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UN DOBE DESADAPTADO Y UN UCHIHA BASTARDO VAMPIRIN por aris23

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Notas del capitulo:

No saben lo que me costo escribir esto. Hice tres versiones diferentes, y cuando ya tenía como cuatro hojas, lo borraba. Ninguna me convencia.

De verdad, escribir como niños es muy dificil, escribia para sasuke, y me quedaba muy infantil, como que no pegaba con su personalidad. Luego recorde como era él, en el anime. Y termino asi... medio amargado. jejeje.

 

Sin más que decir, espero que les guste.

CAPITULO VEINTIOCHO

EL SOL Y LA LUNA

 

 

El sonido del insistente vals, las pisadas, las risas, el sonido de las copas al chocar, las conversaciones de esos humanos, todo eso le taladraba la cabeza, era aún bastante joven como para que su sensible oído no le causara problemas. Trato de taparse los oídos, para las risas de aquella pareja humana junto con su padre  eran aún bastante fuertes como para que sus manos pudieran amortiguar el sonido. Tsk.

 

No lo entendía, de verdad no lo entendía, ¿por qué su padre se comportaba así?, no se suponía que no debíamos acercarnos a los humanos?, No era eso lo que siempre dijo: “sasuke, los humanos son inferiores”, “sasuke compórtate como un uchiha”, “sasuke, sasuke, sasuke…. me avergüenzas”.

 

Dio un profundo suspiro y continuo hay sentado, en aquella mesa tan decorada, mientras seguía mirando de lejos como su padre hablaba con esos humanos, y sonreía de esa manera tan extraña, la misma sonrisa que había utilizado unos días atrás cuando esos mismos humanos fueron a su “casa” .

 

Flash back

 

-sasuke- Ese tono lo conocía bastante bien, su papá se estaba comenzando a enojar. Decidió dejar su debate mental a un lado sobre que hacían ellos aquí  y hacer lo que le mandaba. Como siempre lo hacía.

- es un placer, soy sasuke uchiha -  se presentó a los humanos con toda la falsa cortesía que le enseñaron. Eran dos, el hombre tenía un color de cabello y ojos bastante inusual, y la mujer no sabría decirlo, pero su mirada, no, su sonrisa, tenía algo…

-oh, es tan lindo, nosotros también tenemos un pequeño – menciono la mujer, inclinándose un poco hasta quedar a la altura del menor – es un poco más pequeño que tú, pero de seguro serán grandes amigos.

 

Sasuke la miro con confusión, ¿amigos?. Él no necesitaba de eso. Y menos un humano.

 

-Kushina, tenemos que irnos - el segundo humano le hablo con voz suave, era su esposo. La humana le devolvió la sonrisa extraña y se despidió de manera cortes. Pero antes de salir  el humano rubio le hablo a su padre.

– Señor Uchiha, gracias por todo, sí no fuera por su ayuda ahora mismo seguiríamos buscando una casa.

-no importa, después de todo usted es el mejor activo de la empresa señor Namikaze. Y estoy contento de que forme parte de nuestra compañía.- padre le contesto con esa sonrisa, que de pequeño le erizaba los pelos de la nuca.

 

 Se estrecharon las manos con su padre en una despedida formal, y el hombre y su mujer abandonaron su casa para llegar a la suya, justo al lado. Eran sus nuevos vecinos.

Miro de nuevo a su padre, este se miraba con atención la mano que segundos antes fue tocada por la del mayor. Luego dirigió su vista hacia la ventana y lo llamo desde allí, como siempre sin mirarle a los ojos.

 

-Ven – su padre lo llamo indicándole que se acercara hasta la ventana y viera por ella.

 

Era la casa de al lado, estaban en plena mudanza. El humano rubio hablaba con otro de overol, parecía darle indicaciones. La humana pelirroja se encontraba de espaldas, estaba de cuclillas y parecía hablar con un pequeño niño. No lo veía muy bien, debido a que el cuerpo de la pelirroja de sonrisa extraña lo tapaba, pero si podía divisar unos cabellos amarillos.

