Al fin todo se había calmado, los norteamericanos se habían ido a dormir, Joey estaba durmiendo abrazado a la botella que había sacado del bolso del hombre de la cárcel.
-Es fácil, inténtelo, ponga sus puños de esta forma y lo lograra – Decía mientras reía y acomodaba los puños de Yugi, estaba enseñándole como golpear – Y con fuerza hacia arriba
-Algo así? – Decía mientras golpeaba pero caía y era atrapado por Yami.
-Excelente – Ambos rieron – es hora de otro trago – era obvio que ambos estaban un ‘’poco’’ ebrios, ayudaba a Yugi a sentarse sin dejar de reírse.
-Al contrario de mi hermano señor, yo se cuando decir no! – Tomo la botella la destapo y le dio un sorbo profundo.
-Aja… Y al contrario de su hermano Yugi, a usted no lo entiendo
-Lose, se esta preguntando, que esta haciendo un lugar como yo, en un joven como este
-Si algo parecido – Yugi realmente estaba ebrio, pero Yami aun estaba un poquito mejor que él.
-Egipto, esta en mi sangre, sabe mi, mi padre fue un explorador muy famoso y el amaba tanto a Egipto que se caso con mi madre que era una egipcia y que además era muy intrépida – Decía mientras tomaba el collar que tenia en su cuello que tenia una foto de sus padres.
-Ya se de su padre, ya se de su madre y… lo entiendo a él – Dijo mientras apuntaba hacia Joey – Pero… usted que hace aquí?
-Oiga! yo, tal vez yo no sea un explorador o un muchacho intrépido o buscador de teseros o un experto en armas señor Atemu! Pero yo estoy orgulloso de lo que soy amigo – Hablaba mientras se tambaleaba parado, Yami intentaba que si se cayera atraparlo.
-Y que es usted?
-Soy! – Hizo un momento de silencio y pensó - Un bibliotecario! - Yami solo sonrío sin dejar de mirarlo, Yugi callo de rodillas frente a él
-Y… Ahora voy a besarlo, señor Atemu…
-Llámeme Yami…
-Yami… - Susurro sonriendo, ambos se acercaron para besarse lentamente, pero antes de unir sus labios Yugi cayo dormido sobre Yami, este no entendía lo que paso, solo sacudió la cabeza.
La mañana llego, el sol comenzaba ah alzarse en el horizonte, los norteamericanos habían despertado temprano y vuelto al lugar donde tres de sus hombre se habían derretido, el acido mineral se había dispersado así que ya era seguro que estuvieran, del compartimiento sacaron una enorme caja toda tallada con jeroglíficos y la colocaron en el suelo, Alister, Marik, Bakura y el hombre del cabello turquesa se acercaron y sacaron la arena que había sobre él, los trabajadores se alejaban ya que tenían miedo de que algo parecido como lo del otro día volviera a pasar.
-Hay una maldición bajo este cofre… - Dijo el hombre de cabello turquesa alejando a los demás.
-Que estupideces – Dijo Alister
-Y eso que? – Dijo Bakura
-Cuidado señor Alister, en estas regiones los que fue malditos en tiempo antiguos es más fuerte hoy que entonces – Le advirtió
-Si entendemos, que dice ahí! – Le respondió Alister
-La muerte vendrá para quien se atreva a abrir este cofre – Comenzó a traducir el hombre de cabello turquesa.
Un ruido se escucho, como un grito y voces, los trabajadores se asustaron y un fuerte viento soplo en el interior del lugar, apagando sus antorchas, los trabajadores corrieron temiendo por su vida.
-No debemos estar aquí, esto no es bueno – Dijo Duke
-Aquí dice – Continuo – existe uno, él inmortal quien volverá a la vida cumpliendo la Ley sagrada de consumar esta maldición…
-Hagamos que nadie regrese de la muerte entonces – sugirió Marik
-Él matara a los que abran este cofre… y asimilara sus órganos y fluidos y al hacer esto, se regenerara y entonces, será el revivido, pero la plaga caerá sobre nuestra tierra – Termino y levanto la mirada viendo como Duke se alejaba de ellos.
-Si pero, no nos iremos de aquí con las manos vacías – Dijo Alister
-Así es – Le respondió Bakura.
-Sacrilegio – Dijo Duke, todos lo miraron – Es un sacrilegio… Sacrilegio! Protéjanse de la maldición!– Dijo antes de salir corriendo.
-Supersticioso estupido invesil – Dijo Alister para luego abrir el cofre con ayuda de Bakura y otra vez una especie de humo salio de su interior.
Justo debajo de ellos, Yami y Joey terminaban de sacar el sarcófago y lo ponían de pie contra la pared
-Eh soñado con esto desde que era un niño! – Decía alegre, Yami lo miraba y se preguntaba si recordaría algo de lo sucedido en la noche.
-Soñabas con estas cosas? – Pregunto Yami, pero fue ignorado
-Miren, la escritura sagrada ah sido labrada, este hombre no debió haber sido condenado no solo es esa vida, si no en las siguiente!
-Que conmovedor! – Decía Joey mientras colocaba la llave y comenzaba a girarla – Veamos, quien esta dentro
Una vez que la cerradura se abrió, Yami y Joey tomaron los extremos hicieron fuerza, Yugi los observaba ansioso de lejos, hasta que lograron abrirlo y de este salto una momia, los tres gritaron y Joey casi salio corriendo, Yami y Joey observaron a la momia.
