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El instituto Celes. por zumiko yuram

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Notas del capitulo:

El  dolor  de  perder a un ser amado no tiene  nunca  una manera para  resarcir  el  daño,  jamás  se podrá  recuperar,  nunca  una  muerte  es  restablecida ni restituida, un Hogo-sha llora por la  perdida de su amado amo.  Ahora  solo  le  queda una perla como su  ultimo pensamiento, una  gema  y la libertad,  está libre del Halo de  Restricción más por  dentro ha quedado preso  del más  profundo dolor.

Aquella noche,  todo Celes  la  tendrá por  siempre grabada  en su memoria, una  espectacular  batalla entre hechiceros se llevó acabo,  la  muerte de  tres y la liberación de un Hogo-sha,  dejando cautivo y sumergido en el más profundo dolor  a un demonio de  fuego, de esa  noche han pasado  una  semana, los  estudiantes elegidos para ir al torneo de magia  están  listos,  la lista  será revelada en los patios de la institución, todos  están expectativos de  ver si su nombre nominara  o no en tan codiciada lista.

 

Un oji azul mar, camina por los jardines del instituto  y  ve la aglomeración de  todos los  demás que  buscan con desespero su nombre en la  tan solicitada lista, se  acerca y ajusta  sus lentes para  ver  quiénes  son los  elegidos.

 

 

LISTADO PARA  TORNEO EN AZGAR

 

 

1º  Kimihiro Watanuki                                 Sinodal custodio el grupo

 

2º  Shizuka Doumeki                                          Masamune Takano

 

3º  Eriol Hiraguizawa                                           Akihiko Usami

 

4º  Xiao Lang Li                                                      Touya Kinomoto

 

5º  Sakura  Kinomoto

 

6º  Yuui  D’  Flourite

 

7º  Misaki Takahashi

 

8º  Ritsu Onodera

 

9º  Tomoyo Daidohi                                   Asesor y reserva del equipo

 

10º  Chií Elda Mihara                                               Fye D`  Flourite            

 

 

 

 La  lista  fue  dada y  los  alumnos que  irían al torneo estaban  enterados, solo  bastaba preparar  sus maletas  y partir a Azgard, partirían a la mañana siguiente, los  sinodales  a  cargo el  grupo  fueron seleccionados especialmente por la directora Ichihara, esto  ya  era un hecho, se sabía que  Daidohi  y Mihara entraron en remplazo de Shibuya y Saralegui  dado que estos ya  habían ganado  su  lugar, mas después de lo acontecido la  lista  tuvo que ser  corregida, el  oji azul mar da un pesado suspiro  resignado de  ir  a  Celes,  la  verdad  era que  ya había perdido el entusiasmo después de todo lo  acontecido últimamente en el  Instituto, los  ánimos en el plantel  estaban  bajos e  ir  a un torneo  donde  tendrían que  combatir contra sus propios  compañeros ya no le  alentaba, además que lo que menos quería  en esos momentos era enfrentarse en un duelo con su querido Shizuka, nuevamente  da un pesado suspiro y sigue su camino cuando  en eso el dueño de sus pensamientos le llama  sacándole un susto mortal.

 

Doumeki

--- ¿Por qué tanto suspiros? ¿A qué se deben estos? Más te vale no me estés  traicionando  o lo pagaras  muy caro Kimihiro  ¬ __¬  ----

 

Watanuki

---- ¡¡¡DOUMEKI!!!! ¡¡NO  VUELVAS  A  HABLARME DE REPENTE!!!  ¡CASI ME MASTAS DEL SUSTO  BABOSO, ESTUPIDO, ANIMAL, ·r·$$·%$%$”&$%%&/%&//(&$·”··”! (ETC) ----

 

El  oji  azul empezó  a  despotricar  en contra de su adorado Shizuka, el cual  al  ver que  el  de  gafas proseguía  con sus  retos opto por  cubrirse los oídos  y proseguir  con su camino, el oji azul le  sigue y le  toma de la mano lo  vuelve  para que le mire, en eso el otro queda sorprendido por las sorpresivas  acciones de  Watanuki, en eso el  oji azul le mira  fijamente  con el ceño  fruncido y las mejillas encendidas, este panorama  le encanta a  Shizuka, que no lo piensa  dos  veces y le  sujeta por el  talle allegando le mas  a su  ser, a diferencia de  otras ocasiones, Watanuki  no ha  opuesto resistencia,  un indicio de que algo anda mal, la perspicacia de Doumeki se enciende;  sabe que algo pasa por esa cabecita loca  y excéntrica, Watanuki esperaba que el  oji  castaño prosiguiera con su cometido y al  ver que se queda  a medias  este toma pues así la iniciativa.

