Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Inexistente por Drakarfox

[Reviews - 50]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, yo aquí en viernes, como prometí. Aunque admito que estoy haciendo un gran esfuerzo, ya en las notas finales aclararé si hay capítulo la próxima semana o no. Por mientras les agradezco de verdad por los reviews que me dejaron, me ayudaron muchísimo, de verdad a pesar como hacer este capítulo. 

Ya tengo pensados varias cosas para los siguientes, sólo tengo que llenar el espacio en blanco que tengo y podré dar un buen giro y con una explicación por demás suficiente. 

No los entretengo más, qué lo disfruten. 

Capítulo IX

 

Alguien nuevo

 

No es como si estuviesen haciendo algo prohibido, o si rompiesen alguna regla, era sólo que aunque al principio había sido fácil dejarse llevar, ahora se sentían nerviosos. Temían sentirse descubiertos y aunque sabían que no tenía nada de malo, puesto que dentro del lugar había bastantes parejas para dar y recibir, no era como si ya estuviesen listos para gritarlo al mundo, querían quedarse todavía con ese suceso para ellos, porque era de ellos y de nadie más.

Ya sentía los labios hinchados tanto a causa de los besos como de las mordidas, pero seguía negándose a separarse, sabía que el mayor pensaba igual. En cuanto llegaron a la organización siguieron de largo a las habitaciones, la primera en aparecer fue la de Axel, no se dijeron nada sólo entraron y comenzaron de nuevo la actividad, besándose esta vez con algo de desesperación, el camino les había parecido eterno.

Axel lo abrazo de nuevo por la cintura, lo levanto un poco. Roxas puso sus manos en los hombros. Los dos quedaron recostados en la cama, no buscaban llegar a algo más lascivo. Lo bueno del inicio de las relaciones es que sean lentas, no tanto como para aburrir, pero si lo suficiente como para disfrutar.

-¿Cómo vamos?- preguntó al separarse.

-Bien.

-¿Quién es el que lo deseaba entonces?- preguntó con burla.

-No estas libre de culpa y lo sabes.- Contestó jalándolo de nuevo.

-Buen punto.

Siguieron así un buen rato hasta que el ardor en los labios no pudo incrementarse más, sabían que seguramente al día siguiente estarían hinchados pero no era algo que les preocupara mucho, al menos por el momento.

-Entonces enano.- dijo quedándose sentado en la cama.

-¿Qué pasa?- preguntó acomodándose a un lado del chico.

-Eso es lo que quiero saber, ¿qué va a pasar?

-Creo que es obvio.

-¿Nos olvidaremos y haremos de cuenta que nada ha pasado para dejar esto como el rollo de una noche?- preguntó en tono dramático.

-Si claro- contestó divertido- pero no esperes buenas recomendaciones Axel, porque no eres muy bueno haciendo tu trabajo.

-Oh, entonces, dame la oportunidad de redimirme ¿no?- le preguntó al oído.

-No lo creo, sólo una oportunidad Axel y ya la has tenido, así que no puedes hacer nada más.

-Oh Roxas, pero sé que puedo ser mejor, puedo mejorar y lograr incluso que olvides el dolor en esta zona- dijo poniendo algo de presión en el sitio donde estaba el tatuaje de Roxas.

Se quejó haciendo una pequeña mueca- Vale, vale, te creo pero deja de presionar- pidió poniendo una mano sobre la de Axel para intentar alejarla.

-Bien, entonces tengo una segunda oportunidad, ¿verdad?

Suspiro- Sí, tienes una segunda oportunidad.

-Bien, me doy por bien servido con eso.- Se dejó caer en la cama poniendo sus brazos detrás de la cabeza. –Hablando en serio, ¿qué va a pasar?- preguntó serio.

-¿Quieres que esto pase como si nada?- preguntó dándole la espalda.

-No.

-Podemos hacerlo si quieres, sólo nos hemos besado.

-Una y otra vez.

