Pasada la media noche llegaron a su casa, SiWon cargó a SunHee hasta su habitación cubriéndola con su cobija, acomodándole un par de cabellos que tapaban su frente, sonriendo al ver a su pequeñita durmiendo, salió intentando hacer el menor ruido posible, yendo a su habitación.
-Bien-dijo HeeChul sentándose en la orilla de la cama- los regalos están en el closet-dijo y SiWon abrió la puerta sacando varios paquetes de diferentes tamaños-no olvides morder algunas galletas y tomarte la leche-le dijo sacándose los zapatos.
-Pero ya he comido suficiente-se quejó.
HeeChul volteó a verlo, viéndolo detenidamente de arriba abajo y de vuelta.
-Media vuelta-exigió cruzándose de brazos- estas bien amor, tal vez subiste un par de kilitos, pero vamos, ¿en estas fechas quien no sube un par de kilitos?
Un suspiro cansado escapó de los labios del alto y caminó hacia la sala, dejando los regalo debajo del árbol, mordiendo un par de las galletas que la pequeña SunHee había dejado ahí para cuando Santa Claus llegara con sus regalos, después volvió a la habitación dejándose caer sobre la cama, viendo a HeeChul leyendo.
-¿Qué es?-preguntó viéndolo.
-Como amaestrar a tu caballo en cinco simples pasos-dijo sonriendo maquiavélicamente, entrecerrando sus ojos.
-¡No!-Dijo al ver aquellos ojos oscuros brillar- lo que sea que pase por tu malvada mente no.
-No te dolerá… mucho-dijo.
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Cuando la noche cayó en casa de los Kim Lee, KangIn ya no sabía si llorar o reír, y es que la eterna pelea entre sus padres y los de su esposo, eran sin duda algunas cosas que siempre recordaría.
-Cariño, pero si tu coordinación de manos y pies es mas nula, que la capacidad de mi hijo de distinguir entre borgoña y rojo quemado-se burló la señora Kim, al ver como la señora Lee intentaba bailar.
-Pero si cariño, eso seguro fue culpa tuya-contestó de inmediato.
Sungmin rodó sus ojos, negando un par de veces al ver la infantil actitud de los futuros abuelos, cuando su teléfono comenzó a sonar extrañado contestó.
-¡Minnie!-dijo KyuHyun en tono afligido- ¡Se quedo dormido!
-¿Eh?, ¿Quién Kyu?-preguntó frunciendo un poco el ceño.
-El baboso con quien me case-se quejó hipando.
-¿Cómo que se quedo….? ¡Oh!, ¿y eso?-dijo concentrándose totalmente en su plática con el menor, ignorando como su madre le lanzaba un cojín a su suegra siendo detenida por su padre.
-No sé… ¿y si ya no le atraigo?-dijo sorbiendo-¿Qué tal si me deja?
-Kyu… estás un poco paranoico-le dijo Sungmin.
-¡NO ESTOY PARANOICO!-dijo de inmediato- solo que… no sé….
-Mira Kyu-le dijo suspirando- duérmete tu también y mañana arreglas esto, ¿está bien?
-No puedo dormir….
-Sal a pasear con AhRa, no sé-dijo Minnie, viendo sus cojines volar de un lado al otro de la sala, mientras su esposo se descojonaba en el piso- tengo que atender algo, nos vemos-dijo y le colgó.
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-Te odio JongWoon-se quejó Kyu, pegándole con el pie haciéndolo renegar en medio de su sueño.
-¿Kyu?-preguntó AhRa al otro lado de la puerta.
-¿Qué quieres?-preguntó de mala manera.
La puerta se abrió dejando ver a su hermana con el ceño fruncido.
-Mocoso del mal, compórtate, soy tu mayor-se quejó en voz baja.
-No me importa boba noona-le dijo sacándole la lengua.
-¿Por qué demonios estas de tan mal humor?-preguntó cruzándose de brazos.
-Tu porque crees-dijo viendo a JongWoon quien dormía cómodo en la cama.
-Ven-le dijo después de ver a su cuñado entrando en su quinto sueño, ambos hermanos salieron de la habitación sentándose en la sala, donde la chimenea continuaba encendida-¿Te sientes listo?-preguntó después de pasar un rato en completo silencio.
-No mucho-dijo suspirando- digo a veces creo que tal vez… no sé temo no ser un buen ejemplo para mis hijos.
-Oh Kyu-le dijo abrazándolo- serás un excelente ejemplo como lo fueron nuestros padres.
-¿Tú crees?-preguntó aferrándose a su hermana.
-Claro que si mocoso-le dijo acariciándole los cabellos.
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Apenas habían pasado unas cuantas horas desde que había podido conciliar en sueño cuando un extraño sonido proveniente de la entrada del departamento le despertó.
-Hyukkie-se quejó pateando el trasero de su novio- ve a ver.
-Ve tu es tu casa-dijo el monito acomodándose mejor en la cama.
-¡Ve tu mono!-dijo y lo empujó fuera de la cama.
Refunfuñando se levantó del suelo, saliendo de la habitación para ir a ver qué demonios hacia tanto ruido a aquella hora de la madrugada, cuando vio a un tipo vestido de negro tomando la tostadora que estaba sobre la barra, ambos se vieron cuando HyukJae prendió la luz, y tomó lo primero que estuvo a su alcance que fue nada más y nada menos que un bote de mermelada de fresa.
El ladrón dejó la tostadora de nuevo sobre la barra, pero HyukJae no bajó en ningún momento el bote de mermelada, asustado el tipo lanzó una bolsa de harina abierta hacia HyukJae que contraatacó lanzando el bote de mermelada, dado de lleno contra la frente del ladrón.
