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Encanto por neblinadesol

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Notas del capitulo:

¡¡HEY!!. (13-6-2015) aquí de nuevo!, estuve rearmando este capitulo por eso la tardanza XD.( si, a ultimo momento se me ocurrió algo) y por lo tanto este cap. quedó partido en dos porque me pareció muy largo -cuento las hojas word y más o menos cada capi subido son 4 hojas minimo y algo mas, salvo el primer cap que fueron tres hojitas - Ok, no hay mucho que decir, gracias por leer y dejar comentarios :3 pasen y lean.

Los personajes son de NARUTO de Masashi -quiero ver arder el mundo- Kishimoto sensei

jajaja--->

Era mediodía el sol estaba en su punto máximo  y un Sasuke cansado  caminaba por los pasillos de la segunda planta  hacia su habitación en la parte más alta del castillo, en los últimos días no se sentía decaído como solía pasarle,  y por eso su hermano le permitió ese pequeño capricho, prometiéndole que si se sentía mal, detendría la práctica, además se hizo amigo de ese guardia que para su sorpresa también era como él, aunque la armadura escondiera gran parte de su anatomía, nunca pensó que alguien así pudiera dedicarse a ser soldado, parecía tan delgado, pero las apariencias engañan y lo comprobó el primer día en que cruzaron puños.

—Su majestad vamos a hacer un pequeño precalentamiento. Solo unos movimientos.—Sasuke le sonrió, en frente de él un flacucho muchacho más alto que él, de cabello dorado que le ocultaba media cara estaba firmemente parado esperándolo, vestía sencillas ropas, camisa gris con un chaleco de cuero que le llegaba hasta los codos negro y calzas negras con botas altas.

—Su majestad.— Hizo una inclinación de cabeza e hizo su pose de ataque. El pelinegro vestido con sus grandes ropas, le impedían moverse libremente, pero eso no evito poder correr hacia el guardia y dar una patada cerca de la rodilla, el rubio logró esquivarlo y dando pequeños movimientos  se paró tras él y le cogió el brazo llevándolo hacia atrás e inmovilizándolo.

— ¡Auch! ¡Duele!

— ¡Bien! —Dijo el capitán. El guardia le soltó—Lo siento pero debía hacerlo.—Sasuke adolorido asintió, pues eso no era nada con las ganas de aprender.

Practicaron juntos pequeños movimientos de puños y al día siguiente comenzó a usar la pequeña espada de hoja delgada, ya que era ideal para defensa a corta distancia.

Un rato antes se había lavado en las duchas y se despidió del joven guardia. Una de las sirvientas  ya debería haberle dejado su almuerzo en su habitación, se arropó con el chal sobre sus hombros, el pasillo se sentía un tanto fresco, tal vez después de comer iría al jardín a leer algunos libros y al anochecer le contaría a su hermano sus progresos con la espada cuando este le visitara en su recamara. Tan absorto estaba en sus pensamientos que al girar en una esquina no se percató de la presencia con la cual chocó, alzó la vista algo confundido y quedó totalmente shokeado, ¿por qué tenía que sucederle esto? La otra persona también estaba asombrada de tenerle en frente.

Naruto estaba que se caía de la rara suerte que tenía, se le ocurrió merodear por los deshabitados corredores de la segunda planta del castillo para ver si podía subir de piso, aunque no estaba muy seguro de dónde estaba, abría algunas habitaciones al azar y al notarlas vacías seguía su andar y acabó perdiéndose. Su amado escurridizo estaba en frente suyo con la misma expresión y lucia bastante confundido, con las mejillas algo sonrojadas, vestía una típica y sencilla túnica color crema que le dejaba desnudo los brazos ya que el chal se le caía de los hombros, el borde del cuello llevaba una costura unida con cintas que llegaba a su torso, la tela le moldeaba las suaves curvas de su cuerpo y terminaba sobre sus rodillas, pensó que eso era demasiado escandaloso, ¿mira que estar mostrando las pantorrillas?  y paseando sin guardias, podría algún pervertido hacer algo indebido, cerró los puños, se sentía celoso y quiso demostrarlo quitándose el saco y cubrirle los hombros. Pero apenas hizo el movimiento, el pelinegro retrocedió de un salto y luego de voltearse corrió como conejo asustado.

Sasuke corría todo lo que sus piernas le daban, cruzando los pasillos de la segunda planta, aun sabiendo que era inútil, si lograba llegar y ver a algún guardia este esfuerzo valdría la pena pero para su mala suerte no divisaba a ninguno, Naruto se aproximó veloz a él ya que era más alto y daba grandes pasos, en solo unos instantes logró atrapar su antebrazo izquierdo y tiró con tanta fuerza que hizo que Sasuke girara sobre sí mismo y chocara sobre su pecho, gimiendo por el golpe, puso sus manos sobre el pecho contrario a fin de marcar distancia, pero el rubio sabiendo de la intención lo atrajo esta vez tomándolo  de ambos brazos inmovilizándolo, ambos agitados quedaron en silencio recuperando el aliento.

