CAPITULO X
LOS GOLPE DIRIGIDO AL CONSORTE
PARTE II
GRETA LA MALA HIJA.
Las palabras son armas muy poderosas capaces de destruir el corazón del soldado más valiente, esas palabras ganan fuerza cuando salen de la boca de aquellos seres que tanto amamos, que de un abrir y cerrar de ojos acaban con toda nuestra existencia hiriéndonos profundamente.
El corazón de Yuuri se encogía el solo imaginar todo lo que había sufrido su Consorte estos años en manos de aquellos que tanto alguna vez amo, aun en su mente buscaba desesperadamente una explicación para sus actos crueles y sin sentidos pero sin importar cuanto pensara no daba con una respuesta lógica.
Un profundo suspiro salieron de los labios del Maou mientras se detenía en medio del pasillo observando por uno de los ventanales su reino, una sonrisa curso sus labios al divisar a lo lejos aquellos barco de los reyes humanos que se encontraban en Pacto de Sangre, el imaginar el gran trabajo hecho por Wolfram yo llenaba de alegría y orgullo porque gracias a su Consorte su sueño de unirse a los humano estaba realizado, pero al mismo tiempo la tristeza lo invadía al recordar todo lo que ha sufrido en estos años.
─ Admiro tú valor. —Susurraba para sí mismo mientras sonreía– Es hora que yo haga mi parte.
Dicha aquellas palabras su rostro se tornó serio y emprendió su camino hacia el pasillo que dan al jardín en busca de alguno de los empleados para que le ayude encontrar a su hija.
─ Dorcas. —Llama a uno de sus soldados de confianza que pasaba con los caballos.
─ Dígame majestad. —El nombrado se acerca rápidamente a las escaleras donde estaba parado Yuuri.
─ Necesito que me hagas un favor. —Baja las escaleras hasta quedar a su altura.
─ ¡¿En qué le soy útil Heika?! —Pregunta firmemente sacando una sonrisa a Yuuri.
─ Me puedes averiguar en qué parte del castillo se encuentra Greta. —Dice seriamente.
─ La prince…digo la reina Greta bueno… —Desvía su mirada por un leve momento.
Al desviar la mirada amargos recuerdos volvían a su mente en donde la joven reina lastimaba a Lord Wolfram con aquellas crueles palabras, su mirada regreso al Maou al imaginar que él iba a un encuentro emotivo con su hija lo hacía enojar un poco.
─ Si, tenemos algo muy importante que arreglar. —Dice con su voz llena de enojo.
Aquella voz alegro un poco al soldado al sentir que el Maou no iba por un encuentro emotivo sino que ya conocía toda la verdad sobre las acciones realidad por la joven en contra de su Consorte.
─ Algunos soldados la sacaron del palacio al no tener autorización de estar en Pacto de Sangre. —Hace una pausa– Tengo entendido que se instaló en el jardín del ala oeste a esperarlo ya que no se iba a ir del palacio hasta que hablara con usted Heika.
─ Así que esta allá, niña caprichosa. —Susurro para sí mismo– Gracias Dorcas. —Se gira para emprender camino hacia dicho jardín– Te juro que no voy a permitir que nadie más vuelva a lastimar a Wolfram. —Se aleja dejando al soldado asombrado.
─ Heika. —Sonríe por aquellas palabras.
Las palabras llenas de seguridad de parte de Yuuri hicieron que Dorcas se llene de alegría al sentir que tal esperado día había llegado, desde años espero que alguien ponga en su lugar aquellos que lastimaban al joven Consorte que no hacía más que luchar por el bien del reino, cuantas veces no observo como Conrad lo hería y el cobardemente solo observaba como el joven príncipe sufría en silencio sin poder hacer o decir algo, era un cobarde y él mejor que nadie lo sabía, pero ahora su sueño de verlo feliz se haría realidad en manos del Maou.
