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El "nya" que nos unió por 1827kratSN

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Notas del capitulo:

Holaaaaaaaaaa

me extrañaron?, jejeje a sido dificil pero aqui estoy, el plan era no puclicar hasta la otra semana pero me di un tiempito y escribi el capitulo

 

Espero que les agrade 

 

 

 

Cuando la doctora  Sakura lo dejó salir inmediatamente tomó un taxi a la casa de Matsuri, Haruno-sensei tenía algo de razón cuando dijo que no debería estar solo, debía tener un soporte y alguien que podría ayudarlo a sobrellevar ésta situación, no sería fácil esconder su estado después de un mes y si tenía que aparentar… antes de pensar en cosas innecesarias necesitaba a su amiga como aliada, la castaña lo recibió con una sonrisa y compartieron una pequeña comida, entre conversaciones acerca de sus vidas y cosas banales las horas pasaron, pero el momento de ponerse serios llegó y con muchas dudas Kankuro empezó a contarle lo que estaba pasando con él, empezó con la pelea de Gaara al encontrarlo con Neji, pasó por su pequeña depresión, su error esa noche y al final las consecuencias de esa pasada de copas, omitió los detalles y nombres de los involucrados, su explicación fue sencilla y corta, tuvo que detenerse en ciertos momentos ya que Matsuri estaba totalmente anonadada, confundida sorprendida, avergonzada, triste, alegre y más, había cambiado tanto de expresiones con cada parte de la historia que al final tuvo que beberse un poco de tequila para asimilar todo, en cierto modo era gracioso

 

 

 

 

-Espera Kankuro, necesito un momento – la chica se sostenía la cabeza mientras negaba levemente, tomó el vaso con el tequila y se lo bebió de un solo trago, era el tercero y ya tenía las mejillas levemente sonrojadas

- si sigues así te desmayarás – al ver la inestabilidad emocional de su amiga se sintió culpable, tal vez fue demasiado

-no me reclames… ¿quieres uno? – el castaño negó mientras la chica se golpeaba la frente con rudeza – es verdad… no puedes, lo siento es que…

-creo que no debí decirte nada, estas histérica

-y como no estarlo ¡demonios!, fue muchas cosas para una sola noche – la chica se quejó mientras respiraba profundo varias veces

- imagínate como me siento – una alarma sonó en el bolsillo del castaño y éste con interés revisó la pantalla

- ¿qué sucede? – la chica se había espantado por tan repentino sonidito

-es la medicación, aún no me aprendo bien los horarios así que necesito una alarma – de su bolsillo sacó las pastillitas que su doctora le había obsequiado

-ya veo, espera te traeré algo de agua y algo de comer, no es bueno que te la tomes sin acompañarla de algo sólido – la mujer se levantó dirigiéndose a su cocina mientras murmuraba varios “por Dios, como es posible, aunque sería bonito, ¿pero qué digo?”

-gracias Matsuri – sonrió ante la falta de coherencia en las palabras de la chica

-está bien – la muchacha tenía su apartamento impecable y llena de pequeños lujos, era impresionante ver lo ordenada y meticulosa que podía llegar a ser – sabes Kankuro, siempre supe que terminarías por mandar todo al demonio pero… no pensé que llegarías aquí a contarme todo esto – le ofreció un pequeño postre y un vaso de leche

- lamento todo esto – el castaño bebió el líquido con lentitud, y saboreó el postre mientras era observado por la chica

- en verdad te ves cambiado, nunca te había visto tan… dócil – Matsuri sonrió ante el ceño fruncido de su amigo – pocas veces vi ese lado adorable que tienes

-deja de burlarte Matsuri

-no me burlo, solo es la verdad

- hay algo que debo pedirte Matsuri

- sabes… somos amigos desde la infancia y estaba dispuesta a contraer matrimonio contigo – la chica sonrió al recordar el pacto que ambos hicieron hace tiempo “si no conseguimos pareja, podemos casarnos” – hubiésemos formado una familia bastante… animada

- aún podemos hacerlo Matsuri – tenía la suficiente cabeza como para pensar en varias formas de encubrir un hijo fuera del matrimonio

-jamás funcionaría Kankuro, sin amor no podríamos sobrellevarlo, además ahora tienes un hijo – la chica sonrió con ternura mientras limpiaba el resto del postre del labio superior del castaño

- eso no cambia las cosas, te seré sincero Matsuri no pienso entablar relación con el padre y por el contrario pienso alejarme lo más posible, casarme me ayudaría mucho con todos estos problemas

-lo quieres hacer para aparentar ¿no?

