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Inexistente por Drakarfox

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Notas del capitulo:

Yeih!! aquí en viernes, otro nuevo capítulo y he de admitir que el jueves sin importar que iba en el camión, en un camino empedrado, me puse a escribir ideas tras ideas para el fic, y dios, vaya que promete y muchísimo. En fin, por ahora... bueno, les dire lo demás abajo.

Capítulo XIII

 

Mis dilemas, mis miedos

 

-¿Cómo estás?

-Estoy, que por ahora eso es una gran ventaja- contestó con un tono alegre, por fin, después de una semana sabía algo de su hermano. -¿Y tú?

-Pues, sigo adaptándome a estar aquí… es complicado pero creo que no me está llevando demasiado tiempo.

-A mamá y papá sí que les está costando.

-Lo siento, pero era necesario.

-¿Sabes Roxas? De verdad que me haces falta aquí, no es lo mismo. Ya no tengo con quien pelear.- añadió con algo de burla.

-¿Y qué hay de Sora? Según tenía entendido era un buen reemplazo.

Al escuchar el nombre de su primo sintió su ánimo caer un poco. –Sí, puede ser, pero últimamente ha estado raro- tomo algo de aire para continuar, - más bien es que todo ha estado mal a mí alrededor desde que te fuiste Roxas.

-¿Por qué lo dices Ven?

-Con los chicos, con Terra, Aqua, Sora y Kairi- todo ha estado más tenso, me hablan para lo estrictamente necesario. La verdad es que a Terra ni lo he visto, me ha evitado a toda costa. Se sienten incómodos estando conmigo… creo que comienzo a entender cómo te sentías.

-No digas eso Ven, eso sólo una mala racha. Agradezco que no les hayas dicho dónde estoy, también agradezco que me hayas avisado. Pero no me agrada que estés pasando por todo eso. No se me hace justo para ti.

-Es justo Roxas, sólo que es algo complicado. De hecho no he ido, Sora tampoco me habla y ahora no es como si quisiera conversar con él.

-¿Y eso por qué?

-Tal parece que Riku se encontró hace poco con uno de los tuyos.- comenzó a explicar- Según nos dijo Riku fue una chica, parece que pelearon y regresó algo herido.

-¿Una chica?- preguntó pensando específicamente en Xion. -¿Te han contado que sucedió?

-No, sólo sé que pelearon y aunque la chica no resulto lastimada en cuanto al plano físico, no puedo asegurarte lo mismo en el plano mental.

-¿Qué quieres decir?

-Roxas, tú sabes cómo es Riku, siempre picando el orgullo, para él es muy sencillo descolocar a alguien. Y no creo que con esa chica haya dudado. Tendrías que tener cuidado.

-Lo tendré Ven… pero ¿eso a que contribuyo con que Sora no te hable?

-Me culpa de todo ¿sabes?, me culpa por no haberte detenido, por no haberles avisado de que te ibas, por no decirles a donde te has ido. Eso en verdad no lo sé, pero ellos no quieres escuchar de razones… y me han impuesto un castigo.

-¿Castigo?- preguntó sorprendido -¿a qué te refieres con castigo? ¿Qué te hicieron?

-Aún nada, pero es sólo cuestión de tiempo… Roxas, hagas lo que hagas, por favor no te aparezcas frente a los KM, por favor- pidió preocupado.

-¿Ven?

-Me han mandado a buscarte Roxas, encontrarte y llevarte al castillo del olvido… es la primera vez que tengo miedo de ellos.

-

-En verdad Roxas, no sé qué hacer. ¿Cómo es que tengo que reaccionar? ¿Qué tengo que hacer?- preguntó notando que se le quebraba un poco la voz. –Yo no quiero ser el culpable de nada Roxas, al menos no de nada que te pase. Eres mi hermano y sabes que…. no me lo perdonaría, así de sencillo.

