CAPITULO XIV
EL DOLOR DE NO TENERTE
No hay mayor dolor para padre que no tener a sus hijos a su lado.
El destino de los hombres siempre viven marcados de los momentos más preciados que vivimos junto a nuestros seres queridos, momentos que denominamos “Felicidad”.
La felicidad es un ciclo que no podemos controlar, no tienen un tiempo determinado de duración, todo depende de aquellos que nos rodena, la felicidad suele terminar cuando maldad de otros nos llega, al punto de eliminarla y volverla dolor.
El Consorte ha vivido muchos momentos de su vida llenos de dolor y tristeza, que solo la ternura de su pequeño Yuuki fueron capaz de desaparecer aquellos sentimientos negativos y traer de vuelta la paz en la vida de Wolfram, pero aquella paz no era el alcance de la felicidad, la felicidad llego a su vida con el regreso del Maou.
El estar junto a Yuuri le hacía sentir que su corazón rebosaba de alegría, que nada ni nadie le iba quitar la dicha de compartir buenos momentos junto a su amado Maou y su querido hijo.
Aquella mañana la idea de salir de día de campo los tres le pareció muy interesante pasar un momento en familia, compartir junto a quien amas la tranquilidad del campo, recostarse en sus piernas mientras él te consentía para nuestro rubio era el paraíso, en ese momento había alcanzado su completa felicidad.
─ Yuu-chan no te alejes mucho. —Advierte a su hijo mientras tenía su cabeza recostada en las piernas del Maou.
─ ¡Hai Oto-chan! —Responde el menor emocionado mientras continuaba persiguiendo a las mariposas del lugar.
Le parecía muy divertido intentar atraparlas había de tantos colores que no sabía cuál elegir, hasta que una había llamado su atención, una bella mariposa color amarillo era el regalo perfecto para su padre era lo que pensaba el niño mientras la seguía.
─ ¡Tengo! —Grito al lanzarse sobre la mariposa pero ella se alejó jugueteando con el príncipe– Ven ca. —Llamo inocente a la mariposa con un puchero en sus labios.
Como todo un pequeño Bielefeld orgulloso y valiente, se levantó para seguir a la mariposa que se había adentrado por los rosales, al ver que se alejaba volteo a ver que sus padres seguían bajo el árbol y sonrió para seguirla.
─ ¿Te sientes mejor? —Preguntaba Yuuri al Consorte, mientras acaricia el cabello de su Consorte.
─ Si, no es nada…solo. —Se sonroja levemente al recordar cierta molestia– Fue mi primera vez.
El pequeño observo a la mariposa parada en una rama corrió y lo logro tomarla entre sus manitas, muy feliz sonreía.
─ La teno. —Dijo para sí mismo mientras se giraba para volver con su familia– Oto-chan le gutada.
Yuuki volvía a paso lento pero nunca noto como dos hombres se le iban acercando hasta que uno de ellos lo atrapo tapando su boquita, el niño miraba asustado donde estaban sus padres y sentía como lo alejaban sin poder decir nada.
─ Me alegra ver sido el primero en tu vida. —Se inclina levemente para besar sus labios– Te amo.
─ Yo a….
Noto como su padre se había inclinado y él los iba perdiendo de vista, asustado de poder ver más a sus padres mordió la mano del hombre que lo tenía preso.
─ ¡AHHH! —Grito fuertemente, antes que lo vuelvan a callar– Uhh…To….chan.. —Forcejaba por su libertad al notar que iban llegando a un camino.
Se encontraba aun en brazos del hombre, cerca de ellos unos caballos.
─ Tengo al mocoso Señor. —Dijo aquel tipo que lo tenía entre sus brazos.
─ Perfecto, vámonos antes que despertemos en odio del Maou. —Hablo aquel tipo– Antes es eso. —Acerca aquella piedra verde que provoca que el menor caiga en la inconciencia– Ahora el Consorte pagara por todo lo que perdí.
Aquellos hombres montaron sus caballos rápidamente al escuchar como las ramas crujían cerca de ellos, evitando que los caballos hagan ruido se alejaron del lugar, antes que Yuuri llegue al sitio.
