Capitulo 2. Deseos reprimidos.
Era tarde, en el cielo la hermosa luna creciente irradiaba luz por doquier, las calles estaban desiertas, ni un solo auto se asomaba con sus luces cegadoras, ni una sola persona se aventuraba a deambular por ese sendero oscuro, claro a excepción del desdichado Lee quien por alguna extraña razón no sentía tristeza alguna por lo acontecido hace algunos momentos, lo habían despreciado pero no tenía la sensación de que el mundo se fuera a acabar o de que le hubieran arrancado un trozo de vida, entre aquellos postes de luz de la vía el chico Lee sólo sentía decepción, estaba decepcionado, pues creía que aquella chica, aquel ángel de ojos verdes y rosada cabellera era una criatura llena de amor y cariño, pero resultó ser otra pieza más de este mundo que era usada para lastimar corazones esperanzados, estas piezas terminan peor que los lastimados.
Lee levantó la mirada, trató de llorar pero no pudo, no sentía la necesidad de hacerlo ¿En verdad la quería? ¿Y si sólo era un estupido capricho?, de no ser así ¿Por qué no estaba tan triste como pensó que estaría?, el moreno formulaba estas preguntas un poco alejado de la realidad, terminó de admitirlo, el mundo con la Haruno había terminado y por fin estaba libre, continuó caminando entre las calles que sólo emitían el ruido de sus zapatos.
Lentamente la puerta fue abriéndose sin emitir ningún ruido, el chico de los ojos blancos se levantó de su asiento que hacía unos instantes le había proporcionado unos pocos pero reparadores minutos de sueño, el moreno terminó de entrar quedando frente a él.
- Creí que estabas durmiendo, no quería molestar – Lee sonrió.
- No tenía sueño así que…“al parecer no ocurrió nada, que bueno” – algo en el interior de Neji se tranquilizó – pensé en esperarte… Lee.
El rostro del Hyuuga mantenía una hermosa serenidad que provocó que Lee comenzara a respirar con dificultad, se sentía desesperado, tenía que hacer algo, las horribles palabras de la chica estaban volviendo a su cabeza, estas sensaciones sumadas a los deseos a morir que le había dejado la Haruno y a la confesión realizada por su amigo, fueron más que suficientes motivos para responder a su venidera reacción.
- Lee yo quiero que sepas que…
Pero Neji no tuvo tiempo de continuar con aquello pronunciado, Lee se había abalanzado sobre él en un abrazo que respondió al instante, sin siquiera explicar el porque el chico de cabello negro comenzó a besar al otro con mucho deseo, Neji no entendía pero los motivos no los necesitaba pues ese gesto era lo que esperaba, deseaba y quería, la lengua de Lee estaba tan inquieta que entraba y salía de la boca de Neji dejando caer saliva en la barbilla de éste, el de los ojos blancos tenía las mejillas totalmente ruborizadas, Lee retiraba los largos cabellos que se atravesaban en el rostro del chico, con desesperación retiro la bata de baño del Hyuuga, descubriendo su cuerpo desnudo, Lee se alejó un poco y admiró el hermoso cuerpo frente a él, Neji recuperaba el aliento de tan intenso beso mientras era observado por el otro chico, aquella escena era sumamente hermosa, la piel blanca y suave al tacto era bañada por la luz proveniente de la luna que entraba sigilosamente por la enorme ventana de la sala, los largos y lisos cabellos del Hyuuga reposaban delicadamente en el contorno de su abdomen – le llegaba a la cintura aquella larga cabellera -, los hermosos ojos blancos del moreno brillaban sin cesar, las mejillas totalmente rojas…
- “¡Al diablo la heterosexualidad!” – pensó Lee totalmente decidido a ir en contra de los absurdos principios de sus padres.
Rápidamente el joven Lee fue despojándose de sus asfixiantes ropas hasta quedar completamente liberado de ellas, tomó la nuca de Neji y comenzó a besarlo de nuevo, poco a poco fue recostándolo en el suelo alfombrado de la sala hasta quedar encima de él, sin separarse de los labios del chico Lee comenzó masturbarse, el Hyuuga simplemente se quedaba quieto y respondía a las acciones del moreno, no quería obligarlo a nada, el chico de cabello corto se acomodó entre las piernas del de cabello largo y penetró en él de una sola vez, usando las piernas del chico para impulsarse comenzó a embestirlo una y otra vez.
- Aaah… aah… ah Lee…
Neji estaba en la gloria, comenzó a moverse junto con Lee quien comenzaba a sudar en un hermoso ritmo de deseo y pasión, el moreno aumentó la fuerza de las embestidas provocando que el chico Hyuuga comenzara a gemir exquisitamente, los ruidos que hacía le fascinaban a Lee y lo excitaban a un más.
- Lee… Lee… a… así… más… ah.
Ambos cuerpos tenían una conexión sublime, eran una representación viva de la palabra unión, una ultima y fuerte embestida y el de cabello corto eyaculó en el interior de Neji, quien también lo hizo en su abdomen, los chicos tenían las mejillas rojas al máximo y estaban bañados en sudor, era una sensación increíble, única en su clase, como lo es el amar.
