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En busca del destino por perfectgirl

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Notas del capitulo:

heyyy!!! perdon por la tardanza! pero como compensacion he traido dos capi seguidos!! me tome unas hermosas vacaciones, ahora sufro por el comienzo de mis examenes! aun asi debo cumplir con aquellos que dan un poco de su tiempo para leer y mas aun para aquellos que dejan reviews!!

a leer!!!

 

-Draco, deja de peinarte y ven acá. Tus padres te enviaron un paquete- gritó Harry en medio de la enfermería.

Ya estaban listos, aunque faltaba un poco para que se cumplieran los 15 minutos dichos por Snape. Draco se apresuró, hace una semana envió una carta a sus padres notificando el estado de la mansión Malfoy, obvio sin contarles lo del pasadizo, y no había recibido respuesta.

Una gran caja descansaba sobre la cama.

-vinieron a entregarla dos lechuzas- comentó Harry divertido.

Dentro de la caja había una carta que Draco desenrollo a medida que curioseaba su contenido. Dentro había un par de cada cosa, chocolates, recuerdos de Rusia, dos pares de guantes y dos chaquetas de piel de dragón. Una era gris y la otra verde oscuro.

La carta mandaba saludos y comentaba las relaciones de Rusia con Inglaterra, además su madre decía que debía darle a Harry cada uno de los obsequios y que él se las arreglara para que los aceptara. Draco agarró la chaqueta verde y se la puso al moreno que miraba con ojos asombrados los detalles. ¡Nunca había visto tan de cerca una chaqueta de piel de dragón!

Sí, definitivamente le quedaba bien.

-mamá nos envía esto para los dos- explicó -tienes que aceptarlo, recuerda que le debes un favor- soltó antes de que el moreno protestara.

-¿Harry le debe a Narcisa un favor?- preguntó Hermione extrañada.

Era cierto, Narcisa había curado a Harry aquella vez que se lastimó el tobillo y nunca dijo nada a Snape.

-escribiré una carta agradeciéndole- masculló disconforme tratando de evitar tema, mientras Draco sonreía triunfante. Fue más fácil de lo que pensó. Siguió leyendo cuando encontró algo asombroso y se lanzó sobre la caja-

-no puede ser, la encontraron-

Un pequeño estuche estaba al fondo y todos miraron asombrados su contenido. Una cadena de plata con una serpiente de ojos de rubíes descansaba al lado de otra igual.

-encontraron el par- gritó alegre Harry.

-¿encontraron el par?- preguntaron todos.

Como respuesta Harry mostró una cadena igual a la del estuche, solo que con ojos de esmeraldas.

-la cadena me la dio Draco, es una especie de traslador-contó- cuando yo esté en peligro debo presionar el dije, este desaparecerá de mi cuello y se trasladará al de Draco-

-entonces le avisará que estas en peligro y podrá ayudarte. Muy útil- aclaró la castaña.

-en realidad, no lo es, al menos sola. Cuando aparece en mi cuello solo muestra que Harry está en peligro, mas no el lugar donde se encuentra. Si está emparentada funciona de otra forma. Los dijes se atraen como imanes llevándome al lugar donde se encuentra el otro- explicó el rubio.

Se acercó al moreno y le tendió la cadena. Harry entendió el mensaje y se la puso. Ahora él les daba la espalda. Draco intercambio el dije en la nueva cadena y se la volvió a poner. Todos mirando atentamente.

Harry se giró frente a Draco, quien tomó el dije entre sus dedos.

-ahora si ya estás seguro- susurró. La magia del momento fue rota.

-se puede saber por qué aún no están listos- Snape había entrado a la enfermería y nadie se dio cuenta.

-madre y padre te envían saludos junto con esta carta- explicó Draco. El pergamino vino incluido en la caja bajo el nombre de Severus Snape, quien la tomó y dispuso a leer, olvidando así el inminente regaño.

La carta explicaba sobre unas inversiones que Draco debía registrar en Gringotts. De repente sintió algo sobre su cabeza seguido de un flash. El gorro tapó sus ojos y al quitarlo comenzó a reírse. Harry tenía en su cabeza la melena de un león de la cual se desprendía un largo tejido rojo de lana que culminaba en unos guantes. ¡Se veía tan ridículo! Una chispa pícara brillaba en los ojos del moreno.

-no te rías tanto, tú tienes uno igual-

Draco miró horrorizado su gorro. Este era verde oscuro, tenía los ojos de una serpiente y de los lados salían unos guantes para las manos.

-te va como anillo al dedo- las risas estallaron alrededor de ellos.

