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El "nya" que nos unió por 1827kratSN

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Notas del capitulo:

Holi como estan?

Bueno se que de verdad me habrán odiado por haberles dejado con Ganas del lemon, pero les daré otro tipo de lemon  más adelante para compensarlo jejeje

 

Quería que las actualizaciones fueran cada dos días pero no contaba que me iba a bloquear de pronto

 

Dejando eso de lado, les tengo una portada, me encantó la fotografía y Narione-chan me ayudó a dejarla tal y como la verán

Portada1

Solo delen click a la palabrita de arriba y yap

 

Ahora si disfruten del capi

 

Todo estaba resuelto y listo, su conciencia estaba en paz, había dejado todos sus documentos y evidencias de su existencia en la pequeña bolsa que ahora tenía Naruto junto con la motocicleta, caminó por las calles desoladas intentando enfocarse en su objetivo, invadiendo su mente por los buenos recuerdos de los largos años de paz que vivió, parecía un condenado que se dirigía al fusilamiento pero nadie podía culparlo, estaba completamente desecho, jamás pensó que volvería a sentirse tan solo y desamparado; en su juventud se encerró en su propio mundo, bajo sus propias reglas y ahora se encerraba de nuevo pero bajo las reglas de sus cazadores, sonrió varias veces al imaginarse todo lo que le harían en ese lugar, Kidomaru, su aniki evitó que algo le pasara y terminó muerto por protegerlo, ahora estaba solo, se enfrentaría a toda esa gente sin nadie que lo guiara, sin nadie que lo ayudara,  odiaba sentirse así, sabía perfectamente que solo una posibilidad podría salvarlo y mientras daba cada paso se aseguró de dejarlo salir, de liberar su oscuridad, al menos así lo llamaba porque esa dichosa “oscuridad” en realidad formaba parte de su cuerpo, cuando era pequeño inconscientemente había creado a ese ser que le gustaba la violencia y el dolor, no se lo dijo a nadie y solo Kidomaru pudo ver lo que su mente trataba de esconder, él fue el único que le enseñó a aprovecharse de esa negrura que reflejaba sus traumas y sacarle provecho al máximo, según recordaba si dejaba que esa cosa lo dominara era casi invencible en una pelea, pero el pago era la destrucción de su cuerpo ya que en ese momento no sentía dolor, pero después las heridas eran insoportables a tal punto que necesitaba recostarse por varias horas hasta sentirse relajado, tal vez en algún momento inoportuno de ese trance entre el éxtasis de la batalla y el descanso para aliviar el dolor de su cuerpo empezó a disfrutarlo, cualquiera que lo escuchara lo definiría como un masoquista y tenían razón

 

 

 

Podía sentir su cuerpo temblando por el frio pero su mente en ese momento estaba en blanco, cada paso lo dirigía a su esclavitud, cada respiración despertaba sus instintos más básicos, no supo cuánto tiempo pasó meditando ni caminando pero al ver los primeros rayos del sol sabía que no había vuelta atrás, no sentía cansancio alguno, no sentía remordimientos, no sentía nada, debía cumplir con un horario y pidió un taxi para alcanzar su destino, solo mencionó la dirección y se quedó callado, pensando en lo que creerían los demás, ¿cómo reaccionarían?, ¿Lee y Ten-ten atarían cabos y entrarían en pánico?, Naruto no podría ocultarle a Hinata nada por mucho  tiempo, Hana seguramente avisaría a todos que la operación comenzaría, y… Gaara, ¿se pondría triste? O ¿se sentiría traicionado?, el amor que le había declarado se volvería solo palabras sin sentido, su promesa rota no tendría perdón alguno, se sentía la peor escoria del mundo al pensar que por lo menos pudo tocarlo una última vez, era egoísta o era idiota, lo único que sabía era que el amor de su vida estaría a salvo

 

 

 