-Oh Dios Mio! Odio cuando hacen eso! – Dijo Yugi
-Debe lucir así, no? – Pregunto Yami riéndose
-Nunca había visto una momia como esta – Dijo mientras la observaba, su mandíbula estaba corrida hacia el lado izquierdo – Él esta, aun…
-Jugoso – Dijeron a la vez Yami y Joey
-Si… debe tener mas de, 3.000 años y aun parece estar en, descomposición…
-Ahí hay algo – Dijo Yami apuntando hacia la tapa del sarcófago, pero en su interior, Yugi se acerco, parecían, marcas de uñas – Que opinas de esto?
-Por Dios, esa marcas fueron echas… con las uñas… Este hombre fue sepultado vivo y dejo un mensaje, ‘’La muerte, es solo el comienzo’’
Los tres miraron a la momia, mientras tanto, arriba, el humo que salio del interior del cofre se dispersaba, los cuatro hombres miraron en su interior, el de cabello turquesa se acerco, había algo envuelto, comenzó a desenvolverlo y en su interior había un libro negro.
-Dios mío, es cierto que existe el libro de la muerte – Dijo mientras lo tomaba
-Libro? A quien le importa un libro! Donde rayos esta el tesoro? – Pregunto angustiado Marik
-esto caballeros… esto es un tesero – Continuo
-si? Pues yo no daría un dolor por – Dijo mientras pateaba el cofre y un compartimiento se abría mostrando algo en su interior.
-Miren eso – Dijo Bakura
-Ahí esta su tesoro, caballeros – Les dijo el hombre de cabello turquesa, dentro habían 5 vasos Canope
-Esto si tiene valor – Dijo Alister.
Una vez mas la noche cayó, Yugi se dirigía con Yami y Joey, tenía la llave en sus manos y escucho ruidos, miro y era el hombre de cabello turquesa intentando abrir el libro a la fuerza, se dio cuenta de la presencia de Yugi y lo miro, este solo se hizo en distraído y volvió a verlo.
-Necesita una llave para abrir ese libro – Le dijo y luego continúo caminando
-Atemu! Cuanto crees que nos den por estas baratijas? – Le preguntaba Alister mostrándole el vaso Canope que tenia en su mano
-Escuchamos que encontraron una linda momia – Le decía Bakura, los tres se sentaban frente a Yami, Joey y Duke que estaban juntos – Pues felicidades!
-Si se la llevan talvez la vendan como leña para chimenea – Le Dijo Marik, todos comenzaron a reír.
-Miren lo que encontré! – Grito llegando Yugi
-Estas en su lugar, fuera! – Le dijo Yami a Duke echándolo, este se sentó al otro lado de Yami
-Esqueleto de escarabajo carnívoro! Lo encontré en el sarcófago de nuestro amigo… Pueden permaneces vivos durante años comiendo la carne de un cadáver… Por desgracia para nuestro amigo, él estaba vivo cuando empezaron a comerlo
-Así que alguien los entero con el y lo empezaron a comer vivo? – Pregunto Yami
-Y lentamente – Le respondió Yugi
-Seguramente no era un sujeto popular – Dijo Joey
-Bueno, tal vez quiso tener un romance con la hija del Faraón, no creen? – Dijo en broma Yami
-De acuerdo a mis estudios, nuestro amigo sufrió el Hondai, la peor de todas las antiguas maldiciones egipcias reservadas solo para los blasfemos… En toda mi investigación nunca supe que esta maldición fuera ejecutada – Continuo hablando Yugi
-Era terrible – Dijo Yami
-Si! Ellos jamás la usaban por que le tenían miedo, esta escrito que si la victima del Hondai alguna vez revivía, traería consigo las 10 plagas de Egipto.
Todos ya se habían ido a dormir, el hombre de cabello turquesa estaba durmiendo abrazado al libro negro, pero Yugi tenía curiosidad por saber que había en el libro y él tenia la llave para abrirlo, lentamente se arrodillo junto a él y comenzó a sacar el libro, una vez que lo tubo en sus manos volvió en donde dormían Yami y Joey, miro a un lado que Yami dormía y se dirigió a buscar la llave que la tenia Joey
-Sabe que ah eso le llaman robar – Hablo Yami sin abrir los ojos
-Según mi hermano y tú, se llama pedir prestado – Decía mientras revisaba en el bolso Joey y sacaba la llave, se dirigió hacia el libro
-Creí que el libro de Amón Ra, estaba hecho de oro – Dijo Yami mientras se levantaba y se sentaba al lado de Yugi
-Esta hecho de oro! Este no es el libro de Amón Ra, esto es otra cosa, creo que puede ser el libro de la muerte
-El libro de la muerte? Estas seguro que quieres jugar con eso?
-Es solo un libro, no puede hacernos ningún mal leer un libro – Dijo mientra giraba la llave y las cerraduras se abrían, tomo la tapa y la abrió, apenas la abrió un viento fuerte soplo que casi apago la fogata que tenían prendida.
-Eso pasa con frecuencia – Dijo Yami – Y que dice?
-Amón Ra, Amón De, habla de la noche y del día –
Y comenzó a leer en egipcio antiguo, sin saber que estaba recitando un hechizo que hizo que la momia encontraron despertara, el hombre de cabello turquesa despertó y al ver que no tenia el libro grito.
-NOOO!