En el salón del segundo curso un rubio ahora con la cara amoratada y sin rastro de maquillaje, se sentaba en su pupitre al lado de la ventana, el lugar perfecto para distraerse; su mejor amigo un castaño con el cabello en corte militar se acercaba contrariado por su aspecto y que no le dirigiera siquiera un “Buenos dias”.
_que ocurre viejo? Llame a tu casa el sábado pasado pero nadie respondió
_no estuve en casa, y parece que mi padre tampoco
_no estuviste en casa? Y Serenithy?
_ella estuvo conmigo, no te preocupes; es solo que me ocurrieron cosas muy extrañas el fin de semana
El castaño no pudo si no ponerse cómodo esperando que su amigo le contara todo lo referente a esas extrañas cosas que le pasaron, con palabras susurradas, Joey le conto sobre su accidente con el Mustang de Yami, su convalecencia en el hospital Dominó Central, el más caro de toda la ciudad y de su estadía obligatoria en la casa de un desconocido.
_hermano estas seguro de lo que me cuentas?
_si, Serenithy había corrido porque uno papel de la escuela se le había volado, no se fijo en el semáforo y por poco la arroyan
_tu hermana es linda, pero a veces su despiste es demasiado
_lo se, pero prefiero que sea distraída a que este consiente de lo que pasa en casa
Honda conocía cada uno de los detalles de la vida de Joey, y lo guardaba en secreto como le pidiera su amigo lo hiciera, trataba de hacerle llevadera la vida en el instituto para que el tener que regresar a casa no fuera tan complicado para el rubio, aun asi cuanto tenia que ayudarlo a curar una herida o acompañarlo al hospital público, sentía unas ganas tremendas por romperle un par de huesos al viejo Roger.
_y que piensas hacer?
_obviamente tengo que ir a casa, pronto, pero no tengo prisa, al menos me gustaría esperar a que mis costillas estén medianamente sanas antes de romperlas otra vez
Joey lo dijo un poco taciturno, su amigo sonrió a pesar de las palabras del rubio estaba muy feliz por lo que estaba pasando, esa mañana Joey no cojeaba, no llevaba su sutil capa de maquillaje pero no tenia vendoletes en las muñecas y el uniforme estaba muy limpio.
_tu uniforme es nuevo?
_si, Yami y Seto lo compraron ayer, y también le compraron el suyo a Serenithy.
_ya les llamas por su primer nombre?
_ellos no son tan viejos, apenas y pasan los veinte
A pesar de que contaba las cosas con relativa calma, Honda percibio un tono de preocupación en su voz, un poco mas tranquilo le cuestiono de su actitud con una mirada.
_estas preocupado, por lo que pueda hacer tu viejo
_si, un poco la verdad
_pero entonces?
_no es nada, es solo; es solo que creo que es solo un golpe de suerte momentáneo, de buenas a primeras voy a volver a mi vida de mierda, y la verdad no hay problema, yo estoy acostumbrado, pero
_pero Serenithy no
Completo la frase el castaño deduciendo sabiamente la aprehensión del rubio, el chico de ojos mieles no respondió en voz alta y simplemente se encogió de hombros dándole la razón a su castaño amigo. La conversación se interrumpió, cuando el director entro por la puerta acompañado de un hombre joven con una boina, Joey hubiera mostrado un sonrojo de vergüenza de no ser que se sentaba en la parte mas alejada de la vista de sus compañeros.
_muchachos, se que después del último ataque de fuegos pirotécnicos la señorita Fannye decidió presentar su dimisión, asi que ahora me complazco en presentarles a su nuevo maestro de Literatura clásica
El hombre se inclino, sin quitarse la boina, los jóvenes ahora calmados en sus asientos comenzaron a murmurar por la poca cortesía que demostraba el nuevo maestro, al presentarse de forma tan informal en el aula.
_hola muchachos, mi nombre es Yami Atemu, mucho gusto
Una muchacha se levanto de golpe en las filas medias, era morena y tenia lentes de fondo de botella.
