Capítulo 3: El Campamento
-¿Sabéis, chicos? Estoy bien -les aseguró Mamoru Endou- No es necesario que sigan perdiendo el tiempo quedándose en mi casa -les aseguró a Goenji Shuuya y Yuuto Kidou quienes desde su divorcio al principio del verano se habían mudado a su casa, supuestamente para cuidar a su amigo.
Como tantas otras veces Mamoru fue ignorado por los dos aludidos.
Goenji estaba en la cocina y llevaba un delantal rojo mientras hacía la cena que hoy le tocaba a él, Yuuto estaba en el salón con los pies sobre la mesita de café con la televisión puesta en un canal de deporte donde pasaban un partido de Futbol que no estaba viendo mientras revisaba los papeles sobre su regazo, eran los permisos de salida y las visas de los chicos de la nueva selección de Japón para el Holy Road Internacional, claro, si lograban clasificar contra la selección de Asia.
Endou hizo un puchero al ser tan obviamente ignorado.
-¿Es que piensan mudarse definitivamente a mi casa? -se quejó.
-Bueno, ya pasamos casi todo el tiempo libre aquí, a decir verdad no sería mala idea, gracias por la invitación, Mamoru -sonrió Goenji ignorando la queja terminado de cocinar y quitándose el delantal para servir la comida. Gracias al cielo si bien Goenji Shuuya y Yuuto Kidou no eran los mejores cocineros del mundo, cocinaban mucho mejor que Natsumi Raimon y Mamoru Endou quien era capaz de iniciar un incendio en la cocina sólo por hervir agua–. Venga, la comida ya esta lista -llamó a los otros dos.
Yuuto al fin se dignó a levantar sus ojos de los papeles que dejó en la mesita y quitándose sus gafas verdes las dejó sobre los papeles yendo a sentarse a la mesa.
-Itadakimasu -agradeció comenzando a comer.
Endou gemía de gusto por poder comer comida de verdad sin notar en el efecto que tenía en los otros dos.
-¿Todos los papeles están en orden? -cambió Goenji de tema antes de arrancarse la ropa y rogarle a Mamoru que lo poseyera o peor aun, saltar sobre la mesa y violar a Endou.
-Sí, ya tenemos todas las autorizaciones firmadas por los padres y sus pases de salida. Mañana estamos listos para partir al campamento de entrenamiento -asintió Yuuto.
-¿Quién de nosotros irá al sorteo de selección? -preguntó Mamoru que se moría de entusiasmo por ver con quien sería su primer partido en la división asiática.
-Vayan tú y Goenji, el sorteo es dentro de dos días y el campamento se inicia mañana, lo que significa que alguien se tendrá que quedar con ellos en el campamento. Yo lo haré -se ofreció Yuuto y los otros dos estuvieron de acuerdo.
***
A la mañana siguiente los chicos de Inazuma Japón se habían reunido en el auditorio esperando la llegada de los entrenadores. Los primeros en llegar fueron los gerentes con un par de cajas.
-Miren lo que traemos -sonrió Midori mientras los pobres Aoyama e Ichino dejaban las cajas en el centro. Yuuichi se acercó con una tabla en mano y empezó a pasar lista para entregar las camisetas oficiales de Inazuma Japón.
-Bien, chicos, los entrenadores nos dieron las listas con sus dorsales. Pasen y tomen sus camisas cuando les llamemos -ordenó Yuuichi- Senguuji Yamato -llamó y cuando este pasó le entregaron su camisa diferente a la del resto como el portero que era, amarilla y azul. Sonrió su camisa llevaba el Dorsal 1, eso significaba que era el portero titular-, Miyabino Reiichi -llamó Yuuichi y cuando este pasó Aoyama le entregó su camisa con el dorsal número 20. Miyabino sonrió tomando el resto de su equipaje de deporte que le era entregado por Ichino.
