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EL REGALO PERFECTO por pachi-sensei

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Notas del capitulo:

n.nU olaa con todos, que desfachates aparecer despues de tanto tiempo, este fics planee penerlo para el 10 de octubre pero un problema me demoro completamente (ToT mi trabajo), habia decidido que este capi lo iba narrar Naruto es decir en primera persona, pero al llegar a la hoja 8 me nacio un problema empece a relatar en tercera persona y eso me daño todo, me lei como estaba el capi no me gusto, se me zafo y lo borre todo para iniciar desde cero.

._. lo se soy todo un caso, actualmente iba por la pagina 13 este final me sale bien largo y decidi partirlo en dos.

Les traigo la primera parte.

Agradezco a las personas que se tomaron la molestias de comentar.

ZanzamaruNina-chanAyame Uchiha, misaki kuran, Yamilemissaki09YamilemoonroseSky Angel DreamBloody_Katreizen .

Para este capitulo investigue todo sobre los embarazos, sus malestares, cuanto duran que les pasa eso encontre aqui:

http://www.plannedparenthood.org/esp/temas-de-salud/embarazo/etapas-del-embarazo-23953.htm

 

Además otras cosas que averigue a mi mami, tomen en cuenta que los malestares del embarazo los puse para un hombre que es Sasuke.

 

Disfruten el capi.

CAPITULO IX

PRECIO DEL REGALO PERFECTO

La felicidad no tiene un precio económico, pero si requiere un gran esfuerzo humano.

 

La felicidad es algo que no se puede comprar sin importan la cantidad de dinero que se tenga en tu billetera, es algo que simplemente no tiene precio económico, pero llegar alcanzarlo se requiere mucho esfuerzo, amor, cooperación en pareja,  pero ante todo se requiere tener muchísima paciencia.

 

Para el mundo sería algo ridículo considerar a la paciencia como un factor importante dentro del camino a la felicidad, pero para Naruto se volvió algo indispensable durante el tiempo que duro el embarazo de Sasuke, ya que tener un esposo como él era algo difícil, y tenerle embarazado se catalogaba como una misión imposible, la misma que Naruto nombró TBEE (Teme Bipolar en Etapa de Embarazo).

 

Durante estos largos meses Naruto se probó a si mismo que sin importar las adversidades, dificultades, problemas, caprichos, malas noches, celos y las etapas de abstinencia, que Sasuke le hizo pasar, su amor y PACIENCIA eran tan grandes que salió vivo de esta gran misión. 

 

Ahora Naruto un gran hombre de familia, padre de una hermosa bebé, volvía a vivir sus días llenos de tranquilidad que estaba acostumbrado antes del embarazo, o al menos eso pensaba el rubio.

 

─ ¡Naruto despierta! —Se escuchó el grito de Tsunade dentro del despacho del médico rubio.

─ ¡EH! —Se levanta sobresaltado– ¡Ya voy Miko-chan! —Dice aun medio dormido– ¿Eh? ¿Tsunade-sama? —Queda mirando a su colega.

─ ¿Se puede saber que tanto te pasa? Es la tercera vez en esta semana que te encuentro dormido en horas de trabajo. —Dijo muy seriamente.

─ Perdóneme Tsunade-sama es solo que Miko-chan no me deja dormir. —Suspira cansado.

─ Es normal apenas tiene dos semanas de nacida. —Sonríe a recordar a la menor.

─ Además. —Un aura depresiva lo rodea– Solo conmigo llora, llega Sasuke y se calma, y él se enoja  porque supuestamente no cuido bien a nuestra hija y lo obligo a levantarse. —Suspira pesadamente.

─ ¿Acaso se estará levantando? —Pregunta seriamente la doctora– Naruto por favor, Sasuke debe estar en cama mínimo una semana más no sea que se abra la herida.

─ Lo sé, pero se termina levantando al ver que Miko-chan no deja de llorar conmigo, es igual que el padre de caprichosa. —Un aura depresiva lo rodea– Me quiero morir. —Dice en susurro con su rostro pegado a la mesa.

─ Deja de decir tonterías, que todos sus esfuerzos valen la pena. —Palmea el hombro del rubio.

─ Si claro. —La mira de reojo.

