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Amor Forzado por redangel

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Notas del capitulo:

perdon por no publicar el viernes como les dije mi cable se murio y sin el no funciona pero me he conseguido otro asi que aqui les dejo el cap

 

No puedo creer que este con mis maletas y mis cosas en la puerta de la casa de los Ginovaef que situación más horrible, estoy con mi padre a quien no me digno de mirar, abren la puerta y resulto ser nada más y nada menos que Jill, se veía fatal como si no hubiera dormido me alegro al verle en ese estado, nos invita a pasar. Su padre aparece detrás de ella y les indica a algunas personas de la casa que lleven mis cosas a mi nuevo cuarto suspiro de mala gana al escuchar eso, en aquel momento Jill desaparece de mi vista y nos quedamos a solas los tres.

-          Bienvenida a tu nuevo hogar Sarah, espero que sea de tu agrado mi casa- sonrió amablemente el padre de Jill, aun que no quería por educación y por no dejar mal al señor Ginovaef respondí de buena gana

-          Gracias… señor Ginovaef espero poder adaptarme, es una bonita casa- sonreí falsamente

 

El amablemente me enseño toda la casa y me presento a sus empleados, lo interesante de esta casa es que es gigante y tiene un dojo grande, el señor Ginovaef me dijo que ahí pasa la mayor parte del tiempo su hija con su maestro, la gente que trabajaba ahí se presento y fue bastante amable y al final me llevo a mi nueva habitación en la que estaban mis cosas.

-          Cualquier cosa que necesites puedes preguntarle a alguien o a Jill la habitación enfrente de la  tuya le pertenece- sonrió y dicho esto se marcho para darme más privacidad, coloque mi ropa en el armario y acomode mis cosas la habitación era bastante grande creo que incluso más grande que la mía, la cama era de dos plazas tenía una mesa de noche con una lámpara, el armario estaba enfrente de la cama y en la esquina cerca de la ventana estaba una mesa de estudio.   Luego de terminar  de ordenar pensé que podría relajarme tomando una ducha, así que tome mi toalla y mis cosas y fui al baño donde me había mostrado el padre de Jill, al entrar me topo con una situación bastante incómoda, me sonroje levemente   y aparte la mirada. La razón de esto era que estaba Jill la tomando un baño en una tina bastante grande.

-          ¡¡¡IDIOTA!!! ¿Qué no te enseñaron a tocar la puerta?- dijo Jill avergonzada mientras se tapaba sus senos con sus manos y se hundía aun mas en el agua- no te quedes parada cierra la maldita puerta-

Sin darme cuenta y por inercia cerré la puerta quedando dentro de aquel baño, Jill me miro impresionada ante mi movimiento.

-          ¿Por qué sigues aquí?- dijo enojada- acaso ¿te quieres bañar conmigo?- levanto una ceja

-          ¡¡¡QUE!!! ¡¡ESTAS LOCA!! Ni de sueños-  me negué

-          ¿Entonces qué haces todavía acá?-

-          Ya me voy- le di la espalda y me dispuse a irme, pero me encontré mi mayor temor, vi caminar a un insecto, di un gran grito y retrocedí bruscamente, sin darme cuenta tropecé con algo y caí en la tina donde estaba Jill empapándome, Jill se aparto y me miro incrédula luego vio el lugar para averiguar el por qué grite diviso el pequeño insecto y comenzó a reír de buena gana yo me senté avergonzada y al verla reírse le tire agua para que se atragantara.

-          Te da miedo un simple insecto… vaya eres toda una princesa… ¿he? Sarah- sonrió con malicia  

-          Estúpida no te burles de mi- le dije mientras me sonrojaba

-          Escuche gritos ¿Sarah estas bien?- pregunto alguien me consto reconocer pero al parecer era el padre de Jill

-          Está bien, solo se asusto- dijo Jill en aquel momento la mire feo, esperen ella acaba de hablar, estamos juntas en el baño eso  se malinterpretaría mal. No debía dar ese tipo de señales. Salí de la tina toda empapada, vi que Jill me miraba con una sonrisa malvada, sabía que iba a decir algo- descuida papa, está bien, me estaba bailando sensual y… ¡auch!- le lance el shampoo, totalmente enojada y avergonzada, como se le ocurre decir semejante mentira.

