Kibum abrió los ojos horas después. Su cuerpo estaba adolorido y su mente en blanco. Sus ojos enfocaban el cielo y sus oídos escuchaban el agua, como si estuviera a la orilla del mar. La cabina estaba haciendo un ruido extraño y muy molesto, el incesante biip del tablero lo estaba irritando. Cuando sus manos comenzaron a moverse y sus piernas a responder, se quitó la máscara de oxígeno que tenía en la boca. Se sentó poco a poco, agarrando sus costillas debido al dolor de la caída. Veía el humo rodear la cápsula de escape en la que estaba, el parabrisas estaba estrellado, pero no roto, sus provisiones estaban intactas pero no había ningún arma, por supuesto.
Estuvo sentado un par de horas, recuperándose del dolor. Observó el perímetro desde dentro antes de salir y abrió el capo. Sus pies descalzos sintieron la arena y su piel sintió el frío de la humedad, era un lugar cálido pero con vientos fríos, como una playa. El olor a agua salada lo guío hasta el océano, el cuál no estaba muy lejos, unos 20 metro más y su cápsula abría aterrizado en agua.
Regreso a la misma por el depurador de agua, y lo llenó con agua de mar, tuvo que esperar unos minutos antes de retirar el filtro con más de 2 cucharadas de lodo y sal para poder beberla. Tuvo que llenarla dos veces más para poder aplacar su sed y después guardar la última para la comida seca que tenía en la cabina.
Tomó uno de los paquetes de comida al azar, pequeñas bolsas de aluminio con etiquetas de colores, había tomado una azul. De su interior sacó una bola del tamaño de una goma de borrar; las instrucciones del paquete indicaban que debía dejarla caer en el depurador y este mismo sonaría cuando estuviera listo, y así lo hizo, después de un minuto sonó el reloj avisando el tiempo límite, cuando miró dentro del depurador se dio cuenta que la bolita era en realidad sopa, dentro del depurador había sopa de fideos, caliente y olía bien. Tecnología de FES.
Esa fue la única comida que pudo disfrutar o saborear a gusto, los días venideros a ese, salir de la cápsula fue cada vez más difícil, sobre todo por las noches, en los días estaba muy expuesto y las criaturas de la isla podían fácilmente vislumbrarlo, tuvo que poner camuflaje sobre su capsula para no ser comido.
Al pasar los días se dio cuenta que todos sus paquetes de comida eran azules, todo era sopa de fideos, los Harkats lo habían dejado a su suerte, para matarlo con su propia tecnología. Astuto.
Se estaba volviendo loco, BUM BUM BUM.
Pisadas por todas partes, el piso siempre vibrando, su esperanza muriendo.
BUM BUM BUM siempre al amanecer BUM BUM BUM al anochecer…
-Bum bum bum
-ZhouMi lo estás haciendo de nuevo-Yesung le dio un leve empujón con su codo.
-Lo lamento-Las palabras salieron de su boca casi sin darse cuenta, últimamente le pasaba mucho.
-¿En qué piensas? Últimamente no dejas de repetir bum bum bum, ¿estás pensando en tu Bum?
-Por supuesto, no hay día que no piense en el
-Tranquilo bicho, pronto lo encontraremos-Le dio unas cuantas palmaditas en l hombro, animando su persona.
-¿Bicho?-
Pero Yesung ya estaba lejos de su alcance. Sin embargo sonrió, estaban a poco de llegar a Centirious. Solo esperaba que KiBum estuviera vivo para entonces.
No se dio cuenta si no hasta al tercer mes. Había día, y había noche, pero el tiempo no pasaba, no en ese lugar. Su hambre comenzaba a cesar, su sed comenzaba a ceder, hasta que llegó el día en que el hambre y la sed no se sentían más, el cansancio siempre estaba ahí, pero nunca para tumbarlo de sueño. Sus ojos cansados y sus sentidos siempre alerta. Pudo sentir que había estado ahí meses, quizá años, pero nunca tendría la cuenta exacta, había dejado de contar los días para cuando alcanzó el 6 mes con 18 días.