- Neji… yo
Al terminar Lee salió del interior del Hyuuga y empezó a recuperar el aliento, el otro chico acostado boca arriba con una sonrisa hacía lo mismo, eso le había gustado, se olvidó del baño que había tomado hacía poco, estaba teniendo sexo con su amado Lee y eso era lo que importaba, poco a poco se arrastro hacía el otro chico.
- “Nunca pensé que estar con Neji fuera tan placentero… ¡¿Dios como no lo hice antes!?” – reflexionaba Lee.
El de los ojos blancos comenzó a acercarse al moreno sensualmente como una gata, sólo le faltaba maullar, mientras sus largos cabellos se mantenían pegados a su espalda y a sus hombros por el sudor, Lee se mantenía observándolo con deseo y totalmente ruborizado, aquel chico realmente lo estaba llevando a la demencia, Neji abrió las piernas de Lee, retiró los cabellos que se atravesaron en su rostro, se dirigió al moreno.
- Ahora soy yo el que quiere estar dentro de ti, no te preocupes te mojaré bastante para que no te duela tanto – Neji se relamió.
Dirigió su rostro a la entrada del chico y comenzó a lamerla, Lee se estremeció, sentía una agradable sensación, no podía esperar a la penetración, se agarraba de la alfombra mientras el chico Hyuuga movía su lengua, Neji sabía que era la primera vez como uke para su amigo así que decidió usar sus dedos primero, metió el primero y luego el segundo, Lee abrió los ojos, le dolía, pero el confiaba en su amigo, sabía que no le haría daño, el Hyuuga movía sus dedos lentamente dentro de la entrada, luego cuando lo vio pertinente los empezó a meter y a sacar continuamente mientras que con la otra mano se masturbaba.
- ¡Auch!... con cuidado Neji… me duele Neji – decía Lee ante una tercera intromisión.
- Perdóname, tendré más cuidado – respondía Neji - lo último que quiero es hacerte daño.
El de los ojos blancos se detuvo y sacó sus dedos de dentro de Lee, se acomodó entre las piernas del chico.
- Bien Lee… aquí voy.
Lee se aferro a la alfombra, sabía lo que venía, Neji fue penetrando lentamente en la estrecha entrada para evitar lastimar al chico, el moreno abrió enormemente los ojos, ¡Que dolor!, se mordía los labios mientras aguantaba aquello, cuando lo vio conveniente el chico de larga cabellera comenzó a moverse, despacio, quería que el chico disfrutara de aquel placer también, un poco de sangre manchó la alfombra, tras ver que Lee ya se acostumbraba a su miembro aumentó la velocidad y la fuerza provocando que éste chillara y jalara de sus largos cabellos.
- Más… más… rá… pido… - alcanzaba a decir Lee quien ya comenzaba a disfrutar de aquel nuevo ritmo impuesto por el Hyuuga.
Obedeciendo a su petición, Neji lo embestía con más velocidad y fuerza que antes, totalmente sudados estaban los chicos, Lee se encontraba en el paraíso del placer, nunca ninguna mujer lo había satisfecho tanto como lo estaba haciendo su amigo, mientras el chico Hyuuga eyaculaba en su interior el moreno se sentía como nunca, el de los ojos blancos quería permanecer así por siempre, el interior de Lee era muy placentero, hacer el amor con Lee era muy placentero, sacó su miembro del chico y se acostó a su lado a descansar.
- Te amo Lee
El tono de voz con que el Hyuuga había pronunciado estas palabras conmovió al corazón del moreno de cabello corto, la expresión en su rostro era de absoluta felicidad, realmente de los dos Neji era el que más había deseado ese momento aunque ambos lo hubieran disfrutado igual, el chico de los ojos blancos besó tiernamente a Lee para luego posar su cabeza en el pecho de éste, en un acto reflejo el moreno comenzó a acariciar la larga cabellera del joven Hyuuga, ¡Que grata sensación!, los dos cuerpos juntos uno arriba del otro, la respiración de Neji en el abdomen de Lee, los dedos de éste deslizándose en el cabello del otro…
- Yo también te amo… Neji
Al escuchar esto, Neji abrió los ojos y levantó un poco la cabeza para encarar al chico, pero éste parecía haberse quedado dormido, no sabía que había sucedido en la cita con la Haruno, pero se sentía aliviado de tener por fin a Lee junto a él, no quería separarse de su cuerpo, de su ser, de su amor nunca más, besó su pecho dulcemente, volvió a recostarse y en un parpadeo también el sueño logró vencerlo.
Allá a lo lejos, en el horizonte, podía verse como los primeros rayos del sol daban paso al comienzo de un nuevo día.
Tras pestañear un par de veces, poco a poco las imágenes pasaron de ser borrosas a volverse totalmente nítidas, el chico Lee se encontraba en su habitación, lo habían cargado hasta allí, trató de levantarse bruscamente pero cierto dolor en su zona baja no pudo permitírselo, cerró fuertemente los ojos ante la sensación, luego de una rápida preparación mental, volvió a intentar levantarse pero esta vez con más cuidado, las sabanas cubrían su desnudez, a paso lento y encorvado se dirigió al baño que estaba en el dormitorio.