─ Anda a casa y descansa por hoy, regresa mañana recuperado.

 

Naruto observo como Tsunade abandonaba su consultorio, dando un fuerte suspiro observaba la foto donde estaba solo Sasuke y él.

 

─ Antes era más fácil. —Susurra– Sí que ha sido duro tener un hijo. —Cierra los ojos y sonríe– Pero Tsunade tiene razón, ella vale todo lo que pase.

 

Esos meses que pasó Naruto era para persona con verdadero carácter dispuesta a soportar todo por amor y un claro ejemplo fue Naruto.

 

 

Hace nueve meses atrás

Naruto como conocedor de la medicina sabía perfectamente que los antojos era algo normal en las mujeres embarazadas, pero imaginarse que su querido y amargado esposo tuviera alguno era algo de asombrarse y no creer.

 

Además Naruto se pregunta a si mismo… ¿A quién se le ocurriría comer torta de chocolate a media noche y luego de una larga sesión de sexo?

 

Solo al adorado esposo de Naruto…

 

El primer antojo es considerado como algo significativo en las parejas, y Naruto como buen esposo no duda en ir a cumplir aquel capricho de su esposo, pero…. ¿Dónde encontrar una torta de chocolate a altas horas de la noche?

 

Después de tres largas horas de búsquedas por toda la ciudad, Naruto había encontrado frente al aeropuerto una pastelería de atención 24 horas, la misma que tenía la última torta de chocolate, emocionado regreso a su hogar con el gran logro entre sus manos.

 

Al ingresar a su hogar, Naruto imagino encontrar a su amado esposo aun despierto esperándolo con los brazos abiertos de la emoción al verle traído su preciada torta. 

 

Error…

 

El pobre Naruto se llevó una gran decepción al encontrar las luces completamente apagadas como clara señal que Sasuke estaría dormido en vez de esperarlo como había imaginado, al entrar a la casa dejo la torta en la cocina, para luego encaminarse a su habitación donde efectivamente encontró a su esposo profundamente dormido ignorando su ausencia, el rubio soltó un suspiro para luego acercarse a él. 

 

─ Sasu. —Susurró al oído de su esposo– Teme despierta.

─ Mmm. —Abre lentamente sus ojos, los mismo que miran somnoliento al rubio.

 

Naruto sonrió tiernamente al notar la inocencia que emanaba Sasuke recién levantado, en su interior le hacía ver a su esposo un poco más tierno, eso era un secreto que él se llevaría a la tumba, si no deseaba que lo esposo lo envié antes a ella por pensar esas cosas de él.

 

─ ¿Dobe? —Lo mira algo confundido– ¿Dónde estabas?

 

Los ojos de Naruto se abrieron bruscamente por aquella pregunta, y su mente gritaba maldiciones contra el Teme desconsiderado que era su esposo.

 

─ Teme, fui por tu torta de chocolate. —Responde conteniendo su enojo por la pregunta fuera de lugar dicha anteriormente.

─ Ya veo. —Dice aún medio dormido.

─ ¿Quieres comerla? —Pregunta el rubio tranquilamente.

─ No, tengo sueño. —Se gira Sasuke dispuesto a volver a dormir.

─ Teme. —Murmuro enojado el rubio.

 

Naruto enojado por el desprecio hecho por su esposo, se acostó a dormir dándole la espalda al mismo, aun no podía comprender como él lo mandaba a buscar una torta por la ciudad y al final no se la comía.

 

─ Grr…Teme baka.

 

Murmuro por última vez Naruto antes de caer en los brazos de Morfeo, un momento más tarde la oscuridad de la noche se vio reemplazada por la luz del sol, sol que iluminaba completamente el rostro del rubio, al olvidarse la noche anterior ver cerrado las cortinas de su habitación, enojado, cansado y sin más opciones Naruto se levantó maldiciendo hasta al pobre pajarito que cantaba en esos momento fuera de su ventana, pero entre su enojo noto que un pequeño detalle faltaba a su lado.  

 

 

─ ¿Teme?

 

Se preguntó a si mismo al notar la ausencia de su esposo a su lado, sin dudar dos veces Naruto dejó su cama aun portando la ropa del día anterior, dispuesto a buscar a su esposo, él mismo que se preocupaba debido a su estado.

