TOMO I
¿CÓMO PERDERTE?
CAPITULO VI
TRAICIONANDO NUESTRO AMOR
No hay mayor dolor del corazón que el de una traición.
Los errores del pasado siempre nos hacen compañía en el futuro recordando cuando erramos sin permitirnos ser felices, sin importar cuanto luchemos siempre fracasamos en alcanzar nuestra felicidad.
Hoy Sasuke Uchiha comprendido que sus errores del pasado siempre lo van acompañar y sin importar cuanto ha cambiado, siempre el pasado vuelve para golpear su felicidad, durante su trayecto en la oscuridad lastimo a mucha gente sin importarle sus sentimientos y mato a todo aquel que interviniera en su venganza, solo una persona se mantuvo persiguiéndolo para que regrese a la luz.
El camino de la luz, de la paz, era algo que atemorizaba al Uchiha ya que no sabía cómo caminar en este sendero lejos de la oscuridad, aquella persona siempre lo guío apoyándolo en todo y haciéndolo sentir bien, pero cuando esa persona empezó a empujarlo contra la oscuridad esta vez las cosas no eran igual, él no era el mismo, había cambiado ahora la oscuridad le atemorizaba, odiaba la soledad, el dolor, la tristeza que se mantenía en ese camino.
Hoy esa persona se encargó de lanzarlo al centro de la oscuridad, destruyendo el poco amor que tenía en su corazón, hoy su amigo, su amante, su esposo lo había engañado.
¿Qué podía hacer Sasuke en una circunstancia como esta?
Lo más factible era alejarse de aquel que tanto daño le causo, olvidarse de todos los momentos vivido e intentar salir adelante con sus propios medios.
Pero…
Los sellos no le permitían alejarse del Hokage sin antes no ser presto al dolor físico que provocaba aquello.
En la puerta del dormitorio del traidor de su esposo, yacía Sasuke sentado mientras ocultaba sus lágrimas entre sus rodillas.
─ Sabía que no era una buena idea venir. —Susurraba para sí mismo Sasuke– El plan fue en vano.
Horas antes.
La simple ventisca que hace unos momentos estaba frente a nuestros ojos, se convirtió en una terrible tormenta que no me dejaba avanzar, ya que por culpa de la arena, se nublaba mi visión al punto de no poder observar mis propias manos, con mucha dificultad note como poco a poco Naruto se iba alejando de mí, en ese instante una punzada de miedo se instaló en mi corazón y llame a Kakashi para que sea mi guía entre tanta arena, pero él tampoco contesto, cuando acorde estaba en medio del desierto sintiendo los efectos de alejarme del grupo, una terrible punzada en mi corazón cortaba mi respiración mientras poco a poco todo mi mundo perdía color….
¡Sasuke!
¿Naruto?
Tan real había sido recordar lo que hace solo unas horas había vivido entre aquella tormenta, que sin querer su mente había regresado al momento que sintió que la vida casi se escapa de sus manos solo por alejarse de Naruto.
─ ¿Qué te pasa? —Pregunta Naruto observando lo distraído que estaba su esposo cuando tenía entre sus manos su capa de Hokage.
─ No, nada. —Baja levemente la mirada aquella capa– Voy a ducharme.
Sasuke paso junto a Naruto sin que este digiera algo, desde el momento que habían salido del desierto su esposo había vuelto a cambiar.
Naruto…
Sin querer y sin planearlo cerro sus ojos para recordar la calidez que había sentido la noche anterior entre los brazos de su esposo, como aquellos brazos le brindaron nuevamente la protección que tanto necesitaba, como poco a poco se entregaba al sueño gracias al palpitar de su corazón, como en su corazón deseaba que ese hermoso momento nunca terminara para volver a la cruel realidad en la que vivía.
Dejando a un lado aquella hermosa ilusión que le brindo el desierto, ya que eso era para él, no más que una alucinación ya que el Naruto de la cueva no era él mismo que estaba en esos momentos en la habitación.
