Y odio decir que te amo
Cuando es tan difícil para mí
Se observó en aquel espejo y vio con lastima el reflejo de un miserable ser, quien lamentándose vagaba por el mundo, sonrió de forma tan rota que sus ojos se llenaron de inmediato de lágrimas y de sus labios partidos salió un suave suspiro, un cálido y dulce te amo, que le dolió en lo más profundo de su pecho y terminó por desgarrar lo poco que quedaba de su maltrecho corazón.
Contuvo con fuerza todos aquellos sollozos que amenazaban con escapar, aquello era una batalla perdida, un ataque suicida a su razón, era simplemente lo más difícil para alguien tan frágil cómo él.
Y odio decir que te deseo
Cuando dejas claro, que tú no me deseas a mí
Sus dedos delgados se aferraron con fuerza al lavabo frente a él, su vista se nubló por las lágrimas que lentamente comenzaron a caer y tuvo que respirar profundamente para tratar de calmar aquel tsunami de sentimientos y emociones que lo estaba hundiendo, cerró sus ojos y su mente recreó al instante aquel rostro iluminado por los últimos rayos del sol, su sonrisa sublime, su piel bronceada brillando encantadoramente, y apareció aquel deseo tan fuerte que sintió que se asfixiaba.
El primer sollozo escapó de sus labios cuando recordó que Kai, dejó más que claro que no lo deseaba de la misma manera, una de sus manos fue a su pecho a la altura de su corazón y apretó con fuerza la tela delgada y suave de su suéter, sintiéndose morir.
Yo nunca te pediría
Porque en el fondo estoy seguro
Que sé lo que dirás
Dirías “lo siento, créeme, te amo, pero no de esa manera”
Sus pies no fueron capaces de sostenerlo más tiempo y cayó al suelo, teniendo como única certeza que jamás saldría de sus labios ahora descuidados aquella pregunta que tanto aliviaría el peso en sus hombros, un grito lastimero abandonó su pecho acongojado.
Sabía incluso sin haber oído aquella respuesta lo que le diría, soltaría un suave y apenado “Lo siento Baek, enserio que si, sabes que te amo, pero… no en esa forma, solo amo de esa forma a KyungSoo”
Y odio, decir que te necesito
Estoy enganchado, soy tan dependiente
Soy un estúpido
-Te necesito tanto-murmuró ahogándose mientras se abrazaba con fuerza a sus piernas enterrando su rostro entre sus rodillas, lo odiaba con todo su corazón y lo amaba tanto que lo estaba matando, estaba tan profundamente enamorado y se había vuelto tan dependiente de esa sonrisa cálida, de sus abrazos asfixiantes, de sus chistes malos, de su manera tan única de bailar, era un completo idiota, enamorado hasta el tuétano del novio de su mejor amigo.
Cuándo no estás allí
Me encuentro cantando el blues
No puedo soportar, no puedo afrontar la verdad
Cuando logró controlarse salió del baño, encerrándose en su bonita habitación donde lentamente comenzó a cantar en tono roto aquella canción de un amor imposible, mientras lentamente se hundía más en aquella tristeza que lentamente estaba consumiendo sus sonrisas y su buen humor, dejando solo un cascarón adolorido, un corazón roto y un bobo enamorado.
De sus labios escapaban las dulces notas que entonaban su amor jamás correspondido, siendo completamente incapaz de soportar la verdad, nunca se atrevería a pronunciar aquella pregunta que tanto dolor cargaba.
Tú nunca
Conocerás ese sentimiento
Tú nunca
Verás con esos ojos
-No es justo-dijo en medio de su soledad- tú jamás sabrás lo que es amar a alguien que nunca podrá ser tuyo, nunca verás como duele ver cómo entrega eso que tanto deseas para ti para alguien más, jamás sentirás tu corazón rompiéndose con cada “te amo” que no es para ti, simplemente no es justo, ¿Por qué no puedes amarme a mí? ¿Por qué tenias que conocer primero a Kyung?-preguntó al viento, sin ser consciente que fuera de su cuarto, frente a su puerta entreabierta estaba el causante de su dolor.