 

─ Sasuke. —Lo llamó Naruto al instante que llegaba a la planta baja de su casa– Sasuke ¿Dónde estás? —Preguntó más preocupado al no recibir contestación.

 

Po…aca…obe…

 

─ ¡Sasuke! —Se sorprendió Naruto al escuchar la voz de su esposo entrecortada, la misma que hizo que entre corriendo a la cocina de donde provenía– ¡Sasuke!

 

Los ojos de Naruto se abrieron llenos de sorpresa al encontrar a su amado esposo sentado en el comedor, frente a él la torta que le había traído, sus mejillas manchadas de crema chantilly y comiendo la misma muy gustoso.

 

─ ¡Hola Dobe! —Lo saluda muy eufórico, cosa que hizo retroceder asustado al pobre rubio– Esta delicioso, ¡gracias!

 

Aquellas palabras alegraron el corazón de Naruto, ya que sintió que sus esfuerzos no habían sido en vano, con la misma sonrisa se acercó donde Sasuke y tomando una toalla de cocina para limpiarle las mejillas.

 

─ Buenos días Sasu. —Sonríe– Mira cómo te has hecho. —Limpia sus mejillas como si fuera un niño.

─ No importa luego me baño, dobe me preparas un té.

─ Claro, enseguida.

 

 

Sin dudarlo dos veces Naruto complació a su esposo, una vez que Sasuke termino su torta, tomo una ducha, se cambió la ropa, una estuvo completamente listo, la pareja se dirigió al hospital donde Sakura los recibiría.

 

─ ¿Sakura estará libre ahora? —Pregunta Sasuke mientras camina junto a su esposo por los pasillos del hospital.

─ Si, la llame antes de salir y dijo que te esperaría. —Mira a su esposo de reojo mientras toma de su mano– Estoy muy feliz.

─ Yo también.

 

─ ¡Doctor! —Grita una enfermera de la nada.

 

─ ¿Eh? ¿Lili-chan? ¿Qué ocurre? —Naruto se acerca la enfermera.

─ Naruto-sama buenos días. —Dice algo agotada– Hiro-chan se puso mal. —Dice preocupada.

─ ¿Qué? —Se asombra al escuchar la noticia– Llama al doctor Miyari que lo atienda, él conoce el caso de Hiro-chan.

─ Hai. —La enfermera se va rápidamente en busca del médico.

 

─ Naru… —El nombrado se gira al escuchar su nombre.

─ Va… —Se gira completamente– ¡Sasuke! —Se asusta al notar como su esposo iba cayendo lentamente.

─ Naruto. —Susurro al sentirse sujetado en brazos de su esposo.

─ ¿Cómo te sientes? ¿Quieres sentarte? —Pregunta muy preocupado.

─ No. —Niega levemente con la cabeza– Solo fue un mareo.

─ ¿Estás seguro? —Vuelve a preguntar con la clara preocupación marcada en su rostro.

─ Si. —Se aleja de los brazos del rubio– Vamos con la doctora que nos espera.

 

Inseguro y aun preocupado por su salud a Naruto no le quedo más que seguir avanzando hasta el consultorio de la médica que los esperaba con una sonrisa remarcada en sus labios.

 

─ Naruto, Sasuke, sean bienvenido. —Dijo la pelirrosa cuando vio a la pareja llegar.

─ Buenos días Sakura-san. —Saludo Sasuke muy tranquilo.

─ Hola Sakura-chan

─ ¿Pasa algo Naruto? —Al notar la mirada preocupada del rubio, el mismo que suspiro ante la pregunta– Pasemos para que me cuenten que ha ocurrido.

─ Claro.

 

Al ingresar al consultorio Sakura se sentó frente a ello, mientras Naruto toma la palabra explicando lo ocurrido hace unos minutos con una clara preocupación remarcada en sus palabras.

 

─ ¿Eso acaso no es normal? —Pregunta Sasuke una vez que Naruto termina.

─ Naruto, sé que ver  a Sasuke en ese estado te preocupa, pero tú como médico sabes perfectamente  que los mareos son completamente normales. —Explica Sakura.

─ Lo sé. —Suspira Naruto– Pero me preocupa que reciba un mal golpe a causa de los mareos.