Al terminar su ducha salió solo una toalla cubriendo su cuerpo deseando que su esposo lo vea, pero eso no se cumplió ya que al salir Naruto no estaba.
─ Naruto… —Susurro con tristeza.
Aunque su mente negara, su corazón extrañaba esos momentos cuando su esposo se dedicaba a violarlo con la mirada mientras se cambiaba de ropa, ahora esos momentos solo quedaban en el recuerdo.
Una vez cambiado con unos pantalones negros que no se ajustaban mucho a su cuerpo, una camisa blanca cerrada hasta el cuello y con mangas hasta los codos, dicha ropa que no daba libertad a la imaginación de quienes lo observaban, antes Sasuke ocupaba la camisa mostrando su pecho pero a su esposo no le daba gracias que todos lo anden viendo y por eso se esa ropa le fue impuesta sin importar cuanto se quejó al final se terminó adaptando.
Caminaba por los pasillos de la casa del Kasekage hasta llegar al comedor donde todos los esperaban, al entrar noto como los dos Kages dialogaban entre ellos mientras observaba un puesto libre junto a su esposo.
─ Sasuke bienvenido. —Gaara dejo su conversación de lado para acercarse al menor de los Uchiha– Ven pasa. —El pelirrojo lo guío hasta puesto libre junto al Kage de Konoha.
─ Gracias Gaara. —Dijo sin mirarle a la cara.
Una vez que Sasuke tomo asiento las empleadas del Kasekage llegaron para servir los alimento a los presentes, quienes eran los shinobis que acompañaron al Hokage, Temari, Kankuro que estaban a la derecha de Gaara y sorpresivamente entre los invitados asomaba Sai.
─ Que los alimentos sean provechosos para todos.
Ante aquellas palabras de parte de Gaara, el almuerzo inicio acompañado de un profundo silencio de parte de los presentes, un silencio algo incómodo para el Kasekage que como anfitrión decidió romperlo.
─ Sasuke. —El nombre mira al Kage– Hace un momento le decía a Naruto, que me alegra ver que estabas completamente a salvo y que no te paso nada en la tormenta. —Termina sonriendo al azabache.
─ Gracias Gaara. —Responde apenado el moreno– Gracias a Naruto estoy a salvo. —Mira de reojo a su esposo, quien simplemente lo ignoro.
─ Este… —Al notar aquello Gaara no supo cómo llamar la atención del Kage de la Hoja.
La comida volvió a tornarse en silencio sin notar los presentes como Gaara miraba a cada segundo a Sasuke mientras comía, este se sentía incómodo por la mirada sin imaginarse que quien si estaba molesto era nada más y nada menos que su esposo.
─ ¿Qué le pasa a Gaara? Un poco más y no se come a Sasuke con la mirada. —Dice para sí mismo enojado por las miraditas.
─ Kukuku ¿Por qué será que el mapache se queda mirando a Sasuke? —Se escucha a Kurama retumbar en su mente– Ten cuidado no sea que se lo quiten.
─ ¿Qué? —Mira a su esposo de reojo quien estaba algo sonrojado– ¡¿Por qué esta sonrojado?!
─ Por favor Gaara, no digas eso. —Dice Sasuke llamando la atención de Naruto, quien por estar peleando con Kurama no había escuchado al Kasekage.
─ Solo digo la verdad ¿Naruto opinas lo mismo que yo? —Mira a su colega Kage.
Naruto por su parte no sabía que decir, ya que no tenía la menor idea de lo que Gaara había dicho.
─ Si tienes razón. —Dijo sin saber que hablaban.
─ ¡Naruto! —El moreno lo miro semi sonrojado por su afirmación.
─ ¡Que carita! ¿Qué afirmaste mocoso? —Pregunta curioso el Kyubi.
