Capítulo 16. Neblina abrumadora…
No puedo creer como ha trascurrido el tiempo, si volteo hacia mi pasado, puedo ver grandes logros, grandes victorias, grandes objetivos cumplidos con satisfacción, el hecho de ser héroe no convierte mi vida en una fantasía llena de maravillas, tener poderes no me hace genial o especial o Cool, nunca lo he pensado de ese modo y creo que nunca lo pensare, todos aplauden el héroe que se oculta tras este desastre al que suelen llamar Daniel Fentom, sin embargo prefiero ser normal, ya que así puedo caer y ver qué tan lejos he llegado, una sonrisa se marca sobre mi rostro, quizás este atacando mi autoestima, pero de seguro creo que es la mejor forma para sobrevivir al diario vivir, el entrenamiento de basket fue duro, sé que a Dash no le gusta que vaya, como a mí tampoco me agrada del todo que él se reúna con su equipo, no lo hemos hablado todavía, pero sé que no es necesario, esa expresión que pone cada que le aviso de mis entrenamientos no refleja nada más que celos, al igual que cuando él me avisa que se tiene que reunir con los de su equipo, Demonios!, en el esta Kwan que no me agrada, y Vanessa, aquella tipa que por ser porrista debe de ir a entrenar como todas las chicas, pero algunos sabemos, por no mencionar a toda la preparatoria que va tras mi novio, por suerte tengo a paulina que la controla cada que ve alguna irregularidad, esperen, ¿novio?, ja, sigo sin creer que Dash sea mi novio, pero, es cosa que solo nuestros allegados deban saber, ¿acaso hay necesidad de que el mundo sepa que amo al mariscal de campo de mi preparatoria?, creo que no… cuando Salí de Casper High, me le tuve que volar a Patrick, me había mencionado algo relacionado con los próximos encuentros y de una reunión con el entrenador después de que acabáramos con nuestra práctica, se me hizo muy pesado todo eso, supongo que deberé llevarle un paquete de nueces de Unova, y unos chocolates de Sinnho en plan disculpas, se cuánto le gustan, cuando venía de camino, pude ver en el parque principal muchas parejas enamoradas, note como se regalaban cosas, se hacían detalles que sorprendían al otro, se tomaban fotos, pero… ahora que me pregunto… ¿Dash y yo no tenemos ninguna foto?... en realidad no, ya llevamos algo de tiempo como para poder tener una donde estuviésemos él y yo, supongo que eso hacen las parejas, pero, sé que él me ama, y me ha hecho detalles hermosos, me llevo un fin de semana a la cabaña de sus padres donde hice el amor con él por primera vez, cuando volvió del campeonato, me regalo una pulsera que me ayudo a escapar del ocaso del inframundo, me invito a un partido de futbol, que aunque no me gustan, cuenta como detalle, me regalo un anillo que por lo que se ve, invirtió mucho dinero en él y aun no le he preguntado cual era el propósito de este, aun así, ¿Qué le he dado yo?, después de meditarlo unos minutos puedo caer en cuenta de lo horrible que soy, me siento como una basura, no soy un tacaño ni un amarrado, solo que nuestra relación no es, como lo diría… ¿normal?, mierda, suspiro al aire mientras me recuesto sobre mi cama, en realidad no le he dado nada a ese rubio… vaya… soy una porquería, él ha tratado de ser lo más especial conmigo, ja, ¿quién lo diría?, Dash Baxter, quien yo creía como un bobo descerebrado que no se da cuenta de nada, aquel que creía que se preocupaba por su físico y por ligarse a todas las porristas, aquel tipo de rubios cabellos ha sido capaz de llevar mi corazón a puntos extremos, cosa que ni con las peleas contra Vlad, Skuller, e inclusive el fantasma de las cajas han logrado, tengo que ponerme las pilas, no quiero descuidarlo, no a él, no a Dashiel Baxter…