Se fijó en el paisaje cambiante y detuvo el camino del auto que lo transportaba a su jaula, encontró un teléfono público y marcó el número que memorizó anteriormente “empezaré ahora, estoy a punto de reunirme con él, explícale a Naruto y si necesitas también dale pequeños detalles a Kankuro Sabaku hermano de Gaara, protege a Kiba y ayúdame con la protección de mi familia y amigos, no me llames porque no hay forma de contactarme, ten paciencia te dejaré claves para que me sigas, solo usa bien tus habilidades así será sencillo, cuídate Hana y deséame suerte” solo escuchó ligeras palabras de la chica pero nunca la dejó hablar correctamente, tampoco la dejo despedirse ya que colgó en cuanto sus palabras terminaron, la hora estaba cerca y a paso firme llegó al lugar que leyó en el mensaje, se quedó parado mientras analizaba sus opciones “vivir o morir” sus ojos mostraban un par de ojeras leves, estaba cansado, la mirada afilada de su juventud había vuelto, podía sentirlo claramente, su cuerpo estaba tenso esperando cualquier amenaza, Kidomaru tenía razón “parezco un animal de caza” sonrió ante tal ocurrencia en el peor momento posible, suspiró llenando su pulmones del ultimo aire de libertad que disfrutaría en mucho tiempo e ingresó

 

 

 

 

Varias personas estaban en el interior, los ignoró a todos, ellos se mantenían en silencio mirándolo, ni se imaginaban que él sería uno de los suyos, estaban tensos como si fueran a atacarlo de un momento a otro, dio un rápido vistazo localizando su objetivo, una puerta al fondo, conocía lo suficiente al “líder” como para saber que se encontraba sentado esperándolo, dio un par de pasos antes de que lo atacaran y el con ligereza los lanzó a todos como si no fueran más que mosquitos, apresuró su paso indignado por tal estúpido recibimiento, no eran muchos pero eran unos malditos entrometidos, no tocó para avisar su entrada y solo empujó la puerta encontrándose con la malévola sonrisa del peliplata, odiaba a ese hombre

 

 

-Aquí estoy maldito bastardo, más te vale dejar a los míos en paz –

- me alegra verte “novato” – en cuanto pronunció ese maldito apodo todos los demás se detuvieron admirando la imponente presencia del castaño, con la paliza a sus compañeros, estaban más que advertidos que el sujeto de apariencia normal parado en frente de su líder era de cuidado – parece que has vuelto a ser el de antes, ¿tanto te dolió el hecho que te alejara de tu familia?

-vete al infierno

- o será porque te obligaré a ser mi vasallo

-espero que te mueras pronto

- parece que será divertido

- hijo de puta, cabrón

-ahora tendrás tu iniciación no te apresures – salió de la habitación empujado al recién llegado y con una simple seña de su mano todos los bandidos se distribuyeron de tal forma que Neji quedó rodeado – atáquenlo muchachos, es hora de demostrarle que un recién llegado no la tiene fácil

 

 

Todos se acercaron con lentitud analizando cada movimiento del pelilargo, pero este se mantenía sereno, y sin movimientos solo fijando esa mirada feroz en Kimimaru, a falta de reacciones ellos se lanzaron al ataque, pero no se esperaban que el castaño respondiera a cada intento de golpearlo, algunos golpes llegaban y otros no. Un par de atacantes salió volando hasta que sus cuerpos golpearon el suelo con rudeza, lo insultaron varias veces pero parecía que no le afectaba “¿Quién es ese tipo?”

 

 

-¿no vas a dejar que te golpeen como es debido? – se carcajeó el peliplata al ver cómo cada uno de esos malditos muchachitos caían uno por uno

-nunca mencionaste que no debía defenderme

-me alegra que leas entre líneas… tu hermano te enseñó bien – sonrió mientras otra de sus señales hizo que todo el mundo se alejara – todo está listo, escuchen todos y esparzan la información, ese animal de ahí es mi esclavo, solo obedecerá mis órdenes y las de mis superiores, pueden intentar matarlo aunque no creo que les vaya muy bien, en pocas palabras desde hoy es uno de los nuestros, deben informarme de su mal comportamiento y yo mismo le aplicaré el castigo pertinente