 

Watanuki

---- ¿Qué  ocurre,  no ibas a besarme Shizuka?----

 

Doumeki

---- La  pregunta  aquí seria ¿Qué demonios te pasa a ti? Nunca  estas  tan sumiso,  o es acaso que ¿te  has dado por  vencido?----

 

Watanuki

--- ¡¡No  seas  estúpido Doumeki!! ¿A caso no puedo desear que me  beses de  ves en cuándo?---

 

El  de  gafas  se abraza  del cuello de  Shizuka,  quien se  ha quedado  impactado por aquella  reveladora declaración,  si  le  dijeran que llegaría el día que Watanuki le pidiera un beso por propia voluntad se  reiría a mas  no  poder, más la  realidad siempre  supera la  ficción y allí está el  oji azul  uniendo  sus labios  a los de  Shizuka quien aún no lo acaba de  creer, su  querido Kimihiro le besaba con dulzura  y  una  evidente necesidad.

La lengua de  Watanuki se abría paso  explorando  cada recoveco de la cavidad de Shizuka que al sentir la imperiosa necesidad de Kimihiro por  besarle se deja llevar, Watanuki repega  el  cuerpo de Shizuka a la pared y se re pega más  a su cuerpo, Doumeki siente le imperiosa necesidad  de tomar  aire por lo que  intenta  romper el  beso, mas  Kimihiro se lo ha impedido haciendo así que su  temperatura se eleve.

 

Doumeki

---Ahhh… ¿Qué demonios pasa contigo? Nunca eres  así… ahhh…---

 

Watanuki

---- ¿Te molesta?----

 

Doumeki

--- No… mmmmm… todo lo contrario,  ¡¡me  fascina!!---

 

Doumeki  regresa a los  labios de Kimihiro, lo  llega más  a él  y  besa  con  vehemencia,  el  oji azul  se  deja amar por  su  Doumeki  quien lleva sus  manos  a los glúteos del más  bajo  y los  aprieta  y pega más su pelvis  a las caderas de Watanuki.

 

Watanuki

----Ahhh…. Ahhh…. Shizuka… vamos a otro lado…. Yo quiero…. Quiero  ahhh….----

 

Doumeki

---- Estas irreconocible el  día de  hoy Watanuki, ¿enserio es lo que deseas?---

 

Watanuki

---- Ahhh…. Estúpido…. Si  te lo estoy diciendo es porque ahhhmmm porque…. Lo  quiero hacer…. Ahhh…. Y aquí estamos  a la  vista de todos…. ¿No  quieres complacerme?---

 

Doumeki

---- Are lo que me pidas mi querido Kimihiro---

 

 Watanuki

--- En… entonces… ven  vamos ---

 

 

Kimihiro le guía  a sus  aposentos, en eso la  pación entre ellos era  grande, cuando estaban a la puerta de la  habitación de Watanuki,  este  toma las  llaves para  abrir la puerta cuando  Doumeki le  toma por la  espalda y empieza  a  besar su nuca, el oji azul se  recarga en su puerta mientras  va sintiendo las manos de  Doumeki  que se  van  metiendo entre sus ropas, el oji azul mar  se le erizaban los  bellos de la piel, su  respiración se aceleraba más y  el deseo  iba en aumento encuentra  con rapidez la  llave  y la introduce en la chapa de la puerta  de  vuelta a la perilla para ahora si proseguir  con su amoroso encuentro, en eso  estaban aquel par de  amantes  cuando  instantes  antes de  terminar de cerrar la  puerta un bollo negro llega  a interrumpir  su apasionado encuentro.