A analizar la situación, Danny tomo su laptop, internet de indicaría lo que debía hacer, la encendió y mientras arrancaba el sistema operativo, se puso de pie, se volvió intangible gracias a sus poderes fantasmales y se digirió a una pequeña bóveda subterránea situada a pocos metros de su casa, donde él solo sabía su ubicación, en ella, había guardado los juguetes más preciados, su madre se desharía de ellos cuando creciera, se lo tenía advertido, y para evitar zafarse de su infancia, decidió atesorarlos, al llegar, busco entre varios objetos, una pequeña libreta un tanto vieja y de tapa dura, sellada con un candado del cual en ese mismo lugar se ubicaba la llave, al encontrarla la abrió a la mitad, entre polvo y pelillos, vio los ahorros que tenía desde que se convirtió en mitad fantasma, varias veces, alcaldes y personas de la lata sociedad, insistían en retribuirle el gran esfuerzo que hacia cuando luchaba contra los temibles fantasmas que azotaban sus vidas, el pelinegro insistía en no recibir, pero en su casa le habían enseñado que era una falta de respeto no recibir la gratitud de los demás, él siempre tomaba el dinero casi obligado, más que gastarlo, decidió guardarlo, supuso que nunca lo gastaría, pero en esos momentos agradecía haber recibido aquellos billetes, conto rápidamente y como resultado de sus esfuerzos, la cifra que arrojo era de 7.200 dólares, sorprendido, no creyó tener tal cantidad en su posesión, conto nuevamente y el resultado fue el mismo…
_ Vaya, no creí que tuviera esta pequeña mina de oro aquí oculta, o ¿estoy locamente enamorado para gastar todo esto en él?, supongo que podría darle algo muy bueno con esto, pero, ¿que podría darle?, no se sus gustos, no sé qué se le pueda regalar a un novio y mucho menos a alguien como Dash, que aunque no quiera aceptarlo, es un poco complicado como para darle algo, pensó para sí mismo, con cara de angustia, ya que esta situación lo comenzaba a dejar con muchas preguntas sobre sí mismo y sobre su relación con el quarterback, - debo de saber exactamente sus gustos, tendré que buscar a alguien que me informe sin que él se dé cuenta, jmmm veamos, paso su mano derecha sobre su barbilla tratando de encontrar al candidato indicado, -¿paulina?, no, es mala idea, ella probablemente le diría, ¿Kwan?, ja, me mataría de seguro, joder!, ¿qué voy hacer?, pensó un poco angustiado, al parecer tener un detalle con la persona a la que amas no era tarea simple, - que complicado es esto, creería que sería más fácil pelear con Vlad, o Ember Mclain, suspiro mientras pensaba en un mejor cómplice…
Mientras tanto, en la oficina principal de la mansión Century, ya repuesta por sus subordinados, que al escuchar la voz del dueño de la casa, solicitar de inmediato el arreglo de esta, debido al destrozo que hizo el multimillonario porque cierto jugador de baloncesto lo había ignorado por completo y por qué algún desgraciado “Kwan”, lo beso bajo una espesa lluvia sin consentimiento, se encontraba un muy estresado Dan, con cara de angustia, veía como Lexy con algo de superioridad sobre el ente de la oscuridad, le entregaba más y más reportes financieros, él no entendía de amucho lo que trataban de informar cada dolió, la institutriz le explico hora tras hora con paciencia, pero esta se iba desvaneciendo cada vez que veía la perdida de interés que tenía el ojirubí a medida que continuaba con sus lecciones…
_ Mira Dan, estos son los niveles de ingreso que obtuvo tu empresa, compáralos con los del año anterior y analiza la inflación de los mercados para determinar varios valores fundamentales de cada departamento,…
_ YA BASTA!!!, NO MAS POR FAVOR, NO MAS!!!, exploto el mayor, -tantos números, tantos conceptos, ¿acaso me dijo alguien que ser millonario sería una carga tan jodida?, si es así prefiero renunciar-, se apoyó exhausto sobre su escritorio, toda esta mierda me provoca una migraña- se froto la sien molesto al sentir fuertes corrientazos originados por el cansancio…
_ Vamos, eres el dueño de este imperio, debes ponerte a estudiar y conocer cada parte de tu compañía, todavía es muy temprano, son las tres de la mañana, y tenemos muchas lecciones que repasar, además debes saber que como tu secretaria puedo encargarme de la mayoría de cosas, pero no de todas, por ejemplo, mañana tienes tu primera reunión con los socios exportadores, no te comportes como un crio, ¿Qué?, ¿no me digas que no eres capaz?, exclamo la muerte encarnada…
_ Claro que soy capaz zorra, exclamo molesto, - es… solo… que- susurro sin levantar la cabeza de aquel escritorio…
_ ¿Qué?, trato de indagar la chica con mucha curiosidad ante las acciones del pelinegro…
_ Nada, suspiro para tratar de tomar un poco de descanso sobre su silla de diseño ultra costosa, recostando toda su amplia espalda sobre el cuero…
_ ¿Te intriga el beso que te dio aquel tipo el día de hoy?, pregunto directamente la muerte, expectante y atenta ante la respuesta...
