DECIMO PRIMER MES… ¿EL PRINCIPIO DEL ADIOS?
Ya no se dirigían las miradas, ni mucho menos palabras, solo eran jefe y empleado después de todo, ¿no? Las cosas se pusieron frías si se trataba de Ritsu y Masamune que después de su discusión el mes pasado, supieron darle riendas al trabajo sin incluir el aspecto amoroso en él aunque… cada uno le dolía en el alma tales palabras que fueron causadas por un hombre sin vergüenza. Tal dolor que era imposible verlo sin no besarlo sin ningún remordimiento.
VISION DE ONODERA.
Ya era imposible una reconciliación con el… yo tuve la mayor culpa de todo esto, cuando ya estaba a punto de… ahh… la mayor parte fue mi culpa. Me odio por mí mismo.
-. ¡Hola pequeño niñito de papa!
-.buenos días Isaka-san. —creo que en mi cara decía: “no me molestes ahora” y este lo noto.
-.perdona que te moleste, pero vine a decirte que vas a tener que ir por el departamento del emerald a Francia.
-. ¿Por qué?
-.veras… todos dijeron que no, y tu eres el único al que no le he preguntado… y como tu departamento es uno de los más importantes, y ni el editor en jefe quiere ir. ¿Aceptarías?
Creo que es una buena oportunidad para liberarme: olvidar, separarme de mis raíces, las raíces de mi dolor.
-.Por… ¿cuánto tiempo?
-.eso es dependiendo del trabajo que hagan allá. Aunque creo que es por más de un año.
Este… es mi adiós, Takano Masamune, antes Saga-sempai: el amor de mi vida, no, era el amor de mi vida.
-.acepto… ir.
DECIMO SEGUNDO MES… UN FINAL “FELIZ”.
NARRADOR.
Era el día en que Onodera se iría del país y se despedía de sus amigos en su apartamento.
-.Ritsu… ¡no te vayas!
-.Misaki… tengo que ir, es por trabajo.
-.además Francia es un lindo lugar para vivir, ¡yo estuve allí por dos meses y fue mágico!
-.es malo que te vayas Ricchan, el esmeralda no será el mismo sin ti.
-.es bueno que lo digan, pero tengo que rime de inmediato. No quiero ver a…
-.de eso no te preocupes Ritsu, yo te ayudare si él se pone agresivo.
-.de nuevo gracias por su amabilidad Usami-san.
Todos se fueron de un momento a otro, Ritsu fue por última vez a donde su jefe y se despidió de él.
-.lamento que me vaya, pondré en alto el nombre del departamento de manga shojo en Europa.
-. … *mira para otro lado*
-.Takano-san… —abrazo al azabache que todavía no le hacía caso del todo; sostuvo su cara con sus dos manos y le miro esos tan profundos ojos almendrados que después pasaría a darle el adiós a sus labios con los suyos—. Tú eres y seguirás siendo la persona que más amo. Nunca olvidare tu existencia, siempre se mantendrá intacta con el paso de los años… tu hermosa existencia… tu perfecta existencia… es lo que más adore de ti.
No pudo contenerlo más y se fue rendido al aeropuerto. Minutos después Takano seguía de pie, pero ahora tenía unas gruesas lágrimas que resbalaban de sus mejillas. No dejo de llorar hasta que tocan a la puerta y ve al castaño, amigo del menor.
-.Misaki, ¿Por qué sigues aquí? *limpiándose las lágrimas*
-.es porque quiero que deje de hacerse el tonto.
-. ¿Qué cosa?
-.tu amas a Ritsu, pero no pudiste decírselo.
-. …claro que si… pero mis recuerdos no han regresado a mí. Yo le lastimaría más si estuviéramos en esa situación.
-. ¿No había visto la fotografía?
-. ¿Cuál?
Mostro esa vieja foto rota a la mitad, pero solo del lado donde estaba el mayor.
-.sí, ese soy yo.
Bajo esa y subió otra que mostraba a aquel joven de cabellera castaña clara, orbes verdes y rostro enrojecido.
-.el… ¿Quién es el Misaki?
-.el… fue tu amante, tú lo conocías como Oda Ritsu.
