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El instituto Celes. por zumiko yuram

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Notas del capitulo:

Los  recuerdos que  llevamos en el  alma  a  veces pesan  más  que una  inmensa montaña llevada  a cuestas, el dolor  de  momentos  felices que no  volverán y la angustia  de  recordar  momentos  trágicos  que  desean no  volverse  a  repetir, estos  son los  sentimientos  de  un dragón negro que  desea con  todas  sus  fuerzas  nunca más  volver a perder lo que  más  ama, al  igual que  un  bello  heraldo que protege con desespero  lo  más  valioso que la  vida  le ha  dado  una  vez  más,  esta  vez  se  aferra  a  ese  hermoso  regalo  con  el  alma,  jamás  lo dejara pasar, ni permitirá  se lo arrebaten,  el dolor  del pasado fue  demasiado  ahora  siente que si perdiese a  ese ser  tan importante no podría  soportarlo.

La  noche  avanzaba y  el  frio calaba  hasta los  huesos,  una grácil  silueta  camina por los  pasillos  del instituto Celes, camina  buscando  al  dueño de  sus pensamientos,  lo  encuentra  sentado  a  medio  patio contemplando la  luna  como  un viejo lobo que esta  hechizado por su  resplandor, escucha que los  pasos  se acercan a el y gira  lentamente  su  rostro,  voltea y allí  esta,  tan  bello,  tan  perfecto,  con  esos  ojos  de  cielo y esa  piel tan blanca  como la  nieve, lleva puesto  solo  la parte  superior  de la  pijama,  dejando al  descubierto  sus sensuales, largas y estéticas piernas, camina  hasta llegar  a su  lado,  el  viento  helado se anida  en  sus dorados  rizos,  está  justo  a su lado  y se  coloca ahorcadillas a un lado suyo,  le  mira como preguntando qué  haces  allí, esta  descalzo  y  a  pesar  de  que  hace  un frio tremendo  el  chico  sigue como si  estuviese en pleno verano, un  tierno  y dulce  oji  plata le  mira y  con  sus  suaves  manos acaricia  su  rostro, le  regala una  dulce sonrisa,  mientras  se  acerca  más hasta  tocar sus  delgados labios,  el bello ser de ojos  azul cielo entre  abre  sus  labios para recibir  aquel  beso,  se  abraza  a  su  heraldo mientras  profundiza más  aquella  unión,  el  chico de  plateados ojos acerca más el  grácil cuerpo de su  amo y  señor,  haciendo que este  suba  a su  regazo sujetándole  con  fuerza  por la  cintura.

 

----Amor,  ¿Qué  haces  aquí? Ven entra te  puedes  enfermar----

 

Decía el  bello  rubio a  su  adorable Hogo-sha,  el  cual  le  mira  con una  sonrisa de  lado mientras  repasaba  con  la  mirada  el atuendo que llevaba  puesto  su  ojos de  cielo.

 

----Creo que,  quien se va  a  resfriar  es  otra  personita, ¿Qué no  tienes  frio?  Por  suerte  todo mundo  está  durmiendo que si  no… le sacaría  los  ojos  a  cualquiera que te  viera  en esas  pintas.

 

Decía  con un brillo  especial  en sus ojos  el  heraldo mientras  con astucia y sensualidad recorre las  largas y suaves piernas  de su  Yuui, acariciando cada  centímetro de su piel, grabando en la  memoria la  dulce  sensación  que es  recorrer  aquel  hermoso  ser,  con sus manos.

 

Le   besa el  cuello mientras sube sus delicadas manos  por  la espalda de  Yuui, provocándole un escalofriante  placer, ya  que  el  pequeño  heraldo  tenía las  manos  frías  de  estar  tanto  tiempo afuera,  bajo  la  luz  de una  resplandeciente  luna.

 

-----ahhh…Owen…!!! Tienes  las manos  frías….  N-no… ahhhmmm…----

 

----Pues caliéntamelas  con el roce de  tu piel… Yuui, te amo… quiero que seas mío----

 

---Ahhh… a-aquí no… es…. Estamos a medio patio de la…. Ahhh… ahhh….mmmmhhhh….-----

 

--- Todos  duerme,  así que  está  bien… ----

 

---N-No… ahhh…  Ow… mmhhh… Owen,  vamos, vamos al dormitorio, ¿sí?... ahhh… ahí, ahí haces de  mi lo… lo que  quieras,  Ahhh…hhha…. ¡¡OWEN!!----

 

Las  palabras  del  rubio  no  fueron  escuchadas  por su Hogo-Sha,  quien desabotono la filipina de  su  pijama descubriendo  así  su  dorso, y con  agilidad  se  deshizo de su prenda íntima, dejando al bello  ser expuesto,  le  recuesta  en el  pasto  mientras  lo devora  a  besos, mientras  con sus manos lo acaricia elevando así la  temperatura  de  su piel.

 

Yuui  aunque complacido por  las  acciones de su  guardián  aún se  niega  a  ser poseído por Owen a medias  del patio, y  con sus  manos  le toma  de los  hombros  intentando empujarlo  de  encima de su  ser,  el  heraldo se molesta  un poco por aquella oposición a sus designios,  y  pese  a  que  su  querido rubio  lo  empuja  para  quitarle de  encima el  dulce y angelical  crio no le permitirá hacerlo, le  toma  ambas  manos,  sujetándolas por  las  muñecas y pasándolas por encima  de  su  cabeza, Yuui  siente  aquella  presión en sus muñecas y se  queja  un poco,  mas Owen no  presta  atención a  eso y  prosigue en lo suyo.

 

----Ahhh… ahhggg…. Owen,  no  seas  cabezota!!!  Ahhhh …. N..nhhh…ahhh… ohhh.. Owen, ahhhh… esta… esta,  me…. Hhhmmm…  me  la pagas….ahhh… ahhhh… ahhgggg….nnmmhhhhhh…----

 

Sus  quejas  fueron acalladas  con los  besos  y  las  ardientes  caricias  que le  imprimía  Owen con  pasión a  su  ojos de  cielo, sometiéndolo  a  sus  deseos  y  por  fin cediendo  a  sus caprichos,  el  oji  plata  deja  de  poseer  aquellos  dulces  labios  que  tanto le  fascinan  y  baja  beso  a  beso  por el  cuello del Yuui, mientras  que  con sus manos  toma  la intimidad  de su rubio,  el cual  al  sentir  aquellas manos  en su  ser eleva  un poco la  cadera y entre laza  sus piernas  al  cuerpo de  Owen,  el  heraldo disfruta  con demasía  de los sonoros  gemidos  que provoca en su querido amo,  mientras le  estimula su hombría,  Yuui está  cada  vez más  y más excitado,  siente  que  en  cualquier  momento se  vendrá en la  mano de  Owen,  el  rubio se  cubre  su  boca  tratando de  callar  sus gemidos  para  que  así no  les  descubran,  pero  eso no le  gusta  para nada  a  Owen y provoca  en  Yuui  sonoro gemido al  morder  uno de sus  pezones e  introducir  una  de sus falanges en su  entrada,  el  agitado  rubio  no puede contra  aquel inmenso placer que le produce  ser poseído por su heraldo,  baja  las  piernas  de alrededor de  Owen  y eleva  un poco más  las  caderas,  se abraza  a  su oji plata  mientras   siente  como se  va  tensando  todo su  ser,  una electrizante y deliciosa  sensación pasa  por  su espalda  arqueándole,  es eminente  se correrá  en las  manos  de  su Hogo-sha.

