-¿Cómo? ¿Cómo es que estas aquí? Más bien, ¿Cómo es que estoy aquí?
Kyuhyun dio un paso hacia Sungmin, pero este dio paso atrás.
-¿Qué? ¿Qué pasa?-Kyuhyun se detuvo y extendió su manos, tocó sus brazos, su torso y su cara, señaló su pecho y miró a Sungmin-Soy yo, soy Kyuhyun.
Sungmin no dijo nada, su silencio era aterrador para Kyuhyun. ¿Lo habían dañado? ¿Estaba herido? ¿Qué le había hecho?
Sus lágrimas ardieron en sus ojos pero se mantuvo fuerte y las empujó lejos. No podía llorar ahora.
No importaba si Sungmin no le hablaba, se lo llevaría de regreso sí o sí. Sus pasó retomaron el camino acercándose a su novio, extendió una mano para tomar su muñeca y llevárselo lejos cuando recordó que…no sabía cómo había llegado y mucho menos sabía cómo salir, no importa, ya encontrarían una salida. Cuando sus dedos estaban por rozar la piel de Sungmin, este se apartó. Encogió sus manos y las apretó sobre su pecho.
Kyuhyun lo miró atónito.
-¿Qué te pasa?-Su voz se cortó en la última palabra-Sungmin dime algo
“Debes irte”
Estaba seguro que lo había escuchado, sin embargo, los labios de Sungmin no se movieron.
-¿Sungmin?
El mencionado se acercó y estiró su mano, como temiendo hacer algo malo. Sus dedos rozaron la mejilla de Kyuhyun pero después fue la palma de su mano, acarició su rostro, y sus ojos reflejaban alivio, esperanza.
“No puedo decirte mucho mi amor”
Kyuhyun lo miró anonadado, una chispa brilló en sus ojos cuando estuvo seguro que Sungmin le estaba hablando. Una de sus manos cubrió la mano de Sungmin que se mantenía en su mejilla, apretándola ligeramente.
-¿Por qué no?
Su voz salió dulce, en un volumen bajo, una voz que le inspiraba tranquilidad a cualquiera que la oyese. Una pequeña sonrisa triste brotó de los labios del mayor. Su pecho subía y bajaba, lo que significaba que estaba vivo, que era real.
“Estaría rompiendo las reglas”
Kyuhyun frunció el ceño. ¿Reglas? ¿Qué reglas?
-¿De qué hablas, bueno, piensas?
Sungmin suspiró. Detuvo las caricias en la mejilla del chico, como si ya estuviese seguro de que no había peligro. Rodeó su cuerpo con sus brazos en un abrazo que hacía falta.
“¿Puedo besarte ahora?”
Kyuhyun sabía que Sungmin ocultaba algo, pero no preguntó. En vez de eso asintió levemente. Con sus manos, tomó el pequeño rostro de su chico y lentamente acercó sus labios. No fue un beso brusco, si no uno más suave. Tampoco fue rápido, si no uno muy lento, uno que ambos disfrutaron hasta que se quedaron sin aire.
-¿Volveremos a vernos? Me refiero, de esta manera, ¿podré verte de nuevo?
Sungmin sonrió triste y se acercó a besarlo una última vez.
“No creo que sea posible una segunda vez”
Kyuhyun tomó sus manos, estrechándolas fuertemente, esta vez llorando sin tapujos. No quiera irse, porque no quería dejarlo, no de nuevo.
-Te amo Kyuhyun.
Y entonces escuchó “Prosnites”
-Te amo Sungmin
Pero Sungmin ya no se encontraba ahí. Sus ojos enfocaron su techo de metal y entonces se llenaron de lágrimas. Las marcas en la almohada demostraban que había llorado mientras dormía, sus sábanas probaban que se había movido, pero notaba que en realidad no se había movido, no de esa manera, su cuerpo nunca se fue, pero su subconsciente lo hizo.
Su mano derecha tocó sus labios, aún tenía la sensación de haber besado a alguien.
Sungmin.
Elevó su palma y la observó unos segundos. El aroma, la sensación, incluso el sabor seguían en su sistema. Fue real, porque había sido real. Había hablado con Sungmin, aunque no sabía muy bien por qué. Sungmin estaba bien, estaba vivo, pero estaba preso.
La angustia se adueñó de su pecho, ¿Qué irían a hacerle?
