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Come Clean por girlutena

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Notas del capitulo:

 


Al parecer ....actualizé hoy *-*

Naruto se encontraba sentado en el umbral de su puerta, esperando a que llegara el moreno de su trabajo, cosa que aún no sabía en que trabajaba.


El menor había llegado antes de lo pensado de sus clases, escapando de los abusadores de los mas pequeños, los golpes que tenía en su rostro ya estaban desapareciendo, así como la que tenía Sasuke en su frente.


En el cielo se podía ver los colores intercambiando de tonalidades, en estos momentos el color naranja era el que mas resaltaba y detrás de el, venía el azul, un azul casi opacándose por el rojo y el amarillo. Las nubes llenas de agua, cubriendo el gran cielo, volviéndolo entre gris y negro.    El viento empezó a soplar mas fuerte. Las madres salieron de sus casas para llamar a sus pequeños hijos, abrigándolos en sus brazos.


El menor estaba tan absorto en la imagen de un doncel, abrazando a su pequeño niño de 5 años, que no sintió cuando unos brazos lo protegieron a él, levanto la mirada como pudo y vio el rostro níveo del mayor.


-¿Por qué estás aquí afuera? Puedes enfermarte, Dobe.


-¡Teme!...estaba esperándote-ttebayo. –Naruto agacho su cabezo y apretó sus puños, eso tan solo lo dijo en un susurro, pero fue tan audible para el moreno que inconscientemente le hizo sonrójese.


-Bien, entonces entremos y preparare la cena.


-El moreno había salido del baño después de lavarse las manos y el rostro, cuando encontró al menor en la cocina en medio de todos los ingredientes y con un libro de cocina abierto, su rostro fino y delicado, sus ojos azules, recorrían las hojas del libro, mientras que en su rostro empezaba a formarse una mueca de fastidio y frustración.


-¿Qué te pasa? –El menor se sobresaltó cuando escucho la voz del moreno muy cerca de él, las manos del Uchiha muy cerca de sus manos, estaban tocando el mismo libro. El moreno no dijo nada al ver la imagen del Botamochi. Algo le decía que el rubio deseaba cenar eso.


-Muy bien, entonces hoy hagamos un Ohagi. (Así se llama el Botamochi en otoño)–Sasuke se volteó a sacar todos los utensilios y arreglar la mesa de preparación.


-¿Enserio-ttebayo? –El mayor vio algo en los ojos azules del menor, era algún brillo extraño y sintió algo que nunca había sentido con otra persona. -¿Puedo…puedo ayudarte?


-Claro que necesitare tu ayuda, Dobe.


-No me digas Dobe, ¡Teme!


Después de pasar por mas de 3 horas en la cocina y preparar una sopa de miso con vegetales encurtidos. La mesa por fin se vio llena de comida.


Sasuke veía como el menor comía tan feliz, como si nunca hubiese recibido un alimento como ese. Sabía que el menor vivía solo, pero hasta ahora no se había atrevido a preguntar pos sus padres, también sabía que iba a la preparatoria Konoha, que era muy buen en enseñanza, tan solo habían pasado 8 días y los dos se sentían felices con su presencia.


Su hermano ni sus padres le volvieron a llamar y al parecer Naruto estaba feliz con eso, se había dado cuenta que el menor temía ser abandonado por él, pero Sasuke nunca lo dejaría solo, él también había empezado a crear algo extraño en su interior por el menor.


Abrió sus ojos sorprendido al sentir como le era lanzada una pequeña bola de arroz.


-¡Teme! ¿Me estas escuchando? –El rubio inflo sus cachetes al darse cuenta que había estado hablando por las puras.


-Lo siento, Naru. ¿Me podrías repetir lo que me has dicho?


-Es que…va a ver una obra en mi escuela…y yo…quería que vallas…Pero si no puedes…entenderé.


-Claro que iré. ¿Cuándo es?


-….mañana… empieza desde las 10


-¿Eso no es un poco pronto?...pero está bien, iré.


Sasuke se encontraba lavando los platos, mientras que Naruto los secaba y los colocaba en una pila de platos.


La lluvia ya había empezado, se escuchaban las gotas chocar contra las ventanas, cuando de pronto un fuerte trueno hizo explosión en el cielo, asustando al menor, quien inconscientemente tiro el plato al piso y en ese mismo instando se fue la luz.


Naruto se agacho en la oscuridad a recoger los pedazos rotos, haciendo que en la oscuridad una pequeña astilla se incrustara en su mano, cuando sintió las manos del moreno sobre las suyas, tranquilizándolo.


Sasuke se alarmo cuando escucho el plato romperse, vio el pequeño cuerpo del menor temblando en el piso, se agacho a su altura, para ponerlo de pie y sentarlo en uno de los muebles.