 

Owen,  contempla  complacido a  su  extasiado  rubio  al  llegar  al  clímax  y verle  de  esa manera  tan  sensual y excitante,  el  cuerpo de  Yuui  está  todo perlado en  sudor, a  pesar  que la  noche  es endemoniadamente  fría,  el  rubio siente  que  su  cuerpo arde cual  braza  al  fuego,  Owen quiere más,  mucho  más que solo  eso, desea  verle  delirar de placer,  después de que  aquella  substancia  blanquecina  escurrió entre  sus manos decide  seguir  prolongando el placer  de  su  bello oji azul.

 

---- ¡Ya  vez amor, sé  que lo estas disfrutando  tanto como yo… pero  ahora  te hace  sentir  mucho mejor!!----

 

Dice  el  oji plata  mientras  empieza  a  lubricar  la entrada de su  adorado  Yuui, quien  trata de  recuperarse de  ese último  orgasmo,  cortesía  claro  de las  habilidosas manos  de  su  tierno Hogo-sha.  Su  pecho  sube y  baja  estrepitosamente  tratando de  controlar  su  respiración,  mas  eso no será posible  así de  fácil,  pues  el  adorable  heraldo no le  dará tiempo a  que se  recupere,  pues introduce un par  más  de  falanges en la  entrada  de  Yuui,  que entran y  salen  cada vez más y más aprisa, de vez  en ves haciendo  movimientos  circulares  hasta llegar  a  ese  punto tan sensible  y placentero de  su bello  amo.

 

-----Ahhh…..ahhh…. ahí! Si,  si, ahhhhh… sigue, sigue… n-nhhhggmmm…. No te  detengas  amor… ahhhh … hazme  tuyo de una  vez.. ohhh… Owen…. Hazlo….  Hazlo ya!!!  Te necesito…. Ahhh…..ahhhmmm…!!!-----

 

Solicitaba  extasiado el  bello  mago  mientras  que  su querido Hogo-sha atendía  diligente  a sus  suplicas,  introduciendo  en su ser  su  latente  erección que  suplicaba por  ser  atendida, más para  el malicioso  angelito plateado lo primordial  era  hacer que  su  amo llegara al  borde  de la  locura,  que le  pidiera  a  gritos por aquella  unión de sus  cuerpos, le  fascinaba  verle delirar  de placer, que  alcanzase aquel punto entre  el  éxtasis  y la locura,  cabe  mencionar  que  dicho  heraldo alado  tiene un porcentaje de  demonio patrocinado por  la  deliciosa sangre del demonio de  fuego,  su muy querido hermano Wolfram, por  lo que  Owen de  angelito  solo  tiene  la cara, pero por sus  venas corre  sangre de demonio.

 

 

 

Owen  va poseyendo  a  su  bello  mago, con  premura  y  desbordante  deseo,  Yuui  se  muerde  el  labio inferior mientras  va  recibiendo las  embestidas por parte  de  su  querido y enternecedor  Hogo-sha,  esta  vez su  querido  conejo blanco lo posee sin transformarse a su forma  original,  por lo que  Yuui  está recibiendo  diferentes  caricias y contactos  pues  como su adorable  conejo, es más  dulces  sus  labios y más  suaves  sus manos, más  la  perversión es en el  más grande,  su  ferocidad  es  más directa y no cede ni un poco a  sus  caprichos  o  deseos, si quiere hacerlo  suyo  en el patio lo  hace, si  desea comérselo a  besos  en la  biblioteca igual, el  pequeño Hogo-sha  a pesar  que  tiene ese  dulce aspecto  tierno e inocente es un demonio deseoso de  comerse a  su  amo  en cualquier  instante.

 

A  diferencia  de  cuando  está  en su  fase real, ya  que  cuando  está en su  forma  original, sus  caricias  son  más tranquilas y pasivas,  aunque  igual de apasionadas, pero es más  suave  al momento de  estar  con su  oji  azul,  sus  manos  son más grandes y masculinas y su  voz  es  aterciopelada y  varonil,  su manera de amar  a Yuui  estando  en su  modo original  es más dulce y protector, le  toma como si  este  fuese  a  romperse,  como si  se  tratara del ser más  puro y delicado que existiese,  más cuando esta  de forma dulce y tierna, con ese aspecto de  niño bueno, allí saca  toda su  ferocidad, y  su lado más  perverso y  agresivo tomando a Yuui con más vehemencia y ansiedad, el  rubio de ojos  de cielo está  fascinado con su  heraldo  ya que  sea  dulce y gentil o  voraz y feroz, la  pasión y deseo que  siente es la misma,  sea  en la forma que  sea, le  ama de igual manera, en cierta  forma es como si  Yuui  tuviese dos amantes uno joven e  intenso y otro más maduro y amoroso,  las  dos  facetas  enloquecen a Yuui,  si le  pidiesen escogiera  alguna  de las  dos fases de su  heraldo simplemente  no podría  elegir  entre  una  y la  otra.

 

Owen sigue  con  sus frenéticos  embistes  llevando nuevamente  a  Yuui  al  punto máximo de su excitación,  acelerando sus latidos y embriagándolo de pasión, amor y deseo.  El rubio está  a  punto  de  correrse, por  tercera ocasión,  su  adorable  conejo blanco lo ha  hecho  suyo  más  de una  vez, por lo que este  simplemente  está  a su entra  disposición,  sumergido en el éxtasis  y el frenesí de su  amante  Heraldo,  Owen esta por  correrse una vez más  dentro de  Yuui  siente como todo su cuerpo se  tensa  y  sus pupilas  se dilatan,  una  descarga de  adrenalina le hace  embestir  con más ferocidad a  su querido amo quien se  arquea y eleva  su pelvis,  está  a poco de venirse, se aferra con desespero  a la  espalda de  Owen mientras  siente  aquel  electrizante  orgasmo  recorrer por  todo  su  ser,  su corazón  bombea  sangre con  violencia  acelerando sus latidos  sus  piernas se  tensan y los  dedos  de sus pies se encojen al igual que sus pies se  curvan,  la  deliciosa  sensación de  llegar  al  clímax  alcanza  también a Owen  dando  unos últimos  coletazos mientras va pasando  aquel  exquisito sentimiento de  placer  embriagador que lo hace encorvarse y  sujetar con fuerza  las  caderas de  Yuui,  sus  cuerpos  caen al pasto agotados por aquella  entrega entre  ambos,  Yuui  tiene  sus  ojitos  cerrados mientras  que trata de  acompasar  sus respiraciones ,  Owen sigue dentro de  su rubio mientras  termina de dejar su semilla  en él,  el  sentir  el palpitante  miembro de Owen dentro de su ser y la  calidez  al  correrse  dentro suyo  es  tan  gratificante para  Yuui,  desearía  sentirle  siempre dentro de su ser y  convertirse en uno  solo,  una  clara  sonrisa de  satisfacción se va  dibujando en los  labios del  bello  mago  mientras que poco a poco  va  abriendo los ojos, esas bellas  orbes  azul cielo que tanto enamoran a  su  Hogo-sha, termina de abrir sus  azules  ojos  solo para encontrarse con aquellas  enormes  lunas  de plata que le  miran  fijamente,  con  aquel destello único que solo  él  puede despertar en la mirada de su  adorado  Heraldo.