Yuuri por su parte atravesaba los jardines con una gran seriedad enmarcada en su rostro, sus ojos reflejaban la profundidad de sus pensamientos como dos pozos más negros que la misma noche, en su mente solo retomaban una y otra vez las palabras dichas por Adalbert hace pocos minutos que relataron el dolor sufrido por su amado rubio, sabía perfectamente que las palabras no bastaban para describir el todo lo sentido por años pero él se daba una pequeña idea al solo cerrar los ojos y recordar aquellos hermosos jades llenos de lágrimas.
No más lágrimas, nunca más tus ojos lloraran, Wolfram por este amor que te tengo juro que nadie más te volverá a lastimar, antes tendrán que pasar sobre mí.
Una promesa segura y llena de determinación surcaba por la mente del Maou mientras continuaba su camino hasta llegar aquel jardín donde su hija lo esperaba, ahora no sentía seguro si aquella joven llena de odio y rencor merecía ser llamada hija, ya que no era ni la sombra que la linda princesa que alguna vez le entrego todo el amor y protección que tanto necesito en su infancia.
─ Greta.
La nombro con seriedad al encontrarla sentada frente al jardín que Wolfram había sembrado con tanto esfuerzo como una muestra de su amor, al verla tocar las flores de Yuuki le enojo un poco ya que no merecía ni siquiera mirar aquellas hermosas flores naranja.
─ Oh Yuuri.
La joven se levantó al notar la presencia del azabache para abrazarlo con todo el amor guardado a través de los años que se ausento, pero en vez de ser correspondida como ella lo esperaba recibió el rechazo directo del Maou.
─ No. —Dijo seriamente Yuuri– No he venido por un encuentro emotivo contigo Greta.
─ ¿Yuuri? —La castaña lo miro sorprendido sin entender porque el rechazo hacia ella– ¿Por qué?
─ Tenemos mucho que hablar. —Vuelve hablar con la misma seriedad antes utilizada.
─ ¿Hablar? ¿Sobre qué Yuuri? ¿Por qué me tratas con seriedad? —Preguntaba desesperada por la actitud del Maou.
─ ¿Por qué? Aun tienes el descaro de preguntar ¿Por qué? Quiero hablar contigo. —Su mirada seriedad se dirige hacia ella– Tú comportamiento hace un momento es suficiente motivo para poder hablar.
─ ¡Por Él¡ —Alza la voz– ¡¿Estas así solo por él?! —Pregunta nuevamente gritando al Maou.
─ Si, es por Wolfram. —Responde calmadamente Yuuri.
Sus ojos se tornaron llenos de enojo y odio al escuchar aquellas palabras de parte de Yuuri ¿Por qué le reclamaba a ella? Si quien había actuado en contra de él todos estos años había sido él. Greta bajo su mirada enojada antes de enfrentar aquel que aun consideraba su padre.
─ ¿Cómo es posible que sigas siendo tan ciego? —Preguntó mientras dirigía su mirada tan fija– Wolfram ha usurpado el lugar que le corresponde a tú reina, la madre de tus hijos, aquella que si debía estar ahí, ¿Por qué Yuuri?
─ Porque es mi Consorte.
Aquellas palabras la indignaron tanto enfureciéndola mucho más en contra aquel usurpador como ella llamaba a Wolfram, cerro sus ojos intentando mantener la calma para convencer a Yuuri de lo que si le hacía bien.
─ Yuuri. —Lo mira con una sonrisa– Él no es bueno, nunca lo ha sido no vez lo que ha hecho a tú reino.
─ Lo he visto. —Respondió sonriendo mientras alzaba su miraba al cielo– Ha hecho un magnífico trabajo como Consorte, ha logrado mi mayor sueño crear una alianza con los Reinos Humanos. —La vuelve a mirar– Wolfram es el mejor para el puesto de Consorte.
─ ¡¿Qué?! ¿Cómo puedes decir aquellos con tanta naturalidad? —Greta volvía hacer presto del enojo— Él no puede ser tú Consorte, es un estafador, un ladrón, un mentiroso, un usurpador, un….
─ ¡Suficiente! —Dirige su mirada seria hacia la joven– No permito que me cuestiones sobre mis decisiones y mucho menos que trates con aquellos calificativos a mi Consorte.
