Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

1 palabra, 1 drabble por Dashi Schwarzung

[Reviews - 16]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Drabble dedicado a Birna, quien pidió la palabra "bebé" para este escrito.
Debo decir que este escrito no es nada impresionante, simplemente es la verdad cuando se tiene a un bebé... (experiencia personal :v)
Espero que les agrade, pues tengo mis dudas respecto a este escrito
..::Bebé::..
.:..
.

Eran las 4 de la mañana y ninguno de los dos podía dormir. Taiga estaba demasiado cansado de un día largo y agotador, y Daiki tenía que ir a la mañana a trabajar al cuartel de policía; pero ninguno de los dos podía dormir, la razón era tan fácil: un pequeño bebé de cabellos azules y ojos color rubí llamado Ryo.
Aquel pequeño bebé de tan solo 4 meses había estado llorando por casi dos horas, sin que alguno de los dos padres pudiera callarlo.
Y no era para menos, eran primerizos en esto de la paternidad y ya habían intentado de todo para calmar al pequeño: le habían dado de comer, le habían cambiado el pañal incluso habían jugado con él…. pero nada había resultado.
.
Daiki era el menos paciente y el más molesto de la situación, y lo único que pudo hacer en ese momento fue tomar su almohada y con ella tapar su cabeza, tratando de permanecer tranquilo mientras escuchaba a su pequeño hijo llorar.
Taiga era el más paciente y el que trataba de estar más tranquilo; tomó al pequeño entre sus brazos y lo arrulló sin descanso, esperando que el pequeño se cansara y se durmiera, pero no resultaba.
Todo era un desastre…
.
—Estoy harto, le llamaré a mi madre.— Con movimientos rápidos Daiki se levantó de la cama y tomó su celular, que descansaba sobre el estante de noche, y sin importarle un bledo la hora digitó el número de la casa de su madre.
Kagami no puso objeciones ante el asunto, después de todo su suegra era la única mujer cercana que había tenido éxito al criar a un niño, parecía que sería de mucha ayuda cualquier consejo que pudiera darles en ese momento.
Daiki esperó en la línea, y fue hasta después de 10 minutos que su mamá atendió al teléfono.
—¿Hola?— La mujer habló con una voz soñolienta que no pasó desapercibida a través del teléfono
—Soy Daiki.— Habló sin formalidades, sabiendo que su madre se molestaría por llamar a esa hora, pensó que era una buena idea poner el celular en altavoz, así Kagami podría escuchar la conversación.
—¡Daiki maleducado! ¡Son las 4 de la mañana! ¿Qué rayos pasa contigo para hablar a esta hora?
—Tch… mamá, escucha.. Ryo no deja de llorar, necesitamos descansar y el pequeño diablillo es incontrolable.— La voz de Aomine se escuchó desesperada, y debido a eso pudo escuchar la pequeña risa de su madre.
—Es fácil, Daiki. Mi hermoso nieto sólo tiene cólicos. ¿Recuerdas el envase en gotas que te di la última vez que nos vimos?
Aomine frunció la boca al no saber de qué rayos estaba hablando su madre.
—Es el pequeño frasco con la etiqueta roja.— Kagami mencionó, salvando del pequeño momento a su esposo.
—Sí, mamá… ¿ese envase qué?
—Dale solo cinco gotitas y con eso bastará.—La mujer suspiró al ver la hora en el reloj, vaya que su hijo y su yerno tenían mucho camino por delante con el pequeño Ryo.
—De acuerdo, lo intentaremos. Espero que funcione.— Musitó mirando cómo su esposo dejaba sobre la cama al pequeño y se dirigía hacia el botiquín a buscar aquel frasco que la madre de Daiki había mencionado.
—Funcionará, lo verás. Llámame por la mañana para confirmarme.— tan pronto terminó sus palabras, la señora colgó el teléfono dispuesta a dormir nuevamente.
.
Kagami, delicadamente tomaba el rostro del pequeño y depositaba las gotitas en su boca, ante la mirada expectante de Aomine, quien no sabía si aquello de verdad funcionaría; luego lo volvió a tomar entre sus brazos y esperó a que dichas gotas surtieran efecto.
Para sorpresa de ambos el pequeño poco a poco iba calmando su llano, y en lugar de llorar, tomó su dedo pulgar y lo metió a su boca.
Aomine suspiró aliviado al ver mejor al pequeño, se acercó a Kagami y miró cómo Ryo cerraba sus ojos para por fin descansar después de horas de llanto; hasta que por fin el bebé quedo dormido en los brazos de Kagami.
.
Sin hacer ruido el pelirrojo se dirigió hacia la cuna del pequeño y lo dejó muy lentamente sobre el pequeño colchón, le dio un beso en la frente a su hijo para luego caminar de regreso a la habiación contigua, junto a su esposo.
—Bien, son las 4:30 de la mañana…—Aomine miró cómo Kagami se metía entre las sábanas. —…Estamos tranquilos y solos… así que… ¿qué te parece si hacemos algo interesante?— La sonrisa del moreno no se hizo esperar, y es que ahora que tenían a un bebé los momentos íntimos entre ellos habían disminuido.
—Oh sí, no es mala idea.— Kagami se estiró lo suficiente para dejar un beso en los labios de su esposo —Aprovechemos el momento.
.
Tres minutos después:
Ambos chicos habían caído rendidos sobre la cama, ni siquiera alcanzaron a empezar con las caricias cuando el sueño los venció.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).