─ Naruto. —Sasuke lo toma de a mano– Estaré bien.

─ No te angusties, para ello enviare unas vitaminas que van ayudar a controlar un poco sus mareos.

─ Y las náuseas. —Intervine Sasuke– Hay comidas que no puedo ni ver, aunque en los dulces no tengo problema. —Sonríe divertido.

─ Los primeros tres meses, los mareos, las náuseas, siempre se presentan con frecuencia, lo más seguro que esto te va tener de mal humor y un poco bipolar. —Le explica Sakura mirando a la pareja– Por eso deben tener mucha paciencia.

 

Sakura miraba divertida las expresiones que hacia Naruto con cada recomendación, ya que solo imaginar que el carácter de su esposo se ponga cambiante le asustaba, ya por si era un amargado, ¿Cómo sería ahora?

 

─ ¿Bipolar? —Susurra preocupado Naruto.

─ Si, es normal en los embarazos y por una extraña razón en los donceles esto se da con mayor fuerza. —Se ríe levemente ante la mirada de Naruto.

─ ¿Qué significa? —Pregunta Sasuke.

─ Ahora estas tranquilo, pero de la nada se te da antojo de algo, si Naruto te dice que luego de va a comprar, te puedes enojar o ponerte triste solo por una contestación no esperada.

─ ¿Qué? Yo no haría tan cosa. —Asegura seriamente Sasuke– Como se le ocurre que me voy a comportar como una nena llorona.

─ Si claro. —Susurra Naruto.

─ Sasuke ahora vendrás mes a mes para ver cómo va la evolución del bebé, en unas semanas más podremos ver su sexo, aliméntate bien, duerme las horas completas y mucha suerte para estos meses que falta. —Sonríe a la pareja.

 

En esos momento el corazón de Naruto se llenó de júbilo al escuchar las palabras de Sakura, todo se veía tan lindo y fácil de hacer, pero las palabras no son igual a la realidad.

 

Sasuke había entrado al Segundo mes los mareos continuaban cosa que no solo preocupaba a Naruto sino también a Ino quien ya sabía que sería tía, ante este título ella se encargaba de cuidar a Sasuke en la oficina, pero los mareos le preocupaban ya que por dos ocasiones lo había salvado de caerse, y cosa que la llevaba a pedirle a su amigo que deje por su bien el trabajo. Aquella petición siempre colmaba la paciencia del moreno teniendo horas de mal humor o deprimido que daban como resultado que sus extraños antojos se hagan presente.

 

─ ¡Teme ya llegue! —Grita Naruto desde la puerta.

─ Hola Naru. —Saluda muy feliz su esposo– ¿Trajiste? —Pregunta inocentemente.

─ Si. —Le extiende un cartón de pizza–  Me fue difícil conseguir una pizza de queso y extra tomate.

 

─ Gracias Naru. —Le da un beso mientras sale corriendo rumbo a la cocina con su pizza en mano.

─ Este Teme. —Suspira siguiendo a su esposo.

 

Sasuke estaba sentado muy feliz mirando su pizza con un hilito de saliva saliendo de la comisura de sus labios, cuando de repente salió corriendo.

 

─ ¡Sasuke! —Naruto lo sigue preocupado encontrándolo de cabeza en el retrete– Teme. —Lo abraza levemente, mientras este queda recostado en el pecho de su esposo.

─ No es justo. —Susurra deprimido Sasuke– Quiero comer tomate.

 

Desde hace unas semanas Sasuke no podía ver ni probar tomates no sin antes terminar vomitando lo poco que tenía en su estómago, esto lo frustraba, ya que la mayoría de sus antojos contenían tomate.

 

Los mareos, las náuseas, los antojos y los cambios de humor de Sasuke se volvieron pan de cada día para Naruto.

 

Para el Tercer Mes los malestares iban en aumento no había día que los mareos o las náuseas tengan de mal humor a Sasuke, Sakura le había indicado que en unas semanas más los malestares se iban a volver nulos y que soporte, ante estos problemas Naruto insistía ante su esposo que abandone el trabajo provocando como resultado batallas campales que terminaban en lágrimas de parte del moreno muchas veces.