─ No sé pero… —Miraba la sonrisa de Sasuke– Esta feliz.
─ Viste Sasuke, nadie mejor que Naruto puede afirmar lo guapo que te has puesto. —Gaara acota despejando las dudas del Hokage.
─ ¡Quee!! —Grita internamente al escuchar a Gaara.
─ Kukuku. —Se burla el Kyubi– No sé qué te quejas solo dijiste la verdad kukuku.
Ante aquella afirmación una sonrisa se posó en los labios de Sasuke mientras observaba a su esposo de reojo, aun no podía creer el halago que había recibido de parte de él después de tanto tiempo era algo que significaba mucho para él.
Una vez terminado el almuerzo los hermanos del Kasekage y Sai se retiraron a sus actividades, los shinobis de Konoha por su parte se retiraron para esperar las órdenes de su Hokage, en la mesa solo quedaron Gaara, Naruto y Sasuke, aun los dos primeros conversando.
─ Como te comentaba Naruto hace rato, hoy se celebra cinco años desde que soy
Kasekage y los aldeanos quieren celebrar. —Informa el pelirrojo con una sonrisa– Te invito a que tú y Sasuke visiten la feria en la aldea, se van a divertir.
─ Gracias por la invitación. —Dijo Sasuke mirando a su esposo– ¿Qué dices Naruto? ¿Vamos?
─ No lo creo. —Dice serio– Voy con mis Shinobis a revisar la torre de comunicaciones de la Alianza.
─ Entiendo. —Sasuke baja levemente la mirada.
─ Como la torre está dentro de la aldea no hay problema que yo acompañe a Sasuke a recorrer los puestos. —Propone Gaara con una sonrisa– Además estará a mi lado.
─ Yo… —Naruto queda en silencio un momento meditando las palabras del Kasekage– ¿Dejarlo ir con Gaara? ¡Demonios! ¿Qué hago? —Esperaba la respuesta de Kyubi pero no llego– Aquí no es cuando me dices algo Kurama.
─ No es asunto mío. —Responde serio el Kyubi– ¿Por qué debo intervenir? Si no haces lo que debes hacer como esposo.
─ Tsk…no se ni porque te pregunto.
MientrasNaruto meditaba la pregunta de Gaara, Sasuke por su parte deseaba de corazón que su rubio se negara y aceptara ser él quien lo acompañara en la feria, pero mejor que nadie sabía que eso era un imposible.
─ No le veo problema. —Al fin responde el Hokage– Al fin y al cabo esta junto a un Kage.
─ Genial. —Sonríe levemente el pelirrojo– Sasuke nos vamos a divertir mucho.
─ Si. —Dijo no muy convencido el Uchiha.
Una hora había pasado desde que Gaara y Sasuke había empezado su recorrido por la feria, mientras Naruto había partido con los shinobi a la torre.
En la feria ambos jóvenes iban caminando con una leve sonrisa en sus labios, probando toda comida que tenían frente.
─ ¿Qué te parece la feria? —Pregunta Gaara a Sasuke quien comía una manzana acaramelada.
─ Está todo muy divertido. —Responde casi en susurro.
─ Una lástima que no vino Naruto ¿no? —Le mira de reojo para ver su expresión.
─ Si, una lástima. —Responde cabizbajo.
─ Sasuke lamento si te incómodo. —Lo toma de las manos– Solo sígueme la corriente.
─ ¿Qué?
Sin entender las palabras del pelirrojo, se sorprendió al notar como este lo abraza con fuerza.
─ Quiero que Naruto reaccione. —Susurraba el pelirrojo mientras aún mantenía el abrazo– Nos está viendo.
─ ¿Qué? ¿Don…
─ No voltees, deseo ver que hace. —Dice divertido– Solo quiero que ustedes sean felices. —Dice con sinceridad.
─ Gaara, gracias.
…………
Minutos antes de aquel abrazo en la torre de comunicaciones estaba Naruto algo ansioso junto a su grupo.