-Ahora nuestros mediocampistas. Shindou Takuto -llamó Yuuichi la camiseta que le entregaron al director de orquesta con los colores azul, el emblema del rayo y las líneas blancas llevaba el dorsal 9 mismo que siempre había usado Shindou Takuto en el Raimon para su alegría–, Tenma Matsukaze…
Así fue pasando cada uno la de Tenma era el dorsal 8, la de Taiyou Amemiya tenía el dorsal 13, Nishinosora Yoichi portaría el dorsal 2 y por último de los mediocampistas Furetsu Hayami portaba el dorsal 5. De los defensas Kirino Ranmaru mantuvo el dorsal 3 y Kariya Masaki el numero 15, mientras que a Hamano Kaiji se le otorgó el dorsal 4, a Hayami Tsurumasa el 6, y a Hakuryuu el 7. De los delanteros, Tsurugi Kyousuke visto el dorsal 10, Hikaru Kageyama el dorsal 11, Yukimura Hyuga el dorsal 18, Makoto Kurosaki el 17 y Kita Ichiban el dorsal 12.
Todos los chicos se apresuraron a cambiarse y se miraban sonrientes con sus uniformes mientras Miyabino se ajustaba sus guantes y Yamato se hacía una coleta para que el pelo no le fuera a molestar, claro que quedó algo deforme por lo que Makoto horrorizado se acercó y sin decirle nada le soltó el cabello se lo peino con los dedos y se los recogió correctamente sonriendo satisfecho.
-Eh… gracias -dijo Yamato algo incomodo.
-De nada, ahora si se ve bien -sonrió Makoto contento.
En eso llegaron los entrenadores. Endou sonrió al verlos portar los nuevos uniformes, Goenji permaneció con expresión dura y Yuuto apenas les regaló una mirada.
-Se ven geniales, chicos ¿Listos para marcharnos al campamento de entrenamiento? -les preguntó el castaño. Todos asintieron con entusiasmo y tomando sus mochilas se dirigieron a la caravana relámpago.
Se sentaron donde primero encontraron sitios, todos regados, delanteros, gerentes, mediocampistas, defensas, porteros… daba igual todos hablaban a la vez y parecían una gallera.
Al fin llegaron al que sería su campamento de entrenamiento, un edificio de varios pisos donde descansarían y llevarían a cabo sus necesidades como comer y asearse. Un enorme campo de futbol y de entrenamiento.
Los gerentes se hicieron cargo del equipaje de los chicos y asignar las habitaciones, mientras los entrenadores se los llevaron al campo de futbol.
-Creo que debemos empezar por asignar al capitán de Inazuma Japón -sonrió Endou tomando la bandita de capitán- Shindou Takuto… esto es tuyo, Yuuto, Goenji y yo creemos que eres el indicado para llevarla, después de todo eres el director de orquestas y en el campo de juego estos chicos serán tus músicos -le sonrió Endou, mientras Shindou recibía la bandita con manos temblorosas–. Venga, dile algo a tus compañeros -lo animó.
-Eh… -Shindou carraspeo- Me comprometo a hacer todo lo que esté en mis capacidades y mas allá de mi limite incluso, para llevarnos a la cima del mundo -prometió Shindou y todos celebraron. Shindou sonrió y volvió a ponerse con los demás jugadores de frente a los entrenadores.
-Bien, después de las palabras de nuestro capitán es hora de que sepan algo… son buenos, chicos -les dijo Goenji fríamente-, pero no están ni de cerca al nivel que hay haya fuera en el resto del mundo. Si quieren entrenar será mejor que vacíen sus mentes de ideas pre-concebidas y se dejen llevar por nosotros o de lo contrario no pasaran del primer partido de calificación de Asia -les advirtió duramente- ¿Entendido?
-Sí, entrenador Goenji -repitieron todos a la vez.
-Lo primero es aprender a trabajar en equipo -dijo Kidou-. De nuestros mediocampistas, sólo Shindou y Tenma han trabajado en conjunto, ahora debéis aprender a trabajar también con Taiyou, Nishinosora y Furetsu. Así que os quiero practicando vuestros pases -ordenó Kidou y al ver que seguían parados mirándolos se quitó sus lentes verdes fulminándolos con sus ojos rojos- ¿Qué esperan? -les preguntó y los cinco tomaron un balón y se apresuraron a correr al campo.
-Bien, de nuestros Defensas, sólo contamos con dos con experiencia en el área -señaló Goenji a Kirino y a Kariya-, es hora de que Hamano, Hayami y Hakuryuu practiquen lo que es ser un defensa, así que tomen un jodido balón y salgan ahí a practicar, vayan también Kirino Ranmaru y Kariya Masaki, si os veo ser aunque sea un poco flojos os pegaré un balonazo -aseguró Goenji con aire sádico casi saboreando el golpe que les daría, los cinco defensa fueron los próximos en correr al campo con un balón.
