Días después KiBum se encontraba cuidando del pequeño SeHun quien dormía cómodamente en su cunita, mientras él lo veía fijamente, hasta que sintió un par de brazos alrededor de su cintura.
-¿Qué pasa?-le preguntó en tono bajo, temiendo ir a despertar al bebé.
-Lo extraño-murmuró quedo, recargándose suavemente contra el pecho de JongWoon.
-Lo veremos pronto amor-le dijo sosteniéndolo- ¿Qué dijo el médico de tu herida?-preguntó posando su mano sobre el vientre vendado del menor.
-Lo dijo que tenga mucho cuidado-soltó en un suspiro-sabes, quiero enmarcar el dibujo que hizo Sunnie.
-¿El que está en la cocina?-preguntó sonriendo.
-El mismo-dijo cuando SeHun abrió sus ojitos bostezando audiblemente atrayendo la atención de ambos padres.
Se acercaron a la cunita viendo que enseguida de Hunnie se encontraba la famosa tuguita que KiSung siempre cargaba consigo.
Una sonrisa apareció en los labios de ambos.
Aquella misma noche, Kibum se encontraba en su cuarto, comenzó a retirar con lentitud su camisa dejándola resbalar por sus brazos. Cuando un par de brazos rodearon su cintura, girándolo con rapidez para chocar sus labios en un sediento beso que el menor correspondió, rodeando con sus brazos en cuello de su pareja. Se alejaron cuando el aire fue necesario en sus pulmones y se miraron directamente a los ojos.
-¿Hace cuanto que no...?-Cuestionó Yesung en un susurro bajo contra sus labios.
-C-casi un año...-Murmuró agitado por el beso anterior.
-Si... rompimos nuestro record de un mes... -KiBum rió entre dientes antes de verse cargado en el aire por su esposo, que lo recostó sobre la cama para deslizar sus manos hasta sus glúteos, los cuales apretó descaradamente.
-Demonios... había extrañado esto...-Murmuró contra los labios del menor, que simplemente lo miró con una sonrisa avergonzada y una picara mirada, rodeando con sus piernas las caderas del mayor.
-Cállate, ya...
Sonrió ante lo dicho por el menor, haciéndole caso, tomando de nueva cuenta aquellos labios carnosos y suaves, fundiéndose en otro apasionado beso, deslizando furtivamente su lengua sobre aquellos cerezos, logrando que el menor entreabriera sus labios dejando que su curiosa lengua se adentrara, recorriendo aquella húmeda y tan conocida cavidad,el menor respondió con rapidez aquel beso húmedo y caliente que el más grande le proporcionaba, entreabriendo sus labios dejando paso a aquella caliente lengua que ya no era intrusa entre sus labios. La lengua del más joven se enroscó contra la contraria sin dar respiro, mientras sus manos acariciaban la suave y cálida piel ajena, sonriendo ante los pequeños jadeos que chocaban contra sus labios.
-Siempre tan delicioso Bummie-le dijo en tono bajo, sensual, sonriéndole con picardía, dejando que su mirada demostrara todo lo que con palabras no se sentía capaz de decir.
Los jadeos no se hicieron esperar, suaves pero algo roncos y bajos escapaban de sus labios con lentitud ahogándose en aquel sediento beso que su mayor había comenzado.
-¡No digas cosas tan vergonzosas! -Protestó con rapidez el actor sintiendo como sus mejillas se tornaban de un oscuro color rojo fuego. Sus gemas oscuras chocaron contra las del más grande. Se mordió con suavidad el labio inferior. Sabía sin necesidad de palabras lo que el más grande le quería decir con aquella mirada.
Besó una última vez los labios del menor, antes de comenzar a bajar marcando su mandíbula, su cuello donde se entretuvo dejando marcas en aquel lugar, disfrutando de aquel único sabor de la piel del menor.
Sus manos se encargaron de abrir el pantalón de KiBum comenzando a bajarlo lentamente, para después bajar comenzando a besar con añico el pálido pecho del menor, atrapando entre sus labios uno de sus pezones, succionándolo hasta dejarlo erecto, repitiendo la acción con el gemelo, para después bajar hasta el ombligo del menor donde repartió suaves mordidas, antes de penetrar su ombligo.
La boca del más joven liberó un cantar de suaves suspiros ante aquellas caricias sobre su cuerpo. Logrando que arqueara su espalda con suma suavidad. Los parpados del joven se clausuraron dejándose llevar como si fuera la primera vez que estuvieran juntos, su cuerpo se estremecía completamente ante el toque del más grande sobre éste.