Vino a su mente la clara imagen de ese chico que se él declaro… si, era ese chico, ¿pero qué relación tenía con Onodera?
-.por un error se separaron por doce años. —junto la foto dando a conocer que la foto completa que era él y el castaño abrazados.
Recordó esa foto que se la enseño después de que este huyera, golpeándolo en la cara para saber que romperían, pero el se negaba.
******FLASHBACK******
-. ¡Ritsu, espera!
Iban corriendo por la biblioteca casi vacía el y su antiguo novio que no dejaba de escapar de su amor.
-. ¡No me busque más!
-.tu no entiendes, esto es un error. —le enseña la foto que este arrebato.
-. ¡Error el mío de enamorarte de ti! —rasgo la foto a la mitad y se fue de allí, Saga se sentía destrozado, tomo la parte de su Ritsu y se fue. Lamentablemente no pudo ver —ni recordar— que a dos estantes atrás el de ojos verdes tomo la foto del suelo y a puso contra su pecho.
-.yo… aun te amare… Sempai.
******FIN DEL FLASHBACK******
-.Oda Ritsu… ¿Qué paso con él?
-.el me conto todo esto: tú en esos años de espera lo volviste a ver.
-. ¿Sí? ¡¿Dónde?!
-.él trabajaba contigo.
-. … no entiendo.
-.Oda Ritsu no era su verdadero nombre; le dijiste que te habías enamorado de su yo presente, el causo tu accidente, si; el me dio también esa lo restante de la foto; hasta sostuvo su amor para ayudarte aunque no le recordaras. Su nombre es: Onodera Ritsu.
Abrió sus ojos a todo lo que podía. Ahora su mente palpitaba demasiado, de que vinieran sus recuerdos de golpe: como si se tratase de una película adelantada, cada uno de esos días en que pasaron cosas buenas y malas, hasta dar con el día en donde perdió todo por un año.
-.no… ¡¡Ritsu!! ¡¡ ¿Qué demonios me paso?!! – (pero… si tuve la oportunidad… ¡¿por qué no se lo pude decir?!) –ahí estaba el tan afamado editor de mangas shojo, tirado, de rodillas al suelo sin saber que hacer; con su corazón quemándole hasta la garganta y su cuerpo paralizado del miedo, de que ahora sabia la verdad. Sabía que durante casi un año perdió memoria de su amor… de Ritsu: lo trato muy mal; le insulto; le lastimo… su arrepentimiento vino demaciado tarde cuando por fin le cayó el veinte de que lo había perdido para siempre. “¿o tal vez no?” le vino en un vago pensamiento.
La verdad es que tuvo la oportunidad de recuperarlo, pero… aunque su corazón le pedía a gritos: “no seas cobarde. ¡Tú lo amas!” su cuerpo y mente le recalcaban: “no lo hagas… el hizo algo que te lastimo y lo volverá a hacer”. Ya no era el mismo trabajador que saco al departamento del Emerald de la incertidumbre, el tirano del que todos sus subordinados les tenían respeto y la vez miedo; sino que ahora era el humano: el que sentía por primera vez en su vida, que sus acciones no fueron las adecuadas para esta ocasión y se dio cuenta por medio del amigo del castaño. ¿Ahora qué hacer? ¿Perderse en la más profunda depresión, aglomerada en soledad? O… ¿ir tras de el?
¿Por qué si tenía las opciones, no hacía nada? Es que… él tiene todavía la duda…
-.Takano-sempai, ahora lo recuerda.
-.gracias Misaki por la ayuda —alza la mirada hasta dar con el otro castaño— pero fue demasiado tarde… *cabizbajo*
-.no. *baja hasta su altura* —su vuelo sale en media hora, tiene tiempo para ir a detenerlo.
-.muchísimas gracias.
Por un acto reflejo jalo a el su saco y salió a la calle en donde toma un taxi y le da la dirección para el aeropuerto que el castaño estaba esperando con toda la tranquilidad, pero su rostro no se notaba en lo más mínimo felicidad. Volviendo con el de piel albina, no se acordaba que este estaba muy lejos y quedaba exactamente a 30 minutos.
-. (Ritsu… por favor espera…)
Volteaba a los lados para inspeccionarse si no había nadie que conocía; no, era su imaginación.
