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Come Clean por girlutena

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Notas del capitulo:

LO SIENTO!!!!!! T_T!!!!!

 

Cuando termino su llamada, pudo ver la sombra del cuerpo de Naruto que se intentaba esconder en vano, detrás de la puerta. Se acercó lentamente por detrás, cruzando sus brazos alrededor de la fina cintura de Su doncel, acercando sus labios al lóbulo de la oreja, para morderlo levemente.


-Sa…  Sasuke. –El menor intentaba separarse del mayor, pero sus esfuerzos eran en vano, sus manos se posaron sin fuerzas sobre los fuertes brazos del mayor, ya que sentía que en cualquier momento iba a caer.


El moreno pasó sus manos, bajando por el vientre del menor, acariciando peligrosamente la delicada y caliente piel del doncel.


-Te deseo tan, mi amor. –El menor, escucho la voz del moreno tan excitada, ronca y varonil, hizo un último intento y llego a voltearse, acunando suavemente con sus manos, el rostro del varón, repartiendo besos castos sobre sus ojos negros, sus pómulos, sus labios, sabía que su rostro estaba más que rojo, lo sentía, pero no le importaba, se sentía excitado y lo necesitaba, así como sabía que el mayor también lo sentía.


Sin darse cuenta hundió con desespero, su cuerpo al del mayor, sintiendo y haciendo sentir su excitación, pero el mayor le detuvo, besándole tiernamente su frente.


-Tranquilo, mi pequeño. Si sigues así, ten por seguro que te hare el amor en este mismo lugar.


El doncel estaba avergonzado, pero eso no le impidió jugar con sus finos dedos, con los cabellos azabaches de su amado.


-No me importa, teme. -El mayor sufrió para no soltar una risa, al ver el tierno puchero que hizo el doncel, acerco sus labios, con seducción al oído del menor, haciéndolo estremecer.


-Lo sé, a mí tampoco me importaría. Pero Garra y Koha, aún se encuentran en la cocina. –El menor escondió su rostro en el pecho del mayor, sintiendo las leves caricias en su espalda. -¿Por qué no me esperas en la habitación?


El menor no tuvo que escuchar nada más, saliendo como, alma que lleva el diablo, con dirección a las escaleras, Sasuke se dirigió a la cocina viendo como el pelirrojo ayudaba a guardar los últimos platos que quedaban.


-Naruto se sintió mal, así que se fue a descansar.


-Bueno… espero poder hablar con él mañana.


-Claro que puedes Koha-chan.


-Bueno, nos retiramos. Buenas noches, Uchiha. –Gaara no se había dado cuenta que había tomado la muñeca del menor entre sus manos, tampoco se había dado cuenta de su ceño fruncido.


-Buenas noches. Sabaku No.


Gaara salió con prisa de la vivienda, aun apretando la muñeca del menor, no se había dado cuenta de su forma de reaccionar, cuando el menor le sonrió tan cálidamente a Sasuke, solo supo que se llenó de celos, quería y sabía que quería, los besos, los abrazos, las sonrisas, las lágrimas, quería y necesitaba todo de Konohamaru.


Se sentía posesivo y no era para menos, había esperado por más de diez años a que volviera a aparecer y no dejaría que nadie se lo quitara, ni siquiera aquel hombre que decía ser su padre.


Por otra parte Konohamaru se sentía avergonzado al tener tan cerca al bermejo, pero se sentía culpable de que el varón se comportara de aquella forma, le sentía tan frio y hostil que su corazón dolía y sus ojos ardían.


Gaara casi cae al sentir como era detenido fuertemente por el doncel, quien había plantado sus pies al duro suelo, con su vista hacia el cemento.


-Yo… es mejor que me vaya solo. –Gaara arrugo su ceño al escuchar aquel murmullo, nunca dejaría que el doncel se volviera a alejar de él.


