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El precio de tu vida por Haruka Eastwood

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Notas del capitulo:

Hola!! 

Aquí les traigo otro capítulo n.n y me gustaría anunciar que ya solo falta uno más y acaba este pequeño fic jiji 

Sin más yo las dejo leer :3 

Impedimentos para perdonarte


Traición hacia la aldea que él más amaba, mentiras, engaños e incluso una infidelidad era lo que le había soportado hasta ahora al Uchiha. Había que admitirlo, el moreno no era un santo –nunca lo sería– y siempre lo supo, aun así decidió unir su vida a él. Porque pese a todo estaba consciente de que aquel amargado, serio y orgulloso Uchiha le amaba tanto como él le amaba. ¡Naruto Uzumaki estaba sumamente enamorado de Sasuke! si no fuera así ¿realmente creen que hubiera hecho todo aquello con tal de traerlo a su hogar? ¡No! Simplemente le hubiera dejado de lado, olvidado y solo.


En aquel entonces sencillamente no podía dejar a Sasuke tan solo como él se sentía día a día al llegar a su casa en donde nadie le esperaba, donde al poner un pie dentro del departamento el frio del lugar le recorría por completo. Su entorno siempre lograba traerlo a su realidad, una donde no tenía a nadie, que lo derrumbaba y provocaba que se sintiera frágil e indefenso, total ¿Qué importaba? No era como si alguien lo pudiera ver. Aunque alguien lo hubiera visto no le habría importado ver al chico demonio llorando, porque le consideraban un monstruo, lo despreciaban y le dejaban de lado. Todo lo que hizo en aquel entonces fue aferrarse a la única persona que realmente podía entender algo de su maldita soledad, una con la cual formo un lazo más allá de la simple amistad, una donde lo daría todo con tal de verlo bien. Muchos confundieron sus intensiones con amistad… si, en un principio simplemente fue eso, pero en algún punto de la historia simplemente se convirtió en amor.


Aquel moreno pese a lo inexpresivo que era con todo y todos le dejo entrar en su mundo, en su vida y en su espacio, eso ya era algo ¿verdad? y Naruto lo apreciaba y valoraba, porque él fue el único que al final podía estar cerca del Uchiha. Logrando así traspasar aquel muro que lo mantenía alejado a todo, quebrando su aparente coraza de frialdad. Se entendían, se complementaban y se necesitaban. Con eso bastaba, al menos para ellos, porque ¿qué importaba lo que dijera la gente si ellos eran felices? No importaba, ya que los demás nunca se preocuparon por lo que ellos podían pensar, creer o decir, así ¿qué por que deberían ellos dos tomar en cuenta su opinión? Y así fue, pese a todo pronóstico se amaron y nunca se detuvieron pensar en nada más.


Naruto pocas veces cuestiono las razones de Sasuke tras cada desliz que cometía, las cueles sobrepasaban sus límites la mayoría de veces, como aquella infidelidad con la Haruno cuando eran “novios”. No llevaban ni una semana y los encontró teniendo sexo ¡en menos de una semana el maldito le fue infiel! Y ¿qué hizo? Le perdono, tal y como lo hizo con lo demás ¿por qué lo hizo? Tal vez por su patética cara de verdadero arrepentimiento que le dedico el vengador o que se dio cuenta que estaba completamente ebrio. A decir verdad eso solo fue una pequeña parte de la razón ya que el principal motivo era otro. Cuando le visito en su casa entro con la copia de la llave que le proporciono «si engañas a tu novio por gusto simplemente no le das una maldita copia de las llaves de tu casa» pensó más tranquilo.


Aquel día le hizo una visita sorpresa, resultando que él fue el sorprendido. Al entrar escucho ruidos provenientes del cuarto del azabache, “su azabache” así que con un sigilo digno de uno de los mejores ninjas se dirigió al cuarto. Naruto no era tonto y sabía perfectamente de qué clase de ruidos se trataba. Pero lo que le destrozo fue aquella voz...


—Ngh… Sasuke-kun ¡más! —gimió con gozo, denotando su acelerada respiración. Aquel timbre de voz tan chillón solamente podía pertenecer a la que un día anterior considero su amiga e incluso hermana.


La frustración, ira, enojo, pero sobre todo una inmensa decepción invadieron su cuerpo. Todos y cada uno de esos sentimientos se amontonaron en su pecho, oprimiéndolo de una manera dolorosa y casi asfixiante, obligándolo a sus ojos a derramar silenciosas lagrimas de impotencia. Apretó sus puños fuertemente logrando clavar sus uñas en su piel, mientras se mordía con fuerza el labio inferior sin importarle el hilillo de sangre que salía de sus labios por la mordida. Estaba a punto de darse la vuelta e irse de ahí cuando lo escucho.