 

Mokona Negra

--- ¡¡¡PO, PO, PO, PO! Watanuki, Doumeki…Ya déjense de  arrumacos,  Yuuko los espera----

 

El  par  de  chicos que  ya  estaban  medio desnudos,  medio vestidos,  Doumeki  tenía solo los pantalones, ya se  había desprendido de la camisa y el saco del informe y  Watanuki solo  tenía la camisa y los  bóxer puestos,  en verdad estos chicos eran rápidos para quedar  en pocas prendas Watanuki  estaba abrazado a Shizuka con una de sus piernas sujeta por  el  más alto mientras que con la otra  mano le  tomaba de los glúteos, aquel par  en  verdad estaban  deseosos de  entregarse a su pasión cuando aquel bollo negro los interrumpió en el  peor  momento, Watanuki está  realmente molesto, pero Doumeki está que se lo lleva  el demonio, era la primera  vez que  su Kimihiro tomaba la iniciativa y se portaba tan sumiso y complaciente, suelta con cuidado  la extremidad inferior del oji azul que  apenas se daba cuenta del aura demoniaca que desprendía  el oji castaño se quita los brazos de Kimihiro de su  cuello y gira lentamente  hasta tener frente  a  frente al pequeño  bollo negro, la mirada de Shizuka es  tenebrosa, toma  con cuidado al bollito que le  mira  y siente sudar  frio, es la primera  vez que  este le muestra un rostro tan furioso, Watanuki por su parte  esta impactado, Doumeki se dirige a la ventana con el  bollo en  mano.

 

Mokona Negra

------Doumeki… ¿Qué  planeas  hacer al ir  a la ventana?---

 

Doumeki

--- Deshacerme de una plaga----

 

Dicho eso  ultimo con aquel  sinsabor que lo caracteriza, con esa  pasmosa  voz  tan serena y relajada,  mas con ese  semblante  aterrador, a  Watanuki  solo le escurre una  gotita  tipo anime por un costado, cuando ve  como Shizuka  tomo al  bollo y  lo  lanzo  con todas sus  fuerzas, solo a la distancia  se logró apreciar un destello mientras  viajaba por los  aires el bollito.

Mokona Negra

----¡¡Wow!!  ¡¡¡Que  vista tan esplendorosa Po!!!---

 

Doumeki

--- ¿En que nos  quedamos? ¡Ah,  si  ya recuerdo!---

 

Shizuka  toma en  sus brazos  a  Watanuki  y le  besa con pasión, el  oji  azul  no sabe exactamente que paso,  se ha quedado perplejo después de lo acontecido más en pocos  instantes olvida por completo aquello y solo se concentra en disfrutar  de su  romance.

 

Mientras tanto en las  afueras de  Celes, una parejita también se  dejaba llevar  por  su  amor, un par de padres orgullosos y  amorosos, disfrutaban de un día  tranquilo a las afueras del Instituto, junto a sus  hermoso retoños que  a pesar que solo había pasado una  semana  ya  ambos críos se  veía de 5 años el  acelerado crecimiento de estos preocupaba a ambos padres,  mas por el momento  disfrutaban del día soleado.

 Fye miraba como  ambos  críos  jugaban con  la Mokona  blanca, quien encantada disfrutaba de ambos Kuro-riuu, Kurogane por su parte  se  aproximaba a su  bello rubio y empezaba a  besar  y mordisquear  el  ovulo de su  jinete.

 

Kurogane

--- Hueles  delicioso Fye---

 

Fye

--- Ahhh…. Kuro-rin…. Me haces… ahhh… cosquillas ---

 

Kurogane

--- ¿Enserio…? Quisiera hacerte  otra cosa ---

 

Fye

----¡¡¡KURO-TAN!!! Ahhh… ahhhmmm…---

 

Kurogane  se deleitaba con el delicioso sabor de los labios de Fye y este  se entregaba a sus designios, recostaba con cuidado a su  amado y besaba  su  cuello mientras entrelazaban  sus manos, Fye  volteaba de reojo a donde sus hijos quienes  jugaban con Mokona, sonríe al ver tan feliz a sus  retoños y regresa su mirada a su oji rubí quien regresaba a sus labios, Kurogane  deslizaba una de sus manos  por dentro de la camisa de Fye y este  se  abrazaba a él,  con sus largas piernas se enredaba a las caderas de Kurogane, y  disfrutaba de las caricias de su  adorado Dragón.

 

Fye

---- Te  amo Kurogane---

 

Kurogane

---- Yo  te amo más…---

 

Se  entregaban a su  amor aquel par  de  jóvenes padres cuando desde los  cielos  un invitado no deseado  cae en la espalda  de  Kurogane, presentándose con un tremendo ¡PO!.

