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El "nya" que nos unió por 1827kratSN

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Notas del capitulo:

Holis, aqui vengo con un capi recien editadito ^_^

Espero que les guste

Las calles desiertas a esas horas de la noche eran el escenario perfecto para cualquier atraco y como era de esperarse el ruido sordo que se produce cuando algo pesado cae al suelo adornó el callejón  distante, la respiración del atacante debido al esfuerzo y la leve exhalación de forma  dificultosa del cuerpo en el suelo mantenían el ambiente tenso, unas pequeñas gotas de sudor se resbalaban por la frente del hombre en pie pero ni eso opacaba la sonrisa sádica que mantenía el encapuchado

 

-pa…ra… para por…favor – la súplica del sujeto caído cubierto de sangre en el rostro era tan leve que apenas se escuchó

-al parecer ya entendiste – recogió el arma usada, que constaba de un simple bate de béisbol y se la colocó en el hombro

-si… solo… para ya – con dificultad intentó incorporarse pero de nuevo cayó al suelo y decidió quedarse ahí, el dolor en todo su cuerpo era intenso y apenas lograba pestañear

-entonces cumple con tu pago, la fecha límite es en cinco días caso contrario tu negocio nos pertenece – se quitó la capucha mostrando el cabello negro y desarreglado, ojos marrones y malignos –pero me gustaría que fallaras para torturarte hasta la muerte

-no… no – el susodicho tosió de forma dolorosa escupiendo la sangre que tenía en la boca, acumulada debido a la falta de movimiento corporal,  los golpes poderosos nunca le dieron la oportunidad de  defenderse

- Zabuza déjalo ya – un peliplata se adentró al lugar – lo necesitamos vivo para que pague

- no se preocupe Kimimaro-san me llevaré a Zabusa-san conmigo – de pronto y de la nada un joven de apariencia delicada apareció mostrando una leve sonrisa y una simple reverencia

- no molestes Haku, es la única diversión que he tenido en semanas – se quejó el amenazante hombre, todos se asustaban por su temible apariencia pero al parecer aquel jovencito era inmune

- Zabuza-san debemos ir con el jefe, al parecer nos tiene un trabajo especial – el joven sonrió al notar que logró obtener la suficiente atención de su compañero

-más te vale que sea bueno – se alejó del lugar cubriéndose el rostro de nuevo y el jovencito lo imitó, aquel par parecía conocerse lo suficiente como para no necesitar una conversación extensa

- no te metas en problemas, la policía está detrás de ti todavía – su voz era apasible pero amenazante y el encapuchado solo levanto su mano mostrando una señal obscena, Kimimaru se quedó en el lugar observando al hombre mal herido – cumple con la fecha – le lanzó una nota con la cifra a pagar y se retiró a paso lento del lugar, habían estado realizando trabajos a pequeña escala para despistar a sus perseguidores, la policía al parecer se había empeñado en hacerlos su objetivo prioritario y ahora se mantenían en las sombras

Su caminar ligero duró varios minutos, las calles desiertas eran en cierto modo acogedoras ya que podía pasearse sin cuidado alguno, sin presión por ocultar su identidad y eso le gustaba mucho

-Has llegado Kimimaru y al parecer me tienes buenas noticias ¿no? – un hombre  sentado en el centro del salón de aquel edificio aparentemente normal lo recibió con seriedad

- perdone mi demora Kabuto-san, solo estaba desviándome un poco, debo ser precavido

-dime… ¿qué tienes para mí? – sus sonrisa ladeada mostraba el  negro corazón que habitaba en su pecho

- los negocios… - el detalle de cada oscuro pacto con inocentes incautos que se dejaban estafar, extorsionar, la buena racha en los robos y su reciente negocio de tráfico de drogas los mantenía a flote, su reporte diario detallaba cada cosa en el día –… eso es todo

- me parece que Orochimaru-sama no estará satisfecho con esto, ya es bastante difícil que nos comande desde la cárcel pero ahora con la policía pisándonos los talones es aún peor – el hombre de cabello platinado con gafas que ocultaban la maldad en su alma y la extraña ligereza en cada frase permanecía siempre en calma, era eficiente y tomaba las mejores decisiones por eso se ganó el derecho de liderar aquella organización de mala muerte, ni siquiera su edad fue impedimento, era demasiado joven como para estar a cargo

- deberíamos encontrar a otros que tengan el historial limpio para que nos ayuden – Kimimaru vio la oportunidad y sin dudarlo sacó “ese” tema a flote

-te refieres a ese tal… Neji, ¿por qué insistes tanto en él?

-porque creo que… me gustaría verlo sufrir, eso es todo

-¿y crees que sería fácil?

-si amenazamos a su familia será muy sencillo, estoy seguro que por ellos estaría incluso dispuesto a matar en nuestro nombre

- le comentaré eso a Orochimaru-sama la próxima vez – un suspiro profundo de aquel hombre seguido por una leve risa maquiavélica resonó en la habitación – Haku creo que deberás ir de visita a la cárcel… prepárate, iras a ver a tu “tío” y asegúrate de pasarle toda la información que te encomendaré, ya sabes que debes hacer

- el dialogo en clave para que parezca una charla entre familiares cercanos pero que en realidad es un informe detallado – el joven de ojos marrones parecía estar disfrutando de todo ya que siempre permanecía sonriente – confíe en mi – el chico tenía esa extraña habilidad de aparecer y desaparecer de los lugares menos esperados y ahora mismo servía como medio de comunicación entre las principales mentes maestras de todos esos matones

 

 

 