- ¿acaso seré tu mascota? – gruñó con enfado asustando a algunos jovencitos cercanos

- si quieres a tu familia a salvo… si – sonrió ante el gruñido de insatisfacción de Neji – es hora de irnos, no dejen ni una sola huella de que estuvimos aquí, nos marchamos a la guarida de Kabuto-san, empezaremos con el trabajo en cuanto lleguemos

-estás demasiado hablador, demonio de cabellera plateada – habló Neji con voz profunda estremeciendo a todos por la falta de respeto – cuando te conocí a penas y dirigías palabra, maldita basura

- más cuidado con tu vocabulario Neji – Kimimaru se acercó al castaño lanzándole un sonoro golpe en el rostro – ahora me perteneces, y si me veo en obligación te enseñaré modales

-entonces… ¿cómo me dirijo a una rata como tú? – una nueva bofetada resonó en el lugar ante la estupefacción de los asistentes

- llámame aniki

-no estoy loco

-¡lo harás! – amenazó levantando su voz – o esa linda y pura boquita tendrá que ser marcada con una fea cicatriz – agarró el mentón del castaño elevándolo mientras incrustaba la navaja que siempre traía condigo en las mejillas, rozándolas apenas – no me provoques

- tch – se alejó bruscamente – si

- ¿sí que?

- si… aniki – escupió a un lado al terminar su frase y recibió una nueva bofetada

- ya te acostumbrarás

 

 

 

 

 

Nadie sabía que tan fuerte era la tortura…

 

 

 

 

 

Parecía que sería un día normal, la gente avanzaba a sus trabajos, los niños a sus escuelas, las aves cantaban como siempre, a quien le importaba la ausencia de una simple persona insignificante en ese inmenso mundo

 

 

 

Tres días… tres malditos días de incertidumbre, tres días de angustia, tres días de arrepentimiento por no haberlo detenido ante aquel extraño comportamiento, las llamadas no servían, el celular estaba apagado, nadie respondía al llamado a su departamento, nadie sabía a donde había ido, nadie se percató del momento exacto en la que esa persona desapareció sin dejar rastro alguno, nadie sabía nada y todos querían respuestas 

 

 

 

 

Gaara visitó el establecimiento en donde Neji trabajaba, Lee y Ten-ten estaban tan preocupados como él, ya que al parecer se despidió de todos antes de desaparecer, no podía ser posible, después de tres días sin noticias estaba más que angustiado, algo le decía que Neji estaba en peligro, contactó con Hinata pero ni siquiera ella sabía algo, sentía una extraña sensación en su pecho, había un hecho aún más extraño, Kankuro y Temari habían contactado con él, tratando de convencerlo para que regresase a su casa, claro que se negó pero eran demasiado tercos, ¿por qué tan de repente cambiaban de opinión?

 

 

 

 

Dejó de lado sus pinturas, no podía concentrarse bien, recordaba cada comportamiento del pelilargo y solo ahí se dio cuenta de que su extraño accionar fue desde que llegó del largo viaje, de pronto todas las dudas llegaron ¿Por qué estaba tan demacrado? ¿Por qué parecía tan triste? ¿Por qué en ciertas ocasiones parecía querer decirle algo pero se callaba? Cuando dormían ¿por qué se aferraba a él como para no perderlo? ¿Por qué no lo dejó solo ni un momento? ¿Por qué realizaba llamadas a escondidas? ¿Por qué el día del ataque se veía tan desesperado? ¿Por qué no regresó su mirada antes de irse? ¿por qué?… ¿Por qué?

 

 

 

 

Necesitaba respuestas y como cada día desde esa repentina desaparición subió al departamento de Neji con esperanzas de que le abrieran, al estar en aquel piso y levantar su mirada se fijó que no era el único en el lugar

-¿Hinata que hace por aquí?