 

-Hazte amigo de ese niño – soltó su padre de la nada, mientras miraba con atención genuina la ventana.

-si padre – Enseguida lo supo, ese niño tenía la atención que su padre nunca le dio. De nuevo lo miro, y sintió molestia.

 

Fin del flash back

 

 Aunque le haya dicho que si a su padre, yo Jamás seré amigo de ese humano. 

 

-Estás cansado?- Escuche que me susurraba al oído. Onee-san estaba sentado a mi lado.

Lo mire un momento y luego asentí con la cabeza. Me quería ir. Itachi como leyéndome la mente, me sonrío de lado – Aguanta un poco sasuke – y luego dirigió su vista al frente y por un segundo me pareció que sus cejas se fruncieron.

Mire al frente, padre venía con los humanos.

 

-onee-san ¿Por qué estamos aquí?- lo dije con la voz tan baja que solo itachi la pudiera escuchar.

-No lo sé, sasuke. – menciono con una sonrisa itachi, en el fondo no quería involucrar a su pequeño hermano en ese plan tan retorcido que había maquinado el líder del clan, su padre el rey Fugaku Uchiha. Pero para eso ya era demasiado tarde. –Digamos que está buscando algo importante para él.- “como un tesoro” pensó el menor.

 

-Este es mi hijo mayor, itachi uchiha – Escucho decir a su padre tan pronto llegaron a la mesa.- Es el mejor en su colegio, incluso el próximo año ya se va a graduar. A él sí lo promovieron varios años. – Su padre como siempre no lo presento. Pero si se encargó de hacerlo sentir mal.

- oh es tan guapo! – De nuevo la mujer pelirroja soltaba esa sonrisa extraña, esa que le hacía brillar los ojos.

-Es un placer –onee-san siempre era muy cordial, incluso me dedico una leve mirada de disculpa. La misma que me dedicaba cada vez que nuestro padre me hacía sentir mal.

- y este es nuestro hijo- El hombre rubio mencionó, pero pasaron los segundos y el supuesto niño no apareció, miro hacia atrás y puso una mueca. Luego miro a su esposa y le sonrió con vergüenza.

-Naru-chan ven aquí! – La pelirroja levanto la voz y el pequeño sasuke sintió por un momento un zumbido en sus orejas. Odiaba la gente escandalosa. Pero el grito sirvió, porque en seguida un pequeño salió de la multitud y llego corriendo a los brazos de su mamá.

-Este, este es mi pequeño…  – La mujer dijo su nombre… pero el pequeño sasuke no le  prestó atención. Estaba lo suficientemente ocupado detallando a su enemigo.

 

Era más pequeño que él, tal vez se llevaban un par de años; el niño humano. Se encontraba al lado de su madre y veía el piso. Tenía el cabello del mismo color que el de su padre. De ese tono tan amarillo que le recordaba el sol. Y odiaba el sol, le provocaba siempre un dolor de cabeza fuerte. Lo odiaba.

 

-mira Naru – su madre lo tomo de los hombros y lo colocó al frente del pequeño moreno.  – él es sasuke.

 

Sasuke se le quedo mirando, el niño aún sostenía la mirada al piso. Luego miro a su padre y este le dedico una mueca de enfado, solo para él.  Su padre solo le había pedido una cosa, “hazte amigo de ese niño” pero no podía…

 

Odiaba a ese niño, porque le recordaba todo lo que le dolía.

 

-hi- se obligó a decir. Ni siquiera fue cortes con sus palabras o hiso un esfuerzo por saludarlo con la mano. Al momento sintió la mirada de reproche de su padre encima de él.

 

El pequeño rubio levanto la mirada, y luego esbozo una pequeña sonrisa que lo hiso sentir extraño, era parecida a la sonrisa de la humana pelirroja. Algo que lo desarmaba. Lo hacía sentir inquieto y confundido. Quería alejarse de ese niño.