—Naruto… Nag~ ¡Naruto! —soltó un ronco gemido cuando llego al éxtasis.


¿Qué diablos había sido aquello? No daba crédito a lo que acababa de escuchar, acaso lo había llamado porque le escucho o ¿realmente había gemido pensado en él? Cualquiera que fuera la respuesta la descubriría en ese mismo instante, en donde prácticamente pateo la puerta entrando estrepitosamente, logrando el sobresalto de la peli rosa mujer que le veía anonadada.


—N-Naruto… yo puedo explicarlo —se intento excusar la mujer.


Iba a explicarse, evidentemente todo lo que dijera seria mentira, pero no hubo la necesidad ya que por primera vez Naruto le dedico una mirada fulminante que le erizo por completo la piel, logrando estremecerla. Cinco segundos, fue el tiempo que le tomo recoger sus cosas y salir del cuarto del blondo.


Naruto medito si debía acercarse al moreno, quien se encontraba recostado boca abajo sobre la amplia cama. Si lo hizo fue solamente con las claras intenciones de golpearlo, lo cual no representaría problema alguno ya que todo su chakra permanecía completamente sellado cortesía de los del concejo de ancianos. No es como si él no fuera lo suficientemente fuerte para enfrentarlo. Pero cuando se acerco simplemente se sorprendió al verlo jadear con tanta dificultad, como si se estuviera ahogando, por lo que en un rápido movimiento le recostó bocarriba notando que tenía fiebre.


Percibió un ligero aroma a sake, lo que indicaba que el azabache no había bebido mucho por lo que se altero más de lo que estaba y llamo a Tsunade para que lo atendiera. Lo primero que hizo la mujer fue reprenderle y preguntarle ¿Qué rayos le había dado? Que entendía que eran jóvenes y tenían necesidades. Pero dejar en ese estado al Uchiha se le hizo sorprendente e increíble.


Tras su corta explicación la rubia tenía la boca abierta de la impresión, ya que no creyó capaz de eso a su alumna. Al final resulto ser una poderosa droga combinada con un potente afrodisiaco y que de haber sido cualquier otro ya estaría muerto por ser combinada con sake. Afortunadamente se trataba del Uchiha.


Pese a que sabía la verdad tras lo ocurrido lo seguía sintiendo como una infidelidad con todas sus letras. Le costó aceptarlo y asimilarlo, pero al final le perdono. Siempre le perdono. Aun así nunca le culpo de nada, jamás le recrimino algo… pero ahora todo era diferente, sentía que le había traicionado de la manera más ruin que existía y donde más le dolía. Hubiese preferido mil veces que le apuñalara por la espalda a que le dijera lo de su hijo.


«No fue su intención» «Realmente está arrepentido…» pensamientos como estos invadían su mente, junto con una oleada de sensaciones de culpa y frustración que prácticamente le atormentaban. Culpa por evadir los innumerables intentos de su esposo por disculparse, por no permitirse ni siquiera mirarlo a la cara, por no reprimir esas miradas de odio que involuntariamente le dedicaba. Y frustración por no poder comportarse como alguien maduro a sus veintiocho años. No quería lastimar a Sasuke, porque se daba perfectamente cuenta de lo mucho que estaba sufriendo, aun así lo hacía… ambos se habían hecho ya suficiente daño como para que sus actitudes vinieran a empeorar todo el asunto. Observaba el arrepentimiento de su esposo, su sufrimiento, su dolor producto de su decisión… sabía que se arrepentía. Lo sabía perfectamente bien, pero por más que lo intentara seguía molesto.




Un mes era exactamente el tiempo que había transcurrido después de que Sasuke decidiera contarle toda la verdad a Naruto, lo cual evidentemente era lo mejor, ya que no podría seguir con esa enorme culpa. En un principio el moreno le observaba distante al ver el aura tan hostil que rodeaba a su rubio, por lo que prefirió darle tiempo antes de acercarse e intentar que le perdonara, pero cada día que pasaba se alejaba más y más de él, haciendo prácticamente imposible la interacción entre ellos dos.