­-Ven, tranquilo. Escucha, esto puede que se esté volviendo problemático, demasiado para nuestro gusto, te estás haciendo de enemigos y tus amigos te están dando la espalda. Es normal por la situación que se está presentando y te sientes contra la espada y la pared. Tranquilízate, va a pasar. Recuerda que nada es para siempre y este problema se va a acabar, pero si no te sientes bien, en verdad… ve con Cloud.

-¿Cloud?-preguntó sin comprender. -¿Por qué con él?

Soltó una risa ahogada- porque aunque no lo recuerdes Ven, es nuestro hermano mayor y de vez en cuando da buenos consejos.

-¿Me funcionará hablar con él?

-Puede ser, tendrías que comprobarlo tú mismo. Haz la prueba, nada pierdes con eso.

-… voy a intentarlo.

-¿Y Riku está bien?

-Hasta donde sé, si, si lo está. Pero la chica dio buena pelea.- contestó soltando después un suspiro. –Cuídate, ¿si Roxas?

-Ven, en este momento me preocupas más tú. Cuídate también. Y no te mortifiques por cosas que todavía no pasan. Cuando llegue su momento estaremos viendo que hacer ¿Vale?

-De acuerdo.- dijo asintiendo también con la cabeza. –Nos cuidaremos ambos.

-Trato hecho, entonces te dejo, te marcaré de nuevo después, ¿vale? Quería preguntarte por los chicos pero ya tengo que irme. Después me contarás.

-Sí, después te cuento.- se despidió terminando la llamada. Soltó un suspiro, desviando la mirada a la sudadera que estaba en su cama, la que le había dejado Roxas. Se quedó un rato viéndola para por fin levantarse tomando la prenda. Lo había decidido, si Roxas lo decía entonces sería bueno hacerlo. Iría con Cloud.

 

-¿Qué tal va todo?- preguntó cuándo vio al menor bajar el teléfono.

-No muy bien- dijo dejándose caer en la cama de nuevo junto al chico. –Las cosas van de mal en peor, en todos los sentidos.- dijo dándose la vuelta para acercarse al cuerpo ajeno.

-Quién iba a decir que tu llegada a la organización traería tantos problemas.- contestó rodeando al menor para acércalo más.

Ambos se encontraban en la cama, por sobre las cobijas, pasando un buen rato, sólo hablando. – Si, quien lo diría… ¿has hablado con Xion?

-No, sigue encerrada en su habitación.

-Tampoco Saix lo ha logrado ¿verdad?

-No, según me dijo tuvo una recaída, algo así como un ataque de ansiedad y pánico.

-Axel- llamó levantando un poco la cabeza para verlo- Ventus me dijo que tuviera cuidado, que Riku pudo haber herido demasiado a Xion.

-Si lo creo, no es normal que este así.

-No, no lo es.- Todavía recordaba cómo fue que la chica había regresado. Se había mantenido callada desde que había entrado a la organización, sin decir ningún comentario respecto a ellos dos que se encontraban en la sala principal. Se veía enfadada y demasiado nerviosa. Sujetaba la llave espada con fuerza y a ratos dejaba en clara evidencia el temblor en su cuerpo. Intentaron llamarla para preguntarle de la misión, pero la chica paso de largo, tal como si no los hubiese visto.- Me preocupa.

-Y a mí.- comenzó a acariciar el hombro del chico- Xion es algo… especial.

-¿En qué sentido?

-Es diferente de nosotros Roxas y lo sabes.

-Lo que no sé, es en qué sentido.

Se percató de como el menor comenzaba a mortificarse por la situación así que decidió distraerlo. –Venga ya Roxas, hay que levantarnos- dijo haciendo el intento por levantarse.

-¿Por qué?

-¿Acaso no lo recuerdas enano?- preguntó burlón- hoy nos toca preparar la comida.

-Estás de broma ¿cierto?- preguntó levantándose de golpe,- ¿ya nos toca a nosotros?