 

Mokona Negra

---- ¡POPOPOPOPOPOOOOOO!  Hola,  hola,  que bueno que los  encontré… Yuuko les  busca---

 

Kurogane  frunce el  ceño  mientras  una  venita se  va  saltando en su sien,  al  sentir como el  bollo negro saltaba en su cabeza, cortando con cualquier ambiente romántico,  por parte de Fye una  risita nerviosa se presentaba  al  ver  tan molesto a su  Dragón.

 

Fye

---Mokona… Hehehehe tu  siempre  tan oportuna---

 

Kurogane

---¡¡¡¿¿Oportuna??!!! Más  bien diría  yo  que es una plaga molesta, ¡¡¡BAJATE,  BAJATE DE UNA PUTA  VEZ DE MI CABEZA O AQUÍ CORRERA  SANGRE!!!---

 

Mokona Negra

---- POOOO,   Pero que malhumorado, ¿no te  da alegría  tenerme  aquí?---

 

Kurogane

---¡¡Ni de  coña!!—

 

La Mokona  bajaba de su  cabeza  más  al momento la  Mokona  blanca  llegaba  a  toda  velocidad y  se  plantaba en el rostro de  Kurogane, mientras  le  gritaba.

 

Mokona Blanca

----¡¡¡¡Kuro-papi!!! ¡¡Problemas, rápido!!---

 

Fye

---- ¡¿Qué  ocurre Mokona?!---

 

El  rubio se levanta de  inmediato y busca con la mirada a sus  hijos los cuales los encuentra  dormidos a un par de  metros de ellos. Kurogane  se  quita  a aquel  bollito blanco que más  bien parecía una  ventosa  bien  sujeta de su  rosto.

 

Kurogane

----¡¡¡¡Que no  soy Kuro-papi!!!----

 

Mokona Blanca

--- ¡¡Que miedo, qué miedo!! Hehehehe Kuro. Papi se  ha  cabreado Hahahahaha---

 

Fye

---- Vale,  vale,  Mokona dime  ¿cuál  es el problema?---

 

Mokona  Blanca

----¡¡¡Los  gemelos, Los  gemelos!!!---

 

Kurogane

---¿¿¿¡¡¡¡ Que pasa con mis  hijos!!!!??---

 

Mokona Blanca

----Que se han quedado dormidos  y la  frazada la  tienen ustedes---

 

Por un momento  a  Kurogane  le  había  bajado la  sangre a los pues  cuando escucho  que sus  hijos estarían en problemas, mas  al escuchar el resto del mensaje  el alma le regresaba al cuerpo, Fye  reía  divertido, pues  ya  conocía  a  la traviesa Mokona y lo  exagerado de sus  reacciones.

Kurogane  toma  a la Mokona Blanca  y  la lanza cercas  de un riachuelo, la cual  caí divertidísima al  agua, mientras el moreno casi le daba un infarto del coraje.

 

Kurogane

----Pues  a ver si te vas enseñado a  decir las  putas cosas  como se deben con un demonio---

 

Mokona Blanca

----wwwwaaaaaaaaa…. Pero que  vista  pupupupupuuuuuuuu…. Yeiiiiiii…. ¡¡¡¡Otra  vez!!! ¡¡¡Hazlo  otra vez  Kuro-papi!!!---

 

El moreno se  toca la  frente y se masajea  la  sien para  tratar de  controlarse, mientras que Fye va a donde  sus hijos y los  arropaba con la  frazada, en eso la Mokona Negra  salta  al rostro de Kurogane y  acto seguido el moreno  toma  a la insolente y la lanza  hasta donde la Mokona Blanca, ambas pillines gozaban de lo lindo  haciendo reventar de coraje al pobre de Kurogane mientras que Fye reía divertido al  ver como su querido Dragón perseguía por todo el prado a las dos criaturitas.

 

El día  realmente pintaba  hemos para  unos y  tan gris para otros, un solitario Hogo-sha camina por los jardines de Celes, no teniendo otro lugar a donde ir  y su única familia está junto a Yuui, su querido Ototo-chan Owen, es este  lo último que le queda y por lo que aún se aferra  a ese mundo, un mundo  lleno para el de extraños, un mundo sin luz  e ilusión pues ya no está a su lado aquel que tanto ama.