 

-Sasuke, por que no llevas a naruto a ver el jardín. – Aunque se escuchaba amable, sasuke sabía perfectamente que aquella era una orden de su padre, se dirigió apurado a la salida, sin dirigir ni una sola vez la mirada hacia atrás, esperando con todas sus fuerzas que el rubio no le siguiera. Pero escuchando la voz fuerte de su padre llamándolo, ordenándole que esperara a naruto.

 

Se detuvo a unos cuantos pasos de la puerta de cristal que da hacia el jardín, y casi pudo escuchar la voz de su padre en su cabeza “me decepciones sasuke”. Apretó sus puños con fuerza y cuando sintió los pasos rápidos del menor detrás de él alcanzándolo, siguió.

 

Bueno, tenía que admitirlo si se veía un poco bonito el lugar con las luces adornando su jardín y además estaba lo suficientemente lejos como para escuchar la música del salón sin que esta se volviera ruidosa. Decidió adentrarse y sentarse en una de las butacas largas sin espaldar. Se sentía triste, humillado, enojado, desechado, y… confundido por ese niño.

 

Respiro profundamente por la nariz. Y todo se volvió calma, su corazón se tranquilizó, y su mente se despejo. Ese olor… Era algo entre dulce y acido. Como vainilla con limón. No, no era eso, era un olor que lo reconfortaba.

 

-Estas bien?- escucho una voz suave detrás de él. Era el humano rubio, se había sentado a su lado pero en la dirección contraria. Lo miro de reojo y olfateo, era su olor. Al ser tan sensible por su edad, tenía la ventaja de oler esto. Probablemente ni su padre o incluso su onee-san no podrían jamás percibirlo. De alguna manera, ese pequeño rubio lo estaba reconfortando.

 

-La luna es muy bonita, me gusta como brilla – le escucho decir, mientras balanceaba los pies, apenas rozaba el suelo. Sus palabras lo sacaran de sus pensamientos, se sintió de pronto estúpido al haber caído por él. ¿Que tenia de bueno él, era bajito, era humano y aparte…

-la luna no brilla. – …era idiota.

-Eh? – el pequeño niño se giró en su dirección, ladeo un poco su cara y puso una mueca de total confusión. Sasuke nunca vio a alguien tan expresivo. Era un niño extraño. – No es cierto, mírala!! Brilla!!.

-Solo está reflejando la luz del sol. – Soltó sin querer, de verdad no quería seguir hablando con él. Pero lo estaba haciendo

-wuauu, eres muy inteligente!! – exclamo el pequeño niño con admiración, abriendo grande sus ojos, como si fuera lo más inteligente que hubiera escuchado en su vida.

 

Sasuke soltó una pequeña sonrisa y se sorprendió a sí mismo. Jamás había sonreído para alguien más, aparte de su onee-san. Luego vio sus ojos y noto que tenían un bonito color azul cielo, incluso combinaba muy bien con su cabello dorado. Como el día. . Y por extraño que parezca no odio eso. Le gusto.

 

-ahh sonreíste!!- comento el rubio feliz, mientras se  inclinaba súbitamente hacia el moreno y acercaba  su rostro al del pelinegro para verlo de cerca, quería ver los ojos de sasuke cuando sonreía.

-sabes, tus ojos negros brillan cuando sonríes. Es muy bonito. – los ojos del rubio también brillaban pensó el moreno – Es como la noche estrellada.

El pequeño sasuke giro su cara rápidamente tan pronto como sintió la respiración del otro en su cara. Estaba muy cerca.

- d deja e eso-  Se sentía nervioso, por alguna extraña razón su cuerpo estaba paralizado y el olor del rubio nuevamente lo envolvía.