-Una y otra vez- repitió,- pero sólo han sido unos cuantos besos.

-Muchos.

-Vale, muchos… ¿quieres que no les demos importancia?

-No. Sabes tan bien como yo que son importantes, además…

-Además ¿qué?

-Además quisiera repetirlos mañana, pasado, la siguiente semana, el siguiente mes.

-Entonces, ¿qué estas pidiendo?- preguntó viéndolo esta vez.

-Que me ayudes a ganarle a Demyx- contestó con una sonrisa.

-¿A Demyx?

-Sí, quiero demostrarle que es más sencillo obtener la lealtad de un gato que de un ratón de biblioteca.

Se soltó a reír cuando el otro dejo de hablar. -¿Es que acaso apostaste con él?- preguntó entre risas.

-Algo así, me molestaba mucho con que mi gato no dejaba que me acercará.

-Y tú lo atacaste diciéndole que su ratón era siempre escurridizo y no lograría nada, ¿no?

-Eso mismo y ahora me muero de ganas por llegar con él y decirle que mi gato,- comenzó a decir quedándose sentado junto a él- resulto ser más dócil que el ratón.

-Tienes una forma rara de declararte.

Alzo los hombros,- tú lo dijiste, soy raro.

-Lo eres.- Sonrió, no tenía tiempo de pensarlo pero si lo hubiese meditado un poco se habría dado cuenta que la sensación que en un principio sentía había desaparecido por completo, la cuestión sólo sería saber por cuanto tiempo.

 

-Tendrás tu primera misión- dijo en tono serio. Había estado buscando al chico un buen rato y no fue hasta que vio que salía del pasillo de las habitaciones acompañado de Axel que pudo hablar con él.

-¿Mi primera misión?

-Así es.- dirigió su mirada al pelirrojo que se mantenía callado- Axel va a acompañarte, así que procura llegar mañana temprano para que no tengas contratiempos.

-Bien, lo entiendo. – Contestó asintiendo dejando el paso libre al mayor que tal parecía se encontraba repartiendo los destinos a todos aquellos que tuvieran trabajo. –Así que por fin seré un miembro activo.

-Eso parece.

-y, ¿a dónde crees tú que vayamos?

-Seguramente bastante cerca, no es como si se esperase mucho de ti en tu primera misión.

-Vaya forma de darle ánimos a alguien- contestó con un toque de molestia.

-Venga ya, no te enfades, sabes que es cierto.- Dijo picándole la mejilla- Debes aprender a no tomarte las cosas tan en serio.

-Si claro, como digas.

Se quedó observando al chico, su altura, su complexión, su rostro, sus expresiones, todo lo que formaba al Roxas que en ese momento estaba viendo, no pudo más que sonreír. Era obvio, ese chico tenía algo y era también obvio que él se sentía atraído por ese algo. Lo siguió observando un rato mientras seguían su camino hasta que el chico se detuvo para encararlo.

-Bien,- dijo de golpe- ¿qué tengo?

-¿Qué tienes de qué?

-No lo sé, dímelo tú, me pones nervioso al verme de forma tan fija.

Rio un poco, debió de habérselo esperado. Negó con un movimiento de cabeza. –No es nada, sólo quise verte.

-Me pone nervioso.- Dijo retomando la caminata.

-Bien,- le dijo una vez estuvo a su lado. –Prometo no hacerlo tan seguido.

-Sería mejor si dejarás de hacerlo.

-Sí, sería mejor. Pero la verdad es que no me apetece. Tampoco puedes prohibirme toda la diversión Roxas.

-Claro que puedo- volteo a verlo- no me retes Axel porque sabes que puedo hacerlo.

-Bien, bien. No lo hago.- Se desligo de toda culpa levantando las manos en señal de rendición. –Oye Roxas…

-¿Qué?

-Todavía no me has dicho.

-¿El qué?- preguntó extrañado.

-¿Qué se siente besar a alguien con un arete en la lengua?- preguntó en un tono por demás sugerente a otras alternativas.

