Se sentía mareado y cansado no recordaba bien que había pasado, abrió lentamente los ojos hasta que diviso unas orbes verdes que lo miraban angustiados.
-Gracias al cielo Kazunari…- se sintió rodeado por los brazos del peliverde, hizo memoria sin soltarse, lo último que vio fue el rostro de su novio preocupado, diciendo su nombre, se había desmayado.- … cómo te sientes?- el peliverde se oía extraño.- Kazunari dime algo? Te sientes mal?.- repitió mirando por fin al ojos de halcón, los ojos del peliverde estaban entrecerrados y pequeños, para Takao el gesto era una situación desconocida y extraña.
-Solo me siento mareado Shin-chan, dame unos segundos y estaré….- no pudo terminar la oración ya que fue rodeado por los brazos del más alto.
-No me asustes así… nunca me escuchaste… Takao…- sollozo, su peliverde lloraba, para él, el ojos de halcón fue un espectáculo diferente, había visto llorar a su compañero luego de perder un partido, pero jamás pensó en verlo llorar por él.
Se abrazaron esa noche, el moreno fue abrazado toda la noche por el peliverde y cada una de las veces que Takao se me movía o se acomodaba en la cama estando despierto, el peliverde se despertó o lo apretó más contra su cuerpo, medio dormido el de lentes susurro.
-No podría soportar que algo en nuestra vida cambiara Takao, no podría aguantar la idea de que algo pudiera pasarte…
DOS SEMANAS DESPUÉS.
Esa mañana había sido la peor de todas, desde el desmayo había tratado de disimular su salud frente al peliverde, el moreno había notado que su compañero no estaba siendo muy capaz de aguantar las situaciones fuertes, pero esa mañana se le había hecho imposible retener las náuseas que lo embargaron al despertar, recostado en la cama que compartía con su novio no pudo evitar recordar la actitud tan tierna que había tenido el más alto con él.
Flash Back
Eran las 5:30 y el estómago del moreno se sentía demasiado pesado, era como si una acidez muy grande le subiera por la garganta, se sentó bruscamente, cuando una nausea seguida de un fuerte escalofrío le recorrió la espalda, se sentía a desfallecer, le temblaban las piernas no se sentía capaz de llegar al baño.
-Takao…- el peliverde se puso los lentes, estaba amaneciendo y el cuarto tenía la suficiente luz para que Midorima pudiera distinguir las facciones de su pareja.
-Shin…-chan…mmmm… - una nueva nausea salió bruscamente de los labios del morenos.- lleva..vame al baño…- un sudor frio empezó a recorrer el cuerpo del pequeño.- no…no me siento… muy…mmmm bien .- se cubrió la boca jadeante , por el esfuerzo para hablar y contener las náuseas , cuando de la nada sintió como un líquido acido le subía velozmente por la garganta.
Midorima se levantó tomando a su novio, como una princesa; con cuidado lo dejo en suelo, dándole el tiempo justo al ojos de halcón para poner la cabeza en el retrete y liberar el contenido de su estómago.
Midorima mojo una toalla y la puso suavemente en la frente de su pareja, de esta forma refrescando un poco la cabeza del moreno y alejando los cabellos más largos de la trayectoria que seguiría el vómito y la otra mano la paso rodeando la cintura y el vientre del moreno, amoldando su cuerpo al del pequeño, que tras cada nausea se estremecía visiblemente, cuando las náuseas se fueron calmando el peliverde fue cediendo un poco en su agarre, pero sin dejar de estar cerca de él, se sentó en el suelo con las piernas recogidas poniendo con suavidad al débil moreno sobre su regazo, empujo la cabeza del menor hacia atrás apoyada sobre su hombro y limpio el sudor que escurría por el rostro del Halcón, jadeaba, un poco, Midorima espero hasta que el moreno pudiera respirar con normalidad y le dio un vaso de agua, para que se enjuagara la boca, de alguna forma alivio el mal sabor, lo puso nuevamente en suelo para levantarse y tomarlo en brazos , lo llevo con mucho cuidado de vuelta al cuarto para recostarlo en la cama, Takao sabía que no era lo más agradable ver vomitar a alguien, y agradecía de corazón el sacrificio que el de lentes estaba haciendo por él.