Kyuhyun ya no pudo dormir esa noche, aunque trató. Si de alguna forma podía volver a entrar a esa celda…
Se levantó de su cama, quitando las sabanas y se dio cuenta de la cubeta de agua y los pañuelos húmedos que estaban en su cómoda, no recordaba haber traído esas osas a su habitación.
Desesperado y frustrado, vistió de nuevo su uniforme, aunque no recordaba habérselo quitado antes de dormir. Una cosa llamó su atención al vestirse, unos pequeños pero visibles moretones se extendían por sus costados, aparentemente marcados a propósito.
Peinó su cabello y limpió su rostro. Se encaminó de nuevo al cuarto de control, donde Leeteuk y Kangin seguían. Kyuhyun se dio cuenta de algo que no había notado antes.
Mitosonia ya no estaba cerca.
-Kyuhyun…
Leeteuk habló aliviado, aunque su mirada parecía preocupada.
-Hyung
Kyuhyun se acercó a donde el mayor estaba, este lo recibió con un abrazo que confundió a Kyuhyun, Leeteuk lo abrazaba como si no lo hubiera visto en semanas.
-¿Qué pasa?
Leeteuk guardó silencio, soltó el abrazo y dio un paso atrás tomando una postura de seriedad, habló con el mismo tono, sin dudar un poco.
-Creí que ya no despertarías.
Frunció el ceño, esas eran palabras que no esperaba escuchar.
-¿De qué hablas?
Kangin y Leeteuk intercambiaron miradas.
-Kyuhyun, has estado inconsciente por tres meses.
-¿Cómo que eh dormido por tres meses?
Lo habían sentado cerca del tablero, donde las hiervas descansaban, se dio cuenta que faltaban unas pocas.
-Después de mandarte a dormir, Heechul fue a verte. No reaccionaste a su llamado, creímos que estabas muy cansado y te dejamos dormir, cuando pasaron las horas y tú simplemente no despertabas, entramos en pánico. Te lazamos agua, te pellizcamos pero nada de eso funcionó.
-¿Es por eso que estoy morado de las costillas?
-Eh…sí.
-¿De verdad dormí por tres meses?
-En verdad, no parabas de decir Sungmin, y…vas a tener que perdonarnos, pero para que no murieras de hambre, te hemos estado alimentando con líquidos, para aliviar tus dolores te hemos administrado un poco de té de Mitosonia.
-¿¡Me han dado las hierbas?!
-Lo lamento, era eso o morir, yo no te quería muerto, además, sigues siendo humano, tienes que tragarlas para otra cosa.
Guardaron silencio un pequeño momento.
-Hyung, mientras dormía…lo eh visto, hablé con él.
Kangin frunció el ceño.
-¿A quién?
-A Sungmin…
Contestó Kyuhyun, de repente recordando que Kangin también estaba ahí.
-Pero… ¿Cómo es posible?
-No lo sé, recuerdo que, cuando desperté, un gran pasillo, muchas puertas y una reja al final, cuando me acerque y toque la reja, esta se abrió soltando humo, al final de la reja había una abertura, cuando entré…Sungmin estaba ahí, de espaldas.
-¿Y qué te dijo?
Kyuhyun sonrió triste.
-En realidad, no dijo mucho. No me dijo nada importante, no sé dónde está, no sé cómo fue que lo vi, pero sé que está bien.
Kyuhyun miró a sus hyung.
-No estoy loco, te digo la verdad, incluso al despertar aún tenía esa sensación de haber tocado algo.
-¿Tocado algo? Oh Kyuhyunnie eres un pervertido
Inmediatamente se dio cuenta del mal uso de palabras y su rostro se tornó rojo.
-No lo toque de esa manera, no seas enfermo. Me refiero a haberlo tocado, sus manos y esas cosas, ¡Oh Dios! ¿Kangin que tienes en la mente?
Al nombrado le dio tanta gracia ver al menor de esa manera que ni siquiera se molestó de la falta del “hyung” en su nombre.
-De todos modos, creo que es mejor que vayas a comer algo, algo sólido. Los demás también querrán verte.
Asintió y se puso en camino al cuarto que ocupaban como comedor.
¿Tres meses? ¿Cómo pudo estar inconsciente tres meses si solo estuvo 30 minutos con Sungmin? ¿Es por eso que dijo que no había segunda vez?
Era espeluznante, quería saber las respuestas pero Sungmin no le dijo nada.
Tal vez encontrar a Kibum sea la mejor opción que tienen ahora.