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Come Clean por girlutena

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Notas del capitulo:

 

lo sé lo sé lo sé....me tarde tres meses :O!...creo que nunca me habia demorado tanto (?)

pero tuve...y creo que aun tengo problemas con este fic...aunque ya los estoy resolviendo :)!

 

Sasuke era arrastrado por un Naruto, mostrando una enorme sonrisa que llamaba mucho –demasiado- la atención, el moreno arrugo su ceño, cuando las miradas de los demás varones caían sobre el menudo cuerpo de su novio, pasó rápidamente su brazo por los finos hombros del doncel, acercándolo a su pecho.


Los brillantes ojos azules del menor le miraron fijamente, mostrándole una hermosa sonrisa, haciendo que sus mejillas se sonrojaran suavemente, le mostró una enorme sonrisa arrogante cuando las mejillas del menor se sonrojaron fuertemente, sintió como el delgado brazo del doncel, pasaba por su brazo.


Sasuke miró fijamente la enorme casa que se alzaba al frente de ellos, con las paredes blancas y sumamente altas, rodeada por un enorme y hermoso jardín, lleno de exuberantes árboles y bellas plantas, el menor hizo más fuerte el agarre en el brazo del varón, sintiéndose un poco nervioso, pero empezó a sentirse más tranquilo cuando la mano del mayor empezó a acariciar suavemente sus rubios cabellos.


-Tranquilo, todo va a estar bien. –El mayor miró fijamente al doncel, recibiendo su mirada azulina, asintió despacio, para terminar tocando el timbre.


 


La puerta se abrió dejando ver los hermosos ojos de Haku, junto con su hermosa sonrisa que iluminaban su hermoso y juvenil rostro, muy parecido a la de Naruto.


-¡Naru-nii! ¡Sasuke-san! –El menor les tomó de la mano con demasiada rapidez y extrema confianza, para llevarlos rápidamente a la sala, los cabellos rojos de Gaara fue lo primero que vieron, Sasuke pudo notar el cuerpo del varón un poco incómodo y tensionado, mientras que Naruto se acercó a saludarlo efusivamente, mientras que el bermejo tan solo les sonrió suavemente a los recién llegados, esperando para ver al varón.


Konohamaru tomó la mano de Naruto llevándolo hasta el mueble donde se encontraba Kenshin, Sasuke se acercó lentamente donde el bermejo, escrutando con su bruna y fría mirada sobre el delgado cuerpo del gemelo de Konohamaru.


Los ojos azules de Kenshin cayeron sobre el cuerpo del moreno, detallándolo limpiamente, Naruto pudo sentir el ambiente un poco tenso entre los tres varones, mientras que la mirada y sonrisa alegre de Konohamaru, era una de alegría, sin darse cuenta de nada de lo que ocurría al frente suyo.


Kenshin volvió a mirar a los dos donceles, aún para ser menor que Naruto le sacaba casi dos cabezas y todos esos años había cambiado su contextura; cortándose el cabello aún más corto que su hermano, mientras que su cuerpo se iba formando a la de un varón.


Iruka se acercó en silencio y colocó una bandeja de plata, con unas tazas llenas de té de menta humeante, Naruto se acercó disimuladamente hasta quedar al costado de Sasuke, sentándose juntos en el mueble, quedando al frente de Kenshin, mientras que Gaara intentaba permanecer alejado de este, pero cerca de Konohamaru, quien se había sentado al costado de su gemelo.


-Kono-chan, me ha dicho que vives en la casa de Naruto, ¿No es así?


-Sí, así es. –No quiso que su voz saliera parca y seca, pero no podía evitar mirar de otra manera a aquel chico, arrugo suavemente su ceño, sin separar ni un segundo su mirada de aquel.


-¿Y cómo se conocieron? –Naruto sintió la mano del moreno sobre la suya, este se había dado cuenta que de pronto le había entrado la ansiedad.


-Pues… eso fue una noche… en la que Sasuke me ayudo y yo… luego le ayude… así que, creo que es extraño-ttebayo. Pero desde esa noche él vive en mi casa.


La mirada de Kenshin cayó suavemente hasta el líquido que yacía apaciguado en el mármol de la taza, Naruto miró lentamente a Sasuke, para darse cuenta que había mantenido su ceño fruncido desde que le presentaron al menor.


-¡Kenshin-nii! Cuéntame ¿Qué tal Inglaterra? –El nombrado levantó su mirada lentamente hasta posarla sobre el bello rostro de su hermanito, con las yemas de sus dedos le acaricio suavemente la mejilla, quitándole una gota del té de jazmín que se había posado en el inicio del labio inferior.


-Es hermoso. Su primavera me hace recordar tu bella sonrisa, Kono-chan. –Gaara frunció notablemente su ceño, quiso alejar de un solo movimiento al menor, pero no quería armar un escándalo, así que apretó fuertemente la tela de su pantalón y asustando a los donceles, se puso de pie de un solo salto.


