Ya habían pasado tres semanas desde que Sasuke salió de aquel encierro para pasar a la unidad de cuidados del trío de donceles, agradecía que Kisame se apiadase un poco de él y le dejase caminar un poco por el jardín de la casa.
Aquel día en especial salió el sol, mostrando sus finos y delicados rayos, calentando los entumecidos músculos de su cuerpo, después de dar unas pequeñas vueltas por el jardín, caminó hasta sentarse en una silla de mimbre, alzó su rostro, formando una pequeña sonrisa al sentir los suaves rayos del sol sobre su nívea piel.
Unos suaves ruidos dentro de la casa le llamaron la atención, frunció suavemente su ceño, sabía que su papi había salido de compras junto con Naruto, Akio y Kakashi o eso le había dicho Kisame antes de encerrarse en el despacho junto con Itachi.
-¿Padre? -Sasuke camino lentamente, temiendo encontrar a algún doncel, pero tan solo vio la ancha espalda de su padre de pie; el patriarca de la familia Uchiha se encontraba con sus hombros levemente tensionados, observando fijamente el inmenso y hermoso paisaje por la ventana.
-Mañana es el juicio contra Namikase. -Sasuke apretó fuertemente sus puños y arrugo su ceño, al mismo tiempo que su padre se volteaba a servirse una copa de wiski.
-Quiero ir. -El más joven sintió las grandes pero suaves manos de Fugaku sobre sus hombros, mientras le ayudaba a caminar lentamente hasta uno de los sofás.
Fugaku soltó un ligero suspiro, sabía que su hijo estaba esperando el juicio más que nadie y era que Sasuke esperaba mostrarle a aquel hombre, que había podido salir de aquel lugar, mostrarle que sus tres hijos eran o estaban aprendiendo a ser felices y unidos.
-¡Teme! ¿Qué haces caminando? -La voz de Naruto se escuchaba molesta desde la puerta principal.
Fugaku sonrió al ver como el pequeño doncel se acercaba con pasos agigantados hacia ellos
-Naru. –El menor volteo su mirada furibunda para sonreírle a Kisame. –Sasuke necesita hacer un poco de ejercicio. Es bueno que mantenga sus músculos en movimiento.
-Pero... yo solo me preocupo por el bastardo. –El rubio menor agacho levemente su rostro, Itachi sonrió enternecido al ver lo adorable que era su futuro cuñado y era que las hormonas habían alborotado todo el sistema nervioso del joven doncel.
-Y yo te lo agradezco, amor. –Sasuke acarició suavemente la mejilla de su pequeño y le besó tiernamente sus labios. – ¿Qué tal si vamos un rato a nuestra habitación y me ayudas a entrar en calor?
Sasuke se ganó un ligero golpe en la cabeza por parte de un Naruto sumamente avergonzado, pero luego sonrió al ver como su pequeño intentaba caminar rápidamente con esa pancita ya de casi cinco meses; todos vieron como Sasuke se ponía de pie, mientras seguía a su rubio, escaleras arriba.
-Está más pervertido que antes. -Itachi pasó sus brazos alrededor de la cintura de su doncel, escondiendo su rostro en la curvatura de su cuello, sonriendo feliz al saber que dentro de ocho meses, él también seria padre.
-Es lo único que aprende de tí, Ita-nii.
Akio ingresó a la casa, dejando unas bolsas en el camino de la entrada, mientras esperaba a que su papi llegara con el resto; Fugaku sonrió suavemente al ver a sus hijos discutir y salió a ayudar a su esposo con las compras.
Naruto se vio rápidamente empotrado entre la puerta de su habitación, cruzó sus brazos alrededor del cuello del moreno, mientras su boca era invadida por la lujuriosa lengua del mayor; gimió al sentir como era levantado y cruzó sus piernas alrededor de su ancha cintura.
Sasuke pasó sus brazos, quitando la fina camisa del menor, volviéndose loco al querer desabotonar aquel ajustado pantalón; sonrió entre los delgados y rojos labios al sentir las pequeñas manos de su novio querer sacarle su polo.