-Tranquilo, iré por el botiquín. –Pero antes de que el mayor pudiera ponerse de pie, naruto le agarro la manga de la camisa.


-Naru, no te dejare solo. Espérame unos segundos e iré por la linterna. –Espero unos segundos hasta que el doncel lo dejo marchar, sin tardarse demasiado, regreso con el botiquín y una linterna, se dio cuenta que la herida no era muy profunda, pero había roto unas pequeñas venas. Le vendo la mano, para luego sostenerlo entre sus brazos y llevarlo hasta la habitación, donde lo apoyo lentamente.


Naruto en ninguno momento le soltó el cuello, haciendo que se acostara con él, nuevamente el cuerpo del doncel se acurrucaba demasiado a su cuerpo, mientras él pasaba su brazo por la fina cintura del menor, acariciando su espalda, para dormirlo.


El día había empezado gris y frio, pero el cuerpo de naruto se encontraba tan cálido que no deseaba abrir los ojos por nada, se removió un poco, al sentir una leve caricia sobre su mejilla, pego su rostro en algo tibio y escucho un palpitar sereno. Luego sintió unos besos recorrer su rostro, como alguien besaba con ternura su nariz.


Abro mis ojos rápidamente y pudo ver dos gemas tan negras, viendo mi rostro fijamente y de pronto una sonrisa, una fina sonrisa se hace presente en tu fino rostro, aun se puede notar la cicatriz debajo de tus desordenados cabellos brunos, veo como lentamente te acercas a mi rostro y yo inconscientemente cierro mis ojos, nuevamente.


 


Probé tus ojos, las lágrimas saladas que caían de ellos, bese tu frente, tu nariz, este sentimiento que quemaba dentro de mí, ya no podía más, me detuve a unos centímetros de tu rostro al ver como poco a poco abrías aquellas dos gemas zafiros, para verlas brillar.


Y no me pude contener mas, me acerque a ti, lentamente, mientras veía como cerrabas tus ojos u abrías unos milímetros tus labios, lo tome como una invitación silenciosa, bese tus dulces labios, jugué con tu lengua, que se encontraba paralizada. Mis manos viajaron hasta debajo de tu camisa de dormir, acaricie tus pequeños pezones y sonreí, cuando escuche un pequeño gemido.


Lamentablemente tuve que alejarme de ti ya que a los dos nos estaba faltando el aire, pero te juro, que no me importaría morir de esta forma. Ver tus mejillas llenas de aquel color carmesí, tus labios rojos e hinchados por el anterior beso, tus cabellos rubios, desparramados, desordenados por la almohada, tu camisón a medio levantar.


Tus ojos azules se fueron abriendo poco a poco y note un brillo y como una pequeña lágrima resbalaba por tu mejilla, pase mi dedo, acariciando tu bello rostro y notando que los golpes que tenías hace unos días ya habían desaparecido.


Noté como levantabas tu brazo y tu mano acariciaba mi cicatriz, que se ocultaba entre mis cabellos, aún seguía arriba tuyo, mis brazos al costado de tu cabeza y mis piernas al costado de las tuyas.


Tus labios temblaban y yo sabía que deseaba que te diga nada, pero no podía, mi garganta se había quedado sin palabras, mis pulmones sin aire y mis ojos tan solo miraban a los tuyos, maravillados.


-No te dejare. Nunca. –No era un “te amo”, muy cliché, pero era verdad, nunca le dejaría, nunca dejaría que nadie le tocara y si alguien se atrevía a tratarlo mal, se las vería conmigo. Volví a besar tus ojos cerrados, cuando se derramaron varias lágrimas.


Sí, en este momento no pensé en nadie, ni en nada, si mi padre quería que le llevara a alguien, pues llevaría al ser más maravilloso que he encontrado en un lugar tan lejos de casa y nunca lo alejaría de mi lado.                                                                                                                                 Aunque el sonoro quejido de Ko me llamó la atención, el pequeño animal se encontraba a pie de la cama, su pequeña cola negra y peluda se movía de un lado a otro, pidiendo atención y comida.


 


Sasuke me acompaño a mi escuela, pero se retiró rápidamente, después de darme un fugaz besos en los labios, entre a la escuela con el sonrojo aun en mis mejillas y ví como los chicos se encontraban moviendo sillas y mesas, algunos se volvían locos por los últimos preparativos de las funciones y los juegos de deportes.  A lo lejos ví como mi mejor amigo Kiba peleaba con un varón Sabaku No Gaara. Aunque los dos lo negaran rotundamente, sabía que Kiba al igual que Gaara sentían celos, cuando un desconocido se juntaba a su persona.