-No digas tonterías, ya vámonos. –Claro que Gaara no se había dado cuenta del tono de voz que había usado para con el menor, quien seguía en el mismo lugar, sin siquiera mirarlo.


-No, yo… lo lamento. –El mayor, volteo lentamente a mirarlo con el ceño fruncido, intento acercarse con pasos firmes, pero tan solo consiguió que el menor se alejara de él.


-Koha. –Gaara sintió como su pecho empezaba a presionarse, sin dejarlo respirar, sabía que el menor estaba a punto de llorar y en ese momento recordó a Kiba, a su amigo. Y se sintió fatal por hacer sufrir a dos donceles a la misma vez.


-Tú… tú me odias… y yo lo entiendo, aunque me duela, lo entiendo. Yo… me iré… y no volveré a molestarte.


-¡Quieres callarte! Yo… yo no te odio, Koha. Yo tan solo… me sentí celoso, frustrado y molesto. Quiero todo de ti, tus sonrisas, tus lágrimas, tus besos, tus abrazos, tus miradas, no quiero compartirte con nadie, ¿entiendes?


Yo lamento haberte gritado, lamento haberte lastimado, pero…no sé cómo tratarte en estos momentos, mis pensamientos están desordenados, es todo tan confuso, pero lo que sí sé, es que no quiero y no dejare que nadie te separe de mí. ¿Lo has entendido?


Konohamaru, no subió su rostro, hasta que las frías pero cálidas manos de Gaara se posaron sobre su rostro, acunándolo, y repartiendo suaves besos sobre sus ojos y mejillas mojadas por las lágrimas.


-Ven, vamos a casa. –Gaara apretó con delicadez la mano del doncel, llevándolo lentamente por las calles casi desoladas, sin decir nada, se sentía un cómodo silencio.


Iruka abrió la puerta al instante que el timbre sonó, su rostro notaba preocupación y tiro su cuerpo encima del doncel.


-¿Deseas pasar aquí la noche, Gaara-kun? Ya es muy tarde para que regreses solo a casa.


-Si no es ninguna molestia. Iruka-san. Tan solo tengo que llamar a mi casa.


Mientras que el bermejo se encontraba en el despacho hablando con su hermano, Iruka llevo al joven doncel para que tomase un refrescante baño, diciéndole que el cuarto de Gaara iba a estar al costado del de él.


 


Naruto había aprovechado el momento en que subió a su habitación, para tomar una rápida ducha, sintió como el agua tibia caía sobre sus cabellos que se pegaban a su espalda, cerro lentamente sus ojos, imaginando las manos grandes y suaves del moreno acariciar su delgado cuerpo, sus suaves labios recorrer todo el largo de su cuello, su espalda, sus manos tocar su plano vientre y acariciar uno de sus pezones.


Y en ese momento, cuando soltó un fuerte jadeo, abrió sus ojos, dándose cuenta que no lo estaba imaginando, Sasuke se encontraba en la misma ducha, sus cuerpos desnudos y mojados se pegaban, el mayor bajo lentamente su mano por el vientre del menor, hasta llegar al miembro del rubio, lo masajeo lenta y tortuosamente, mientras seguía repartiendo besos por todo su cuello.


El menor levanto sus brazos y acaricio las hebras azabaches que caían por el rostro níveo del moreno, besó con cariño el rostro del varón, sintiendo las delicadas caricias que este repartía en su cuerpo desnudo y húmedo.


Su pequeño y menudo cuerpo respingo al sentir el primer dedo, largo y húmedo, tanteando su entrada, para luego introducirlo, moviéndolo en círculos, el menor tiro su cabeza para atrás chocando con el pecho del mayor, mientras el agua seguía cayendo sobre su pecho.


La mano del azabache bombardeaba su miembro excitado, mientras que sentía como sus labios jugaban con uno de sus pezones.


El mayor le alzo, tan ligero, besando y chupando el lóbulo de su oreja, dejando una marca rojiza en el cuello del doncel.