Realmente se esforzaba por acercarse al rubio, pese a que le dolían las miradas de odio que le dedicaba, sabía que se las merecía, lo sabía perfectamente bien pero no por eso dejaban de doler menos. Aun así esos zafiros mostraban arrepentimiento y tristeza cada que su dueño notaba como veía a su esposo. Era evidente que le dolía tratarlo así, que no quería y que a él también le dolía pero parecía que no podía evitarlo. No era necesario ser un genio para notar que el rubio hacia hasta lo imposible para no estar cerca de Sasuke, porque tal vez si lo estaba lo mataría, al menos eso es lo que creía el azabache.



Su trabajo como hokage absorbía prácticamente todo su tiempo, a tal grado que últimamente ya ni pisaba su casa y se veía obligado a dormir en la oficina. De la noche a la mañana pilas imaginarias de papeleo y solicitudes de misiones le agobiaban y sofocaban… su realidad es que era la época del año donde menos trabajo tenía. Curiosamente aquella oficina le parecía el lugar más tranquilo y relajante desde hacía un mes exactamente.


Se recargo por completo en el respaldo de la silla mientras cerraba los ojos, se sentía sumamente cansado ya que no había podido dormir bien debido a sus pensamientos que le atormentaban. Cerró los ojos dejándose caer en brazos de Morfeo, para cuando los abrió contemplo con fastidio que estaba a punto de anochecer. En eso escucho unos pasos tan conocidos para él.


Se reincorporo observando como la puerta se abría dándole paso al dueño de “los conocidos pasitos”, los cuales se acercaban cada vez más hasta su escritorio.


—¿Cómo sigues cachorro? —se dejo escuchar la conocida voz de Kurama, la cual provenía de un zorro adulto que se había trepado descaradamente a su escritorio.


La verdad no importaba cuanto tiempo pasara, ya que aquel zorro le seguía diciendo cachorro, no es que le molestara, tan solo sentía que por su edad ya no era conveniente, pero pensándolo bien así tuviera trescientos años él seguiría siendo un cachorro para Kurama.


—No lo sé —replico con simpleza recargando la cabeza sobre el escritorio a un lado del demonio.


—El Uchiha-bastardo está bastante arrepentido.


—¿Ahora lo defiendes?


—No —resoplo ante la terquedad de su contenedor—. Bien lo sabes así que lo mejor sería que hablaras con él. Desde aquel día no le has dirigido palabra alguna y con lo idiota que es terminara matándose.


Naruto cerró fuertemente los ojos. Recordó la noche anterior donde llego a casa y claramente escucho los sollozos de Sasuke, sintió una opresión en el pecho y unas inmensas ganas de correr a abrazarlo como él lo hacía años atrás cuando tenía una pesadilla.


—Debería ir a hablar con él…


—En tantos años es la primera vez que te veo tan indeciso con algo cachorro —se mofo el zorro que dio un brinco para bajarse del escritorio e irse de la oficina del Hokage antes de que este empiece a reclamarle algo.


Kurama tenía razón, siempre la tenía y esta vez no era la excepción, por lo que decidido se levanto para salir del lugar, dirigiéndose a toda prisa hacia su casa desde hace ya diez años: la mansión Uchiha.


Al entrar noto rápidamente que no había absolutamente nadie, por lo que se dedico a vagar por las calles de Konoha y antes de que se diera cuenta sus pies lo habían llevado al campo de entrenamiento, el cual le traía tantos buenos recuerdos con ciertos cascabeles. Por lo que dejo escapar una pequeña sonrisa que de un momento a otro se desvaneció.


Dio media vuelta y ahí lo vio, parado a unos cinco metros de distancia. Su rostro lucia aun más pálido de lo que ya era.


—Sasu… —susurro débilmente mientras apretaba los puños.


—Naruto —le observo por segundos antes de intentar acercarse a su rubio.


—¡No te acerques! —le grito con enfado a lo que el azabache detuvo todo movimiento abruptamente—. ¡¿Por qué?!


Odiaba llorar, sobre todo frente a Sasuke, ya que lo hacía sentir patético y débil cuando realmente no lo era, pero por más que lo intentaba las lagrimas simplemente no dejaban de salir, humedeciendo por completo sus mejillas.


—¡¿Por qué?! —volvió a preguntar pero esta vez con un notorio desespero.


—Naruto yo…


«¿Por qué se calla? ¡Maldición!» pensó el rubio frustrado, quien ya no se contuvo más. Libero una gran cantidad de chakra y sin dudarlo dos veces se abalanzo contra Sasuke con el puño en alto.