-Gaara-san. ¿A dónde va? –El menor se puso rápidamente de pie, alejando sutilmente la mano de su hermano, con pasos rápidos pudo alcanzar al bermejo.


-Tengo que irme Konohamaru. Prometo llamarte. –Sasuke también se había puesto de pie, mirando la escena y pudo notar como Kenshin mostraba una delgada y sutil sonrisa.


-Yo también tengo que irme. –Naruto le miró y regreso su mirada a su medio hermano. –Fue un gusto conocerte Kenshin.


El rubio varón se puso de pie aceptando la mano del moreno y luego se acercó hasta Naruto para abrazarlo posesivamente.


-Cuídate, ¿Si?


-sí… hay que quedar un día para reunirnos los tres. –El menor sonrió sin soltar a Naruto. –Nos vemos Kono-chan.


Los dos gemelos se quedaron en el umbral de la puerta viendo como las tres personas se alejaban de su campo visual, sin darse cuenta el doncel volvió a colocar una mirada triste y perdida, quería pasar más tiempo con ellos y con su hermano, pero nada había salido bien.


Al final de todo Gaara y él terminaron teniendo una discusión por algo que él aun no llegaba a entender, acercó lentamente su mano sobre acariciando una parte de su pecho, que había empezado a doler.


-¿Y ahora qué deseas que hagamos, Otooto? –El doncel miró a su hermano, quien mostraba una enorme sonrisa, él también sonrió despacio, para ingresar a la casa.


 


-Nada de esto me da buena espina.


-Kenshin oculta algo. –El bermejo había ingresado eufórico a la casa de Naruto, escondiendo sus puños en los bolsillos anchos de su pantalón.


Naruto había salido de la cocina, caminando despacio con una galleta dulce en su boca, Sasuke le tomó suavemente de la mano para sentarlo en sus muslos, apoyando su cabeza en el hombro del menor, pasando sus brazos sobre la delgada y estrecha cintura.


Mientras que los ojos de Sasuke seguían los pasos del pelirrojo, intentando marearle, Gaara se encontraba caminando de un lado para otro, sin dejar de murmurar desagradables palabras para el varón rubio.


-Yo creo que tal vez Kenshin es demasiado protector. –El bermejo volteó rápidamente su cabeza hasta posar sus ojos aguamarinas sobre el doncel, quien no pudo evitar sentir un poco de escalofríos.


-No. Hay algo más en todo esto. –El menor sintió los brazos del moreno apresar aún más su cintura, pero no dijo nada, más se sintió relajado cuando su espalda tocó con el caliente pecho de su novio.


Si, él también había sentido algo extraño cuando recibió su último abrazo, pero intento alejar rápidamente aquellas ideas de su mente.


 


Konohamaru, yacía de pie apoyando todo su pecho en la baranda, dejando que sus cabellos aun húmedos y sueltos volarán libres, gracias al fresco viento del otoño, su mirada azulina caía sobre el cielo que mostraba unos colores otoñales, muy hermosos, el color naranja combinado junto con el azul, era lo que más resaltaba en aquella época del año y a él le encantaba, no escuchó cuando la puerta se fue abriendo silenciosamente, ni los pasos detrás de él.


-¡Konohamaru! ¡¿Cuántas veces te he dicho que no salgas así al balcón?! –El doncel no pudo evitar dar un pequeño salto al escuchar la voz de su sensei, llevo, nervioso, su mano hasta su cuello, y cerró lentamente sus ojos.


-Lo siento, Iruka-sensei. –El moreno colocó una pequeña toalla sobre la cabeza del rubio, secando fuertemente todos sus cabellos revueltos. Luego los dos se sentaron sobre la mudilla cama, el menor, entre las piernas del moreno, mientras que este pasaba suavemente el peine entre los sedosos cabellos de Konohamaru.


-Estas muy callado. ¿Ha pasado algo?


-Pensé que todos se iban a llevar bien con Kenshin, pero al final terminé discutiendo con Gaara-san y Sasuke-san y Naru-nii, también se fueron y yo… -Iruka beso los cabellos del menor, abrazándolo protectoramente, dejándolo, permitiéndole llorar.


-Sabes que no puedes obligar que todos sean amigos.


-Pero… siento que Kenshin me está ocultando algo. –El menor se acurruco entre los brazos del doncel mayor, sintiéndose un poco más seguro, al sentir el suave latido del corazón del mayor.


-Kenshin ha pasado muchos años lejos de ti, Koha-chan.


-¿Tú crees que él, haya cambiado?


Pero el menor tan solo volvió a ocultar su rostro entre sus rodillas, sintiendo las suaves manos del doncel acariciar sus cabellos.

Notas finales:

Si....un poco corto?? demasiado corto??

T_T

prometo terminar este fic...aunque sea lo ultimo que haga T_T

espero sus comentarios ....T_T


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