¡Hola! Me deben conocer, no por mí, obvio… tal vez por mi pelo. Aunque lo más probable, es que me conozcan como el “amigo de Harry Potter”. Ustedes saben, con la guerra y todo eso… Bueno, siempre me sentí un poquito menos preciado, principalmente en casa. Por suerte, eso ya es cosa del pasado. Ahora me preocupan otras cosas, principalmente mi esposa, el amor de mi vida.
Peleamos bastante, sí, eso no lo niego. Pero, ¿qué pareja no lo hace? ¿Eso significa acaso que la amo menos? ¡Por Merlín! ¡Si hasta he tenidos sueños húmedos, donde ella me mira como si estuviera a punto de cruciarme! Me gusta así, como es ella, como siempre fue conmigo. Con ella soy mejor persona, a veces pienso que sólo por ella soy persona…
Después de un día muy cansado de trabajo, uno no tiene ganas de pelear, sin embargo hay veces en que lo hacemos. Pelear… Aunque después me desquita con su piel. Yo pienso que ella, en cierta forma, disfruta esto. Bueno, eso es lo que hasta hace poco quería pensar…
Tengo miedo… Ahora sí, que tengo mucho miedo. Creo que la voy a perder. ¡Ahora siento que cualquiera es mejor que yo! Sólo bastó que ella me ignorara en una estúpida discusión, ¡para que todo mi maldito mundo se desestabilizara! ¡Y lo peor es que, hasta mi poca autoestima se fue por el caño!
Para colmo de males, la regué… Ese día, me corone como el rey de los idiotas… Le pregunte directamente, lo que yo no quería saber. Le pregunte, si había alguien más… Eso duele mucho, de cualquier forma, eso siempre duele mucho. Si te lo preguntan y eres infiel, duele y si no lo eres, también. Vi en sus ojos el dolor que le provoqué, y el alma se me escapó en la misma dirección, en la que ella dio el portazo al salir…
¡Idiota! ¡Sólo eso puede describirme! ¡Idiota, una y mil veces idiota, más de lo que nunca lo fui en todo mi vida!
Al irse, me gritó que volvería esa noche a casa y que hablaríamos de esto. Pero que no le dirigiera la palabra… Es complicado y más cuando trabajamos juntos, y su trabajo es precisamente supervisar parte del mío. Ese fue un día muy duro para mi, aunque en ese momento no sospeché que se pondría peor…
¡Argh! ¡Maldito hurón! ¡Sólo recordar su nombre hace que me duela la cabeza!
¡¿Por qué nos tenían que asignar esa misión?! ¡¿Por qué tuve que ver a mi Hermione con el hurón en ese estúpido bar?! ¡¿Por qué tenían que verse tan bien juntos?!
Harry intervino. Le rogué, le supliqué que me ayudara a seguirlos. Yo sé que lo hizo para que yo esté tranquilo… y para que en un descuido, no matara al imbécil de Malfoy. Por eso él está vigilando al hurón de porquería y no…
Harry averiguó que se había divorciado luego del nacimiento de su hijo, y que seguramente ese había sido algún tipo de arreglo con su mujer Astoria Greengrass, ya que esta tenía una relación con una mujer muggle de varios años (cosa de sangres-pura amantes de las artes oscuras, supongo). También me dijo que estaba limpio, no tenía ni una sola mancha en su expediente. Incluso averiguó, cómo es que conoció a mi Hermione. Cosa que yo ya conocía, pero eso Harry no tenía por que saber, principalmente por que era irrelevante (en ese momento). Todo lo que iba averiguando sobre él, me inquietaba. Por que ahora el tipo parecía haberse convertido en el “perfecto profesional", rico y con clase. ¡Lo odio! Es que simplemente, ¡lo detesto!...
No me importa que el imbécil sea mejor que yo, ¡quiero a mi Hermione conmigo! ¡Lo demás me importa un rábano! por las pelotas de Godric Gryffindor, ¿por qué no se me quitan estas jaquecas? ¿Y por qué ahora tengo náuseas?