 

----Te  amo Yuui…. Nunca  dejare que te  vallas de mi lado… si es preciso  te  encerrare dentro de mi corazón!! Y  tú sabes que lo puedo hacer…-----

 

---Hehehehe…. Que  cosas dices?!!... Yo  también te  amo,  te  amo más que a mi  vida,  nunca me alejare de  ti…  así que… deja de decir que me  encerraras  en tu  corazón, hehehe…  aunque puedas hacerlo,  sé que jamás me obligarías a hacer nada que yo no quisiera!!!-------

 

---¡¡ ¿Ah... no?!!  ¡¡ ¿Y… que  se  supone que hice  hace unos  instantes mi amado Yuui??!!----

 

Le  dice  con una  sonrisa  burlona a  su  adorado amo, el cual  solo sonríe  y se  abraza más  a él.

 

---Bueno,  esto… es diferente,  jamás  dije que no quería  hacerlo,  me  fascinas mi querido  conejo blanco,  me  encanta que  me  ames así!!----

 

--- Tonto,  ¡¡no sabes cuánto te  amo!!----

 

---¡¡¿¿ Quién sabe,  tal  vez  si??!!----

 

 

 

El  cansancio se estaba  haciendo presente  en  ambos  rubios, mas no podían quedarse  allí  así, por lo que  el mago de ojos  azul  cielo uso su  fantástico poder y gracias  a las novecientas cuarenta idos  veces que el sensei Usami le llamo la  atención pudo ejecutar  correctamente el hechizo de  tele transportación,  que  en  esos  instantes era  más que  conveniente por  obvias  razones,  Yuui y  Owen aparecen en la mullida  cama de su  dormitorio,  el pequeño  conejo está  agotado por lo que  se hunde en los brazos de  Yuui quien lo  recibe  con alegría,  le  besa la  frente con gran amor y  se  abraza  a  él,  ambos  rubios  quedan sumergidos  en un profundo  sueño, los  dos con un mismo sentir, con un mismo palpitar,  con un mismo deseo… siempre  estar  juntos sin que nada ni nadie  los separe.

 

 

 

La  mañana  aparece  con un  resplandeciente sol iluminado  la  habitación de  un bello  oji  zafiro que  dormía  plácidamente  en el  pecho de  su  Kuro-riu,  el cual  ya  llevaba  un par de  horas  despierto y solo se la pasaba contemplando  a su jinete  descansar tranquilo y sereno, desea desde el  fondo de su corazón  que siempre  tenga  ese  semblante  tranquilo y feliz a  su lado siempre,  aunque  a  veces le  reviente en el hígado  sus  bromas  o  el que lo haga  rabiar  de  celos  cuando esta  cercas de  ese peli negro  de  Ashura.

 

Kurogane  no recuerda  la  última  vez  que  se  sintió  así de  feliz, ¿ o tal vez  si?...

 

 

 

---Fye,  mi  querido Fye, así tenga que partir  el mismo infierno con tal de  protegerte lo hare, no importa  que pase, ni quien trate de atraparme,  yo… yo  jamás  dejare  que  me  arrebaten  lo que más  amo, nunca más permitiré  que me roben lo más valioso de mi corazón…. Te juro que los  protegeré cueste  lo  que cueste,  ustedes son mi vida.---

 

Decía  mientras  estrujaba  con  fuerza  en sus brazos  a  su  jinete quien seguía  durmiendo y al sentir  las fuertes  manos de  su  dragón el rubio solo se reacomoda  en su  cuerpo y se abraza aún más  a  su Kuro-riu.

 

----- ¡Te  amo… Kuro… rin!-----

 

Dice  entre  sueños  el  bello hechicero, sacando una  enorme  sonrisa  en el  serio  rostro de su  amado dragón.

 

----Yo  te amo  más-----

 

Le  contesta  Kurogane  y le  besa su  frente, así pasa  la mañana  un  bello  mago  con  la  sensación de  seguridad  y  el amor incondicional de su  dragón,  sus  temores  fueron despejados y pronto  regresara  a  Celes  a seguir  con  sus  clases,  aunque está pensando  seriamente en  no participar  en el  torneo en Azgard, todo dependerá de  cómo sigua  su embarazo y de que su bebe siga  estable.

 

Por su parte  Kurogane  tiene  que  pensar  en el  bienestar  de su  futura  familia  no puede dejarlos desprotegidos  ahora que sabe que le  siguen  los  cazadores  sus  preocupaciones y temores  han resurgido con  gran fuerza, el saber que  en  cualquier momento le  puedan  arrebatar   a  su  familia  por  segunda  ocasión le  hace  erizar la  piel  su  corazón late  con gran  rapidez  y  su  cuerpo se  tensa, la  cabeza  le  duele de  tanto pensar  de  tanto  repasar una y otra  vez  como  es que  fueron  destruidos  sus  seres amados  y  el  temor  que  siente  de  saber  que  eso  se  pueda  repetir,  no sabe con exactitud  en que momento del  camino llego  a  enamorarse  a tal punto de  su  jinete  ni  en qué  momento  se convirtió ese  rubio  en el  ser más importante para  su  vida.

 

Lo  único  de  lo que  es  consiente es que  no podría  vivir  sin  su mirada  sin escuchar  su  voz  sin esos estúpidos  nombre con el que  su jinete le llama,  a pesar de que  le  causan molestia  solo a  él  le  permite llamarle de  esa manera  y  está  seguro que el  día  que  no le  hiciera  extrañaría  ser llamado  así,  da un pesado  suspiro  mientras  sigue recostado con su  bello  rubio durmiendo y abrazado a  él, el  estar  de esta manera le  empieza  a  resultas  algo  incomoda  pero no  quiere importunar  a  su  bello  durmiente.

 

Gira  su rostro a la  ventana y  allí  ve la  fechan en el calendario,  17 de Octubre, sus  ojos  se  abren ampliamente, ¡¿Cómo pudo  olvidar  una  fecha  tan importante?!...  no es que  lo hubiese  hecho  a propósito pero ahora  todo su mundo gira alrededor de  Fye, por lo que  dejo aquello en el  olvido,  con  delicadeza trata de  zafarse  de los aferrados  y delgados  brazos  de su  rubio,  mas  este lo  tiene  bien sujeto  por  la  cintura, Kurogane  da un resoplido  al  ver que su  rubio en ves soltarse del se  aferraba más y  más  ahora  no solo le  sujetaba con  sus  manos  si no que sus  piernas  se enredan en  su  cuerpo mientras  sube  un poco más  a su  ser.

 

Kurogane  queda  en  una  situación comprometedora de espaldas a  Fye y  este  montado en el tomándolo por  el  pecho y  sus  piernas  bien sujetas  a  sus caderas mientas  descansa  su  cabeza en uno  de los  hombros  del  dragón, una  garita resbala por  la  frente de  Kurogane, se pregunta cómo es  posible que  su  jinete  a  veces pueda  tener  tanta  fuerza, y  como es que  se  aferra  a  él,  como si  supiera  que  él  lo  dejara por un momento,  tal pareciera que  Fye  no quiere separarse de su  dragón.

 

----¿¿A dónde  crees que  vas  Kuro-desertor??---

 

Las  palabras  de su  querido  jinete  lo  sorprenden por que este lo  hacía  completamente  dormido,  Fye  sigue con  sus  ojos  cerrados más  lo  aprisiona con más  fuerza  a  su cuerpo reteniéndole para que no abandone  la  cama.

 

---Creí que  dormías, no  deberías  hacer  esfuerzos de  más le podría  afectar a mi  hijo.------

 

Dice  en tono  molesto  el Kuro-riu, provocando  una  ligera  risa  burlona  en Fye.

