Shun se sentía morir, no solo porque estaba más que alterado por lo del bebe, si no que, también, sabía que Ikki jamás lo aceptaría, su corazón se hizo diminuto ante la simple idea de un aborto, no podría, nunca podría, salto por la ventana del baño, con muchísimo cuidado de no lastimarse ni él ni el bebe y salió corriendo como quien acaba de ver a su suegra desnuda
No llego ni muy lejos ni muy cerca, llego a la playa , y a la casa de playa de Saori, la más lejana de todas , se metió rápido en la casa, para variar, metían la llave debajo de una maceta para cuando se iban a veranear, entro a prisa y cerro todo, ya que la noche comenzaba a caer, comió una cena ligera que termino vomitando , se metió en la cama y trato de dormir, pero no podía, el miedo, la ansiedad, todo lo volvía loco
-Así sufren las mujeres el periodo de embarazo? –se lamento- quien mierda dijo que ser mujer era fácil?-gimió de dolor, sentía continuas ganas de vomitar hasta el intestino delgado – no puedo volver, Ikki me matara, matara al bebe, no puedo volver…-sollozaba súper temeroso
Y dicho y hecho, paso una semana sin que nadie supiera nada de Shun, Ikki era, de por sí, el más preocupado, sabían, absolutamente todos, que nunca fue fanático de los bebes y eso, y muchas veces había dicho que si su novia quedaba embarazada la dejaba, pero ahora se sentía mega culpable por haber dicho esas cosas delante de Shunny
-Por supuesto que cuidare a mi hijo, no soy tan monstruo, todo lo decía en joda- gruñía dando vueltas mientras Shiryu trataba de calmarlo
-Entonces, es tu hijo, pero es tu sobrino…doble regalo en navidad?- pregunto Seiya, Hyoga le dio un coscorrón que lo mantuvo callado otro rato
Cuando la situación no podía estar más terrible, el teléfono sonó, Isaac atendió mientras el otro grupito se golpeaba.
-Shun? –definitivamente, el conejito había llamado, todo guardaron silencio y se pegaron al teléfono como si pudieran oír algo
-Si Isaac, soy yo…lamento haberme ido tan de repente, necesitaba pensar un poco las cosas, y lo decidí, no me interesa lo que opine mi hermano o alguien de allí, yo tendré al bebe
-Shun!- Ikki le arrebato el teléfono a Isaac- hermanito, pequeño mío, vuelve a casa, criaremos al bebe juntos, solo vuelve, estoy desesperado!- y sí que lo estaba, nadie nunca vio al fénix temblando de impotencia
-Ni-san… volveré a casa…pero dame un tiempo…además, no tengo auto- dijo Shun, estaba feliz de que Ikki no hubiera armado un alboroto, no uno muy grande
-Donde estas? Voy ya mismo por ti!- grito Ikki
Shun confesó donde se refugiaba, toda la banda salió para allí, llevando muchísima ropa de todos, aprovecharían y tomarían unas extensas vacaciones, como venían haciendo, pero ahora, en la playa.
Shiryu empujo a todo mundo y abrazo a Shun, desesperado, lo lleno de besos por todos lados, algún que otro residuo del hechizo había quedado, y a Shiryu se le pego el lado materno salvaje de toda madre, estaba tan desesperado por cuidar de Shun y su bebe que cuando Ikki se le quiso acercar, por instinto, Shiryu le gruño y miro con desaprobación, Seiya calmo las hormonas de Shiryu tirándole agua helada por la cabeza
-Hermanito – murmuro Ikki abrazando a Shun con cariño, beso su frente dulcemente y coloco su mano en el vientre del menor- no me iré, lo juro, cuidare de ambos
-De verdad nii-san?-pregunto Shun esperanzado
-Es una promesa de corazón, pequeño
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Paso el tiempo muy lento y a la vez muy rápido, cuando ya se querían acordar de disfrutarlo, Shun tenía una barrigota de 8 meses, nadie lo dejaba moverse mucho, no estaban lejos de la ciudad, pero tampoco vaya a ser cosa que el bebe decidiera salir antes y los tome a todos por desprevenidos, habían ido a chequeos continuos, hasta un doctor vivía cerca, todo marchaba bien, excepto por una cosilla, no era un bebe, eran 2
-Uno es nena y el otro varoncito, te lo puedo asegurar – asintió Hyoga con la oreja y la mano derecha pegadas al vientre de Shun, el menor solo reía, no había querido hacerse la ecografía, no tenía ganas, quería que todo fuera una sorpresa
-Son dos varones, y futuros jugadores de futbol- asintió Ikki- cuando duermo abrazado a Shun los ciento patear desesperados
-Si, están medio loquitos ahí adentro, pero yo no soy pelota- negó Shun divertido
-Pareces una Shunny- rio Seiya, luego se disculpo mientras se acercaba para tocar la panza de Shun, aun no entendían nada de cómo esto sucedía, pero nadie estaba triste, mucho menos enfurecido, todo era color de rosa por así decirlo – también digo que son varoncitos
Seiya aparto su mano suavemente y justo, en ese instante, todo pudieron ver como uno de los bebes de Shun pateaba suavemente, generando un bultito en la panza de Shun
-Jugadores de Futbol, estoy seguro- rio Ikki
Mientras todos discutían que serian los bebes, solo Shiryu insistía que eran dos nenitas, el delivery de pizza llego, nadie quería ni acercarse al horno, hacía un calor infernal, cenaron tranquilamente y todos se fueron a la cama con sus respectivas parejas.
