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¿Hermanos? por Fullbuster

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Sasuke Uchiha POV


 


¡Encerrado en este calabozo con mi hermano y Sasori! Era estupendo, no podía creérmelo, al menos Deidara podría haberme cambiado a otro calabozo porque no quería estar aquí con mi hermano, lo odiaba y cuanto más lejos estuviera de mí, mejor. Odiaba estar encerrado y encima si tenía que ser con mi hermano. En la celda de enfrente estaban los otros tres con los que nos habíamos pegado y todo por culpa de mi hermano y es que llevaba cinco años desaparecido y ahora resultaba… que venía y empezaba a meterse en peleas por defender a Naruto. Sé que le quería, pero no creía que le amase, era un cariño fraternal, o al menos eso creía yo.


- Deidara – le llamé mientras me levantaba hacia la reja cuando le vi pasar por el pasillo y Dei se detuvo unos segundos mirándome – déjame salir.


- No puedo Sasuke, o pagan tu fianza o te soltaré en un par de horas. No podéis ir por ahí creándome altercados públicos.


- Venga Deidara, sé que cumples con tu trabajo, pero puedes al menos cambiarme de celda… no quiero estar con él.


- Creo que no – me dijo sonriendo – será conveniente para vosotros hablar de ese odio que os tenéis, haber si arregláis las cosas estando juntos un rato.


- Joder, Dei, quiero otra celda – le dije.


- Y yo que me toque la lotería, pero no se puede tener todo en esta vida – me dijo sonriendo mientras se marchaba hacia su oficina.


- Sasuke, siéntate por favor – me pidió mi hermano.


- Tú cállate – le dije – no quiero hablar contigo, ni siquiera te considero mi hermano en estos momentos.


- Pues lo siento por ti Sasuke, vas a tener que aguantarme mientras estemos aquí encerrados.


- Que suplicio – me quejé – Deidara – le grité – sácame de aquí, maldita sea.


- ¿Se puede saber que os pasa a vosotros dos? – se quejó ahora Sasori – por dios… sois hermanos, dejad de discutir, ya está bien, arreglad lo que se supone que tengáis que arreglar.


Los dos nos miramos en silencio unos segundos y sé que Sasori tenía razón, éramos hermanos y hasta al verle pelearse me había metido en medio y todo… porque era mi maldito hermano y no dejaría que nadie le hiciera daño, este sentimiento de familia seguía existiendo en mí, odiaba tener ese sentimiento. Me cabreé y golpeé la pared con un puñetazo y es que ya estaba harto de esta situación. No quería reconciliarme con Itachi a menos que él dejase en paz a Naruto, porque no soportaba sus indecisiones, yo amaba a Naruto, lo sabía, lo tenía claro y sé que en el fondo, él me quería, pero que Itachi hubiera regresado cambiaba toda nuestra relación.


Sé que era culpa de los dos, ambos jugamos con los sentimientos de Naruto y al final esto es lo que ocurrió, entre Itachi y yo… convertimos a Naruto en alguien dependiente de nosotros, en alguien que ahora no tenía claros sus sentimientos aunque yo sé que me amaba, quizá él aún dudase, quizá no se había dado cuenta, pero se daría cuenta, lo sabía.


- Sasuke… lo siento – me dijo Itachi de golpe – siento el daño que os he podido hacer cuando me marché, lo lamento de verdad, pero no esperé que lo pasarais tan mal, sólo quería estudiar Sasuke, ser médico, tener una carrera, quería volver y poder ser de ayuda. Sé que tú querías cumplir el sueño de papá y trabajar en el rancho, te dejé al cuidado de Naruto porque confiaba en ti y sabía que le cuidarías, le amabas y sentía que podías protegerle mejor de lo que yo jamás lo haría.


- Él te necesitó, yo te necesité, eras nuestro hermano y nos abandonaste en esta casa que parecía más un infierno que otra cosa, al menos para Naruto. No tienes ni idea de lo que ha vivido, ¿Has visto lo que pasa ahí fuera? ¿Cómo le insultan? Tú sólo lo has vivido una vez y ya te has peleado, yo llevo viviendo eso cinco malditos años Itachi, cinco años en los que yo he tenido que defenderle ¿Sabes cuántas veces he estado en este calabozo por altercados así? Demasiados, papá ha pagado todas mis fianzas hasta ahora porque sabía que lo hacía por defender a Naruto.


- No sé por lo que habéis pasado – me dijo cabreado – pero no puedes echarme la culpa de todo a mí, no soy yo quien difundió esos estúpidos rumores, ahora estoy aquí y estoy tratando de acercarme a vosotros, de ayudaros, pero tú no me dejas hacer nada.