-Sí y lo mejor será que lo hagamos bien sino hay que comenzar a mentalizarnos para soportar a Larxene.

-Es lo peor de la organización- se quejó poniéndose los tennis- todos son tan especiales en la comida que tengo algo de miedo en prepararla.

-Venga Roxas, sabes cocinar ¿qué no?- dijo tratando de animarlo- así que no tendrías de que preocuparte.

Se le quedo viendo no creyendo lo que decía- sé cocinar, pero ¿crees en serio que a ellos les guste? Si Luxord enloqueció sólo porque la estufa se apagó tres minutos antes de la hora indicada.   

-Buen punto. – dijo después de meditarlo. –También Marluxia es algo exigente en cuanto al corte de la carne y eso.- se dijo- comamos fuera ¿te parece?

-¿Y qué pasara con los demás?

-Que se las arreglen solos, allá ellos si quieren preparar algo.

-¿Siempre haces esto?

-¿El qué? ¿Escabullirme de las tareas? Sí, todo el tiempo.- dijo poniéndose la sudadera. –Pero anda, salgamos, vamos al barrio del país de las maravillas. Yo invito.

Se lo pensó un rato antes de tomar su sudadera y asentir- vale, entonces vamos.

Salieron de la habitación, procurando ser algo sigilosos en cuanto llegaron a la entrada, habían pasado por la habitación de Xion pero desistieron en intentar llamarla. No se escuchaba ruido alguno pero estaban seguros de que la chica estaba ahí, nadie la había viso y según Saix, no era muy seguro que saliera de misión en esa condición. Cuando estuvieron fuera tomaron el camino hacia el barrio de las maravillas, esa era una característica de la organización, técnicamente se encontraba en un lugar céntrico y aunque era cierto que tenía muchos pasillos por los cuales era muy fácil perderse, también tenía acceso a varias calles, algo parecido a los atajos. Eso lo había aprendido a la semana de haber entrado a la organización, le costó algunas horas para encontrar de nuevo el camino correcto, pero se las había aprendido.

-Conozco un buen lugar en ese barrio.

-Porque no me sorprende- preguntó viendo al más alto.

-Tú también deberías conocerlo- dijo rodeándole los hombros. – es muy conocido.

-Sólo entre nuestra calaña ¿no?

Asintió- sólo dentro de nuestra calaña. Tienes shishas, esas cosas sí que son buenas.

-A veces me pregunto, ¿cómo es que no tienes una enfermedad o algo?- dijo viendo al mayor con una expresión de burla- siempre te andas metiendo y haciendo quien sabe cuántas cosas en el cuerpo.

-Eso es porque soy de buena madera Roxas, una muy resistente. Pero bueno- dijo acercándose a su oído- eso podrás descubrirlo esta noche.- dijo a modo de susurro.

El chico se sonrojo un poco, -deja de recordármelo ¿quieres? Eso es demasiado molesto.

-Pero es que estoy tan emocionado Roxas,- dijo en tono animado- de verdad que hoy planeo hacerte gritar hasta que te dejes la garganta.

Se sonrojo más, cuando Axel le había dicho en la mañana que apenas anocheciera se lo llevaría a su habitación y no lo dejaría salir por nada del mundo al menos hasta que lo hubiera estampado contra la pared una docena de veces, creía que estaba bromeando, pero se había encargado de recordárselo a lo largo del día tantas veces que comenzaba a sentirse nervioso a cada momento que pasaba. – En serio… por favor. Deja de decir eso.- dijo avergonzado.

-Yo creo que no, es demasiado divertido verte así.- dijo tomándolo de la mano para llevarlo por la dirección que quería,- vamos, el lugar es por acá- dijo entrando a un callejón que estaba adornado por enredaderas y algunas rosas rojas. – Pues bien,- dijo colocando frente a él al chico dejándolo en la entrada del sitio la cual tenía un estilo demasiado psychodelico. –bienvenido a “los jardines de la reina” Roxas. – dijo comenzando a empujarlo para que entrara.