A eso de las 3.45 am, casi 4, Shun estaba dando vueltas, olvídate que pudo dormir, el nene estaba ansioso y desesperado, no era de malo, pero quería a los bebes fuera ya, Ikki le hacía masajes, estaba medio dormido y, a la vez, completamente despierto, así que no pegaba una, termino dormido sobre el hombro de Shun sin dejar de hacerle masajes.
15 minutos después, Shun lo sacudió con fuerza, su rostro era de puro pánico, pero Ikki estaba re dormido
-Que quieres pequeño?- pregunto mirándolo y a la vez soñando
-Ya se rompió…-murmuro
-Que se rompió?
-L a fuente!- grito
-Pero si andaba bien hoy a la mañana – murmuro refiriéndose a la fuente que decoraba el parque
-No torpe, ya nacerán
-Quienes?
-TUS HIJOS IDIOTA, VAN A NACER, MUEVE EL CULO Y LLEVAME AL HOSPITAL YA MISMO!!!!!- grito Shun desesperado, todos habían despertado con ese grito, e Ikki estaba como loco, tomando ropa de los bolsos mientras Shiryu llegaba a ayudar a Shun a llegar a la camioneta
-No pueden quedarse un poco mas ahí adentro?, estaba muy dormido – murmuro Seiya ya en el coche
-Que alguien lo golpee, por favor – rogo Shun tratando de no parir en el auto, apenas si podía contenerse
Seiya recibió otro coscorrón de parte de Hyoga, llegaron al hospital de suerte, Shun tardo 3 horas as en el trabajo de parto, y cuando todos estaban más que nerviosos, el doctor salió de la sala de partos con buenas y malas noticias
-Bueno, la buena noticia es que todos salió bien los tres están en perfecto estado, felicidades, son mellizos, una niña y un niño – dijo el Doctor, Hyoga dios un brinco, había ganado- la mala…-Todos miraron al doctor- recuerdan que hace un mes vinieron a hacerse exámenes?- todos asintieron- todos están bien, excepto por Seiya, eres estéril
A nadie le importo, todos querían ver a Shun, el doctor le estuvo hablando por media hora de cómo ya no podría tener hijos y eso, pero empujo al hombre y todos entraron a ver a Shun
El peli verde sonreía, a su lado tenía dos pequeños bultitos cubiertos por ropitas celestes y rosas, Shun no tenia palabras, los demás tampoco, el niño era igual a Ikki, pero igualito, incluso con cejas grandotas, y la niña, igual a Shun, pero un poco mas oscurita de cabello
-que bonitos Shun, son muy bonitos- sonrió Ikki acercándose, le beso muy feliz los labios- hola pequeño…-acaricio la mano del bebe varón- hola mi pequeño Edgar – sonrió de felicidad, el nombre del varón siempre había sido así, la nena había costado – hola pequeña mía, mi linda Judith – sonrió acariciando las mejillas de la beba – so muy lindos, gracias por tenerlos Shunny
-También s todo tu culpa Ikki – sonrió el menor de los hermanos, denotaba que estaba exhausto, Shiryu cargo a Judith mientras Hyoga alzaba a Edgar
Ya lo peor había pasado, o eso creía.
Paso el tiempo, los cambios de pañales, las horas de madrugada de insomnio, las mil y un preocupaciones eran nulas cuando veían a los bebes felices de todo, Seiya había jodido tanto a Edgar que su primera palabra había sido “Poni” y la de Judith “mama” solo porque Hyoga seguía lamentándose por su madre.
Poquito a poco, los bebes crecían , ya tenían 2 añitos para cuando se dieron cuenta, caminaban de aquí para allá, hablaban hasta por los codos y volvían locos a sus tíos , en especial a Shiryu , quien termino trenzándose el cabello para que yo no lo jalonearan.
Un cierto día, cuando todos dormían, un escurridizo diablillo entro en la mansión, correteo de aquí a halla mirando divertido a todos, beso las frentes de los bebes dándoles lindos sueños y comenzó a hacer sus jugarretas.
A mañana siguiente todos pusieron el grito en el cielo, ahora eran Shun, Hyoga y Shiryu quienes reían, porque, Isaac, Ikki y Seiya, ya no eran los machotes del siglo, nope, ahora eran bellas niñas maquilladas hasta las axilas y con pecho promedio, estaban como locas, literales
-No me gusta!- grito Seiya
-No quiero!- grito Isaac
-Dios, todo menos esto!- se lamento Ikki
Pero lo hecho, hecho esta, todos, absolutamente todos, terminaron admitiendo que se mujer tenia sus ventajas, pero, Fácil, no era, eso era más que seguro
Fin nwn