Draco aún en shock no protestó cuando Harry le colocó el sombrero en cabeza y se ubicaba a su lado. Se escuchó un clic seguido de nuevas risas.

-mira Draco, nuestra primera foto juntos, que ternura, se la enviare a tu mamá- Harry tenía una sonrisa descarada.

-Hermione, ¿puedes duplicarla?- pidió.

La chica pasó su varita, duplicó una foto y la otra la puso en un cuadro de bordes plateados.

-¡Qué bien! La pondré en el velador para que la podamos ver todos los días- corrió de regreso a la habitación, aún riendo.

-Draco, cuando vayas a responder tu carta me la entregas que yo las enviaré. Por cierto, Narcisa dijo que envió esa cámara para que le mandes fotografías, que por lo visto ya utilizaste- una sonrisa algo torcida apareció en el rostro de Snape al ver la foto de su ahijado.

Draco recogió los objetos y los llevó a la habitación.

-no es por nada Sirius, pero no puedes negar que Draco es admirable al aguantar a Harry- comentó Remus.

Sirius puso mala cara pero no se avino al comentario.

Cinco minutos después todos iban camino a las rejas para desaparicionar a la mansión Potter.




-Aún no me acostumbro a la idea de tener una casa tan grande- dijo Harry mirando la fachada de la mansión. Tembló un poco. El día estaba realmente frio y solo habían llegado hace poco. Su chaqueta y guantes amortiguaban el clima, pero la temperatura seguía baja.

-te dije que te pusieras una bufanda- recriminó Draco.

Harry le sacó la lengua y corrió a refugiarse al interior.

Caminaron hasta la biblioteca donde prendieron el fuego de la chimenea.

-Harry muéstranos el pasadizo- requirió Snape. Se dirigieron al libro que el azabache tomó dejando ver un pasadizo iluminado por una antorcha.

Sirius, Snape y Remus procedieron a revisar las protecciones. Cerca de diez minutos habían pasado en que los chicos jugaban cartas mientras esperaban.

-hay un problema- habló Remus -ya hemos quitado todos hechizos mágicos, pero todavía queda una protección de sangre que solo un mago de la familia puede romper. El hechizo pide una muestra de sangre para verificar la descendencia sangre pura-

-pero entonces será imposible- dijo Hermione.

-¿imposible? -Ron estaba confundido- se supone que esta es la casa de Harry, así que no hay problema con el que de un poco de su sangre-

-no es tan fácil, Ron- explicó Sirius- en la casa de Malfoy estaba la biblioteca de Slytherin aunque Draco no sea su descendencia. Además si ofrecen sangre que no es pueden maldecirlos y no podemos arriesgarnos a ello-

-eso quiere decir que a pesar de que este en mi casa no significa que sea mía- ahora Harry era el confundido.-entonces, ¿qué haremos?-

Severus respondió

-esta clase de hechizos tiene una debilidad, solo necesita comprobar la descendencia mágica, lo qué significa que cualquier sangre pura puede dar su sangre. Todos los magos de sangre real provienen de la familia de los diez guardianes. Lo que haremos será comprobar cuál de todos nosotros tiene mayor porcentaje de herencia con una poción que hare y así el hechizo se romperá-

Severus, Remus y Sirius fueron regreso a Hogwarts a preparar la poción mientras los chicos quedaron en la casa. Poco después Harry y Draco visitaron el salón de música dejando a los otros dos solos.




Snape estaba sentado en medio del salón con un caldero lleno de una poción agua marina.

-tendrán que hacerse un corte y poner su sangre en el vial. Saldrá humo mostrando la cantidad de herencia sanguínea que tienen del creador del hechizo. Es totalmente seguro ya que la poción recoge la firma mágica del dueño del encantamiento- explicó.

Sirius se adelantó y vertió su sangre, enseguida salió un humo algo dorado mostrando el número 48.

-bueno, parece un buen porcentaje- sonrió.

Ahora era el turno de Ron. La poción cambió a un humo azul con el valor de 60.

-¡Sí!- gritó- te voy ganando Sirius-

Draco avanzó y repitió el proceso. El numero 22 apareció seguido de un humo blanco.

-debía ser así, mis antepasados no son de este país- explicó.

Snape hizo lo mismo obteniendo un 38%

-bueno entonces el que deshará el hechizo será Weasley- dijo recogiendo los instrumentos, cuando Hermione lo detuvo.

-aún falta Harry-

-El señor Potter es mestizo, por lo tanto no servirá y la poción no funciona en criaturas mágicas- explicó Snape mirando a Remus.