-¿Cómo es que diste con este lugar?- preguntó al momento de entrar viendo hacia todos lados. Las mesas eran pequeñas, parecidas a las mesas de centro de cualquier casa, no había sillas, en su lugar había cojines de distintos colores y varias de ellos. En el centro de cada mesa había una shisha lista para comenzar a usarse, las únicas ventanas del sitio estaban en la entrada, provocando que gran parte del humo quedara dentro y las luces tenues sólo le daban un aspecto parecido a los antiguos  escondites de opio.

-Seguía a un sujeto, un objetivo y resulto que perdía sus tardes aquí, la verdad es que me pareció un buen lugar.- dijo deteniéndose en la recepción, si, a pesar de dar la facha que daba el sitio, había una recepción. – Por el momento somos dos personas,- comenzó a decir viendo de reojo como el menor seguía concentrado en estudiar el sitio,- pero posiblemente lleguen otros dos en un rato. – le dijo al chico frente a él. – Pero si pudieras darnos un sitio en la parte de atrás sería magnífico.

-Me parece que tengo un lugar- dijo el chico checando si había sitios libres. – parece que si, por aquí entonces.

-Vamos Roxas- llamó Axel sacando al chico de su escrutinio.- podrás ver mejor el sitio desde dentro.

-Sí- dijo yendo detrás de él, todavía observando alrededor. – es un lugar extraño.

-Sí, puede ser, pero es bastante bueno.- explicaba cuando llegaron a la mesa.

-En un momento vendrán a atenderlos- dijo el chico que los había llevado para después retirarse.

-¿Es necesaria una mesa tan grande?- preguntó al caer en cuenta de la sección en la que estaban.

-No vamos a ser los únicos Roxas.

-¿Quién más va a venir?

Sonrió ante la pregunta- ¿por qué no le dices a tu hermano que venga?

-¿A Ventus?- preguntó extrañado.

-Sí, quieres verlo. Lo sé. Y este es un lugar perfecto, técnicamente un punto neutral, así que ¿por qué no lo llamas?

-¿No tienes ningún problema?

-Para nada, anda; llámalo ya.

El menor tomo su celular bastante animado marcando el número de su hermano, el cual se sabía de memoria.

 

En ese momento, justo en ese momento podía decir que tal vez, sólo tal vez entendía un poco a Roxas. Y es que si su hermano tuvo que subir los mismos diez pisos de escaleras simplemente lo admiraría hasta la muerte. –Venga Ven, faltan tres pisos.- se dio ánimos. Esa fue otra duda que le surgió, ¿su hermano los habría subido todos de un solo jalón o también habría tomado descansos entre piso y piso? Tomo otro poco de aire para subir de una buena vez los tres pisos que le faltaban. Sintió un dolor en el costado al llegar al décimo piso. Tenía la respiración demasiado acelerada así que se apoyó en sus rodillas para intentar calmarse. Cuando se hubo recuperado o al menos lo que él consideró recuperarse, toco la puerta, esperando que su hermano estuviese en casa. Escuchó algo de ruido en el interior para tiempo después ver a Cloud abriendo la puerta bastante tranquilo y con música de Falling in reverse de fondo. – Hola Cloud.

-Hola… Ven- se había tomado unos segundos, no es que no conociera a sus hermanos, era sólo que a veces a él también se le olvidaba quien era quien.

-Dudaste- dijo al notar que se quedó callado.

-Tú también lo harías si estuvieras en mi lugar, no es muy común que vengas.- dijo abriendo del todo la puerta para recargarse en el soporte.

-Bueno, tampoco esperes a que venga muy seguido- dijo señalando las escaleras- de por sí ya las odiaba.

Soltó una risa al escuchar esa queja- eso es algo en lo que Roxas y tú están de acuerdo. También terminó odiando las escaleras.

