Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EL REGALO PERFECTO por pachi-sensei

[Reviews - 112]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

olaaa con todos, esta vez no demore tanto, la emoción de escribir me tenia ansiosa al punto de terminar el fics, este fics fue una idea que nació hace mucho y que con su apoyo me anime a realizar, me ha tocado investigar muchos sobre los embarazos y modificarlos para un Doncel, entre las ideas de estos capítulos finales, los tome de mi vida personal, xD bueno el conejillo de indias mi mamá, cuando estuvo embarazada de mi nací prematura (7 meses) y con mi hermano casi lo pierde a los cinco meses, por algo meto en problemas al pobre Sasuke.

Agradezco sus comentarios a todos.

Zanzamaru Bloody_Kat missaki09, Hina-chan, uchiha-phantomihemoonrose

 

A los poquitos que comentaron gracias, para este capi tome en cuenta el regalo que tenia inicialmente Sasuke y hacerlo realidad en el septimo mes.

Ahora pónganse cómodos, porque hoy les traigo una de las contis mas largas que he hecho *0* 16 hojas, mas 10 de la primera parte son 26 hojas del capi final.

A leer!!!!

CAPITULO IX

PRECIO DEL REGALO PERFECTO

La felicidad no tiene un precio económico, pero si requiere un gran esfuerzo humano.

 

Cuando el desespero y la angustia se apoderan de nuestro corazón al sentir como aquellos que amamos se van de nuestro lado, ese sentimiento no se puede borrar sin importar lo mucho que se luche.

 

El ser descubierto durmiendo en el trabajo es algo muy vergonzoso para un profesional, esto Naruto lo había sentido muy bien hace unos minutos con Tsunade, agradecía  a la rubia que sea consiente y le comprenda en lo está pasando en su vida en esos momento.

 

─ ¡No! ¡Mi esposa no! —De pronto escucho el lamento de un hombre mientras pasaba por los pasillos del hospital– ¡Nooo!

 

─ Pobre hombre. —Naruto lo miro con pesar– Gracias al cielo que no tuve que vivir lo mismo.

 

Naruto se alegraba de su suerte pero se lamentaba por aquel hombre, aunque Dios no le quito a su esposo el miedo nunca se iba a borrar de su corazón, la impotencia que siendo médico no seas capaz de cuidar de los tuyos en el momento que más te necesitan.

 

Cuatro meses atrás

 

La desesperación y el miedo invadían el corazón de Naruto mientras iba dentro de una ambulancia tomando firmemente la pálida mano de su esposo, al llegar al hospital la camilla inicio un largo camino hacia terapia intensiva, como médico conocía claramente ese camino, donde había recorrido con niños heridos o enfermos, pero esta la primera vez que se encontraba del otro lado, hoy no era el médico de siempre, hoy era el familiar que debía quedarse fuera de esa habitación y esperar que lleguen las noticias.

 

─ Sasu resiste. —Decía Naruto mientras soltaba su mano antes de entrar aquella habitación– Se fuerte, no me dejes. —Susurró con dolor.

 

El dolor de tener a quien amas al borde la muerte era algo que nadie podría comprender o mantener los mismos sentimientos, buscando la fortaleza de mantenerse de pie en momentos de crisis Naruto llamo a la familia de su esposo para comunicarle tan triste noticias, la voz desesperada de su suegro le indicaba que este nunca le iba a perdonar el hecho de no ver cuidado bien a Sasuke.

 

Una hora después de la llamada Fugaku había llegado y tras él, Itachi; los morenos observaban a Naruto quien aún no tenía noticias de Sasuke.

 

─ ¿Cuánto demoraran Naruto? —Se atrevió a preguntar Itachi.

─ No lo sé, todo depende de su estado. —Respondió secamente aun mirando aquella triste habitación.

 

Terapia intensiva era  conocida como la habitación del limbo, era un sitio en  donde se jugaba con la vida y la muerte como si fuera lo más simple del mundo,  dentro de ese lugar no se medía el ingenio de los médicos para salvar vidas,  si no la fuerza, la voluntad y los deseos de vivir del paciente, los pacientes eran los protagonistas principales de la Terapia intensiva, los médicos eran simplemente los intermediarios que facilitaban de su vida siga adelante, hoy dos vidas estaban en juego, la ruleta de la vida y la muerte giraba en torno al destino de Sasuke y su hijo.

 

La mañana había llegado, la familia Namikaze-Uchiha aún se mantenía de pie junto aquella habitación esperando noticias de Sasuke, la frustración y desesperación estaba invadiendo sus corazones, dejando salir aquello que sentían desde lo más profundo de su corazón.

 

─ Es tú culpa. —Soltó amargamente Fugaku mientras miraba fijamente a su yerno.

 

Fugaku no miraba nada ni nadie, su corazón había hablado, el dolor se había apoderado de sus sentidos, dejando liberar lo que sentía sobre aquel que veía como el único culpable del estado actual de su hijo.

 

─ ¿Qué? —Naruto lo miraba sin comprender– ¿A qué se refiere con eso?

─  Padre por favor. —Itachi intenta detener que su padre hable de más.

─ No Itachi, dejado que siga. —El rubio mira directamente a su suegro– ¿Qué me quiere decir Fugaku-sama? ¿Por qué cree que es mi culpa?

─ ¡Porque tú no sabes cuidarlo debidamente! —Alza la voz.

─ Padre por favor baja la voz. —Interviene nuevamente Itachi.

─ Cállate Itachi. —Gira su rostro mirando con rabia a su hijo– Acaso no te das cuenta que la vida de tu hermano corre peligro, y todo  por culpa de la irresponsabilidad de este tipo.

─ Yo… —Itachi baja la mirada recordando el estado de su  hermanito.

─ Se equivoca. —Lo encara Naruto mirándolo seriamente– Yo cuido muy bien de su hijo.

─ Se nota lo bien que lo cuidas. —Dice sarcásticamente el mayor– Al punto que terminar hospitaliza….