-pero aún así la casa es de Harry, el debe tener alguna conexión con el pasadizo. Padrino hazle la prueba, no perderemos nada- insistió Draco.

Snape puso mala cara pero enseguida vertió poción en un nuevo vial. Harry se hizo un corte poniendo su sangre en el vaso, enseguida un humo rojo apareció mostrando el número 98.

-por lo visto el lugar es de sus antepasados y la sangre de su madre no afectó su descendencia. Ahora es el responsable de romper el hechizo- dijo Snape.

Se dirigieron al pasadizo con un Harry en shock. El no sabía nada de sus antepasados y nunca tuvo interés por descubrirlo, pero ahora no sabría que encontraría en aquel lugar.

Snape recitó un hechizo y enseguida apareció un vial dorado. Vertió un chorro de su sangre del cual desprendió un humo dorado que baño la estancia.

Sirius comprobó si ya no había peligro y asintió satisfecho.

-ahora sí es seguro entrar-

Todos estaban emocionados y avanzaron al pasillo, adentrándose rápidamente.

El camino mohoso era corto antes de entrar a una pequeña sala circular. Había altas estanterías llenas de libros, retratos y un par de baúles a los costados.

Se pusieron a revisar su contenido, artefactos históricos y únicos, libros de hechizos y pociones, joyas y piedras preciosas inundaban el lugar.

-compadre, esto debe valer miles de galeones- soltó Ron sorprendido.

Pero Harry no prestó atención, su vista estaba en un retrato de un fénix blanco con plumas doradas parado elegantemente en una percha. Harry no se sorprendió cuando batió sus alas, pues los retratos se movían, pero si se interesó cuando sintió que lo llamaba. Se acercó lentamente hasta llegar a tocarlo. Una luz blanca lo baño y sintió un jalón en su estomago. Se estaba aparicionando. Un temor lo embargó pues no sabía donde lo llevaban. Demonios, Draco lo iba a matar por tocar cosas sin saber que eran, pero como rayos se hubiera imaginado que un simple cuadro estaba hechizado. Definitivamente el karma lo odiaba.





Cayó sentado, algo mareado y falto de magia. El no debía usar trasladores pues su magia no era estable. Miró a su alrededor. Estaba en una pequeña sala, algo simple, pero realmente hermosa. Se sentó en un sofá intentando regular su respiración, no se sentía bien y seguro pronto se desmayaría. De repente un trino rompió el silencio. Harry giró la cabeza sorprendido y vio al fénix en un estante a su lado. Estaba viejo y parecía enfermo, alzó su cabeza y soltó un gorjeo feliz antes de incendiarse y caer en cenizas. Harry quedo en shock, luego recordó como Fawkes, el fénix de Dumbledore había hecho lo mismo. Un pequeño polluelo asomó una cabecita entre los desechos y trino feliz. Era realmente asombroso.

Por otra parte, definitivamente estaba en problemas, no podía aparecerse ni usar traslador, estaba perdido sin poder pedir ayuda. La vida lo pateaba de nuevo. Enojado pateó una mesa cercana consiguiendo un golpe en el pie y un sonido de metal cerrándose. Buscó de nuevo y encontró una pequeña caja de plata envejecida junto a un diario de pasta y bordes dorados.

-parece que por fin puedo ver a mi heredero- se escuchó una voz. Harry se sobresaltó cuando descubrió que un cuadro le hablaba.

-lo siento señor, no fue mi intensión irrumpir en la casa sin permiso, solo fui trasladado- explicó nervioso.

-tranquilo, mi niño, si tú estás aquí es porque eres mi descendiente y has venido a reclamar tu herencia- el hombre mostraba una gran sonrisa en su rostro. Tenía cerca de 50 años, era pelirrojo, con una gran barba y unos extraordinarios ojos café claro.

-¿su descendiente? Debe haber un error, yo vengo de la familia Potter- Harry estaba confundido.

-bueno, eso no lo sé, pero estoy totalmente seguro que eres mi heredero. El cuadro del fénix que tocaste esta hechizado para que el sucesor de cada generación aparezca en mi casa y le pueda explicar lo que te estoy diciendo. Aunque ya hace unas décadas que no venia nadie- agregó el hombre, hablando para sí mismo. Igual, al fin llegaste, un gusto conocerte- sonrió feliz.

-oh, pero que malos modales, aún no me he presentado, mi querido, mi nombre es Gryffindor, Godric Gryffindor-

 

 

Notas finales:

se aceptan criticas constructivas!! 

saluditos!!


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