 

---¡¡¿¿Y  quién te  ha  dicho que  me estoy esforzando??!!----

 

Termina  contestando  Fye, dejando  sorprendido  a  Kurogane, ¿Cómo que no se  está esforzando? Si el  siente  una  inmensa opresión en su pecho a  causa del estrujante  abrazo  que le  brinda  su  jinete,  sin  contar  que  las piernas  del  rubio lo aprisionan cual  cadenas a la  cama.

 

----No debes hacer movimientos  innecesarios  y permanecer  en  reposo,  además tengo que  Salir así que,  deja  de abrazarme para poder  salir.-----

 

---Por qué  no intentas zafarte Kuro-tan? Si logras salir de  mis brazos  te dejare ir sin preguntar nada, pero si no lo consigues te quedaras  aquí, ----

 

----¡¡¡NO DIGAS  ESTUPIDECES!!! ¿¿  COMO   PUEDES  CREER QUE VOY  A  FORZARTE  CUANDO  ESTAS  TAN DELICADO CON UN  JUEGO TAN ESTUPIDO  COMO ESE??  -----

 

Termina  estallando  el  dragón  mientras un par de  venas  se hacían presentes en la  frente del azabache, el  rubio  ríe  un poco  más bien sabe que  su  dragón  jamás  podría  zafarse de su agarre  pues  a  pesar  de  ser  el un chico de  apariencia  frágil y débil  guarda en su  ser un inmenso poder,  más  le  encanta  ver como su  dragón  cuida  de  él,  como si se tratase de  la presea  más  valiosa e  importante para su moreno.

 

----- Esta bien Kuro-puu  te  dejare  ir  solo por  esta  vez,  pero  no  pienses que no te preguntare a dónde  vas,  así  que  suéltalo de una  vez, ¡¿Qué  es  ese algo  tan importante que debes  hacer como para dejar  aquí a  tu  bello  jinete?!----

 

Fye  suelta  a  Kurogane de su agarre mientras  se  sienta  en la cama y  ve como Kurogane  se levanta de está  dando un  aliviado suspiro, le  mira con malicia y algo de  gracia,  el   gran  dragón . Kurogane no es capaz  de librarse del  abrazo  de su  jinete por más que lo intentase.

 

Kurogane mira de reojo a  Fye, mientras trata de  recuperar  disimuladamente  el aliento pues  a pesar  de que  no quería  caer en el  juego de  “a ver quién gana” le  resultaba  sumamente  difícil  separarse del  agarre de su  amo.

 

---- Tengo que ir  a un lugar  muy importante para mí, y  por un momento y  gracias  a  ti estuve  a punto de no asistir,  así que debo  irme,  no tardan en llegar  Yuui y Owen así que no estarás solo por mucho  tiempo, así que estate  tranquilo.-----

 

Decía  el  dragón mientras  abría  la  ventana de  la habitación de  Fye y se disponía  a salir por  ella  de aquel sitio,  Fye  no  comprende  muy  bien  que le  pasa a Kurogane, por lo que hace un puchero  y  con  uno de  sus  dedos  crea  una  cadena dorada  con la que sujeta  del  cuello a  Kurogane haciendo que  este se moleste  a mas no poder.

 

---¿¿¡¡PERO  QUE MIERDA  ES ESTO!!??----

 

Termina  gritando a  todo pulmón el  dragón mientras  intenta  liberarse del  collar, Fye  recarga  su mano  en la mesita de  noche  de su  habitación y de un leve  tirón  asía atrás, trae  de regreso a  su  Kurogane con tanta  fuerza que el moreno termina  impactándose al  suelo  y siendo  arrastrado a los pies de  Fye. Este  se  levanta  despacio pues  aún se siente  un poco  adolorido de  su anterior estado, se  sienta  en el  pecho de  Kurogane  y le  dice con una voz  seria.

 

--- ¿A dónde  y con quien piensas  ir? No  creas  que me  veras la  cara  de  idiota, mientras dormías te  escuche llamar  varias  veces a una mujer… ¿Acaso  tu… piensas  irla a  ver?-----

 

Decía  Fye,  mirándole recriminatoriamente  a su  dragón, del cual  una  gotita de sudor frio pasaba por  su  sien, ¿ acaso  Fye  piensa que lo está engañando? Kurogane  gira  su  rostro tratando de  evitar el  contacto  visual  con su jinete, lo  cual  molesta  a  Fye,  el  rubio aprieta  con  su mano la  cadena y lo forzó  a  girar su  rostro para  así le  vea  de  frente.

 

------Dime  de una  puta  ves  quien es  Zukoyomi, ¿acaso  tu y  esa…?----

 

-----¡¡¡NO  TE  ATREVAS A DECIR  NADA DE ELLA!!----

 

Contesta  furioso  Kurogane  cuando  Fye  estuvo  a  punto de  hablar pestes de aquella  mujer, levantándose de  golpe y haciendo que su  rubio callera de espaldas al piso, el  dragón  se  trata de  levantar pero la  cadena mágica  lo hace  caer  al piso una  vez más, está  furioso y mira  con recriminación a  Fye, quien le  mira  sorprendido, nunca lo  vio tan molesto  como esa  vez y  mucho menos  había  visto esa mirada en su  dragón.

 

----¿¿ Por qué  es tan espacial? Por qué la  defiendes  así?? Kurogane,  contéstame, ¿¿TU AMAS A  ESA MUJER??----

 

Dice  Fye  dolido y  a la  ves  molesto, los  ojos  de  Kurogane se  abren como platos  y  empuña  sus manos,  mira  con  tanto  coraje  a  su jinete y se  golpea a sí mismo el rostro se  sienta en el  suelo mientras  trata de contener  su  furia y  le contesta.

 

---Tu,  si quieres  un  estúpido!! ¡¡Por supuesto que la amo, le  amo  con todo mi  corazón!!----

 

Aquella  franca y  descarada declaración por parte de  Kurogane  le parte  el  corazón  a  Fye  quien suelta  la cadena mágica de su mano desapareciendo así  el  hechizo sobre Kuro, el  rubio  baja la mirada y mira  asía un lado a punto de llorar cuando Kurogane  se  acerca  a él.

 

----No  me  mal  intérpretes,  ni saques conclusiones  a apresuradas  estúpido Fye,  es  normal  que  ame  a  esa  persona,  ¿no lo harías  tu  si  estuvieras en mi lugar? -----

 

Le  dice  con un tono más  serio y relajado el moreno después de todo,  Fye  no sabe  de quién estaba  hablando mientras  dormía y  seguro  pensó  de mas,  aparte de  ver  aquellos  ojos  a punto de llorar  con  aquella  tristeza que  reflejaban,  no podía permitirse  que su querido  jinete  pensara  cosas que no eran.

 

Por  parte de  Fye voltea  y le mira  con extrañeza y  dolor,  ¿Cómo es  eso que  si  estuviera  en su lugar  también le  amaría? Por supuesto que no,  él  lo  ama  por sobre todas las cosas ¿Cómo podría  enamorarse de  alguien más  si  lo  tiene a  él? ¿A qué  se  refiere  con eso? No  comprende  cuando le voltea  a  ver y miera en sus  destellantes  ojos  rojos una  serenidad y  amor con  el  cual  no puede evitar  sentirse  aún más  confundido, ¿Por qué dice  que  ama  a  aquella  mujer  y lo mira  a él con tanto amor?