-Nuestros delanteros, Hikaru-chan y Tsurugi-kun ya han trabajado antes en conjunto- sonrió Endou mucho más amable que Kidou y Goenji-, pero ahora debéis aprender a trabajar también con Yukimura, Makoto-chan y Kitan-kun -les animó-. Nunca saben en qué combinación os podremos, por lo que lo más conveniente es que vayan a practicar sus tiros -los animó. Los cinco obedecieron y sólo quedaron los porteros.
-¿Y nosotros? -preguntó Yamato. Miyabino asintió expectante.
-Ustedes entrenaran con nosotros -sonrió Kidou quitándose la chaqueta-. Goenji y yo disparamos… Endou os aconsejará -les informó. Y Goenji sonrió sádico sabiendo que los consejos de Endou eran del típico “tú puedes, sigue, no te rindes, cree en ti mismo” Oh sí, esos dos hoy visitarían mucho el fondo de la red.
El plan de entrenamiento de ese día había sido idea de Kidou, quien había opinado que lo más importante para empezar era que los chicos se familiarizaran con sus nuevas posiciones y las personas con quien cubrirían estas. Según él, para empezar suave.
Para los chicos estaba resultando todo un desafío, quien mejor lo llevaban eran los mediocampistas y sólo por que se dejaban llevar por Shindou, pero acostumbrarse los unos a los otros para dar los pases correctamente estaba resultando más complicado de lo que creyeron, pero bajo la batuta del nuevo capitán del Inazuma Japón lo estaban logrando.
Los defensas estaban resultando ser un desastre andante, Hamano y Hakuryuu habían chocado al tratar de defender acabando en un reguero de pies y brazos en el suelo, Hayami se había cubierto la cabeza cuando el balón voló hacia él, Kariya y Kirino estaban rojos de tanto gritarles para que tomaran el suelo. Al final después de muchos gritos consiguieron hacer un trabajo medio decente acostumbrándose a sus presencias evitando chocar al tratar de cubrir el área del otro.
Los delanteros por su parte no lo estaban haciendo tan mal, sus pases eran bastante acertados y todos practicaron sus tiros contra la red vacía, incluso hablaron de crear técnicas combinadas y cuales serían las mejores combinaciones de delanteros.
Mientras los pobres porteros… ellos estaban conociendo a fondo sus porterías, cortesía de Yuuto Kidou y Goenji Shuuya por que los consejos de Endou eran justo como Goenji había creído que serían.
-Esta vez casi logras detener esa, Yamato-kun, así se hace -sonrió Endou animándolo, mientras el pelirosado le echaba una mirada asesina con el balón marcado en su cara. Miyabino acabó por su parte en el fondo de la red antes de que pudiera sacar su avatar para proteger la red del tiro de fuego de Goenji.
-Lo único que estáis haciendo es sacarnos la mierda a balonazos -se quejó Yamato.
-Sí y es divertido -rio Goenji-. En realidad nos estamos conteniendo -admitió-. Sólo queríamos que vieran lo poderosos que son los tiros a nivel mundial -les explicó poniéndose más serio- ¿Ahora entienden a lo que se enfrentan? -les preguntó. Los dos porteros se pusieron serios y asintieron- Bien en ese caso… Endou deja de payasear y pongámonos serios -le ordenó al legendario portero que sonrió y asintió.
-Bien, chicos, el plan de entrenamiento será…-les habló Endou a los dos porteros que pronto se vieron con un par de llantas amaradas a la espalda y pecho lo que restringía sus movimientos mientras trataban de detener con sus manos una llanta atada a un árbol que Endou Mamoru impulsaba hacia ellos sin piedad.
Mientras, Goenji y Kidou se paseaban entre los demás chicos corrigiéndoles y aconsejándoles de vez en cuando.
Los gerentes aparecieron para el descanso con agua para los agotados chicos y una hora después el entrenamiento terminó por ese día. Debían acomodarse después de todo y eso sólo era el comienzo. Los chicos se dirigieron arrastrando sus pies a sus respetivas habitaciones para buscar ropa, asearse y bajar a comer, las habitaciones eran pequeñas e individuales, sólo una cama y una pequeña mesita.
Continuara..