A las 11:05 AM
No me gusta la luz del sol que me despierta
Otro día que no es diferente
Sus ojos se abrieron con lentitud, la luz que se colaba dentro de su habitación lo deja momentáneamente ciego, suspira resignado y cansado, un día más… otro día.
Piensa para sí mismo.
Odio al mundo, me duele la cabeza
Bebo un poco de agua
Y me pongo mi ropa, pero no quiero salir
Su cabeza palpita de forma dolorosa, obligándolo a cerrar nuevamente sus ojos y a llevar sus manos hacia sus sienes, recuerda que su madre le había pedido que esa tarde fueran a comer juntos, no quería salir, no quería ver a la gente, no quería ver su felicidad.
Cuando el dolor disminuye un poco, se levanta de la cama, tomando entre sus manos la botella que siempre deja sobre su mesa de noche, y le da un largo trago humedeciendo su reseca garganta.
Camina hacia su ropero sacando ropa limpia cambiándose, pero sin tener las más mínimas ganas de salir afuera.
Nuestra imagen llena mi corazón
Pero estaba solo, incluso en ese momento
Creo que me voy a volver loco
Su mirada se dirige hacia aquella vieja fotografía que descansaba sobre la mesa de noche, y su corazón salta de forma algo dolorosa, y siente como si nuevamente en aquella habitación no fuera el único habitante, pero está solo, incluso cuando aun estaban juntos, siempre estuvo solo.
Sonríe de forma melancólica, abrazándose a si mismo ante una corriente fría que azota su cuerpo.
-Creó que estoy volviéndome loco- murmura para sí mismo, sin ánimo alguno.
¿Me abrazarías una sola vez?
¿Sólo una vez?
En secreto, sin que otra persona lo sepa
Cierra sus ojos deseando con todas sus fuerza que una vez más, solo una vez más aquellos brazos le volvieran a rodear, que lo volvieran a hacer sentir seguro.
Aun si aquella acción tendría que mantenerse en secreto, oculto en lo más profundo de su mente, solo deseaba sentir una vez más aquellos brazos rodearle.
Grité te amaba varias veces, pero
Tú no estás aquí, no estás aquí
No estás a mi lado
-Saranghae-murmura con un nudo en la garganta, aquella simple palabra lograba romper cada muro que se había auto impuesto, lo gritó cientos de veces, miles de veces, pero de nada le servía ahora, estaba solo, él ya no estaba ahí, ya nunca estaría de nuevo ahí.
Es tan doloroso, solo lágrimas se forman
Sintiendo esa tristeza en mí
Se siente como si estoy soñando todo el día
Creo que voy a volverme loco
Sus ojos se llenan de lágrimas que lentamente comienzan a bajar por sus mejillas, se muerde los labios conteniendo aquel grito desgarrador que pugna por salir desde lo más profundo de su ser, que quiere ser liberado, para por lo menos así dejar salir un poco de esa tristeza que le acompaña como su fiel compañera.
Sus labios tiemblan de impotencia y se aferra con fuerza a sí mismo, dejándose caer de rodillas al suelo, sintiendo como si todo a su alrededor de pronto de convirtiera en un sueño, un sueño infinito, sus labios temblorosos se mueven hasta formar una sonrisa temblorosa.
-Definitivamente me estoy volviendo loco- susurra con voz quebrada.
¿Me abrazarías una sola vez?
¿Sólo una vez?
En secreto, sin que otra persona lo sepa
-Por favor- sollozó sin poder parar su llanto- una vez más abrázame, prometo que será la última vez, que nunca nadie lo sabrá.
Grité te amaba varias veces, pero
Tú no estás aquí, no estás aquí
Grité te amaba varias veces, pero
Tú no estás aquí, no estás aquí
Te amo
Te amo
No estás aquí
No estás aquí
-Aun te amo, te ame y siempre te amare- gritó con todas sus fuerzas, dejando que un poco del dolor que lo acompañaba desapareciera.
-¿Por qué no estás aquí?-preguntó limpiando sus lágrimas con fuerza- ¿Por qué no puedo odiarte? ¿Por qué sigo amándote?