Segundos pasaron y Yuuri llego aquella carretera, con su rostro lleno de preocupación y angustia.
─ Esto es. —Se arrodilla al notar la huellas que habían en el suelo– Están frescas. —Susurra asustado– No Shinou, Yuuki no.
Su corazón se estrujo al llegar a la triste conclusión que su hijo había sido secuestrado por quien sabe quién.
─ ¡Yuuri! —El grito del Consorte alerta sus sentidos, al sentir como Wolf llegaba a su lado con su rostro lleno de preocupación– ¡¿Dónde está?! —Pregunta desesperado al borde del llanto– ¿Dónde está mi hijo?
─ Wolf. —Alza la mirada y mueve un poco su cuerpo para dejar ver las huellas de los caballos.
─ No. —Negó con desesperación, con sus ojos llenos de lágrimas y su corazón destrozado– Yuuri mi hijo no. —Sus lágrimas descendías ante el miedo de lo que el Maou le iba a decir.
─ Lo siento. —Baja su la mirada igual de preocupado– Me temo… —Cierra los ojos buscando el valor de continuar– …que…lo secuestraron.
─ ¿Qué? —Cae de rodillas al escuchar aquellas palabras– No…mi niño…no… —Llora desesperado– No...No… ¡YUUUKIIIII! —Un grito de dolor se escuchó en aquel bosque.
Ante aquel grito Yuuri se lanzó al suelo para abrazarlo e intentar calmar un poco el dolor del Consorte, pero mejor que nadie comprendía que aquello era imposible, la conexión que Wolfram mantenía con su pequeño era muy fuerte, que aunque Yuuki no llevaba su sangre eso lo volvía más importante en su vida porque él era el hijo de su corazón.
Yuuri tomo entre sus brazos a Wolfram quien no encontraba consuelo ante la noticia del secuestro, decidió alejarse del lugar para volver a Pacto de Sangre y movilizar a todas sus tropas para buscar a su hijo. Al llegar donde estaba los caballos Ao se inclinó un poco para dejar subir a Yuuri junto a su Consorte, mientras el caballo blanco del Wolf los seguía.
─ Yuuri….mi Yuuki. —Susurraba entre lágrimas el rubio quien viajaba en los brazos del Maou.
─ No llores mi Wolf. —Besa delicadamente sus cabellos– Te juro por nuestro amor que traeré de vuelta a nuestro hijo y aquellos que han provocado tú dolor pagaron con… ¡Sus vidas!
Un aura azul rodeaba a Yuuri, el Maou en su interior estaba furioso, aquellos individuos había cometido el mayor de los delitos y sus vidas serían el precio a pagar, él se encargaría personalmente de hacerles pagar por cada lagrima que su amado Consorte derrame.
A los pocos minutos la pareja arribo a Pacto de Sangre en donde algunos soldados preocupados se acercaron al notar como el Consorte venía en brazos del Rey.
─ Heika ¿Qué ocurrió? —Gisela fue la primera en acercarse preocupada– ¿Su Majestad está herido? —Pregunta mirando a Wolf quien aún lloraba.
─ No. —Conteste una vez que estaba en el suelo– Dorcas. —El nombrado se acercó casi corriendo– Junto con Gisela lleven a Wolf a sus aposentos. —El hombre tomo entre sus brazos al Consorte– Yo debo buscar a mi hijo. —Dijo seriamente y con el aura azul rodeándolo se acerca a Wolf– Te juro que los secuestradores pagaran por cada lágrima tuya. —Besa delicadamente su frente antes de alejarse del sitio.
Todos los soldados alertados por la presencia del Maou estaban reunidos en el jardín preocupados por la seriedad de su rey.
─ ¡Escuchad todos! —Lo soldados lo miraron atento– Han secuestrado al Príncipe Yuuki.
“¡¿Qué?!” “No es posible” “Oh no el joven príncipe” muchos comentarios de parte de los soldados se escucharon ante tal triste noticia.
─ Todos en este momento saldrán a buscar a mi hijo, envíen notas a los diez nobles, a las naciones de la Alianza que todos busquen a mi hijo me lo traigan sano y salvo. —Dijo muy serio– Quiero a los secuestradores vivos, porque yo mismo les hare pagar el dolor de mi Consorte, ¡Ahora!