- ese sería el motivo, además… criar a un hijo solo, no me parece una buena idea – antes de nada debía pensar en el futuro del pequeño

- es verdad, pero no creo que el pequeño se merezca una familia solo de apariencia

- lo sé, es solo una idea

- te ayudaré en todo el embarazo Kankuro, pero no me casaré contigo, después nos arrepentiremos  de esa locura – acarició el rostro de su amigo para brindarle un poco de confianza

- entonces debo pedirte otra cosa – estaba completamente serio ante cada idea que su ágil mente le enviaba

-dime

- ayúdame a alejarme de la empresa – vio directo a los ojos contrarios, estaba seguro que la chica se había perdido en varias hipótesis

- ¡pero si es tu vida!, ¿cómo que quieres dejarla? – después de unos segundos Matsuri se exaltó demasiado, caminando de un lado al otro y mirando a Kankuro incrédula

- la doctora me lo dijo, necesito cuidados especiales durante los próximos tres meses, dejaré la empresa pero no quiero perder contacto con ella

-¿y qué quieres que haga? – estaba nerviosa, solo pensar en esa enorme empresa y en la posibilidad que Kankuro le pidiera administrarla la llenaba de miedo

- soy el accionista mayoritario, poseo las acciones de mis hermanos y las mías, en pocas palabras soy el líder y no puedo dejar la suerte de la empresa a cualquiera

- ¿quieres que te represente?

-sí, no te preocupes yo te daré las indicaciones, solo que no puedo estar al pendiente de cada cosa en la oficina, tendré que quedarme en casa durante mi tratamiento

- pero no soy buena con la contabilidad – movía sus manos y cabeza de forma negativa, ¡estaba en pánico!

-pero eres buena en las negociaciones si te instruyo lo suficiente podrás tratar con esa tanda de vejetes sin corazón – observaba el terror en su amiga, pocas veces la había visto así y un amargo sabor se asentó en su boca, “tal vez no debería meterla en un lío tan grande como este”

- asumir la presidencia está a otro nivel

- no… de eso no se trata Matsuri, solo irás a las reuniones de los accionistas – la tranquilizó antes de que le diera un colapso

- ¿y la presidencia? – la chica se alivió un poco

-la dejaré a otro – acaricio los cabellos cortos de su amiga para explicarle lo equivocada que estaba

-¿a quién?

-a… al Akazuna – le costaba hablar de eso, en el camino lo pensó y no había mejor candidato

- ¿por qué? – algo en la voz de su amigo levantó sus sospechas

-porque es bastante eficiente, a pesar de todo confió en su buen juicio, llevará la empresa de la mejor manera, tal y como yo lo he hecho hasta ahora – su ceño fruncido y el pequeño dolor en el estómago se volvieron comunes mientras recordaba al pelirrojo

- Kankuro… él es el padre ¿no es verdad? – cuando acabó de decirlo su amigo estaba pasmado, ¡había acertado!

-… - el castaño se mantuvo callado admirando la ternura en los ojos de Matsuri que sonreía levemente – yo… no…

- es eso entonces… Akazuna Sasori es el padre con el que no quieres tener contacto

- ¿cómo lo supiste?

- digamos que percibí el interés de ese hombre por ti… solo que jamás me imagine que cederías

-tampoco yo

- de acuerdo Kankuro, acepto ser tu representante, te ayudaré en todo pero quiero ser la tía de ese pequeño

- te ganaron el puesto Matsuri – sonrió con emoción, el peso de sus hombros se había ido, ahora tenía una aliada poderosa

-¿¿que?? Noooo yo quiero – se quejó con un puchero y fingiendo un berrinche infantil

- te conté de Kiba ¿verdad?, él se autodenominó el único tío del pequeño o pequeña

-demonios… pero tendrá que compartirlo conmigo

 

 

 

 

Acordaron mantener el secreto, al menos hasta tener la oportunidad de contárselos a Gaara y Temari sin arruinar sus planes, esa noche al despedirse, Matsuri besó la mejilla del castaño y lo abrazó fuerte mientras decía “cuidare de ti, no estás solo Kankuro” su amistad había crecido en cada año y ahora confiaban uno en el otro, la chica vio a su amigo tomar un taxi, se veía  mejor que cuando llegó, tal vez todas las dudas se aliviaron al platicar con alguien, después de cinco minutos un celular sonaba, era el de Kankuro y Gaara lo buscaba, eso solo podía ser problemas….

 

 

 

 

Un día caótico se avecinaba……

 

 

 

 

Muy temprano en la mañana Kankuro había llegado a su oficina junto a un hombre que le serviría de ayuda, apenas decidió el día anterior abandonar la presidencia y ordenó una reunión de socios con urgencia y lo más temprano posible, puntual como siempre estaba parado en frente de su secretaria a la cual le explicó los motivos de su dimisión “tengo algunos problemas de salud, lo lamento pero te dejaré a cargo por ahora”, la mujer que lo había acompañado por años se veía tan triste, ordenó a Kano, un hombre de facciones finas pero bastante ágil y fuerte, cabello rubio intenso y bastante amable, a  quién recién contrató como chofer, que recogiera sus cosas y desocupara la oficina hasta que él terminara con aquella reunión, el rubio solo asintió y empezó con su tarea

 

 

 