-¡HAE!-gritó al no poder ver nada, cuando la harina en el aire se disipó se vio solo en la cocina, y la puerta de la entrada abierta.
DongHae había salió disparado de la cama nada mas oír aquel grito, viendo a alguien salir del departamento, asustado se asomó en la cocina viendo a HyukJae lleno de harina, viendo que estaba bien, se acercó a la puerta viendo que había sido forzada.
-Excelente forma de pasar la navidad-murmuró molesto.
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Cuando los primeros rayos del sol resplandecieron sobre la enorme ciudad, una pequeña bajó de su cama de inmediato corriendo apresurada hasta la sala donde encontró varios paquetes de diferentes tamaños, todos con su nombre en ellos, sonrió contenta y comenzó despedazar a los indefensos regalos, sonriendo cada vez más, ante cada regalo que abría.
Emocionada corrió hasta la habitación de sus padres, abriendo la puerta subiéndose con algo de dificultad a la cama y colocándose justo en el medio.
-¡LLEGÓ SANTA!-gritó con todo el poder de su garganta asustando a ambos padres, quienes se levantaron desubicados y asustados.
-SunHee-le regaño HeeChul llevándose una mano al pecho-no grites.
-Pedón-dijo haciendo un pequeño mohín- ¡pedo Omma, llegó santa y tajo montón de degados!
-¿Enserio nena?-preguntó su padre atrapándola entre sus brazos.
-¡Si appa!-dijo sonriendo- ¡vamos!-le apuró sonriente jalando del brazo a su padre.
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Cuando despertó se encontró completamente solo en la cama, así que colocándose la bata salió de la habitación viendo a su hermano con cara de muerte total recostado en el sillón.
-¿Qué pasa JongJin?-preguntó bajando las escaleras.
-Tu esposo y su abstinencia-se quejó parándose- me levantó a las seis… ¡LAS MALDITAS SEIS DE LA MAÑANA!
-¿Qué quería?-preguntó sin hacerle mayor caso a su hermano, buscando con la mirada a su lindo esposo.
-Volver a Seúl-dijo.
-¿Qué?-dijo volteando.
-Dijo que necesitaba hacer algunas cosas, y me obligó a llevarlo de vuelta a la ciudad.
-¡Y TU LE HICISTE CASO!-gritó JongWoon corriendo escaleras arriba.
-Un hombre embarazado es peor que nuestra madre menopáusica-mencionó bajito encogiéndose de hombros.
A los pocos momentos JongWoon salió corriendo hacia la puerta, detrás de él bajó AhRa.
-¿ya se fue?-preguntó.
-Sep-dijo JongJin estirándose.
-Vamos Kyu~-le dijo y KyuHyun salió de la habitación de AhRa.
-¿No le irá a dar algo cuando llegue a la ciudad y no te encuentre?-preguntó.
-Probablemente-dijo sonriendo- pero se lo merece, además mi plan es volver hoy a mi casa, aquí lógicamente mi intimidad se ve fuertemente afectada-dijo señalando hacia la habitación de los padres de JongWoon y JongJin.
-Eso pasara cada año-le dijo- vete haciendo a la idea.
-Ni loco, cuando nazcan los pequeños engendritos las navidades las pasaremos en Seúl y en nuestra casa.
Después de eso KyuHyun y AhRa salieron y pasearon en el pueblo cercano durante casi toda la mañana, cerca del atardecer llegaron a Seúl donde JongWoon estaba a punto de llamar a la guardia nacional al no encontrar por ningún lado a su esposo, de hecho junto a él estaban JaeJoong y SungMin.
-¡Ya llegue!-dijo abriendo la puerta de par en par, viendo en su sala a su mejor amigo, a su médico y a su esposo.
-¡¿Dónde demonios estabas?!-dijo JongWoon yendo hasta él abrazándolo con fuerza-¡pensé que algo te había pasado!
-Estaba con AhRa-contestó con tranquilidad, soltándose de JongWoon- siento las preocupaciones, pero solo las de ustedes-les dijo a los otros dos que negaron y se pararon.
-Nos vamos-dijo JaeJoong- y Kyu recuerda, no es bueno los reniegos durante el embarazo, menos en uno como el tuyo.
-Entendido-dijo caminando hacia su habitación.
Una vez que quedaron solos, JongWoon fue directo a su habitación encontrándose con KyuHyun revisando el álbum que ZhouMi y AhRa le habían regalado hacia tiempo, estaba repleto de pensamientos hacia sus bebés y las fotos de sus ultrasonidos.
-Quería vengarme-dijo sin levantar la vista.
-¿Por lo de anoche?-dijo sentándose a su lado.
KyuHyun suspiró dejando de lado el pequeño álbum volteando a ver a JongWoon.
-Quiero un masaje de pies.
-¿Qué?, ¡¿después de que me engañaste e hiciste que te buscara como loco por toda la ciudad?!
-Si-dijo- cargar esto-dijo señalando su prominente vientre- no es nada sencillo, sobre todo si estas reteniendo líquidos y sientes presión todo el tiempo.
JongWoon se masajeó un par de veces la nariz antes de levantarse de la cama, tomando del peinador un bote de relajante de pies, después de colocar un poco en sus manos iba a comenzar a masajear los pies del demonio con quien se había casado, cuando sintió las manos del menor jalarlo hacia arriba estampando sus labios sobre los suyos.
-Te amo-murmuró sin despegar sus labios.
-Chantajista-le dijo sonriendo un poco.
-Así me amas ahjusshi pervertidor de menores~
-¡KyuHyun!-se quejó.
-Se que te pone que te diga así-dijo guiñándole un ojo.
JongWoon resopló sabiendo que aquello era nada más y nada menos que la verdad.