-No te lo voy a decir.- Contestó evitando mirarlo y bajando la voz. –Me voy.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Porque quiero echarme algo en los labios, me están ardiendo- dijo un poco sonrojado.

-Oh, ¿podría hacer una sugerencia?- pidió acercándose al rostro del otro.

-No, no puedes- dijo cubriendo su boca y dándose la vuelta. –Te veo mañana.

-Eres cruel Roxas.

-¡Cállate!- exclamó alzado el tono de voz antes de dar vuelta y salir del campo de visión del más alto.

Dejo salir una risa discreta, Roxas era simplemente muy divertido.

 

Se encontraba dando de vueltas en la cama, no sabía qué hacer. Bien sabía que ese no era su problema, pero por alguna razón ahora se encontraba inmiscuido y ni cómo explicarle a Roxas como fue que se dieron las cosas. Suspiro quedando boca arriba, tomando la almohada y poniéndola contra su rostro.- ¿Ahora qué se supone que haga?- se preguntó dejando que su voz quedará ahogada en la tela. Sólo había salido un momento, un momento tan estúpidamente corto que era casi imposible encontrarse con alguien y aun así, a pesar de todo eso se encontró de un momento a otro rodeado de los chicos que ya tenían problemas con su hermano, atacándolo a preguntas de las cuales no lograba comprender más que algunas palabras.

Y ahora estaba ahí intentando pensar como decirle a su hermano que Hayner, Pence y Olette estaban de verdad arrepentidos por lo que habían hecho, que querían hablar con él para solucionar los problemas y que incluso podía llevar consigo al chico pelirrojo, que por ellos estaba bien con tal de que volviesen a estar los cuatro juntos.

-¿Quién diablos es el chico pelirrojo?- se preguntó. Bien tenía que admitir que había ciertas cosas que Roxas había cambiado, le alegraba verlo animado, incluso demasiado relajado con todo, nada comparado a lo que era unos días antes, pero él creyó que había sido porque por fin había solucionado todos sus problemas. Cosa que tal parece era mentira. Se sentó en la cama, había escuchado como la puerta principal se abría y él todavía no pensaba en una buena forma de explicar la extraña situación en la que se vio envuelto. Pensó que tal vez viendo a su hermano las palabras saldrían más fácil, así que se decidió a salir de la habitación y encontrarlo en la sala. Una mala decisión.

-Ya no sé qué molesta más- dijo para sí poniendo una mano por sobre la playera en el lugar exacto del tatuaje y pasando la lengua por sus labios.

-Roxas, que bueno que…- se quedó a la mitad de la oración al ver a su gemelo, pasaría por alto la presión que ponía en su costado, pero que tuviera los labios rojos y un poco hinchados era algo que no podía dejar de ver. -¿Qué te paso?

-Ah… n-nada Ven, no le tomes importancia.- dijo nervioso.

-Si le tomo importancia,- comenzó a decir acercándose al chico- eso no pasa por nada- decía refiriéndose a sus labios. –Roxas…

-¿Q-qué?

-¿Tienes novia?- preguntó sonriendo de forma pícara

-No- negó contundente. Técnicamente no estaba mintiendo.

-Oh, ya veo… entonces tienes novio.-dijo seguro de sí. –Espera…

-¿Qué?- preguntó nervioso por las conclusiones que su hermano estaba sacando.

-Es Axel- dijo en tono bajo- ¡Es Axel ¿verdad?!- preguntó casi en un grito tomando a su gemelo de los hombros para zarandearlo un poco.

-Ventus…

-¡Por dios! ¡Por eso estás así!, ¡Por eso los chicos dijeron algo del chico pelirrojo!- dijo por la emoción, dándose cuenta a instante de lo que había dicho.

-¿Los chicos?- preguntó una vez su hermano dejo de moverlo. -¿Qué te dijeron?