Suspiró antes de ingresar a la sala en donde ya lo esperaban los accionistas, sería difícil de eso no tenía dudas, solo esperaba que no intentaran contradecirlo o se comportaran de manera desagradecida tras tantos años de servicio, entabló una conversación un tanto ligera explicando los motivos de su llamado “debido a motivos personales debo dejar mi puesto como presidente” la sorpresa de los asistentes no se había hecho esperar, el pelirrojo era uno de los más impactados, lo miraba constantemente y exigió una explicación razonable, los demás también lo abordaron con preguntas y él con mucha paciencia se supo explicar “cada uno de ustedes debe lograr entender que lo más importante para una persona no es el dinero sino su salud, he estado sufriendo de algunos inconvenientes y debido a esto me veo en la necesidad de disculparme con ustedes por tan repentina decisión” pasaron minutos en discusión para saber si el castaño no podía retractarse en su dimisión, cada uno de ellos era consciente de la eficiencia del presidente actual en la administración de su empresa, Kankuro era un excelente negociante, sabia administrar sus intereses financieros de tal forma que en poco tiempo podía hacer crecer cualquier negocio alterno que escogieran apoyar, nadie deseaba su salida “piénselo Sabaku-san necesitamos de su eficiencia, apenas y estamos en etapa de crecimiento, seria devastador que alguien tomara su lugar y no pudiese seguir con los objetivos que necesitamos” la opinión de uno de los hombres más viejos era sabia pero así también había otros que estaban un poco felices por aquella salida, después de todo siempre existía la avaricia y sed de poder “pues yo creo que podemos elegir a otro presidente, a mí por ejemplo” algunos deseaban tomar el puesto y Kankuro aunque no le gustaba no podía decir nada, él ya había dimitido…… aunque podía dejar a alguien de confianza o al menos sugerirla “tengo una sugerencia para el puesto, Akasuna-san puede tomar mi lugar, ha estado cuidando de los negocios y está al tanto de cada movimiento realizado, me ha ayudado mucho en cada negocio y creo que debería quedarse en la presidencia” ni siquiera vio al pelirrojo pero sabía que su rostro reflejaba su sorpresa, ni él mismo se imaginó decir algo así pero necesitaba asegurarse que su dinero estuviera en manos productivas y aunque odiara admitirlo el Akazuna era… eficiente.

 

 

 

 

Todos discutieron sus opiniones pero al final y después de una votación en la que Kankuro apoyó al Akazuna, se decidió que el pelirrojo tomara el puesto “agradezco su confianza, demostraré que soy digno del puesto, no defraudaré a Sabaku-san” con ello finalizó aquella tediosa reunión, por su parte el castaño salió de inmediato dirigiéndose a su oficina para ayudar a Kano con su tarea, como era de esperarse el pelirrojo lo siguió en cuanto le fue posible, de pronto apareció en la puerta de la oficina del presidente  con una mirada dudosa y un poco preocupada, Kankuro odiaba esos ojos marrones intensos y no los miró, gracias a Haruno-sensei por el medicamento caso contrario estaría con esas odiosas nauseas molestándolo

 

 

 

-¿Podrías decirme porque te vas? – exigió Sasori una vez se halló lo suficientemente cerca

-señor me retiraré, esperaré abajo – el rubio hizo una pequeña reverencia dispuesto a recoger la última caja y salir

-déjalo Kano, la llevaré yo, ya tienes suficiente con las que estas cargando, te alcanzaré de inmediato – la gentileza que mostraba Kankuro era evidente, después de todo había elegido a Kano por su sutileza, discreción y comprensión

-si señor – salió  cerrando la puerta detrás de si

-ahora dime la verdad – exigió el pelirrojo acercándose al castaño

- aléjate Akazuna, no tengo que darte explicaciones – Kankuro evitó la cercanía, ese perfume… le estaba causando reacciones innecesarias, ¡maldito cambio hormonal!

- pero quiero saber, no me digas que es por el beso de la última vez, porque eso sería estúpido – de nuevo intentó acercarse pero era evidente que no resultaría, el castaño estaba evitándolo de todas las formas posibles

- mi vida no gira alrededor de usted, ¿acaso se cree la máxima maravilla del mundo?… pues le informo que no lo es – palabras duras y llenas de formalismo, debía mantenerse así

- dame una explicación Kankuro – exigió con molestia, estaba siendo ignorado y eso mataba su orgullo

- ¿acaso está sordo?, se los dije a todos ¿no?, inconvenientes de salud – Kankuro resoplaba de vez en cuando, estaba empezando a marearse un poco, la presencia del pelirrojo lo estaba perturbando

-pero te ves sano, totalmente sano – admiró al castaño con detenimiento y por más que intentó no vio nada extraño, excepto esa pequeña aura de tranquilidad que mostraba

- ya deje de discutir y permítame terminar de empacar – se giró para recoger los últimos documentos de su escritorio y era el cajón que tenía… su prueba, se puso algo nervioso al abrirlo, no quería pensar negativamente pero si por algún motivo el pelirrojo se enteraba lo más probable es que uniría cabos y acabaría descubriendo todo

- escúchame Kankuro, quédate, hazlo – nunca le suplicó a nadie y le era difícil hacerlo, incluso ahora sus palabras parecían ser órdenes