Como era costumbre desde que junto con Zabusa ingresó a aquel grupo y descubrieron sus habilidades se le otorgaba la información que necesitaba memorizar y volverla una conversación en clave, se tomaba alrededor de tres horas en lograrlo y con cada palabra en su cabeza procedía a vestirse, su apariencia le ayudaba mucho para no levantar sospecha alguna, solía empezar con su vestuario, algo sencillo pero…

-¿de nuevo tienes que vestirte así Haku? – esa voz profunda, enfadada prevenía de una de las camas de aquella habitación pequeña, la misma que les fue otorgada para su estadía

- me han dado órdenes – fue su simple respuesta para empezar a desnudarse ante la atenta mirada en su espalda – tengo que hacerlo

- sabes que me desagrada totalmente que hagas eso – los pasos pesados en la habitación de madera se acercaron al chico pero el jovencito de cabellera larga ni se inmutó y siguió con su tarea

- así es más fácil ya que ocultaría mi verdadera identidad en caso de que fuera descubierto – con cuidado se colocó el vestuario, deslizando la tela en su blanca piel

- Haku… odio que te pongas estos asquerosos vestiditos – con agresividad giró al chico sobre sus talones, tomándolo por las muñecas lo acorraló contra la pared cercana – ¡quítatelo! – la amenaza fue seguida por el tirón a las ropas del más joven

- Zabusa-san suélteme por favor – con voz calmada intentó liberarse e impedir que su ropa fuera destruida pero el agarre no lo dejaba moverse, sus manos por encima de su cabeza quedarían marcadas seguramente

- ¡eres un chico, maldita sea! – el más alto deslizó sus dedos por la piel descubierta de los hombros contrarios, fue cuidadoso en los primeros segundos pero después lo sostuvo con fuerza, deslizando sus manos ásperas por el cuello del menor en el cuál apenas y se notaba la manzana de adán, con un simple collar ocultaba su género – no debes vestirte así – con rudeza levantó el mentón y admiró aquellos ojos que podían observarlo con tanta ternura

- mientras podamos mantenernos con ellos y te escondan de la policía no me importa – sonrió levemente ante el ceño fruncido de su…

- deja de ser tan gentil – dejó las muñecas ajenas y en cambio lo abrazó con rudeza escondiendo su nariz en los cabellos largos – ¿eres idiota acaso? – deslizó sus dedos debajo del vestido que ahora se encontraba desordenado escuchando el leve suspiro de Haku – no merezco tanta amabilidad – apretó el cuerpo delgado contra el suyo rozando sus intimidades

- Za… Zabusa… espera – aunque disfrutaba de las caricias descaradas no podía darse el lujo de dejar a su amante seguir, caso contrario no podría salir durante el resto del día

- odio que todos te miren de esa forma – gruñó mientras soltaba al más joven que estaba sonrojado – mataré a cualquiera que te ponga una mano encima Haku

- nunca dejaría que alguien más que tú me tocara, me has enseñado todo lo que sabes así que yo lo mataría primero – sonrió mientras veía al hombre amenazante recostarse y gruñir levemente

- más te vale que así sea –

-lo haré – se acercó y depositó un beso casto alejándose de inmediato para seguir preparándose, tenía muchas cosas que hacer y al final del día… sabía que no podría dormir, no lo dejarían

 

 

 

 

Eso era un amor diferente…….

 

 

 

 

 

Kankuro estaba sentado en el comedor disfrutando de un par de tostadas recién preparadas por la cocinera, generalmente a esas horas estaba apresurado para llegar a tiempo a la oficina pero en ese mismo momento se reía al ver a su hermana tomar su rol diario, desde el desfile había pasado un par de semanas, ¡las más estresantes de su vida! ya que después de todo…. al parecer el pelirrojo lo había reconocido

 

Además de lidiar con los constantes acosos de su socio debía permanecer más cauteloso de lo normal ya que incluso su secretaria hablaba del dichoso desfile, el tema fue llegando a ser una molestia constante, el cuchicheo de la oficina entre las empleadas, las revistas con fotografías eran lo peor, él podía reconocerse bien aunque los demás no, había que aceptar que las pinturas de Gaara junto con el maquillaje profesional, los arreglos de las estilistas y el antifaz podían ocultar la mayor parte de los detalles, era imposible que alguien más llegara a reconocerlo a menos que en realidad tuvieran un extremo sentido de percepción  o simplemente conocieran sus cuerpos demasiado bien…. Y el Akazuna… pues ni siquiera quería pensar en la forma como lo había reconocido y por el momento no le interesaba

 

Todos los días se lo encontraba ya fuera en los pasillos, en las reuniones era lo común pero el idiota se había atrevido a hacerle visitas constantes en donde “charlaban” acerca del asunto, le enviaba indirectas en los pasillos o simplemente cuando estaban solos se lo decía de frente “te veías muy bien en aquellas prendas, deberías desfilar para mi algún día” era una de las frases que solía usar y tuvo que aguantarse todas las ganas de matarlo y mostraba siempre indiferencia “no se de lo que me está hablando, no tengo nada que ver con los modelos que haya usado mi hermana en su desfile”. Eso era en verdad un fastidio del demonio… y para empeorar estaban sus constantes “estragos disimulados”  no se había fijado en que ciertos hábitos estaban cambiando en él, no se dio cuenta hasta que su propia secretaria se lo dijo “Sabaku-san  últimamente está comiendo muchos dulces, si sigue así su azúcar se elevara por los cielos” y era verdad, al principio pensó que era una forma de mitigar su estrés pero con el pasar de los días tenía esa incontrolable necesidad de ingerir al menos un dulce a media mañana.

