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Our Story por Yewooki

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Notas del capitulo:

A leer~!

Cuando la mañana llegó JongWoon salió muy temprano hacia su hogar con el fin principal de cambiar todas las cerraduras de la casa, además de instalar un sistema de alarma y cámaras de vigilancia, nadie volvería a amenazar a su familia.

 

Cuando KiSung despertó eran cerca de las nueve de la mañana, así que estiró sus bracitos, sintiéndose completamente desubicado, al no reconocer el cuarto, pero su Omma estaba dormido junto a él, así que debía estar en un lugar seguro.

 

Salió de la cama, notando la puerta entre abierta, asomando su cabecita por el pasillo reconociendo de inmediato que estaba en casa de su tío HeeChul, con confianza salió de la habitación bajando los escalones con cuidado, hasta llegar a la cocina donde oía voces.

 

-Me preocupa KiBum- dijo HeeChul bebiendo de su taza de café, frente  a él se encontraba HanGeng bebiendo también una taza con café.

 

-Solo debe estar tranquilo y tomar las vitaminas y el acido fólico, es alguien fuerte y si KiSung está aquí es porque sin importar nada.

 

-¿Omma enfedmo?-preguntó Sunnie entrando a la cocina con la carita descompuesta a punto de llorar, siendo rápidamente tomando en brazos por HeeChul.

 

-Tu Omma está bien amor, así que no llores-le dijo sonriéndole- ¿Qué quieres desayunar?-le preguntó cambiando de tema.

 

-Cedeal-dijo sonriente- ¡del conejo!

 

-¿Cereal del conejo?-murmuró levantando una ceja.

 

 

KiBum despertó minutos después que el pequeño se había ido, se revolvió y todo desubicado, se levantó inmediatamente. Descalzo, con las ropas desacomodas y asustado por no recordar exactamente dónde estaba, salió disparado de la habitación y bajo rápidamente las escaleras. Encontrándose a su hijo con su hermano y HanGeng, logrando que KiBum respirara aliviando en aquellos minutos.

 

-Buenos Días...-Soltó divertido Heechul, al ver a su hermano todo desarreglado, hacia mucho que no veía aquello y le hacía mucha gracia.- Cálmate ¿quieres? ¿Por qué esa cara de espanto?

 

-Me asuste... cuando no le vi conmigo... -Murmuró mientras caminaba hasta llegar a la mesa, se sentó apoyando ambas manos en la mesa para enterrar la cara entre ellas y suspirar con alivio.

 

-Omma... –Llamó el pequeño para trepar por su pierna, KiBum suspiró y lo tomó en brazos para sentarlo en sus rodillas y abrazarlo contra su pecho, había sentido un buen susto.

 

-Estoy aquí, bebé... -Le hizo saber besando su cabello despacio.

 

 -Dijo que quería comer cereal de conejo...

 

-Así le dice al cereal que come, aún no sé cual es... -Le hizo saber mientras lo acunaba contra su pecho.

 

-KiBum-ah... Recuerda que no...

 

-Ya sé, pero... no puedo no cargarlo... –Murmuró mientras le acariciaba el cabello al pequeño sobre sus rodillas.

 

-No, no era eso lo que iba a decir. No puedes asustarte de la manera que lo hiciste hace rato. Tienes que mantener la calma ¿de acuerdo?

 

-¿La calma? ¿Quieres que mantenga la calma cuando entraron a mi casa, y trataron de secuestrarme...? -Susurró con ganas de gritar, mientras cubría los oídos del pequeño. Mirando furioso a su hyung.- No me pidas que me quede tranquilo, hyung, porque si tengo que defender a mi familia con los dientes, lo voy a hacer... -Declaró furioso, mirando fijamente a aquel hyung que parecía no comprender su situación y lo observaba anonadado, igual que el mayor. Luego de años KiBum había perdido por completo los estribos.

 

Luego de que la compañía de vigilancia estuviera instalada y abandonara su casa. Se regresó para buscar a su familia, alcanzando a escuchar las palabras de su esposo, que parecía iracundo. Yesung suspiró, era lógico que el menor no pudiera estar tan tranquilo. Caminó tratando de parecer fresco y sonrió.

 

-¡Buenos Días! ¿Quién me extraño? -Cuestionó mientras escuchaba al pequeño gritar feliz, por el.

 

 -¡Appa! -Gritó mientras corría hasta abrazarlo por las piernas.

 

JongWoon lo carga como si no pesara nada, haciéndolo reír alegre, mientras sus ojos se desviaban a KiBum que se veía aun molesto.

 

-¿Ya cambiaste las cerraduras?-preguntó Hee, dándole un vaso con jugo a su hermano y colocando otra taza con café para JongWoon.

 

-Si-dijo acomodando a Sunnie en uno de sus brazos para tomar la taza con el otro, dándole un sorbo.

