Sunnie bajó del auto de sus abuelos sumamente emocionado, sus hyung nunca lo dejaban ir solo al parque, pero estando en el pasado, podía jugar solito como le gustaba, así que corrió hacia la caja de arena.
Cuando se aburrió de construir castillos y pasteles de lodo, fue a los columpios donde su abuelo, lo ayudó a subir y comenzó a darle vuelo, haciéndolo reír contento.
Casi dos horas y un par de raspones después KiSung volvía a su casa, con un enorme cono de helado de vainilla y fresa entre sus manitas, saboreándolo con lentitud.
Cuando bajaron del auto, y tocaron el timbre la cara de JongWoon al ver a Sunnie con un par de pequeños raspones en sus rodillas, fue épica.
-¿Q-Qué le pasó?-preguntó ignorando el hecho de que estaba lleno de helado, cargándolo para ver de cerca las pequeñas e insignificantes heridas.
-Me caí-dijo como si nada- pedo Halmonie besó dodilla y tadan, no dele-le dijo dándole un besito a su Appa en la mejilla- ¿Omma?-preguntó.
-Dormido bebé-le dijo, despidiéndose de su padre, entrando a la casa, yendo directo al baño.
-No quedo-dijo haciendo un puchero.
-Tienes que bañarte Sunnie.
-No tengo-objetó- Appa y Omma si, Sunnie no.
Yesung soltó una leve risa mientras negaba con la cabeza.
-No, pequeño, debes bañarte, no quiero que se te infecten las rodillitas... -Le hizo saber mientras le dejaba un pequeño beso sobre la frente, abrió la llave para dejar que el agua cayera dentro de la tina y comenzar a sacarle la ropita al pequeño para meterlo dentro de ella.
-Appa... ¿Omma va a seguid enfadado cod sus appas? -Cuestionó el bebé a medida que jugaba con el agua. Yesung pestañeó un par de veces.
-¿Como lo sabes?
-Appa... en casa... yo no conosdco a los appas de Omma...-Habló el pequeño mientras jugaba con el agua.- appa el día de su cumple...tiste de noche-Contó el pequeño mientras veía como el rostro de Yesung se volvía algo triste igual que el del pequeño.
-Tus abuelitos hicieron algo que hizo llorar a Omma... por eso, él se pone triste... -Le hizo saber mientras acariciaba los cabellos del bebé.
KiBum llevaba varios minutos despierto, escuchaba la conversación de su bebé con su marido, el baño hacia el eco suficiente para escuchar la vocecita del bebé, KiBum enredó los dedos en su camiseta y suspiró... ¿Qué era lo más correcto? ¿Qué sería lo más sensato hacer? ¿Para qué guardar más rencor? Era mejor seguir con su vida estando cerca de sus padres que lejos.
Se sentó en la cama y tomó el teléfono que estaba sobre la mesita de noche, miró el teclado del mismo y discó el número lo más lento que pudo, con las manos temblorosas.
-¿Yeoboseyo?-La voz de su madre sonó del otro lado del tubo, mordió su labio inferior titubeando varias veces.
-Omma...-Habló el muchacho en un susurro mientras miraba sus piernas.
-¿Hijo? -La voz de la mujer se escuchó ansiosa, KiBum asintió como si su madre pudiera verlo. -¿KiBum? -Llamó la mujer ante el silencio de su hijo.
-Lo siento...-Murmuró el morocho en un susurro bajo con la voz algo rota.- Omma, perdóname... por ser tan necio...
-Oh bebé... es nuestra culpa, no tuya, mi niño...-KiBum soltó una risa ahogada por el llanto.
-¿Puedes.... puedes venir a verme... ahora...?-Cuestionó el muchacho luego de serenarse un poco.
-Estaremos allá en unos minutos, mi niño, te amo...-Concluyó la mujer.
-Yo también, Omma...-Susurró antes de colgar, giró su rostro observando a JongWoon quien lo observaba desde el marco de la puerta con el pequeño en brazos, que sonreía de forma infantil. -¿Crees que hice lo correcto?
-Totalmente seguro...-Le hizo saber sonriéndole.
Sunnie se removió entre los brazos de JongWoon, obligándolo a bajarlo, para verlo salir corriendo desnudo hacia fuera de la habitación.
-KIM KISUNG-gritó JongWoon corriendo tras en pequeño exhibicionista, atrapándolo cuando estaba por subir las escaleras-¿Qué pensabas hacer?
-Ponedme pijama-dijo con lógica contundente, sin comprender el porqué del grito de su padre- Omma siempe dice “Pijama después de baño”-dijo tratando de imitar la voz de KiBum haciendo reír a su padre.