─ Hai ¡Por el Consorte! —Los soldados se dispersaron ante la noticia.
Sus manos eran apretadas fuertemente, su aura desapareció, al verse solo cayo de rodillas con pequeñas lágrimas descendiendo por su rostro.
─ Heika, Gisela manda decir que el Consorte fue sedado y que en estos momentos su madre está a su lado. —Comunicó el viejo amigo de su padrino.
─ Gracias Yozak. —Alza su mirada llena de tristeza– ¿Qué hago? ¿Qué puedo hacer para apaciguar el dolor de mi Consorte? —Preguntaba entre lágrimas.
─ Está haciendo todo lo que está en sus manos Heika, ahora debemos esperar noticias de todos. —Se inclina para ayudar a que el Maou se levante– Envié una carta a Lord Von Grantz, Lord Von Christ y Lord Von Voltaire, para que regresen.
─ Gracias Yozak ahora los necesito más que nunca. —Suspira fuertemente.
─ No se deje vencer Heika, usted debe ser fuerte por su Consorte. —Le aconseja.
─ Wolfram. —Murmuro lleno de preocupación.
Las lágrimas se volvieron constantes desde el momento que el pequeño sol de Pacto de Sangre desapareció, Wolfram no encontraba consuelo al no tener a su hijo a su lado, cada minutos que para él era una eternidad, sin importan las promesas que su familia, amigos y el mismo Yuuri hacían su dolor no desaparecía.
Una semana ha transcurrido de aquel triste hecho, los diez nobles había movilizados a sus tropas para buscar al príncipe se había recorrido cada rincón de Shin Makoku pero no había señal del menor, Yuuri se sentía desesperado su hijo estaba en tierras humanas y eso lo preocupaba, la Alianza unidos a la búsqueda cada nación enviaba sus informes los mismo que eran negativos.
─ ¡Negativo! —Grito mientras golpeaba con fuerza el escritorio Yuuri al leer el informe de Patrick, quien se lamentaba al no encontrar a su pequeño sobrino.
─ Tranquilo Heika. —Gunter lo mira preocupado– Aún nos falta…
─ ¡¿Quién Gunter?! —Pregunta desesperado– Mi última esperanza era Shimaron Mayor. —Sostiene su cabeza con ambas manos– ¿Qué le diré a Wolf?
Los presentes bajaron la mirada al recordar al rubio, en esa semana había sufrido como nunca, encerrado en aquella habitación solo su madre lo acompañaba y le obligaba a comer, ya que ni alimento quería aceptar.
─ Come mi Wolfy. —Le dice tiernamente.
─ No quiero. —Se gira en su cama– Abra llegado noticias de Patrick.
─ Aun no, sino Yuuri Heika te lo hubiera dicho. —Acaricia las hebras rubias de su hijo– Debes alimentarte para ser fuerte cuando Yuu-chan regrese.
─ No tengo hambre. —Sus ojos se volvían a llenar de lágrimas– Quiero a mi hijo.
─ Mi Wolfy. —Lo abraza– Sé que es duro pero debes ser fuerte.
─ No. —Se gira para encararla aun con sus ojos llenos de lágrimas– No hables como si sintieras lo mismo que yo, no sabes cómo me siento. —Baja la mirada.
─ Te equivocas, se lo que se siente que te alejen de tu hijo y que no sepas nada de él. —Acaricia la mejillas de su hijo– Lo sé muy bien. —Los ojos de la ex Maou se llenaban de lágrimas– Lo supe cuando te alejaron de mi lado.
─ ¿Qué? —Wolfram la mirada asombrado– ¿Me secuestraron?
─ Si. —Baja su mirada conteniendo sus lágrimas– Fue cuando eras pequeño, ese día supe lo que se siente perder a un hijo.
─ Yo… —No se sabía que decir la había juzgado sin saber– ¿Cómo fue?