 

Y justo cuando su corazón comenzó a latir con mayor velocidad el rubio retrocedió. Soltó el aire que no sabía que estaba reteniendo y se acomodó en su lugar, pero esta vez unos cuantos centímetros alejado del rubio.

 

- deben ser muy buenos amigos. -  comento el rubio de la nada, estaba otra vez viendo el cielo.

-Eh?- esta vez fue sasuke el que lo miro con algo de sorpresa, ¿de dónde sacaba eso?. Se giró en su asiento y esta vez, los dos niños quedaron viéndose frente a frente.

-porque el sol le presta su luz, para que brille cuando se sienta solo en la oscuridad. – Comento el rubio, esta vez mirándolo a los ojos, y sasuke pudo ver que el azul cielo de su mirada brillaba. Como el sol.

 

-Naru chan!!- el grito de la pelirroja los alerto. Estaba llamando a su hijo, al parecer ya era hora de que se fueran. Se preguntó por cuanto tiempo estuvo hablando con…y de pronto cayo en la cuenta que no sabía su nombre, no había prestado atención a la presentación y ahora se lamentaba un poco.

 

 –Dime tu nombre

-Hey!- el pequeño rubio frunció su seño e inflo sus cachetes, se mostraba a punto de hacer un berrinche, no esperaba que olvidara su nombre. Él si recordaba el de él. Era Sasuke! - Mi nombre es Naruto, Naruto Namikaze.

 

Levanto su pequeña mano y la tendió frente al pelinegro, como había visto a los adultos cuando se presentaban frente a otros.

 

 -Uchiha Sasuke. – menciono para luego volver a sonreír cuando escucho un “lo sé” provenir de naruto. Na.ru.to, le gustaba ese nombre.

 

Y esta vez, sin pensarlo siquiera estrecho su mano con la del pequeño. Se extrañó al sentir lo cálida y suave que era. Nunca había sentido algo así. Pero luego recordó, que naruto era humano, y él no lo era…

 

-Estas muy frío sasuke!!- exclamo naruto, al ver como la mano del pelinegro de bonitos ojos, se sentía tan fría al tacto.

Sasuke pensó que lo soltaría; una sensación de malestar sintió, no eran celos como la primera vez que lo vio, era algo más. Algo que le causaba ansiedad y miedo. Naruto … naruto lo soltaría?

 

Pero los segundos pasaron y se sorprendió al notar como su mano no era liberada del agarre, es más, era agarrada con más fuerza y después jalada hacia el rubio. El pequeño sasuke se dejó hacer, aún estaba sorprendido. Miro a naruto y este le dedicaba una sonrisa.

– Ven con migo adentro, te estas congelando aquí afuera.

 

Y entonces lo entendió, ya sabía porque le resultaba tan extraña esa sonrisa, no solo era porque nunca había visto una así tan cálida y sincera; en su mundo no había tal cosa. Era  porque cada vez que sonreía sus ojos brillaban, no,  era todo, todo en él resplandecía como un sol.

Notas finales:

Hola... de nuevo regrese.

 

Este pequeña historia, cuanta el como sasuke conocio a naruto, y sus tres años en el laboratorio hasta el escape. Como es una historia tan larga la dividi en dos, la proxima semana subire la segunda parte.

Espero que de verdad les guste, y es que este fue el capitulo que más dificil me parecio escribir. Y me esforze mucho. Pero cuando termine me dio un sentimiento de nostalgia.

 

Como siempre, espero con mucha ilusión sus comentarios, quiero saber sus opiniones o dudas. Siempre contesto!!., Seria lindo si pudiera llegar a los 200 cuando se acabe esto. Estimo que en el capitulo 30 y un epilogo en el capitulo 31.

Les agradezco mucho a todos los que me estan leyendo y en especial a: nezumi ross, sasame chan, gemma, kanouzumaki, marizu194, tenten, colett, amudoki, kage hime, lunnat y camisxn. Por dejarme sus comentarios y darme animos para seguir escribiendo.

 

 

 

 


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