─ ¿Te sientes bien Naruto-kun? —Pregunta Hinata al verle serio.
─ No es nada. —Responde seriamente.
─ Es por… ¿Sasuke? —Dice ella ganándose la mirada asesina del Hokage– Lo siento yo no…
─ Vamos a trabajar. —Deja a la pelinegra con la palabra en la boca– ¿Cómo vez todo Shikamaru?
─ Todo está bien, los radares trabajan con normalidad. —Mira de reojo al Hokage– Te veo pálido, porque no regresas para que descanses. —Dice sabiendo que estaba preocupado por su esposo.
─ Tienes razón, no me siento bien. —Acepta el Hokage– Encárgate de todo yo regreso.
─ Claro que te diviertas. —Susurra su amigo.
Sabiendo que todo aquello de verse pálido no era más que una mentira de Shikamaru, acepto que sus deseos de irse eran más fuertes que su trabajo, se encamino rápidamente entre feria buscando a su esposo.
─ Pero que…
Sus ojos se abrieron de par en par al notar como Gaara abrazaba a SU esposo.
─ Te lo advertí. —Habla el Kyubi con cierta maldad en su voz– El mapache te lo quito.
─ ¡No digas tonterías! —Rugió frustrado por lo que sus ojos observaban– Sasuke no puede…
─ ¿Qué piensas hacer? Quedarte como tonto viendo o pelear por él.
Sin obtener respuesta el Kyubi observo como su contenedor se aceptaba dónde está el mapache y su esposo, dispuesto a luchar por lo que por ley era suyo.
─ Interrumpo. —Dijo Naruto cuando estuvo junto a ellos.
La pareja se alejó sorprendida por la voz del rubio.
─ Naruto. —Susurro Sasuke preocupado temiendo algún problema entre los dos Kage.
─ Oh ¡Naruto! —Dice sorprendido Gaara– Viniste.
─ Si, al final me decidí a venir. —Mira a su esposo– Según veo están estaban muy animados.
─ Sí que lo estamos, Sasuke es una gran compañía. —Sonríe el Kasekage– No vayas a mal interpretar mis palabras. —Se acerca a Naruto– Tienes a un gran hombre a tu lado. —Dice sincero.
─ Yo…
Naruto no sabía cómo interpretar aquellas palabras de Gaara ¿Acaso lo que vio no es lo que realmente vio?
─ Me alegro que estés aquí Naruto, no quería dejar solo a Sasuke. —Dice aliviado el pelirrojo.
─ ¿Por qué lo dejarías solo? —El rubio lo mira directamente
─ Acabo de recordar que tengo una reunión, así que chicos...—Se da media vuelta– …los veo en la cena.
─ ¿Qué? Gaara espera. —Dice Sasuke intentando detener al pelirrojo.
Haciendo oídos sordos a los llamados de Sasuke, Gaara se alejó dejando a la pareja solos y sin capaces de mirarse mutuamente, por su parte de Kasekage iba con una pequeña sonrisa enmarcada en sus labios ante los resultados de su maravilloso plan, sin imaginarse que más adelante alguien borraría su sonrisa.
─ Todo fue perfec…. ¡Ah! —Un pequeño grito de susto sale de los labios del pelirrojo al sentirse jalado hacía un callejón.
─ Shh, Cerecita soy yo. —Le susurra al oído.
─ ¿Sai? —Lo mira pensativo por un segundo– ¡Baka! —Le da un golpe en la cabeza– ¡Me asustaste!
─ ¡Auch! Eso dolió. —Se queda el ambu– Además ¿Qué haces aquí? No estabas con Sasuke.
─No. —Sonríe el Kage– Como tengo una reunión. —Guiña el ojo divertido– Lo deje con Naruto.
─ Ahh ya ve…. ¡¿Qué?! ¡Con Naruto! —Grita sorprendido.