_ JA!!!, por favor, chisto con mucha arrogancia, -parece que no me conocieras maldita, trato de ignorar aquella ridícula pregunta, -no me vengas con basura, eres patética, ¿sabes?-…
_ Por eso te lo pregunto porque te conozco, sonrió pícaramente la tipa, - ¿te gusto?, recuerda que soy la parca y he vivido demasiado como para no darme cuenta de las cosas-…
_ ¿QUEEE!!?, claro que no me gusto, no seas ridícula, ¿sabes?, al parecer el que esta padeciendo de demencia es otra, no me vengas con maricadas, mejor ponte a trabajar que para eso te pago…
_ Deja de ser tan grosero Dan, acuso la muerte, - vamos si quieres puedo averiguar sobre el chico, ¿Cómo fue que dijiste que se llamaba?, jmmm, ¿Kwan?- insistió la tipa, con tono coqueto, veía como el pelinegro se molestaba cada vez que abría la boca…
_ Mejor me voy a dormir, parece que a pesar de tener tantos milenios sobre la espalda, la menopausia no te ha llegado, interrumpió molesto ante las proposiciones de su amiga - ¿tienes la regla?, si quieres desahogarte, contrata un gigolo, o habla con algún mayordomo para que dejes de decir tantas sandeces-, se retiró el ente de la oscuridad de aquella grande y lujosa oficina para dirigirse a su cuarto, necesitaba un descanso – el día de hoy ha sido una total mierda, carajo, cuanto me molestan los mortales-…
_ ja, creo que hare mis averiguaciones por cuenta propia, exclamo Lexy, recogió todos los folios que le sirvieron para enseñarla a Dan sobre finanzas y negocios, se dirigió a la puerta, apago la luz y se fue a completar la lista de humanos que faltaba por liquidar…
Al llegar la madrugada, una fuerte neblina azotaba las frías calles de Amity park, quedarse en cama hubiera sido todo un privilegio para todos los estudiantes de Casper high, sin embargo, a dos horas de comenzar clases, Patrick, Dash y Kwan salían se sus hogares muy temprano a entrenar, ser capitanes y jugadores de alta categoría les exigía un muy buen estado físico, sin meditarlo, comenzaban a trotar, cargando una bebida isotónica, el mariscal siempre se reunía con su mejor amigo, por lo que el rubio llego de primero, diviso lo espeso que estaba el aire, veía como su aliento se homogenizaba con las brisas elidas, tenía un poco de sueño, y, ¿Cómo no?, si estuvo hasta las tantas haciendo un proyecto de ciencias mientras chateaba con su novio, una ligera sonrisa se marcó sobre sus labios al recordar las conversaciones…
_ Vaya, Daniel sí que es tímido, nunca dejara de ser el chico del que estoy enamorado, susurro mientras divisaba una figura acercarse, supuso que era su amigo, pero por desgracia suya, eran personas que le incomodaban la existencia…
_ ¿Amorcito?, ohh, amorcito eres tú, exclamo con voz chillona nada más que Vanessa, que acompañada de Patrick, se había levantado temprano para acompañar al capitán.
_ Ohh, vaya, desgraciados sean los ojos que los ven, exclamo molesto…
_ Vaya Dash, no dejas de ser el mismo tipo sarcástico de siempre, exclamo Patrick…
_ No empiecen a pelear por mi otra vez cachorritos, dijo muy pícaramente la porrista dirigiéndose a ambos…
_ ¡JA!, ¿pelear por ti?, pregunto sarcásticamente el quarterback, - por mi puedes quedarte con Patrick-…
_ No gracias, exclamo con fastidio, yo ya tengo a Danny…
_ ¿A Danny?, preguntaron la tipa y el rubio al unísono, esperando a que el basquetbolista prosiguiera con su historia…
_ Si, él es mío, y eso ya lo sabe Dash, ¿no es así? Interrogo de una manera muy despectiva el rubio jugador analizando sus expresiones, buscaba algo, aquello que le hacía dudar, ósea, Dash se veía demasiado heterosexual como para ser la pareja de Danny, sin embargo algo le decía que debía investigar...