_Yami Atemu? El …el… el autor de laberintos de sangre?
_este, ahum, si el mismo
Respondio rascándose la nuca apenado por que le descubrieran en una escuela publica, Yami no había pensado que quizá sus alumnos le conocieran ya que sus novelas estaban enfocadas a un publico joven.
_no puede ser?
_si es, si es!!!
Grito una castaña de cabello largo en coletas en el extremo contrario, las chicas soltaron un grito tan agudo que posiblemente algunos cristales se agrietaron. El de la boina se rasco la barbilla y pidió a las muchachas que guardaran silencio.
_bien, si yo escribí esos libros, pero no vine a hablar de ellos, ahora yo soy su maestro y quiero que me traten como tal, por favor
Era serio y su voz marcaba una clara autoridad a pesar de ser una persona muy joven, Joey en el fondo del aula, se acomodó en la banca provocando sin querer tensión en sus compañeros de clase, ante cuya mirada y escrutinio se veía sometido prácticamente todo el tiempo, ellos esperaban que atacara, que bostezara o que simplemente roncara fingidamente para decirle al nuevo profesor lo poco que le importaba su clase, nada de eso paso y Joey tras terminar de acomodarse miro fijamente al frente, con las mejillas levemente teñidas de rosa.
_por ahora quiero que se presenten, cual es su libro favorito y por que
_s…si
_bueno jóvenes, les agradecería respeten al profesor Atemu, él es una persona respetable y estoy seguro sabra guiarlos por el camino del conocimiento.
_hare mi mayor esfuerzo
Cuando el director salio del aula, Yami asumió una postura un tanto fría y sin rodeos pregunto al grupo entero.
_jovenes, el que venga de suplente dice que ustedes tienen alguna clase de problema con los maestros de esta materia y con algunas otras que presentan accidentes extraños con los docentes; alguien sabe exactamente que les ah pasado?
Hubo murmullos pero no una respuesta concreta, un “si” apareció en alguna parte del salón y con mucho trabajo el profesor encontró a una chica al frente suyo, a la sola mención del maestro anterior, Yami estaba mas que intrigado, ya que en ese salón hubo la mayor dimisión de maestros en el semestre, que en todo el año de ejercicio.
_que paso, con su otro maestro?
Pregunto al fin, siendo especifico con su predecesora.
_fue Wheller
Se escuchó un susurro lo suficientemente claro como para que llegara a los oídos de todos pero tan discreto que nadie supo quien lo había dicho.
_bien supongo que tarde o temprano me enterare, ahora comencemos con la clase, había propuesto que habláramos de algo asi que es mejor comenzar de una vez, la chica que le gusta susurrar
La muchacha se puso pálida, sus lentes de fondo de botella y el cabello en el rostro era el perfecto disfraz para que nadie la molestara, al parecer el maestro tenia un muy agudo sentido del oído. La chica hablo, se presento como Mikoto y que le gustaba leer manga, asi sucesivamente continuaron con las presentaciones. Joseph Wheller, se había presentado serio, sin matices, sin amenazas es mas hasta sin su flojera acostumbrada, la clase del nuevo maestro de literatura termino, y ninguno de los alumnos de los salones vecinos, escucho la puerta azotarse al salir el rubio de ojos mieles; después tampoco, ningún maestro tuvo que preocuparse por la actitud de Joey, estaba tranquilo; y Honda su compañero de travesuras, tampoco hizo nada.
_algo malo está pasando…Wheller va a matar a alguien a golpes hoy
_escuche que nunca ha dejado a ningún maestro sin amenazar, es extraño
_a lo mejor y ya le mandaron el citatorio para el penal juvenil, menos mal
Los cuchicheos pasaban de supuestos nexos con narcotraficantes, hasta un cargo de conciencia por provocar un ataque de pánico a cierto profesor de literatura al encerrarlo en una habitación llena de ratas, la dichosa señorita Fannye lo había encontrado con un cargamento de juegos pirotécnicos, un trasporte poco legal de uno de los tantos trabajos de Joey, la mujer lo amenazó con enviarlo directo al penal juvenil, el rubio desesperado encendió una de las mechas con la friccion de su cinturón, la mujer terminó sin cabello y él escapó con una quemadura de segundo grado en el antebrazo.