Aquel grito de Yuuri la dejo sorprendida y contrariada ¿Cómo podía él creerle aquel usurpador? Se preguntaba internamente mientras volvía a dirigir su mirada hacia Yuuri sin emitir palabra alguna.
─ Aun no puedo creer todo lo que sale de tu boca Greta. —La mira decepcionado– ¿Qué paso con la niña que corría entre estos jardines? ¿Por qué cambiaste de esta forma? ¿Dónde quedo la hija que tanto amaba? —Pregunta mostrando su claro descontento ante sus cambios– ¿Cuándo dejaste de querer a Wolfram?
─ Yo… —No supo cómo responder aquellas preguntas al sentir la decepción que tenía Yuuri al decir cada una de ellas.
─ ¿Acaso nunca lo quisiste? —Su pregunta final le hizo abrir sus ojos de sorpresa– Respóndeme Greta. —Exigió el Maou.
Sus miradas se cruzaron, aquellos negros ojos de Yuuri con los cafés de Greta, aquellas preguntas la habían desconcertado completamente, su mirada bajo meditando un poco antes de hablar, un suspiro salió de sus labios al no saber con claridad que responder.
─ Yo… —Piensa un rato– Siempre quise mucho a Wolfram lo vi como un padre para mí. —Respondía casi en susurro mientras su mirada se mantenía baja.
─ Si dices que lo amabas, ¿Por qué tanto odio contra él? ¿Por qué lo dejaste?
─ ¡No lo hice! —Respondió rápidamente– Yo no lo abandone.
─ Lo hiciste te fuiste ni a la semana de mi partida dejándolo completamente solo. —Dice el Maou tristemente.
─ No es verdad mi Abuelo dejo una carta explicando porque me retiraba y yo deje otra despidiéndome, es él quien nunca me respondió. —Se defendió al recordar aquel hecho de hace año.
─ ¿Cartas? Explícame bien aquello, ¿Qué tiene que ver tu Abuelo en esto?
─ Él vino por mí me necesitaban en Zuratia…
Casi una semana había pasado de la partida de Yuuri a su mundo Shinou había indicado que su regreso iba ser largo no sabía con exactitud cuando volvería, ante aquel anuncio muchos allegados al rey abandonaron el palacio, Greta desde la ventaba de la habitación real observaba como uno a uno partía dejando a Wolfram lleno de dolor.
Primero fue Cheri quien partió sin decir adiós dejando triste a su hijo, luego Gunter aunque no era importante era muy allegado al rubio y después Conrad de este último no esperaba su partida y menos sin despedirse de su hermano menor.
Ante aquellos acontecimientos podía notar como la mirada de Wolfram se mantenía opaca y llena de tristeza ella como buena hija estaba hay para apoyarlo.
─ Greta. —El rubio llamo a su hija.
─ Si, Wolfram. —La niña dejo su libro para acercarse a su padre.
─ Mi Aniue me acaba de dar una misión. —Se pone a la altura de la niña.
─ ¿Volverás? —Pregunto con miedo temiendo perder a su otro padre.
─ Claro, hoy en la noche estaré de vuelta. —Sonríe para tranquilizarla– Greta. —La abraza– Te prometo que nunca te voy a dejar sola.
─ Wolfram. —Corresponde su abrazo– Yo tampoco te dejare.
Después de la despedida emotiva entre padre e hija Wolfram partió a sus deberes como soldado de Shin Makoku.
La mañana pasó aburrida para joven princesa quien se la paso leyendo uno de sus cuentos hasta que una visita interrumpió su lectura.
─ Princesa. —Sangria entra a la biblioteca.
─ ¿Ya es hora de comer? —Pregunta inocentemente la niña.
─ No Greta-sama. —Sonríe ante la ingenuidad de la niña– Tiene una visita.
─ ¿Visita? ¿Quién es?
─ Es un enviado de Zuratia, su abuelo.
A penas escucho la niña quien la buscaba corrió rápidamente al salón donde se encontraba aquel anciano que tanto quería a penas se acercó lo abrazo efusivamente.
─ ¡Abuelo!
─ Mi niña. —Abrazándola se pone a su altura– ¡Que grande estas!