El mariscal no pudo evitar recordar aquella molesta escena donde Danny se besaba con Patrick en los pasillos de la preparatoria un día antes de su cumpleaños, el creyó en las palabras de su chico, ese no era el, aquel había sido un fantasma que le había jugado un mal rato, no era posible que fuera él, no aquel chico, no Daniel Fentom…
_ ¿Acaso estás diciendo que el escuálido de Fengusano es tu novio?, pregunto muy molesto el amigo del quarterback, que gracias a la espesa niebla, nadie había notado su llegada…
_ Hola Kwan, saludo Dash a su mejor amigo tal cual como lo hacían desde pequeños, rozando sus cabezas y abrazando sus antebrazos…
_ Ósea Patrick, afiánzate, ¿acaso estamos hablando de la misma basurita molesta que parece un virus patógeno de impopularidad?, pregunto la chica con ansias de conocer la respuesta…
_ Si, en realidad si, soltó sin ninguna vergüenza ante los presentes, - no le veo problema a eso, el chico es simpático, atento, serio, justo, y demás cualidades del as cuales no tengo tiempo para nombrar, a mí me gusta, además tiene algo que lo deja con un aura sensual…
_ Vaya, un capitán maricon, acuso Kwan, un poco molesto por saber tal cosa, pero lo pensó mejor, saber que a Patrick le gustaba a Fengusano le serviría para molestar a Dan, sonrió para sí mismo y se quedó callado sin decir nada más…
_ Ja, ¿Por qué todos los guapos serán gays?, pregunto molesta la porrista, no le agradaba nada que hablaran tan bien del chico fantasma, ella sabía que él estaba detrás de su Rubio, y ahora también Patrick se había embelesado con aquella molestia…
_ No soy gay, interrumpió el basquetbolista, - solo estoy enamorado de él, y de nadie más-, confesión que molesto a Dash, que sin querer ponerse en evidencia, apretó sus puños lo más que pudo, solo soporto las ganas de partirle la cara al hablar de su novio de aquel modo tan atrevido…
_ Para mi es lo mismo, exclamo la chica, aquí todos salieron Gays menos mi Dash lindo…
_ ¿A qué te refieres Vanesa?, pregunto molesto el pelinegro ante la acusación, - yo no soy gay-, exclamo con superioridad el amigo del mariscal…
_ JA!, ¿que tú no eres qué?, Eso no es lo que vi ayer, negó mientras le lanzo una mirada venenosa a Kwan…
_ ¿qué quieres decir con eso?, interrumpió Dash, curioso por las palabras toxicas de la porrista, demasiado acusadoras pero seguras mientras proseguía a contar su relato…
_ Pues…, exclamo con ganas de soltar la bomba, ella le encantaba contar las intimidades de todos, y aquel caso no sería la excepción, - pues como les parece…, dijo mientras veía la cara de pánico que tenía Kwan, se supone que había llovido muy fuerte para que alguien pudiera estar cerca de ellos, la tipa se deleitó con la angustia que se reflejaba en el rostro del pelinegro, quería más, mas veneno, mas angustia, todo eso le divertía demasiado - como les parece que ayer, mientras iba en mi limosina privada, después de hablar con la directora y disculparme con la imbécil de Manson, vi a su amigo, a pleno campo del parque principal, arrebatarle un beso a nada más y nada menos que…
De la nada, como si hubiera sido magia, de la espesa niebla que cubría las calles, un bote de basura era lanzado en dirección hacia la porrista, sin poderlo esquivar, este impacto, tirándola inconsciente sobre el césped de la casa de algún vecino, alarmados los tres deportistas corrieron a auxiliarla, mientras veían como el chico nuevo recién llegado del día anterior, tenía todavía aquella pose de lanzamiento, Dash, Kwan y Patrick reconocieron que era Dan, acompañado de una sonrisa maniaca sus orbes rubí lo delataron, parecía que brillara sobre la profunda niebla…
_ Opps, lo siento no era mi intención, no vi nada y creo que la he lastimado, exclamo con mucha ironía el ente de la oscuridad…
_ ¿Eres un bruto o qué?, acuso Patrick molesto al no ver nada de sinceridad en las palabras del multimillonario de Hoenn, mientras alzaba inconsciente la cabeza de la tipa, Dan se sintió agredido, ya que la persona de la cual estaba enamorado, ahora lo miraba con desaprobación…
_ Relájate brother, interrumpió Kwan, - el chico no tenía intención-…
_ Claro que la tenía, exclamo el rubio basquetbolista, - o, ¿a que juegas tirando esos grandes botes de basura por las calles?...
_ E-eh, solo estaba, practicando lanzamiento de bala, si eso, bala, suspiro al sentirse nervioso, ya que tenía la total atención de Leonard, tuvo que hacerlo, si la tipa confesaba lo del beso del día anterior, estaría perdido, poco le importaba que a Kwan lo tildaran de marica, solo que no podía darse el lujo de que Patrick lo supiera...
