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¡Nadie se pierde “la novela de las ocho”!… por mestefaniab

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Notas del capitulo:

Como dijo Roberto Galán… ¡Se ha formado una pareja!

Nota de la autora:

Ha pedido de mi mano, que no escribe y mucho menos teclea a la velocidad que yo quisiera... Les traigo un resumen de lo más significativo que ha sucedido desde el día 16 al día 26 de la competencia…

Día 16: Ron confirma que es gay (o por lo menos que no le desagrada la idea del sexo bajo el mismo género), al ser el testigo involuntario de una "dolorosamente larga" sesión de sexo entre Neville Longbottom y Theodore Nott.

Día 17: Hermione decide que para algo tiene cerebro y lo usará para conquistar a Pansy Parkinson. Gran decisión, según ella. Mientras, la directora descubre que la imagen de cierto “fallecido director”, desaparece paradójicamente cuando ella más lo necesita (dícese averiguaciones sobre el contenido de la misteriosa caja).

Día 18: Debido a la competencia, Draco y Harry deciden dormir juntos (lo poco que la competencia les deja dormir). Las fujoshi agradecidas…

Día 19: Pansy se ruboriza cuando Hermione le dice que es “bella como una nereida”, principalmente porque la leona le señaló la portada del libro que sostenía y en el que se podía leer: “1000 poemas de amor”. Esa noche, Pansy Parkinson le pregunta a Theodore Nott qué es una nereida.

Día 20: Draco observa como Harry ha decidido dormir casi desnudo sobre la alfombra del cuarto y no puede evitar pensar que se ve adorable. Aunque avergonzado por ese pensamiento, invocó un acuamendi para despertarlo.

Día 21: El team Draco está dividido entre las que piensan que es un “malo sexy” y los que opinan que solamente es “frío e incomprendido”. El team Harry, en cambio, opina que solamente es un hijo de p***… Y aunque nunca lo admita, en el fuero interno de Ron comienza a apoyar al team Harry por ello.

Día 22: Hermione se las ingenia para ir junto con Ron, Pansy y Blaise a Hogsmeade. Supuestamente para saber si se habla de la “novela” fuera del colegio. Como los chicos se la pasearon peleando, las chicas pudieron conversar a pleno mientras los reprendían. Esa noche, Theo agradeció a Merlín por su refrío, aunque a Neville no le hizo ninguna gracia el no poder verlo.

Día 23: Draco rechazó al oji-azul de Durmstrang (al mejor estilo Malfoy) y Harry no pudo evitar sonreír como idiota (aunque no sepa bien porqué).

Día 24: El team Harry y el team Draco discuten todo el día, sobre si Draco le es o no infiel a Harry, y si este sabe o no al respecto. Mientras, Hermione y Ron, son sometidos a una sesión de belleza (o de tortura, según como se lo mire) de la mano de Ginny Weasley.

Día 25: Hermione le “robo” (nótese las comillas) un beso a Pansy, en la torre de astronomía.

Día 26: Blaise observa la “novela” y no logra dilucidar si es que Draco le está haciendo una escena de celos o de envidia a Potter. Ya que Harry fue invadido de halagos por su desempeño en la prueba de ese día y eso al rubio pareció molestarle mucho.

Muchas gracias.

atte.: mi mano

 

________ Día 27 de la competencia________

 

Conforme la competencia acaba, la falta de sueño va pronunciando (cada vez más) las ojeras en los participantes. Es paradójico como el cansancio mental puede hacer estragos en el cuerpo, pero ahora no solo es Harry y Draco quienes dan prueba de ello…

Ron no había podido dormir tranquilo en los últimos diez días. Tampoco podía ver a Neville a la cara luego de la “escenita” que presencio durante casi 3 horas (escondido detrás de una triste estantería para masetas, en el invernadero numero 4). Lo realmente chistoso del asunto, es que había ido precisamente allí a pensar “en paz”. Nunca se considero un voyerista, pero viendo la cara deformada en placer de Neville, no pudo dejar de sentir (cuando menos) un poco de envidia. Había tenido un “sincericidio” con su hermana Ginny y con su mejor amiga Hermione hacia un par de días atrás, y aunque se sintió comprendido y apoyado en ese momento, algo había cambiado en él. Por ejemplo, ahora recordaba algunos de sus últimos sueños húmedos. Lo traumatizante del hecho, es que en ellos se rememoraba la “escena” de Neville con Theo, solo que en sus sueños el formaba parte de la “escena”. Por esa razón, no podía (ni quería) dormir, y mucho menos ver a la cara a Neville a pesar de compartir habitaciones con él…

En otro lado del castillo, Pansy escuchaba como Blaise no paraba de despotricar contra el “pobretón cabeza de fósforo” de Weasley. Pansy, que siempre fue sincera consigo misma, no entendía la razón por la que Blaise no se daba cuenta de las cosas.