En los pasillos se comentaba que ahora el rubio comerciaba con drogas y que ya no podía levantar sospechas, sus maestros en los días sucesivos salieron del salón si llamarle la atención una sola vez, el rubio no se dormía en clase y en las materias que mas problema tenía, ahora era un alumno regular. Aunado a ello, ningún alumno se asomó en la enfermería con la queja que el joven lo había atacado, sólo porque lo vio feo.
Sin embargo ahora no solo se trataba de la repentina calma en el instituto, todo mundo hablaba del muchacho nuevo que se parecía tanto al apuestísimo maestro de literatura, de su carácter tierno y lo inútil que era en las actividades físicas, no sobresalía en gran medida en las materias pero era muy amable con todos e incluso había un grupo de chicas que se habían autonombrado sus guardaespaldas; la presidenta del consejo estudiantil, conocida no solo por lo corto de sus faldas era quien estaba mas apegada al muchacho en horas de escuela; no obstante la vicepresidenta era quien mejores relaciones tenía con el tricolor.
_escuche que el joven Joey ya no a amenazado a nadie desde hace un par de días
_yo lo he visto, incluso usa vendoletes en la cara, a lo mejor se peleo en la calle y termino en el hospital
Comentaba una chica del grupo del consejo estudiantil, era morena con el cabello negro llegándole a media espalda
_Mai, tu saliste con él no es así?
Preguntaron a la rubia que comia con cuidado un bento lleno de verduras frescas y carne baja en grasa. Al momento dejo los palillos a un lado de su alimento mirando reprobadora a la chica indiscreta.
_no digan esas cosas frente a Yugi que ya no querrá salir conmigo
_Presidenta, pero soy de un grado inferior
Yugi sentado al lado de la rubia interrumpio su almuerzo para hacer notar lo evidente. La muchacha no le tomo importancia acariciándole con delicadeza la solapa del saco.
_eso no te quita lo guapo, después de todo aun no has declinado mi invitación a almorzar y eso es una muy buena señal
_no se ofenda presidenta, pero usted llega a sentarse cuando Tea y yo ya estamos en la mesa no es declinar una oferta, es simplemente forzar los hechos.
Comento el muchacho como quitándole importancia a la situación, sentía claramente las vibraciones de desprecio que sus compañeros emitían hacia él cuando el grupo de chicas mas guapas de la escuela se sentaba como ninfas alrededor de un fauno, en clase de deportes se había atorado al subir la cuerda y cuando le permitieron soltarse una joven de grandes pechos lo consoló amablemente. No falta decir que de nuevo termino en un locker pestilente lo que restó de la jornada estudiantil.
Sin embargo cuando Tea lo fue a buscar en la hora de la salida, el muchacho estaba muy quitado de la pena mirando su agenda electrónica en una de las bancas mientras le decía “hola esta vez te tardaste tanto que tuve que salir por mis propios medios”, otra cosas que nadie dejaba al azar era la relación que pudieran tener el maestro recién llegado y el alumno transferido.
El dia que correspondía tomar literatura, el maestro y el alumno no supieron que decir ante la vista de sus rostros, eran tan iguales pero al mismo tiempo diferentes, uno con la cara inocente generaba ternura mientras que el otro con su rostro maduro imponía y provocaba pasiones en los corazones de todos.
_Joven Yugi Motto, eh escuchado mucho de usted y veo que los rumores son en verdad perturbadores
_lo recuerdo del dia que llegó, pero discúlpeme profesor por no poner la debida atención
Esas fueron las únicas palabras que ambos cruzaron el dia que se conocieron, después de eso solo lo referente a la clase le atañía a cada uno. Yami sin embargo recordó en la mirada de su alumno a un antiguo amor.