Mientras tanto en otra parte  de Celes un oji azul cielo está  en su habitación, está  acomodando  y dándole los últimos toques a lo que será su maleta de  viaje para  asistir al torneo de Magia, por un lado se siente bien de saber que aunque no participe Fye le acompañara y por otra parte está nervioso después de las ultimas indicaciones del Sinodal Kinomoto, después de lo sucedido con Shibuya, las cosas  no pintan tan bien, hace mucho no ve  a Owen, tiene ganas de  verlo, de  tocarlo, más el temor de que este reaparezca con aquellos ojos negros le aterra, pues  en todo caso tendría que enfrentarse a él y  utilizar sus  hechizos de restricción en su contra y eso es lo que menos quiere, además está  también el pobre Hogo-sha de Yuuri, se ha quedado solo y  siente que es su deber  cuidar de él, da un pesado suspiro y se recuesta en su cama,  tiene todo listo para el viaje  y sabe que ya no hay vuelta de hoja.

 

El oji azul cielo cierra sus ojos mientras su pensamiento  viajan hasta donde su Hogo-sha a pesar que lo lleva siempre consigo dentro de aquella  gema,  es como si no estuviera, a pesar que  si  ahora mismo lo llamara  seria como si no existiera, pues  quizás no aparecería con esos  ojos negros pero seguiría siendo un simple muñeco, poco a poco el sueño fue llegando a él y su mente lo llevo a viajar por los confines de su imaginación y el recuerdo, confundiendo momentos del pasado con deseos que  quisieran se hiciesen realidad.

 

Una lágrima es liberada de sus ojos, esta va rodando, rodando por su mejilla, pasa cercas de la comisura de su boca y recorre el cuello de Yuui hasta  caer en su pecho estrellándose en la gema que  tiene en custodia  a su amado Hogo-sha su querido heraldo de plata.

La  lágrima de Yuui ha impactado en esta gema y un brillo blanco  aparece, de un gran resplandor se presenta y de esta bella joya  sale el Hogo-sha. Este  sale y se estira cual felino, mira  a un lado y luego al otro, su amo duerme tranquila mente, el pequeño heraldo le mira detenidamente mientras este sigue en la inconsciencia, el Heraldo se acerca con cuidado a escasos milímetros del rostro de Yuui, al sentir el chiquillo de ojos plata el aliento de su señor en su rostro este cierra los ojos, desfruta de la cercanía de su  propietario.

El oji plata sube cuidadosamente encima de Yuui quien sigue durmiendo, Owen recarga su cabeza en el pecho de Yuui y escucha el palpitar de aquel  durmiente, que sigue en un mundo lleno de esperanzas e imposibles según piensa, el Heraldo de plata solo disfruta del rítmico palpitar del corazón de Yuui, su aroma lo está  envolviendo en una  cosquillean te sensación que va despertando en el pequeño una gran curiosidad y necesidad, coloca ambas manos a los costados del rostro de Yuui y le mira  fijamente, el oji azul celeste empieza a sentir un peso extra en su ser, frunce un poco el ceño al sentir ese excedente peso, más lo que menos desea es despertar y salir de su sueño, un sueño donde su amado está a su lado, aun y con todo lo enojón y celoso que pudiera ser su heraldo, con lo caprichoso y atrevido, con aquellas locuras que hacía, aun y con que tuviera  tanta aceptación por el sexo opuesto y resultase tan enternecedor, aun y con todo eso, el desea volver a  verlo como era antes  del Halo de restricción.

 

Mas es  bien sabido que lo que Yuui  desea siempre es  rebasado por las imperiosas necesidades de Owen haciendo cumplir  su voluntad por encima de las oposiciones del oji azul,  más cuando  estas necesidades  tiene que ver en sus  deseos mas  íntimos, como el poseer  a  este  bello,  bello príncipe que ahora  se encuentra en un sopor que ha llegado a desesperar   a su Heraldo.

 

Owen se  decide de una  vez y frota con su nariz a la de Yuui, este hace un gesto y  frunce un poco el ceño, Owen al  ver que esto no le ha despertado lame con la punta de su lengua  la  comisura de la  boca del oji azul,  este al sentir  aquel contacto húmedo por inercia entre abre un poco los  labios, el pequeño Hogo-sha  tiene  paso libre para  degustar de las mieles de labios de Yuui.