─ Si, deseo saber qué hará ahora Naruto. —Mira con mucho anhelo en cielo.
Mientras el Kasekage y su pareja regresaban a la torre, por su parte la parejita habían empezado a caminar por el festival sin dirigirse la palabra, pero mirándose de reojo a cada minuto sin ser capaces de hablar lo que sus corazones querían expresar.
─ Este…Sasuke. —Dijo al fin Naruto.
─ ¿Si? —El nombrado dirigió su mirada hacia su esposo.
Los ojos se Sasuke brillaban de emoción al estar cerca de Naruto, pero más al escuchar nombrarlo, esperaba ansioso su pregunta.
─ ¿Quieres comer? —Preguntó rascándose la cabeza– Es que tengo hambre.
─ Vamos a comer.
Aunque aquella propuesta no era la que Sasuke esperaba, sabía que para su esposo la comida era siempre lo primero en la lista y más si frente a ellos estaba un restaurant de ramen.
El ramen siempre fue la razón de felicidad para Naruto la ayudaba a librarse de los problemas y dificultades, siempre llenándolo de mucha alegría, esto Sasuke lo conocía mejor que nadie, luego de ver comido siete tazones de ramen pocos considerando a los que suele comer en Ichiraku, ahora se mantenía con una gran sonrisa en sus labios y más que dispuesto a recorrer el festival.
El festival de Suna que se daba por motivo al aniversario de proclamación de Kasekage era uno de los más grandes en el país del Viento y el más importante en el año, todos los aldeanos aprovechaban para hacerse presente con sus puesto con tal de hacer feliz a Gaara y a todos sus invitados, esta vez el Hokage y su esposo estaban disfrutando las maravillas del festival.
Su primera parada fue en los juegos del tiro al blanco, en donde aprovecharon para competir mutuamente, en este juego debían derriban diez mapaches de madera usando una pelota, Naruto fue el primero en intentarlo en donde solo logro derrumbar a cinco de los diez.
─ ¡Oh no! ¡Perdí! —Exclamo derrotado el Hokage.
─ Sasuke-sama su turno. —Dijo el dueño del local entregándole las pelotas a Sasuke.
El Uchiha quien desde su niñez ha sido uno de los mejores al momento lanzar de kunai y shuriken, aprovecho esa simple pelota para demostrar su gran habilidad.
─ ¡Guau! —Exclamó sorprendido Naruto al notar como diez mapaches estaban en el piso.
─ ¡Tenemos un ganador! —Dijo emocionado el dueño– Sasuke-sama ¿Cuál regalo desea? —Le mostro una colección de peluches.
─ La rana monedera. —Señala una idéntica a la de su esposo– Naruto. —Mira al rubio– Es para ti. —Le da el monedero.
─ ¿Eh? —El rubio mira sorprendido el detalle.
─ Note que Gama-chan esta algo desgastado. —Dice con una sonrisa.
─ Gracias. —Naruto la recibe con la misma sonrisa– ¡Vamos al siguiente juego!
Con una sonrisa en sus labios Sasuke se giró para seguir a su esposo, pero se sorprendió en el momento que él lo tomaba de la mano para guiarlo entre los puestos de la feria.
La sensación de tener su mano entrelazada con la mía, provoca una gran calidez en mi corazón, ya hacía mucho desde la última vez que nos encontrábamos de esta forma, olvidándonos de todo lo que nos rodea y dedicándonos solo a disfrutar el momento, en momentos como estos es cuando pienso que todo lo que vivimos no es más que una pesadilla donde pronto despertare y encontrare a mi Dobe a mi lado brindándome una de sus sonrisa, pero aunque duela sé que aquella pesadilla es real.
La pareja continuaba con su animado recorrido siendo Naruto quien lleve a Sasuke de la mano por toda la feria, de un momento a otro el azabache se detuvo frente a otro juego.