Cuando el piso temblaba era hora de correr, encerrarse en la cápsula mientras los ojos de gigante pasaban frente a él, sus fauces abiertas hambrientas por roer.
Fue entonces que una luz atravesó el cielo nocturno, primero no supo que era pero al fijarse con más atención logro ver “FES R532”. ¿Habían venido a rescatarlo? El gran gigante corrió lejos de esta, que aterrizó al borde de la playa.
Estuvo reacio a acercarse, si instinto decía que si pero su experiencia decía que no. Escuchó el abrir de la nave y de pisadas humanas bajar de ella.
Una
Dos
Tres
Cuatro…
Cuatro personas bajaron de ella. ¿Será que?
Escuchó los pasos acercarse, ¿cómo sabían su ubicación?
BUM BUM BUM escuchó detrás de ellos.
El crujir de las hojas bajos sus pisadas alertó a Kibum de su cercanía, estaban extrañamente bien en cuanto a su paradero, pero se detuvieron un instante. Supuso que en la pared cuenta tiempo.
ZhouMi extendió su mano y con la linterna alumbró el camino, un sendero aparentemente formado por pisadas y manos humanas les confirmaban que la dirección que tomaban era correcta, el localizador de la nave brillaba en la mano de Yesung que susurraba indicaciones desde atrás, EunHyuk y Siwon los seguían de cerca. Su paso era firme y seguro, había arboles caídos y huesos de animales grandes esparcidos por el suelo, pero también había huellas humanas. No tuvieron que caminar mucho antes de encontrar la primera pista, una pared de árboles pelados, planificados para asimilar una pared de concreto, estaba pintada con lo que parecía ser gis, pero que en realidad era piedra naranja, una sucesión de líneas de cinco por grupo.
-Estaba contando los días…
-201 líneas, 6 meses y 18 días exactos.
-201 días…estuvo solo por poco más de medio año.
-Pero ya estamos aquí, estamos cerca..
-Bum bum bum…
Los cuatro guardaron silencio, Siwon y Hyukjae intercambiaron miradas con Yesung. Bum Bum Bum, no eran sonidos, eran pisadas. Se apresuraron a andar, el localizador daba a la izquierda pero a la izquierda no había nada.
-Son solo…plantas….
Pero no eran solo plantas, no cuando observó un par de ojos marrones observarle en las sombras. Unos ojos que conocía tanto como los suyos.
Su mirada encontró sus ojos y le quitó la respiración. Esos ojos tan fríos que se suavizaron en cuanto lo vieron. Esos ojos que tanto amaba…
-¡Kibum-ah!
Se exaltó un poco cuando Yesung remplazo a ese par de ojos. Su grito hizo rugir a una bestia que no se encontraba lejos. Sin decir ni una palabra los hizo caminar dentro del contenedor, cuando llegó a esa persona.
Es como si el mundo se hubiera detenido, en un instante todos habían desaparecido y eran solo ellos dos. Sus ostros, frente a frente, sus cuerpos tan cerca que era palpable el calor que se transmitían.
BUM BUM BUM
Pero no era tiempo. Sin decir nada cerró la puerta detrás de él una vez que todos estuvieron dentro.
Antes de que pudieran hablar Kibum les hizo una seña de silencio, el capo de cristal agrietado dejó ver al gigante que pasaba, sus fauces abiertas y sus ojos alerta. Sus grandes ojos del tamaño de una cabeza humana se enfocaron en la capsula, pero la bestia perdió interés casi inmediatamente, su cola balanceante paso después.
Los ojos abiertos con expresiones de impresión en el rostro eran visibles en las caras de sus amigos, pero en la de ZhouMi no había emoción alguna, sus ojos seguían en él.
-¿Acaso eso era…un dinosaurio?