Cuando KiBum se percató de su desnudez, movió ligeramente las piernas para envolver la cintura opuesta, frunciendo su ceño al sentir las molestas prendas sobre el cuerpo del más grande.
- Q-Quítate la ropa...-Gimoteó, estirando sus manos para llevarlas hasta las prenda superior del mayor, tirando de la misma para arrancarla con fuerza viendo como varios botones salían despedidos dejando ver el pecho ligeramente tostado de su pareja.- Ngh... Ahgm... -
-Bummie-se quejó suavemente- esa camisa me gustaba, te mereces un castigo-habló con una sonrisa con tintes malvados adornando sus labios enrojecidos, para bajar hasta la entrepierna del menor, soplando ligeramente sobre aquel erecto miembro.
Pasó su lengua sobre sus labios, antes de deslizarlos con suma calma por la cara interna de los blanquecinos muslos de su esposo, dando suaves mordidas, besos, mientras sus manos amasaban los glúteos del menor encantándose ante los dulces gemidos y suspiros que escapaban de aquellos labios.
-Te comprare otra.... -Argumentó soltando un gemido bajo, ante las palabras del mas grande, cerrando los ojos ante las mismas. Su cuerpo pegó un escalofrío al sentir aquellos labios que le habían enloquecido desde el primer momento sobre su pie, cerró los ojos con fuerza sus parpados arqueándose ligeramente moviendo su cadera suavemente.- ¡Ngh!... -Gimió con la voz suave, entreabriendo las piernas, para dejar más espacio para que su mayor tuviera cabida entre estas, las caricias sobre su cuerpo le hicieron divagar a tal grado que su mente se desconectó de su cuerpo. -Ngh... Y-Ye...Uhg...-Balbuceó con los parpados suavemente entrecerrados observando con sus ojos oscurecidos por la lujuria, el placer y el deseo a su marido a través de las pestañas.
Sus labios se encargaron de enloquecer a KiBum, antes de llevar tres de sus dedos hacia los rojizos labios del menor, para que comenzara a lamerlos, mientras él, comenzaba a besar y lamer aquel palpitante pedazo de carne.
Su mente estaba enfocada únicamente en el placer que lo embargaba, sentía sus músculos contraerse anunciándole que el orgasmo no se encontraba muy lejos, JongWoon sacó los dedos al sentirlos suficientemente húmedos, para llevarlos hasta la rosada y palpitante entrada del menor, introduciendo uno de sus falanges dentro, moviendo lentamente.
-Ahng-jadeó KiBum apretujando las cobijas bajo su cuerpo.
Los labios de JongWoon volvieron a atacar los del menor, perdiéndose en aquel único sabor, al que era un adicto, un segundo dedo se introdujo en aquel estrecho pasaje, uniéndoseles un tercero.
-J-Jong-le llamó el menor rompiendo el beso-Ya… dentro-murmuró en tono excitado.
El mayor sonrió, sacando los dedos, perfilando su miembro, una de sus manos se entrelazó con la de su esposo y lentamente comenzó a entrar, sus miradas no se separaron en ningún momento.
-Te amo-susurró JongWoon sobre los hinchados y rojizos labios de Kibum, cuando estuvo completamente dentro, esperando a que su amado se acostumbrara a su tamaño.
Lentos y tortuosos pasaron los minutos, antes de sentir un sutil movimiento de caderas por parte de KiBum, comenzando así las estocadas, primero de forma lenta, para poco a poco ir aumentando la velocidad, ahogando sus gemidos en los labios ajenos, sintiendo sus cuerpos amoldarse perfectamente en el medio de aquella danza.
JongWoon golpeó con fuerza el punto G dentro de KiBum haciéndolo ver galaxias enteras, las piernas del menor se enredaron en su cintura haciendo más profundas las estocadas, dando contra aquel dulce punto.
-Ahh…Ahh…-jadeó KiBum con los ojos cegados por el placer que cosquilleaba en su vientre bajo-m-me… a-amor…-llamó atrayendo la atención del mayor, que le sostuvo la mirada, antes de llegar juntos al orgasmo, gimiendo sus nombres, dejando que sus semillas llenaran el cuerpo ajeno.
Cuando el orgasmo pasó, JongWoon salió con sumo cuidado del cuerpo de su esposo, acostándose a su lado, atrayéndolo de inmediato hacia él, besándole la frente.
-te amo-le dijo acariciándole suavemente la espalda.
-Yo también te amo...-Murmuró el menor acurrucándose agotado contra el pecho de su marido, quien no dejaba de repartir caricias en su espalda. JongWoon alzó la mirada, observando el techo pensativo, hasta que se quedo dormido con un recuerdo flotando en su mente.