 

----Tu  sí  que  eres el más  grande  estúpido que he  conocido-----

 

Termina  diciendo  Kurogane  mientras  acerca  a su  cuerpo  a  Fye  el  cual intenta  resistirse,  los  celos y sentimientos  encontrados le  juegan en contra,  mas  sucumbe  ante  las  fuertes bazos de su  dragón,  lo  abraza  a su  cuerpo haciendo que  Fye  quede  recargado a  su pecho,  mientras Kuro  lo  abraza  gentilmente, recarga  su  cabeza  en la  de  Fye y le  dice al  oído.

 

----¿¿ acaso  está  mal amar  uno a  su madre??---

 

Los ojos  de  Fye  se  abren  por la  impresión y sorpresa.

 

__<<¿¡¡Entonces , Zukoyomi  es la madre de  Kurogane!!? Realmente  soy un idiota,  como puede sentir  celos  de ella,  y aun mas,  pensar que mi  querido  Kurogane  me  traicionara,  si  el me  ama como  nadie en el mundo,  hehehe que patético  soy,  yo  creía que me  engañabas  Kurogane,  perdone,  por favor!!>>__

 

 

 

Fye  se  abraza  con  fuerza  a  Kurogane,  mientras  siente  su  rostro  ardiendo de  la  vergüenza, pues por un momento creyó que  la persona de la cual  Kurogane  hablaba en sueños  era  con quien el moreno le engañaba, al saber que  hablaba de su madre  se siente como  un  grandísimo idiota.

 

-----¡¡Gomenasai Kurogane!! Yo… yo no sabía,  yo… te juzgue mal,  gomen… Kuro… hhhmmmmm!!----

 

No  termino su disculpas  cuando  su  dragón le  tomo del mentón e imprime  en sus  delgados  labios un sublime beso,  el  rubio queda  prendado al  moreno mientras corresponde  a  su  beso un par de  lágrimas se escapan de  aquellas  orbes  zafiro, Kurogane  le  sonríe  y le da un ligero  golpe en la cabeza,  y lo  vuelve  a  besar.

 

 

 

-----¡¡Tu  sí que  eres  todo  un caso Fye, ponerte  celoso de  algo  así!! Pero está  bien, no es como si lo supieras,  es  verdad nunca  he  hablado de mis padres y menos  sabias  el  nombre de mi madre,  creo que  yo hubiera  hecho lo mismo o  quizás peor.-----

 

Decía  el moreno,  mientras  seguía  refugiando en sus  brazos a  su  querido Fye, el  oji  azul  ríe por  su  actitud  tan  boba  y  se  aferra a  el  cuerpo del  azabache, mientras  que   el  dragón lo  consolaba.

 

---- Escucha,  en un día  como  hoy mi  madre  abría  sus  ojos  al  mundo,  como  un  hermoso  ser  místico,  según me contaba  mi padre,  ella  nació bajo  la  estrella del quinto  sol,  con un talento  único,  era  capaz  de  anticiparse a  cualquier evento,  cuando mis  padres  se conocieron fue  en  el décimo sexto cumpleaños de mi madre…

 

FLASH BACK

 

Una mañana  de  Octubre  en el  bosque de Zuwa  un  bello  dragón de  agua  bajaba  por la  cascada  de los  silencios llegando  al lago  de  la  luna,   un Kuro-riu dormía  tranquilo en el  pasto  cuando  emerge  del  lago  aquel  bello  dragón, el Kuro-riu se  levanta del pasto y va  donde  aquel otro, está  a punto de  embestirlo  cuando el  dragón de  agua se  transforma  en una  bella  mujer,  el  Kuro-Riu queda  fascinado con  la  apariencia de la  bella   chica,  deteniendo su  embiste,  mas  esta le mira  con desafío y  de  su  pecho  saca una  enorme  espada,  El  Kuro-riu da  media  vuelta y  se  cubre  con  sus  alas al ataque de la  bella  chica,  en eso  este  se  transforma  también y aparece  ante sus ojos  un  hombre  guapo,  gallardo  de  cabello en puntas y con una coleta negra,  era  evidente que  se  trataba de  todo un guerrero,  pues  en  sus  brazos  y  piernas llevaba marcas de  batallas  pasadas, de  armadura  negra  el  hombre Dragón  saca  su  catana y  enfrenta a la  bella  doncella,  una  danza de  espadas  se hace  resonar por todo el valle,  los  destellos  del mental  resplandecen por  doquier,  así  se llevan  gran parte de la mañana ni uno  ni  otro cede,  la  bella  doncella tiene unos  imponentes ojos marrón con un  dulce mirar, el  hombre de  cabellera negra tiene  uno  espectaculares ojos rojos,  un rasgo particular entre los Kuro-riu.

 

La  tarde  alcanza  a  este  par  de  fieros adversarios, hasta que en  un descuido por parte del Kuro-riu,  la  bella  joven  alcanza  su mejilla  haciéndole  un  corte en diagonal  en  el  rostro del dragón al ir  cayendo las perlas carmín del  rostro del Kuro-Riu,  la  mujer  baja  su  espada un  extraño sentimiento  crese en su  ser,  aquel  que  al  inicio pareciera  odio se  fue  transformando,  el  hombre  se  toca  la  mejilla  y  se inclina con una rodilla  al piso bajando  así  su catana,  su mirada está en el  piso mientras  la  mujer  aun no puede  creer que  haya sido la  vencedora de  aquel  combate.

 

Se  acerca al  hombre  y suelta  su  espada se  inclina  hasta  él  y  con  su  blanca mano  le  toca la mejilla,  el  dragón negro  alza el  rostro y  se pierde  en  aquellos  marrones ojos.

 

-----Tenías  que  ser  tu… solo  tu podría vencerme-----

 

-----No  dejas  de  ser  el mismo  chiquillo arrogante  e  imprudente, siempre tratando de  ser el  mejor,  aun  tienes que  aumentar  tu defensa en tu  flanco  izquierdo-------

 

---- No  digas más,  ¿crees que no lo  sé?  ¿Por qué estás  aquí?----

 

----- Te  vi  en mis sueño,  sabía que  vendrías  a  vengar la  muerte de los  tuyos,  pero….  Aun no es el  tiempo Kurogane,  tus  heridas aun no sanan  y  sin  jinete quien te complemente tu estirpe desaparecerá  en cuanto  tu mueras-----

 

----- No me  interesa  tener  ningún jinete,  los  dragones negros  hemos  vivido  libres por  generaciones sin la necesidad de los  estúpidos  humanos,  ellos  solo buscan de nosotros  nuestra  magia,  mientras les  seamos  útiles  nos tendrán en cuenta pero cuando  ya no les  somos  necesarios nos sacrifican, ¿acaso  no es eso lo que  ha  pasado en tu  linaje? Que  acaso  no  tienes  rencor  contra todos esos despreciables humanos-----

 

---- Es  verdad,  mas  no  está  en mi mano  hacer  o decidir  el  futuro de los nuestros,  eso lo decidirá  las  siguientes  generaciones, déjame  sanar  tus heridas.-----

 

La  mujer  trata de  con su poder  curar y cicatrizar  aquellas laceraciones más  el  dragón  se levanta y se aparta de  ella.