El doncel, gimió excitado al sentir las frescas sábanas sobre su espalda caliente; intentaba retener sus gemidos, mordiendo su labio inferior, agarró con fuerza las suaves sabanas entre sus manos y soltó un gemido cuando sintió que su miembro era succionado por la boca del moreno.
No pudo evitar empezar a removerse entre aquella cama que compartió muchas noches solo; abrió levemente su boca intentando aspirar aire para sus pulmones, sus mejillas se sonrojaron al sentir como aquella lengua se movía lujuriosa por todo su pene; no pudo más y llevo sus manos a los cabellos de Sasuke, obligándole a hacer las penetraciones más profundas y rápidas, no pudo más y soltó toda su esencia en la boca del mayor, quien no tarde en tragarlo.
Sasuke sonrió al ver el pequeño y menudo cuerpo desnudo y sudoroso de su doncel, debajo de su fuerte cuerpo, colocó sus manos alrededor de la cabeza del rubio y acercó sus labios a los del pequeño.
Los labios del rubio se encontraban hinchados y enrojecidos al igual que sus mejillas, su respiración era rápida, su pequeño pecho subía y bajaba haciendo notar sus pezones más hinchados que lo normal, mientras que sus hermosos ojos azules se encontraban siendo opacados por una capa de lujuria, amor y desesperación
Naruto alzó sus brazos, llamando en silencio el cuerpo de su novio, Sasuke sonrió suavemente y le besó con demasiada suavidad, con demasiado amor, mientras le daba de probar un poco de su propio semen.
Naruto gimió al sentir los dedos del moreno atravesar suavemente su entrada; los médicos habían dicho que lo mejor era que no mantengan nada de "ejercicio físico" así que Sasuke tan solo soltó un bufido abatido, mientras que el menor tuvo que morderse los labios para no sentir el cuerpo de Sasuke.
Naruto volvió a llamar al azabache y este se acercó y apretó fuertemente uno de sus pezones, mientras le iba penetrando lenta y tortuosamente.
El doncel respiro abatido al sentir como el gran miembro del moreno empezaba a agrandarse en su interior; Sasuke escondió su rostro en el ángulo de su cuello y le escucho suspirar agitado.
Sasuke sintió las pequeñas manos de su rubio sobre sus hombros y sin ninguna fuerza el menor se posó sobre el cuerpo del varón, sin separarse de aquel glande; cerró suavemente sus ojos al sentir la suave mano del mayor sobre su mejilla y sonrió amorosamente dándole un pequeño beso sobre su arrugado entrecejo.
Las manos del doncel acariciaron lentamente el rostro varonil del moreno, bajó lentamente sus manos para acariciar su pecho, su estómago, acarició suavemente las pequeñas cicatrices que habían quedado en su piel; besó lentamente cada parte de su cuerpo, sintiendo las suaves manos del moreno sobre sus rubios cabellos.
Sintió como las lágrimas empezaban a acumularse en sus iris azules, mordió suavemente su labio inferior, mientras acariciaba cada parte de aquel níveo rostro.
Sasuke observó embelesado como el pequeño doncel empezaba a cabalgar sobre su miembro, el sonido de sus bolas chocando contra las firmes nalgas del menor; Sasuke apoyó parte de su peso sobre sus codos para levantar la mitad de su cuerpo y atrapar uno de sus hinchados pezones.
Las pequeñas y suaves manos de Naruto se enredaron entre los cortos cabellos azabaches, gimiendo fuertemente, escondió su sonrojado rostro entre la mata de cabellos del varón y soltó un fuerte jadeo al sentir la gran mano de Sasuke apresar con lujuria su palpitante y pequeño miembro.
El varón coloco sus manos sobre la cadera del pequeño obligándole a apoyar, nuevamente, su espalda sobre las sábanas; Naruto quiso cubrir su boca con las palmas de sus manos, pero las grandes manos de su novio apresaron sus muñecas; mientras que Sasuke arremetía su miembro contra la entrada del pequeño.