-¿por qué demonios lo haría? – agarró sus papeles y los colocó con rapidez al fondo de la caja que tenía sus demás pertenencias, si estaban en ese lugar podía sentirse un poco más tranquilo

- porque te lo exijo – al demonio su paciencia, necesitaba al castaño cerca, si él no entendía con palabras suaves se lo tendría que gritar si era necesario

-¿acaso soy algo tuyo?… no lo creo – de nuevo estaba tratándolo con familiaridad y es que no podía evitarlo, era mucho más fácil dejar de lado los formalismos y mandarlo al demonio de la manera normal

-eres mío Kankuro, desde la noche en que te acostaste conmigo, te condenaste a estar a mi lado – desde esa noche no podía olvidar cada gemido, cada expresión, necesitaba tenerlo para él

- ¿qué?, ¡vete al infierno Akazuna! – se molestó, ¿quién se creía ese tipo?, él no era ningún juguete o algo parecido, él era libre de hacer lo que quisiera

- no dejaré que te vayas – se acercó al castaño pero éste lo evitó de inmediato

-escúchame de una maldita vez, deja de tratarme como un juguete, no soy una conquista más de la cual puedes presumir – mantuvo su nivel de voz, no quería que nadie los escuchara fuera, ese problema personal permanecería como el más profundo secreto

- ¿juguete?, ¿acaso no lo entiendes? – se estaba confundiendo, no era ningún juego, él estaba enamorado de aquel castaño terco

- eres un maldito descarado, no soy de tu propiedad y puedo hacer con mi vida lo que me da la gana – enfrentó a Sasori con el mayor odio posible

- ¿cómo salir con ese chiquillo?, ¿tu noviecito? – ironizó mientras sentía su sangre hervir al recordar la escena en el parque

- si lo hago es mi problema, deje de meterse en donde no lo han llamado

-Kankuro… tú me gustas, no dejaré que nadie más te toque – agarró la muñeca del castaño que se quejó de inmediato intentando separarse

-lo que usted siente es una enfermiza obsesión, solo está dolido porque no le he hecho caso a ningún momento y no he cumplido con sus caprichos

-no es verdad – trató de explicarse pero…

- entonces – se separó con brusquedad, percibir el perfume del pelirrojo lo estaba mareando aunque también era bastante agradable con un toque dulzón… ¡pero que estaba pensando! – Solo debe responderme una cosa – tomó las ultimas pertenencias y cerró la caja, suspiró ante lo que diría – solo una y…

-¿y me creerás? – haría lo que fuera porque Kankuro escuchara sus razones

- lo intentaré – rodeo su escritorio verificando que nada se quedara, observó su estantería de libros y toda la oficina y era verdad, no se olvidaba nada

-entonces dime, ¿qué quieres saber? – estaba listo para cualquier cosa, se sinceraría si era necesario

-… - Kankuro admiró la vista dada por la ventana de su oficina, era bastante difícil dejar todo lo por lo que había estado esforzándose, extrañaría ese despacho y a los empleados – dígame… mejor dicho… dime –se giró hacia el pelirrojo que se veía ansioso – ¿con cuántas personas más te has acostado desde que… desde que lo hiciste conmigo?

- ¿que? – todo menos eso, ¡era la peor pregunta!

-responde – estaba seguro de la respuesta, por eso lo preguntó, el pelirrojo nunca aguantaría ser rechazado, era un maldito que buscaba compañías nocturnas

- ¿eso que tiene que ver? – trató de evitar la respuesta, en ese mismo momento odiaba tener la penosa necesidad de una noche de desfogue para calmar su ansiedad

- ¿no vas a responder? – lo retó a sabiendas que la respuesta no le gustaría nada

- no lo sé

- ¿fueron hombres o mujeres?, dime un número aproximado, algo – sintió un apretón en su estómago, eso era malo

- ambos géneros y… no sé cuántos fueron – se sentía despreciable en ese momento, aunque cuando tenía sexo con sus conquistas nocturnas siempre pensaba en el castaño tratando de revivir las sensaciones de esa gloriosa noche, no dejaba de ser solo una noche de desfogue

-eres un maldito bastardo – algo dentro de él tenía una mínima esperanza de escuchar un “eres el único”, fue tan iluso por esperar una tontería – lo único que quieres es  alguien con quien puedas bajar tu calentura

- soy hombre y tengo necesidades, pero si tu aceptaras… – de nuevo intentó darse a entender pero ya era demasiado tarde

- nunca lo haré… no pienso aceptar a un promiscuo como tú – su rabia estalló, apenas y podía evitar gritar y armar un escándalo, aunque fuera doncel y estuviese en gestación no dejaba de ser un hombre ¡Con un demonio, tenía orgullo!