-Sas... Sasuke...hazlo ya-ttebayo.


-Hacer que, amore mío.


-Teme... te necesito dentro. -Fue lo último que pudo decir y lo único que supo decir, cuando el mayor clavo su gran y prominente erección en su estrecha entrada.


Naruto intentaba tranquilizarse, pero su respiración era tan agitada, su pecho subía y bajaba, el moreno intento tranquilizarlo, besando suavemente su mojada piel, pasó su lengua por los pezones erectos del doncel, escuchando sus fuertes jadeos, empezando a embestirlo poco a poco, haciendo que las embestidas que una vez fueron lentas, se volvieron rápidas y salvajes.


Los jadeos de los amantes se podían escuchar como ecos retumbando entre las losas, en un momento Naruto se vio con sus piernas cruzadas en las caderas del mayor, mientras que Sasuke le sujetaba por la cintura para hacer las penetraciones más profundas.


Naruto penetro con sus uñas en la espalda del varón, mientras que mordía el hombro del mayor, para también marcarlo como suyo, intento cubrir sus jadeos, entre la piel nívea, pero el moreno se separó de él, besándole el cuello.


Sin saber que aquellas acciones excitaban aún más al varón, quien llevo su mano al miembro del doncel para masturbarlo, no se hizo esperar en tan solo unos segundos, la esencia del doncel se vio derramada entre sus vientres y siendo escurrida en la mano del mayor, mientras que Sasuke sentía como su miembro era presionado por las paredes del interior, le penetro con fuerza tres veces más hasta que sintió su esencia derramarse en el interior del menor.


Naruto apoyo su cabeza en el hombro del menor, mientras que intentaba regular su respiración, en ningún momento Sasuke le soltó, intento salir con cuidado doncel, viendo como su esencia caía espesa del menor con tono rojizo.


El moreno le lavo con delicadeza su esbelto cuerpo, para luego llevarlo en sus brazos y depositarlo en la suave cama, viendo lo rendido que había caído.


Quiso quedarse con él hasta que despertarse, quiso ver el rubor en sus mejillas que sabía que tendría, pero también sabía que tenía que arreglar los problemas con su hermano.


Salió sigiloso de la habitación, hiendo con pasos tranquilos a la sala.


-Itachi. Si, habla Sasuke.


-Hermanito. A los años en los que me llamas. Ingrato.


-No seas mentiroso, hemos hablado hace unas horas. Bueno, quería hablar contigo sobre el robo y sobre Namikase.


-Si eso, bueno he hablado con Kakashi y me ha dicho que no se les puede obligar a nada, Naruto, aunque lleve el apellido Namikase, ya es mayor de edad, así que prácticamente no se le puede obligar a nada y por Konohamaru, en todo caso, Iruka, quien es su tutor, podría darle la autorización de casarse con ese tal Gaara o al menos para que no se quede solo.


-Bien. ¿Y sobre el robo?


-Kakashi ha estado averiguando, ¿Te acuerdas de Orochimaru?


-El que tenía cara de serpiente. ¿El amigo de padre?


-Al parecer a estado moviendo sus contactos y de alguna manera a podido entrar a nuestra base de datos. Pero no te preocupes, pasa buena noche y te espero mañana en tu oficina. Que por cierto se encuentra llena de polvo.


Y sin que Sasuke pudiera decir algo mas Itachi colgó, él también lo hizo, acaricio fuertemente sus cabellos, aun mojados, subiendo las escaleras, rio bajito al ver el cuerpo del menor removerse por la cama en busca de su calor, se metió en la cama, atrayendo el cuerpo del menor al suyo.


Naruto al fin dejo de moverse, paso sus manos por el costado del varón, apoyando su cabeza sobre el pecho de Sasuke sintiendo sus cálidas caricias.


Al pasar unos días Naruto encontró a Gaara cerca del centro comercial, sus ojos aguamarina se veían impregnados sobre  una pequeña pero bonita sortija de compromiso.