-Es que solamente a ti se te ocurre vivir en un décimo piso exactamente en un lugar que no tiene elevador.

-Sí, sí, como dije, Roxas y tú coinciden en eso. –Decía dándole la espalda para entrar al departamento. –Anda pasa, quiero que me cuentes a que debo el honor de tu visita.

-¿Estas solo?- preguntó entrando y cerrando la puerta.

-Si. Totalmente solo. No es tan raro estos últimos días.

-¿Y Sephiroth?

-No lo sé- dijo alzando los hombros- no he hablado con él desde antes de que Roxas viniera a verme.

-¿Y eso?

-Tuvimos una pelea, así que hasta que podamos vernos sin tratar de dejarnos sordos a causa de los insultos no nos hablamos, ¿quieres algo de tomar o comer?

-No, así estoy bien, gracias- dijo yendo hacía el sillón. –Sephiroth y tú son algo exagerados.

-Algo- dijo sentándose a su lado- pero ten por seguro que es de familia, tanto de la mía como de la de él. No creo que sea una buena opción que alguno de ustedes quede de pareja de alguno de su familia.

-Sí, eso creo. Aunque Sora ya se te ha adelantado en eso- dijo recargándose en el sillón.- Él ya tiene una relación con Riku.

-¿En serio? Eso se veía venir, pero aun así es raro.

-Raro es verlos juntos… o bueno al menos eso me han contado.   

-¿Te han contado?- preguntó algo extrañado. - ¿No sé supone que tú estás con ellos a mayoría del tiempo?- preguntó viendo esta vez al chico.

-Ya no… las cosas se han complicado.- contestó con un suspiro.

-Bueno, entonces, cuéntame que tan complicadas se han puesto.

-¿Sabías que Roxas está con un grupo de sujetos?- preguntó recargándose en el respaldo del sillón y echando la cabeza hacía atrás para quedar viendo el techo. –No sé de qué tipo de sujetos, sólo sé que a Terra y a Aqua no les agrada mucho. Ni siquiera han podido explicarme el porqué. Y resulta que mandaron a Riku a seguir a Roxas porque ellos ya sospechaban que él podía estar implicado. Y yo le dije Cloud, le advertí. Por eso él se fue de casa y cuando los chicos lo supieron me culparon, más Sora, me dijo que él le atacaría sin importar que si es que Riku salía lastimado. Y empezaron a aislarme, me pusieron un castigo. Se confirmó que Roxas pertenece a ese grupo del cual todavía no sabemos su nombre o al menos yo no lo sé. Y resulta que soy el encargado de quitarlo del camino. Porque el plan original era eliminar a la amenaza y si él es la amenaza también tiene que irse. Y para finalizar con todo este estúpido drama estoy a prueba con los KM, ¡A prueba! ¿Puedes creerlo? Ya no estoy con ellos, sólo porque me negué a hacerle daño a mi hermano y ellos me hacen alejarme del grupo, de ir solamente cuando se me necesite lo cual es casi nunca. Ya no he visto a Terra, a Aqua, a Kairi y a Riku. Sora no quiere hablarme, todos me acusan de traidor y maldita sea, sé que lo soy, pero no pueden culparme. Si me ponen entre la espada y la pared o entre ellos y Roxas simplemente elijo a Roxas sin dudarlo, porque es mi hermano. Pero no lo entiendes.- termino de decir algo alterado. Lo había dicho todo, mal dicho pero lo había contado y de alguna forma se sentía más tranquilo. Ladeo el rostro para poder ver la expresión del mayor, sorprendiéndose al verlo sonriendo de forma comprensiva. Se acomodó de golpe para quedar bien sentado. -¿Cloud?

-Estas en un gran problema pequeñajo- dijo revolviéndole los cabellos- pero admito que me alegra saber que hayas elegido a Roxas sobre los demás.

-¿Cómo no iba a hacerlo? Es mi hermano mayor, además de que se lo debo- contestó con una sonrisa cansada.