- pero eres el único que me interesa

- deja de jugar conmigo Akazuna, si no te acepto te daría igual – nadie lo pisotearía jamás, Kankuro no era débil, sobreviviría solo –  buscarías a alguien más, no soy… déjame en paz

-espera… déjame explicarte las razones – tomó el hombro del castaño para intentar mirarlo pero el otro no lo dejó

- suéltame idiota, escucha de una maldita vez, solo somos socios,  te soporto solo porque no puedo evitarlo – sintió su cabeza empezar a dar vueltas, necesitaba acabar con eso de inmediato – seamos sinceros Sasori… si estuvieras conmigo no tendrías problema en serme infiel, yo no quiero eso, si por algún motivo te permitiera estar junto a mí… en cuanto te aburrieras me dejarías

-yo no… - en parte podría tener razón

-lo has hecho con muchas mujeres antes, tu fama es global, las chicas cuchichean de tus conquistas y sus futuras desilusiones

-eso se lo imaginan ellas, jamás me interesó ninguna

-eres de lo peor, ni siquiera te importa que pase con ellas, ¡ya basta! no quiero escuchar más, nos veremos en la próxima reunión Akazuna-san – el castaño se dispuso a salir de aquella oficina

- Kankuro con un demonio escucha, no seas terco – trató de interponerse en el camino

- espero que sea eficiente, después de todo me costó darle mi apoyo, al menos en eso creo que es confiable, no me decepcione – el castaño tomó sus cosas y salió de inmediato encontrándose con su secretaria – de ahora en adelante Akazuna Sasori es tu jefe – habló con la mujer a la cual lo abrazó con ternura agradeciéndole por el buen trabajo y el trato amable – cuida del nuevo presidente, sigue siento tan eficiente, nos veremos en otra ocasión – se despidió de la mujer con una sonrisa y miró al pelirrojo que quería seguirlo pero  él tomo el ascensor cerrándolo con rapidez, apenas salió del aparato cuando sintió que alguien más lo seguía, odiaba que el pelirrojo fuera tan insistente

-espera

-déjeme en paz – se apresuró a su auto el cual por desgracia estaba lejos del ascensor, ¡maldito parqueadero!

-no dejaré que te vayas así Kankuro – lo haló con rudeza hacia su cuerpo, logrando que las cosas se regaran

-mira lo que haces, demonios – el castaño se dispuso a recoger todo con prisa y el pelirrojo lo ayudó

- es porque no dejas de huir – se quejó mientras recogía todo con agilidad

- ¿quién está huyendo imbécil? – recogió todo y se fijó que su dichoso examen de doncelismo estaba en manos del Akazuna, entró en pánico y se lo arrebató de inmediato levantándose con brusquedad, mala idea, su mundo dio vueltas y estuvo a punto de caer

-¿oye que tienes? – el pelirrojo lo sostuvo, usando sus reflejos pudo reaccionar de inmediato – ¿en verdad estas enfermo?

-crees que mentiría con algo así, ¡demonios! – se aferró a la camisa del Akazuna sin poder mantenerse en pie solo, maldecía sus malestares en ese momento

-te llevaré a tu auto, espera – ayudó al castaño a caminar unos pasos

-no quiero nada de ti – como pudo se separó, gracias al cielo que Kano apareció para ayudarlo

-¿señor está bien?, espere lo llevare al auto – como un buen empleado, tomó a su jefe y lo ayudó a caminar con cuidado

-gracias – dejó que su chofer lo llevara y no pudo evitar que el pelirrojo llevara sus cosas, al menos parecía que no vio nada

-iré a visitarte me preocupa tu estado – comentó Sasori cuando al fin pudo llegar al auto

-ni se te ocurra llegar a mi casa, eso sería horrible – con cuidado subió al asiento del copiloto –  deja de hacer cosas innecesarias y concéntrate en la empresa, si causas daños te odiaré de por vida Sasori – gruñó antes de cerrar la puerta de su auto e ignorar los intentos del pelirrojo por hablarle – vámonos Kano, necesito mi medicamento – el chofer se apresuró a seguir la orden impuesta, dejando atrás a un frustrado pelirrojo que tiraba sus cabellos con frustración

- Sabaku-sama ese hombre parecía muy preocupado por su estado – comentó el rubio mientras veía de reojo a su jefe

- no digas tonterías Kano – levantó su rostro suspirando intentando que su mundo dejase de darle vueltas – ese idiota solo me causa estrés

-no debería tomarlo en cuenta entonces –Kano sonrió levemente al escuchar las maldiciones que lanzaba su jefe mientras se sostenía el estómago y respiraba profundo – debe cuidar de su estado

- no quiero regaños Kano – advirtió el castaño – no me hagas arrepentirme de haberte informado de la situación – para tener un chofer necesitaba confiar en esa persona, lo evaluó personalmente, fue sugerido por uno de sus empleados de confianza y le cayó bien desde un principio, incluso Kiba le dio el visto bueno esa mañana, en el camino le explicó brevemente el estado en el que se encontraba y que era un secreto momentáneo, al menos así Kano no  se sorprendería si de repente se desmayara o algo parecido – concéntrate en tu trabajo

-lo hago señor, pero también debo asegurarme que usted se encuentre bien – le había confesado que era la primera vez que trabajaba para un doncel con síntomas de embarazo pero le aseguró al castaño que no tenía problema alguno, el rubio no podía darse el lujo de perder un excelente empleo