─ ¿Qué pasa? —Naruto se gira al notar como su esposo no seguía– ¿Qué miras?
─ No nada. —Gira su rostro ocultando un pequeño sonrojo.
─ ¿Eh? —Aun confundido Naruto mira hacia el local encontrándose con lo que había llamado la atención de su esposo– ¡Vamos Sasuke!
Sin permitirle responder Sasuke se dejó guiar al puesto que había llamado su atención.
─ ¡Bienvenido Hokage–sama! —Exclamo feliz el dueño– ¿Quiere intentarlo?
─ ¿Qué debo hacer? —Pregunta Naruto al ver frente a él una pecera con peces.
─ Simple, debe atrapar cinco peces usando, este pequeño aro. —Lo muestra– Tenga cuidado que no se le rompa el papel, si saca los peces le doy cualquier regalo que usted desee. —Explico el dueño.
─ Entiendo, ¿Quieres intentarlo primero? —Mira a su esposo que estaba a su lado.
─ Claro.
Sasuke confiado se arrodilla dónde estaba los peces lleva el aro dentro del agua pero se rompe al contacto con ella.
─ Tranquilo a todos se les da tres aros. —Le entrega otro el dueño a Sasuke.
Con el ceño fruncido mete el aro con más suavidad dentro del agua evitando que se rompa, cuando toco a uno de los peces se volvió a romper, el dueño le pasa el tercero, esta vez logra sostener al pez pero cuando lo va sacar se rompe y el pez revolotea mojando su cara al instante.
─ ¡Kuso! —Murmuro enojado el azabache.
─ Ten. —Naruto le entrega una toalla.
─ Es imposible, no hay ni como tocarlos. —Comenta frustrado el moreno a su esposo.
─ Ya veraz que yo lo lograre. —Se inclina dónde están los peces– Cuando estuve con Ero Sennin, me hizo pescar con estos aros. —Mira a Sasuke– Ganare ese tomate.
─ ¡¿Eh?! —Se sonroja al escuchar aquella declaración.
Naruto miraba fijamente a los hermosos peces dorador que estaban en la pecera, en sus viajes con Jiraya había hecho algo similar, pero dentro de un río en donde la corriente siempre fue la barrera que no dejaba capturar los peces, con una sonrisa en sus labios metió rápidamente el aro sacando al instante el primer pez.
─ ¡Lo logro! —Exclamo sorprendido Sasuke– ¿Pero cómo?
─ Es fácil, dattebayo.
Dejando su primer pez, Naruto adentro por segunda vez el aro sacando el pez número dos sin problemas, lo mismo hizo con el tercero y el cuarto, pero en el quinto.
CLASH —Se rompió el aro.
─ Tsk, siempre en el quinto pasa lo mismo. —Murmuro enojado el rubio– Oye viejo dame otro aro. —Se dirige al dueño.
─ Hai. —Le entrega.
─ Sasuke anda eligiendo el regalo. —Le dice a su esposo.
Antes que Sasuke pueda decir algo observo como el quinto pez salía de la pecera directo al embace que tenía los cinco peces.
─ Listo, dattebayo. —Mostro feliz sus peces.
─ Muchas felicidades Hokage-sama, ¿Qué regalo desea? —Muestra la colección de peluches.
─ Pues. —Mira como Sasuke observaba uno en especial– El tomate.
─ Aquí tiene. —Le entregan a Naruto.
─ Sasuke para ti. —Naruto se lo da a Sasuke, quien estaba shokeado por aquella acción.
─ Gracias. —Murmuro sosteniendo su regalo.
Aquel acto fue algo que Sasuke no esperaba de parte de Naruto, que actué como un verdadero esposo y lo haga sentir como lo hacía en ese momento, lo llenaba de alegría y muchas esperanzas que este viaje iba traer cosas buenas para ellos.