 

No lo piensa dos  veces y posa  sus febriles labios en los de su amo, y  concreta un tierno beso, que empezó a convertirse en uno más  apasionado,  tal beso consiguió  traer del  reino de Morfeo  a Yuui quien abre los  ojos con algo de sorpresa,  cuando ve  quien se ha  apoderado de su ser, aquel  cabello  rubio, esa  alborotada melena dorada que brilla a los  rayos  del  sol. Aquel  aroma de su pequeño conejo blanco,  cuando termina el beso Owen se  retira un poco para  contemplar  a su  querido  Ojos de Cielo,  Yuui  esta emocionado y sorprendido a  la  vez.

 

Yuui

--- ¡¡Owen!! ¿Pero que  se supone que estás  haciendo? ---

 

Owen

--- Te quiero, te  quiero, te necesito Ojos de Cielo ---

 

Yuui

--- ¿¡Pero que demmm…. Mmmmhhhh…  nnnmmhhh… ahhh… Owe… ehhnnmmmm...---

 

Owen

---  Te quiero…. Te amo…. ---

 

Yuui

--- Y yo… yo  también te  amo… oh  Owen te  he extrañado  tanto…----

 

Owen le  miraba con aquel par de lunas que tanto  adora, Yuui aún no  da  crédito a lo que está pasando no se explica cómo es que su  querido conejo blanco este  de nueva cuenta con él,  y por el momento no quiere  pensar  en  tal cosa, solo se dedica  a  recibir aquel  amor que  tanto necesitaba.

Owen desabotona la  camisa de Yuui, y a cada  botón va  besando el pecho de su rubio, el joven hechicero  simplemente  se deja  llevar  por  los caprichos de su querido Owen,  este  besa centímetro a  centímetro de la  blanca y tersa piel de su  amo, Yuui no pierde  ni un solo detalle,  para el esto es como un sueño hecho realidad, a pesar de  estar  disfrutando de  tan candentes  atenciones no puede evitar  esbozar una leve sonrisa,  al darse cuenta que aun y con el Halo de  Restricción su querido Heraldo le  ame,  no  importando que  no le  recordase,  el chiquillo le  ama, esto le llena de  alegría y jubilo el corazón, Owen se quita con desespero las prendas superiores y pega  su piel a la de su amo, le  besa con loca pasión y acaricia los  pezones erectos de Yuui que  al  simple contacto de su querido  Herarudo, su  temperatura corporal es elevada.

 

Yuui

--- Ahhh… Ahhh…. Owen, ahhmmmmmm…mmmhhhhhh…. ahhh ---

 

El chiquillo deja  tranquilos los  labios de su  ojos de cielo y se dirige  al  cuello, le  besa y muerde  dejando unas  pequeñas  marcas  rojizas  a su paso, poco a poco  va bajando más, llega  a la clavícula, le  besa y de un par de Chupetones dejando esas  marcas en la blanca, blanca piel de Yuui, este se  excita  más y más al sentir  aquellos  hambrientos labios, cada  beso pareciera que quisiese  devorarle, los voraces  labios de Owen siguen bajando hasta  quedar  presos  de un par de  rosados botones que  lame, besa, chupa y da pequeños  mordiscos,  acelerando la respiración de  Yuui  quien se muerde el labio inferior con ansiedad,  al sentir  aquellos labios  sobre su ser.

 

Owen está deleitándose con aquellos  botoncitos  rosados, le parecen tan deliciosos, lame cual cachorrito diligentemente  aquella área hasta dejarle en un tono rojizo, es  tan placentero para el oji azul el sentirle y a la  vez  tan doloroso pues  le ha  besado y lamido, mordido hasta dejarlos  irritados  más desea más, mucho más, aprieta las sabanas en sus manos al sentir  el recorrido de la lengua de su querido heraldo al ir viajando más al Sur, llega a  esa  zona  tan sensible que le eriza  la piel, Owen desabotona y baja la cremallera de los  vaqueros de Yuui y les  jala  hasta  despojar  a su  señor  de estas prendas que le  impiden seguir con su labor, retira  también aquellas  prendas íntimas para  dejar a  su bello  amo expuesto y a la  merced de sus  deseos.