El basquetbolista molesto, tomo a Vanessa entre sus fuertes brazos, era inevitable pensar que su rutina había sido interrumpida, el día anterior aquel chico nuevo le dio buena primera impresión, pero ahora, sentía molestia, inclusive alguien tan arrogante, zorra, alguien tan Vanessa, no merecía que se le tratase de ese modo, Patrick era un caballero, y ante todo valoraba a las Damas, fueran o no alguien como ella…
_ Adiós, llevare a esta chica al hospital para evitar cualquier incidente, Dash, Kwan, me despido caballeros, al mirar al ante de la oscuridad, le enseño el dedo medio de la mano, lanzándole una mirada de inconformidad, se retiró, Dan expectante ante esto, se puso nervioso a mas no poder, Kwan noto esto por lo que trato de apaciguar la marea…
_ Vaya tiro chaval, poso su mano sobre el hombro del multimillonario que divagaba entre sus pensamientos, no notaba el toque del otro, estaba, en otro mundo…
_ Wow, por cierto, buen agarre, buena fuerza, buen tiro, buena ejecución, argumentaba el rubio, mientras analizaba al chico, -¿Te gustaría pertenecer al equipo?-, interrogo el quarterback…
_ Ah, salió de aquel abismo en el que estaba. La pregunta del mariscal lo regreso a este mundo…
_ ¿QUEE!!!?, exclamo molesto Kwan ante la propuesta de su mejor amigo…
_ Oh disculpa, que pocos modales tengo, soy Dashiel Baxter, el capitán de futbol de la Casper High, pero puedes decirme Dash, le enseño su mano con caballerosidad, -¿y tú eres?-…
_ D-Dan, Dan phant…, Dan Century, volvió a retomar las riendas de sus emociones, ver a Patrick tan enojado con él le provoco dos cosas, la primera un palpito profundo como si el corazón se le hubiera detenido, y otra mucha excitación, aquella imagen tan salvaje que le mostro, no se le borraría y de seguro seria complaciente recordarla cuando llegase al baño de su mansión…
_ Un gusto Dan, él es mi amigo Kwan y mi mano derecha, entonces que dices, ¿te nos unes?, pregunto arqueando la ceja esperando a que el ente de la oscuridad tomara su mano para ser agitada…
_ Déjame pensarlo, exclamo cuando tomo la mano de Dash y la agito como era debido…
_ Bien Dan, piénsatelo, se alejó para empezar a tomar ritmo, llevaba media hora perdida y debía recuperarla lo más pronto posible…
Mientras que el rubio se desapareció entre la penumbra, Kwan y Dan se quedaron solo, estaban de pie uno en frente del otro y sin pronunciar palabra, Dan se voltio, dio unos pequeños pasos, cuando sintió que la mano del otro, tomo la suya, deteniendo su recorrido hacia su mansión…
_ ¿Qué quieres?; interrogo molesto el ser maligno…
_ Creo que tenemos una conversación pendiente, ¿no?...
_ No, no la tenemos, así que déjame, se soltó con brusquedad del agarre del amigo del mariscal, -¿qué pretendes, chantajearme acaso?, pregunto con ironía mientras su silueta se la comenzaba a tragar la niebla…
_ No, solo quiero que hablemos del beso de ayer, me gustaría confesarte algo, lo trato de seguir, pero parecía que se alejaba cada vez más, - Hey, Dan, no huyas-, exclamo Kwan, pero como si hubiera sido un hechizo o algo, el ojirubí había desaparecido, - ¡Demonios!-, bufo, para buscar a Dash y acompañarlo en su rutina…
_ Señor Century, no debería volverse invisible para huir de los mortales como niño pequeño, al contrario, ellos deberían de huir de su presencia, ¿no le parece?, exclamo Lexy, quien a tan tempranas horas, vestía un traje ejecutivo, peinada correctamente con un moño que sostenía su pelo y sosteniendo los informes se quedó de pie al lado de un poste, el nombrado se hizo visible, tenía la mirada un poco perdida…
_ ¿Ya estas jodiendo a tan tempranas horas mujer?, pregunto para salir de su universo que lo había atrapado, - es mejor que nos dirijamos a la mansión, tengo clases, ¿sabías?-…
_ De hecho, eso no podrá ser, informaron que la espesa niebla se prolongara todo el día, ¿no es raro?, poco he visto situaciones así y eso que llevo milenios observando la evolución de la humanidad-…
_ Bueno, supongo que no tendré que ver a ese simio al que llaman Kwan, ni tampoco tendré que estudiar, un día de descanso es lo que me merezco, así podre planear mi acercamiento con Patrick- exclamo un poco eufórico ante la secuencia con que todas estas ideas fluían…
_ Me temo que eso no será posible, recuerde que hoy tiene una reunión de socios, y debe de estudiar los informes, Lexy observo su reloj, - mejor démonos prisa tenemos una lección importante que aprender-…