 

─ Me voy. —Anuncio Sasuke antes de salir de casa.

─ Sasuke. —Le llamó Naruto antes de salir.

─ ¿Qué pasa Dobe? —Lo mira de reojo.

─ Por favor recapacita sobre lo que hemos hablado, no está bien que te estreses. —Le pedía calmadamente el rubio.

─ Otra vez con lo mismo. —Dice seriamente Sasuke– Ya te lo dije anoche NO voy a dejar mi trabajo, adiós. —Salió  cerrando fuertemente la puerta  detrás de él.

─ Sasuke. —El rubio mira preocupado la puerta donde salió su esposo.

 

RING —El celular de Naruto.

 

─ Hola Ino. —Escucha– Si acaba de salir, no lo logre. —Dice tristemente– Intenta convencerlo me preocupa.

 

En la corporación Uchiha.

 

─ Acaso crees que no intento. —Suspira la rubia– Ayer que hablamos me dijo que si seguía insistiendo me iba echar. —Masajea sus sienes al recordar la advertencia del moreno– Al parecer ya llegó. —Mira el ascensor abrirse– ¡Sasuke!

 

Ino dejo el teléfono de lado para correr auxiliar a Sasuke quien saliendo del ascensor tuvo un fuerte mareo que lo llevo al piso.

 

En la casa de la pareja Naruto estaba shokeado por el repentino grito de Ino.

 

─ ¡¿Ino que paso?! —Gritaba desesperado al no tener respuesta– Kuso. —Corto la llamada tomando una chaqueta y saliendo rápidamente de casa.

 

Ante este suceso que llego a oídos a Fugaku, ese mismo día él volvió a tomar la presidencia de  la empresa enviando a Sasuke a casa para que repose, cosa que no le gusto para nada a su hijo menor.

 

En el tiempo que Sasuke paso en casa a Naruto le toco llenar su refrigerador de dulces y demás golosinas para que su amado esposo pase entretenido.

 

Entrando el Cuarto Mes, Sasuke recibió la noticia que sus malestares iban a disminuir, algo que lo alegro mucho, pero se le advirtió de nuevos malestares como: problemas con la respiración, cansancio y sangrados de la nariz, Sakura habló claramente con Naruto para que esté preparado.

 

Una noche mientras la pareja se estaba preparando para dormir, Naruto esperaba a Sasuke había ido al baño a lavarse los dientes.

 

─ ¡Naruto! —Sasuke gritó de la nada desde el baño.

─ ¡Sasuke! —El rubio sin dudarlo entro al baño– ¿Sasu?

 

Sasuke se encontraba con sus manos tapando su nariz de donde salía sangre, mientras gruesas lágrimas bajaban de sus ojos y respiraba entrecortado.

 

─ Amor. —Naruto se acerca para ayudarle– Shh tranquilo.

─ Naru… ¿Qué tengo?  —Pregunta asustado aun llorando.

─ Es uno de los síntomas que dijo Sakura, es normal. —Dice mientras limpia la sangre de su nariz– Tú flujo sanguíneo ha aumento por eso  el sangrado en la nariz. —Explica.

─ ¿Moriré? —Vuelve a pregunta con sus ojos cristalizados.

─ Claro que no mi vida. —Le besa la frente delicadamente– Vamos acostarnos. —Lo carga estilo princesa– Tranquilo no llores.

 

Naruto lo tenía acostado entre sus brazos mientras acariciaba con cariño sus mechones negros, consolándolo al tener a su esposo en ese estado recordó lo dicho por Sakura.

 

 

En el cuarto mes en adelante se vuelve más susceptible, llora y se deprimen  por cualquier cosa, debes tener cuidado que no caiga en depresión.

 

 

─Naru.

─ Si amor. —Mira directamente a sus ojitos negros.

─ ¿Me amas? —Pregunta afligido.

─ Más que a mi vida. —Lo abraza protectoramente.

 

Esa pregunta se había vuelto típica de parte de Sasuke, no había día que no le preguntara aquello, el embarazo lo tenía sensible y eso lo volvía inseguro de todo, el cuarto mes pasaba entre lágrimas y pucheros de parte del moreno, algo que mantenía a Naruto con los nervios de punta.