-Y por eso mismo, creo que la respuesta a tu gran dilema es más sencilla de lo que piensas.

-¿Crees?- preguntó sin creérselo.

-Lo  creo- dijo asintiendo con la cabeza- Ven, simplemente deja a los KM.

Se quedó callado unos segundos a causa de la impresión de la respuesta. -¿Qué?

-Sólo déjalos, no te diría esto si pensase que es por un problema insignificante, pero esto va más allá. Déjalos.

-Pe-pero… ¿qué pasaría con Roxas?- preguntó algo preocupado.

-Puede cuidarse solo, además de que no está solo. Te tiene a ti y a mí.- Guardo silencio un momento viendo las expresiones de su hermano, tomo algo de aire y volvió a hablar. – Mira Ven, esa es una opción y mi opinión, pero piénsatelo, medítalo con la cabeza fría y tal vez puedas encontrar una mejor solución.

-… sí, creo que me lo pensare.- Dejarlos, la opción seguía es su mente, realmente no había pensado en eso, nunca había tenido la necesidad y en ese momento, que de verdad la tenía, no quería tomarla. No se veía lejos de los KM, lejos de Sora, de sus amigos, lejos de Terra.  Abrió mucho los ojos, -Terra- dijo en voz baja. Terra sin duda era quien más le hería. No le veía, no le hablaba, era como si hubiese dejado de existir de la noche a la mañana. Estaba conociendo una careta de todos los KM que no conocía o al menos eso pensaba. Porque no había razón para que el resto se comportara como lo estaba haciendo y a él lo hubiesen echado a un lado.

-¿Ven?

-Me gusta Terra.- Dijo de golpe, bajando un poco la cabeza.

Esa confesión le tomó por sorpresa, atino a acercarse un poco más al chico para hablar. -¿En serio?

-Si… pero ya no lo sé.

-¿Cómo que no lo sabes?- preguntó extrañado.

-No es el Terra que yo conozco, es alguien diferente, algo cruel… alguien que da miedo.

-Ven…

-Cloud, me gusta Terra y mucho, pero le tengo miedo, en estos momentos, con todo lo que está pasando le tengo miedo… no sé que hacer. Podría dejarlos como me sugieres, pero ¿y si intentan algo? ¿Y si me prohíben dejarlos? ¿Y si se ponen en contra mía?- comenzó a preguntar llevando ambas manos a la cabeza. –No sabría qué hacer, no quiero dañarlos pero creo que a ellos no les interesa causar daño.- levantó por fin la cabeza para ver a su hermano.- Tengo miedo Cloud- dijo mostrando un temblor en las manos.- Mucho miedo.

Eso lo sabía, tenía la mirada fija en el menor, sabía que tenía miedo porque él no había experimentado algo parecido a una perdida, ni nada por el estilo. Y qué decir de un encuentro extremadamente violento. –Sé que podrás lidiar con ello- le dijo sincero.- Eres capaz.- le dijo con una sonrisa intentando calmarlo.

-… eso espero- dijo más para sí que para el otro. Iba a agregar algo más pero su teléfono comenzó a sonar quitando de en medio toda la seriedad que había en el ambiente. Vio la pantalla del aparato para apresurarse a contestar. –Roxas, ¿pasa algo?- dijo un poco alterado.

-¿Eh? Nada, nada, tranquilo. Nada malo. ¿Estás ocupado?

-Pues,- volteo a ver al chico antes de contestar-algo parecido, pero tranquilo, ya me desocupo ¿por?

-¿Te apetece vernos? Estoy con Axel en un sitio llamado… ¿cómo dijiste que se llamaba Axel?-le preguntó al otro. –Ya, ya, ya lo memorice- dijo en tono de fastidio- estamos en “los jardines de la reina”, un sitio algo escondido en el barrio de las maravillas. ¿Te apetece venir?