JongWoon subió las escaleras, entrando en la habitación donde estaban las cosas de Sunnie, colocándole un linda pijama de tortuguita, que lo hizo sonreír enternecido, su pequeño tenia los cabellos alborotados, sus mejillas sonrojaditas y sus ojitos se cerraban.
-Tienes sueño-le aseguró tomándolo en brazos-¿quieres darle las buenas noches a Omma?-le preguntó cuando el pequeño comenzaba a acomodarse entre sus brazos, viéndolo asentir lentamente.
Bajaron las escaleras, abrió la puerta del cuarto donde estaba KiBum sonriéndoles, se acercó hasta la cama inclinándose levemente, para que Sunnie le diera a su Omma el beso de buenas noches acomodándose de nuevo entre sus brazos.
-¿Podría dormir aquí?-preguntó KiBum acariciándole los cabellos al bebé.
-Recuerda que vendrán tus padres-le recordó- lo mejor para él, seria dormir en su propia cama.
KiBum asintió un poco remitente a alejarse de KiSung, pero su marido tenía razón.
El timbre sonó, KiBum no lo pensó dos veces, se paró despacio para sentarse en la silla de ruedas a su lado, tomando la manta para tirar de ella y colocarla sobre sus piernas, hacía frío y si debía abrir la puerta, no dejaría que sus padres se marcharan, movió rápidamente hasta la puerta.
-¡Ya voy! -Habló lo suficientemente alto para que los que estaban afuera lo escucharan pero que KiSung no despertara, abrió la puerta, encontrándose con su madre delante de él, y su padre a su lado. Los observó desde abajo, como cuando era niño, debido a que se encontraba sentado en aquella silla.
-Hijo... -La voz de la mujer sonó casi como un lamento, la mujer se hecho al suelo al ver el estado de su hijo, y es que KiBum a pesar de que estaba mejor, estaba pálido, con ojeras bajo los ojos y a pesar de que su vientre comenzaba a hacerse notar, sus brazos estaban más delgados.
La mujer avanzó hasta quedar delante de su hijo, llevó sus manos hasta las mejillas redondas de KiBum, quien cerró los ojos ante el contacto de las manos de su madre.
-Mi bebé... -Susurró la mujer mientras acariciaba sus mejillas.
-Estoy bien...-Le hizo saber mientras abría despacio los ojos.- Entren... -Permitió, trasladando la silla de lugar, al momento que Yesung llegaba al encuentro con KiSung en brazos, que parecía receloso de querer dormir.
-Buenas noches... -Habló de forma cortante, Yesung, mientras caminaba hasta dejar al pequeño sobre el sillón, quien frotó su ojo tiernamente.
-¿No ibas a dormir? -Habló KiBum levantando una ceja, Yesung suspiró.
-Es terco, como tú, apenas le he dejado en la cama dijo que quería estar contigo...
KiBum soltó una leve risa antes de inflar los mofletes, si él era terco, pero no para que se lo echaran así en la cara.
-Ese pequeño... -La voz de su madre le hizo voltearse, viendo como esta se iba directamente al pequeño.
-Oh... -balbuceó el bebé ladeando al cabeza al ver a la mujer frente a él.- la señoda ded doctod... -Habló fregándose el ojo mientras observaba a la mujer, curioso.
-¿Quién es el pequeño?-preguntó el padre de KiBum mirando curioso a Sunnie que los veía intensamente, como evaluándolos.
-Nuestro hijo-dijeron los jóvenes, volteándose a ver, para después tomarse de las manos.
-¿Otro?-preguntó la señora Kim perpleja- estaba segura que este era tu primer embarazo-murmuró desorientada.
-Omma espedando a Hunnie hyung-dijo Sunnie.
-¿Hunnie?-preguntó el señor Kim sin comprender qué demonios estaba pasando ahí.
-El es Kim KiSung viene del futuro y es nuestro hijo-dijo JongWoon con seriedad.
-¿Appas de Omma?-preguntó curioso.
Vio a ambos señores asentir ante sus palabras, notando que su Omma se parecía a la mujer que lo veía sonriente.
La mujer se acercó hasta el encontrando un gran parecido con su niño cuando era bebé, pero también podía ver a JongWoon en él.
-Eres muy lindo-le dijo.
-Gacias-dijo sonrojándose poquito sonriéndole.
-¿Cuántos años tienes? -Cuestionó la mujer, viendo como el pequeño sonrojadito levantaba sus tres deditos indicando su edad.- Eres muy pequeño... -Susurró la mujer.- Y toda una ternura...
Las mejillas de KiSung eran como dos manzanitas rojas, llevó las manos hasta su rostro para cubrir sus mejillas.