 

Esperó esas dos semanas ya que tenía reuniones importantes que atender y que estaba seguro que Temari no las lograría enfrentar, pero ahora se dio el lujo de reclamar su premio por aquel asuntito del desfile, tenía planeado hacerse esos benditos exámenes ya que el tiempo de espera había pasado hace mucho, todavía tenía esperanzas de que todo el asunto fuera psicológico… pero en ese momento estaba carcajeándose ante el rostro enfadado de su rubia hermana

-¿de qué te ríes Kankuro? – le reprochó con un  tic en el ojo derecho y su puño levantado, parecía una chiquilla

-de tu falta de tacto para levantarte temprano – le respondió calmando su risa

-¡no me jodas!…. Mejor dime ¿qué es lo que tengo que hacer? – ahora se veía nerviosa mientras bebía el zumo de naranja en su vaso

-primero… ya estas retrasada – Kankuro ignoró el bufido molesto de su hermana mayor – mi secretaria te regañará,  ella te dirá todo lo que tienes que hacer, sé paciente y no la hagas enojar porque es el mismo diablo cuando lo hace

-odio este tipo de traje, me siento incomoda y la falda es horrible – se quejaba mientras se arreglaba la blusa impecable que llevaba encima

-tienes que estar vestida formalmente, es la imagen de una empresaria y debes respetarla

-creo que puedo arreglarla un poco – habló mientras se revisaba los detalles, no por nada era diseñadora – bueno por ahora… así está bien

-haz lo que quieras pero defiéndete bien, no quiero que arruines el buen progreso de la empresa

-¿y si tengo alguna duda?

-has tomado clase de contabilidad ¿no?, ahora vez porque te lo exigí – hace mucho que obligó a su hermana a tomar algunas lecciones ya que debía estar preparada para hacerse cargo en caso de que el sufriera un percance

-pero no soy perfecta, ¿y si tengo problemas?

-puedes contar con el Akazuna para cualquier cosa

-¿con él? Pero no pasas quejándote siempre acerca de su….  Como sueles  decir… su molesta presencia

-puede ser odioso y molesto pero es muy eficiente, te sacará de cualquier lío

-en verdad parece un hombre interesante

-no dejes que te engañe Temari

-¿a qué te refieres?

-es un casanovas – Kankuro lo sabía bien – y de los más descarados

-no te preocupes por eso, yo soy fiel a mi querido Shikamaru – sonrió la mujer de manera tierna, algo que era raramente visto en vivo y en directo

-de todos modos te lo advierto, ahora apresúrate que ya estas fuera de hora – la regañó y la chica hizo un puchero pero al final terminó por irse

 

En la oficina la secretaria de la presidencia recibió a Temari con un saludo formal y un “está retrasada, apresúrese o tendremos reclamos de los proveedores” , tal y como se lo advirtió su hermano esa mujer era regañona, muchos se sorprendieron al verla en el puesto de presidenta sustituta, ya la conocían pero el verla ahí administrando los negocios les parecía demasiado irónico ya que no tenía pinta de responsable, pero claro ella era inteligente y Kankuro supo orientarla demasiado bien en los últimos dos días, estaba lista para todo, Sasori fue el que más interesado en la presencia repentina de Temari estaba incluso preguntándole si el joven Kankuro estaba bien de salud o había tenido algún problema “mi hermano se merece un descanso, y me ofrecí a sustituirlo, espero que me brinde su ayuda estas dos semanas Akazuna-san” y la rubia percibió un toque de desilusión de parte del imponente pelirrojo de mirada marrón pero la disimulaba muy bien y sus sonrisa cautivadora reemplazo cualquier rastro de emoción negativa, esas semanas serían largas, al menos dejó en manos de Ino su mejor aliada y amiga para esas ocasiones, eran socias después de todo y que por suerte regresó de uno de sus viajes  o mejor dicho ella le exigió que volviese

 

 

Por otro lado estaba Kankuro recostado en el sofá de su sala pensando en lo que haría primero, suspirando al ver el sol y el cielo a través de la ventana y escuchando a la gente del servicio subir y bajar por las escaleras, entonces tomó valor, pactó la cita para dentro de dos horas, necesitaba el suficiente coraje para ir y contarle que necesitaba a su doctora personal, sin gana se alistó usando algunos atuendos cortesía de su hermana que según ella le daban un toque fresco y encantador, reflejando el verdadero carácter amable del castaño ¡qué tonterías!, aunque… no se veía mal, se veía maduro pero no tanto y le agradaba

 

-¿Kankuro-san bienvenido en que puedo ayudarlo? – la pelirosa estaba sentada con una enorme sonrisa pero en ésta ocasión no estaba sola

-Pero si es el joven Kankuro, me alegra verte pequeño – una mujer madura de bellas facciones, rubia y de ojos claros que mostraba grandes dotes estaba junto a la otra mujer, Kankuro siempre se preguntó que hacía para verse tan joven a pesar de la edad que llevaba a cuestas, edad que nunca se atrevió a preguntar pero lo que sí sabía es que era la maestra de Haruno-sensei y con mucha experiencia

-Es un placer verla de nuevo Tsunade-sensei, veo que le fue bien en su viaje pero parece que Haruno-sensei hace un buen trabajo reemplazándola

-es verdad, y si no lo hacía se llevaría un buen regaño – la pelirosa se tensó ante la amenaza, esa mujer tenía un pésimo carácter – bueno te dejo con tu nueva doctora pero si hay alguna duda me llamas – ambos presentes asintieron y vieron retirarse a la rubia

-¿Dime en que te puedo ayudar?