─ Haga el favor de callarse. —Lo mira enojado– Yo hago todo para cuidarlo y que su hijo no se cuide a sí mismo no es mi culpa.

─ ¡Qué clase de excusa es esa! —Vuelve a gritar– ¡No eres más que un….

 

─ Señores por favor, les recuerdo que estamos en un hospital.

 

Aquella voz hizo que los tres hombre detengan todo en su mente y procesen que aquella era la voz que tanto anhelaban escuchar desde el momento que Sasuke había ingresado aquella habitación.

 

─ ¿Eh? —Naruto voltea al escuchar aquella advertencia– ¿Sakura? ¡Sakura! ¡¿Cómo esta Sasuke?! —Se acerca a la doctora.

─  Doctora, ¿Cómo está mi niño? —Fugaku también se pone frente a ella.

─ Calma por favor. —Les pide Sakura para luego dar un gran suspiro– Señores les voy a ser honesta, un poco más y los pierdo a los dos.

─ ¡¿Qué?! —Los tres hombres abren sus ojos asombrados.

─ Pero por suerte logramos detener el hemorragia que se había generado fuera a su placenta, gracias a esto el bebé no sufrió daño.

─ Pero doctora ¿Cómo está ahora mi hijo? —Pregunta Fugaku muy preocupado.

 ─ Ya se encuentra fuera de peligro, en unos minutos despertara, pueden ir a visitarle en su habitacion. —Indicó Sakura.

─ Que alivio. —Suspiro Naruto aliviado.

─ Pero… —Atrae la atención  de todos– Sasuke demorara en salir, presenta un cuadro de anemia leve y un estado de depresión, aun no puedo determinar el grado de depresión que se encuentra Sasuke.

─ ¿Qué? Eso es imposible Sasuke no puede tener depresión. —Susurra Naruto asombrado.

─ Aunque te cueste créelos es la realidad, ahora si gustan pueden pasar a la habitación 310  para que vean a Sasuke. —Les indica antes de partir.

 

A penas Sakura terminó de indicar los tres hombres corrieron a la habitación, al entrar encontraron a un enfermera que acomodaba las maquinas que tenía Sasuke en su cuerpo, Naruto planeaba acercarse a Sasuke cuando la enfermera termine de acomodarlo pero su paso se vio impedido.

 

─ Ni siquiera te atrevas acercarte a él. —Rugió Fugaku atravesándose en su camino.

─ ¿Cómo? —Naruto se gira– No me importa lo que diga yo me voy acercar a MI esposo. —Sigue a un lado de su esposo.

─ Por favor paren, Sasuke puede despertar. —Pide Itachi.

─ Aléjate Itachi. —Fugaku se pone frente a frente al rubio– Estoy cansado de tú presencia. —Dice mirándolo a los ojos– Por tú culpa mi hijo solo ha conocido el sufrimiento.

─ Se equivoca señor, yo amo a su hijo. —Responde desafiante mirándolo de la misma forma.

─ ¡Es mentira! —Lo toma del cuello– Desde que quedo embarazado no has hecho más que torturarlo y amenazarlo con dejarlo si perdía el bebé.

─   ¡Eso no es cierto! —Se zafa enojado– Si hablamos de culpables, usted es el principal culpable al no verle dicho nunca que era el un doncel.

─ ¡Maldito… —Fugaku se lanza a golpearlo.

 

─ ¡NOO!! ¡PAREN!

 

El puño se Fugaku se detuvo automáticamente al escuchar aquella voz, Naruto giro su rostro al encontrándose con la mirada preocupada de su esposo.

 

─ Sasuke. —Susurró Naruto.

─ No peleen. —Sasuke rompió en llanto– Por…favor.

─ Amor no llores. —Ignorando a su suegro Naruto abrazo a Sasuke.

 

Naruto abrazaba a Sasuke con mucho cariño intentando calmar su llanto, Fugaku por su parte miraba la escena muy serio, pero algo su interior no se podía negar que ese rubio tonto amaba mucho a su hijo.

 

─ Mi bebé no llores. —Fugaku tomo una sus manos.

─ Oto-san. —Sasuke mira a su padre con los ojos cristalizados– ¿Por qué pelean?

─ Este…

─ Tú padre y tú esposo son unos tontos, por eso pelean. —Interviene Itachi con una sonrisa.

─ Aniki. —Sonríe levemente antes las palabras de su hermano.

 

Al notar los tres el estado de sensibilidad de Sasuke quedaron de acuerdo cuidarlo adecuadamente, Fugaku  dejó su trabajo en la empresa cediendo a su amenazado hijo Itachi su lugar, mientras Naruto y Fugaku hacían lo posible por convencer a Sasuke para que viera a la psicóloga Kurenia, una especialista en problemas psicológicos dentro del embarazo, tras el ruego por días Sasuke accedió.

 

─ Hola Sasuke. —Saludo la doctora en su primer encuentro.

─ Hola. —Dijo secamente.

─ Tranquilo lo que se diga aquí nadie se va enterar. —Sonrió para darle confianza– Sabes Naruto me comento que en este embarazo te ha gustado mucho los dulces.

─ Si….solo un poco. —Respondió aun con desconfianza– Aun no comprendo porque mi padre y mi esposo insisten con esto, ¡es ridículo! —Finalizo cruzando sus brazos.

─ Se que para ti ha de ser tonto, pero para ellos es importante. —Lo mira seriamente– Sasuke, tú no sabías que eras doncel hasta el momento que te enteras del embarazo, como tal desconoces los cambios que va a tener su cuerpo durante este periodo.

─ Yo… —Bajo su mirada al recordar que estaba gordo.

─ El desconocimiento te crea inseguridades. —Le alza la mirada– Y yo me voy a encargar que aquellas inseguridades desaparezcan por el bien tuyo y de tú bebé.

 

Ante aquellas palabras Kurenai logro ganarse la confianza de Sasuke poco a poco, el azabache era una persona muy desconfiada que jamás comentaba lo que sentía con los demás y eso mejor que nadie lo conocía Naruto.