- Tu no quieres ayudar – le dije y Deidara apareció de nuevo por el pasillo haciendo la ronda – sácame de aquí – le dije a Deidara.


- Ahora que habéis empezado a hablar y a solventar vuestros problemas. Creo que os viene bien deshogaros.


- Deidara por favor – le supliqué – tengo que volver a casa y lo sabes, Naruto está allí solo, por favor.


- Esta bien, pero sólo por Naruto y me debes aún la fianza.


- Gracias Dei – le agradecí cuando abrió la puerta de la celda y me dejó marchar.


Itachi trató también de salir pero Deidara le bloqueó y con una gran sonrisa lo mandó de nuevo para dentro cerrándole la puerta en las narices.


- ¿Por qué el puede irse y nosotros no? – se quejó mi hermano.


- Porque él tiene una buena razón, vosotros no – dijo Deidara sonriendo y me acompañó hacia la salida.


Deidara me hizo firmar un par de documentos y luego me acompañó a la salida comentándome que dejase de meterme en líos, pero sé que él me comprendía con todo el problema de Naruto, porque hasta sabía el gran problema que era dejar a Naruto solo en mi casa, por eso me había soltado sólo a mí. Itachi no vivía en mi casa ya, no podía ayudar en nada a Naruto, así que me parece que estaría unas cuantas horas más allí encerrado.


Cogí el coche y me fui directo a casa, no quería dejar a Naruto solo en esa casa y menos con Karin por allí, pero para cuando llegué y bajé del coche, escuché los gritos e insultos que venían de dentro de la casa y me apresuré a entrar viendo como Naruto lloraba tratando de explicar algo por lo que Karin y mi padre discutían con él.


- ¿Qué ocurre? – pregunté pero en lugar de obtener una contestación, mi padre se acercó abofeteándome.


- ¿Cómo se te ocurre hacer esas guarradas en mi casa y con tu hermano? – preguntó y no sé a qué se refería pero Naruto no dejaba de llorar.


Creo que Karin le había contado a mi padre todo lo que ocurrió aquella vez entre mi hermano, Naruto y yo hace años. Si era así, estábamos perdidos los dos, de una buena se libraba mi hermano al no tener que pisar esta casa de nuevo.


- Sois una desgracia, todos vosotros, empiezo a pensar que jamás debió entrar Naruto en esta casa, lo único que ha hecho es traer problemas. Mira el revuelo que hay en el pueblo por esos rumores y yo creyendo que era falso… ahora descubro que todo es verdad ¿Os divertistéis tu hermano y tú con Naruto? Espero que valiera la pena porque Naruto sale de esta casa ahora mismo.


- No puedes hacer eso – me quejé – no tiene dónde ir.


Podía haberlo pensado antes de crear problemas en la familia – dijo mi padre y sé que Naruto no podía hablar, sólo lloraba, no le salían las palabras.


- Si Naruto se va yo también me marcho – le amenacé.


- Pues ahí tienes la misma puerta que cogió tu hermano – me amenazó él a mí – no necesito hijos que hagan esas cosas en mi casa. Sois unos degenerados, todos, corre y lárgate con tu hermano, id los dos a buscarle haber si acabais lo que empezasteis.


- Éramos unos críos, ni siquiera sabíamos lo que hacíamos – me excusé


- Sasuke… no eres el más indicado para hablar, tú… que rompiste con Sakura para venir a comerle la boca a Naruto durante todos estos años.


¿Cómo sabía mi padre todo eso? Por la sonrisa que puso Karin, creo que había sido ella quien lo había contado todo. Sí llevaba cinco años besándome con Naruto, pero no hice nada malo, le amaba, le seguía amando con toda mi alma y no pensaba renunciar a él, así tuviera que marcharme de esta casa.


- Empecé con Sakura porque estaba enamorado de Naruto – le dije – creí que podría olvidarle si salía con ella y todo fue porque no quería que te sintieras decepcionado si me enamoraba de mi supuesto hermano, pero te diré algo papá, Naruto no es mi hermano, lo adoptaste pero es el hijo de Minato y Kushina, nadie puede decir lo contrario y le amo, da igual lo que hagas porque le he amado desde el primer beso que le di y seguiré amándole, no puedes impedirlo, quiero estar con él y si lo he ocultado todo este tiempo no ha sido por ti ni por lo que dirán, ha sido porque Naruto no quería irse de esta casa, pero puesto que vas a echarlo yo mismo te lo digo… le amo y estaré con él tarde o temprano.