─ Abuelito me alegra que me vengas a visitar. —Sonríe la niña al separarse.
─ Hija no he venido de visita. —Dice serio– Necesito que vengas conmigo a Zuratia.
─ ¿Por qué? Me dijiste que iba regresar cuando sea grande, ¿Por qué ahora? —Pregunta preocupada por la preposición de anciano.
─ Princesa su presencia es necesaria en Zuratia. —Explicó con una preocupación reflejada en su rostro– Rebeldes quieren apoderarse de nuestro reino poniendo al pueblo en nuestra contra por la falta de reina. —Se arrodilla a la altura de la niña– Princesa usted es la única que puede mantener la paz en nuestro reino.
─ Yo. —Greta baja la mirada preocupada sin saber qué hacer, una parte de ella quería proteger a su reino, pero otra no deseaba dejar Pacto de Sangre.
─ Princesa recuerde que su madre fue una gran reina sé que podrá ayudarnos. —Indicó recordando sus verdaderos origines.
─ Está bien iré. —Lo mira con determinación– Pero luego que Wolfram regrese quiero que él me acompañe.
─ Princesa. —Le miro serio– Eso no puede ser posible. —Hace una leve pausa– Vera en nuestro reino existe una cantera de houseki, la piedra que debilita a los Mazuku.
─ Pero Wolfram es fuerte. —Indica la niña con la esperanza que su padre vaya con ella.
─ Princesa, si el joven Wolfram pertenece en nuestro reino pasara enfermo por la debilidad de su cuerpo, lo lamento pero no puede ir. —Dice lamentando la situación.
─ Entonces yo me voy cuando regrese Wolfram de su misión.
─ No, princesa debemos irnos ya o caso contrario no pararemos la rebelión. —Habla muy preocupado.
─ Pero Wolfram…
─ Princesa venga conmigo no se preocupe podemos dejar una carta al joven para indicarle la situación de nuestro reino sé que entenderá. —Insista con una sonrisa.
─ Quiero a Wolfram, pero el reino de mi madre no quiero que se pierda. —Piensa un momento– Esta bien iré, pero debo regresar lo más rápido posible no quiero dejar mucho tiempo solo a Wolfram.
─ Claro Princesa le prometo que su regreso será rápido.
Dicho todo aquello Greta arregla su pequeña maleta sin antes escribir una carta la misma que llevaba en sus manos para dejarla junto a la de su abuelo.
─ Abuelo esta carta déjala junto a la tuya. —Se la entrego.
─ Claro princesa yo las voy entregar, usted adelántese. —Indica con una sonrisa.
Mientras Greta se adelantaba no pudo observar como aquel hombre guardaba la carta sin entregarla tal como había prometido.
─ Esta carta nunca será entregada y la princesa nunca volverá. —Susurró el hombre para sí mismo– Vamos Princesa. —Dijo al momento que subió al carruaje.
Greta se alejaba de Pacto de Sangre con mucha tristeza al dejar a Wolfram completamente solo sin percatarse que dicho rubio iba regresando de su misión.
─ Princesa. —El anciano llama su atención antes que ve a Wolfram– No se preocupe le prometo que todo va estar bien. —La abraza para distraerla de su alrededor.
─ Gracias abuelo.
En el instante que el anciano llamaba la atención de Greta, mientras Wolfram pasaba junto a ellos sin percatarse de quien iba en el carruaje.
El relato de Greta en esos momentos parecía no más que una mentira para Yuuri pero los ojos de la joven demostraban la verdad de sus palabras.
─ Eso fue lo que paso Yuuri.
─ ¿Dejaste una carta a Wolfram? —Pregunto con cierta duda.
─ Si, mi abuelo las dejo aquí en el reino. —Confirma tranquilamente– Luego de ese día no supe más de él. —Baja su mirada– Simplemente se olvidó de mí y olvido la promesa que me hizo.
─ Imposible. —Yuuri la miro directamente– Eso suena completamente imposible que Wolfram haga algo como eso, tiene que ver un error en toda esta historia.