 

Dos semanas habían transcurrido desde que Sasuke fue internado en el hospital, durante este tiempo Kurenai había logrado algo que a Naruto aún le cuesta con tres años de matrimonio, ganarse la confianza del doncel al punto que este le cuente todas sus inseguridades con respecto a sus cambios dentro de su embarazo.

 

─ Hola Kurenai-san. —Saluda con una sonrisa Sasuke.

─ Hola Sasu. ¿Cómo has estado? —Pregunta con una sonrisa.

 

Durante esas dos semanas Sasuke había entrado a su sexto mes, como tal su vientre estaba mucho más abultado, los malestares seguían pero en menor grado, aunque el cansancio ahora se hacia presente.

 

─ Muy bien. —Responde colocando su mano sobre su vientre–  Es cierto lo que Naruto me dijo. ¿Hoy es nuestra última cita? —Pregunta con cierta tristeza en su voz.

─ Si, es estas dos semanas has logrado lo que muchas mujeres le cuesta por meses, Sasuke… —Lo toma de la mano– Eres un doncel fuerte que va traer un hermoso bebé al mundo.

─ Gra….Gracias. —Esquiva la mirada sonrojado.

 

Los seis meses para un embarazado son muy importante ya que esa a una etapa donde se puede sentir las primeras pataditas del bebé, Sasuke en este vive lindas experiencias al sentirlo dentro de él, aunque esas experiencias, más su recaída de semanas atrás y la sobreprotección de su familia, lo han llevado a volverse algo caprichoso.

 

La paciencia adquirida por Naruto por estos meses era realmente admirable y de personas fuertes, no cualquiera soportaría lo que él vivía a diario, pero aunque le cueste aceptar, él era consiente que todos los caprichos de su amado esposo eran culpa de él, porque solo a un Dobe como él se le ocurre decirle a un doncel embarazado y que paso una etapa depresiva, “Sin importar lo que ocurra llámame, yo llegare rápidamente a tu lado” la primera vez no dudo en salir corriendo cuando Sasuke le llamo bajo el pretexto que se sentía solo, pero ahora aquellas llamadas se han vuelto al punto molestas para el rubio.

 

RINGG….RING…RING…RING —Suena el celular de Naruto durante una consulta

 

─ Que Shotaro tome este remedio tres veces al días. —Naruto le indicaba a la madre.

 

RINGG…RING…RING…RING

 

─  Doctor su teléfono. —Dijo la madre algo incomoda ante la llamada.

─ Ignórela, como le decía…

 

RING…RING….RING…RING

 

─ Doctor puede ser algo urgente. —Decía la mujer algo insistente.

─ No se preocupe, le aseguro que no es nada importante. —Comenta con una clara molestia en su voz.

─ Está bien. —Sonríe algo cohibida la mujer.

─ Con este remedio la tos poco a poco ira mejorando. —Termina su explicación con una sonrisa dirigida al niño.

─ Muchas gracias doctor, despídete Shotaro. —Le dice a su hijo.

─ Hasta pronto Naruto-san.

─ Cuídate mucho Shotaro.

 

Naruto tenía un amor innato por los niños, su entrega era total hacia su profesión, ser doctor siempre fue su sueño, el mismo que hizo todo lo posible por cumplirlo superando todas las barreras, él siempre se ha sentido muy agradecido por Sasuke, ante el gran apoyo que le daba a diario, ya que ser el esposo de un médico no es nada fácil.

 

RING…RING…

 

─ Ahora que pasara. —Dice Naruto a si mismo antes de contestar– ¿Qué sucede Sasuke? —Pregunta algo desganado.

─ ¿Estás enojado? —Pregunta Sasuke desde el otro lado de la línea al escuchar el tono de voz de su esposo.

 

Naruto sobaba sus sienes como petición de paciencia, los cambios repentinos de humor de parte de Sasuke eran la clara consecuencia de su depresión, dio un fuerte suspiro antes de responder indebidamente.

 

─ No querido, solo que estaba algo ocupado, ¿Dime que te paso? —Ahora pregunta más animado.

─ Lo que pasa es que… —Queda un rato en silencio

─ ¿Sasuke? —Se preocupa al no escucharlo.

─ Aceptaron mi petición de adopción en el orfanato. —Dice preocupado.

─ ¿Qué?

 

 

Esta vez la llamada no era un capricho, fue muy importante, era el regalo que debió ser entregado en vez su virginidad, eso era lo que pensó Sasuke cuando recibió la llamada de parte de la nueva Directora del Orfanato, Naruto por su parte no dudo en ir a casa, al llegar encontró a su esposo perdido en sus pensamiento.

 

─ Sasuke. —Se acerca abrazarlo.

─ Naruto. —Acepta su abrazo– ¿Qué hacemos?

 

La pregunta hecha por Sasuke colocaba a la pareja entre la espada y la pared, hace meses atrás habían soñado en adoptar a un pequeño o pequeña y volverlo parte de su familia, pero ahora las cosas eran diferente ellos ya tenían al hijo que tanto anhelaban, tener a otro niño no estaba entre sus planes, pero negarle a un niño el amor de una familia era inhumano,  tras una larga reflexión ambos decidieron lo correcto.

 

─ Señores Uchiha, él es Kyoichi, todos le llamamos Kyo-chan.

 

Su decisión fue la correcta, tenían tanto amor de dar que un niño más en su vida no era problema, Kyoichi un pequeño niño de 4 años cabellos negro con reflejos verdes, ojos azul oscuro y piel blanquecina, fue el niño que cautivo a Sasuke hace dos años atrás cuando inicio su solicitud de adopción, en aquellos días el niño había quedado huérfano con apenas 2 años de edad y él había decidido convertirse en el padre de ese niño.

 

─ Hola Kyo-chan. —Saludo Sasuke arrodillándose para quedar a la misma altura del menor.

─ Hola. —Dice tímidamente mientras abraza la pierna de la directora.

─ Tranquilo Kyo-chan no temas. —Le dijo la nueva directora Shizune– Ellos son tus padres.

─ ¿Padres? —Los mira confundido.