- Kano, soy un hombre – suspiró cansado, acaso nadie entendía que a pesar de su estado podía defenderse bastante bien, incluso Kiba se comportaba extremadamente cauteloso en ciertas ocasiones y Matsuri ni se diga – no tienes por qué preocuparte demasiado

-pero está gestando, no es buena idea que se altere – al menos eso había escuchado alguna vez

-lo sé… Kano… tengo hambre – de repente su cuerpo se recuperó, era como  si el pequeño ser en su interior jugara con sus emociones

- ¿a dónde desea ir Sabaku-sama? – el rubio sonrió ante la orden, era interesante tener un jefe como ese, estaba encantado con su nuevo empleo, su amigo tenía razón “el joven Kankuro es bastante amable pero siempre se muestra demasiado serio y dominante, solo necesitas ganarte su confianza”

- ¿Kano recuerdas la casa de Kiba? – Kankuro podía observar las calles y los transeúntes pasar, tenía antojos y eso lo ponía de malas, ahora mismo necesitaba probar la comida de su joven amigo, ese mocoso sabía defenderse bien

- iré de inmediato – sonrió ante el leve ruido del estómago de Kankuro – es raro que un hombre millonario tenga a un chico muy sencillo como amigo

- él no sabe que soy empresario y mucho menos que tengo dinero en tales cantidades – confesó mientras bostezaba un poco, sonriendo levemente al imaginarse la sorpresa del menor cuando se enterara – se lo diré hoy, solo espero que no me mate, me odie o algo  peor

- ¿quién podría odiarlo señor? – ver la sonrisa del castaño fue… diferente, no cabía duda de que le gustaba su nuevo trabajo

- oye… - de pronto el rubio se tensó al creer que sería regañado por algo que dijo pero… – deja eso del señor o el “sama”, solo dime Kankuro-san para mantener un poco el respeto – el castaño sintió cansancio de pronto, como odiaba verse agobiado por tantas emociones a la vez – de seguro estarás a mis servicios bastante tiempo

-eso espero señor… es decir Kankuro-san – el rubio admiró a su jefe un poco somnoliento –puede dormir si quiere, lo despertaré en cuanto lleguemos

-gracias, Kano… ¿acaso crees que soy… un demonio? – preguntó mientras dejaba que el sueño le ganara de a poco, ahora incluso sentiría nostalgia de ese pequeño apodo dado por sus empleados

- claro que no… por el contrario me parece que es un… - escuchó la leve respiración de su acompañante y sonrió ante la escena… adorable – creo que usted es bastante amable, no sé cómo alguien pudo abandonarlo

No dijo nada más y siguió su camino, apenas era el primer día y ya había visto muchas facetas de su nuevo jefe, esto debía ser un buen augurio

 

 

 

 

La rabia… era el mal de su familia…………

 

 

 

Gaara intentó encontrar a su hermano en su casa pero era en vano y el celular seguía con Matsuri, estaba resignado a posponer su pelea, pero seguía enfadado, Neji lo había llamado varias veces o enviado mensajes pero jamás contestó, necesitaba calmarse un poco pero solo con recordar las palabras de su novio la sangre le hervía de nuevo, era ya el tercer día y no recibió llamada alguna desde la mañana, era extraño, Neji solía intentarlo en la mañana antes de ir a trabajar, tal vez se quedó dormido… solo eran tres días y ya lo extrañaba, suspiró antes de llegar a la conclusión de que debía dejar de lado su enfado, necesitaba ver al pelilargo, necesitaba besarlo y sentir su respiración, subió algo dudoso y tocó la puerta, no uso sus llaves ya que al estar peleados sería algo tonto, al pasar algunos minutos y al no obtener respuesta se inquietó, tenía que hacer las compras de la semana así que aprovechó también para pasar por el trabajo de su novio, tampoco fue capaz de verlo allí, era demasiado extraño, cuando vio a Lee al fin tuvo respuestas

 

 

- ¿Gaara –kun que haces por aquí?, hace días que no venías –el pelinegro se veía tan entusiasmado como siempre – ¿ha pasado algo?

-Lee es bueno verte… estaba buscando a Neji – vio el rostro de Lee cambiar drásticamente, no cabía duda que algo sucedía             

- ¿acaso no lo sabes? – Lee trataba de no mostrarse nervioso

- ¿saber qué? – con solo tres días de no verlos parecían bastante cambiados

- él viajó esta mañana muy temprano – Lee sonrió levemente

-no lo sabía – tal vez por eso las llamadas de la noche anterior fueron más insistentes, ahora se arrepentía de no haber contestado

-es raro que no te haya dicho… ¿acaso no se han reconciliado aun? – el pelinegro interrogó con audacia

- no… aun no – ahora debería esperar más para hacerlo, soltó un pequeño suspiro de frustración

-entonces por eso se veía tan deprimido – Lee tenía un semblante bastante serio, siendo amigos era normal que se contaran los problemas

- ¿estaba deprimido? – preguntó el pelirrojo sintiendo algo de culpa al recordar la mirada triste del pelilargo