Naruto me miró sonrojado aún con esas lágrimas que le desbordaban y recibí otro bofetón de mi padre mientras Karin sonreía, supongo que esta era su intención desde el principio, empezaba a entender que Deidara sospechase de ella, quería alejar a mi madre para que no nos defendiera, quería manipular a mi padre en su momento más débil por la falta de mi madre y quería echar a Naruto a la calle, pero por mis narices que ella no conseguiría alejarme de él, no iba a permitirlo.


- Me largo papá – le dije


- Pues ya podéis ir los dos a recoger vuestras cosas y marcharos – me dijo – si cambias de opinión ya sabes dónde estaré para notificarme tu decisión, te recomiendo que lo pienses bien si de verdad quieres abandonar todo por ese crío que sólo trae problemas – me comentó.


Cogí a Naruto del brazo levantándolo del suelo donde estaba llorando y le obligué a acompañarme hacia arriba. Le metí en mi habitación sentándole en mi cama para que se calmase en la medida de lo posible y abrí mi armario sacando una de las maletas de lo alto para guardar la ropa.


- No lo hagas Sasuke – me dijo Naruto – por favor…


- ¿Qué dices Naruto? – pregunté acercándome a él y agarrándole el rostro con dulzura limpiándole las lágrimas – yo contigo iré donde sea ¿Me oyes?


- No puedes dejar a tu padre solo – me dijo – no con Karin por aquí, sabes que tu padre ahora mismo está demasiado débil con todo lo de tu madre, Karin se aprovecha de esa vulnerabilidad de él, no está diciendo enserio todo lo que te ha dicho y lo sabes, es Karin quien le está llenando la cabeza con todo esto. Si te marchas, ella ganará, hará lo que quiera en el rancho porque tu padre no tiene la cabeza para sus problemas, sólo tiene cabeza para lo que está ocurriendo con tu madre.


- No voy a dejarte solo.


- No puedes dejarle a él solo, te necesita.


- Tú también – le dije.


- No… enserio yo puedo cuidarme solo, tengo el dinero de mis padres, puedo ir donde quiera o coger una habitación en algún hotel pero tu padre… él tendrá a Karin en esta casa constantemente y tratará de quitarle lo que tiene, sabes como es ella, lo manipulará ahora que puede. Tienes que quedarte y evitar que Karin se salga con la suya.


Sabía que Naruto tenía razón y caminé nervioso por la habitación porque aunque sabía que tenía que quedarme, no quería hacerlo, quería irme con Naruto y ayudarle a él. Me daba igual Karin y todo lo que estuviera planeando, pero tenía razón, las pruebas que necesitaba para encerrarla estarían aquí, Deidara también me necesitaría aquí para pillar definitivamente a esa bruja y condenarla.


- Joder – le dije golpeando de un puñetazo la puerta del armario y casi rompiéndola – no quiero dejarte solo – le dije.


- Lo sé Sasuke, pero hay que hacerlo. Estaré bien, te lo prometo.


Ayudé a Naruto a recoger sus cosas y aunque no estaba de acuerdo con nada de esto, no tenía más opción que dejarle ir. Mi padre me hizo ir a su despacho para que le contase mi decisión de quedarme. Cuando salí, Naruto ya no estaba en el hall donde le había dejado y me preocupé al ver la sonrisa de Karin.


- ¿Qué has hecho? – le pregunté.


- Tirar la basura de esta casa – me dijo sonriendo.


- Ve contando tus días en esta casa Zorra – le amenacé saliendo corriendo a buscar a Naruto.


No sé dónde se había ido él solo y andando, pero me fui directamente al establo a ensillar uno de los caballo y salí a galope por los dominios de nuestro rancho a buscar si aún estaba por las cercanías. Uno de los empleados al ver la hora de la noche que era, prefirió acompañarme y al final lo encontré, a la salida de la hacienda y estaba hablando con Itachi que al parecer ya había salido del calabozo y llegaba a su rancho ahora. Me sorprendió mucho cuando al mirar a Naruto llorando sin parar, Itachi acabó besándole y me enfurecí. Desmonté del caballo dispuesto a pegarle porque nadie tocaba a mi chico, pero mi acompañante evitó que hiciera alguna locura y vi como Itachi al final, se lo llevaba para dentro de su rancho. Al menos sé que estaría seguro con mi hermano, pero me carcomía el odio por Itachi y más sabiendo que le había besado, la ira se me llevaba en este momento, pero volví a montar y me fui directo para casa. Esa zorra se iba a enterar de quien era Sasuke Uchiha, nadie tiraba de mi casa al amor de mi vida y se quedaba sin consecuencias.


 


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