─ Así es Kyo-chan. —Se inclinó abrazando a su esposo– Yo soy Naruto y él es Sasuke.

─ ¿Eh? —El los miraba algo inseguro, pero de pronto su mirada brillo de emoción– ¡Oto-san! ¡Oka-chan! —Corrió a los brazos de Sasuke que estaba aún arrodillado.

 

Shizune sonreía con emoción al notar la felicidad en los ojos del menor, a su llagada al orfanatorio encontró la carpeta rechazada de la pareja Uchiha, ellos eran perfecto para cualquier niño, tenían trabajo, casa propia, eran emocionalmente estables, pero la directora anterior los había rechazado por ser homosexuales, ella sintió asco por la ignorancia de su compañera, ya que para un niño no importa el género sino el amor que la pareja le entregue.

 

El séptimo mes había llegado y vida de Kyo-chan junto a sus nuevos padres era genial, mucho al enterarse que pronto iba tener un hermanito o hermanita, Sasuke por su parte había dejado a un lado sus caprichos, casi no llamaba a Naruto obligando que este sea quien siempre termine llamando.

 

─ Etto…Sasu…

─ ¿Qué ocurre Dobe? —Pregunta Sasuke ante la llamada de su esposo.

─ Ya te separe la cita para hacerte la ecografía. —Dice muy feliz.

─ ¡Qué gran noticia! Kyo-chan está ansioso por saber si va tener un hermanito o una hermanita. —Comenta muy feliz.

 

 

Naruto y Sasuke habían tomado la decisión de no conocer el sexo del bebé hasta le séptimo mes, solo para dar más emoción al embarazo, al siguiente día Sasuke va al hospital en compañía de su hijo, al llegar se dirige al consultorio de su esposo para ir junto a la consulta.

 

─ Oto-chan.

 

Tras una larga charla de Sasuke con Kyo-chan el menor había entendido que él no era su madre sino también su padre, como tal era llamado Oto-chan.

 

─ ¿Qué pasa amor? —Dirige su mirada a su hijo.

─ Es Oto-san. —Señala al frente, en donde se encontraba el rubio platicando con una enferma.

─ Naruto. —Murmuro muy enojado– Ve con tu padre Kyo-chan. —Le ordeno Sasuke a su hijo.

─ ¡Oto-san! —El niño muy obediente corrió al encuentro con su padre.

─¿Eh? Kyo-chan. —Naruto lo recibió muy feliz, pero antes de abrazarlo sintió un escalofrió– ¿Sasu….

─ Interrumpo. —Mira muy fríamente a la enfermera.

─ Me…Me retiro Doctor. —Sale corriendo asustada.

─ Para nada. —Se acerca con Kyo-chan en brazos.

─ Si claro. —Gira su rostro enojado– Se te notaba muy feliz junto a esa mujer.

─ ¿Eh? —Naruto abre sus ojos asombrados ante los celos de su esposo.

─ Vamos Kyo-chan tu padre está muy ocupado. —Toma a su hijo para alejarse de su traidor esposo.

─ ¿Eh? —El niño queda mirando a su rubio padre– Adiós Oto-san. —Se despide alzando su mano.

─ ¡Sasuke espera! —Corre tras él– Déjame explicarte.

 

Sasuke giro su rostro mirándolo fríamente, Naruto se detuvo de golpe ante el poder de la mirada de su esposo, luego de aquella advertencia silenciosa Sasuke se dirigió a su consulta en compañía de su hijo.

 

─ Hola Sasuke. —Lo saludo la pelirrosa al verle entrar– ¿Naruto no viene con ustedes? —Preguntar al notar la ausencia del rubio.

─ No, está ocupado. —Responde muy serio Sasuke.

─ Estaba con una enfermera. —Acota el pequeño Kyo.

─ Etto…—Sakura quedo sin palabras ante la reacción de Sasuke– Vamos para saber de una vez saber el sexo del bebé.

─ ¡Si! —Grita emociona el menor.

 

Sasuke estaba nervioso aquel líquido recorriendo su vientre enfriaba hasta su alma, se sentía mal al no tener a su lado a Naruto, cerro sus ojos para tranquilizarse cuando de pronto su mano era tomada con fuerza, al abrir nuevamente sus ojos se encontró con la mirada de su esposo.

 

─ Naruto.

─ Perdóname. —Besa su mano– No quería que lo mal intérpretes.

─ Yo…

 

─ Miren chicos. —Sakura interrumpe el momento romántico entre ellos– Es su…hija. —Señalando la pantalla.

─ ¡Hija! —Gritaron los dos a la vez.

─ ¡Voy a tener una hermanita! —Salta emocionado Kyo.

 

 

Ante aquella gran noticia de la nueva miembro de la familia, Sasuke se dedicó a comprar todo para decorar la habitación de su futura princesa con la ayuda de su padre, hermano, hijo y especialmente de su esposo.

 

Las semanas transcurren con tranquilidad ahora Sasuke está a la mitad de su octavo mes, se encuentra más fatigado, todo le molesta, se levanta por las noches y el pobre Naruto asume las consecuencias.

 

─ Naru. —Lo llama en medio de la noche sujetando su vientre.

─ Mmm. —Despierta y mira a su esposo– ¿Te duele algo?

─ No puedo dormir. —Dice molesto y a punto llorando por el fastidio que siente.

─ Tranquilo amor. —Lo abraza– Yo te ayudo a dormir.

 

Las molestia de dormir eran muy seguidas, Sasuke no lo hacía porque si, sino porque realmente le molestaba aquella situación, recostado en el pecho de su esposo logro encontrar la tranquilidad que por horas no había conseguido quedando completamente dormido.

 

─ Mi teme. —Naruto besa su frente antes de volver a dormir.

 

Al siguiente día Naruto se va al trabajo como todos los días, no sin antes llevar a Kyo-chan al Kinder, en donde el pequeño se sentía muy feliz junto a sus nuevos amigos, Sasuke se quedaba siempre en compañía de su padre quien lo cuidaba durante las mañanas, pero ese día el mayor no había llegado tras un inconveniente de última hora.