-¡Naruto! ¡Dile a Gaara que lo que está haciendo está mal! –Tan solo miré al bermejo y este soltó un fuerte soplido hastiado de tanto discutir, soltó la cuerda, dejándola en el piso y se acercó con pasos fuertes pero cansados a una compañera Yamanaka Ino.


Kiba soltó un soplido de frustración al verlo irse con la mujer, volvió a agarrar la cuerda del piso y le ayude a colocarla en su lugar debido.


-¿Y me contaras, qué paso con el varón que vive en tu casa? –Mis mejillas empezaron a arder al recordar lo que sucedió esta mañana, aún seguía lloviendo, pero los brazos de Sasuke me mantuvieron caliente toda la noche.


-Pues…me prometió que hoy vendría-ttebayo. –El grito que soltó mi amigo llamo la atención de todos, pero en especial de Gaara, haciendo que este volteara, pero al darse cuenta que no era nada grave, regreso a lo que estaba haciendo.


-¡Así que hoy lo conoceré!


-Kiba…Onegai…no hagas ni le digas nada…


-Tranquilo amigo. –Kiba pasó su brazo sobre mis hombros con una sonrisa de oreja a oreja, pero yo sabía que ya estaba pensando en algo.


-¿Ahora me contaras tú? ¿Cuándo se lo dirás?


-No lo sé…a veces pienso que no le importó y me desanimo…


Las horas pasaron demasiado rápido, por suerte todo quedo listo, antes de que empezaran a llegar los invitados. Me quede de pie en la puerta, esperando en cualquier momento la llegada de Sasuke y la verdad era que me moría de vergüenza al volverlo a ver, pero una parte de mí, se moría por verle.


Pasaban los minutos y todas las personas ya habían llegado menos Sasuke, el grito de Kiba me llamo la atención así que llegue a donde estaba él, junto a Gaara, quien llevaba el ceño fruncido.


-¡Pero si es tan guapo! –Intente ver lo que veía mi amigo, pero solo veía un grupo de chicas y donceles rodear a alguien…hasta que.


-¡Dobe! –Aquel grito, hizo que todos se callaran y poco a poco le fueron abriendo paso, yo atine a sonrojarme aún más, al sentir la mirada de Kiba y de Gaara…y de toda la escuela encima de mí. Yo solía ocultarme muy bien, en la biblioteca y no ser muy social.


Cuando Sasuke coloco su mano sobre mi brazo, sentí como me quemaba, quemaba mi pecho, quemaba mi rostro.


-Buenas, mi nombre es Inuzuka Kiba el mejor amigo de Naru-chan y este de aquí es Gaara…un entrometido, así que a él no le hagas caso.


La sonrisa jovial de Kiba hizo enfurecer a Gaara, quien al parecer quería ahorcarlo en ese momento, ví como Sasuke sonreía, con aquella sonrisa altanera a mi amigo, extendiéndole la mano.


-Mucho gusto, Kiba-kun. Mi nombre es Uchiha Sasuke. El novio de Naru-chan.


Mis ojos al igual que los de mi amigo se abrieron enormemente, aunque Kiba siguió sonriendo, mi rostro parecía un tomate, por más que lo intentara ocultar en el pecho de Sasuke, sabía que mi mejor amigo se burlaría de mí.


Kiba agarro sin ningún permiso la mano de Sasuke para alejarlo de la entrada y mostrarle las atracciones, por detrás de ellos iba Gaara y Naruto, cada uno con el ceño fruncido y las manos hechas nudo.


El mayor hablaba tan sonriente con Kiba, sabiendo que naruto se moría de celos por aquellas acciones.


-¡Chicos!  ¡Vamos a tomar el té! –Kiba entro a un salón donde unas Maid les atendieron, las mesas eran de dos y Kiba por supuesto se sentó con Sasuke.


-¡Gaara, tienes que hacer algo-ttebayo!


-¿Yo? –El menor no espero que el bermejo le dijera nada mas y se puso de pie, sin importarle con una de las Maid estaba colocando la taza sobre la mesa, agarro fuertemente el brazo del moreno, jalándolo hasta la salida.


Gaara se acercó a la mesa de Kiba, quien estaba con una sonrisa de oreja a oreja, tomando tranquilamente su té.


-¿Qué ha sido todo eso?


-¿Qué cosa? –Gaara no dijo nada y solo se sentó al costado del doncel, sabía que aquella relación que tenía con el castaño no llevaba nada bueno, si seguían así, sufriría cuando el castaño decidiera alejarse de él. Claro que sabía a lo que naruto se refería. Pero por más que se animara tenía miedo que Kiba se alejara de él.