 

-KiSung-le habló su tío Hee, llamando su atención- ¿Quieres ir al zoológico conmigo y HanGeng?-preguntó viendo los ojitos del pequeño brillar, mientras que HanGeng lo miraba como si hubiese perdido la cabeza.

 

-Sí, ¿puedo?-preguntó a sus padres, emocionado ante la idea de poder ver a las tortugas y los osos pandas.

 

-Claro que si bebé-le dijeron ambos, al tiempo que el pequeño soltaba un gritito de emoción.

 

Después de aquello, KiBum metió a bañar a Sunnie, para después cambiarlo de forma cómoda, para que pudiera estas a gusto, cuando estuvo listo, bajaron a la sala, donde ya los esperaban, KiSung les dio un par de besos a sus padres, antes de tomar la mano de HanGeng que yo llevó a su auto, los vieron irse, para después ellos subir al de JongWoon.

 

 

-Coloque un sistema de alarma-le dijo a KiBum cuando se estacionaron.

 

-Creo que deberíamos comprar un perro más grande-murmuró recordando a las pequeñas que tenían.

 

-Después cuando KiSung tenga unos seis años-le dijo abriendo la puerta, quitando la alarma- ve a la cama, te llevare el desayuno-le dijo dándole un beso en la frente.

 

Algo cansado por tantas emociones, asintió subiendo a su habitación, donde se metió a bañar colocándose algo cómodo, cuando su celular vibró, asustando, pensando que algo le había pasado a su bebé lo tomó de inmediato.

 

No permitiré que te salgas con la tuya, así tenga que destruirte.

 

No hacía falta ver más para saber quien había sido el que envió aquel mensaje, enfurecido dejó caer el teléfono sobre la cama, sintiendo un dolor agudo en su vientre bajo, asustado le gritó al mayor.

 

-¡JONGWOON!

 

De inmediato JongWoon subió las escaleras, corrió hacia su habitación, viendo a KiBum sosteniéndose el vientre, asustado, tomó al menor en brazos, bajando, y entrando al auto, yendo al hospital.

 

El teléfono de HeeChul comenzó a sonar, mientras HanGeng sostenía a KiSung sobre sus hombros para que viera a los osos polares.

 

-¿Yobuseo?-contestó.

 

-HeeChul-habló JongWoon con voz entrecortada, asustándolo- KiBum tuvo una amenaza de aborto estamos en el hospital.

 

Aquellas palabras lograron que el corazón del mayor se detuviera, viendo como HanGeng y Sunnie iban hacia él.

 

-¿Qué pasa?-preguntó el chino preocupado al ver la cara de Hee.

 

-KiBum está en el hospital-susurró.

 

 

KiBum se encontraba totalmente en shock, sus dos manos estaban en su vientre, unidas frente a este. El dolor que había sentido hacia casi media hora antes había casi desaparecido ya. Pero aún así, estaba asustado, su pecho estaba apretado y su estomago revuelto. Sentía miedo. Miedo de que su pequeño desapareciera, y eso no estaba dispuesto a permitirlo.

 

JongWoon se encontraba en la sala de espera. Aún no comprendía porque su esposo se había descompuesto de aquella manera ni mucho menos. Cuando la pantalla del celular del menor que estaba sobre la silla se iluminó. Lo cogió. Notando un mensaje anterior abierto y aquella amenaza. Yesung gruñó. Alguien estaba amenazando a su marido y eso no era algo que pudiera permitir.

 

-¡Appa! -El grito del pequeño, quien corría a pasitos acelerados con los ojos llorosos, corrió hasta él para colgarse de su pierna.- ¡Appa! ¿Y- y Omma?-Tartamudeó el pequeño con los ojos llorosos.

 

-Está bien… no te preocupes… -No mentía, habían logrado estabilizarlo por el momento, no iba a asustar al pequeño diciéndole semejante cosa.

 

-¿Estabas...llorando? -La voz de HanGeng llegó a sus oídos. JongWoon levantó la mirada. Observando a su amigo de nacionalidad china sorprendido, se había limpiado pero al parecer, el escozor de sus ojos y el rojo de los mismos no habían desaparecido.

 

-Es mi esposo el que esta hay dentro... ¿cómo esperabas que reaccionara? soy un humano... -Le hizo saber, cargó al pequeño entre sus brazos y lo apretó contra su pecho. Queriendo estar seguro de que aquel pequeño realmente estaba entre sus brazos.

 

-¿Podemos pasar a verlo? -Cuestionó Hee notoriamente preocupado por su hermano pequeño.

 

-No, aún... -Suspiró pesado mientras mecía al pequeño, besando su frente despacio.

 

Casi una hora después los dejaron pasar, KiSung se había quedado dormido hacia poco, cuando entraron a la habitación KiBum tenía los ojos acuosos, y terminó llorando al ver a su esposo cargando a su bebé, de inmediato extendió sus brazos pidiendo al pequeño.

Notas finales:

Gracias por leer~!


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