Instintivamente el azabache se movió evitando aquel golpe directo, que estaba seguro que de haberlo recibido le habría matado al instante. En su lugar aquel golpe se dirigió al suelo, logrando un estruendoso sonido que seguramente se escucho por toda la aldea.



Kakashi, Sai, Hinata, Kiba, Shikamaru, Ino, Tsunade, Iruka y Lee se encontraban conversando animadamente en un restaurante, hasta que repentinamente el tema de la conversación se centro en cierto rubio y su extraño comportamiento al igual que el de Sasuke. Los primeros días nadie lo noto, y los pocos que lo hicieron como Sai y Shikamaru creyeron que sería momentáneo.


Estaban a punto de debatir la mejor manera de animar a su Hokage cuando sintieron un enorme chakra ser liberado seguido de aquel fuerte golpe. Todos sabían que ese chakra solo podía pertenecer a Naruto, pero había algo más mezclado con aquella energía “hostilidad” por lo que rápidamente se pusieron en alerta. Tal vez se trataba de un poderoso enemigo, ¿pero cómo diablos era que nadie más lo había notado? Y después de la alianza de paz ¿Quién se atrevería a atacar una de las más poderosas aldeas?


—Muévanse rápido —ordeno Tsunade saliendo del lugar a toda prisa, dirigiéndose al lugar donde se encontraba Naruto.


Una vez ahí simplemente se sorprendieron por lo que veían “Naruto atacaba a Sasuke como si quisiera matarlo y este no hacía más que esquivar los furiosos ataques del blondo” desde lejos se podía ver que estaba gravemente lastimado.


Estaban a punto de interferir y detener toda aquella locura pero Kurama se les interpuso, mirándolos de tal manera que comprendieron que no debían acercarse porque era un asunto que solo les competía a ellos dos. A regañadientes se quedaron a mirar con impotencia aquella escena.


Naruto le dio un puñetazo a Sasuke que logro derribarlo, quedando tirado boca arriba a unos cuantos pasos del blondo quien se acerco y se sentó a horcajadas sobre él, tomándolo fuertemente de la camisa obligándole a mirarle. Cerró su mano en puño levantándolo contra el moreno quien no se movió ni un ápice. Tan solo miro a Naruto esperando aquel golpe que jamás llego, en vez de eso observo como las lágrimas del blondo caían de sus ojos hasta sus mejillas.


—¡Joder Sasuke! —su cuerpo temblaba, mientras aflojaba el agarre contra el azabache.


—Lo siento…


—Eres un… —tomo aíre antes de hablar—. ¡Eres un estúpido-teme-bastardo! —apretó los labios intentando detener un jadeo y sus lagrimas—. No sé ni porque te amo, ni porque te estoy perdonando si eres un idiota.


—Naru… —susurro quedamente antes de envolver a un tembloroso Naruto con sus brazos, quien simplemente se dejo hacer—. Te amo y enserio… perdón, se que nada cambio con eso, ni se resuelve nada es solo que…


Gruño con fastidio, por primera vez no sabía que decir ni como continuar. El rubio solo se limito a posar su cabeza en el hombro de Sasuke.


—Cállate teme —ordeno con fingido enfado.


Se había enojado, enfurecido como nunca antes, aun así siempre supo que acabaría perdonando al idiota de su esposo y eso también le frustraba. Intento pensar objetivamente y estaba plenamente consciente que el que más lo había resentido y sufrido había sido Sasuke, él sabía lo que era convivir con su hijo, verlo crecer, jugar y cuidarlo. Sin embargo su enojo radicaba en lo que se le prohibió o negó por algo que en un principio considero egoísmo. Todo aquello era complejo porque Sasuke era tan culpable pero a la vez tan malditamente inocente… 


Continuara~

Notas finales:

Espero que les haya gustado y si es así me regalen un rw que realmente me animan mucho :3 oww y prometo responderlos pronto n.n jiji (también los atrazados TmT si no lo hize antes fue por falta de tiempo)

OwO y bueno hago la aclaración de que no odio a Sakura, es solo que se presta mucho para ser la mala de la historia debido a su obsesion por Sasu XD así que espero y no les moleste que luego la utilice como mala XD 

Ya por último los queria invitar a agregarme al face n.n aparezco comoo "Haruka Eastwood" jiji por si quieren acosarme, platicar o matarme, aunque si hacen lo último no sabran el final de mis fic´s muajaja 

https://www.facebook.com/profile.php?id=100003132106537 Aquí les dejo el link :3

Ahora sip, me despido y les deseo un excelente día/tarde/noche.

Haruka Eastwood


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