 

A una semana de iniciar el quinto mes Naruto había tenido que salir temprano a causa de un seminario en otra ciudad, ese día Sasuke no quería permanecer solo en casa y decisión salir, pero un detalle lo retenía aun en  casa.

 

─ ¡Tampoco me queda! —Grita frustrado.

 

Sasuke estaba parado frente al armario, toda su ropa estaba regada en piso, desde que había decidido salir se mantenía probándose ropa tras ropa sin encontrar una que le entrara, y eso le frustraba de sobre manera, le ver vestido esas últimas semanas solo yukatas no le habían dado la oportunidad de percatarse de un hecho.

 

Estaba gordo.

 

Toda su vida había cuidado su figura, era el chico guapo, inteligente, y con el cuerpo de infarto, ahora ver engordado lo tenía muy mal.

 

─ Estoy gordo. —Murmuro mientras se dejaba caer de rodillas– Naruto no me va querer.

 

La mayor parte de las embarazadas sufren de depresión post parto, en donde el hecho de perder su figura las llena de inseguridades y las hace caer en depresión, el caso de los donceles, quienes siempre se han considerado en tener un cuerpo delicado y fino, el embarazo los hace más propensos en caer en una depresión.

 

Dos semanas habían pasado desde el lamentable descubrimiento de parte de Sasuke, desde ese momento se negó a si mismo consentirse con respecto a sus antojos, los que siempre contenían demasiadas calorías, Naruto por su parte no entendía porque su esposo ya no comía los pasteles que le compraba, había observado que por más que deseaba ir a comerlos terminaba regresándose y sin probarlos, viendo ese detalle prefirió comentarle a Sakura.

 

─ Sakura, buenas tardes. —El rubio entra al consultorio del a doctora.

─ Hola Naruto, ¿En qué puedo ayudarte? —Le mira con una sonrisa desde su escritorio.

─ Es sobre Sasuke. —Se sienta frente a ella– En estas dos últimas semanas he notado que ha dejado a un lado sus antojos, pero lo veo más que lo hace forzado.

─ ¿Por qué crees que es forzado? —Pregunta seriamente.

─ En estos meses Sasuke se ha vuelto amante a los pasteles, dulces y golosinas por eso  le tengo en casa todo para cuando tenga antojos, desde hace dos semana he notado que quiere comer pero al mismo tiempo se aleja de la comida, me preocupa que se niegue a comer.

─ Naruto, Sasuke no te ha comentado nada sobre su físico. —Dice pensativa.

─ ¿Su físico? —Piensa un momento– No, pero si me pregunta todos los días se lo amo.

─   Trae a Sasuke, le voy a dar una consulta con la psicóloga Kurenai. —Indica muy seria.

─ ¿Psicóloga? ¿Para que? —Pregunta sin entender.

─ Algo me dice que Sasuke se siente gordo y está evitando las calorías, esto siempre es común en los embarazos, mucho más en los donceles. —Explica muy seria.

─ ¿Eso quiere decir….? 

─ Sasuke se ha puesto a dieta. —Completa interrumpiendo a Naruto.

─ ¡Que!! ¡Este teme me va escuchar! —Sale del consultorio furioso.

─ ¡Naruto espera no vas a cometer….una tontería. —Sakura miraba con preocupación donde se había perdido Naruto.

 

Mientras tanto en casa Sasuke se encontraba mirando televisión supuestamente, ya que su mente solo anhelaba que abra las puertas de la refrigerado y devore todos los pasteles que había dentro.

 

─ Maldito Dobe, como se le ocurre traer todo eso aquí. —Dice afligido– ¿Acaso no se da cuenta que estoy gordo?

 

Los minutos pasaban y cada vez se le hacía más difícil a Sasuke soportar las ganas de comer un solo pastelito, pero su conciencia no le permitía pecar y seguir engordando, pero su voluntad al final fue vencida por los deseos, dejándose llevar por los antojos se dirigió a la refrigeradora y tomo un trozo de pastel de chocolate.

 

─ Te odio Dobe. —Murmuraba comiendo– Por tú culpa estoy gordo. —Una pequeña lágrima se escapó de sus ojos mientras no dejaba de comer.