 

----Tú no  puedes  hacer  tal  cosa,  mi mayor herida  la tengo dentro de mi pecho,  no existe ni existirá alguien  quien pueda  sanarla,  borrar el  sufrimiento de  mi pueblo de mis  dragones el  dolor que  me  aqueja  no es  físico sino más  bien del alama, ¿¿Dime  mujer  acaso  tu  puedes  sanar  esta herida?-----

 

Le  decía  el  dragón  negro a  la  bella chica  que  mira  a un lado con tristeza  comprende  a la perfección  lo que  el  dragón negro  trata de  expresar,  sus  ojos  están llenos  de  dolor  y  sus manos  las  empuña  con frustración la  era de los  dragones está sucumbiendo,  son  pocos  los que  aún sobreviven  y se ocultan en las  cordilleras y  en las  profundidades de  mares,  lagos,  volcanes, el  ultimo dios  dragón del  trueno murió  hace  centurias y los únicos que  quedan  deben  ocultarse y ganarse la  fama de asesinos  aunque así  no lo  fueran,  de otra manera  los humanos,  los  terribles humanos  acabarían por  extinguir  su raza.

 

----- Tal  vez,  si me  dejaras, si  tu…  si  tú me permitieras llegar  más  a ti, yo…. Quizás yo podría llegar  a  aliviar  un poco  tu  pena...------

 

Decía  aquello la  bella  mujer  causando en el  Kuro –riu un  sobresalto a su  corazón,  el siente como le  late  estrepitosamente aquel  dolido  corazón,  se  siente  nervioso y  es como si algo  dentro de su ser le  indicara  algo, voltea  a ver a la bella  Mizu no riuu,  esta le  regala  una  gentil  sonrisa  y  le  extiende la mano,  la  cual  toma  entre las suyas el  Kuro-riu.

 

Se  acercan uno al  otro mientras  sus  ojos  se funden  en su mirar,  la  bella  mujer  acaricia nuevamente  el  rostro del Kuro-riu y  este le  toma un mechón de  su largo  cabello,  lo  acerca  a su  rostro disfrutando de su  sutil  fragancia, sonríen al mismo  tiempo y la  bella  dama se  refugia  en los  brazos  del  dragón negro.

 

----¿¿Estas  segura  de  esto?no  te  arrepentirás después  de esta  decisión?? Si  sigues adelante… ya  no  podrás  tener un jinete,  si realmente deseas  esto, que sea porque  así  lo has decidido no porque te sientes  forzada  por la  circunstancias  que ahora  vivimos… porque yo…---

 

---Hablas  mucho, para  ser un Kuro-riu dime  mejor ¿¿estás dispuesto a vivir  conmigo a pesar  que  soy más  fuerte que vos?---

 

----¿¿Qué  dices?? Hahahahaha  mujer,  desde que  te  vi  nacer aquella  fría mañana y me vi reflejado en estos  bellos  ojos lo  supe,  sabía  que  debías  ser  tu… tu, y nadie  más…. Cuando un dragón  elije  a  ese  ser  especial,  lo  reconoce con  solo  verse a los ojos,  es por eso que  nadie puede domarme,  es por eso que nadie puede doblegarme,  solo tú, siempre  has  sido  tu bella Zukuyomi. A  nadie más  la  pertenece mi  corazón.-----

 

----Kurogane…!!!  Te  amo,  siempre  te  amare,  cuando nuestro tiempo termine, deseo de  todo corazón  volver a  encontrarnos  en otra a vida y unirme una vez más  a ti----

 

---Entonces… está decidido,  el  clan del  norte y el  del  sur  se unen  con  nuestro  enlace, ahora  llevaremos a cuestas el  destino de los  nuestros------

 

-----Mientras  estemos  juntos lo lograremos Kurogane----

 

FIN DEL FLASH BACK

 

----Kuro-rin…  es  verdad  eso de que si se  ven reflejados en los  ojos  de quienes los  dragones  aman  es un amor  para siempre?  Eso es lo que paso con nosotros??  Tú  te  viste en mis ojos?? Te  enamoraste de mí a  primera  vista??------

 

Decía  un jinete  muy curioso y algo vanidoso le  veía  con malicia  y a la ves  con alegría, le  encantaba poner en  situaciones  difíciles  a  su  dragón le  gustaba  verlo avergonzado pues  al conocerle lo recio y  de duro  semblante, que  dijera  cosas tan sentimentales no están dentro de su parámetro de  chico  rudo o al menos eso pensaba el  rubio, y por  otra parte  le encantaría  confirmar  si  en verdad  desde el primer  día que se  vieron en el bosque fue que el  dragón quedo  prendado de él.

 

----No te basta con tenerme aquí? No te es  suficiente con saber que  te  amo? Que mas  prueba  quieres  estúpido rubiales para  saber  que eres  el dueño absoluto de mi  ser?-----

 

Las palabras que  daba  Kurogane a Fye lo hacían sentir  feliz, y a la  vez le sorprendían pues  era  de las pocas  ocasiones  que decía sus  sentimientos  tan  libremente, sin pena ni tapujos,  algo que  siempre le  ha  admirado  a su dragón  es  la  franqueza  que  tiene,  el jamás le ha mentido,  siempre  habla  con la  verdad y dice lo que  piensa y siente,  es por  eso que  aunque  a  veces  se muestre   fiero y frio en realidad  arde  de  amor  por  su jinete.

 

------Eso  no  contesta  mi pregunta  Kuro-pon, ¿dime, dime, te enamoraste de mi a primera  vista? Cuéntame,  cuéntame… como  fue, como es  que los  dragones  eligen  a quien aman dime  más  sobre  ti, sobre  tu  familia.-----

 

----Mi  familia  ahora  solo  eres  tú y nuestro hijo,  son  el centro de mi universo  Fye,  por qué quieres  que  te  cuente  algo que  ya  lo deberías  saber-----

 

----Porque  quiero  saber  todo de  ti, porque  a pesar  que  somos pareja,  a pesar  que  nos  amamos, aun y a  estas alturas en la  situación que vivimos, pronto seremos padres y  yo… yo  quiero  saber más  de  ti,  saber  más  de  cuando  eras un Kuro-rin chiquitín, de  cómo era  tu madre, tu padre, que me cuentes  todo de  ti… yo!..-----

 

Fye se detiene de sus  peticiones al  ver la  mirada triste  que tiene Kurogane, nunca en todo el tiempo de conocerle lo  había  visto  así.  Guarda silencio el oji zafiro y baja la  cabeza, siente que ha dicho  algo que no debía, o que  quizás le  exige  más  de lo que  el  dragón negro puede dar.

 

Da un pesado  suspiro Kurogane y se levanta del  piso, extiende  su mano para que  Fye  se levante, a lo que  su  rubio acata al  momento la  petición levantándose del  piso  también, Kurogane lo  deja sentado en la  cama y acaricia  su  rostro, sonríe  de una manera  relajada  aunque  su mirar sigue presente aquel  dolor.

 

----- ¿¡quieres  saber más  de  mi pasado?! Está bien te lo contare todo,  aún es  temprano para que  den el rondín los médicos, ven te llevare al lugar  donde  nací, y  donde  descansan mis padres,  allí te contare todo lo que  quieras saber de mí.----

 

Fye  le  toma la  mano  y  Kurogane resplandece por completo  envolviendo al  rubio en un  fulgor  rojizo, desapareciendo en el acto y reapareciendo  en una enorme cascada, Kurogane cae de rodillas muy, muy cansado, al parecer  hacer ese tipo de tele transportaciones le resultan extremadamente difícil a  los dragones, todo dependiendo de la distancia  en la que se  encuentren de punto  a punto.