_ Ohh, genial, maravilloso, exclamo con tono súper sarcástico, cosa que su asistente personal capto, pero no lo salvaba de lo sus deberes, así que casi a empujones, Lexy llevo a Dan de nuevo a su mega mansión…
La niebla cada vez tomaba entre sus abrumadores abrazos a Amity park, en la preparatoria, más de un despistado no veía las noticias matutinas y con sueño sobre sus ojos, veían como en la entrada había un letrero que decía “día libre”, al ver esto retornaban a sus hogares, pero a veces hasta los héroes solían caer bajo su propia ignorancia, allí estaba, parado frente a las puertas de Casper High, nuestro héroe, que llevaba un abrigo calentador, bufo molesto, pero era una oportunidad que no debía desaprovechar, marco en su teléfono el número de sus amigos, indicando que se verían en el parque, él ya tenía en mente lo que le quería regalar a su novio, pero debía tener la aprobación de sus amigos, pues, ellos tenían experiencia sobre parejas…
_ Vaya, es raro que haya tanta niebla sobre la ciudad, esperen, es bastante raro, paso su mano sobre su mentón, aquello no le daba buena espina, ¿Niebla?, ¿en primavera?, y ¿tan espesa que no se podía divisar nada a más de medio metro?, - jmmm, espero que esto no sea obra de un nuevo enemigo-…
_ NO MAS PORFAVOR, NO MAS!!!, replico aburrido ante las lecciones de su institutriz, nuevamente se hallaban en la oficina principal del pelinegro…
_ Basta señor Century, no se comporte como un niño, apenas llevamos 3 horas, atienda a las lecciones si no quiere hacer el ridículo ante sus socios minoritarios, recrimino mientras seguía explicando los gráficos que proyectaban un aparato…
_ Hagamos un trato, propuso el oji rubí, - que quieres a cambio de asistir hoy por mi ante la junta tan importante que tengo, vamos pídeme lo que sea-…
_ Jmmm, ¿lo que sea?, sonó interesada la parca,- ¿lo cumplirías?-…
_ Claro, exclamo un poco dudoso, no podía retractarse ante su subordinada, Dan tenían un ego que proteger, pero sabía que con la muerte misma no se podía negociar, y por muy delante de su proposición sabría que le saldría caro el chistecito…
Al encontrarse en el parque, el trio de impopulares como los tildaba Vanessa, se reunieron sin contratiempos, Danny no les había informado el motivo de su reunión, por lo que tuck y Sam pensaban que era algo grave…
_ Bien chicos, quiero mostrarles algo, saco de su mochila una especia de revista, comenzó a ojearla hasta dar con la pagina indicada, - ¿qué opinan de esto?, le mostro sus hallazgos a sus mejores amigos…
_ Vaya es bonita, aclaro Sam…
_ Es toda una maquina viejo, ¿Por qué, acaso quieres comparte una?, pregunto el chico de la tecnología…
_ Casi le atinas tuck, pero no es para mí precisamente, es para alguien que amo con toda mi alma…
_ Ahhh, entonces es para mí, gracias Daniel, pero no podría recibir un regalo como este, interrumpió la chica, soltando una ligera risa ante su comentario…
_ Jajaja, mi querida Sam, a ti te daría las estrellas, pero me temo que esas también son de Dash, exclamo con tono pícaro, cosa que provoco una sonrisa de confidencialidad…
_ Pero viejo, ¿aquella maquina no cuesta mucho dinero?, pregunto el afrodecendiente…
_ Así es Tuck, pero tengo el dinero reunido, así que no te preocupes, exclamo contento el chico fantasma al ver la aprobación por parte de aquellos chicos que sin ambos, el cazador de fantasmas no sabría que hacer…
No se sabía cómo, no se sabía cuándo, y no se sabía porque, pero en la biblioteca de la preparatoria se hallaba un multimillonario que sostenía furioso un libro de “etiqueta, buenos modales y glamour”, por suerte, el sitio está solo, ni siquiera la anciana bibliotecaria estaba presente…
_ Maldita seas Lexy, MALDITA!!!, golpeo molesto la mesa al recordar la razón por la que estaba allí…
*** INICIO DEL FLASHBACK***
_ Estas loca, recrimino cuando termino de escuchar el precio por faltar a la junta…
_ Vamos todo es por tu bien, no quiero que el dueño de una gran fortuna se comporte como un pordiosero…
_ ¿Acaso me estás diciendo que, con este frio y con esa niebla, me vaya a la biblioteca a leer?., ¿acaso estas chueca del cerebro?..
_ Si eso es lo que pido, o, ¿quieres ir a la junta y pasarte toda la tarde entre números y negociaciones?, si esa es tu decisión, dímela de una vez para continuar con tus lecciones…
_ ¡Joder!, si voy, pero ten en cuenta que esta decisión la hago por cuenta propia, no es como si tuvieras alguna influencia en mí, ¿entendido?...
