Al día siguiente temprano por la mañana llegaron ZhouMi y AhRa para recoger a los pequeños Kim, KyuHyun revisó por doceava vez que llevaran todo lo que sus bebés pudiesen necesitar.
-Ya KyuHyun-se quejó su hermana- llevamos todo.
-Es que contigo nadie puede estar seguro-dijo nervioso, era la primera vez que se alejaba de sus bebés desde que nacieron.
-Estarán bien- le dijo su esposo abrazándolo.
-Pero-comenzó a decir Kyu con mirada preocupada.
-Ya largo-les empujó ZhouMi hasta la puerta- ¡tengan un lindo fin de semana!
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-No me siento bien-se quejó JaeJoong recostado sobre su cama, viendo al techo, mientras YunHo empacaba su ropa para un corto viaje de negocios.
-Amor-le dijo parando todo movimiento- solo serán dos días, ni siquiera notaras mi ausencia-murmuró acariciándole el cabello.
-Pero Yunnie, no entiendes-jadeó con los ojos llenos de lágrimas- es la primera vez que te vas desde que estoy embarazado, ¿Y si me caigo en la ducha? ¿O me desmayo en la cocina?
-Boo-le dijo sonriéndole con suavidad- sabes que si por mi fuera no iría, pero es necesario que este en esas juntas.
-¡Ya no me amas!-susurró comenzando a sollozar- ¡de seguro te acostaras con el primer par de piernas lindas y sin varices que veas allá!
-No es cierto amor-trató casi inútilmente de calmar a su prometido- no hay piernas que me gusten más que las tuyas.
-Mientes-susurró cubriéndose el rostro con las manos.
YunHo respiró hondo y les pidió a todos los dioses que le dieran paciencia, porque su lindo Boo apenas iba por el cuarto mes y aquello pintaba para ser algo de su día a día.
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Y ahí estaban, sentados los tres en una mesa de una concurrida cafetería, el señor Kim padrastro de DongHae los miraba fijamente, su relación no era precisamente de su agrado, pero quería al hijo menor de su esposa como si de su propio hijo de tratase.
-¿Entonces… qué querían decirme?-preguntó dándole un sorbo a su café, viendo con algo de desconfianza el té helado que descansaba frente a Hae.
HyukJae lo tomó de la mano para darle fuerza, Hae suspiró alto antes de hablar.
-Y-Yo… estoy embarazado-susurró, viendo como su padrastro abría grande los ojos dejando casi caer la taza.
-¿Q-Qué?
-Y me voy a casar con Hyukkie-susurró asustando.
-¿Están locos acaso?-preguntó su padrastro- a penas estas comenzando tu carrera y ¿vas a estancarla por un hijo?
-No me importa estancar mi carrera para formar una familia al lado de la persona que amo-dijo en tono bajo pero con firmeza- y no me importa si no lo apruebas, yo solo quería que lo supieras-dijo jalando a su prometido fuera de aquel lugar, mientras sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas, que en cuanto subieron al taxi que los llevaría a casa, comenzaron a salir.
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-¿Quién es la bebé más hermosa de este mundo?-preguntó KangIn mientras cargaba a su pequeña nena, quien lo veía con sus ojitos bien abiertos- Tu eres la bebé más bella-le dijo dándole un par de cortos besos sobre sus redonditas y rosadas mejillas, haciéndola reír.
SungMin quien traía la mamila de su niña en sus manos se mordió los labios enternecido, su esposo podría ser un bruto para muchas cosas, pero con su bebé era el hombre más delicado del mundo, sabía que no podría haber mejor padre para sus hijos que el hombre que sostenía a su hija en sus brazos ahora.
-Listo-anunció dándole la tetera a su esposo, quien con delicadeza la colocó sobre los labios de su bebé, quien comenzó a comer con avidez.
-Es hermosa-murmuró YoungWoon sin poder creer por completo que al fin su pequeñita estaba en sus brazos.
-Fue hecha con amor-le dijo Minnie recargándose en su brazo.
-Deberíamos darle un hermanito, ¿no crees?-le dijo a su esposo en tono coqueto.
-Cállate-le dijo sonrojándose un poco.
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Cuando llegaron al lujoso spa, Kyu se relajó solo un poco, hacia bastante que no pasaban tiempo de calidad como pareja, incluso estaba empezando a pensar que el mayor estaba hartándose de quedar siempre en segundo plano por sus bebés.
-¿Estás bien amor?- le preguntó JongWoon con tono preocupado, mientras esperaban a que les dieran la llave de su habitación- estás tenso, se que parece que ZhouMi y AhRa no son la mejor opción para que cuiden a nuestros hijos, pero sé que no dejarían que nada malo les pasara.
-Lo sé- dijo en un murmullo- es solo que pensaba que hace mucho no estamos solos.
-Oh amor- dijo sonriéndole coquetamente- no es como si algo hubiese cambiado entre nosotros, bueno, tal vez, solo un poco tu cuerpo, aunque creo que te vez mejor ahora que antes de casarnos.