Blaise y ella fueron buenos amigos prácticamente desde primero, incluso hubo un tiempo en que (al igual que con Draco), se planteó la posibilidad de ser su pareja. Blaise era un buen partido para cualquiera, ella lo sabía, pero al moreno no se le conocían más que aventuras. La slytherin's jamás le escucho comentar su interés por alguien más de siete días seguidos. Como todo interés, este se iba al obtener lo que deseaba, y nadie se le resistía al moreno. Así como nadie estaba en boca de su amigo, más de dos comentarios seguidos. Sin embargo, allí estaba Pansy Parkinson, escuchando como Blaise Zabini se quejaba de la “comadreja insufrible” por enésima vez…

Esa mañana transcurrió lenta. El almuerzo fue seguido por una reunión en la “base de operaciones” (dícese sala de menesteres). Theo (aprovechando sus días de gripe) había contactado mediante cartas, con una amiga que había sido eliminada de la competencia hacia poco. Le confirmó que los participantes estaban incomunicados. Solo podían recibir mensajes vía red-flu de las autoridades de cada colegio. Es decir, nada de lechuzas. Solo Mc Gonagall podía hablar con Harry y con Draco. Eso fue un golpe bajo para los chicos. Ya que si querían cortar la “novela” en ese momento, tendrían que hablar con la directora, si o si. Pero como temían que no se tratara de una simple “relación romántica”, quedaba fuera de discusión esa opción. Además de la vergüenza implícita que conllevaba para Harry y Draco, sumado al hecho de que (obviamente) lo negarían, estaba la posibilidad que las líneas red-flu (al ser públicas por la competencia) estén intervenidas por Rita Skeeter. Eso sería un verdadero desastre para sus amigos…

La conclusión del día, era que tenían que seguir con la misión de cortar con la “novela” por su cuenta (especialmente, porque si no, Harry y Draco se cortarían otra cosa).

 

________ Ese mismo día, 19hs________

 

Ron había salido de su última clase unos minutos antes, con la excusa de no sentirse bien, dirigiéndose a la enfermería (solo para disimular). A partir de ese momento (y luego de que la enfermera le diera unos frascos de poción sin sueños), se dedicó a caminar sin rumbo fijo. Llegado a ese punto, invocó un tempus y a pesar de que ya era hora de cenar, siguió caminando. No quería ir al comedor, sobre todo porque no quería ser regañado por su ex novia y mejor amiga. Caminando se encontró a sí mismo, fuera del castillo. Ya cansado de caminar, y agradecido de que con ello, no hubiese pensado de más. Pero por sobre todo, rendido con el desastre que era su cabeza. Se sentó al pie de un frondoso roble. Estaba oscureciendo, pero eso le tenía sin cuidado. Había traído la capa de invisibilidad de su amigo. Desde que se la había encargado, no se despegaba de ella. Lentamente se fue quedando dormido, y en ese estado de vigilia, escucho una voz cantar…

 

Esta noche, deja volar tu imaginación.

Estoy a tu merced, solo dime qué hacer.

Puedo ser tu mayordomo, o puedo ser tu violador.

Podemos fingir estar atrapados, o perdidos en un desierto cruel.

Esta noche, libera tu ser.

Hey!

Llévame hasta el extremo, me dejaré.

Hey!

Bésame, quiero caer en tu juego.

Hey!

Te abrazaré, porque esta noche...

Todo puede ser, sedúceme…

 

A medida que la voz cantaba aquellos versos, la imaginación de Ron Weasley voló lejos. Aquel hombre que lo tomaba en su mente, no tenía rostro. Pero él quería que tuviera rostro, su libido se lo exigía. Necesitaba un rostro. Se incorporo casi en un salto, no pensaba o coordinaba bien. Todavía adormilado, buscó el origen de aquella voz…

 

Ron: _ ¡¿Blaise?! ¿Qué demonios haces aquí?

Blaise: _ Estaba buscando un poco de paz antes que comience la “novela”, pero como no se puede, ¡me voy!

Ron: _ ¿Qué? ¡No! E-espera… eh… ¡voy contigo!

Blaise: _ ¿Qué, te da miedo irte solito? ¿Quieres que te dé la mano para que no te pierdas?

Ron: _ ¡Por supuesto que no!