-Ah, eso… escucha, no era mi intención entrometerme ni nada, sólo que… me han dicho que en verdad están arrepentidos, que han intentado hablar contigo pero no han podido.

-Ven…- llamó intentando calmarlo- escucha, lamento que te hayan inmiscuido en esto. Hablare con ellos.

-¿Lo harás?- preguntó sorprendido.

-Sí, lo han intentado los últimos días, pero no han tenido mucha suerte. Pero bueno, gracias Ven, por el recado- dijo rodeando a su hermano para ir directo a su habitación.

-Te serviría algo de crema para labios en este momento ¿sabes?- dijo cruzándose de brazos volteándose para ver de nuevo a Roxas quien se había quedado con los brazos muy juntos a sus costados, completamente quieto.- Tengo un poco, si es que lo quieres- dijo con una sonrisa ladina.

-A veces eres… demasiado molesto, ¿te lo he dicho?- dijo entre dientes sin moverse, dejando a su gemelo pasar a su habitación.

-Muchas veces.- Contestó sonriendo tomando su camino.-Pero agradece que tengo algo que puede ayudarte.

-Más bien tengo que agradecerle a Vanitas, recuerdo que fue por él que tienes esa crema.

-¡Cállate!

 

-Axel- llamó al pelirrojo cuando vio que entró de nuevo- tenemos a un nuevo miembro.

-¿Uno nuevo?

-Si- asintió Saix,- al parecer una chica con características similares a Roxas.

-Espera, espera- dijo pidiendo tiempo con las manos siguiendo al otro a la sala de tronos. –Roxas recién empieza ¿y ya hay alguien que comparte sus habilidades?

-Sí, Axel, así parece.- Dijo abriendo la puerta de la habitación sin dejar pasar al otro. –Aunque el chico lleva una gran ventaja- dijo a tono de burla- dudo que la nueva integrante pueda dejarte los labios de esa forma- terminó de decir con una risa por demás burlona antes de entrar por completo, dejando a un shockeado Axel sin saber muy bien que hacer.

-Vale, vale- logró decir por fin fuera de la habitación, - al menos no lo andes pregonando- gritó a la puerta para tomar camino a la cocina, tenía algo de hambre.

 

-¿Y bien?- preguntó a quien estaba al otro lado de la línea. -¿Ahora que me quieren decir?

-Roxas, escucha, esto se está haciendo demasiado grande… y nosotros.

-Espera Olette, de grande nada- dijo tranquilo tumbándose en la cama- Yo no he buscado hacer grande nada, simple y sencillamente he seguido mi rumbo sin problema alguno.

-Pero Roxas, es que no nos dejas explicarnos.

-Pues vale, te escucho entonces.

-Sé que lo hemos arruinado todo, lo sentimos de verdad. Sólo queremos que vuelvas a hablarnos.

-Ya les hablo Olette.

-Sabes a lo que me refiero- dijo con un suspiro- queremos que las cosas vuelvan a ser como antes.

-Olette, ¿cuándo  has hecho algo exactamente igual?- preguntó esperando alguna respuesta de la chica, pero no llego nada. –Escucha, por mí pueden acercarse y hablar cuando quieran, cuando gusten y de lo que les plazca, pero no será lo mismo y tú también lo sabes.

-¿Pero por qué?

-Porque las cosas siempre son así Olette. No es como si pudiésemos fingir que todo será exactamente lo mismo porque ya sucedió una vez y va a volver a pasar.- Tomo aire antes de hablar- escucha, haré lo que pueda, pero no prometo mucho, ¿estás bien con eso?

Se tomó su tiempo para hablar- de acuerdo, lo estoy. Entonces, ¿estamos bien?

-No lo sé, ¿lo estamos?

-Lo estamos.

-Bien, entonces… ah, espera. Antes quiero pedirte un favor- dijo sentándose en la cama.

-¿De qué se trata?

-No vuelvan a meter a Ventus en esto, ¿de acuerdo?- dijo en tono serio. – Él no me mete en sus problemas y yo no lo meto en los míos.