 

-----¡¡Kurogane!! ¿Estás  bien??----

 

---ahhh….ahhh…. si… solo necesito recuperar  el aliento….hhhhaagg…----

 

---Wow,  que  lugar tan  hermoso!!¿¿Aquí vivías Kuro- puu??---

 

---Ya… ya  te he dicho que mi nombre  es…----

 

Kurogane  se  queda  por un momento  callado y  recuerda  algo  muy importante,  nunca le ha dicho  su  verdadero nombre  a  su jinete, solo aquel  que heredó de su padre.

 

---Mi  nombre,  mi  nombre es… You-Ou.----

 

Le  dice  el  moreno a  su jinete, el  cual se sorprende al  escuchar  aquello. ¿quiere decir que todo ese  tiempo  nunca  supo cómo se llamaba  su  amado,  que  ese nombre Kurogane,  no  era  su  nombre?? Fye  baja la  mirada, después de  todo tenía  razón, no  conocía nada del  y a pesar que le  dice que lo ama le tenía secretos,  quizás  para el moreno  simplezas más para  el rubio eran  importantes detalles de la persona que  amaba.

 

Kurogane  observa  con seriedad las reacciones de su  rubio y sonríe  de medio lado, piensa  cambiar pronto esa  tristeza  en una  dulce sonrisa.

 

----Cuando mi  padre y mi madre caminaban  juntos por  esta  tierra, cuando velaban por  el bienestar de los  dos clanes  del riuu`s los  Mizu y  los  Kuro un buen día decidieron que debían tener un hijo,  alguien en quien depositar  dicho compromiso y deber de preservar  la  especie, la estirpe como mi padre decía.

 

---¿¿por  eso es que  me  escogiste a mí?? ¿¿Solo para  preservar  tú  especie?? ¿¿Entonces… no  fue  amor a primera  vista y tampoco  fue que me amabas y por eso querías un hijo en común si no para  preservar  tu raza??-----

 

Decía  más  que triste  el  rubio  sentándose a la  orilla un rio donde  desembocaba aquella majestuosa  cascada plateada y  cristalina, Kurogane le  mira con seriedad y prosigue con su relato.

 

---- Mi casa quedaba  de aquel lado, justo al norte de este  rio,  un lugar  hermoso no te parece,  ven  dame la mano Fye, te mostrare algo,  quiero que  veas mi lugar  favorito cuando era un crio.---

 

Fye  mira con algo de molestia a su  dragón pues no contesto  ninguna de su preguntas anteriores y se sentía algo  usado y ofendido,  sin embargo decide acompañarlo después de todo él  fue quien le pidió le  contara  todo sobre  él.

 

Kurogane  toma  en  brazos a  Fye  y despliega  aquellas  alas  negras, sobrevuelan el lugar y llegan a lo que  aparentemente son ruinas de un inmenso castillo de corte oriental,  muy  propio de Kurogane, donde  se suponía  era la  entrada de aquel que alguna  vez  fuera un  imponente palacio creía un enorme  jardín de azucenas blancas,  todo el  lugar  estaba  atestado de  aquellas  bellas  flores, sorprendiendo un poco a el rubio.

 

----- ¿Este es… tu  lugar  favorito Ku…You-Ou?----

 

Dice  Fye con algo de molestia  al pronunciar  su  nombre, Kurogane  pudo  percibir ese tono entre  enojo y tristeza, mas  decide pasar por  alto todo aquello.

 

----Si, este era  el  lugar donde más le  gustaba estar  a mi madre,  este  jardín lo planto mi padre, una  a una de  estas  flores las  sembró para ella, cuando era  niño siempre estaba  aquí al lado de mis padres, y es en este lugar que  ahora descansan los dos…---

 

Esa  últimas  palabras fueron  apagándose al igual que  el  brillo en los ojos de  Kurogane, Fye  no  pudo evitar no darse cuenta de  aquel  rostro lleno de nostalgia y  tristeza en él,  quería preguntar  pero no se  atrevía, Kurogane  camino más  al  centro de aquel  fastuoso  jardín de  flores blancas, se  inclina y coloca su mano en algo  que no alcanza  a  ver  bien Fye, por lo que  decide acercarse más  a él,  cuando lo  ve se queda sin palabras  es una enorme  garra negra la  cual está en ella crecida  aquellas  flores  blancas que  cubren la mayoría de su  estructura, mas  a  delante  ve un increíble  espejo tornasol,  de  bellos  destellos  azul, violetas, plata y  celeste. Fye  no puede  evitar  acercarse  a  aquel majestuoso y  bello espejo  donde  se  refleja  su imagen algo distorsionada más el material de  este espejo es bellísimo,  Fye  no  puede  evitar  tocarlo Kurogane voltea  a verle y sonríe.

 

---Esa  es una de las escamas  del lomo de mi madre, lo único que pude  rescatar  de su  cuerpo, al igual que la garra de mi padre-----

 

Fye  voltea  a  ver a  Kurogane realmente sorprendido de lo que acababa de  decir, aquel espejo de no más  de 2 metros de  alto y  1.70 de  ancho  era una  escama del lomo de su madre,  y aquella  inmensa  garra negra pertenecía a su padre, se pregunta el mago que tan magnificentes y monumentales  eran los  padres de su  Kuro-riu.

 

----Ku… eto… yo… Kuro…  es  decir You-Ou... Gomen...----

 

----Si te  resulta  difícil llamarme por mi nombre  puedes seguir llamándome con esos  estúpidos nombres, aunque  preferiría me llamaras como a mi padre, Kurogane----

 

Cuando  dijo  aquello Kurogane  se pone por completo de  rodillas y saca su catana la  entierra a un costado de la  garra de su padre  mientras  la  empuña  con  fuerza,  tratando de  contener  unas  ganas  terribles por  llorar, no pudiendo hacer  aquello ,  el  gran y  poderoso  dragón negro termina liberando de sus ojos aquellas fugitivas  perlas cristalinas que  crean surcos por las tostada piel de aquel  hombre, Fye  esta  atónito, es la primera vez que ve llorar  a  Kurogane.

 

Es la primera  vez que lo  ve  débil  y vulnerable,  le  muestra  aquel  hombre gallardo y fuerte una  faceta sensible que no  conocía, Fye  siente una terrible  opresión en su pecho y no pudiendo soportar más ver  sufrir a su  dragón se  acerca  a él y lo trata de  consolar dando un par de caricias  en su  espalda, Kurogane siente  aquella  cálida caricia por parte de si jinete y  de un movimiento rápido captura en sus  brazos a Fye,  mientras  sigue  vertiendo de sus ojos  aquellas  lagrimas cargadas de dolor y desesperación, de una  terrible  tristeza y un miedo porque  se  pudiese  repetir la  historia.

 

Después de un  rato de  estar  abrazado a su  jinete y de sentirse por primera vez descubierto su corazón ante  el decide seguir con lo que tenía planeado y mostrar  todo de si a su muy amado Fye, se levanta y le toma la mano a  Fye,  este solo le  mira mientras aún siguen escurriendo de  vez en  vez aquellas lagrimas muestras de que  su  dragón por dentro  tiene un gran corazón y que  siente y sufre tanto o más que él.

 

---Chichiue, Hahaue… él es Yuui D` Flourite, él es la persona  en la que me entrego a cuerpo y alma,  es quien me dará un hijo y  a quien más amo en el mundo,  quiero  formar con él  un  hogar  y  darle a él  y mi hijo todo mi amor y protección, desafortunadamente también es mi  jinete pero eso es otra  historia… Chichiue, Hahaue quiero que lo  conozcan y nos den su aprobación, pues cuando  todo esto acabe he de casarme con él.