-demasiado, Neji estaba muy distraído – recordó los últimos días, Neji solía suspirar a menudo – nos contó algo sobre su pelea… aunque no sabemos por qué pelearon, se guardó eso dijo que era algo personal – miró al pelirrojo frente a él y recomendó – deberían arreglarlo pronto

- ¿sabes cuándo volverá? -

- en unos tres días, tiene que asistir a una conferencia en nombre de la academia

- ya veo

-oye Gaara no sé qué paso entre ustedes pero te puedo asegurar que Neji solo quiere protegerte, te ama demasiado y está sufriendo ahora mismo

- yo también – susurró en respuesta

- deben hablar y aclarar las cosas – posó su mano en el hombro del pintor a la vez que le sonreía cariñosamente

-lo haré, me iré entonces

-cuídate y avísame si necesitas algo

 

 

Con algo de tristeza, Gaara realizo las tareas de ese día, no podía creer que a su edad se hubiese comportado de manera infantil, y ahora no vería a Neji por algunos días, entonces pensó en momo, ¿en dónde estaría?, no había venido a jugar con kichi, tal vez Neji lo había dejado con alguien más, salió de su departamento para dirigirse al del castaño pero en la puerta se encontró con alguien más

 

 

 

-Gaara-chan – Ten-ten había llegado, sonreía de forma singular, parecía algo cansada

-Hola Ten-ten ¿cómo estás? – con cortesía la saludo aunque no tenía ganas de ver a nadie en ese momento

- me alegra encontrarte, me escapé del trabajo para venir – la chica se veía contenta, lo abrazó levemente, así era ella

- ¿que necesitas?

-tengo un encargo de Neji – se apresuró a explicarse y Gaara no pudo evitar emocionarse internamente

- ¿en verdad?

- me llamó por teléfono esta mañana antes de que tomara el vuelo – se explicaba mientras se acomodaba la maleta que traía con ella

-no me dijo nada del viaje – admitió con algo de melancolía en su voz

-es normal, fue demasiado repentino, el jefe lo llamó para que lo reemplazara ya que él tenía otra reunión a la que asistir

- ya veo

- me dijo que demoraría en llegar y que no había hablado contigo

- no contesté sus llamadas – confesó ante la mirada sorprendida de la castaña

- ¿están peleados verdad? – la chica lo miró con tristeza – Neji ha estado deprimido desde que empezó su riña, deben arreglar eso

- lo sé, pero ahora está de viaje ¿no?

- eso es otro asunto… me ha dicho que le surgió algo más… no sabe cuánto tiempo va a estar fuera – la chica se veía un poco dudosa al decir aquellas palabras

- necesito llamarlo – ahora resultaba que su reconciliación tendría que esperar todavía más, parecía que nada estaba a su favor

- sería bueno, pero antes de eso – la chica sacó una bolsa del interior de su maleta – me dijo que dentro de dos días era tu cumpleaños Gaara – sonrió emocionada con el encargo entre sus manos

- se me había olvidado – con todo lo que pasó era normal que algo tan simple se le hubiese pasado de largo

- dijo que no podría llegar así que – mostró una bolsa y se la dio al pelirrojo – me mando a recoger esto

- ¿qué es? – la tomó con cuidado sintiendo que no era tan pesada como parecía

-es tu regalo Gaara, FELIZ CUMPLEAÑOS – la chica gritó emocionada mientras abrazaba al pintor con entusiasmo

- gracias Ten-ten – se dejó abrazar, a veces el calor de los amigos lo reconfortaba bastante

- ¿puedo darte un beso? – la chica no quería incomodarlo pero estaba demasiado emocionada como para contenerse y cuando recibió una aprobación besó la mejilla del pintor con ternura – hay un mensaje también, espera – la chica buscó en sus pertenencias y le entregó una tarjeta – la escribió él – sonrió ante la sorpresa del menor – pero… hay algo más, me dijo que te dijera

- ¿qué cosa? – vio la duda en los ojos de la chica

-la verdad no entendí porque me pidió eso, pero creo que es porque no le contestabas

- ¿te lo dijo esta mañana? – la chica asintió

-el mensaje es “lo siento Gaara pero no me retractaré de mi decisión”

- entiendo – el mensaje era claro, Neji había prometido no tener sexo sin protección y conociéndolo no habría posibilidad de convencerlo

- eso es raro, no sé qué pasó pero ya arréglenlo, ustedes son una bonita pareja no quiero que sigan peleados

- lo llamaré más tarde

- eso sería excelente… bueno te dejo Gaara, disfruta de tu regalo adelantado, ¡ah! y no te preocupes por momo, él está con Himawari

 

 

 

 