─ Tú tenías apenas 2 años…
Shin Makoku vivía estaba época llena de prosperidad con el nombramiento de la nueva Maou Lady Celine Von Spitzweg, la misma que gracias a Shinou había terminado su matrimonio con un humano antes de ser Maou, en esos tiempo los nobles le insistían a Cherry sobre la reconsideración de su matrimonio con el padre de su hijo menor Wolters Von Bielefeld, dicho infante que tenía dos años de edad, pero ella se negaba.
Wolfram el pequeño angelito de Pacto de Sangre era cuidado y protegido por todos los empleados quienes lo amaban mucho, y como se rumoraba por los rincones del palacio, que los empleados amaban más a Wolfy que su propia madre, quien solo lo usaba como un bello objeto decorativo al momento de las fiestas.
Una tarde fresca de verano, la nana de Wolfy estaba en el jardín paseando al menor junto a ellos el pequeño Conrad quien quería mucho a su hermanito.
─ Nana-chan, llevemos a Wolfy a pasear. —Pidió el pequeño castaño a la mujer.
─ No creo que sea buena idea Coni-chan. —Dice ella amablemente mientras acunaba al menor.
─ Solo será un momento. —Seguía insistiendo– Yo le digo a Oka-chan.
Ante la insistencia del menor a la mujer no le quedo más que aceptar y dejar que sea él quien hable con la Maou, a los pocos minutos volvió Conrad muy feliz que su madre había aceptado la salida.
─ ¿Estás seguro? —Pregunto aun algo desconfiada.
─ Si, ella nos dejó ir. —Tomaba la mano de la mujer con emoción.
─ ¿No quiere ir con nosotros? —Volvía a preguntar intentando evadir la salida.
─ No, dijo que estaba ocupada.
La mujer dio un profundo suspiro y siguió al menor, en la oficina del Maou, Cherry observaba como la Nana llevaba a sus hijos de paseo.
─ ¿Por qué no vas con ellos madre? —Pregunto su hijo mayor quien estaba de practicando como futuro regente junto a ella.
─ Me temo que no querido, como le dije a Coni-chan estoy ocupada. —Tomo asiento tras su escritorio para volver a firmar documentos.
Las horas transcurrían y Cherry continuaba trabajando sin imaginarse que el paseo había terminado con una gran desgracia.
─ ¡Cherry-sama! —La Nana de los niños entro a la oficina gritando.
─ Que clase de impertinencia es esta mujer, entrar a la oficina de la Maou de esa forma. —Dijo lleno de enojo el hermano de la Maou.
─ Lo siento. —Bajo su mirada– Pero es importante. —Mira al Maou con desesperación.
─ ¿Qué pasa Lili-chan? —La Maou deja su trabajo a un lado para acercarse a la mujer.
─ Majestad… —Sus ojos se llenan de lágrimas– Nos atacaron…se lo llevaron.
─ ¿Qué? —Cherry abre sus ojos asustada– ¡¿Qué le paso a mi Coni-chan?! —Grito desesperada.
La mujer quedo sorprendida al notar la angustia de la Maou pero por su segundo hijo, en ese momento paso por su mente ¿Acaso no le preocupaba Wolfy?
─ No es Coni-chan, se llevaron a Wolfy. —Dice con lágrimas llenas de preocupación.
─ ¿Qué? —Abrió sus ojos sin reacción alguna– ¿Wolfram? ¿Se llevaron a Wolfram?
La reacción de Cherry no se dio como todos hubieran esperado, la Maou se veía tranquila, aun sabiendo que su bebé estaba desaparecido, por su parte Gwlendal fue quien movilizo a sus tropas en busca de su hermano menor y envió un mensaje a Wolters.
Al tercer día de su desaparición los Bielefeld estaban en Pacto de Sangre aun buscando al pequeño heredero, por su parte Cherry quien por esos días no se había pronunciado ahora se encontraba en la habitación de su hijo menor observado la cuna vacía.
─ Wolfram. —Paseaba sus manos por aquellas sabanas vacías– Mi Wolfy. —Las apretó con fuerza mientras sus ojos se llenaban de lágrimas al darse cuenta que su hijo no estaba– Mi bebé. —Cayó de rodillas sujetando fuertemente los barrotes de la cuna de su hijo.