El blondo se acercó lentamente por detrás del  varón, abrió sus ojos azules, atando cabos con su medio hermano.


-¿Ya te decidiste, Gaara-kun? -El bermejo dio un pequeño salto en su mismo sitio, viendo algo asustado al doncel.


-¡No me asustes así, Naruto! Yo... bueno, lo he estado pensando desde hace mucho y pensé en pedirle matrimonio.


-¿enserio? Me parece grandioso, Gaara. ¿Pero él aun es pequeño?


-Lo sé, pero al menos voy a tener la seguridad de que él ya es mío.


El varón vio cómo su amigo bajo su rostro, ocultando su tristeza que se embargó en él.


-¿Qué ha pasado, Naru? Acaso Sasuke te ha hecho algo malo.


-No, nada de eso-ttebayo. Es solo que, no sé lo que piensa.


-Bueno, es un varón y es difícil saber lo que piensa y más en un hombre tan cerrado como lo es Uchiha-san. Pero se nota que Sasuke-san te ama, es tan solo cuestión de ver directamente a sus ojos cuando te mira.


El menor sonrió y mostro una mirada algo avergonzada, sus mejillas se tiñeron de un leve carmín.


-¡Es verdad! ¿Ya has hablado con Kiba?


-No, aún no. Pero pienso ir a verlo dentro de un rato. –Cuando Naruto se despidió del bermejo, Gaara se acercó a un estante donde mostraban la última obra del autor favorito de Kiba.


-¿Qué es lo que me tienes que decir? –El bermejo, quien había visto al doncel acercarse, se volteó lentamente, mostrándole una delgada sonrisa.


-Yo nunca debí haberte ocultado algo como esto. Quiero decir… Kiba eres hermoso, pero…


-No sigas… sé cómo acaba todo esto… fui yo él que comenzó a enamorarse de ti, no es mentira cuando dicen, que él primero que se enamora pierde.


Gaara quiso acercarse y consolar a su amigo, se sentía mal al hacerlo llorar y se sentía pésimo al saber que era él, el que le había hecho llorar, el doncel mantenía sus claros flequillos cubriendo sus ojos y sus lágrimas.


Lentamente se puso de pie, deseaba salir corriendo de aquel lugar, no le gustaba llorar ante nadie, ni mucho menos al frente del varón, de quien estaba enamorado.


-Yo… espero que seas muy feliz. –Intento mostrar una sonrisa, pero fue en vano y Gaara sintió como su corazón se empezaba a romper en mil pedazos, cuando vio como el doncel salía corriendo de ahí.


 


Naruto ingreso lentamente a su casa, escuchando la soledad del lugar, llegó a la cocina viendo el almuerzo guardado en el microondas, que le había dejado el moreno con una nota.


"Amor, hoy llegare un poco tarde. Ahí te dejo comida. Te amo"


El menor suspiro sonoramente, guardando la nota en un cajón, donde se vio que había más. Arrugó todas esas notas y las tiró a la basura.


Se dio un baño tibio, se puso ropa cómoda y salió de su casa con un camino fijo, abrió lentamente la puerta, escuchando el ruido  del interior, vio como los meseros se movían de un lado a otro. Pasó desapercibido por las personas, caminando por el pasillo hasta que llego a la cocina.


Vio como Sasuke se encontraba moviéndose de un lado a otro, su mandil pulcro se encontraba con algunas manchas de salsas, sus cabellos desordenados en una coleta mal hecho, con un pequeño doncel detrás de él, que al parecer era nuevo y le estaba ayudando, un doncel que él no conocía ni de nombre.


El nuevo ayudante le entrego el nuevo plato a Suigetsu, quien sin darse cuenta de su presencia salió sin decir nada. En cambio el doncel sí se dio cuenta, le miró y arrugo su ceño.