-Shin-chan…. Gracias… te amo- el peliverde sonrío y beso la frente de Takao mientras este se dormía abatido por el cansancio.
Fin flash back.
-Estas seguro que puedo dejarte solo Takao?
-Shin-chan tranquilo ya habías quedado con Akashi y no quiero que me mate ve – suavemente beso los labios del más alto logrando que se sonrojara hasta las orejas.
El peliverde salió prometiendo volver lo más pronto posible, para el moreno cuando ya había pasado un tiempo considerado prudente se levantó, llevaba más de una semana con una pequeña idea en la cabeza, quizás sus malestares eran algo más que lo que había comido, revolvió sus cajones sacando una pequeña cajita rosa.
Se encerró en el baño, a esperar los minutos que necesitaba para tener la respuesta, le sudaban las manos, miro la prueba y su mundo se fue a un agujero otra vez, dos rayitas, estaba embarazado, tendría un pequeño bebé
-No… No… no esto no puede estar pasando… no por favor no…- las lágrimas empezaron a bajar por su rostro-, no, tiene que ser un maldito error… no…no…no-
Se levantó debía ir a una farmacia ya mismo y ver que esa prueba quizá estaba muy vieja, se debía haber averiado, salió lo más rápido que pudo olvidándose de su teléfono.
Ya tenía su número de atención, quería llorar, como podía estarle pasando esto ahora, justo cuando todo estaba bien con Shin-chan, justo que había superado la situación con sus padres, justo ahora todo se debía complicar.
Estaba tan metido en su angustia que no pudo notar la presencia de cierto rubio tras de él.
-Takaocchi! Como estas? Que haces en una farmacia? Estas enfermo? Estas muy lejos de casa? Ocurrió algo?..- logrando sobresaltar y asustar al pobre Takao, con tanta pregunta, pero sin esperar respuesta Kise, distinguió los surcos en la cara su amigo, además de los ojos muy hinchados y rojos- …Takaocchi, que te pasa estas bien?…-
Las lágrimas comenzaron a salir a gran velocidad de los ojos de Takao, sacando de su bolso una prueba de embarazo, el cuerpo de Kise se paralizo-… necesito otra prueba, debo estar seguro...- dijo casi como un murmullo, entre los sollozos.
El moreno fue rodeado por los brazos del rubio, compro la prueba y se lo llevo a su departamento, el rubio no lo abandonaría en un momento tan crucial.
Todas las pruebas dieron la misma respuesta, estaba embarazado, el peliverde sería el padre de su hijo, el rubio lo abrazo y dijo las palabras que más le preocupaban al de lentes.
-Debes llamar a Midorimacchi, el debe saberlos…- puso la mano en su vientre.- … él lo o la amara, créeme Takaocchi él los amara cada día más … a ambos.
Takao sonrío se sentía cansado, quizá era mejor irse a su casa, se despidió del rubio y comenzó a caminar, otra vez se sentía mareado, llevaba más de 6 horas sin comer, y se sentía un poco débil, camino un par de pasos, sintiendo como las náuseas le subían por la garganta.
-Takao-kun te ocurre algo?- el moreno no pudo evitar asustarse ante la presencia de la sombra, pero al girar el rostro el mareo se hizo sumamente fuerte, unos brazos lo rodearon fuertemente.
- Oeeee que te ocurre?- era Kagami, pero no pudo decir palabra para explicar lo único que pudo pensar fue en su bebé y en no caer al suelo.
-Mi bebé … mi bebé…- puso sus manos en su vientre cerrando los ojos.- llamen a Shin-chan… su hijo no está bien, Shin…chan nuestro bebe… - su cuerpo perdió toda fuerza mientras podía imaginar los lindos ojos verde que su bebe tendría, sería la mezcla de ambos, simplemente perfecto.