hacía sentir que no estaba solo que sin importar lo que vengan ambos lucharían hasta el final y saldrían adelante venciendo todo tipo de adversidad.
─ ¿Listo para escuchar los resultado? —Pregunta Tsunade al observa los claros nervios de la pareja.
─ Si, sin importar lo que sea queremos saberlo. —Dice Naruto por los dos apretando la mano de Sasuke.
─ Antes de darles la noticias. —Toma la palabra Sakura– Sasuke quería preguntarte algo.
─ ¿Qué quiere preguntarme? —Mira directamente a los jades de la doctora.
─ ¿Alguna vez has escuchado sobre los donceles? —Pregunta mientras se sienta en el escritorio frente al moreno.
─ ¿Donceles? —Se queda pensativo un momento Sasuke– No nunca he escuchado de ellos, ¿Por qué me lo pregunta? No entiendo.
─ Y tú Naruto. —Ahora dirige la mirada al rubio.
─ Si he escuchado de ellos, en mis tiempos como estudiante en la facultad de medicina se topó el tema sobre los donceles y su don, ¿Qué tiene que ver eso con Sasuke? —La mira sin entender hasta que– ¿Acaso él… —La mirada de Naruto se mostraba en shock.
─ ¿Naruto? —Sasuke lo miro preocupado– ¿Qué pasa? ¿Doctora que ocurre? No entiendo nada.
─ Sasuke tranquilízate. —Mira al rubio que estaba shokeado– Según veo Naruto ya entendió. —Ríe levemente.
─ ¡¿Qué es tan gracioso?! —La miro enojado– ¿Acaso se está burlando de mí?
─ No Sasuke cálmate. —Intenta apaciguar el enojo del azabache– Los donceles con hombres que tiene el don de procrear de dar nueva vida.
─ ¿Qué tiene eso que ver conmigo? —Pregunta desafiante y sin comprender lo dicho por la doctora.
─ Sasuke tú eres un doncel. —Esta vez hablo Tsunade llamando la atención de Sasuke quien estaba enojado.
─ ¿Qué? ¿Un doncel? Imposible. —Dice aún enojado.
─ Dime, ¿Quién de los dos es el activo de esta relación? —Pregunta Sakura.
─ Pues yo. —Responde calmadamente Sasuke.
─ ¿Alguna vez has sido el pasivo? —Vuelve a pregunta nuevamente Sakura.
─ No le interesa. —Sasuke gira el rostro ocultando un leve sonrojo.
─ Naruto. —Sakura mira al rubio buscando una respuesta– ¿Lo ha sido?
─ Si. —Responde saliendo del shock con una sonrisa en sus labios– Una sola vez.
─ ¡¿Dobe que tiene tan contento?! —Pregunta enojado por la sonrisita de su esposo– Me estoy muriendo y tú muy feliz.
─ ¿Qué? No Sasuke no me mal intérpretes, dattebayo. —Dice nervioso– No es eso, escuchaste a la doctora eres un doncel.
─ ¿Y qué con eso? Yo no soy un doncel siendo así mi padre nunca me hubiera inculcado ser lo que soy. —Las mira muy serio a las doctora.
─ ¿Qué te inculco? —Pregunta Tsunade con una sonrisa divertida ante los cambios de humor de parte del azabache.
─ Pues él dijo…
Un joven azabache de unos 16 años estaba en la sala de su casa con una gran sonrisa en sus labios tras una larga lucha al fin había conseguido conquistar el corazón del chico más bello de todo el instituto.
─ Llegue. —Se escuchó de pronto desde la entrada de la casa anunciando la llegada de Fugaku– ¿Sasuke? ¿Itachi? —Preguntaba al no ser recibido por ninguno de sus hijos– Sasuke aquí estas. —Dice mientras entra a la sala– ¿Qué te pasa?
El menor se mantenía aun centrado en sus pensamientos sin notar la presencia de su padre.
─ Naruto. —Suspiro.
─ Así que Naruto. —Dijo burlón el mayor.
─ ¿Eh? —Gira su rostro– ¡Oto-san! —Grita asustado y sonrojado.
─ Jaja. —Se escucha la risa de Fugaku por la mirada aterrada de su hijo.
─ No te burles. —Dice enojado Sasuke.
─ ¿Lograste conquistar al tal Naruto? —Pregunta el mayor al sentarse a su lado.