Las horas habían pasado y la parejita iba regresando a la mansión del Kasekage, Naruto hablaba alegremente con su esposo y Sasuke lo miraba con una sonrisa llena de ilusión y esperanzas, al estar frente a la puerta notaron a un grupo de shinobis.
─ Es… —Naruto se fijó quienes eran– Raikage. —Murmuro.
─ ¿Eh? —El Raikage se giró– Naruto, creí que no habías venido.
─ Hoy en la mañana llegue. —Responde sin alejarse de su esposo.
─ Veo. —Mira de pie a cabeza a Sasuke– Que trajiste a tu…esposo. —Escupió con desagrado la última palabra.
─ ¿Eh? Bueno…Gaara le invito, no quedo de otra. —Dice con el mismo tono de voz del Kage.
─ Naruto. —Sasuke le miro dolido.
─ ¡Otra vez! Y yo que pensé que el sol te había sentado bien. —Grita enojado Kurama– Oye no me ignores… Después no vengas llorando donde mí.
─Listo para hoy. —Dice el Raikage.
─ Si estoy listo para…la reunión. —Mira de reojo a Sasuke.
─ Nos vemos más tarde.
Naruto y Sasuke quedaron en la entrada, uno confundido por su forma de actuar y el otro dolido por esa misma forma de actuar, sin decir nada ambos caminaron rumbo a su habitación, al entrar Naruto se encerró en el baño mientras Sasuke quedaba sentado al filo de la ventana observando el atardecer mientras abrazaba su peluche.
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Sasuke
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Todo es tan difícil de sobrellevar, cada día que pasa lo entiendo menos, hace solo unos minutos estábamos tan bien y ahora él cambia de un momento a otro.
¿Por qué Naruto? ¿Por qué eres tan bipolar? ¿Por qué cambias tan repentinamente?
Tan centrado estaba en mis pensamientos que al momento que sale del baño me sorprendo un poco, al gira mi rostro noto que te has duchado y llevas ropa limpia.
¿Dónde iras tan arreglado?
─ Los Kages tenemos una reunión en la noche. —Dice respondiendo mis interrogantes.
Se lo ve tan bien vestido que dudo que sea que una simple reunión, pero de que vale dudar si sé que no me vas a llevar contigo.
─ Entiendo. —Respondí regresando mi mirada a la ventana.
─ Sasuke…
Te escucho murmurar mi nombre pero a la vez siento como esas palabras no son capaces de salir de tu boca.
─ Que te diviertas. —Dije sin mirarlo.
No vi que rostro pusiste, lo único que escuche fue la puerta cerrarse cuando saliste de la habitación rumbo a tu “reunión”
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Naruto
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Hoy he pasado una de las tardes más maravillosa en estos últimos meses, junto a quien niego como mi propio esposo, realmente me siento un miserable haciendo esto pero es algo que no se puede evitar.
Hace años atrás nunca me importo que decían de mí, pero hoy tengo una imagen que cuidar por eso él no puede venir conmigo a la fiesta, ni siquiera debía ver venido a este viaje pero por Gaara lo traje.
Al salir de la ducho observo como está sentado al filo de la ventada perdido en sus propios pensamientos y con una mirada llena de dolor, dicha mirada provocada por mi culpa.
─ Los Kages tenemos una reunión esta noche. —Miento descaradamente como siempre.
Él me queda mirando sabiendo que he mentido, aun así no me reprocha nada.
─ Entiendo. —Responde antes de volver su mirada a la ventada.
Como desearía estar en el lugar de ese muñeco y ser yo quien lo abrace, tan difícil es ser feliz.
─ Sasuke…
Lo sea o no, soy tan cobarde que no puedo hablar con el corazón.
─ Que te diviertas.
Aquellas palabras llegaron directamente a mi corazón, mordí mi labio inferior y sin decir nada abandone la habitación.
Aun con mi cabeza hecha un lio llegue al gran salón donde todos esperaba para festejar al Kasekage, una vez dentro me acerque donde Gaara.