-          Cállate estúpida, no digas estupideces- le dije en voz baja

-          Era broma- dijo sobándose la cabeza- por cierto deberías secarte tu ropa, se empieza a transparentar- rio, yo me tape, esa Jill era una maldita pervertida, esta hallando el modo de molestarme y no se lo iba a permitir, le lance otra cosa y estaba vez ella la esquivo, esta vez ella se enojo y se levanto inconsciente

-          Oye idiota eso no era por molestarte- se había parado y pude verla desnuda cosa que me avergonzó demasiado

-          Estúpida tapate- me cubrí los ojos 

Me tape los ojos y luego de un momento sentí la puerta abrirse y cerrarse, al abrir los ojos estaba sola en el baño.

-          Vaya escenita- suspire pesadamente, cerré la puerta con seguro cosa que debió haber hecho Jill y me desvestí para ducharme y me metí a la tina, el agua estaba deliciosa  y me permitió relajarme y olvidar aquella vergonzosa escena, quería olvidar haber compartido tina por unos segundos y el haber visto su cuerpo.

-          No era plana- pensó pero luego negó con la cabeza y descarto ese pensamiento tan tonto

      

     Mientras tanto Jill se reía bastante de aquella escenita, ella había ido a ducharse para relajarse un poco, después de que Sarah se mudara a su casa todo había sido un caos, había cerrado los ojos un momento y olvidándose de todo por unos momentos sintió que la puerta se habría, ¿diablos no le puse seguro? Fue su pensamiento al abrir los ojos vio a Sarah sonrojarse al verla así, le pareció chistosos esa exageración al verle así no eran acaso ambas mujeres se supone que tenían lo mismo o ¿no?

Luego como para rematar el momento ella cayó en la tina con ella, luego de mirar incrédula la situación miro el por qué grito y fue por ver un insecto, la casa está hecho casi en su totalidad de madera, es antigua ya que ha pasado de generaciones en generación, así que es normal encontrar uno que otro insecto, al parecer ella no está acostumbrada podría sacar ventaja de esto. No me agrada ella así que sería más fácil para mí molestarla.

Recordé con gracia cada momento de ese encuentro, le molesto de sobremanera lo del baile sensual,  tanto que me tiro el shampoo.

-          Será divertido averiguar qué es lo que te molesta y te asusta princesa- sonreí con malicia- será divertido mientras dure-

A la mañana siguiente me levante temprano, me costaría olvidar ese habito de despertarme temprano, si es que quería descansar, solo por hoy me levante y me fui a desayunar, me comían las ansias de terminar el libro que hace unos días había comprado. Luego de desayunar me acosté en el sillón y empecé a leerlo, definitivamente amaba como escribía esta autora la forma en la que te envolvía el misterio,  querías descubrir  quién era el asesino y el por qué, ella era una de mis autoras favoritas.

-          ¿Cita con la muerte?- alguien interrumpió mi lectura con el titulo de mi libro- ¿tan rápido te quieres morir?-  era Sarah quien sonreía ya quisiera esa princesa verme muerta, pero no es la ocasión, me arrebato el libro y la única razón por la que no hice fuerza para que no me lo quitara era para no estropearlo

-          ya quisieras-  me senté el sillón y extendí la mano para que me devolviera el libro

-          ¿Agatha Christie? Una novela de detectives, que tonto-

-          …-  la mire feo- si no te gusta dame el libro quiero terminarlo para ir por otro

-          Oh… y ¿sabes en que pagina quedaste?- sonrió de medio lado-  pues sería una lástima que alguien lo cerrara  ya que no tiene guarda pagina- me puse pálida no me acordaba en que pagina quede

-          Oye… Sarah… no lo hagas- le suplique

-          Ups… creo que se cierra solo- sonrió con malicia mientras cerraba lentamente

-          Te matare si lo cierras- le advertí mientras me lanzaba a tomarlo pero ella lo cerro

-          Ups…

-          Maldita- apreté los dientes y fruncí el seño- creo que anote la pagina en la que quede- me levante y fui a mi habitación.

Sarah quedo sola en el comedor con el libro en la mano, cuando no vio la figura de Jill rio al ver tan patético acto, en verdad tanto le interesaba el libro, lo abrió y vio el primer capítulo y leyó:

“- ¿no comprendes que es necesario matarla?