- Gaara, yo… tenía esperanzas de encontrar a mi hermano – respondió la peliazul mientras suspiraba – pero no creo que lo encuentre

- ¿no ha sabido nada? – aunque la obviedad de la pregunta era evidente no podía evitar hacerlo

-… - negó levemente, ambos individuos se quedaron mirándose al escuchar un ruido proveniente del interior de departamento – Neji – susurraron a dueto, tocaron pero nadie respondió – Gaara-kun dime que escuchaste ese ruido

- debe ser él – el pelirrojo se emocionó de pronto – debemos entrar

-pero está puesto el seguro – aseguró la mujer mientras trataba de dar vuelta a la cerradura – ¿acaso tienes una copia de las llaves?

- si pero no puedo usarlas si el segundo seguro está puesto – explicó mientras sacaba sus llaves, recordando cuando el castaño se las dio jurándole que nunca pondría el segundo seguro, para que nunca tuviese problemas para entrar, era su promesa –

- entonces ahora puedes abrirla, el otro seguro no está colocado – sonrió Hinata mientras admiraba el desconcierto del pelirrojo – ayúdame con eso por favor – de inmediato el pelirrojo usó su llave abriendo por completo la puerta e ingresando con cuidado seguido por la mujer

- QUIEN DEMONIOS SE ATREVE A ENTRAR SIN  MI PERMISO – gritaba cierta mujer mientras diversas personas estaban de un lado al otro en el dichoso departamento, tomaban fotografías, inspeccionaban el lugar con guantes blancos, eso parecía una película policial

- ¿Hana?  - la peliazul se veía sorprendida al reconocer a la policía en frente de ellos

- ¿Hinata?, no esperaba verla aquí – sonrió nerviosa aquella mujer

- ¿dónde está Neji? – interrumpió el pintor – ¿por qué está usted aquí?

- por tu apariencia… debes ser… Gaara – suspiró mientras peinaba su cabello con sus dedos “es tal cual me lo describiste Neji”– que problema

-puede explicarme que hacen todos aquí, Hana – pidió suplicante la peliazul

- ¿en resumen?... buscando una pista sobre tu hermano – se giró para ver como continuaba el trabajo, personas iban y venían sin parar – pero no hay nada, lo lamento

- ya veo – de pronto el pelirrojo se cruzó entre ellas adentrándose en el lugar

-oye chico espera… no puedes entrar, es nuestra investigación – amenazó la mujer pero el pelirrojo la ignoró, tenía que saber que ocurría y presentía que si inspeccionaba un poco lo descubriría – espera de una buena vez – fue detenido cuando intentaba ingresar a la habitación de Neji – es zona restringida

-¿me puede aclarar porque trata a todo este asunto como si fuera una escena criminal?

- ¿Hana que sucede?, explícame por favor – pidió Hinata casi al borde del llanto – me estas asustando

- bueno es que… oye – reclamó pero no pudo evitar que Gaara entrara a la habitación, tanto él cómo Hinata vieron el desastre, todo en total desorden, algunas cosas rotas, la ropa tirada por todos lados, los muebles caídos

-exijo una explicación – reclamó el pintor

- será mejor que escuchen con cuidado porque no pienso repetirlo – Hana los miraba detenidamente – no sabemos que pasó, esto está tal cual Neji lo dejó, estamos buscando algo que nos diga en donde está, la denuncia de desaparición de Hinata fue recibida, solo hacemos nuestro trabajo, no es lo que creen, no es un ataque asalto o algo parecido, al parecer fue Neji el que lo dejó así, solo existen sus huellas digitales – suspiró – ahora necesito que salgan de aquí, terminaremos esto y dejaremos todo en su lugar, después podrán disponer del sitio para ustedes

 

 

 