 

RING…RING…

 

Al escuchar el teléfono Sasuke se acercó a contestar.

 

─ Bueno.

─ Sasuke-sama buenos días lamento llamarte, le saluda Matsumoto. —Habla desde el otro lado un desesperado hombre.

─ Matsumoto ¿Qué ocurre? Se te escucha desesperado. —Dice Sasuke algo divertido.

─ Señor, Fugaku-sama nos prohibió llamarle pero es muy importante.

─ ¿Qué sucedido? —Pregunta muy serio Sasuke con su máscara de presidente responsable.

─ Itachi-sama cerró el contrato que tenemos con los Akatsuki.

─ ¡¿Itachi hizo que?! —Grita ante el asombro.

─ Señor usted sabe lo importante que es ese contrato, estamos perdiendo millones sin él, hoy llega los señores Nagato y Yahiko para hablar con su hermano y saber porque esa precipitada decisión. —Le informa aún nervioso.

─ Gracias por tu información Matsumoto, yo mismo hablare con Akatsuki, el idiota de mi hermano me va escuchar. —Corta la llamada.

 

Sasuke estaba furioso, durante meses había luchado por mantener el contrato con los Akatsuki una empresa muy influyente en todo el mundo no se podía dar el lujo de terminar con aquel contrato, aun enojado se levantó son sin antes tomar su vientre por el repentino dolor.

 

─ Auch. —Sostuvo su vientre– Mikoto ahora no, debo ir a golpear a tu tío.

 

Olvidándose de las advertencia dadas por Sakura tomo su auto y condujo hacia la oficina, todos sabían que él era un doncel y estaba embarazo, pero nadie espero verlo llegar con su gran vientre y con una mirada asesina.

 

─ Sa…Sasuke-sama bienvenido. —Se inclinó el guardia al verlo llegar.

 

Ignorando el saludo se encamino al ascensor que lo llevaría al último piso donde estaba su oficina, al llegar Ino lo miro completamente shokeada por su repentina presencia.

 

─ ¡Sasuke! —Grito al rato– ¡¿Qué haces aquí?!

 

Paso de largo ignorando a su amiga, la misma que lo seguía dentro de su oficina, Itachi quien estaba tras un montón de papeles miro asombrado a su hermanito no esperaba verlo llegar, ni mucho menos se imaginó que lo primero que haría es propinarle un buen golpe una vez que estuvo frente a él y sentarse en su silla.

 

─ Ino, prepara una reunión urgente con los Akatsuki, dile a Yahiko y Nagato que hablaremos del contrato que cierto hermano idiota les cánselo. —Miro seriamente a la rubia y luego a su hermano– Itachi quita toda esta basura de mi escritorio que no puedo trabajar. —Ambos no se movían de sus sitios ante el asombro de tenerlo frente a ello– ¡Ahora!

─ ¡Hai!

 

En Uchiha Corp., las cosas pintaban feo, los representantes de Akatsuki estaban en la sala de juntas frente a Sasuke, ellos se negaban a aceptar las disculpas cosa que molestaba más al moreno.

 

─ Lo siento Sasuke, pero Akatsuki se siente ofendido por su rechazo hacia nosotros. —Dijo Yahiko.

─ Yahiko tiene razón. —Se levanta– Nosotros no tenemos nada más que hacer aquí, que tengas un buen día.

 

Furia.

 

Rabia.

 

Frustración

 

Y muchas ganas de matar a su hermano era lo sentía Sasuke en esos momento, estaba aún sentado en la sala de juntas con la manos entrelazadas siendo apretadas con rabia, su mentón sobre ellas, mirando fijamente la puerta donde habían salido sus socios más importante, el futuro de Uchiha corp era incierto y eso lo llenaba de preocupación.

 

Mientras tanto fuera de la sala de juntas Ino estaba preocupada al ver que no salía su amigo, entrar en esos momentos era asegurar su despido.

 

─ ¡Ino!

─ Naruto al fin llegaste. —Sonríe aliviada.

 

Al momento que Sasuke había llegado a tomar su puesto en la empresa, Ino no dudo en llamar a Naruto temiendo por la salud de su amigo, al recibir aquella noticia el rubio no espero en salir rumbos a las oficinas para llevarse a su esposo de regreso a casa.

 

─ ¿Dónde está Sasuke? —Pregunta muy preocupado.

─ Aún sigue en la sala de juntas, perdimos un contrato millonario. —Le cuenta al rubio– Sasuke ha de estar furio….

 

─ ¡Ahh! ¡Ino!

 

─ ¡Sasuke! —Gritan los dos rubio antes de entrar a la sala de juntas.

 

Al entrar ambos estaba shokeados, Sasuke estaba en el piso sujetando fuertemente su vientre quejándose de dolor.

 

─ ¡Sasuke! —Naruto se acerca a su esposo, al notar como unos hilitos de sangre bajaban entre sus piernas se asustó, pero al sentir como su esposo caía en la inconciencia se aterro– ¡Ino! —La rubia no se movía– ¡Ino reacciona!

─ ¿Qué? ¡Sasuke! —Se acerca asustada.

─ Llama al hospital. —Toma entre sus brazos a Sasuke– Dile a Sakura que llevo a Sasuke muy mal….Mi hija ya va nacer.

─ ¡¿Qué?! ¡Enseguida llamo!

 

Naruto corrió hacia al ascensor con su esposo en brazos, al salir todos los empleados miraban aterrados a su jefe, al llegar al primer piso los miembros de Akatsuki observaron como Sasuke era llevado en brazos de su esposo, Naruto por su parte ignoraba todo aquel que se le cruzaba al frente, llego al auto y coloco a su esposo en el puesto del copiloto, al momento que inició su carrera al hospital le valió un pepino pasarse las señales de tránsito, maldijo a los semáforos que le hacían perder el tiempo, impaciente llevo a su Ferrari alcanzar los 120 kilómetros dentro de la ciudad, cosa que le desagrado al oficial que lo empezó a seguir con claras intenciones que se detenga.