-. (Tengo la impresión de que alguien viene… pero no se… es una falsa esperanza que el… venga).
-. “pasajeros del vuelo XXXX favor a pasar a la puerta XX”.
-. (Bien… ya es hora).
Se paró de la banca y se encaminaba a esta sino antes de ver detenidamente la puerta, pero no había nadie ahí.
-. (Ritsu ríndete, el no vendrá, es solo un sueño lejano. Además como si todo lo que pasara en los mangas shojo pasara en la vida real. Si, como no: desde el principio fue asi…).
Dirigió su mirada al suelo y no miro a nadie de ahí, solo dio su boleto. El seme del castaño corría jadeante y buscaba por todas partes; si tuviera la oportunidad para que volviera a él.
-. ¡Ritsu! ¡¡¡Ritsu!!!
Gritaba pero sus esfuerzos fueron en vano al ver la tabla que decía que el vuelo del ojiverde había despegado en segundos escasos. Este no pudo resistir la fuerza de llorar hasta la muerte que cayó al suelo: había perdido a su amor, a su Ritsu.
-.*susurrando* —perdóname… enserio, perdóname…
Alguien se había parado enfrente suyo con una maleta de ruedas y se agacho hasta donde su cuerpo encorvado de Masamune.
-. ¿Sabes? que aquí no es lugar para llorar.
Detuvo su llanto y alzo su cara dándole a ver que allí, estaba su uke, allí estaba con sus ojos llorosos y su sonrisa media.
-.gracias a dios que todavía te tengo, sé que cometí mis errores, pero eso lo hice por mero miedo: ahora sé quién eres en mi vida, no te dejare irte de mí de nuevo.
-.Takano-san…
-.te amo, Ritsu.
-.Masamune… yo también te amo… demasiado.
Sonrieron tontamente y se acercaron con lentitud el uno al otro hasta que juntaron sus labios en una promesa —aunque todos les estuvieran viendo—. Ahora nada ni nadie los separara… “el amor verdadero es el que dura, no importa lo que pase”.
UN AÑO DESPUES…
Los dos amigos de la universidad estaban fumándose un buen cigarro a la entrada de la editorial, cada uno guardaba silencio; en verdad Onodera si se fue a Europa, pero claro que iba a regresar, de eso estaba seguro de Masamune.
-.ya sabía que el de una u otra manera de herirá.
-.Yokosawa, ¿acaso me ves deprimido?
-.no, pero… ya casi es un año de que él se fue.
-.no, es ya un año. Se ve que salir con el jefe del Japun te ha afectado mucho.
-. ¡¿De qué me hablas?!
-. ¡jajajaja…! —reía y burlaba sin parar al ver el sonrojo de su amigo, que claramente era porque había descubierto su “secretito” de hace tiempo.
-.hace mucho tiempo que no te veo sonreír así.
-.el… me cambio mucho. —sonría con la mirada para la ventana cercana.
-.los felicito, pero espero que esto no arruine tu trabajo.
-.claro que no.
Reviso su celular y dio con que ya era hora de irse, se despidió de su amigo con “me voy. Ya ha de haber llegado” y se fue tranquilamente a un departamento algo espacioso cerca de la editorial: era bastante grande y ya llevaba un tiempo en el que dormía ahí; abrió la puerta, lo primero que vio fue el calzado ajeno, el cual no lo hacía dejar de sonreír; fue a la sala y encontró a Onodera con una tez más madura, y su cabello algo largo dejando saber que había cambiado.
-.hola de nuevo, Ritsu.
-. ¡Takano-san!
Corrió a él sin ninguna preocupación y lo abrazo fuertemente.
-.te extrañe.
-. ¿Tú crees que yo no?
-.ahora viviremos juntos, así que recompensaremos el tiempo perdido, ¿vale?
-.*sonrojado* —por supuesto.
Se tomaron del rostro y —después de un lar…go trayecto— pudieron cumplir la promesa de amarse juntos para siempre. Nunca hay que decir que no hay imposibles, ni que todo está a nuestra contra, ya que la tormenta siempre se va y deja ver los rayos del sol, los destellos… de un nuevo mañana, el mañana… en compañía…