-¡Sa... Sasuke! –Sasuke escuchaba los fuertes jadeos del doncel, haciéndole sentir pleno, sintió como el menudo cuerpo del rubio se estremecía para luego levantar sus caderas, obligándole a hacer las penetraciones más profundas.
Naruto jalo fuertemente los cabellos del moreno, obligándole a alzar su rostro para apresar sus labios contra los suyos; Sasuke sintió como Naruto derramaba su semilla entre su mano y gimió al sentir como las paredes del interior empezaban a apretar su palpitante miembro.
Hizo más fuerte y más rápidas las últimas cinco embestidas para soltar todo su semen; Naruto jadeaba fuertemente y abrió sus brazos para recibir el cuerpo cansado de su novio, Sasuke se acurrucó como un bebé entre esos delgados brazos y sonrió al escuchar el rápido palpitar de aquel corazón.
-Te amo. –Naruto jugó con los cabellos del varón y sonrió suavemente al escuchar aquellas suaves y pequeñas palabras, gimió frustrado al sentir como el miembro abandonaba su interior, mientras que Sasuke se desenvolvía con sutileza de sus brazos, le vio abrir su cajón de la pequeña mesita de noche.
El sueño empezaba a ganarle, pero deseaba ver cuál era la causa de la sonrisa del mayor, frunció suavemente su ceño al sentir los labios del moreno sobre su frente.
-Cásate conmigo.
Aquellas palabras, a pesar de que tan solo fueron susurradas, sonaron como un taladro entre sus oídos; el sueño se le fue enseguida, haciéndole espabilar, sus ojos azules observaban con detalle el rostro del mayor.
Sasuke se acercó para tomar entre sus manos la pequeña mano izquierda del doncel y besarla suave y lentamente; Naruto sintió como sus lágrimas empezaban a cubrir sus ojos al ver la hermosa sortija que aun yacía en la pequeña cajita negra.
Asintió y rió como loco al ver como el moreno botaba el aire que había mantenido en sus pulmones.
-Si. ¡Si quiero!
Sasuke colocó la pequeña sortija de plata en el dedo anular del rubio para luego abrazarlo fuertemente; Naruto cruzó sus piernas alrededor de la cintura del moreno para volver a consumirse en un apetecible beso.
Sasuke sonrió lujurioso cuando su novio, ahora su prometido; introducía su palpitante miembro en su pequeña y estrecha cavidad, gruño por lo bajo al sentir su propio semen aun en el interior del pequeño, mientras que Naruto entrecerraba sus ojos al sentir como el miembro del varón empezaba a hincharse nuevamente.
Naruto se removió lentamente pero rápidamente se quedó quieto al sentir el calor que le había acompañado toda la noche, frunció suavemente su ceño al sentir una fuerte punzada en la parte baja de su espalda, abrió rápidamente sus azulejos, llegando a sonrojarse al encontrarse envuelto entre las largas y fuertes extremidades de su novio.
El fuerte pecho de Sasuke subía y bajaba suavemente, levantó levemente su sonrojado rostro, notando las largas pestañas negras del varón, con las yemas de sus dedos acarició suavemente aquella piel, tan fría y caliente a la vez.
Sonrió suavemente cuando el moreno empezó a removerse levemente, haciendo más fuerte su agarre, pasando su brazo por el hinchado vientre del doncel; Naruto aprovecho para cerrar sus ojos e intentar dormir un poco más.
Un sonido algo ronco empezó a inundar la habitación y Naruto empezó a removerse algo inquieto, quiso separarse suavemente de los fuertes brazos de su novio pero Sasuke no le dejaba.
-Teme, despierta. –Sasuke arrugó suavemente su ceño al sentir como sus mejillas eran pinchadas por unos dedos. –Tu hijo tiene hambre.
Los ojos de Sasuke se abrieron con demasiada prisa para observar tan de cerca los brillantes ojos azules de su novio y sonrió suavemente, acarició la sonrojada mejilla del menor para besar sus hinchados labios.