 

─ Ahora no me molesten. —Susurro Naruto mirando al policía que venía tras de él.

─ Grr. —Se quejó Sasuke del dolor.

─ Tranquilo amor estamos llegando.

 

Concentrando en el dolor de su esposo, alcanzo los 150 kilómetros, esquivando todos los autos que se ponían en su camino, y dejando atrás al policía que lo seguía, Naruto llega al hospital frenando a raya frente al mismo, baja rápidamente encontrándose en la puerta de emergencias con Sakura, quien indico que lleve a Sasuke a la camilla cercana.

 

─ De aquí en adelante yo me hare cargo. —Dijo la pelirrosa una vez que se llevó al pelinegro.

 

Naruto sentía como su corazón se detenía, aunque en ese momento no fue solo su corazón el detenido, ya que el policía que lo venía siguiendo de un momento a otro lo tenía contra el piso colocándolo las esposas.

 

─ Esta arrestado por atentar contra la seguridad ciudadana. —Dijo el oficial mientras lo esposaba.

─ No espere. —Naruto intentaba liberarse– Lo hice es por mi esposo…acaba de entrar…mi hija va nacer

─ Si claro, los hombres no tienen hijos. —Dice mientras pone de pie al rubio.

─ ¡Es un doncel! ¡Mi esposo es un Doncel maldita sea! ¡Si corrí como loco es porque se estaba desangrando! ¡No iba ponerme esperar a que me multe mientras mi esposo se moría! ¡Demonios déjeme ir Sasuke me necesita! —Gritaba a todo pulmón llamando la atención de todos.

─ Este… —El policía quedo sin palabras– Lo dejo ir, pero tiene una multa por exceso de velocidad. —Dijo mientras lo desataba.

─ Gracias. —Naruto tomo su multa y entro al hospital.

 

Una hora había pasado desde que Sasuke entro al quirófano, en ese tiempo Fugaku, Itachi, Deidara y Kyo-chan habían llegado rápidamente ante la llamada de Naruto, todos estaban impaciente y preocupado por la salud de Sasuke.

 

─ Aún nada. —Comenta Naruto jalando sus cabellos en señal de su preocupación.

─ Cálmate que te vas a quedar calvo. —Dijo Itachi.

─ Es mejor que te calles Itachi. —Intervino su padre– Si estamos aquí es por tú culpa. —Dijo fríamente.

─ Gomen. —Baja la mirada sintiéndose culpable.

─ Ahora no ganamos nada sacando culpables. —Da un profundo suspiro– Solo queda re….

 

BUAAAAAA

 

─ ¿Un bebé? —Todos miraron a la puerta.

─ ¡Mi One-chan! —Grita Kyo-chan llamando la atención de todos.

─ Mi hija. —Susurro Naruto emocionado.

─ Nació mi nieta.

 

Todos festejaban llenos de emoción por el nacimiento de la pequeña Mikoto pero aun ignoraban el estado de salud de Sasuke, tras unos minutos de esperas Tsunade salió de la sala de operación.

 

─ ¡Tsunade! —Naruto corrió frente al doctora– ¿Cómo esta Sasuke y Mikoto?

─ Mikoto está bien, por ahora está dentro de una incubadora, ya que nació tres semanas antes de lo esperado, pero Sasuke… —Desvía su mirada.

─ ¿Qué…Que tiene Sasuke? —Pregunta muy angustiado.

─Naruto, tú bien sabes que los bebés al nacer buscan un sitio por donde salir, en los donceles no existe una cavidad que ayude a su salida, así que se opta por la cesaría antes que ocurra algo fatal para el padre y el hijo. —Hace una pequeña pausa– La bebé estaba a punto de entrar a la cavidad anal de Sasuke, eso creo que se desgarren los tejidos internos y se de una hemorragia.

─ ¿Qué? —Naruto abrió sus ojos asustado– Él…

─ Nuestra prioridad fue la vida de la bebé, ahora estamos luchando por salvar a Sasuke. —Termina diciendo con una clara preocupación en su rostro– Si saben rezar, háganlo, solo un milagro salvara a Sasuke.

 

Ante aquellas palabras todos los presentes quedaron shokeados, Fugaku cayó sentado con lágrimas en sus ojos Itachi se acercó a consolarlo, Naruto cae de rodillas su hijo se acerca abrazarlo y este corresponde el abrazo.

 

─ Oto-san, Oto-chan no se puede ir. —Dice Kyo abrazando a su padre.

─ No lo hará. —Mira a su hijo– Sabes porque. —El niño niega con su cabeza– Porque tú y Mikoto lo necesitan. —Lo vuelve abrazar– ¿Quieres conocer a tú hermana?

─ ¡Si!

 

Aun con el corazón lleno de preocupación Naruto llevo a su hijo a los cuneros para  que conozca a su hermana, Kyo la miro con mucho amor y cariño, gracias a la influencia de su padre pudieron entrar en la habitación y quedar frente a la incubadora..

 

─ Nee-chan no te asuste. —Acaricia el vidrio de la incubadora– Oto-chan prometió nunca dejarnos. —Sonríe inocentemente.

 

Naruto sabía que las palabras de un niño tenían poder y el solo rogaba que en el cielo sus plegarias fueran escuchadas y que su esposo sobreviva, por el  bien de sus hijos.

 

 

 

Ahora

 

 

 

 

El destino siempre nos juegas malas pasadas poniéndonos en situaciones donde se juega la vida y la muerte de los seres que más amamos, Naruto comprendía claramente aquello aun no podía cree como hace dos semanas estaba en el hospital asustado por perder a su esposo y ahora se encontraba quejándose por las malas noches que su hija le hacía pasar.

 

Ese día Sasuke había sobrevivido obligándolo a pertenecer en el hospital una semanas más y su hija igual dentro de la incubadora, solo hace unos días había regresado a casa con la condición de tener reposo absoluto, cosa que no se cumplía por culpa de él, al llegar a su casa observa como su hijo bajaba las escaleras muy silenciosamente.