-De acuerdo… lo siento.

-Hasta después Olette.

-Sí, nos vemos.

Colgó el celular, arrojándolo sobre el colchón, se sentía cansado, un poco aliviado pero cansado totalmente. Esa simple llamada había tomado más energía de lo que había esperado. Se dejó caer de nuevo, dormiría un rato, sólo sería cosa de una hora o dos, tiempo mínimo.

 

-Y es así como perdemos a Roxas- dijo cerrando por completo la puerta de la habitación y dirigiéndose a la sala con el castaño. -¿Ves cómo es muy sencillo dejarlo fuera de combate?- dijo sentándose a su lado.

-Acabo de llegar. Eso sí que ha sido rápido.

-Y que lo digas, aunque supongo que ya venía algo cansado.

-¿Cansado?

-No sabría decirlo Terra, pero está metido en algo extraño.

-¿Cómo qué?- preguntó interesado.

-Pues, ha salido temprano toda esta semana, llega un poco tarde y bastante cansado. Y hoy, bueno, hoy parece que ha tenido una buena movida.

-¿En serio?

-En serio, de verdad que no sé qué le pasa.

-Ven, ¿crees que él tenga algo que ver con ese grupo nuevo?

-¿Qué grupo nuevo?- preguntó acercándose más al otro.

-Tú también lo has escuchado ¿no? Hay alguien, un grupo para ser exactos que filtra información, que vende lo que la gente le pide.

-¿Y eso es muy malo?

-Lo es- se recostó en el sillón pasando un brazo por los hombros del rubio para atraerlo más hacia si- lo es porque va en contra de todo lo que hemos hecho.

-¿Y cómo sabes eso?

-Rumores Ven, meros rumores.- Tomo al chico de la barbilla para girarlo hacia él- Si Roxas sabe algo y te lo cuenta, ¿me lo dirás verdad?

El chico asintió embobado por la cercanía que mantenían.

-Ven, tanto Sora, Riku, Aqua, Kairi, tú y yo estamos metidos en esto, así que me alegra saber que cuento contigo para cualquier cosa.

-Si.

-Ven, yo- decía soltando al menor para abrazarlo- lamento haberle puesto más atención a Roxas que a ti, en serio.

Se sorprendió al escuchar eso.- Esta bien Terra, sé que estás interesado en él, no hay problema- contestó correspondiendo el abrazo. –Lo entiendo.

-Ven, de verdad no sé qué haría sin ti. Tú fuiste una señal de buena fortuna al llegar con nosotros. De verdad.

-Lo sé Terra, lo sé. Serías todo un desastre. – Contestó divertido.

-Un completo desastre.

Se quedaron así un rato, Ven tenía que aceptar que se estaba dando por vencido con el mayor, pero con ese acercamiento, ese pequeño avance le decía que poco a poco se iba acercando.

 

 

No fueron muchos cambios, tampoco fue algo tan pesado, había sido una primera misión exitosa, esa mañana se había levantado relajado, lo que en un inicio iba a ser una pequeña siesta, se volvió en un descanso hasta la mañana siguiente. Cuestión que dejo de lado al salir corriendo de casa por lo tarde que iba, no le importó el desastre que dejaba en su habitación o el grito de Ventus, mucho menos el juramento que estaba seguro había escuchado de Vanitas quien extrañamente se encontraba en la entrada de su casa a horas muy tempranas discutiendo, o así parecía, con su hermano.

En cuanto regresaron a la organización decidió quedarse un rato más, Axel había mencionado algo de una nueva chica. Alguien parecido a él, cosa que no le molestaba pero que si le tomaba por sorpresa, al menos al inicio porque al momento de entrar y ver la escena que era la que recibiría a cualquiera que entrase al castillo inexistente, recordó que ese sitio era sin duda un lugar lleno de sorpresa.

-¿Cómo por qué estás colgado en la entada Luxord?- preguntó el pelirrojo quedando a un lado del menor.