 

 

Por su parte Naruto se encontraba muy enojado por la actitud tomada por su esposo respecto a su físico, este no podía entender como que su marido era tan Teme como para caer en la locura de hacer dieta en pleno embarazo, con ese mismo enojo y sin medirse a pensar en la sensibilidad de Sasuke entro a su casa.

 

─ ¡¿Sasuke?! ¿Dónde estás? —Se escuchó un grito desde la entrada de la casa.

─ Aquí. —Respondió  Sasuke.

 

Al escuchar la respuesta se encamino rápidamente hace la cocina donde encontró a su esposo mirando fijamente el trozo de pastel que tenía frente a él, pero lo que Naruto no había notado es que el moreno estaba llorando silenciosamente por el miedo de comerlo o no.

 

─ Sasuke. —Se acerca hasta quedar frente a él pero parado– Tenemos que hablar.

─ Sobre qué. —Dijo susurrando.

─ ¿Por qué no has comido todo lo que he traído? —Pregunta señalando la refrigeradora.

─ Yo… —Baja la mirada apretando sus puño.

─ Responde Sasuke. —Exige muy serio.

─ Yo… —Sasuke se mantenía cabizbajo, con sus manos hecha puño y sus lágrimas saliendo de sus ojos, todo ignorado por Naruto.

 ─ Sa…

─ ¡TE ODIO! —Grita interrumpiendo al rubio– ¡Te odio! ¡Eres cruel conmigo! —Vuelve a grita antes de salir corriendo a su habitación.

 

Los gritos de Sasuke maldiciendo a Naruto se escuchaban por toda la casa, el rubio por su parte se había sentado en el comedor masajeando sus sienes.

 

─ Paciencia, Dios dame paciencia. —Murmuraba a Naruto a sí mismo.

 

Dos horas habían transcurrido desde lo ocurrido y Sasuke aún se mantenía encerrado en su habitación, Naruto por su parte conociéndolo había decidió hacer la cena e ignorar los berrinches de su esposo, pero al notar la hora le había preocupado que aún no saliera.

 

─ Mejor voy por el Teme para comer. —Dice para sí mismo Naruto mientras acomodaba la mesa.

─ ¡NARUTO!!!

 

Un fuerte grito lleno de dolor y desespero de parte de Sasuke retumbo en toda la casa poniendo los nervios de punta de parte de Naruto, quien no dudo en subir corriendo rumbo a su habitación.

 

─ ¡¿Sasuke?!

 

Naruto corrió rápidamente para tomar entre sus brazos a su esposo que yacía inconsciente en su habitación, al instante que lo alzo tomando su cuerpo noto como un pequeño charco de sangre estaba debajo de él, aquella sangre helo sus sentidos y el temor nació en su corazón.

 

¿Acaso perdería su futura familia?

 

CONTINUARA….

Notas finales:

Espero que les haya gustado.

Aclaro: 

-Los primeros meses con sus malestares los puse de esa forma ya que esos malestares cambian segun la personas, tengo una amiga embaraza los achaques tiene el esposo xD

-El sangrado fue algo nuevo para mi, lo ley en el link que se da, lo tome por lo exagerado y el drama (xD)

-La pregunta del millon ¿Porque Sasuke se da cuenta que engordo al cuarto mes? Segun mis averiguaciones la ropa deja de darte desde el tercer mes, a mi amiga ya primer mes y la ropa no le da, eso varia, al momento que Sasuke deja la empresa el usa solo Yukatas, eso lo tome por un consejo que recibio mi amiga, que no es bueno usar pantalon en el embarazo ._. no se porque  ya que no soy madre.

-El drama de estar gordo, algunas mujeres lo pasan cuando ellas han sido tipo modelo en su vida engordar es un pecado, en el caso de todas las mujeres sabemos que al embarazarnos nos vamos engordar en el caso de Sasuke recien supo que es doncel no es psicologicamente preparado para todos los cambios radicales que trae un embarazado, se ve algo loco la dieta, pero en nuestra sociedad hay mujeres que estando en cinta se fajan.

Resueltas algunas dudas sigo escribiento la conti.

He subido 10 de las 13 paginas que llevo.

Si les gusto regalenme un comentario para que mueva la mano. OwO

Att. Pachi-sensei 

PD: Hare lo posible por no demorar.


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