Beatriz y él se habían conocido de pequeños, aunque no jugaban mucho dado que sus familias los preparaban en educación especial, algunas habilidades que tenían que desarrollar fuera de lo que la escuela exigía. Beatriz había tenido el cabello negro media noche y ondulado por detrás de las orejas, ojos grandes con forma de avellana y sus pupilas en color violeta siempre le habían intrigado. Antes de su enfermedad, a Yami le pareció conocer al amor de su vida desde ese momento, alegre y vivaz siempre lo metía en problemas.
Cuando ambos alcanzaron la pubertad y comenzaron a ser conscientes de sus cuerpos, Yami se dio cuenta de la bonita curva de la cintura en Beatriz, de lo gruesos y apetecibles que eran sus labios, lo extraño y a la vez fascinante que había sido el ver crecer de a poco sus pechos, y sus caderas. Por su lado Beatriz se sonrojaba cuando le veía y se burlaba de su voz ronca cuando esta comenzó a cambiar, en algún momento los dos sabían que estaban enamorados el uno de la otra y que no querían separarse.
Pasaron dos años hasta que pudieran formar una pareja medianamente formal, a los 15 años gustaban de ir al centro comercial, caminar por el parque e incluso estaban planeando adoptar una mascota cuando ocurrio aquello.
Beatriz estaba sentada en el sofá de la sala de su casa, Yami la había visitado para poder ver una película los dos solos, la chica le había pedido un vaso de agua y cuando volvió ella sangraba copiosamente por la nariz.
_que ocurre amor?
_no lo se, simplemente no se detiene
Tras vanos intentos de frenar la hemorragia, el tricolor había optado por contactar a los padres de Beatriz para que le indicaran que hacer, ellos de inmediato acudieron a casa con un medico y le invitaron a irse.
_no, Beatriz es mi novia, y no me ire de aquí sin respuestas
Tosudo como el solo, se había plantado en la sala de la casa esperando a que el medico saliera de la alcoba de su novia, su diagnostico fue impreciso, posiblemente un desprendimiento en la membrana nasal había provocado la hemorragia pero que no había de que preocuparse, de todas formas mando a los Fitzroy a practicar un chequeo de rutina a su joven amante.
Él mismo la acompaño, temprano por la mañana, Beatriz le bromeo con que a lo mejor estaba embarazada, el le sujeto su vientre con animosidad y se rio de la broma, ambos eran vírgenes y lo mas lejos que habían llegado era a besarse y toquetearse por encima de la ropa. Un mes después hubieran deseado haber ido mas lejos.
_Leusemia?
_si
_pero eso es…es imposible, tu siempre has sido muy sana
_y crees que no me sorprendió a mi? Yami, me voy a morir
Su llanto había sido crudo y tan desgarrador que se sintió morir con ella, al principio las cosas marchaban de forma medianamente tranquila, ella comenzaba con un tratamiento tras otro, cada uno mas agresivo que el anterior, y cada ocasión que se mostraba un sobre con los estudios el resultado siempre era peor que dos meses atrás.
Llego un momento en que Beatriz no pudo salir del hospital, que sus mejillas rellenitas y sonrosadas se hundieron, su cuerpo bello y lozano ahora era delgado y pálido. Había sido intervenida en varias ocasiones buscando restituir un poco su salud, logrando resultados cada vez menos satisfactorios. Su recuerdo le martillaba por las noches y era en ese momento que las historias de la tímida doncella Beatriz llegaban a su mente, la mujer que superaba con fuerza de voluntad las peripecias que su mente retorcida y muerta creaba para que la Beatriz de sus recuerdos no muriera realmente.
Aunque lo ocultaba el ver al jovencito cada dia, ya sea en clase o de casualidad en los pasillos, le escocia el recuerdo de la difunta Beatriz, aun asi, mentalizándose afrontaba cada dia con la entereza de su edad.