-Bueno… yo… - no sabía cómo comenzar y la mirada de la doctora no lo ayudaba, aquella que lo escrutaba y la sonrisa mostraba que parecía que había adivinado la razón – no me he estado sintiendo bien últimamente y necesito un examen para confirmar mis sospechas

- adivinaré… te ves pálido… ¿mareos?, y algunos hábitos inusuales… tal vez sería un examen en específico ¿verdad? -  el castaño siempre se preguntaba “¿cómo demonios lo hace?, no hay como ocultarle nada a este par”

-es verdad… necesito un examen de… - dudó y dudó mucho

-embarazo – completó la pelirosa sonriendo – no tengas vergüenza de pedirlo Kankuro, ¡en verdad estoy emocionada! – sus ojos verdes brillaban

-¿acaso eso le parece emocionante?, no entiendo sus motivos

-es el primer caso de dos donceles en una sola generación que tengo, además contigo es especial, no presentas demasiados signos de tu doncelismo y a pesar de todo… ahora me vienes con esa increíble noticia

-Haruno-sensei podríamos hacerlo rápido, para mí esto es muy difícil, usted debería entenderme

-ya sé que es raro para ti, apenas hace un tiempo te enteraste de que eras doncel y ahora inmediatamente vienes con eso… entiendo, sígueme por favor

 

 

La muestra de sangre fue tomada y por suerte la doctora le ofreció el resultado en un par de horas, tiempo en el cual Kankuro se dio el lujo de acudir a la cafetería y saborear el postre del día, una tarta de manzana la misma que saboreo con paciencia, estaba ansioso y para despejar su mente recorrió los pasillos del hospital, no tenía rumbo fijo así que le daba igual, solo necesitaba matar el tiempo y escapar de su maldita conciencia, sin querer llegó a la zona de maternidad, vio a varias mujeres con sus vientres hinchados, un par de ellas culminando el proceso de embarazo y algunas a la mitad, todas sonreían felices hablando entre ellas, también había un par de donceles, se veían contentos a pesar de su estado, con pequeños bultos en su vientre, se quedó observándolos por un momento, el par conversaba con otras mujeres, era normal después de todo ese hospital era reconocido como ser el más eficiente y seguro, donceles, mujeres, hombres, gays, desvianas, transexuales… nadie los discriminaba y si no… simplemente eran despachados, teniendo a Tsunade como directora del hospital no había quien se salga de las reglas, cero discriminación era su principal prioridad, se alejó de allí un poco afligido, pensando en la posibilidad de estar en esa situación pronto, necesitaba huir, su mente entonces lo llevó a caminar en el área de… neonatos, los pequeños bultos en las cuneras lo hicieron sentir… más relajado, había querido tener una familia propia y un hijo estaba en sus planes, claro que jamás pensó que él fuera el que lo tuviera dentro de su cuerpo pero… que más daba, sería su hijo, deslizó sus dedos por el vidrio suspirando ya se había hecho la idea de estar en estado pero aún tenía dudas, alguien se colocó a su lado y estaba feliz, podía estar seguro de ello al escuchar una pequeña risa mientras tocaba el cristal

-¿cuál es su hijo? – preguntó el hombre a su lado

-ninguno… solo estaba viéndolos – respondió con algo de ternura al ver aquellas pequeñas manitas aparecer entre las mantas

-lo siento creía que eras padre de alguno – rió nerviosamente

-lo seré pronto… tal vez… - su voz melancólica asombró al desconocido

-¿de verdad?, ¿acaso… aun no lo sabes?

-estoy esperando el resultado – sonrió levemente

-debes estar feliz, un hijo es lo más bello que te puede suceder – emoción y nerviosismo se podía percibir – es una bendición

- ¿cuál es el tuyo?

-la pequeña de ahí – el hombre señalo a la segunda fila, un pequeño bulto de cabellos naranjas

-es muy bonita – halagó, esa pequeña era muy bella

-de verdad que lo es – hablaba emocionado – se parece a su papi – se enorgulleció al hablar

-entonces ella…

-si… mi pareja es doncel… el más bello de todos y nuestra hija es su viva imagen –

-te felicito – parecía que el destino estaba jugándole una treta, era mucha coincidencia

-gracias, de seguro tú y tu esposa serán felices con su futuro hijo o hija

- tal vez – sonrió Kankuro de manera dulce mientras observaba los cuneros

-¿cómo que tal vez?

- no es una mujer… y el pequeño… tampoco podrá tener un padre… - Kankuro suspiró ante sus propias palabras, él mismo se había decidido a cursar el camino solo, pero…

-entonces tú… no te preocupes, si hablas con calma tu pareja entenderá

-no lo hará… es más… ni siquiera yo me lo imagino, fue tan repentino – cruzó sus brazos y chasqueó la lengua , un mar de emociones se agolpaba en su estómago

-las cosas pasan por una razón, si tú eres doncel y vas a tener un hijo, pues debes estar feliz

-lo estoy… pero también… estoy asustado – confesarse ante un extraño le parecía gracioso y no puso evitar sonreír, no lo conocía así que… no le importaba que vieran su faceta más oculta

-sabes… no tienes demasiadas características como para pensar que eres doncel – le habló el hombre algo confundido

-es la segunda vez que me lo dices este día… pero es verdad, por eso jamás lo sospeché

-pero tienes una linda sonrisa – halagó – si sonríes así… terminarás convenciendo a tu pareja

-… - Kankuro se sonrojó levemente ante esas palabras, “bonita sonrisa” debía ser broma – tengo un carácter de los mil diablos – se carcajeó – eso puede arruinarlo todo

-no lo creo… parece que solo es una fachada, deberías ser más honesto… no te lo tomes a mal solo es una sugerencia

-gracias… creo que podrías tener razón, pero por ahora estoy bien así

-tal vez cuando nazca tu hijo podrás dejar a un lado esa máscara

-lo dudo, ya que tendré que seguir solo, me sabré defender, lo he hecho toda mi vida

-estas siendo demasiado pesimista… relájate un poco, medítalo y muestra ese lado adorable que tienes

-se está burlando ¿verdad?