_ Vale, como digas, soltó una enorme sonrisa al imaginar la cara que pondría cuando lo pusiera a leer sobre buenos modales…
*** FIN DEL FLASHBACK***
_ joder con la tipa, que no se crea que puede manipularme, eso jamás, recrimino al viento, mientras pasaba de página y continuaba con sus lecturas…
El tiempo transcurrió lento, y aunque intentaba concentrarse en leer algo de aquel fastidioso libro, la realidad es que no podía. Las letras se acumulaban entre los párrafos del su lectura, y él cambiaba las hojas de forma inconsciente. Estaba sentado en el una silla del centro, pero no entendía. ¿Qué estaba pasándole? Sus pensamientos rondaban por un solo hombre: Kwan. Tan complicado, tan abstracto. Un hombre misterioso y atrayente. Sarcástico y de humor negro. Alguien roto, solitario, escondido detrás de una máscara. Le llamaba la atención de una forma peculiar. Entonces sus pensamientos mudaron a la forma en que tenía una actitud tan irrelevante para el ente de la oscuridad, esos ojos turquesa tan expresivos y llenos de vida. Dios! ¿Qué pasaba con él?
_ No sabias que te gustara leer. —anunció la imponente voz de amigo del mariscal, mientras abría la puerta de la biblioteca y entraba dando pasos firmes. Se veía enojado, molesto. Quizá indignado. Tenía el ceño fruncido y las manos sobre su pecho. Dan casi soltó el libro al escucharlo interrumpir de tal forma…
_No pensé que tuviera que informarte de todo lo que hago, perdedor. —aquella frase le salió tan fría, que incluso se revolvió en su asiento de forma incómoda. Él no quería sonar grosero, pero todo lo que estaba pensando era tan confuso que estaba un poco enojado consigo mismo. Kwan lo miró con aires de grandeza, alzando la barbilla en tono desafiante al oír sus palabras.
_No estoy pidiéndote que lo hagas, millonario. Pero estudias en mi preparatoria, por lo menos tengo el derecho a saber cada cuánto se te ocurre poner un pie dentro, Quizá ambos estuvieran enojados por razones desconocidas. Aunque ni ellos sabían que era la misma incógnita la que los hacía ponerse tan irritables. Dan no bajó la mirada incluso cuando aquellos ojos grandes lo taladraron. Se mantuvieron en silencio por algunos minutos que se les hicieron eternos, en los que Dan fingió leer con interés. Finalmente, fue él quien terminó cediendo ante aquello, cerrando el libro y depositándolo sobre la mesa aquella aburrida lectura, Sabía que el jugador no tenía ninguna intención de marcharse.
_ No molestes, anunció el ojirubí. Kwan lo miró con una ceja alzada y los ojos expectantes, para que continuara hablando. Se mordió el labio inferior sin saber muy bien como continuar, el jugador deseó que no hubiera echo eso en su presencia. Algo dentro de él se agitó al contemplarlo. – ¿a qué has venido?, ¿a que te lean un cuento?-, murmuró con un deje de disgusto…
_ Estoy molesto por lo de esta madrigada, ¿sabes?, Tuve que interrumpir mi rutina, Dash se molestó conmigo por haberlo perdido de vista, y tú te esfumaste Dan. Eso sonaba más bien como un reproche de amante dolido, pero a Kwan no le importó.
El ojirubí, tomó el libro entre sus grandes manos y caminó hacia uno de los libreros, buscando el lugar donde lo había tomado…
_ La bibliotecaria puede hacer eso. —mencionó de forma ruda, todavía algo molesto. Sus ojos siguieron cada movimiento del millonario. Esa espalda, esa pose… ese cabello y las manos. Dios, sus grandes manos. Se iba a volver loco si seguía observándolo, estaba seguro de eso.
_No creo que le moleste un poco de ayuda. —murmuró mientras seguía buscando el lugar alfabético del libro, sin voltear a ver al amigo del quarterback. Sus manos temblaban, pues sentía la fija mirada del otro hombre clavada en su espalda, como una daga. No quería hablar con aquella molestia.
_ ¿Vas a aceptar la proposición que te hizo Dash esta mañana?, trató de aligerar la tensión que había surgido en la habitación, pero no surgió el efecto esperado. Dan ni siquiera se volteó a verlo. Eso le enfureció. De verdad le hizo estallar de nervios - ¿Estás evitándome? —cuestionó, mientras ponía las manos en sobre sus caderas. Vio claramente como el cuerpo del ente de la oscuridad se tensaba ante su pregunta. Era obvio que sí.
_ No sé a qué te refieres, susurró, algo confundido. Se dio la vuelta para intentar escapar de la biblioteca, pero un brazo de Kwan se apoyó en su pecho y lo obligó a retroceder. Sus ojos se encontraron y pudo percibir el fuego y la ira en el otro hombre. Se sentía nervioso frente a él, lo admitía.