 

Owen da un par de lamiditas en las caderas de Yuui muy cercas de su ingle y luego sopla ligeramente haciendo que el  rubio se  estremezca y arquea  un poco la espalda al sentir  aquella electrizante sensación tan placentera,  no se podía  evitar  ese  conejo  conocía  cada punto que  podía  volver le  loco de placer, el  heraldo observa  el  rostro lleno de placer y excitación de su Ojos de  cielo y se  siente  satisfecho de  ver aquellas  mejillas  tan encendidas, ese  respirar  apresurado, como va subiendo y bajando el pecho de su querido amo,  le  encanta,  le  fascina  verle de esta manera, además de que  disfruta del sabor tan dulce de la piel de Yuui, toma con sus  manos  la evidente  erección de Yuui le  da unas pequeñas y  cortitas  lamiditas en la punta, desliza despacio el prepucio del falo de  Yuui y degusta la punta  expuesta mientras con una mano manipula el  resto del  erecto  miembro de su ojos de cielo, con la  otra  mano acaricia y juega  con los testículos del  oji  azul generando placenteras  reacciones en este, Yuui se aferraba más  a la cama mientras  permitía que el  pequeño Heraldo prosiguiera con su deleite, el pequeño conejo estimulaba el escroto de  Yuui y su falo, cuando de una engulle por  completo la  prominente  erección de este, el rubio que  disfrutaba de aquellos placeres  empezaba a gemir y jadear por  tan extraordinarias reacciones que  experimentaba su cuerpo, la adrenalina  iba  en aumento y Owen provoca en su  amado  satisfactorios  resultados  tanto  así es  el gozo de su amo que termina por  correrse en la  boca de su Heraldo,  el  cual  ingiere por completo aquella  substancia blanquecina, saca de su  boca el  flácido miembro del oji azul, Owen disfruta  en demasía  con aquella  imagen que le  presenta  Yuui,  un bello ángel de ojos  celeste, que  está completamente  perlado en sudor con su corazón acelerado y su respiración desacompasada, su  rostro encendido en un hermoso carmín, de piel  tan blanca y resplandeciente como la  nieve a la luz del sol.

 

Owen se  aparta un poco de Yuui, esto  confunde por un momento a su  amo quien deseaba que aquello  siguiera, hasta  culminar  uniendo su  ser uno con el  otro, el oji plata esboza una sonrisa y un resplandor aparece por todo su cuerpo,  presentándose en su  forma  original, con aquellas  alas plateadas aquel cabello largo y entre plata y dorado,  con sus  hermosas  facciones más  definidas y un escultural y  varonil cuerpo, se  acerca  a  Yuui y le  toma en sus  brazos le empieza  a  besar con dulzura y  adoración le  besa en los labios después  se  sigue a los  oídos donde de beso en beso le  dice una y otra  vez cuanto lo ama, aquella  melodiosa y aterciopelada  voz  fascina a Yuui quien se entrega en sus  brazos  lo abraza con desespero y  deja que su  querido heraldo de plata tome posesión de todo su ser, este  bello Tenshi no Herarudo gira  el cuerpo de Yuui y empieza  a besarle la  espalda mientras que con sus  manos  acaricia sus largas y estilizadas piernas,  Yuui va  siendo envuelto en otra  forma de amar,  al inicio su querido Conejo Blanco jugaba y se arrebataba por poseerlo, besándole con  voracidad y  abuso en sus  colmillos,  mas ahora en esta  forma  sus  caricias  son más sutiles y diligentes,  más  sensual es la manera  de  besarle con gentileza, con ternura,  con una  dulce  y embriagadora sensación.

 

Yuui se siente  tocar el cielo al ser poseído por su Heraldo en su forma original, este empieza  a estimular la  entrada del oji azul con su lengua lamiendo esta zona e introduciendo un par de falanges entrando y saliendo con un ritmo tranquilo causando en Yuui el desespero por  ya ser  de su querido  Owen, este va  formando  círculos en el interior del oji azul  tocando las paredes internas de este y  llegando justo a ese punto, aquel  lugar  donde  se disparan las mas placenteras  sanciones,  golpeado una y otra  vez  la  próstata del rubio quien se  encorva y dirige sus caderas  asía delante y después  se relaja y las empuja  asía atrás  al ritmo de los movimientos  hechos por  Owen con sus  dedos.