_profesor, profesor Yami, podría
_que ocurre, Hinata?
_podria autografiarnos nuestros libros
Un grupo de alumnas le alcanzo en el pasillo con dos de sus libros publicados, había pedido en todas sus clases que no hicieran eso en el pasillo, es mas nisiquiera en la escuela, le era molesto y hasta cierto punto parecía grosero cuando las rechazaba.
_lo siento chicas, no puedo, si me disculpan estare en la sala de maestros alistando sus exámenes.
Caminando con tranquilidad se acerco a la oficina para encontrar ahí algo peor que sus fans adolescentes.
_buenas tardes, profesor
_Sra. Granyer
Respondio estoico ante la visión de la periodista, dos días después de la junta de maestros, la mujer no había perdido oportunidad para acercarse a la escuela, extrañamente al departamento de literatura donde el se encontraba de tiempo parcial.
_pasaba por la escuela y me pregunte por el desempeño de mi querida Tea
_me alegro por ella, su madre es una mujer ejemplar
Respondió sonriendo a la mujer, sin demostrar el desagrado que su presencia le generaba en las entrañas, Abigail frunció los labios. Esperaba que le tratara mal o al menos que usara un poco de sarcasmo en su tono, pero el escritor era un caballero.
_y cuénteme como le va en su faceta de maestro? Los libros no le dan para mantenerse? O esta aquí por el seguro medico.
_ profesos Yami, esta ocupado?
Yugi entraba en la pieza, cargando una caja con material didáctico, algunos rollos de papel bond, micas, y otras cosas. El chico parecía molesto por ver a la mujer ahí, tras el estaba la castaña de ojos verdes que parecía ser su sombra.
_madre?
_Tea, cariño
La chica se aparto renuente al gesto poco familiar en su madre, Yugi se interpuso entre la mujer mayor y el escritor con su caja de materiales. Yami agradeció el gesto y comenzó a escudriñar la caja.
_lo envía el director, dice que es parte del material que tenia programado el profesor Hiroto para los alumnos del cuarto curso
_gracias por todo, chicos
_es un placer el poder ayudarle profesor.
Tea había dado la información obviando el hecho de que su madre estaba ahí, inclinando la cabeza, la sujetó por la muñeca y la obligo a salir de ahí.
_si nos disculpan, seguramente mi madre vino por mi
Abigail estaba perpleja al ver a los dos hombres juntos, el chico era la viva imagen del mayor, salvo que como un adolescente, seguramente esa era la expresión que el escritor tenia cuando fuera encarcelado tras acusarse de la muerte de su novia. No pudo sacar el móvil para fotografiar el curioso cuadro que pintaran los dos, por que su hija literalmente le arrastraba fuera del campus, molesta por su actuar se solto de su agarre cuando llegaron al estacionamiento.
_que se supone que estas haciendo Tea.
_eso mismo te pregunto, madre, que estabas haciendo en el despacho del profesor Yami
_vine a preguntar por tu desempeño
Respondio ufana ante la pregunta de su hija
_y tienes que venir a la escuela cada dos días para eso?, sabes perfectamente que soy una estudiante con excelentes notas, y aparte del hecho que siempre me molestan por tu causa, nunca te habías parado en este lugar
_ahora es diferente, uno de mis colegas me dijo que debía preocuparme por ti
_eres una maldita mentirosa, estas aquí desde que sabes que el profesor Yami esta dando clases
_claro que no
_lárgate madre, no quiero que molestes al profesor en este lugar
_sabes que es mi trabajo
_tu trabajo es informar, pero tu haces miserables a las personas
_nunca lo entenderías
_entender que madre, eres una maldita mitómana, que pone precio a un rostro y le destroza la vida a las personas que nisiquiera conoce
Abigail se había enfurecido ante las palabras de su hija, la abofeteo tan fuerte que hizo girar su rostro, Tea comenzó a llorar y se dejo caer sobre sus rodillas. De ninguna parte, Yugi apareció en la escena, abrazando a la chica para consolarla.