Yesung y KiBum soltaron una risa baja ante las acciones de su bebé, que también comenzaba a ganarse a sus abuelos ''maternos''
Casi a las once de la noche, el bebé bostezo bajito, de nuevo, frotó sus ojos y estiró sus brazos hacia su padre, sabiendo que su Omma no podía cargarlo, se acomodó entre los brazos de su appa y buscó con su tierna mirada la de su Omma.
-Omma...
-Dime bebé... -Respondió KiBum, quien estaba acostado en el sofá por indicaciones de su madre, mientras esta acariciaba su cabeza, el pequeño se bajó luego de eso, caminó despacito y le besó la mejilla rechoncha para luego bajar hasta su pancita.
-Dedmad bien... -Dijo el pequeño antes de que su padre lo cargara de nuevo para arrullarlo y hacer que se durmiera
-Se parece mucho a ti... -Susurró su padre, KiBum se sonrojo un poco, su padre no era de decir esas cosas.
-Appa… Omma-los llamó bajito, como temiendo romper la tranquilidad.
-¿Qué pasa cariño?-preguntó parando las caricias.
-Los quiero-dijo mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
-Y nosotros a ti hijo-dijo su padre, acariciándole un brazo- tienes que cuidarte, que nuestros nietos necesitan a su Omma fuerte.
Rió un poco ante el comentario de su padre asintiendo, cuando de pronto la luz se fue.
-¿Qué demonios?-preguntó el señor Kim.
El choque de algo de vidrio contra el suelo, alertó a todos, el ruido venia desde la habitación principal del segundo piso.
JongWoon dejó a Sunnie en su cama, pidiéndole que no se moviera de ahí bajó ningún motivo, y caminó hacia la habitación, abriendo la puerta, viendo la ventana rota y algo oscuro cerca de la cama, las luces volvieron y vio que era un ladrillo, se acercó a el tomándolo entre sus manos, viendo que tenía una nota.
Disfruten de su paz efímera, que la tormenta apenas va a comenzar
Cuando sus ojos leyeron aquella amenaza apretó su mandíbula furioso, nadie le pondría un dedo encima a su esposo y a sus hijos nunca mientras él viviera.
-¡APPA!-el grito del pequeño lo alertó corriendo hacia el cuarto encontrándolo hecho un mar de lágrimas.
-¿Qué pasa Sunnie?-preguntó cargándolo.
-Algo malo-murmuró sollozante, restregando su carita contra el pecho del mayor- Omma y Hunnie pedigo, caballo malo sepada.
-No dejare que eso pase bebé-le prometió intentando calmar su llanto.
-¡¿Que pasó?! -KiBum regresó en la silla de ruedas totalmente acelerado y agitado, escuchando el llanto del bebé, cuando llegó a su lado, seguido de su madre y padre.
-Omma... -Chilló el bebé, entre llanto, bajando de los brazos de su padre para abrazarle las piernas. Yesung mantenía la mirada fija en la ventana. Allí no estaban seguros.
-¿Que ha pasado? -Repitió KiBum acariciando los cabellos del bebé, no debía alterarse, empujó fuera todas las malas vibras.
-Alguien, ha roto la ventana... -Habló Yesung tratando de aparentar calma, se giró enseñando el ladrillo sin la nota que estaba firmemente apretada bajo su mano detrás de su espalda.
KiBum lo observó fijamente, no era tonto, sabía que el mayor le estaba ocultando algo.
Zhou Mi observaba la computadora mientras tomaba un poco de café. Trataba de encontrar algo que lo ayudara con el caso del secuestro de KiBum para encontrar a los culpables, tenían claro que había sido Siwon, pero este había escapado y había sido demasiado cuidadoso para dejar huellas o algo por el estilo, cuando la puerta del despacho se abrió. Dejando ver a un muchacho de pelo castaño revuelto, con una camisa más grande que él, que claramente no le pertenecía, desnudo de la cintura para abajo, frotándose el ojo.
-¿Qué haces despierto? -Cuestionó el menor mientras caminaba hasta quedar sentado justo en las piernas del mas grande, sintiendo como este le envolvía la cintura.
-Busco información...-Respondió colocando la barbilla en el hombro besando su mejilla.
-¿Aun no atrapas a ese sujeto? -Cuestionó bostezando un poco.
-No...
-Mañana iré a ver a ShinDong hyung ¿quieres que le pregunte algo?
-Hm… No, así está bien.
KyuHyun le dio un beso antes de pararse para volver a su cama. Cuando Zhou Mi volteó su vista a la computadora viendo algo que había estado ignorando, las cintas de video del edificio de enfrente.