Blaise: _ ¿Se puede saber qué te pasa? Tu cara se está confundiendo con tu pelo…

Ron: _ ¡No me pasa nada! Es solo que…eh, yo… estaba durmiendo cuando empezaste a cantar.

Blaise: _ ¡Perdone mi amo! ¡Soy un elfo malo! ¿Quiere que me castigue amo?... ¡Hey! Estas cada vez más rojo. En serio, ¿estás bien?

Ron: _ S-si, e-estoy b-bie-en…

Blaise: _ Si, te creo…

Ron: _ ¡No! ¡Enserio! ¡Estoy bien!

Blaise: _ Lo que digas…

 

Ron estaba a punto de desmayarse cuando llegaron al castillo. Unas sesenta imágenes pornográficas habían asaltado su cabeza, por cada gesto y cada palabra que le había dicho el slytherin's. Cuando cada uno siguió su camino, el ritmo cardiaco del león, pudo normalizarse.

Por otro lado, Blaise Zabini seguía sin entender la actitud del gryffindor’s. Cuando llego a la sala común de Slytherin, se encontró con Pansy. La chica le informó que esa noche serían Theo y ella quienes verían la “novela”. No le podrían haber dado mejor noticia al moreno, pero antes de despedirse de su amiga, le comentó lo sucedido con el “pobretón” de Weasley. Y Pansy no pudo más…

 

Pansy: _ ¿No te das cuenta Blaise?

Blaise: _ ¿De qué hablas?

Pansy: _ ¡De lo único que tú hablas!

Blaise: _ ¿Ah?

Pansy: _ ¡De que solo hablas del “pobretón” de Weasley!

Blaise: _ ¡No es cierto!

Pansy: _ ¡Haz memoria Zabini! Desde que empezaron las clases, ¡no pasa ni un solo día en que no lo nombres!

Blaise: _ Eso. No. Es. Cierto.

Pansy: _ ¡Sí! ¡Si, lo es!... ¿Sabes qué? Haz como quieras, si de todas formas es imposible…

Blaise: _ ¿Qué? ¿Qué es imposible?

Pansy: _ Que le gustes a la comadreja…

Blaise: _ ¡¿Estás loca?! ¡Mejor para mí! Lo odio, no lo soporto, además yo…

Pansy: _ ¿Mejor? ¡No me hagas reír! ¡Weasley nunca se fijaría en ti!

Blaise: _ ¿Y eso porqué? No es que me interesa, pero ¿por qué no se fijaría en mí?

Pansy: _ ¿Por qué? Es muy simple, el no es como una frazada prestada que va de cama en cama (“no es como tú, amigo mío”). Todo lo contrario, ya sea por estupidez o timidez, se ve de lejos que es de los que no les va un-revolcón-y-nada-más. Casi virgen diría yo…

Blaise: _ En primer lugar, eso tú no lo sabes. Santos vemos, diablos desconocemos. En segundo lugar, sería un “honor” para él que le diera cabida, y en tercer lugar…

Pansy: _ ¡Ya cállate! ¡No me interesa, ese no es el punto!... Afirmo lo que digo, tú no podrías tener una aventura con él. Tus trucos baratos no te servirían. Ese idiota es de los que buscan una relación seria, eso lo sé por Hermione. El busca enamorarse y tu… bueno, no eres así (“y todos lo saben”). A ti no te importa tener a alguien para siempre. A ti te aburren las personas… espero de todo corazón que no termines solo Blaise. Buenas noches.

 

Como un petrificus totalis. Así sintió aquellas palabras. Blaise no pudo replicar nada y presintió que su amiga se guardo de ser “más Slytherin” (en pos de decirle la verdad sin que le doliera tanto), pero aun así le dolió. Pansy no era precisamente de las chicas mas listas que conocía, y si aquello era obvio para ella…

El moreno se sintió como un idiota. Un idiota que ni siquiera estaba a la altura de un “pobretón” como Weasley, y que como su ambiciosa madre, al final se quedaría solo…

 

________ Esa trasnoche________

 

El espejo mostraba a un destruido Harry James Potter, durmiendo como si la vida se le fuera en ello, al lado de un pensativo e igualmente destruido Draco Lucius Malfoy. El rubio estaba harto, quería largarse de ese lugar, pero no podía. Esa competencia lo beneficiaba tanto a él como a su familia. El apellido Malfoy seguía por los suelos y le tocaba a él remediarlo. No estaba solo, y eso era casi una bendición para él. Se sabía acompañado y querido, pero no dejaba de sentir una presión constante sobre su cabeza. La tristeza y el cansancio del momento, se vieron interrumpidos por un par de esmeraldas que lo observaban con cariño.