_estas bien?
_s…si, Yugi no es nada
_Yugi? Como es que nunca hablaste de tu novio
_vamos_ animo Yugi a su amiga a ponerse en pie, una vez que ella se levantó recargo su mano en la cintura de la chica y la guio al edificio de la escuela.
_a donde llevas a mi hija
Pero no obtuvo respuesta, el chico la ignoraba como si no estuviera presente, y al parecer Tea también, bueno que hiciera lo que quisiera, de todas formas la castaña tenía que ir a casa más tarde y darle las explicaciones debidas acerca de su relación con ese mocoso, con cara de niño. Camino a la enfermería, se toparon con Mai, ella era escoltada por dos jóvenes y uno de ellos le gritó.
_Yugi, que pasa?
Mai se acerco al ver que Tea estaba un tanto descompuesta, animo a Yugi a sentarse en una banca cercana y llamo la atención de la castaña.
_que te pasó en la cara?
_nada
_pero…
_que no me pasó nada!
Grito alterada la castaña, ante la insistencia de la rubia, la presidenta se crispo ante la reacción poco común en su asistente, con una sonrisa despidió a los muchachos y sujetó a la ojiverde por los hombros.
_fue tu mamá otra vez
_callate
_entonces si fue la puta de tu madre
_no hables así de ella
_como demonios quieres que no hable de ella, mira cómo te trata
_es mi madre, ella
_no Tea, ella no tiene derecho a tratarte asi
Sin mas la castaña se dejo caer en el hombro de Mai y dejo caer sus lagrimas, Yugi estaba extrañado por la actutid de su amiga, debido a la naturaleza cerrada del ojivioleta, Tea le había contado de a poco todos los menesteres de su vida en casa.
_lo siento tanto Yugi
_no te preocupes, me alegro que no te hiciera nada mas
Seto había pasado por el rubio, Yami había decidido quedarse en la escuela y Serenity tenía taller, ambos estaban un poco incomodos, después de un par de semanas era la primera vez que el rubio se atrevería a ir a su propia casa.
_no tienes que acompañarme
_quiero hacerlo
_mi padre debe estar hecho una furia
_eso es lo que me temo, si vas tu solo, puede que no salgas completo de esta
El rubio se sujetó la mejilla, ya no tenía ningún moretón en el cuerpo y por primera vez no necesitaba de maquillaje para ocultar su verdadero tono de piel, su amigo Honda también estaba cambiando y sus mismos compañeros vaticinaron el fin del mundo cuando un niño del segundo grado chocó con él y solo le dijo “ten mas cuidado”. El señor Kaiba le daba trabajo en la editorial, solo trabajaba un par de horas diarias y casi siempre en su compañía, sus notas habían mejorado no mucho, pero al menos se graduaría sin problemas en su historial Seto y Yami eran muy buenos con el y con su hermana.
Solo una vez tuvo un mal presentimiento, cuando vio entrar al abuelo de su protector, era un hombre grueso y de mirada adusta, el tipo le dio un escalofrió terrible y al mirarlo de frente sintió como si ya lo hubiera conocido de antes, pero desecho la idea, las únicas personas adultas que conocía después de sus ahora mecenas eran hombres metidos en negocios muy sucios que usaban su casa como puente para dichas transacciones, su padre incluso lo gritaba a los cuatro vientos, “él tenia amigos muy poderosos”.
Abrieron la puerta, el lugar estaba lleno de polvo, tal como el rubio imaginaba, le daba pena el que su nuevo amigo viera el lugar dónde vivia, de hecho era la primera persona ajena a su familia que visitaba el departamento; había un pequeño desastre en todo el piso, muebles fuera de lugar, una lámpara destrozada cerca de la ventana del balcón y varias botellas de cerveza que seguramente se habían estrellado en el suelo en un arranque de ira de su padre.