-claro que no, puedo percibirlo ahora mismo, en el fondo usted es verdaderamente amable, sonría más y verá que sus problemas se solucionan

-es lo más extraño que alguien me ha dicho

-pero es cierto

-si me conociera mejor, saldría huyendo… ni siquiera se  hubiese  atrevido a pronunciar “adorable” cerca de mi

-¿tanto terror causa? – fingió terror pero la sonrisa que mostraba decía lo contrario

-no tiene ni idea – se burló Kankuro

-¿en verdad?

-me llaman demonio – suspiró Kankuro, había escuchado a un par de empleados llamarlo así

-pues ahora no lo parece – aquel hombre era más alto que él y se inclinó para escudriñarlo con la mirada

-creo que debo cambiar un poco – susurró algo avergonzado ante tanta atención

-eso sería genial

-gracias, platicar con usted fue bueno, me tengo que retirar parece que ya es hora de ir a recoger mis exámenes

-buena suerte

-espero que sean felices

-te deseo lo mismo

-gracias

 

Aquella plática lo puso de buen humor, estaba preparado, estaba contento, tal vez podría ser tan feliz como aquel hombre y sonreír de aquella manera, de la forma que solía ser cuando era un niño, pero… todo su valor se terminó cuando estuvo enfrente de la enfermera que le daría sus resultados, se quedó estático sin decir nada hasta que la propia mujer le indicó que Haruno-sensei lo esperaba, se apresuró a ingresar y sentarse con tranquilidad, estaba preparado o al menos eso creía

-¿prefiere que se lo diga o lo quiere leerlo usted? – la mujer se mantenía impasible ocupando el asiento detrás de ese escritorio

-creo que quiero leerlo yo – tomó el papel entre sus dedos y lo inspeccionó lentamente, cada letra se veía clara y al final de todo estaba en letras grandes “POSITIVO…”, una cosa es hacerse la idea y otra era ver la realidad, se quedó callado y sintió sus estómago estrujarse, su mente estaba nublándose y parecía hasta que no podía respirar bien

-¡FELICIDADES! – lo felicitó la pelirosa con una gran sonrisa levantándose para abrazarlo y Kankuro solo pudo dejarse hacer, no podía ni hablar, era verdad… él estaba esperando un hijo… su hijo

-… yo – trató de tener compostura pero no pudo, era un hombre adulto con un bebé creciendo dentro de sí, hace no más de un mes estaba pensando en casarse con alguien cercano, incluso con Matsuri, esa fue su opción más calificada, pero el mundo se le vino abajo por culpa de una noche de bebidas con el pelirrojo ¿qué iba a hacer ahora?, estaba estupefacto… que iba a ser de su vida, vio que la doctora le decía algo pero sus oídos no podían comprender nada

-¿Kankuro-san está usted bien?, míreme – lo tomó del rostro examinándolo

-estoy… bien… solo que… no puedo creerlo – parecía perdido y se separó de la doctora, sintió su mente volverse un caos y su vista se nubló, se apoyó en una de las paredes y se dejó caer, se sentía demasiado pesado y no resistió, todo se volvía negro y él estaba dispuesto a dejarse llevar, escuchó un par de gritos “traigan una camilla, necesito a alguien disponible… corran”, todo esto debía ser un sueño… o una pesadilla

 

 

 

 

Se despertó en una habitación con muebles blancos, parecía ser una privada y el olor a medicamentos lo hacían sentir enfermo, se incorporó despacio e inmediatamente una enfermera lo ayudó a terminar de levantarse

-¿qué paso? – era obvio pero aun así no pudo evitar preguntarlo, era demasiado, solo quería despertar de esa pesadilla, se estaba contradiciendo pero….

-tuviste un colapso nervioso, el estrés de tu cuerpo estalló instantáneamente cuando tuviste la respuesta del examen, era normal que te desmayaras – le explicó la pelirosa que ingresaba al cuarto

-¿me desmayé? – estaba incrédulo, el jamás había tenido esa clase de problemas

-acostúmbrate ahora pasara más seguido – le sonrió la mujer de forma maternal

-¿en verdad? – no quería tener esas debilidades y ahora resulta que le pasaría  seguido….

-si… ¿recuerdas que te dije que los donceles experimentan cambios bruscos a nivel hormonal?, esa es la razón para los estragos en los primeros días, sus cuerpos son más sensibles

-¿eso qué quiere decir…?

-tu cuerpo tendrá los mismos cambios que los de una mujer normal, pero a veces multiplicadas por dos

-por dos, no bromee sensei, sabe que soy el presidente de una empresa, y necesito estar en buenas condiciones – se enfadó consigo mismo, débil no era una palabra que solía usar en su vocabulario

-podrás seguir con eso, pero debes tener cuidado, ahora tienes que cuidarte más y evitar el estrés, comidas a las horas especificadas, algunas vitaminas y controles mensuales y si es posible semanales, no eres tan joven Kankuro, eres fuerte pero necesitas cuidados especiales

-todo esto me marea sensei, podemos dejarlo para otro día – se quejó mientras se  masajeaba la cien

-Está bien. Ven mañana y te explicaré todo con calma, ahora solo quédate aquí y descansa