 

Yuui

----Ahhh….ahhh…. Owen,  Owen… ahhh … ya …  por  favor… ahhh… ahhh…  ven… ven  a mi  ahhh  no  puedo más…. Ahhh…ahhh….  Te…. Te… necesito  ahhh….  Ahhh,  Oh…. Owen…. Ahhh  seamos uno... ahhhhhh…----

 

Owen

---- Como mí querido amo lo desee, sabes que  soy solo vuestro y mi corazón os pertenece ----

 

Yuui

--- Yo….ahhh…. yo  también te  amo, te amo,  te amo…. ahhh…ahhh...aahh….hhhhaaaaa… Owen!!....----

 

Owen coloca  en cuatro a  su  querido  rubio y lentamente  saca  aquellas  falanges dejando lista la cavidad por donde se unirá  a su amado oji azul,  coloca con sumo cuidado la punta de su palpitante  erección,  la  va deslizando poco a poco para ir  acostumbrando a su  querido Yuui a  su  ser,  el  oji azul al sentir  aquel palpitante miembro irrumpir  en su cuerpo siente un absoluto placer y es el quien relaja más sus caderas y las proyecta  más asía atrás haciendo que  termine por completarse su unión, la  opresión que  va  sintiendo Owen en su  ser al estar dentro de Yuui es  exquisita, las paredes internas de  este son tan estrechas que aprisionan su ser  causándole  gratificantes sensaciones al ir entrando y saliendo de  este.

Owen empieza  a  embestir  a Yuui  con un ritmo lento mas poco a poco  este  se va intensificando, creando  grandes estocadas que se van profundizando más y más  en el interior  del  rubio, quien  gime y jadea de placer pidiendo por mas,  el placer es absoluto en ambos  amantes que  disfrutan de su idilio, Yuui desea no termine aquello por fin siente que  le  tiene de regreso, por fin vuelve a sentir  a su amante  Heraldo en toda su humanidad,  cada poro de su piel destila  amor y pasión por su querido conejo blanco, este  ser  es quien tiene su  amor y con quien desea pasar  toda su  vida, no le importa lo demás solo estar  a su lado por siempre, aquel encuentro  está por  terminar, el oji azul siente como la  electrizante sensación que va  recorriendo su piel, todo su ser  es víctima  de  aquel momento  glorioso en que llega  al  clímax, todo su  cuerpo se  tensa,  se  arquea  asía  atrás e impulsa sus caderas asía delante al  expulsar  toda su esencia, mientras es  sujetado  de las caderas  por  Owen y del hombro, el oji plata  esta en las mismas  circunstancias, al sentir el eminente orgasmo que pasa por su ser, cual descarga de electricidad que  pasa por su medula,  se  tensan sus  piernas y sus pupilas  se dilatan,  la  cálida sensación al  estar en el interior de su querido Yuui es  tan placentera mientras el  da los  últimos embistes,  liberando su  semilla  en el interior de su amado  ojos de  cielo y llenándole por completo con aquella  candente substancia,  ambos amantes  quedan por unos segundos  sin moverse mientras  terminan de  correrse uno dentro y el otro en las sabanas, su  respiración es  entre cortada su  corazón  está  a mil por hora, le tiemblan las piernas a  ambos,  ha sido una sesión intensa para  estos  fervientes amantes, poco a poco Owen sale del interior de Yuui y cae  exhausto en la cama tratando de acompasar su respiración, Yuui se deja  caer encima del pecho de su Heraldo quien le  recibe  con amor, el  rubio esta que trata de recuperar el aliento mientras  se  abraza con desespero a  su hermoso oji plata, este le rodea  con sus  brazos y le  besa la  frente, Yuui eleva el rostro y alcanza los  sensuales labios de su amado, fundiéndose en un interminable  beso. El agotamiento ha mermado sus  fuerzas y  tanto Owen como Yuui caen rendidos en un dulce  sueño, Yuui esta  tan feliz, se siente completo al lado de su amado Owen, nada en la  vida podría  hacerle  sentir más  feliz  que estando a su lado.

 

Mas  toda  felicidad  tiene un precio y todo precio es equivalente a aquello que se ha  pedido,  y  nuestro querido Yuui está por  enterarse que en esta  vida nada es  gratis, y hasta su  felicidad  tiene  fecha de caducidad.

 

CONTINUARA...

Notas finales:

La  vida  a veces es como una ruleta  rusa  no sabes  en que momento ganaras en que momento perderás,  ahora  Yuui  se siente el ser más  afortunado del  mundo más, esta  suerte está por  terminarse y los momentos de agonía  le  esperan  con ansias,  el  bello  oji cielo  tendrá que  aprender  que no todo lo  puede  obtener  aun y deseándole con todas sus  fuerzas.


 


 


 Nos leemos en el siguiente capitulo 


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