Gaara sintió curiosidad ante la bolsa colorida, con cuidado sacó el contenido mientras kichi reposaba en su regazo, también estaba curioso, admiró el cuadro lleno de detalles sencillos pero con colores alegres, lo que más le gustó fue la fotografía, no recordaba cuando pudo haberla tomado pero era encantadora, estaban juntos, Neji lo abrazaba y sonreía, las mariposas de aquel jardín en su último viaje adornaban el fondo de la fotografía y estaba él, una leve sonrisa se mostraba en su rostro, era su recuerdo especial, dejó el cuadro en la mesa y procedió a abrir la tarjeta, admiró la letra de Neji, la reconoció de inmediato, la había visto antes en algunos documentos, leyó con calma el mensaje imaginándose la voz del castaño

 

 

 

“Mientras disfrutes de tu libertad podrás sonreír con sinceridad y mientras tú seas feliz yo sonreiré también

Descubre, aprende, vive que yo estaré a tu lado cuidándote siempre que me sea posible hacerlo

Con amor, Neji

Felicidades”

 

 

Cualquier enfado desapareció y fue sustituido por un calor intenso en su pecho, amaba a ese hombre y estaba dispuesto a ceder en algunas exigencias, al menos por ahora

 

Esa misma noche, calculando más o menos la hora indicada el pelirrojo marcó el contacto deseado, escuchó los pitidos constantes mientras se recostaba en el sofá y kichi se restregaba en su mano libre, hasta que al fin alguien del otro lado le respondió

 

 

-¡Hana dime que lo encontraste! – la exaltación en la voz de Neji lo confundió un poco

-¿quién es Hana?

-¿Gaara?... lo… lo siento, no revisé el contacto – el nerviosismo del pelilargo era evidente ¿Qué sucedía?

- Neji… - ahora no sabía que decir, llamaba para saber cómo estaba y arreglar las cosas y de pronto lo confundía con alguien más, permaneció en silencio

- Hana es como mi hermana mayor – Neji explicó todo con calma, había sido su error después de todo – la estoy ayudado con algo, ahora mismo estoy realizando un encargo

- ya veo – el pintor se calmó un poco, no debía dejar que sus celos lo dominaran – Neji yo…

- intenté llamarte ayer

-lamento no haberte contestado

- ¿sigues enfadado?

-solo un poco

- Gaara no voy a ceder con eso, debo mantener mi palabra con tu hermano

- estoy enfadado con Kankuro, ¿Cuándo y por qué le prometiste algo así?

- fue hace tiempo, cuando hicieron las pases… fue una plática muy incómoda – se rio bajito ante el recuerdo – pero en parte lo comprendo Gaara

- no crees que eso es decisión mía

- ¿crees que hubiese sido fácil hablar de ese tema contigo? –Neji suspiró – tu hermano solo quiere evitarte cualquier daño por el más mínimo que éste sea

- él no tiene por qué intervenir en mi vida sexual

- Gaara… dime… ¿cuánto sabes sobre… “eso”?

-yo…

- ¿alguna vez lo has intentado?… ¿o te has tocado al menos?

- no

- dolerá… Gaara espero que nadie me escuche, estoy en medio de la calle – Neji estaba ruborizado a pesar del viento frio que rozaba su piel

- ¿a qué te refieres con que dolerá?

- a eso sencillamente… dolerá… te lastimaré si no lo hago con cuidado, y la protección ayudará un poco

- ¿por qué asumes que seré yo el afectado? – sus mejillas se tornaron rojas al haber dicho eso ultimo y seguramente Neji también ya que se había mantenido callado

- … - tuvo que detener su caminata para asimilar la última frase de su pintor, no había pensado en esa posibilidad – eh

- ¿estás bien?

- no me importaría – respondió mientras retornaba a su andar – si estamos juntos, no tendría ningún problema con… ser el pasivo

- ¿estás seguro?, pareces dudoso

-no es eso… solo estoy avergonzado… Gaara estoy en medio de la calle, es difícil hablar de eso por teléfono y con riesgo de que me escuchen – se explicó rápidamente

- tranquilízate Neji… solo estaba jugando

- no sabía que te gustara hacerme ese tipo de juegos, siento mi cara arder… pero fui sincero Gaara

- estás a salvo Neji… no creo poder hacer eso… no tengo habilidades para ser el activo

- te amo Gaara, es lo único que importa

- Neji to también te…

- Gaara necesito colgar, hablaremos mañana, tengo algo que resolver – la voz alterada del pelilargo detuvo su confesión – duerme bien, te amo

El pelirrojo suspiró pesadamente, se sentía listo para decir que lo amaba pero algo lo interrumpía, tal vez aun no era el momento

 

 

 

Continuará……..

Los problemas serán más fuertes…….

 

 

 

 

 

Notas finales:

Que les pareció?, digamos que las cosas se van poniendo bastante emcionantes para mi jejejje, creo que a mas tardar en dos capis, todo e volvera una locura

 

espero que me tengan paciencia ya que no se cuando pueda actualizar de nuevo, estoy en examenes finales y mi tiempo esta completamente reducido

 

a pesar de eso incluso subi un one shot para el grupo de desafios jejejje si tienen curiosidad pueden visitar mi pagina de face y en el album FICS esta la descripción, es un Sasunaru con toques kawaiiosos jejeje

 

Bueno me despido y nos veremos en otra ocasion  


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