-no me apetece hacerlo sensei, deje que me vaya

-pero en tu condición

-ya estoy bien, además el aroma a hospital me está dando nauseas

-está bien, no quiero que estés incomodo, pero si pasa algo solo llámame, coloca el marcado automático – el rostro preocupado de la pelirosa lo hizo sentirse un poco culpable

-lo haré, ahora solo… quiero irme

-Kankuro, un hijo es una bendición

-es el tesoro más grande de mi vida – sonrió con ternura – me lo dijo un hombre en los cuneros, será un regalo del cielo o algo así

-pues tenía mucha razón

-lo sé, no se preocupe, por el bien del pequeño me cuidaré

 

La doctora dejó que saliera de aquella zona llena de aroma a medicamentos diferentes,  salió refrescándose con la pequeña brisa que rozaba su piel, era tan agradable sentir la libertad de su alma, paseó por los alrededores, gracias a Dios no había traído su auto o en ese momento estaría estresado dentro de aquella lata, sus pensamientos divagaban mientras seguía con su caminata sin sentido, de nuevo estaba meditando lo que podía o no hacer, necesitaba un respiro, su vida ahora era una calamidad, se sentía tan solo entre aquellas personas que pasaban a su lado sin darle importancia

 

 

Se paseó durante demasiado tiempo hasta que sintió hambre o mejor dicho un ruidito le informó que ocurría, sabía que no debía perderse una comida diaria, porque ahora no estaba solo, había alguien que junto a él sufriría las consecuencias de sus actos, esa personita crecía poco a poco…  Kankuro se adentró en uno de los parques del lugar, ahora se le había hecho costumbre visitar esos lugares, seguramente su hijo disfrutaba de aquella calma entre semana, o de lo bien que se sentía la escuchar a otros niños reírse de vez en cuando, se apreció un pequeño puesto de comidas y siguió sus antojos, necesitaba algo dulce y si era un helado mucho mejor, con una sonrisa pidió aquel postre para después reposar en una de las banquetas en frente de los juegos que por ahora estaban vacíos y tristes , apenas y probó el postre pues sus pensamientos empezaban a divagar de nuevo, se mantuvo pensativo durante mucho tiempo y de tal forma que no se fijó que alguien lo miraba

 

 

-te ensuciaras más si no te terminas el helado inmediatamente –  aquellas palabras hicieron  que Kankuro pudiese volver al  mundo terrenal y sentir la fría sustancia que resbalaba por sus dedos, ¿Cuánto tiempo se pasó ahí… el tiempo transcurrió tan rápido?

-demonios… no me fijé

-es un desperdicio enorme – le regañó un jovencito de cabellos castaños, casi de la misma tonalidad que la suya,  y al verlo mejor… ¡podía ser su hermanito perdido!, cabello castaño y ojos oscuros con la única diferencia de que el joven en frente de él tenía sus iris un tanto rasgadas dándole cierto toque salvaje y porque no… perruno

-no me fijé – gruño mientras se limpiaba con lo primero que encontró en sus bolsillos, siendo el examen lo único que tenía, nadie debía interesarle ese resultado así que lo usó y luego desecho el pedazo de papel

-hey… usted, que hace tan distraído en medio de un parque en donde no circula ni un alma

- meditando un poco  niño – el castaño suspiró ante la osadía de ese joven

- no soy un niño, tengo suficiente edad como para ser su hermano menor – el chico tenía un carácter fuerte al igual que Kankuro

-mi hermano pequeño - sonrió ante el ceño fruncido, era como verse en un espejo, al parecer no era el único en notar las semejanzas entre ellos

-ni lo sueñe, no quiero un hombre que ni siquiera sabe probar un helado como mi aniki

- te estas comportando demasiado informal – le molestó el pequeño insulto del chico

-así que… es de esos viejos que se creen lo mejor del mundo

-no… pero, me gusta que me traten con respeto – gruñó el mayor con enfado

-no me agrada hacerlo, porque después de todo, todos somos iguales ¿no? – esa frasecita la había escuchado antes ¿pero dónde?

-no lo creo niño, hay muchas cosas que nos hace diferentes – los prejuicios que Kankuro había desarrollado se debían a varias humillaciones sufridas e incluso algo de influencia por parte de los sueños y deseos de su fallecido padre

-se ve pálido… le parece si nos sentamos – ofreció el más joven

-es normal, acabo de despertar de un desmayo – siguió el consejo y se ubicó en la banqueta seguido por el joven que se ubicó a su lado

-eso es fuerte, debería estar descansando – le regañó sin prudencia, a él no le importaba la diferencia de edad

-Y eso hacía, hasta que alguien vino a interrumpir – la indirecta fue tomada como algo ofensivo ya que el jovencito bufó y chasqueó la lengua

-solo quería que se diera cuenta que estaba haciendo el ridículo al dejar que su postre se derritiera -  las palabras estaban llenas de furia contenida, se podía percibir el parecido entre ellos, era una situación demasiado cómica para ambos

-ya te dije que estaba meditando

-¿sobre qué?

-sobre… sobre ser padre – afirmó mientras veía las nubes desplazarse por el cielo

-así que… va a tener un hijo – el chiquillo pareció incrédulo pero al ver la seriedad en el mayor cambio su faceta a una muy curiosa y animada

-si… lo voy a tener

-debería estar feliz -  sonrió mientras colocaba sus manos detrás de su cabeza

-estoy feliz pero… también estoy asustado – confesó con cierto desagrado, era la segunda vez en el día que lo hacía pero por alguna razón al hacerlo le hacía sentirse aliviado al menos un poco

-no debería, su esposa seguramente está feliz – sonrió el jovencito que jugaba con sus piernas estirándose un poco

-es la segunda vez que me dice algo así y yo… les respondo que no tiene madre

-entones quiere decir…. que usted… es homosexual

-no uses esa palabra, es extraña – exigió Kankuro

-entonces su pareja es doncel –sonrió el más joven y se llenó de emoción –  me alegro por usted

-¿Y por qué estás  tan feliz?