 

─ Hola Kyo-chan. —Saluda al menor.

─ Oto-san bienvenido. —El pequeño lo abraza y es cargado por su padre– Oto-chan está dormido. —Le informa antes que pregunte.

─ Vamos a verle y luego hacemos la cena. —Sube a la habitación con el niño en brazos.

 

Al llegar asoma un poco su cabeza solo para observar la imagen más perfecta que solo el amor y el sacrificio hacia realidad, una pequeña sonrisa se nace en sus labios como muestra de la ternura que solo su esposo y su hija le podían brindar, Sasuke estaba en la cama dormido con su pequeña en brazos ignorando todo a su alrrededor.

 

(http://img132.imageshack.us/img132/7323/f8h0.jpg)

 

─ Mi amores. —Susurro sonriendo– Es increíble todo lo que pase durante estos meses solo para llegar a ver esto, Sasuke tenerte embarazado no fue nada fácil, pero si los sacrificios y esfuerzos me llevan a este momento, estaré dispuesto a vivirlo una y otra vez, gracias mi amor por este regalo perfecto. 

 

La perfección de un regalo no está en la cantidad que se invierte sino en el amor que se pone.

 

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

 

Cinco años después…

 

 

La mayor muestra de amor entre dos persona, son los hijos, aquellos pequeños seres que cambian nuestras vidas para bien, que nos hacen modificar nuestros gustos por cumplir todos sus caprichos que nos brindan como recompensa sus pequeñas sonrisas traviesas.

 

Sasuke Uchiha un hombre de negocios que ante el mundo se muestra frio e indiferente, tiene una sola debilidad.

 

Sus hijos.

 

Cinco años después de la gran sorpresa de ser un Doncel, hoy en día su vida está llena de risas, travesuras  y juegos de parte de sus dos tesoros, Kyo y Miko eran los más grandes regalos que Dios les puede ver entregado a él y a su esposo. Ahora con siete y cinco años los niños le habían pedido a su padre como regalo de navidad algo muy simple y pequeño.

 

Un hermanito.

 

Para Naruto aquel tema era un tabú al momento que sus hijos les había pedido aquello, Naruto se había ahogado comiendo  su ramen.

 

Motivo: Su Teme embarazado es un trauma difícil de olvidar.

 

Aquellas palabras que solo fueron un juego de parte de Naruto, para Sasuke significaron mucho ya que desde hace dos meses mantiene bien guardo un pequeño secreto.

 

Estaba embarazado.

 

─ Recuéstate Sasuke. 

 

Los malestares del nuevo embarazado habían llegado con menos fuerzas que el primero, pero esta vez se encontraba mucho más sensible que la primera vez,  la única que lo apoyaba y conocía su secreto era Ino.

 

─ Odio estas nauseas. —Se quejaba Sasuke recostado en el mueble de su oficina.

─ Ten. —Le da una taza de té– Sasuke debes contarle a Naruto de tu embarazo.

 

Al escuchar aquellas palabras venía a su mente lo dicho por su esposo luego que sus hijos les pidieran un hermanito.

 

 

La hora de dormir había llegado y los dos tesoros dormían profundamente, Sasuke admiraba a sus hijos con una sonrisa recordando su pequeña petición.

 

─ Un hijo. —Susurro llevando involuntariamente su mano a su vientre– Son unos pequeños brujos. —Sonríe feliz ya que en ese momento tenía cuatro semanas de gestación y aun en su casa nadie lo sabía.

 

La petición de sus hijos le hacía gracia a Sasuke ya que nadie aun sabia la gran sorpresa que tenía bien guardada, pero para Naruto quien aún ignoraba la realidad, la petición de los niños le cayó como un balde de agua fría.

 

─ Dobe ¿Qué tienes? —Pregunta Sasuke al entrar a la habitación y observar raro a su esposo.

─ Pensaba lo que dijeron los niños. —Dice sin mirarlo al rostro.

─ ¿Qué opinas? —Sonríe emocionado al preguntar ya que deseaba contarle la gran noticia.

─ No creo que sea buena idea tener otro dijo. —Dijo aun sin mirarlo.

─ ¿Qué? —Sus ojos se llenaron de tristeza al escuchar como su esposo rechazaba al pequeño ser que tenía en su vientre– ¿Por qué?

─ No es fácil. —Se gira mirándolo con una sonrisa– Eres difícil de cuidar Teme, dattebayo. —Completo con un tono de voz lleno de burla.

─ Yo…

─ Me voy a duchar. —Anuncio antes de entrar a la ducha.

 

Naruto involuntariamente había lastimado a Sasuke al rechazar a su hijo sin saber que existía.

 

 

Desde ese momento Sasuke prefirió no decir a nadie de su embarazo, cuidarse él mismo para no ser una molestia para nadie, pero al final solo Ino descubrió la verdad.

 

─ No lo creo. —Dijo luego de recordar todo.

─ Sasu…

─ El Dobe no quiere más hijos, al menos que yo se los dé. —Dice con tristeza– Soy una molestia para él.

─ No digas tonterías. —Lo abraza– Aunque Naruto diga eso, dales el regalo a tus hijos. —Sonríe– Ellos si quieren a su hermanito.

─ Tienes razón. —Sonríe luego de un rato– Hablare por mis hijos.

 

Horas más tardes Sasuke se encontraba en casa preparando la cena, los años y sus propios hijo lo habían obligado aprender a cocinar al punto de ganarle a su querido esposo, hoy era un día especial y la cena seria la clara muestra de festejo, entrada la tarde sus hijos llegaban de sus cursos en compañía de su esposo, quien se llevó una gran sorpresa al encontrarlo preparando la cena.

 

─ ¡Teme! —Exclama asombrado al momento que los recibe con su delantal puesto.

─ Sean bienvenidos. —Sonríe a su familia.

─ ¡Oto-chan! —Los niños corren abrazarlo.

─ Vayan a lavarse las manos para cenar. —Se da vuelta para terminar los últimos detalles de la cena– Dobe tú también lávate las manos.