La pregunta floto sobre la quietud de la noche; pareció permanecer inmóvil en el aire y por fin se alejo hacia el mar muerto…”

  

Vaya no se fue con rodeos, al leer las primeras líneas, se intereso de inmediato comprendió por que estaban tan interesada Jill en leer el libro, aun que quería negarlo al parecer ella no tenía tan mal gusto. Miro en la dirección en la que Jill se fue y al ver que no aparecía  se sentó y empezó a leer el libro, nunca había leído un libro de ese género. Sin darse cuenta se perdió en la lectura.

-          Vaya… que tenemos aquí…- voltea a verla lentamente y me di cuenta que era Jill quien se afirmaba en sillón con los brazos mientras levantaba  una ceja y sonreía como diciendo te atrape.

-          He… -

-          No que las novelas de detective son tontas al parecer eso tonto te gusta-

Ella empezó a reír y me arrebato el libro.

-          Si te interesa te lo presto cuando lo termine- me dijo y se marcho

 

Los días pasaron y Jill me molestaba cada vez más, era estúpido viniendo de ella, por momentos pareciera que me observara por un largo para luego sonríe estúpidamente y  hacerme  bromas, si planeaba echarme era un mal camino, no estaba por voluntad propia ahí.

Necesitaba defenderme de ella encontrar sus puntos débiles y debo verle con creces las bromas, necesitaba saber sus temores y miedo, así que seguiría su mismo método, ella observó lo que me daba miedo y lo uso en mi contra y yo usaría lo mismo.

Me di cuenta que a una misma hora ella entrenaba así que me acerque  al dojo, corrí un poco la puerta y la observe entrenar, no niego que ella es fuerte y ágil pero esa frialdad con la que practica, no me agrada, no se supone que cuando entrenas lo que te gusta lo haces con pasión y dejando todo de ti. Pero lo que observó me agrada, más bien me causa gracia, su maestro rompe las defensas de Jill  y le da un golpe lanzándola por los aires, ella cayo adolorida al suelo de espalda. Casi no contengo la risa, creo que he encontrado mi pasatiempo y es ver a escondidas como apalean a Jill. Cuando ella termina de entrenar me voy sigilosamente, subo las escaleras y al llegar casi arriba veo un insecto lanzo un grito y me hecho para atrás, resbalo y pareciera que sería mi fin, maldito karma, porque a ella no le pasa nada, pero algo me detiene por unos momento era Jill, pero no tuvo la fuerza suficiente y ambas caímos, al caer al suelo sentí un gran dolor, por un  momento pensé que Jill me amortiguaría la caída pero al parecer fui yo quien se la amortiguo.

La situación fue que ambas cayeron por las escaleras Sarah quedo en el suelo y Jill encima, pero no en la mejor posición, la cara de Jill estaba en los senos de Sarah mientras se paraba, dijo por inercia

-          Que suave-

Sarah se sonrojo y enfurecida le dio una cachetada a Jill y la llamo pervertida, ella se sobo la cara  y cuando Sarah se fue ella fue al baño a colocarse agua fría, al parecer tenía fuerza puesto que le había dejado la mano marcada.

La nombrada fue furiosa a su habitación, Jill era una pervertida mira que colocando su cara en sus pechos, debía vengarse debía igualar el marcador entre ambas ya que con todas las malas pasadas que le había hecho Jill, desde el incidente del baño, el colocar insectos en sus pertenencias para oírla gritar y ahora esto.  Se decidió a bajar y a encontrar quien le saciara su sed de respuestas, vio al padre de Jill y decidió preguntarle.

-          ¿Pasa algo Sarah?- le pregunto el hombre quien en ese momento sacaba de su bolsillo una cajetilla

-          Em… si… me preguntaba ¿a que le teme Jill?- se que fue muy directo pero no perdía nada con preguntar

-          A que le teme- se llevo la mano a la barbilla- ¿lo preguntas para vengarte?-

-          Etto… es que esta semana se ha dedicado a molestarme y quería igualar las cosas

-          Lo sé… creo que se pasa pero esto alegra la casa- rio un poco- te diré pero no le digas que te dije, ella le teme solo a una cosa y es a las inyecciones, hasta el momento es a lo único que le teme y que yo sé-

-          ¿inyecciones? Gracias- sonrió y se fue, mientras subía las escaleras sonreía maléficamente ya se le ocurría  algo como primer ataque con eso, pero debía averiguar algo más.

Notas finales:

gracias por leer 

ahora se viene la venganza de sarah hacia jill


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