─ Muchas felicidades Gaara. —Dije con una sincera sonrisa.
Mi amigo me quedo mirando por un momento seriamente, no es necesario que pregunte sé que su seriedad tiene nombre y apellido.
─ ¿Dónde está Sasuke? —Pregunto con esa seriedad.
─ No se sentía bien, se quedó en la habitación. —Mentí nuevamente.
Gaara me volvió a mirar con seriedad, luego se giró dándome la espalda.
─ Me da mucho pesar que para ti sea más importante tú reputación que tú propio esposo. —Dijo antes de partir.
Mi reputación como Hokage era algo importante, sé que mi matrimonio no es algo bien visto para todos y Raikage lo había dejado claro hace meses pero…
¿Sasuke merecía ser la víctima en todo esto?
Cada vez que pienso en todo lo que Sasuke sufre por mi culpa me hace pedazos en corazón y aunque me duela debo seguir por el bien de mi aldea.
Frustrado y enojado conmigo mismo me acerco al bar dispuesto a borrar todo mi dolor con un poco de alcohol, copas van copas vienen y cuando menos acuerdo estoy fuera de mis propios cabales.
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La noche pasa entre diversiones, bailes y tragos de parte de los invitados, en una esquina se observaba al Hokage ahogado en alcohol siendo sostenido por una pelinegra que aprovechaba la situación para dejarse abrazar del rubio.
─ Naruto-kun vamos a tu habitación. —Susurra coqueta la morena.
─ Hai, vamos…Teme… —Dice ebrio el Kage.
Aunque su mente este nublada en alcohol para Naruto en su corazón siempre existirá un solo nombre.
Naruto y la morena habían llegado a la habitación, una vez que la morena deja al rubio en la cama este la jala para besarla, creyendo que era su espeso, pero lamentosamente este observaba todo desde el marco de la ventana.
─ Naruto. —Susurro con dolor al observar lo que su esposo hacía con esa mujer.
La pelinegra se alejó rápidamente al escuchar aquel susurro.
─ Sa-Sasu…
─ Cállate Hinata. — Sasuke hablo fríamente– Después de todo este es el resultado de la famosa reunión. —Dijo mirando a su esposo ebrio.
─ Esta ebrio. —Intento justificar al Hokage la pelinegra.
─ Vete. —Se dio vuelta para que no vea las lágrimas que escurrían por sus ojos.
─ Por…
─ ¡Largo! —Se acerca enojado donde ella– ¡Lárgate de mi habitación! —Tomándola de los cabellos para sacarla– ¡¿Espero que estés feliz ahora?! —Lanza a la chica fuera de la habitación.
Sasuke quedo parado junto a la puerta por un largo rato mientras observaba a su esposo que estaba acostado en la cama, tal como dijo ella estaba ebrio, pero eso no justificaba lo que había hecho.
…………………
Los tristes recuerdos inundaban su mente y miles de ideas sin sentidos le acompañaban, pero una pregunta era la que más resonaba en su mente.
¿Qué debía hacer?
Sin saber cómo responderla siente como alguien se paraba frente a él.
─ Sasuke ven conmigo. —Dijo aquella persona arrodillándose a su altura.
─ Gaara. —Murmuro dolido mientras alzaba la cabeza para ver al pelirrojo– ¿Qué debo hacer?
─ Tranquilo Sasuke. —Lo abraza– Naruto se dedicó a perderte, yo junto con Sai, te ayudaremos a superar el dolor.
─ ¡¿Cómo?! ¡¿Cómo puedo olvidarlo?! —Pregunta desesperado.
─ Volviendo a ser quien eras, el serio, el frío, aquel hombre lleno de orgullo. —Se aleja de Sasuke– El vengador.
─ ¿Qué? ¿Vengador? —Susurra asombrado.
─ Si Sasuke, es hora que Naruto aprenda Que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, él ahora será el perdedor.
FIN