 

Dicho  aquello una  enorme  ráfaga de  viento soplo por todo el campo de  flores  liberando un sinfín de  pétalos de aquellas  azucenas,  una  fresca  fragancia  se percibía en el  aire y  los  atuendos de Fye  cambiaron,  traía puesto una yukata  blanca con detalles en plata y  oro,  con un par de dragones  bordados al calce se sus  pies que  iban en acenso el  ogui era negro y un anillo con un  rubí se  materializo en la mano derecha de  Fye, fundiéndose con el que ya le  había entregado Kurogane  el  día que le  propuso matrimonio en los pasillos del instituto.

 

----¿¿¿¡¡¡Pero qué es  esto!!!??----

 

Pregunta  sorprendido el  rubio que no acaba de  comprender  que  ha pasado,  de la enorme  escama  tornasol un destello se hace presente y sale  disparado asía el  rubio una  daga la  cual queda suspendida  en el  aire frente a este, los ojos  azules de  Fye  quedan más que abiertos,  la hoja de la daga está  hecha  de la  escama de la  madre de Kuro, Fye  voltea a  ver  a  Kurogane el cual  le sonríe  y asintió con su cabeza para que Fye  tomase aquel objeto,  al  tomar con su mano el oji zafiro la  bella  daga,  vuelve  a  surgir otra metamorfosis convirtiendo la  daga en una  extraordinaria  espada de  doble  filo.

 

----Esa,  es la  espada de mi madre,  ellos  te  dan con esto la  bienvenida a la  familia----

 

Dice Kurogane  sonriendo de medio lado al  ver lo sorprendido y  conmovido que  se pone su querido  jinete,  quien  aún no acaba de  comprender que  pasa, cuando siente  una  energía  que  se  va presentando Kurogane  saca  su catana de la  tierra y la  presenta ante  Fye, se inclina ante el con la hoja de la misma en sus manos, le voltea a  ver y le dice.

 

---Hago aquí pues mi juramento, ante mi señor, mi jinete,  mi único dueño a quien sirvo y amo, aquel quien conoce mi  verdadero nombre, aquel quien conoce mi corazón y alma y  frente a mis padres,  juro mi lealtad y amor para toda la eternidad, como hombre y como el ultimo Dragón negro. Aquí y ahora juro siempre protegerte con mi  vida, amarte con mi alma, y no dejar que te  apartes de mi corazón.

 

Fye siente una  gran emoción, y una calidez lo invade por dentro allí  tenía  a su dragón jurándole amor y  fidelidad por el resto de su  vida, mas algo  extraordinario pasa, una  luz aparece a espaldas de  Fye y  siente como unas  cálidas manos  se posan a cada  lado de su  ser,  el  rubio voltea a su lado derecho y  allí  está el padre de Kurogane, es prácticamente idéntico a  su  Kuro mas  este  tiene  una  coleta y  los mechones de enfrente de su  rostro son más largos,  en eso  voltea a la izquierda y  esta  la  madre de Kurogane, de  bella  tez blanca y ojos marrones,  tan grandes y  expresivos siempre mostrando una piadosa mirada. Ambos padres le sonríen y asienten con la cabeza, escucha  Fye una  melodiosa  voz al momento que se  van desvaneciendo ambos seres de luz.

 

----En  tus manos  dejamos a nuestro muy amado  hijo,  cuida de él,  Yuui… cuida y ama a nuestro hijo de la misma  manera que él lo hace por ti----

 

La  bella  dama  desaparece  y  Fye  voltea a  ver a  Kurogane el cual  sigue mirándole con aquella destellante  fuerza  en sus ojos  rubí,  otra  voz  casi  tanto  o más potente a la de Kurogane se  hace resonar.

 

----No solo te  ha escogido a ti como su jinete, sino que te  elige como el portador de sus  hijos, nosotros los  dragones negros, jamás permitimos tener  un jinete, tú te has ganado el corazón de mi hijo… confía en él,  nunca  dudes que él te  protegerá de todo mal, Yuui D`Flourite. Mi  hijo te ama cuida  de  el  por  nosotros.-----

 

Desaparece aquel otro ser  de luz  con aquellas  últimas palabras, al parecer  Kurogane  no logro escuchar nada de lo que  dijeron sus padres, es más  ni siquiera  los  logro ver,  estos  solo se mostraron ante Fye, para  encargar  bajo su  cuidado a su muy amado  hijo, de los  ojos de Fye derraman lágrimas de felicidad,  es verdad nunca  Kurogane le  dice cosas  lindas, quizás  siempre  están  discutiendo o  cuando se conocieron no se lo llevaron de lo mejor.

 

Mas  ese  dragón negro resulto  teniendo un gran corazón y un infinito amor por  él, y eso le ha conmovido hasta las lágrimas, se siente  feliz,  tan  feliz que  no desea nunca le separen de su querido Kurogane,  ahora más que nunca  tiene  bien claros los  sentimientos de su dragón asía  él y por  su parte no le  cabe la menor  duda,  Kurogane  es y siempre será  suyo.

 

----Te  amo Kurogane,  te amo con todo mi corazón----

 

Fye  termina  abrazándose  a  su  Kuro-riu y  besándole  con gran pasión,  mientras  gruesas lagrimas aún siguen brotando por  aquellos  zafiros, su  corazón late  con alegría  al  saber que  es tan amado,  no  se  equivocó su corazón al  decir aquello de  pequeño, el  esperaba  a un ser de  destellantes ojos y de piel tan hermosa  como el bronce y allí lo  tenía plantado a sus  pies aquel enorme  dragón negro de ojos  rubí.

 

-----Entonces…  ningún Kuro-riu tiene  jinete, y si tienen  a un hijo es por que  aman a esa persona  verdad---

 

----¿¿¿¡¡¡¡Idiota,  hasta  ahora  es que te  das  cuenta!!!???-----

 

----Bueno es que lo que  dijo alguna  vez  Owen, sobre los  dragones…. Pues  yo…

 

---- Es  verdad la oxidiana representa nuestro corazón y también es verdad que elegimos a  nuestro jinete,  pero en la raza de los  dragones negros  jamás  hemos  tenido un  jinete,  somos  seres libres, que no obedecemos a nadie que no amemos claro está.----

 

----Entonces,  si  fue  amor  a primera  vista  Kuro-tan!!---

 

----Como jodes,  si, si, si,  fue  amor a primera  vista  Fye.  Te  amé  desde el primer instante que te  vi….¿¿contento??----

 

----Seeee….:3  muy contento Kurogane----

 

La  brisa  soplaba  en aquel  campo de  flores meciendo  las  bellas  azucenas al compás del  latir de  un  solo corazón divido  en dos  seres que  se aman  día a  día más y más.

Notas finales:

Eto….  Creo que este capítulo estuvo algo  cursi  Hahahahaha pero  de  todas maneras  me  gustó  mucho  espero  también a  vosotros os  haya  resultado  agradable,  muchísimas  gracias por  seguir  la  historia  agradezco enormemente  vuestros comentarios en espacial a Sharedey-chan, Luz Bell y claro a  Maite-chan al igual  que  a  todos  los que  siguen la  historia  mil  gracias por leerla,  pronto subiré  más capítulos!!!

 

Bueno sin más por el momento me  despido de  vosotros  nos leemos en el siguiente.


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