─ Si, hoy acepto ser mi novio. —Responde con una sonrisa– ¿No te molesta que sea un hombre? —Pregunta dudoso.
─ No, porque el corazón no distingue entre hombres y mujeres al momento de amar. —Sonríe– Sasuke te voy un solo consejo y espero que lo lleves siempre contigo “Como Uchiha que eres siempre mantente como el activo de la relación nunca dejes que nadie se doblegue a ser el pasivo”
─ Claro padre, gracias por tu apoyo.
─ Así que es imposible que sea un doncel. —Los miraba seriamente a todos.
─ Sasuke cálmate. —Pidió Sakura– Necesitamos que te calmes, Naruto. —Miro al rubio pidiendo su ayuda.
─ Sasuke. —Suspiro.
Naruto mejor que nadie sabía que si Sasuke se enojaba era imposible que entienda razones, esos enojos de parte del azabache los han llevado al punto de querer dejar todo atrás y mandarlo freír espárragos pero solo su amor es capaz de tolerar esos cambios de humor que podía apostar que ahora los vería con más frecuencia.
─ ¿Qué? —Miro los ojos azules de su esposo que se encontraban calmados– Dobe. —Bajo la mirada repentinamente.
─ Amor. —Lo abraza para calmar su enojo– Tranquilízate y escuchemos a la doctora Haruno.
─ Pero. —Lo mira con puchero– Yo no soy un doncel.
─ Si lo eres. —Le indica Naruto– Haruno-san porque mejor no va al grano.
─ ¿Grano? ¿Se refieren a lo que tengo? —Los mira preocupado Sasuke.
─ Si, te quería explicar antes pero creo que no me vas escuchar. —Cruza sus brazos la pelirosa– La razón porque me llamo Tsunade es porque el tema con respecto a los donceles es mi especialidad, para tener más seguridad de los resultados te realice la ecografía...
─ Puede dejar de dar tanta vuelta e ir al grano. —Dice fastidiado Sasuke por tanta explicación que no lo llevaba entender nada.
─ Los resultados indica de llevas 4 semanas de estado. —Le responde con una sonrisa.
─ ¿Estado? ¿Qué estado? —Pregunta serio– Explíquese bien.
─ Y yo que pensé que el tonto era Naruto. —Comenta fastidiada Tsunade por la necedad del Uchiha.
─ ¡Tsunade Oba chan! —Se queja Naruto– No es tonto solo que es muy cerrado cuando se enoja.
─ Uchiha te lo voy a decir claramente. —Tsunade mira los pozos negros de Sasuke– Estas embarazado.
Un completo silencio quedo en el consultorio mientras miradas de Tsunade y Sasuke seguían encontradas, Sasuke aún seguía analizando las palabras de la rubia llevándolo a reflexionar todo lo dicho hasta esos momentos era un doncel y estaba….
─ ¿Emba…razado? ─Se preguntó asombrado.
─ Si, tienes aproximadamente cuatro semanas. —Indica sonriendo Sakura.
─ Embarazado. —Volvió a susurrar Sasuke.
─ Si amor. —Naruto lo mira muy feliz– Vamos a ser padre, dattebayo.
─ Pa…Padres…yo…
Su mente aun no podía aceptar todo lo dicho ¿Iba ser padre? ¿Estaba embarazado? ¿Era un doncel? ¿Fue el pasivo de Naruto? ¿Hizo lo que su padre nunca quiso que haga? Ahora era una realidad formaría una familia con Naruto, estaba embarazado y seria padre, ante tanto análisis su mente se nublo llevándolo de vuelta la oscuridad.
─ ¡Sasuke! —Grito Naruto al observar como su esposo caía desmayado en sus brazos.
─ Se desmayó. —Dijo Sakura– Tranquilo es solo la emoción.
─ Si la emoción jeje. —Comento nervioso el rubio mientras tomaba a su esposo entre sus brazos.
─ Es normal su desmayo todos creímos que era un posible derrame cerebral al final fue un embarazo. —Río Tsunade.
─ Tsunade Oba-chan realmente estaba muy asustado por Sasuke y usted solo se ríe. —La mira enojado por su mala hipótesis.
─ Tranquilo hasta las mejores nos equivocamos alguna vez jajajaja.
Aquellas palabras de parte de la rubia le llevaron aprender algo nuevo como médico, nunca des un diagnóstico sin saber el resultado de los exámenes porque en vez de recibir una mala noticia puedes terminar recibiendo la mejor noticia del mundo. Ser padre.