-Joven, disculpe. Pero usted no debería estar aquí. -El blondo no dijo nada, mas tan solo se quedó mirando esos ojos verdosos y el cabello castaño del doncel, quien tenía intenciones de sacarlo del lugar.


Pero en cambio Sasuke alzó su níveo rostro y su arrugado ceño se fue desvaneciendo, empezando a mostrar una sonrisa en su rostro cansado. Se acercó con premura, para estrechar el doncel entre sus brazos, sintiendo los brazos del menor rodear su cuello.


-Naru, amor. ¿Pero qué haces aquí? Haru, encárgate de los platillos principales.


El doncel vio cómo su jefe beso con cariño al menor, volteándose lentamente para hacerle caso a la orden de su jefe.


-Mi amor.  -Sasuke llevo al menor a su despacho, obligándole a tomar asiento en uno de los muebles. -Me puedes esperar aquí, un momento.


El menor tan solo asintió levemente, viendo como el mayor desaparecía por la puerta. Paso la mayor parte del tiempo, navegando por las páginas en internet. Cuando se fijó en la hora, ya pasaba la media noche y no se había dado cuenta de que el bullicio ya se había detenido.


Espero unos momentos más, pero su novio aun no ingresaba, así que se puso de pie e ingreso a la cocina, hay vio como aquel doncel intentaba llamar la atención del moreno.


-¡Naru-chan! -Suigetsu se acercó al blondo dándole un fuerte abrazo. -Debes estar molesto con Sasuke, por estar mucho tiempo en su trabajo.


Pero el menor tan solo se obligó a sonreír.


-Vámonos, amor. -Sasuke dejo el trapo sobre el lavado y se lavó las manos, agarro la mano del blondo y le entrego las llaves del restaurante a Karin.


-Hoy se encargan de cerrar el restaurante y Haru, gracias por la ayuda. Puedes venir mañana para recibir tu pago.


El moreno sacó al menor del restaurante y le abrigo con su al gabardina, beso los cabellos del menor.


-Sasuke. ¿Quién es Haru?


-Es el primo de Suigetsu, nos ayuda de vez en cuando, algunos fines de semana.


-¿Y por qué yo no lo conocía?


-Bueno, creo que no le tomé mucha importancia.


-Pero se nota que ese doncel está prendado se ti.


-Mi vida. ¿Estás celoso? Solo tengo ojos para tí y mi vida gira alrededor de tí.


-Teme. -El menor llego a sonrojarse al escuchar lo dicho por su novio.


Sasuke le tomo con mucha más fuerza su delicada mano sin en ningún momento soltarla, le beso levemente, mostrándole una sincera y fina sonrisa.


Al llegar a su casa, Naruto apretó con fuerza la mano del azabache, el menor se acordaba de haber salido y haber dejado las luces apagadas y ahora se encontraban prendidas.


Sasuke fue el primero en ingresar a la casa con un Naruto detrás de él.


-¿Itachi? ¿Kisame? - Sasuke se quedó de pie en el umbral de la puerta viendo como su cuñado desordenaba las películas, mientras que su hermano desordenaba su cocina.


-Hey, Sasuke. ¿Acaso no tienes comida normal?


-Si por comida normal te refieres a comida chatarra, no, no tengo. ¿Se puede saber que están haciendo?


-Busco alguna buena película.


-Busco comida. -Naruto salió detrás de la espalda del moreno, cuando se dio cuenta que no corrían ningún peligro, viendo como su cocina estaba siendo invadida por el mayor.


-Creo que le deben una disculpa a Naru, por venir e invadir su casa. -Kisame sintió como sus mejillas empezaban a arder levemente, le dedicó una mirada fulminante a su futuro esposo, quien se veía –no muy- avergonzado.


-Lo siento mucho, Naruto-kun. Itachi me dijo que teníamos su permiso.


-Etto... no se preocupe Kisame-san.


Mientras que los dos donceles conversaban, Itachi le dedico una miraba al moreno, quien de inmediato se acercó a la cocina.