 

Harry: _ Hey… Deja de pensar, no puedes remediarlo todo. Tampoco puedes contra el mundo tú solo…

Draco: _ ¿Ahora  eres psicomago?

Harry: _ Debes descansar… Ahora que lo pienso, también tienes que comer.

Draco: _ No tengo hambre. Además tenemos que repasar, se viene la última prueba.

Harry: _ Estas a dos páginas, de saberte de memoria todos los libros de la biblioteca de Hogwarts. ¡Por supuesto que puedes y DEBES descansar!

Draco: _ No molestes san Potter.

Harry: _ Voy por algo que comer, ya vuelvo. Ponte cómodo, no puedes dormir con eso...

Draco: _ Harry… gracias…

Harry: _ Lo mismo digo.

Draco: _ Aun si al final de esto termino en la mazmorra más oscura, seguiré agradecido por todo.

Harry: _ Malfoy, por si no te diste cuenta, ¡me tendrías de compañía! ¡Ja, ja, ja!

Draco: _ Si, ahora que lo mencionas… ¡SERÍA UNA TORTURA!... ¡Ya, despabílate! Y por Merlín, trae algo de comer que sea decente esta vez, hablo enserio…

Harry: _ Si, si… traeré algo “decente” esta vez…

 

Cuando el oji-esmeralda salió de la habitación, al chico níveo le asalto un repaso mental de aquel día. Cada vez que estuvo por caer o rendirse, el moreno hacía las de su “héroe personal”. Bueno, casi siempre. A veces, era el incordio que llamaba la atención (indeseable) de admiradores entusiastas (llámese pesados). Todavía le latía la yugular por lo que había sucedido el día anterior. Nadie dudaba que en hechizos de defensa, “el niño que vivió y venció”, no podía sacar algo menos que la máxima calificación. Así fue de hecho. Pero esa no era razón para que lo acorralaran para pedirle autógrafos y darle felicitaciones. El sabía que esa clase de atención no le gustaba a Harry, si bien antes pensaba lo contrario, él ahora sabía que el moreno no era así. Sintió la incomodidad de su “héroe personal” y quiso ayudarlo. Estuvo a un gramo de paciencia de recurrir a imperdonables para sacárselos de encima. Pero lo realmente molesto para Draco... eran los sonrojos del moreno.

Principalmente porque eso lo hacía ver demasiado seductor a los ojos de cualquiera. No terminaba de entender por        qué esto le molestaba tanto. Pensó que se trataba de una faceta protectora hacia el chico. Una faceta que hasta ese momento, él había desconocido...

Luego de colocarse su pijama fue estirándose lentamente sobre la cama. Al abrazar su almohada no pudo evitar notar como esta tenía el aroma de Harry. Prácticamente todo olía a Harry Potter. Algo que antes lo hubiese hecho estallar en una épica rabieta, ahora parecía aceptarlo sin problema alguno. Es más, hasta podría decir que (en cierta forma) le agradaba. Le hacía sentir acompañado, querido, protegido… y enamorado...

Esa revelación bien valía un grito de terror, pero el rubio no gritó. Con su cara hundida en la almohada, se pateó mentalmente por no haberse dado cuenta de que lo que sintió el día anterior, no era otra cosa sino celos. Bonito problema tenía ahora entre sus manos. “Y pensar que antes, cuando lo odiaba, era más fácil… ¿Y ahora? ¿Qué iba a hacer?”

Abriendo la puerta con el codo, hizo su entrada Harry Potter, cargando una bandeja rebosante de comida.

 

Harry: _ ¡Ya volví!

Draco: _ ¡¿Por qué demonios tienes que ser tan amable?!

Harry: _ ¡¿Eh?!... ¿y ahora qué hice?...

Draco: _ ¡Nada, no hiciste nada!

Harry: _…

 

Mientras ambos team chillaban de la emoción y se complacían por la “cotidianidad” con la que se trataba la pareja. A Theodore Nott se le encendieron todas las alarmas. “La mazmorra más oscura” era una frase de su propia autoría, en tiempos de la pasada guerra mágica. Así llamaban al temor más grande que compartía con Draco. Así, ambos se referían siempre a Azkaban...

 

_“¿En qué estás metido Draco?... ¿y qué tiene que ver Potter en esto?”…

Notas finales:

¡¡¡GRACIAS POR LEER!!! Si gusto, ¡genial! Si no, díganme en que debo mejorar.


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