-Bien, pero antes debemos bañarnos.
Naruto no pudo decir nada más ya que sintió los fuertes brazos del mayor pasar por su delgado cuerpo para levantarlo.
-¡Teme! –El cuerpo desnudo del rubio se vio cubierto por el agua tibia de la ducha, se vio rodeado por los fuertes brazos del moreno y sus labios fueron rápidamente invadido por la lengua del mayor.
Las manos de Sasuke recorrieron cada parte, cada centímetro escondido del cuerpo del menor, escuchó los fuertes jadeos de Naruto, mientras lo alzaba para que rodeara su cintura con sus piernas, notó que sus caderas ahora eran un poco más anchas que cuando lo conoció, sintió el calor que emanaba del vientre.
Naruto gimió fuertemente cuando el miembro palpitante de Sasuke se introdujo en él, cruzó sus brazos alrededor de su cuello y ocultó su rostro en los cabellos mojados.
Naruto bajo lentamente las escaleras, sintiendo las suaves pisadas de Sasuke detrás suyo; sus mejillas se sonrojaron al ver la mirada bruna de Itachi y la pequeña y singular sonrisa de Fugaku sobre su cuerpo. Deidara golpeo suavemente las cabezas de los dos varones para luego sonreírle al rubio menor.
-Ven Naru; seguro debes estar muriendo de hambre. –Naruto se vio siendo jalado por las suaves manos del doncel, mientras que Sasuke se sentaba sobre una de las sillas del comedor.
Sasuke observó cómo los tres donceles de su familia se encontraban preparando la cena; sonrió suavemente al ver el vientre levemente abultado de Kisame, observó cómo su pequeño hermanito recorría de un lado a otro toda la cocina.
Frunció suavemente su ceño al observar cuidadosamente el cuerpo de su papi, quiso ponerse de pie pero la mano de Itachi sobre su hombro se lo impidió.
-Gaara me ha llamado. –Naruto se dio una media vuelta, con la mitad de la manzana dentro de la boca y la otra en su mano. –Konohamaru quiere ir al juicio de Minato.
-Supongo que Kenshin también va a ir. –Sasuke asintió suavemente, mirando como los hombros de su prometido se tensaban levemente.
-Yo también voy-ttebayo.
Sasuke asintió suavemente, mientras se ponía de pie, besó la cabeza de su pequeño novio y siguió con pasos tranquilos, los rápidos pasos de su papi, encontrándolo con la cabeza gacha dentro del inodoro.
Deidara sintió como una toalla húmeda pasaba suavemente por su sudoroso rostro, se mordió la lengua y alzó su rostro para encontrarse con los brillantes ojos de su amado Sasuke.
-¿Te sientes mejor? –El doncel asintió suavemente siendo arrullado por los fuertes brazos de su hijo. -¿Otou-san lo sabe?
Sasuke sintió como el cuerpo de Deidara se tensaba levemente entre sus brazos y él tan solo lo aprisionó suavemente.
-Tengo miedo, Sasuke. –Deidara escondió su rostro entre las palmas de sus manos al recordar el alumbramiento que tuvo, cuando Akio nació.
Sasuke apoyó su cabeza sobre el mármol frío de la pared, recordando cuando el médico salió de la sala de cirugías, para pedir el permiso del esposo para proceder con la cesárea. El pequeño Akio nació con siete meses, debido a una crisis que tuvo su papi.
Deidara aún recordaba las frías palabras del médico. “si no se cuida en el próximo embarazo podría suceder un aborto”
-Pero papi; sabes que oto-san quiere tener más hijos. –Deidara alzó suavemente su rostro para observar la pequeña sonrisa de su hijo. –Todos vamos a poner de nuestra parte para que este pequeño nazca; sano y salvo.
Las noticias habían volado por todo el mundo, muchos periodistas se habían detenido en la puerta principal del edificio del juzgado, el sonido de los flashes retumbaban entre el silencioso viento.