Sin embargo en el sillón favorito del sujeto no había nadie sentado, y las cervezas en el refrigerador no había reducido ni en numero ni en posición desde el dia en que él y su hermana habían estado ahí, la televisión estaba quemada, seguramente por algún cambio de voltaje pero no había señales de que la hubieran movido para revisarla.
_es muy extraño.
_que pasa
_todo esta igual que ese dia que Serenity y yo salimos de aquí.
_es imposible, tu padre debió arreglar algo
_el no sale a menos que tenga algo que hacer, y nunca se tarda mucho, cuando regresa toma un six de cervezas y se pone a ver la televisión, pero_ abrió el refrigerador y se sorprendió de lo que vio_ hay el mismo numero de cervezas que deje la ultima vez que llene el refrigerador.
El castaño se molestó por el comentario, seguramente el dinero de esos trabajos a los que Joey asistía con vehemencia eran en gran medida dirigidos a la compra de cervezas. Se acerco a la ventana y recogió en su camino la lámpara de pie que ahora estaba completamente destrozada, y lo vio en el suelo cerca del balcón una mancha de sangre, pequeña pero visible; Joey mientras tanto se dedicaba a buscar señales de su padre en el desastre de la sala del televisor, el castaño no dijo nada.
_tal vez mi vecino lo vio
_crees?
_ire a preguntarle
El rubio salió dejando la puerta abierta, en la escalera grito algo inteligible al piso superior, un hombre de suéter tejido y pantalones de lana asomo la cara.
_Joey! Muchacho dónde te has metido
_larga historia señor Heifer, oiga no ha visto a mi padre
_no, desde ese dia que saliste de la casa no lo eh visto
_sabe si salió después de eso?
_no, yo vi la chaqueta de tu uniforme por el cubo de la escalera y después nada, pensé que habías ido a tu trabajo en el muelle, como ya era de madrugada; pero desde ese día no ha habido movimiento en tu departamento, estaba temiendo lo peor, después que la pequeña Serenithy no hizo ningún ruido y no regreso en varios días.
El rubio le miro con agradecimiento y le contesto condescendiente mientras se ruborizaba, no quería que su nuevo amigo se llevara una mala imagen suya.
_muchas gracias señor Heifer.
_vas a volver a casa?
_yo…
Seto interrumpió la conversación, sintiéndose un poco relegado ante la presencia de ese sujeto, Joey se había puesto nervioso, asi que decidió contestar por él.
_no, él solo vino por algunos efectos personales y se ira de aquí
_quien es usted?
El caballero del piso superior, estaba a punto de preguntar por aquella persona que acompañaba al alegre muchacho.
_un amigo de Joey
_nunca lo había visto
_me temo señor que será la ultima vez que tengamos el gusto de vernos, permítame sin embargo agradecer que cuidara del joven Wheller y de su hermanita. usted es su familiar?
_no, pero creo que a partir de ahora soy su tutor, le agradezco y espero verlo pronto
_de nada, eh Joey cuídate mucho.
El rubio todo colorado le sonrió y le agradeció con un gesto de cabeza. Seto se inclino en señal de respeto y agradecimiento tirado al joven de nuevo al departamento.
_entonces, necesitas algo de aquí?
_perdón?
_tienes que llevarte algo de este lugar?
_si
_empacalas y despídete de esta pocilga, nos iremos en cuanto termines
_pero, Kaiba.
_hace muchos años le dije a Yami algo que lei en un libro de reflexiones. “a pocas personas se nos otorga una segunda oportunidad”, dime algo Joey, estas dispuesto a tomar esta nueva jugada del destino?
_porque haces esto?
_porque tal como tu, alguna vez fui un niño abandonado, y no me gusta que nadie pase por eso, hoy esta en mi mano el poder ayudarte, y lo haré aunque no quieras.
Joey desvio la mirada, giro sobre sus talones y fue a buscar algunas cosas a las habitaciones, esa seria la ultima vez que viera ese lugar, donde sufriera tanto, y posiblemente nunca mas volvería.