-Saix y Larxene son pésimos perdedores.- se quejó cruzándose de brazos. – No es culpa mía que sean pésimos en las cartas.

-Y tú tuviste el valor de jugar con ellos.

-Bueno, no estabas cerca, ni el chiquillo ese.

-Gracias- dijo a modo de queja el rubio.

-Bueno, la fiera no estaba cerca tampoco- dijo cambiando el termino, sabiendo lo mucho que eso molestaba a Roxas- así que ellos parecían buena opción al principio.

-Al principio- dijo Axel con burla.

-Sí, sí. ¿Vas a seguir burlándote o me vas a ayudar a bajar de aquí?

-¿Y arriesgarme a terminar como tú? No creo Luxord, es tu problema, así que suerte con ello.- pasó una mano por los hombros de Roxas y retomaron el camino.

-¡Axel, venga ya!, ¡¿En serio vas a dejarme aquí?! ¡Axel!

-Y así Roxas, es como te vengas de Luxord.

-¿Dejándolo colgado?

-Justamente, ahora vamos para que conozcas a la nueva integrante.

-¿Ya van a presentarla?

-Claro, no es como si tuviera que esperar mucho… tú tampoco lo hiciste.

-Lo sé, lo sé. Sólo que… siento que todo va muy rápido aquí.

-Bueno Roxas, eso lo vas a seguir sintiendo conforme pasen los días, eres el número trece, ya eres un miembro activo y las misiones apenas comienzan, no es como que ahora tu vida vaya a ser un paseo entre flores, al contrario; se ira complicando más y más.

-Más si te tengo conmigo.

-Eso mismo enano, más si me tienes contigo- dijo tomándolo por la cintura. –Y bien, querido Roxas, ¿vamos a continuar lo que dejamos inconcluso ayer?- le preguntó al oído.

-Tal vez.- Sí, esa se estaba volviendo la respuesta favorita en cuanto a Axel se trataba.

-Tal vez- repitió bajando la mano de forma lenta de la cintura a la cadera del más chico.- Tus tal vez comienzan a agradarme.

-Eso lo sé, pero no exijas mucho todavía- dijo tomando la mano de Axel para soltarse del agarre.- Vamos poco a poco.

-Eso lo sé Roxas, lo tengo bien presente.

Dejaron la palabrería a un lado en cuanto entraron a la sala de tronos, tomando cada uno su lugar, esperado a que el resto se presentara. Les causo un poco de gracia ver entrar a Luxord quejándose por los daños a su chaqueta con Larxene detrás de él amenazándolo de que la próxima vez serían sus pantalones. No paso mucho para que los trece se reunieran en el lugar.

-Tenemos un nuevo integrante chicos- comenzó a hablar Xenmas- está vez se trata de una chica, una chica que es bastante peculiar en algunos sentidos, ella será a partir de hoy la número catorce.- dijo dándole paso a la chica que en ese momento llevaba la capucha de la sudadera, dejando ver mechones de su cabello negro. – Su nombre es Xion.

Un nuevo nombre se agregaba al muro de la entrada principal y Roxas no pudo pensar algo más que la chica era… diferente.

Notas finales:

Pido comprensión para con el capítulo, tengan en cuenta que lo escribi lo mejor que pude, y lo mejor que puede una persona al tener vértigo.

Si, estoy enferma de vértigo y ha sido increiblemente cansado escribir apenas media cuartilla. Por eso considero un triunfo el haber terminado el capítulo.

Por lo mismo si veo que no mejoro en la próxima semana (que de verdad me estoy desesperando por no notar progresos) no habrá capítulo nuevo, pero ya saben que lo compenso subiendo dos la semana que viene, pero en fin. En pocas palabras:

 

Fic suspendido hasta nuevo aviso.

 

Espero no sea mucho tiempo, de verdad.

Cuídense y nos leemos luego.

 

Drakarfox


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).