-porque ahora sé que no estoy solo en este mundo – habló el chico mostrando una enorme sonrisa

-tu eres…

-¿no se nota? – se carcajeó mientras fingía que no le interesaba

-la verdad no

- es porque hago bastante ejercicio y estado ocultándome, pero si alguien más acepta lo que es… creo que tengo un poco más de confianza – suspiró con melancolía

-entonces estás mal de la cabeza – se quejó el castaño

-¡deje de burlarse!

-solo molestaba, y en cuánto a ti, no deberías sentirse solo y rechazado

-pero ¿no es así como me trata la sociedad? – el chico ocultó su mirada dolida – ellos solo saben… descartarte  o ignorarte

-yo también lo soy – el castaño podía entender el miedo y dolor del chico, él también lo sentía y podía decirse que lo sentía el doble, sufrió con su hermano y ahora él lo estaba viviendo, había meditado en cómo reaccionarían sus socios, sus empleados, sus amigos y nada le gustaba…. Estaba inseguro

-¿que? -  el chico parecía estar confundido, y ¿cómo no estarlo? No siempre alguien que encuentras en medio de la calle se confiesa de esa forma

-el que está esperando un hijo soy yo, así que deja des  sentirte rechazado, o significaría que yo también lo seré – suspiró profundo tirando su cabeza hacia atrás

-¿no está jugando?

-soy igual que tú – le brindó una sonrisa tierna para reconfortar al más joven, si él la tenía difícil ahora que se enteró de su estado, seguramente el jovencito lo tuvo mucho peor

- en verdad… ¿no miente? – sonrió el menor acercándosele

-es verdad – el castaño pudo relajarse ante la emoción del más joven – así que deja de sentirte… discriminado

- estoy feliz

-¿por qué?

-usted es como yo, ahora sé que las coincidencias existen, acaban de… descubrirme en mi trabajo de medio tiempo y fui despedido, al parecer al dueño no le agradó nada, estaba buscando un lugar en donde deprimirme solo – relató el jovencito con notoria melancolía

-no deberías hacer eso, además ese tipo es una rata – le discutió indignado ante tanta injusticia

-es la sociedad

-y una mierda, deberías denunciarlo

- al parecer no tiene pelos en la lengua

-ni tú, con lo poco que hablé contigo me pude dar cuenta

-soy Kiba Inuzuka es un placer – se presentó el chico con una leve reverencia

-mi nombre es Kankuro, y en verdad deberías denunciarlo, te ayudaré si quieres – ofreció gustoso, mientras el tuviera poder podría mandar al demonio a quien quisiese sin detener a pensar en las consecuencias

-déjelo así, cuando mi hermana se entere arderá Troya

-así que no necesitas ayuda, al menos me alegra escuchar que tienes a tu familia de tu lado

-pero no le diré nada, es demasiado…. Bueno no quiero perjudicar a mi antiguo jefe, sé que fue muy duro pero era buena persona

-¿buena persona, con lo que te hizo?, es broma

-además ya lo perjudicamos mucho – Kiba sonrió levemente al recordar lo sucedido hace poco – mi amigo renunció conmigo, le pareció injusto que me despidieran así que él dijo ser doncel también y renunció antes de que alguien dijera algo, era el mejor mesero y las clientas venían solo a verlo… fue una gran pérdida para la tienda

- creo que ese hombre se lo merecía – Kankuro tenía su ceño fruncido y sus brazos cruzados a la altura de su pecho, con la conversación se le había olvidado todos los problemas

- eres vengativo… ¿verdad? – el castaño mayor asintió levemente

-¿y que harás ahora? – cambió de tema para no recordar cosas innecesarias

-charlar con usted un rato – sonrió -  dígame ¿cómo se siente….tener un bebe? – preguntó con curiosidad mientras intentaba no sonar avergonzado

-no lo sé, soy primerizo

-en serio, pensé que ya tenía familia

-para nada… es mi primer hijo y espero que sea el único

-¿por qué?

- nunca más quiero involucrarme con su padre – declaró mientras se tocaba el vientre, aunque aún era plano parecía como sintiese algo moverse

-¿te hizo daño?

-dejemos eso de lado Kiba… mejor dime si hay un lugar  excelente para comer un postre

- conozco  uno pero…. ¿Por qué quiere saber eso?

-tengo antojos y necesito eliminarlos – el más joven se carcajeo ante tanta sinceridad, limpiándose algunas lagrimillas -  vamos, si me guías te invitaré uno

-con gusto, así me platicas un poco  sobre ti

-me agradas niño… parece que la vida me jugó una buena pasada

-creo lo mismo, al parecer estábamos destinados a ser el consuelo del otro

-veremos si lo eres, ahora hazme el honor de conocer la cafetería

-de acuerdo

 