─ Aunque te cueste creerlo es la realidad, como viste volví a mi reino y gracias a mi presencia todo cambio, todo ese tiempo extrañe a Wolfram pero cuando me entere de todo… —Su mirada se tornó enojada– Me di cuenta porque nunca me extraño.
Habían pasado nueve meses desde la llegada de Greta a Zuratia en todo ese tiempo la niña había aprendido a comportarse como una futura soberana al lograr la paz con los rebeldes de su reino, ahora todo era paz menos en su corazón que aún estaba muy dolido por el abandono de Wolfram.
Desde su partida de Shin Makoku no había recibido noticias del rubio al inicio le preocupo pensando que algo había salido mal en la misión y él pudiera estar herido, pero nuevas noticias llegaron a sus oídos informando que estaba muy bien dentro de Pacto de Sangre, aunque le alegraba que Wolfram esté bien le entristecía que se hubiera olvidado de ella.
─ Princesa. —Una segunda persona la trajo de sus pensamientos.
─ Abuelo. —Susurro al ver al anciano frente a ella– ¿Qué ocurre?
─ Tengo noticias de Shin Makoku. —Dijo algo serio.
─ ¡¿Qué paso?! —Su mirada se tornó preocupada temiendo por su rubio Padre.
─ La ausencia de Yuuri Heika obligo que se reúnan los miembros de las diez familias nobles para la elección de un nuevo Maou.
─ Ya veo, ¿Quién es el nuevo Maou? —Pregunta la princesa interesada y al mismo tiempo imaginándose la respuesta.
─ Iba ser Lord Wolfram Von Bielefelt. —Responde vagamente.
─ ¿Iba ser? ¿Acaso Wolfram no es el nuevo Maou? —Vuelve a preguntar algo contrariada por las respuestas recibidas.
─ No, el joven se negó. —Hizo una pausa– Princesa él…se convirtió en el Consorte Real de Shin Makoku.
─ ¿Qué? ¿Acaso Yuuri regreso? —Pregunta emocionada al imaginarse que Yuuri se casó con Wolfram.
─ No Princesa, Yuuri Heika no ha regresado. —La mira directamente– Según la información Lord Bielefelt aprovechando su condición social entre los nobles, su papel de prometido real y la ausencia del Rey tomo el lugar del Consorte sin el consentimiento de él.
─ ¿Qué? ¿Por qué Wolfram haría algo así? No entiendo. —Dice muy confundida.
─ Princesa es muy simple, Lord Bielefelt cumplió su capricho de convertirse en el Consorte del Maou y tomar posesión de Shin Makoku aprovechando que nadie estaba para detenerlo.
─ ¡Imposible! Wolfram nunca haría algo así, él es bueno. —Dijo en susurro.
─ Princesa acaso no se da cuenta, él la engaño a usted y al Maou, por eso nunca se interesó en buscarla cuando dejo el reino. —Dice el hombre mirando fijamente a la princesa– Él es un mentiroso que no merece su amor, lo único que quiso fue usurpar el lugar del Consorte al final sin usted ni Yuuri Heika lo consiguió. —Habla con desprecio.
─ Wolfram nunca nos quiso. —Dice cabizbaja– ¡Nos mintió! —Unas lágrimas salían de sus ojos– ¡Mintió a Yuuri! ¡Lo odio!
El grito de odio de parte de la princesa provoco que el anciano la mirara con una sonrisa llena de satisfacción, luego de aquello Greta viajo a Shin Makoku dispuesta a enfrentar a su ex padre.
El hombre es capaz de caminar al ritmo de la ambición y la codicia dos pecados que transforman el corazón de humano en hierro que no importa que métodos utilice con tal de llegar a sus objetivos deseados y todo ello comprendió Yuuri al instante que aquellos relatos llegaron a su oído los mismos que le llevaron a una sola conclusión.
─ Ahora me entiendes Yuuri porque lo odio tanto. —Dijo Greta llena de rencor.
─ ¿Acaso no te escuchaste todo lo que me dijiste? —Pregunta Yuuri vagamente mientras aun intenta asimilar toda la información.