Las mejillas de KyuHyun se tiñeron de rojo, y antes de que pudiera decirle algo al mayor les entregaron las llaves de su habitación a la cual rápidamente subieron, encontrándose con un ambiente terriblemente relajante y romántico.
-Kyu, adivina- dijo su esposo saliendo del baño- tenemos una enorme tina- dijo sonriéndole maliciosamente.
-Vinimos a relajarnos no a follar como conejos JongWoon- le dijo lanzándole una de las esponjosas almohadas.
-Se que quieres que follemos como conejos- dijo abrazándose a la almohada.
KyuHyun se sonrojó violentamente pero su rostro estoico se mantuvo, antes de cruzarse de brazos recargándose contra la cabecera de la enorme cama.
-No tienes condones y no quiero más hijos-dijo con seguridad el menor.
- ¡Já!-gritó JongWoon abriendo su cartera sacando una tira de condones- hombre prevenido vale por dos-dijo con confianza antes de sentir una almohada estampándose contra su rostro- oh vamos Kyu.
-Cállate y masajéame los pies que me están matando-le dijo, y es que desde el nacimiento de los pequeños no había parado más que para dormir y su cuerpo no acostumbrado a tanto ajetreo le estaba pasando las cuentas.
JongWoon sonrió dejando sobre una de las mesitas su cartera tomando del baño uno de los aceites, el cual era de eucalipto, esparciendo un poco entre sus dedos comenzó a masajear los pies del menor.
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Acomodaron a los pequeños Kim en su corralito, dejándolos jugar un rato bajo la estricta vigilancia del chino, quien se encontraba cociendo unos calcetines, para su futuro bebé, cuando el teléfono comenzó a sonar.
- ¿Sí?-dijo descolgándolo, viendo como AhRa se dejaba caer en el sillón a su lado, viendo con una sonrisa a sus sobrinitos.
- ¿Cómo están mis hijos? ¿Ya comieron? ¿No han llorado? ¿Ya los revisaron? A SeHun le da irritación muy fácil, y Aisha no le gusta dormir destapada-recitó a una súper velocidad KyuHyun aprovechando que su esposo había salido un momento para buscar hielos, sabrá dios para que los quería.
-Tranquilo KyuHyun-dijo riendo un poco- ambos están bien, están jugando en su corralito, y aun no lloran, pero ya les tenemos preparadas las mamilas, así que relájate hombre, que falta te hace y disfruta del sensual hombre con quien te casaste, hagan el amor hasta quedar sin energía~-le dijo con algo de burla antes de colgarle.
-Enserio que Kyu necesita una buena follada-dijo su hermana, subiendo los pies a la mesita de centro- tengo antojo de un pastel de cereza con chocolate-dijo haciéndole un pequeño puchero al chino.
-Ya estas suficientemente gorda, no quiero que mi bebé tenga sobrepeso por tu culpa-dijo volviendo a su tejido.
- ¡NO ESTOY GORDA!-Gritoneó pegándole a ZhouMi- cargar un paracito es agotador y el cuerpo guarda energía, que es completamente diferente.
-Sigues gorda aun con ese argumento- dijo levantándose rápidamente soltando una risita viendo a la castaña reganar en el sillón ante la atenta visión de sus pequeños sobrinos quienes ladearon sus cabecitas.
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-Deja eso SunHee-dijo HeeChul mientras sostenía entre sus brazos a su pequeño, y preparaba un corndog en el microondas para su pequeña quien estaba “muriendo de hambre’’, mientras esperaban a que SiWon se apareciera por el lugar porque les había prometido ir a comer todos juntos, HeeChul vio la hora, ya habían pasado casi 50 minutos de la hora acordada.
SunHee dejó de jugar con su vestido sentándose molesta en la sala, su papá les estaba fallando de nuevo y eso la entristecía, sobretodo porque era la primera salida a comer de su hermanito y ella quería que fuera especial.
Cuando su comida estuvo lista, SunHee se sentó junto a su Omma quien comenzó a alimentar a su hermano, para después llevarlo a su cuna donde rápidamente su durmió.
- ¿Papá no llegara verdad?-preguntó con tristeza.
-Tiene mucho trabajo mi cielo-le dijo HeeChul cargándola- ¿qué te parece si vemos cenicienta?
La pequeña asintió sin mucho ánimo, y HeeChul se prometió que dejaría a su esposo en abstinencia hasta que su hija cumpliera los 18, después de la película la pequeña se durmió entre los brazos de su padre, quien la llevó a su cama, donde la dejó dormir antes de que la puerta se abriera dejando ver a un agotado SiWon quien cargaba en sus manos un par de bolsas de la comida china favorita de su esposo.
Cuando entró en la cocina, vio a HeeChul recargado en el marco de la puerta, con el ceño fruncido.
-Lo siento-dijo dejando las bolsas sobre la barra- no podía irme de la firma.
-SunHee te estuvo esperado, se quedó dormida esperando que su papá la llevara a comer fuera-le recriminó de inmediato.
SiWon se sintió aun mas mal, bajando la cabeza.
-Más te vale que nos lleves a cenar fuera o te dejaré durmiendo en el balcón hasta que nuestro hijo cumpla nueve.