─ ¿Eh?  En…enseguida voy.

 

La cena transcurría con tranquilidad y felicidad gracias a las anécdotas de los niños, Sasuke por su parte por primera vez en cinco años no estaba escuchando a sus hijos, cosa que ellos lo notaron rápidamente.

 

─ Oto-chan. —Kyo le llamo.

─ ¿Eh? Dime hijo. —Sonríe a su hijo.

─ ¿Que tienes? No nos estas escuchado. —Reclamo su hija.

─ Lo siento mis amores. —Se levanta– Voy por el postre.

 

Naruto por su parte había estado observando cada gesto de su esposo intentando descubrir que lo mantenía distraído, pero nadie de la mesa ni siquiera se imaginaba que el secreto que guardaba Sasuke era tan especial.

 

─ Familia les tengo una noticia. —Interrumpió en la mitad del postre.

─ ¿Sorpresa? —Naruto lo miro sin entender.

─ Si. —Sonríe levemente– Niños, recuerdan el regalo que nos pidieron para navidad. —Dijo con una gran sonrisa enmarcando su rostro.

─ ¿Regalo? —Se preguntó a sí misma la pequeña Miko– ¿Cuál? —Mira a su hermano mayor.

─ Nee-chan, el hermanito que le pedimos a Oto-chan. —Le hace recuerdo a su hermana.

─ Oto-chan ¡¿Vamos a tener un hermanito?! —Grito emocionada la menor.

─ Si.  —Respondió con simpleza ante la pregunta de sus hijos.

─ ¡Wiii! —Ambos hermanos saltaba de la alegría de tener un hermanito.

 

Ante aquella emoción Sasuke dirigió su mirada hacia Naruto, la misma que fue reemplaza por la tristeza al no encontrar la alegría que esperada, bajo su mirada para continuar con la cena, las horas transcurrían y los menores dormían profundamente, mientras sus padres estaban en su habitación acostados.

 

─ Sasuke. —Hablo al notar como su esposo le daba la espalda– Voltéate ¿Si?

─ ¿Qué quieres Naruto? —Pregunto fríamente una vez que estaban frente a frente.

─ Sobre lo que dijiste…

─ No, ni siquiera se te ocurra. —Se adelantó antes que el rubio diga algo.

─ ¿Qué? ¿De qué hablas? —Pregunta sin entender.

─ Mi bebé va nacer aunque tú no quieras, no me importa que me consideres una molestia yo me voy a cuidar ¡solo! —Se gira rápidamente para su esposo no vea sus lágrimas.

 

Algunos minutos pasaron en completo silencio, minutos que significaban una tortura para Sasuke al no escuchar nada de parte de su compañero.

 

─ Sasuke. —Siente como los brazos de Naruto lo rodean por la espalda– Mi Teme. —Besa la curvatura de su cuello– Gracias.

─ ¿Eh? —Lo mira de reojo sin entender el motivo de su agradecimiento– ¿De qué?

─ Por volver a darme la dicha de ser padre nuevamente, sé que lo que dije hace días fue algo tonto sin razón lógica… —Gira a Sasuke para que quede frente a él– Fue un error.

─ Dijiste que era una carga, una molestia para ti. —Habla con sus ojos cristalizados– No quiero ser una carga para ti.

─ No Sasuke. —Le abraza nuevamente– Perdóname por ser tan Dobe y hablar cosas sin sentido, sin importar lo que vivamos estos meses el hecho de tener a nuestro hijo en brazos hace que todo sacrificio valga la pena. —Sonríe.

─ ¿Si nos quieres? —Pregunta dudoso con un puchero.

─ Más que a mi vida.

 

Los humanos somos seres que solemos hablar sin pensar y por esos errores herimos a quienes amamos sin pensarlo.

 

Siete meses después…

 

─ Feliz Cumpleaños Naruto. —Sonríe Sasuke con su pequeño hijo en brazos.

─ Sasuke. —Se acerca abrazarlo.

─ Menma saluda a papá. —El pequeño pelinegro estira sus manitos hacia su padre.

─ Gracias, gracias por este maravilloso regalo.

 

Flores, chocolates, joyas, viajes, siempre son los regalos perfecto para los seres materialistas, pero Sasuke un hombre que amaba a su esposo pensó.

 

¿Qué regalo seria el adecuado para su aniversario?

 

Solo el tiempo y la paciencia le mostro que  dejando el orgullo de macho a un lado nos puede entregar el Regalo perfecto.

 

 

FIN

♥NARUSASU♥SASUNARU♥

Notas finales:

TERMINEEEEEEEEEEEEEEEEEEE *0*

hasta las manos me duelen xD

El pequeño Kyo-chan le tome como una reprensentacion de Ciel Phantomhivel pequeño algo asi:

http://fc08.deviantart.net/fs71/i/2009/361...l_SasoriGal.jpg

Espero que este ultimo capi no les haya aburrido hice lo posible de hacerlo divertido, dramático y romántico a la vez.

Sobre el nacimientos de la niña, yo siempre opto con los donceles las cesaría ya que se me hace ilógico que el bebé nazca por la cavidad anal sin matar al padre en el intento.

La idea de traer al Kyo fue porque no era justo que ellos tengan su familia mientras el niño que querían adoptar queda solo, sobre el pequeño epilogo de cinco años después, tome en cuenta el hecho de los traumas que vivió Naruto y el poder que tienen a veces las palabras que son capaces herir más que los mismos golpes.

Ante estas aclaración GRACIAS todos aquellos que se tomaron la molestias de seguir mi fics.

>w< con este he terminado mis fics, no tengo ningún otro en línea del mundo Naruto

Pero este no es el ultimo, tengo más proyectos en mentes, pero me daré un Stop en Naruto para dedicarme a terminar un fics que tengo en KKM.

Volveré antes del 2014 tengo dos fics en mentes sus ideas centrales: príncipes pelan por le amor de otro príncipe y marido que por el que dirán no ama a su esposo.

Se cuidan mucho y no olviden comentar.

Att. Pachi-sensei


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).