-Ah, bueno Roxas, me encantaría pero estoy con Cloud y…

-No importa, también puede venir, ¿verdad Axel?- le preguntó al que estaba a lado de él- sí, hablo de Cloud.- dijo alejado un poco de la bocina. – ¿Ven?- llamó de nuevo.

-¿Sí?

-Puede venir, no importa que Axel se ponga pálido- dijo a modo de burla- voy a estarlos esperando, así que más vale que no me fallen. ¿Hecho?

-Pero Roxas…

-¿Hecho?- preguntó sin permitir réplica.

Soltó un suspiro, sabía que cuando su hermano se ponía así era difícil hacerlo cambiar de opinión. -Hecho.

-Te veo en un rato entonces, y ni se te ocurra dejar a Cloud.- dijo a modo de advertencia- que no Axel, no van a matarte- dejo escuchar su conversación con el pelirrojo provocándole una risa a su hermano.- Bueno, entonces me hare cargo de tu cadáver, si, si le diré a Demyx que le dejas tus audífonos, si… Pero oye, yo también los quiero.

No pudo soportar el soltar una fuerte risa al escuchar lo que decía su hermano, provocando que Cloud alzará una ceja en expresión curiosa. –No vamos a matarlo, al menos no todavía Roxas, dile eso. Bien, estaremos allí en unos diez minutos.

-Vale, entonces te veo en un rato- dijo de último para colgar.

-¿Qué ha pasado?- preguntó viendo que Ven se quitaba el celular de la oreja.

-Roxas y Axel nos esperan en “los jardines de la reina”. ¿Sabes dónde queda?

-¿los jardines de la reina?, me suenan. Creo recordar cómo llegar, pero… ¿nos esperan a los dos?

-Si, por sorprendente que parezca nos espera a ambos y no creo que me perdone si me aparezco solo.

-Pero mira que sorpresas da la vida- dijo en tono divertido. – Y también Axel… espera, ¿conoces a Axel?

-Sí, cuando lo conocí me confundió con Roxas, fue así que pude saber quien era. ¿Y tú cómo lo conociste?

-Lo vi besándose con Roxas enfrente de la estación.

Abrió un poco la boca por la impresión.- ¿besándose?

-Si, lo curioso es que todavía no eran nada, según ellos.

-No creí que fueran tan atrevidos como para besarse en la calle.

-Oh, tranquilo Ven- dijo levantándose para tomar la sudadera azul que ya hacía en el otro sillón- no es al único que he visto. Tú también has dejado a chicas totalmente embobadas por tus demostraciones afectuosas con Van. Así que no te hagas el inocente.

Sintió como los colores se le subían a la cara. – Eso… eso no fue porque yo quisiera.

Alzo los hombros- el punto es que paso ¿no?, anda vamos con Roxas o va a desesperarse.- dijo tomando su billetera, llaves y celular y acercándose a la puerta esperando a que el menor le siguiera.

Se levantó al ver que el otro iba camino hacía la salida, cuando abrió la puerta y paso junto al mayor aprovecho para desquitarse. – Tú también das buenos espectáculos y lo peor es que Sephiroth presume de ellos. –dijo saliendo y comenzando a bajar las escaleras. Sólo esperaba que Cloud no tardara tanto en reaccionar o tardarían mucho en llegar.

Lo había logrado, había sido un buen golpe, lo había devuelto bien. Apretó el pomo de la puerta, en ese momento una sola idea pasaba por su cabeza, iba a matar a Sephiroth, así eso significara quedarse sin novio, iba a matarlo, eso seguro. Cerró con algo de fuerza y puso la llave. Lo haría definitivamente lo haría.

Notas finales:

Pues nada chicos, sólo diré que me encanto ver a un Ventus en plan tan... normal, tan humano y sensible. En el próximo capí ya va a empezar como que el climax y espero que sea el inicio para conocer ciertas cosas.

 

Nos leemos el próximo viernes

 

 

Drakarfox


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