Las puertas del auto de lunas blindadas se abrieron, mientras que los hombres de seguridad formaban dos barreras para que los reporteros no se abalanzaran contra la familia Uchiha.
Sasuke al igual que su padre, su hermano y Gaara pasaron sobre brazos alrededor de sus donceles, Fugaku caminó con su porte erguido de todo un Uchiha, mientras que Naruto y Konohamaru eran bombardeados por fuertes preguntas.
El lugar era tan grande, mostrando las altas columnas, las grandes y espaciosas salas, mientras que en el fondo había un hermoso jardín.
Un hombre de uniforme negro se encargó de hacerlos pasar a la sala. Sasuke besó suavemente los cabellos del rubio y caminó junto a su padre hasta la pequeña mesa, donde ya se encontraba su abogado; Asuma Sarutobi.
Un hombre de unos cuarenta años aproximadamente de ojos marrones y cabello corto de color negro; uno de los mejores abogados de todo Japón y amigo cercando de la familia Uchiha.
Todas las miradas se posaron rápidamente sobre el cuerpo de Minato Namikase, cuando apareció siendo escoltado por dos guardias.
-Namikase Minato. Póngase de pie. Se le informa de su derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable. Si va usted a declarar, responda a las preguntas del Ministerio Fiscal.
Asuma se puso de pie y se acercó hasta Minato, quien ya se había puesto en su lugar; Naruto se removió incomodo cuando los fríos ojos de su padre le miraron fijamente, sin mostrar ningún signo de culpa.
-Al señor Namikase se le acusa de conspiración junto con Orochimaru Sanín de secuestrar a mi cliente. ¿Es verdad que usted conspiró junto con Orochimaru para poder apoderarse de las empresas Uchiha? ¿Es verdad que usted conspiró para que el avión numero 303 explotara, pensando que en él, viajaban Fugaku Uchiha, su hijo mayor y Kakashi Hatake? ¿Es verdad que usted…
Las palabras que había soltado del Fiscal se quedaron en el aire, cuando el rubio levantó lentamente su mano para hacerlo callar; Asuma al igual que todos los presentes fruncieron sus ceño al observar como Minato observaba con sus ojos fríos a un lugar fijo.
-Es verdad, todo es verdad. –Asuma tensó sus hombros al escuchar la voz tan gruesa y raspada del rubio. –Yo abandoné a ese niño, yo abandone a mis dos hijos donceles; es verdad que planee con Orochimaru secuestrar al hijo de Uchiha Fugaku, es verdad que mandamos a volar ese avión.
Naruto apretó fuertemente sus manos sobre sus muslos, mordió suavemente su labio inferior al escuchar todo lo que soltaba su padre, Kenshin apoyo suavemente su mano sobre la de su hermano mayor e intentó sonreírle suavemente.
-Es verdad que Kenshin me ayudo a la fuerza, ese bastardo me engaño.
Las miradas de los jueces se posaron sobre Kenshin, unas bancas más atrás y los oficiales tuvieron que acercarse rápidamente a Minato para tomarlo fuertemente por los brazos antes de que se abalanzara contra los menores.
-¡Orden! –El pequeño martillo de madera del juez resonó con fuerza en toda la sala, haciendo callar los fuertes murmullos.
-Veo que el señor Namikase Minato se culpa de todos los cargos en su contra. –Asuma caminó lentamente hasta su asiento, mientras escuchaba las palabras del Juez. –Será condenado a treinta años de prisión por extorsión y secuestro por parte de Uchiha Sasuke y Namikase Kenshin; también será condenado a cadena perpetua sin libertad condicional por la muerte de las personas del avión 303.
Todos los presentes se pusieron de pie cuando el juez volvió a chocar el pequeño martillo contra la mesa, dando por finalizada la audiencia.
Konohamaru corrió hasta el cuerpo de Sasuke, para aferrar sus cortos brazos alrededor de la cintura del moreno.
-Gracias, muchas gracias. –Sasuke sonrió suavemente y acarició los cabellos del pequeño doncel.