— ¿Me va a decir por qué huyes de mí?—Pero Sasuke se removió inútilmente y ocultó su rostro.

— ¡Déjame!— Volvió a empujarlo sin éxito.— ¡No quiero verte!

Naruto le apretó contra su cuerpo en su impaciencia.—¿Por qué…?

— ¡Idiota, duele!— Sasuke alzó la vista y le miró enojado y creyó ver también enojo en los ojos cielo. Eso lo asustó. ¿Es que acaso no tiene suficiente?

—Tienes que decírmelo, ¡o te obligaré!

— ¡N-no!—Naruto vio que estaba otra vez en la zona de las habitaciones de invitados, porque ya había husmeado en algunas. Arrastró al pelinegro que inútilmente le golpeaba con sus manos cerradas en puños y acercándose abrió una de las puertas más cercanas, entró junto a Sasuke soltándolo y cerró con llave.

—Nos quedaremos aquí hasta que te decidas a hablar.—Sasuke atónico a lo que dijo el rubio, retrocedió buscando distancia, chocando contra en borde de la cama, pues Naruto caminaba serio quitándose el saco hacia él.

—Narut—Pero Naruto con su mano le atrapó el mentón y tiró hacia él acallándolo, uniendo sus labios y rodeando la cintura con su brazo , Sasuke cerró su boca impidiéndole ingresar y le golpeó  los hombros en protesta, tenía un poco de miedo, miedo de lo que pudiera hacer  Naruto con él, ya que no solo era más bajo sino que su cuerpo era pequeño y a veces el rubio solía comportarse de manera muy brusca, no media su fuerza, y eso le costó varios moretones cuando eran unos niños, Naruto se empujó cayendo ambos sobre el mullido colchón de la habitación, su cuerpo se encimó al otro impidiéndole  moverse,  las manos veloces  tomaron sus muñecas, hizo presión para que no pudiera girar su rostro. Sasuke se paralizó por esa acción e hizo una mueca  de dolor.

—¡Ngm!—Adentró su lengua cuando Sasuke separó sus labios, y recorrió su interior buscando a su compañera que le rehuía lastimosamente, cerró sus ojos cielo buscando solo sentirle. Las lágrimas en el pelinegro se escurrían de sus ojos cerrados intentando negarse a la pasión que el rubio le brindaba y exigía, temblaba, pero quería confiar en que Naruto lo respetara,  una vez fue suficiente para añorar la calidez del primer beso, no te entiendo…no me lastimes más… rogaba en silencio, y como si alguien le escuchara la presión sobre su cuerpo disminuyó al igual que el agarre de sus muñecas, los forcejeos fueron disminuyendo por el cansancio dejándose hacer, deseaba tanto esto que su cuerpo comenzó a reaccionar. Naruto adentró más su lengua en un último intento y un derrotado Sasuke al fin se rindió y le respondió con el beso que buscaba, y entonces las lenguas se unieron desesperadas, estuvieron un buen rato saboreándose, Naruto sonrió internamente satisfecho y luego de profanar su boca y de darle una última lamida se separó soltándole las muñecas y rodeándole en un abrazo protector,  apoyó su frente en el pecho del azabache que respiraba agitado, sonrojado y algo aturdido.

—Estoy cansado de tu silencio…, cansado de tu indiferencia…, cansado de tu lejanía…, pero no me canso de ti…—Naruto levantó la cabeza y fijó sus orbes en los de Sasuke y comprobó con asombro que su cara tenía una triste expresión.

—Sasu..¿Qué…?—El ojinegro le rodeo el cuello atrayéndolo y ocultando su rostro, compungido le susurró.

— ¿Por qué… me haces esto?—Naruto parpadeó sorprendido, escondido entre sus  brazos.

—Yo te quie…

— ¡Cállate!—Enterró sus dedos entre el cabello dorado. Sasuke meditaba en silencio las palabras adecuadas para despreciarlo, una pequeña lágrima se escapó y resbalaba por su mejilla izquierda, tal vez si el compromiso con ese tal  Hyuuga no estaba aún cerrado tendría posibilidad de alejarse de Naruto. Cerró sus ojos dándose valor y dijo:

—Le pediré a mi hermano que no cancele el compromiso.

— ¡¿QUÉ?!—el rubio se removió intentando levantar la cabeza pero Sasuke le clavó las uñas en el cuero cabelludo — ¡Auh!... ¡NO LO PERMITIRÉ!—Resopló— ¡No vine hasta aquí a verte desposarte con otro que no sea YO!

— ¡Jajajajaja!—resonó  por la habitación una risa cargada de ironía.

— ¡Tú no puedes impedir nada, porque no eres nada!

 

 

En una habitación algo oscura ya que las ventanas estaban cubiertas de gruesas cortinas que impedían la luz del sol, el fuego en la chimenea era avivado por las hojas escritas  que caían despreocupadamente de una mano pálida. Unos golpes llamaron la atención del joven quien se dio vuelta y se aproximó a la puerta y sin abrirla respondió.

—¿Si?.

—El embajador aún no ha regresado del castillo.— le contestó en susurros la voz femenina del otro lado.