Por tres días había estado shokeada sin saber cómo reaccionar, tanto deseo no tenerlo a su lado y ahora que no lo tenía su corazón se estrujaba de dolor tachándose a sí misma como una mala madre por desear algo tan atroz.
─ Por un momento creí que tú corazón era de piedra. —La Maou se volteo al escuchar aquel comentario.
─ ¿Wolters? —Ella quedo mirando al padre de su hijo.
─ Mis tropas siguen buscando a Wolfy, solo vine a descansar un poco para luego volver a salir. —Se acerca a la cuna de su hijo– No voy a dejar con vida aquellos que se atrevieron a llevarse a mi hijo.
─ Wolters tú… —Lo mira aun desde el suelo.
─ Levántate Cherry. —La ayuda a pararse– Eres la Maou.
─ Mi hijo. —Llora en el pecho del padre de su hijo– Mi Wolfy-
─ No llores Cherry. —La abraza con ternura, demostrándole todo el amor que sentía por ella– Te juro que traeré a nuestro hijo de vuelta. —Se separa de ella– Lo prometo. —Le da un delicado beso en sus labios.
La Maou observaba desde la habitación de su hijo como Wolters se alejaba en su caballo para cumplir su promesa a la mujer que él amaba.
Las horas transcurrían y la Maou estaba en su sala sentada junto a su segundo hijo quien aún lloraba preocupado con su hermanito.
─ Es mi culpa Oka-chan, no pude salvar a Wolfy. —Lloraba el castaño.
─ No digas eso mi niño. —Abrazaba a su hijo– No es culpa de nadie.
Gwlendal por su parte miraba preocupado a su madre y hermano en esos tres días no habían sabido nada de Wolfram y eso lo preocupada temiendo que esté en manos de los humano.
─ ¡Heika! —Una empleada entro corriendo– ¡Wolters -sama! ¡Wolters -sama! ¡Lo encontró!
─ Calma mujer, explícate. —Exigió el hijo mayor de la Maou.
─ Llego un aviso de las tropas Bielefeld, Wolters-sama encontró a Wolfy. —Termino diciendo entre lágrimas.
─ Wolfy. —Cherry lloro de la alegría.
─ Las tropas Bielefeld están llegando. —Anuncio Gwlendal.
Sin dudarlo dos veces Cherry se levantó para salir corriendo hacia la entrada del palacio donde efectivamente las tropas Bielefeld iban llegando con Wolters a la cabeza y entre sus brazos un pequeño bultito.
─ ¡Wolfy! —Corrió donde estaba su hijo.
─ Cherry he cumplido con mi promesa. —El rubio entregaba a su hijo en brazos de madre quien lloraba de la alegría.
─ Wolters gracias. —Besaba a su hijo con mucho amor.
─ No es nada, debía buscar y traer a mi hijo. —Se acercó para abrazarla a ella y a su hijo.
Muchos soldados y empleados que observaron con alegría aquella escena llegaron a pensar que luego del secuestro del príncipe, la Maou al fin aceptaría a Wolters como esposo, pero nunca contaron con que su amargura fuera mayor a su amor de madre.
……..
Aquella historia había shokeado a Wolfram por completo, él había vivido lo mismo que vivía su hijo en esos momentos, alzo su mirada encontrándose con su madre llorando al recordar aquel triste acontecimiento.
─ Fui una tonta, me deje llevar por mi amargura en vez de vivir lo que tú padre me ofrecía. —Seca sus lágrimas– Si hubiera dejado que Wolters entre en mi vida de seguro hubiera sido muy feliz.
─ Madre. —La abraza para volver a llorar– Deseo que Yuuri haga lo mismo que mi padre.
─ Lo hará, Yuuri Heika lo hará. —Abraza con ternura a su hijo.
Madre e hijo estaban abrazados consolándose mutuamente ante el dolor que sentían sus corazón, Wolf por no saber nada de su hijo y Cherry al ver sufrir a su hijo, que irónica era la vida para ex Maou, ahora el destino le mostraba que como madre el dolor de un hijo era el peor de los castigos para una madre.
─ Q…quiero ir con Yuuri. —Dijo Wolf luego de unos minutos– Quiero saber si llegaron noticias de Patrick.
─ Claro hijo mío vamos.