_ Claro que lo sabes. Hoy te esfumaste cuando quise hablar contigo, su ceño se frunció, mientras iba picoteándole el pecho a Dan con su dedo índice, arrinconándolo contra uno de los libreros. El pelinegro menor trató de evitarlo, pero sabía que no iba a conseguir nada con eso—. ¿Fue porque te bese ayer? —preguntó directamente, con los ojos bien abiertos, como queriendo capturar la reacción que no se hizo esperar. Los colores subieron por el rostro del multimillonario, sintiéndolo caliente. Negó rotundamente con la cabeza, pero parecía haberse quedado sin palabras. -¿Estás seguro? Porque tu jodida actitud conmigo me hace pensar otra cosa—. Dan asintió, trató de escabullirse por uno de los lados, pero el brazo del jugador se interpuso de nuevo.- ¿A dónde crees que vas? No hemos terminado de hablar-, susurró despacio, ahora más calmado y admirándolo de cerca. El oji rubí volvió la mirada.
_Yo ya he terminado. —informó con el ceño fruncido. Más tardó en tratar de volver a salir de ese íntimo semi-abrazo que el pelinegro mayor le estaba dando, cuando sintió algo posarse en su mejilla. La mano de Kwan abarcaba esa superficie, mientras lo veía acercarse con ojos firmes y expresión decidida. Entreabrió los labios al darse cuenta de lo que el otro iba a hacer. Sus alarmas se dispararon, - no lo hagas…- pero sus palabras murieron en cuanto Kwan puso un dedo sobre sus labios y le hizo guardar silencio. Su cuerpo se tensó, y no supo si fue por la tensión, los nervios o las ansias. O quizá todo revuelto. De repente tenía a aquel tipo, tan descomido, sobre él, acortando la distancia para besarlo. Y entonces sucedió, el amigo del mariscal terminó con la distancia entre sus labios aprovechando que los suaves músculos de Dan estaban entreabiertos y se colocó entre ellos. La sensación que lo invadió fue única, placentera. Su cerebro disparó sensaciones a todo su cuerpo, y un leve temblor invadió sus labios que se presionaban contra los del ojirubí. Tan suaves, tan carnosos. Como una lluvia de fuego que encendía su interior y lo elevaba. Entrecerró sus ojos y lo encontró viéndolo, con esos ojos rojos tan impresionantes. Se sintió en confianza para dar el siguiente paso. Hizo un ligero movimiento, sin querer ser brusco con el hombre que estaba de piedra frente a él. Acarició su mejilla con la mano y entonces deslizó su lengua entre aquellos rosados músculos. Dan al momento jadeó de la sorpresa por sentirse invadido y lo alejó de un brusco movimiento, reaccionando por fin. Kwan se lamió los labios en cuanto lo vio dirigirle una mirada furiosa, para después, sin decir palabra alguna, marcharse de la biblioteca cerrando la puerta con todas sus fuerzas, Llevaba las mejillas encendidas y los puños apretados por la acción del multimillonario…
_Era mejor algo a nada, ¿cierto?, susurro el oji turquesa, con una pequeña sonrisa salió de la biblioteca rumbo a su casa con una sonrisa que le daba de mejilla a mejilla.
_ Maldito bastardo, lo ha hecho de nuevo, y yo me he dejado, exclamo entre iras el ente de la oscuridad-…
El día pasaba con normalidad, de no ser por la niebla que seguía poniéndose cada vez más espesa, Dash, estaba en su sofá viendo televisión, sus padres como era costumbre no estaban, tenía una camisa de tirantes y una pantaloneta, y sobre sus piernas tenía una cobija, quería pasar el Día con su novio, tenía muchas ganas de hacerle el amor, lo había llamado, pero raramente el pelinegro le saco una excusa que él no creyó, aquello le había molestado un poco, pero esta vez pasaría por alto aquello, solo porque se trataba de Danny, su celular sonó, vio la pantalla que indicaba el nombre de alguien que le saco una enorme sonrisa sobre aquel sexy rostro…
_ Quiero que salgas y veas lo que te he comprado, exclamo nuestro héroe con mucha alegría…
Sin pensarlo, colgó el teléfono y como niño chiquito en navidad, corrió hacia afuera, que importaba el regalo que le hubiera traído, Danny estaba allí, y eso ero lo que realmente le importaba…
_ Wow, ¿eso es para mí?, fue la impresión que tuvo al ver aquel detalle que estaba al lado de la calle, y junto a esta su novio, que tenía una mirada eufórica…
_ Así es Dash, esta moto Harley es toda tuya, exclamo para ver como su novio se dirigía hacia donde este se hallaba, para tomarlo por la cintura y besarlo mientras daban ligeras vueltas, se fundían más y más sobre los labios del otro, ¿Qué importa si estaban afuera ante la vista de todo el mundo?, si para eso tenían a su cómplice neblina abrumadora…
Continuara…