-¿Qué han averiguado?


- Hatake ya le está siguiendo los pasos a esa serpiente, aunque no ha sido muy inteligente ya que todas las cuentas que nos ha estado robando iban directo a una sola, una cuenta en Ginebra. Pero los detectives ya están poniendo en marchar todo.


-Entiendo.


-¿Has hablado con Konohamaru?


-No, bueno en estos días no he sabido de él.


-Entiendo. ¿Hay alguien que este con él en estos momentos?


-No, bueno, sé que vive con dos sirvientes, que parecen más su familia.


-Creo que es necesario ir a verlo.


-¿Itachi, qué me ocultas?


-Padre piensa que Minato debe estar moviendo sus piezas. Que si en un principio Konohamaru era pieza para que nuestras empresas se unan, en estos momentos deberá querer información.


 


Gaara había llegado caminando a la casa de Konohamaru, pero nunca pensó ver al rubio abrazando a otro varón en la puerta de su casa.


-¡Kenshin-onii-san! –Cuando Gaara vio que su rubio se lanzaba a los brazos de un varón muy parecido al doncel, empezó a caminar más rápido hasta llegar a la casa.


-¡Gaara-kun! –El doncel mantenía una enorme sonrisa en su rostro, mientras que los dos varones se mandaban miradas de odio. Kenshin tomó la mano del doncel llevándolo al interior de la casa.


-Gaara-kun. Qué sorpresa. –Iruka, había sido el único que le había recibido con un abrazo y un beso en la frente, su ceño fruncido hacía notar su malestar al ver a aquel varón siendo tan atento con Konohamaru.


-¿Te acuerdas de Kenshin? El hermano gemelo de Koha-chan. –Fue lo único que escucho de Iruka para luego sentirse empujado hasta llegar a la sala, donde Kenshin mantenía su brazo protector entre los hombros del doncel.


-Kenshin, debes conocer a Naruto. Él es muy amable. ¿Verdad, Gaara-kun? –Los dos varones se miraron y al parecer el único que no se daba cuenta de la mala atmosfera era el doncel. Gaara asintió levemente, para luego mirar al doncel. –Voy a llamarlo, ya regreso.


Los dos varones vieron como el doncel salió de la sala, para subir por las escaleras, Kenshin frunció su ceño. Gaara se dio cuenta que a pesar de que el menor tuviera quince, a punto de cumplir los dieciséis años, sus facciones se veían maduras, sus ojos se habían oscurecidos viéndolo mucho mayor que Konohamaru.


-No voy a dejar que nadie me quite a mi hermano.


-Creo que es Koha-chan, él que debe decidir eso. –Los dos varones arrugaron sus ceños sin decir nada más, al escuchar como los pasos del doncel se acercaban a ellos.


-¡Ya viene! Él también está muy emocionado. ¿Y tú, nii-san?


-También. Konohamaru, sabes que tenemos que hablar, ¿verdad? –El menor agacho su rostro, sintiendo las cálidas manos de su hermano desordenar sus cabellos.


-Él, no me ha hecho nada malo, nii-san. Tan solo… te he extrañado un montón.


-Yo también te he extrañado, hermanito. –Konohamaru se dejó envolver por los brazos del varón, escondió su rostro en el pecho de este, dándose cuenta por primera vez, que Kenshin había crecido mucho más rápido que él.


-Además, Gaara está aquí y también Naru nii-chan y Sasuke-san.


-¿Sasuke-san?


-¡Sí! Sasuke es el novio de Naru. Es muy amable.


-Vaya, ni le conozco y me están quitando a mi hermanito mayor.

Notas finales:

PROMETO SUBIR EL SIGUIENTE CAPITULO MAS TARDECITO...O EN ESTA SEMANA! Y PROMETO NO VOLVER A COMETER ERRORES COMO ESTOS, NUEVAMENTE.


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