Cherry guiaba a su hijo por los pasillos de Pacto sangre, en donde los empleados miraban con preocupación al Consorte.
─ Odio sus miradas de lastima. —Murmuro Wolf.
─ Hijo están preocupados por ti, llegamos. —Anuncio frente a la puerta de la oficina del Maou.
─ ¡Negativo! —Se escuchó el grito de Yuuri y el ruido de un golpe contra el escritorio.
─ Tranquilo Heika. —La voz de Gunter intentaba calmar a Yuuri– Aún nos falta…
─ ¡¿Quién Gunter?! —Pregunta desesperado– Mi última esperanza era Shimaron Mayor. ¿Qué le diré a Wolf?
Aquellas palabras asustado a Wolfram, quien sin dudarlo entro a la oficina.
─ Decirme ¿Qué? Yuuri. —El rubio lo miro lleno de preocupación.
─ Wolfram. —El moreno baja su mirada al no saber cómo actuar frente a él– Llego el informe de Patrick.
─ ¿Lo encontró? —Pregunto lleno de esperanza igual que con los anteriores informes.
─ No Wolfram, no hay señales de Yuuki en Shimaron Mayor. —Dijo Yuuri lleno de tristeza.
─ ¿Qué? No es posible ¡Solo faltaba Shimaron Mayor! —Grita desesperado– ¡Yuuri! ¡¿Dónde está mi hijo?! —Lloraba desesperado.
─ ¡No lo sé! —El Maou sostenía su cabeza en señal de frustración– ¡Estoy haciendo todo lo posible por encontrarlo!
─ Heika contrólese. —Gunter se acerca a él
─ No... ¡No lo haces! —Grita aun en lágrimas– Yo… —Se da cuenta de sus palabras.
─ ¿Wolfram? —Yuuri lo mira asombrado y más al sentir como ahora su Consorte lo abrazaba.
─ Perdóname, perdóname, no quise decirlo no sé qué me pasa. —Lloraba en el pecho del Maou.
─ Por favor es mejor calmarnos, alterarnos no va resolver nada. —Gwlendal interviene– Wolfram estamos buscando a Yuuki hasta por debajo de las piedras, solo nos falta el apoyo de dos naciones, pero están fuera de la alianza.
─ ¿Cuáles son? —Pregunta más calmado.
─ El reino de Findia que esta al norte de los países humanos y el reino de Zuratia. —Informa Adalbert.
─ ¿Zuratia? —Wolf bajo la mirada.
Wolfram sabía perfectamente que ella nunca lo ayudaría, que al contrario estaría muy feliz al saber de la desgracia por la cual estaba pasando, Yuuri por su parte tenía la esperanza que Greta le ayude encontrar a su hijo porque sabía que su hija era una buena chica.
─ Lamento la interrupción. —Todos voltearon al escuchar la voz de Yozak.
─ ¿Qué sucede Yozak? —El Maou fue quien pregunto al notar la sonrisa que caracterizaba.
─ Acaba de llegar una carta del Reino de Zuratia. —Anuncia mientras entrega dicha carta al Maou.
─ ¿Zuratia? ¿Qué quiere ella ahora? ¿Acaso quiere burlarse de mí? —Dice desesperado el Consorte.
─ Tranquilo Wolf, no te mortifiques. —Lo abraza para controlarlo– Yo leeré la carta.
Tal como lo había indicado el Maou tomo la carta y la abrió, para luego disponerse a leerla, mientras Yuuri leía la carta todos esperaban ansiosos saber que decía la hija de los reyes, Wolfram por su parte no tenía deseos de conocer las burlas de aquella niña malcriada, al notar como Yuuri terminaba de leer todos prestan atención para conocer el contenido de la carta.
─ ¿Qué dice la carta Heika? —Gunter fue el primero en preguntar.
─ Yuuki está en Zuratia. —Dijo sorprendido.
─ ¡¿Quee?!
Todos se exclamaron sorprendidos con excepción de Wolfram, quien sus ojos se llenaron de lágrimas ante aquella noticia y una sola pregunta rondaba en su cabeza.
¿Tanto lo odiaba Greta como para secuestrar su hijo?