Kiba pidió varias porciones de tortas de diferentes tipos de sabores y colores, mientras que Gaara solo le veía comer y él tan solo tomaba su té. ¿Cómo había llegado a gustarle un doncel como él? Ni él mismo lo sabía, Kiba y Naruto eran muy distintos a los demás, mientras que Naruto era tímido y había sufrido, aun así mantenía un gran corazón, en cambio Kiba…él también había sufrido al igual que el rubio, el maltrato de sus padres, pero al contrario, él mantenía una sonrisa que a veces le parecía más actuada que real.


Sin darse cuenta esbozo una sonrisa al ver al castaño comer tan feliz, aquellas tortas, que él mismo había preparado en las clases de cocina.


 


Naruto caminaba rápidamente con una mano sujetaba fuertemente la mano del varón, sin darse cuenta llegaron a las canchas de deportes, que se encontraban vacías. Se detuvo abruptamente al ver al lugar donde habían llegado.


-Hasta que te detienes. –Naruto soltó la muñeca del moreno como si esta le quemara.


Sasuke sonrió al ver el sonrojo y el puchero del menor, y sin abstenerse a nada le abrazo, como si fuera lo más preciado en su vida, coloco su cabeza en la del menor, percibiendo el aroma a girasoles y miel del menor.


-Eres un Teme…


-Y tú un Dobe, celoso.


-No estoy celoso-ttebayo.


El menor intento separarse de Sasuke pero este no se lo permitió, más lo abrazo aún más fuerte.


-¿Por qué tardaste?


-Disculpa, tuve una urgencia en el trabajo. –El menor alzo una ceja. –Tengo un bufete de comida y al parecer había llegado un negociador, pero lo despache inmediatamente.


-¿Un bufete?


-¿No te lo había dicho?


-Teme…no me dices muchas cosas-ttebayo.


-Lo siento amor. Te prometo que cuando lleguemos a casa, te contare lo que desees. –Naruto abrió sus ojos. ¿Había escuchado bien?, ¿Sasuke había dicho “cuando lleguemos a casa”?  El menor abrazó al moreno, con una sonrisa en su rostro.


Naruto y Sasuke gritaban desde las gradas, dándoles ánimos a Kiba y a Gaara, quienes competían en la carrera del “saco”


Gaara no sabía cómo se había dejado convencer por el castaño, pero al final se vio envuelto en una competencia, con un pie dentro de un saco, junto con el pie de su “amado” amigo. No habían ganado, pero Gaara le compro el mejor dulce al doncel, para que este feliz.


-Se nota que al “sin cejas” le gusta Kiba.


-¿Sin cejas?...se llama Gaara-ttebayo. –El moreno vio el rostro molesto del rubio y le abrazo, susurrando en su oído.


-Si lo defiendes tanto, me pondré celoso, Dobe. –Naruto le empujo levemente, cubriendo su sonrojo con sus cabellos, dejando al azabache detrás del él.


Sasuke y Gaara habían hecho todo lo que los menores le pedían, compitiendo para ganar algún peluche o comprarles alguna golosina.


Naruto y Kiba habían probado todos los pequeños puestos de comida y sin gastar un solo centavo. Sasuke ganó un pequeño peluche en forma de zorro naranja que se lo regalo al rubio, pero este se negó a recibirlo y lo cambio por un peluche en forma de gato negro al igual que Ko y al igual que el Uchiha.


Sasuke no pudo negarse, cuando oyó las palabras del menor. “Así te recordare cuando te vallas de viaje-ttebayo”


La pareja se quedó hasta entrada la noche, para ver los fuegos artificiales, muchas parejas bailaban alrededor de la fogata, otros comían divirtiéndose.


Sasuke llevo a Naruto a las canchas de deporte donde sabía que no habría nadie, hay se sentaron en las gradas, el moreno abrazaba de la cintura al menor, viendo la explosión de luces.


Naruto se encontraba más que feliz, había compartido un día entero con sus mejores amigos y con su ahora “novio”, pero aun sentía que algo malo pasaría, lo presentía y eso no le gustaba para nada, sujeto fuertemente las manos del moreno que estaban en su cintura.


-Sasuke, no me dejes. Onegai. –El mayor no había escuchado lo que había dicho el menor, por el estruendoso sonido de los fuegos artificiales, pero sintió el cuerpo del menor más liviano sobre su pecho, sonrió al darse cuenta que se había quedado dormida entre sus brazos.

Notas finales:

 


Lamento algun error....pero no lo he corregido....pero he intentado llegara a las 2 mil palabras....y fueron 2831 7 paginas *-*


 


espero que les guste el capitulo


y espero sus reviews y algun concejo tambien 


(:


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