De inmediato comenzó a buscar entre sus cosas, el número de un amigo suyo que podría ayudarlo con eso.
-Lo mejor sería que pasaran la noche en otro lugar-dijo la madre de KiBum, quien tenía a un dormido Sunnie entre sus brazos- la próxima vez podrían darle a KiSung.
-¿En otro lugar?-murmuró KiBum.
-Podrían quedarse con nosotros-ofreció el señor Kim y de inmediato KiBum volteó a ver a su esposo, que se veía completamente incomodo ante la idea, pero por el bien de su esposo y su hijo, haría todo.
-Alistare un par de cosas-dijo saliendo de la habitación.
-El nunca nos perdonara ¿cierto?-murmuró la señora Kim mirando a Sunnie dormir entre sus brazos.
-Omma-susurró KiBum, cuando JongWoon regresó a la habitación con una pequeña maleta, y tomó la de KiSung ayudando a KiBum a bajar las escaleras, subieron al auto y fueron a la casa de los padres del menor, acomodándose en la antigua habitación de KiBum-sigue igual-dijo viendo que todo seguía tal como lo había dejado antes de irse con JongWoon.
JongWoon acomodó a Sunnie entre las cobijas, este abrió sus ojitos viendo todo borroso a su alrededor.
-¿Appa?-preguntó mas dormido que despierto.
-Duerme bebé-le dijo acariciándole los cabellos.
-¿Y Omma?-preguntó cerrando los ojos.
-Acá nene-le dijo acariciándole las mejillas- duerme.
El pequeño simplemente se revolvió en la cama, girándose de lado cubriéndose hasta el hombro con las cobijas mientras cerraba los ojitos para quedarse completamente dormido.
-Amor... -La voz de KiBum distrajo a Yesung, quien levantó la cabeza parar mirarlo, se inclinó un poco tomando levemente sus labios entre los suyos.- ¿Y eso? -Cuestionó algo ruborizado, mientras sus dedos jugaban con la manta sobre sus piernas. Yesung solo le dedicó una sonrisa.
-¿Ahora no puedo besar a mi marido solo porque sí? -Cuestionó divertido, logrando que las mejillas de KiBum se pusieran más rojas, logrando que el mayor en la habitación soltara una risa leve.
-Uhmm... -Soltó un pequeño suspiro, levantó la mirada levantando su mano hasta una de las mejillas del mayor, besando los labios opuestos, KiBum muy rara vez tomaba la iniciativa de algo, no porque no quisiera, si no porqué le daba una vergüenza. A Yesung le fascinaba cuando su pequeño esposo tomaba la iniciativa sin duda.
-Hijo... -La voz de su padre sonó mientras este abría la puerta, KiBum se alejó de su marido totalmente colorado mientras Jongwoon desviaba la mirada. - siento interrumpir... –Habló el hombre trayendo consigo una bandeja con unos vasos con algo de refresco natural y algo de comer que su mujer le había dado para que llevara al cuarto de su hijo.
KiBum pegó un bote algo sorprendido cuando los brazos de su marido se deslizaron hasta su cintura y escondió el rostro en su cuello. Los ojos del menor le miraron incrédulo, pero lo entendió. Yesung no se sentía del todo cómodo con sus suegros, y asumió que era lo normal, considerando la situación que se había dado.
El señor Kim notó la tensión en el ambiente, así que pensó un par de segundos acerca de que hacer, cuando decidió que lo mejor, era volver a comenzar todo, suspiró y carraspeó un poco llamando la atención de los menores despiertos.
-Kim HaeHyuk- se presentó estirando su mano hacia JongWoon que lo miró unos segundos, remitente pero al final estiró su mano de vuelta.
-Kim JongWoon- dijo con voz dura, mostrando que el aun estaba molesto por lo que le habían hecho a su esposo.
Sunnie se removió entre las cobijas llevándose su dedo pulgar así su boquita, y murmuró bajito algo acerca de Hunnie.
-¿Cómo es que el pequeño llegó?-preguntó viendo al pequeño que le recordaba mucho a su hijo cuando era niño.
-Hace unos días-murmuró KiBum mirando a su bebé, sonriendo tenuemente.
La puerta se abrió dejando pasar a la madre de KiBum que les sonrió.
-Lo mejor sería que durmieran-les dijo, sin entrar- deben estar cansados.
JongWoon asintió, el padre de KiBum asintió dándole un beso a su hijo en la cabeza, una ligera venia a su yerno y salió de la habitación dejándolos solos.
-Amor-murmuró KiBum.
-Lo mejor es que durmamos-le dijo, sin querer hablar acerca de nada, ayudando al menor a acomodarse en la cama, para después acostarse él al otro lado, apagando la luz.