Esos dos estaban destinados a conocerse y compartir sus problemas, sin pensarlo pasaron un par de horas platicando en aquel lugar, disfrutado de los postres que ahí se ofrecían, entre bromas y algunas indirectas, burlas y enfados se conocieron mejor, una amistad ligada a un asunto en común, su doncelismo, compartieron anécdotas e incluso visitaron algunos lugares mientras caminaban, el mayor podía darse el lujo de ir donde quisiese y pagar cualquier cosa “trabajo en una empresa pero me tomé vacaciones”  le había dicho, ocultando el hecho de que era el presidente, tal vez podría dejar sus prejuicios de lado y darse el lujo conocer a una persona común y corriente “soy universitario, bueno… me tomé un año de descanso para hacer lo quisiese y mi hermana me supo tolerar pero al final decidí seguir con mis estudios, seré maestro” el joven parecía disfrutar de una vida sencilla llena de amor, tal y como le había dicho Gaara las personas sin lujos podían ser demasiado amables y tener un gran corazón, la amistad de ese par creció esa misma tarde, sin pensarlo quedaron en verse durante la semana ya que tenían suficiente tiempo libre, el mayor insistió presentarse ante la hermana del más joven para asegurar que estaría bien, siendo el adulto tenía que tomar ciertas consideraciones y la mujer de nombre Hana  agradeció ese detalle, resuelto ese pequeño asunto pactaron una semana en la cual el mayor pagaría ciertos lujos para compartir con Kiba y el otro emocionado aceptó la oferta de hacerle compañía incluso dejando de lado a su actual pareja, Kankuro se había reído cuando se enteró y más cuando escuchó “él sabe muy bien que adoro mi libertad, así que este par de semanas las compartiré con  mi nuevo amigo, él no tiene por qué quejarse, se lo advertí desde el principio” ese chico era interesante, y al parecer compartían ese carácter indomable. Las cosas iban mejorando

 

 

 

 

La policía se moviliza, cuidar del prójimo era su deber…..

 

 

 

 

Las patrullas llegaban al lugar especificado por la radio, el ruido de los motores adornaba el ambiente y los hombres armados estaban a punto de ingresar a un local enorme, la tensión del lugar fue rota cuando la mujer líder de aquel operativo levantó su mano , todo quedó en silencio….  De pronto un fuerte “vamos” ocasionó que todos ellos ingresaran en grupos pequeños, rodeando el lugar con cautela, armados y preparados para cualquier situación, un grupo forzó la puerta y otro rompió una ventana para ingresar, era una acción coordinada, confiando uno en el otro para que nadie saliese herido o peor… muerto

 

El ajetreo intenso duró unos 5 minutos y poco a poco se fue calmando, ni un solo disparo, ni un solo grito, eso solo significaba una cosa… la misión falló

-Hinuzuka-san me temo que se nos adelantaron – uno de los policías se mostraba enfadado mientras daba su reporte a la líder del operativo

- maldita sea, esos mal nacidos… ¿encontraron alguna evidencia? – la mujer estaba furiosa, había estado persiguiendo un rastro y ahora… la habían engañado

- los equipos especiales están analizando el lugar, terminarán pronto pero al parecer salieron huyendo, encontramos esto – el hombre le entregó una funda transparente en cuyo interior se veía un pequeño paquetito – es heroína, estamos en el camino correcto

- ya veo – la chica sonrió satisfecha mientras devolvía la evidencia – avísame cuando terminen, llamare para que traigan a mis canes, ellos encontraran lo que falta, seguramente hay más paquetes escondidos

-si señora – el chico se alejó de ahí uniéndose a los demás investigadores, al menos nadie estaba herido, Hana se adentró en su auto dispuesta a llamar a alguien que de seguro estaría interesado en saber, alguien que necesitaba calmar aunque sea un poco

- Neji – la voz era calmada y sonrió ante el asombro detrás de la línea

- Hana… ¿Hana?... estas llamando de otro celular

- me compre uno

-¿qué?... estas bien, ¿tienes algo? – se escuchó una leve risita departe del castaño al otro lado del teléfono

-no te burles… es porque ahora necesito saber en dónde está Kiba, está trabajando y tengo que estar pendiente de lo que le ocurra – había discutido con su hermanito, y terminó cediendo a comprarse uno de esos endemoniados aparatos

-deberías  dejar que se desenvuelva solo

-le doy la suficiente libertad pero no quiero tener sorpresas, si alguien lo discrimina o algo… estoy yo para encarcelarlo y acusarlo de cualquier tontería

-tú si eres capaz

-pero no te llamé para eso, Neji… tengo noticias – la mujer se puso seria de pronto y al parecer Neji igual

- ¿son malas?

- ya sé dónde están todos ellos, los he perseguido durante algún tiempo, al parecer Kimimaru está relacionado con una nueva escoria en la ciudad, hace tiempo se lo reportó como muerto tras un incendio en un intento de fuga, no fue nada de eso y el maldito huyó

- a menos que yo haya tenido una alucinación

-para nada, mandé a comprobar el ADN, no es él… todo fue planeado

-¿y lo has atrapado o has visto?

-aun no pero lo haré pronto, ahora están acorralados y seguramente tienen pánico, les estoy pisando los talones

-ya veo

-despreocúpate un poco Neji, estamos lejos, estoy en la frontera sur

-¿tan lejos?

- sí, cálmate un poco, te informaré cuando lo atrape

-gracias Hana

-de nada… solo quiero que sigas entrenando a Kiba, tiene que defenderse solo y enfrentar su doncelismo con carácter

-es un placer hacerlo, él tiene talento

-Bueno... tengo que irme, cuídate Neji y guarda mi contacto

Al parecer algo bueno estaba ocurriendo y Hana sería la que acabara con la tortura emocional del castaño

 

 

 

 

 

 

 

Continuará……………

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Les gustó??

Personalmente me pareció interesante incluir a Haku, quiero darle algun final feliz asi que me arriesgaré ^_^

 

Tal vez haga un one-shote de él, bueno de todos modos espero que lo hayan disfrutado

Nos leeremos en la proxima ...

Besos 

^_^


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