─ Claro que me escuche, él se olvidó de mi rompiendo su promesa que estar siempre conmigo, nunca le importo que me fuera y ¿Por qué? Estaba planeando convertirse en Consorte solo para atarte a él egoístamente. —Hablaba lleno de enojo al solo recordar.
─ Greta. —Suspiro Yuuri intentando controlarse a sí mismo.
─ Greta ¿Qué? Yuuri, dime ¿Qué opinas que todo lo que te conté? Sé que ahora si me vas a entender ¿No? —Lo mira esperando su ansiada respuesta.
─ ¿Qué opino?
Los ojos de Yuuri se cerraron meditando claramente todo lo escuchado, algo que tenía muy claro era que había encontrado al responsable de tanto odio y rencor de parte de Greta hacia Wolfram y había llegado la hora de desenmascarar al causante de todo.
─ Sabes. —La mira con una amarga sonrisa en sus labios– Pienso que no fuiste más que una niña tonta que se dejó engañar fácilmente de un desconocido sin pensar en los sentimientos de quien te ama, heriste a Wolfram basándote en mentiras y jamás le diste tiempo a defenderse, además según veo ahora eres mucho más tonta por que no eres capaz de reflexionar tus propias palabras. —Termino moviendo su cabeza en señal de negación.
─ Yuuri… —Dijo simplemente aun asombrada por las palabras del Maou– No él.
─ Algo me dice que esa famosa carta nunca llego a manos de Wolfram. —Gira su rostro observando como Gwlendal estaba cerca– Gwlendal. —Le llama.
El mayor al escuchar el llamado del Maou dirigió su mirada hacia él encontrándose con aquella niña que alguna vez quiso pero ahora solo le enojaba verla por todo lo hecho a su hermanito.
─ Heika. —Se acerca– ¿En qué puedo ayudarle?
─ Gwlendal conversando con Greta me comenta sobre el día que partió de Pacto Sangre dime ¿Estabas aquí ese día? —Pregunta al único que puede ayudarle.
─ No Alteza ese día tuve que salir en busca de Wolfram para que regrese de su misión ya que hubo un error en las coordenadas, pero soldados y empleados presentes me informaron de todo. —Responde aun mirando serio a la chica.
─ ¿Recibiste alguna carta para Wolfram ese día? —Vuelve a preguntar.
─ No Heika. —Piensa un momento– Recuerdo que las chicas me dijeron que observaron cómo Greta le daba una carta a su Abuelo, pero él la guardo en su saco luego murmuro algo que no pudieron escuchar.
─ Entiendo. —Dice pensativo Yuuri.
─ ¿Necesita algo más? Sin Wolfram al mando tengo mucho trabajo. —Dice algo molesto.
─ Nada más, gracias por tú ayuda. —Sonríe mientras el mayor se retira, al estar lo suficientemente lejos dirige su mirada a la chica que escucho todo aun en silencio.
La mirada de Greta se tornó confundida al escuchar al Gwlendal cientos de dudas aparecían en su mente ayudándola a retomar su propio relato y planteando una pregunta especialmente ¿Acaso su abuelo nunca entrego su carta?
─ Yuuri yo… —Dijo algo contrariada.
─ No digas nada. —La mira seria– Greta tú abuelo te ha mentido por años y te ha llenado de odio en contra de Wolfram ¿Acaso no te das cuenta de eso?
─ Yo. —Baja la mirada– Me acabo de dar cuenta de eso. —Dice en susurro.
─ Por Shinou. —Suspira pesadamente mientras toma asiento en una de las bancas del jardín– ¿Qué planeas hacer ahora? —La chica lo mira desesperada– No, no vas a ver a Wolfram.
─ ¡Pero Yuuri! —Se desesperó al notar como había leído su suplica– Tengo que hablar con él.
─ No. —La mira muy serio– El encuentro que tuvieron lo dejo muy mal, aunque te enfrento con mucho valor al abandonar el salón su voluntad decayó, incluso se desmayó. —Aprieta sus mano en forma de puño– No puedo dejar que lo veas y se ponga peor que antes.
─ Es mi culpa. —Baja la mirada– ¿Ahora qué hago?