En la cocina se hallaba cierto chico Hyuuga preparando el desayuno - al vivir juntos en el mismo departamento era justo que se distribuyeran las tareas, cada quehacer estaba marcado en una pequeña pizarra en la pared de la cocina, cada uno muy bien acomodado dependiendo de cada categoría como limpiar, cocinar, lavar, entre otros; los cuales eran rotados cada mes-, aunque ese día le tocara a Lee hacerlo, en Neji brotó el deseo de prepararle el desayuno a su amado, aunque mientras lo hacía no podía evitar preguntarse que había ocurrido en aquella cita con la Haruno ¿Qué habrá ocurrido?, sacudió su cabeza para desenfocarse de eso.
- Buenos días Neji – Lee bostezó – no debiste hacer el desayuno.
- Buenos días Lee, esto… es sólo una muestra de mi agradecimiento.
- ¿Agradecimiento?
- Si, quiero agradecerte por brindarme la noche más feliz de mi vida… muchas gracias… Lee.
El moreno se sonrojó, era verdad, anoche había tenido relaciones con Neji, en su corazón habían estado ocultos esos deseos, esos deseos de hacerlo suyo, deseos que siempre se privó de ellos pero que ahora los había dejado aflorar ¿Qué decir? ¿Cómo responder?, el Hyuuga fue acercándose lentamente al chico quien permanecía tranquilo y relajado, comenzó a besarle el cuello sensualmente.
- Neji… um…
Lee cerró los ojos y se dejó llevar por el momento, el chico de cabello largo comenzó a besar su oído provocándole un agradable cosquilleo, el de cabello corto se apartó.
- Basta Neji… me haces cosquillas.
Neji accedió a la petición y sólo se dedicó a abrazarlo.
- Esta bien, ahora come ¿si?
- Si… oye Neji ¿Puedo preguntarte algo?
- Claro, lo que quieras.
- ¿Desde cuando?
- ¿Desde cuando qué?
- ¿Desde cuando sientes hacía mí todo eso que me contaste?
- Mmm… déjame ver… creo que poco después de que empezáramos a vivir juntos.
- ¿Qué? ¿Pero si llevamos tres años viviendo juntos?
- ¿Y eso qué?, lo que importa es que ahora estamos juntos ¿o no?
- Si, creo que tienes razón – Lee sonrió levemente.
El chico de cabello largo observaba como Lee se sentaba y comenzaba a comer, sonrió, ahora él ya no sólo era su amigo, era su amante, algo dentro de sí lo preocupó.
- Lee… ¿Qué pasó en tu cita de anoche con aquella mujer?
Al escuchar esto, el chico Lee casi se atraganta con el bolo alimenticio.
- ¿Eh?... pues nada.
- ¿Nada?, no me mientas Lee.
- Te digo la verdad, lo único que pasó fue que me di cuenta de que lo que sentía hacía ella no era amor, porque el amor no lastima y ella si lo hizo. Admito que fue tanta mi obsesión que terminé viviendo una fantasía en la que Sakura nunca deseó formar parte, antes no lo sabía, pero ahora si.
- ¿Lo ves?, yo te lo advertí, pero es que eres tan obstinado.
- Pero sabes, también me di cuenta de algo.
- ¿?
- Me di cuenta de lo que sentía hacía ti era algo más profundo que una simple amistad – Lee dirigió su mirada al techo –, y aunque no lo creas hubieron momentos en los que desee que ocurriera esto, pero, evadí mis sentimientos por miedo a perderte… creo que por eso me “obligué” a enamorarme de Sakura… para evitar sentir esto hacía ti.
Neji seriamente escuchaba.
- Si, creo que fue por eso – Lee miró a Neji a sus hermosos ojos blancos -, así que con seguridad puedo decirte que te amo.
- Lee…
- Anoche lo descubrí y ahora quiero que lo sepas…
Lee se levantó y dirigió una enrome sonrisa al chico, sus bellos ojos delataban sinceridad, el corazón de Neji estaba acelerado.
- ¡Quiero permanecer así contigo! ¡No importa lo que pase quiero estar a tu lado! ¡Porque te amo como nunca había amado a nadie en mi vida!
- ¡Oh Lee yo también te amo!
Ante la situación el chico Hyuuga se abalanzó sobre el chico Lee y comenzó a besarlo, desesperadamente sus lenguas se entrelazaban entre si, como pudieron quitaron lo que estaba en la mesa y sin darse cuenta comenzaron una sesión de sexo en la cocina, ya eran oficialmente novios, de ahora en adelante las cosas tendrían que cambiar, ya no pensarían en uno sino en los dos, era como si todo hubiera empezado de nuevo dejando atrás los desagradables momentos ¡La vida sería maravillosa!, sin la presencia de la señorita Haruno ni del lujoso y caro reloj en la muñeca de Lee “Soy tan afortunado”- pensó.
FIN