—Gracias.— Se alejó y contempló con expresión serena su hogar temporal, hizo una mueca y caminó hasta una de las ventanas, descorrió una de las cortinas iluminándolo todo, luego miró con atención el caballete en donde posaba una de sus pinturas favoritas. Con sus dedos  delineó el contorno del rostro juvenil que había dibujado.

—Muy pronto,  MI embajador….

 

 

Itachi se paseaba de un lado a otro pensativo en el despacho, el capitán Hatake le seguía con la vista aburrido. La picazón comenzó de nuevo y se rascó despreocupado el brazo vendado, tendría que cambiarse las vendas, conseguir a alguien capacitado para delegar tareas ya que el anterior mayordomo había abandonado el castillo, literalmente por la ventana. Se sorprendió al escuchar que su majestad comenzara a reír suave y que le miraba socarrón.

—Emm…majestad su aptitud  a veces me preocupa.

—Hoy me han traído excelentes noticias, este pequeño reino es afortunado de tener a alguien como yo. —El capitán asintió algo dudoso.

Con respecto a lo que venía, señor: algunos guardias se quejan de vigilar la última celda. Tienen miedo. Majestad, deberíamos deshacernos de su prisionero.

—Mmm… aun no. Creo que más adelante nos sería muy útil.

— ¿Cómo? ¿No estará pensando…?—carraspeó temeroso. El primogénito hizo ademán con su mano para restarle importancia.

—Un momento de diversión no se le niega a nadie.— Le sonrió cómplice para luego volver a su expresión facial normal. El capitán levantó una ceja.

¿Qué extraña idea alegra a su majestad?

Hatake,—Itachi se aproximó a su escritorio y tomó un sobre— manda a traer a un mensajero, necesito que lleve pronto esto. Asegúrate de que sea entregado inmediatamente y que la respuesta sea para esta tarde.— El peligris asintió dando una inclinación de cabeza y tomó el sobre lacrado dado por el primogénito. Suspiró, si conocía bien a su majestad antes de terminar el día iba a suceder algo muy interesante.

 

 

 

— ¡¿Nadie?! ¡¿NADIE?!¡SOY EL EMBAJADOR DEL PAIS DEL REMOLINO-DATTEBAYO!

— ¡Salte de encima mío!—Con ambas manos tiró de la cabeza de Naruto, quien al levantar su cuerpo hizo que Sasuke lograra doblar su pierna y empujar al ojiazul aparatándolo de su cuerpo, pero un Naruto persistente  actuó  veloz  y rodeó la cintura del azabache con sus brazos antes  de que pusiera un pie en el suelo, tirándolo nuevamente a la cama. Naruto quedó encima de Sasuke quien estaba boca abajo. El azabache bufó enojado.

—De todas formas si sales de la cama, no podrás abandonar la habitación.— Naruto comenzó a repartir besitos en el cuello, Sasuke incomodo rehuía el tacto con poco insistencia. Torpemente intentaba sacar las manos de su cintura. Pulpo pensó. Mientras tanto el rubio comenzó a lamer y chupar la base del cuello bajo su nuca.

—Uhm…—suspiró…Es agradable…cerró los ojos  para disfrutar la sensación…¡No….

—¡NO!Naruto se apoyó en sus rodillas, se apartó un poco, apretó su cintura y  giró el menudo cuerpo, ambos quedaron viéndose frente a frente. Sasuke estaba asombrado de tal fuerza. Naruto le miraba sombrío y sonrió triste, fue acercando su rostro hasta tocar la frente del pelinegro.

—He sido muy paciente…será mejor que me digas que te tiene así o…— Sus ojos cielo fijos en su cara, no expresaban nada. Sasuke aun algo temeroso levantó el mentón, aunque  tenía que ser precavido le desafiaría.

— ¿O… qué?

Naruto le tomó de los hombros y obligándolo a sentarse sobre la cama escupió:

—Dímelo o nadie se casará contigo si te hago mío ahora mismo.— Se quedó congelado por aquellas palabras, le miraba atónito  ¿sería capaz? sus ojos se aguaron…Este no eres tu Naruto… luego bajó su cara y dejó escapar un sollozo.

—No… ¡tú no eres así! —Negaba una y otra vez, apoyó las manos que comenzaban a temblarles en el pecho estrujando la camisa del rubio.

— ¡Entonces no me obligues!¡Quédate conmigo…cualquier problema que tengamos lo solucionaremos juntos…—Y lentamente le soltó y se acurrucó en el regazo del azabache. Sasuke se limpiaba las ya incontables lágrimas con sus manos temblorosas.

—Por favor Sasuke…dímelo…

— ¿Quieres…. saber el por qué?—Naruto suavemente movió su cabeza recostado sobre sus muslos en  señal de asentimiento. Sasuke respiró hondo y exhaló.

— ¿Por qué… no me dijiste….que… vas a casarte?

Notas finales:

Ese Naruto "mimoso" con Sasuke que dice "no" y bien que le gusta *-*...  La proxima actualizacion es el sabado 20, pasenla lindo :3


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