─ Greta. —Se levanta para quedar junto a ella– Regresa a tú reino exige la verdad y cuando este aclarado regresa cuando estés listas para enfrentar todo el daño que has hecho.
─ Lo hare. —La mira con una sonrisa triste– Arreglare todo, y luchare por el perdón de Wolfram, gracias por todo Yuuri. —Le abraza.
─ De nada hija. —Le corresponde el abrazo gustoso ahora que la verdad se sabía– Estaré esperando tú regreso.
Un mundo lleno de mentiras y falsedades le habían rodeado ahora que la luz de la verdad la rodeaba una nueva lucha le esperaba a Greta con tal de conseguir el perdón de Wolfram
……………….
El sol se mostraba en el ocaso entre colores amarillos y naranja anunciando el pronto fin del día, aquella escena Wolfram la observaba desde la ventana de su habitación.
─ ¡Que hermosa atardecer! —Exclamo para sí mismo.
─ Ningún atardecer se compara a su belleza.
Al escuchar aquel alago Wolfram se volteó para encontrarse con aquellos ojos negros que tanto amaba.
─ Pero más hermosa es la noche que reflejan sus ojos. —Respondió con el mismo carisma.
─ Wolf. —Yuuri acaricio una de sus mejillas al estar frente a él– ¿Cómo te sientes?
─ Estoy mucho mejor, incluso deseo comer junto a todos esta noche. —Responde una con una sonrisa en sus labios– ¿Dónde estuviste toda la tarde? —Le reprocha– Me sentí solo.
─ Lamento verte dejado solo. —Seguía con su mano en la mejilla– Salí a recorrer el palacio y dialogar con los reyes, me perdonas por dejarte solo.
Yuuri imagino que lo mejor por el momento era no contarle su conversación con Greta hasta que su estado de salud este completamente bien, además no quería verlo llorar nuevamente por culpa de aquellos que lo lastimaban.
─ Te perdono. —Se aferra al pecho del moreno– Solo que no lo vuelvas hacer.
─ Nunca más te dejare solo. —Alzo la mirada del rubio.
Sus ojos se volvieron encontrar sintiendo aquella magia que solo sus miradas eran capaces de crear al instante que se cruzaban Yuuri poso su mano sobre la barbilla de Wolfram mientras alzaba su mirada para quedar frente aquellos labios que tanto deseaba probar ahora no había quien interrumpa su ansiado contacto Yuuki no estaba con ellos, sus labios se fueron acercando poco a poco hasta…
─ Wolfram quieres….
Yuuri y Wolfram se separaron sonrojado al ser interrumpidos nuevamente esta vez por Adalbert que entraba sin previo aviso.
─ Esto yo…Lamento interrumpir. —Gira su mirada apenado.
─ Decías. —Yuuri lo mira enojado.
─ La cena lista ¿Van a bajar? —Pregunta nervioso por la mirada de Yuuri.
─ Si, al rato bajamos gracias. —Respondió Wolfram.
Al estar nuevamente solo y sin aquel ambiente mágico Yuuri dio paso adelante.
─ Es mejor bajar todos….Pero que…
De pronto Yuuri sintió como su mano era jalada enviándolo hacia atrás y recibiendo directamente unos delicados labios sobre los suyos, sus ojos estaban abiertos al observar a Wolfram con sus ojos cerrados y besándolo.
─ Te debo solo dos. —Comento divertido el rubio al separarse– Vamos a…
Luego de sentir aquel beso Yuuri lo volvió a tomar entre sus brazos para besarlo con más intensidad y correspondiendo mutuamente aquel contacto.
─ Solo le queda uno mi Consorte. —Comentó Yuuri con Wolfram entre sus brazos.
El camino de dolor por que andaba Wolfram fue creado a base de mentira, pero ahora junto a Yuuri le ayudara a buscar caminos en donde el dolor quede en el pasado y la felicidad este en el futuro.
Su hija fue engañada a base a mentira, uno de tres se han arrepentido.
¿Qué tiene ahora que decir su hermano en defensa por tanto odio hacia su propio hermano?