Tanto Hinata como Gaara esperaron en el hogar del segundo, en silencio, con dudas, algunas lágrimas se escapaban del rostro de la mujer, pero era lo único que podían hacer, cuando Hana les avisó que terminaron y que llamarían si tenían alguna información de inmediato corrieron al hogar del castaño, admirados por el desorden y tratando de buscar algo que les dijera que estaba bien “Hana es amiga de mi hermano” le había explicado Hinata y Gaara recordó una de las conversaciones con el pelilargo, ese nombre le sonaba familiar. Se mantuvieron recogiendo el desorden, imaginándose porque hizo algo así, y al final… solo les quedó un vacío enorme

 

 

 

 

Cuatro, cinco, seis, siete días y nada de información

 

 

 

 

Los hermanos de Gaara intentaron de todas formas  convencerlo para que se mudara con ellos pero la negativa era inminente, al quinto día desde la desaparición Kankuro logró vencer la voluntad de Gaara, no tuvo otra cosa más que hacer que confesar “él fue a nuestra casa, nos pidió que cuidáramos de ti y que lográsemos que volvieras a mudarte a la mansión” ¿por qué había hecho algo así?, ¿por qué?

 

Tal vez fue la inmensa soledad que sentía, pero al final Gaara aceptó la invitación y preparó solo algunas cosas para irse del departamento, aceptó volver a la mansión solo hasta que Neji volviera pero al ser el séptimo día casi estaba perdiendo el control de su imaginación, ¿y si está herido?, ¿y si tuvo algún accidente?, ¿y si me necesita?, ¿por qué no llama?

 

Rogó la ayuda de su hermano para investigar cada hospital, cada clínica, y aunque no le gustó la idea, cada morgue que había en la ciudad pero nada, ninguna cosa

 

 

 

Gaara, Hinata no eran los únicos afectados, al parecer Lee y Ten-ten estaban peor que ellos, la castaña parecía que lloraba muy seguido ya que la mayoría del tiempo tenía un poco hinchados los ojos y Lee, el simplemente actuaba pacifico, sin energía, parecían un par de zombis en ciertas ocasiones, “Neji debe estar bien, tiene que estar bien” susurraba la chica quien trataba de mostrarse normal y tranquila pero le era imposible, casi parecía que estaban escondiendo algo

 

 

 

 

La vida le estaba poniendo una dura prueba…

 

 

 

 

 

 

Solo vio tinieblas, solo eso lo acompañaba, estaba cansado y por alguna razón sentía un peso extra sobre su cuerpo, lentamente abrió sus ojos, estaba cansado y quería averiguar qué demonios lo estaba molestando, y ahí estaba la razón de su ira matutina, ¿cuantas veces iban ya?, nunca lo dejaban dormir en paz “buenos días ca-ri-ñi-to” canturreaba una voluptuosa mujer de cabello anaranjado, estaba sentada en el vientre de Neji mostrando una radiante sonrisa, pero lo que destacaba era su falta de… prendas, apenas y cubría sus pechos con un sostén revelador, y usaba un short demasiado corto que cubría lo netamente necesario, el cabello se esparcía por la espalda de la chica y continuaba “¿te parece desayunar?, soy el plato fuerte”, el castaño la fulminó con la mirada antes de empujarla y levantarse “sal de una maldita vez, antes de que pierda la paciencia” pero parecía que las mujeres de ese maldito lugar eran idiotas, al menos la mayoría, ellas se negaban a aceptar que a él no les interesaba, no quería nada con ellas, tomó con brusquedad la mano de la mujer y la arrastró hacia el pasillo “largo de aquí, ¿acaso no eres una mujer?, respétate más y no vengas a rastras semidesnuda al cuarto de un hombre” reprochó ignorando las insinuaciones sexuales, reclamos o lo que fuese, esa voz chillona solo lo irritaba más, le lanzó la ropa que ella se había quitado “¿acaso no entienden que no me interesan?, largo de aquí, la próxima vez la pasaran mal” cada día la misma amenaza, cada día la misma rutina, la única diferencia era que cada día era una mujer diferente, cerró la puerta con fuerza y se apoyó en ella deslizándose hasta el piso, solo había pasado una semana y su calvario era peor de lo que se imaginó, Kimimaru lo trataba como su juguete, trabajos absurdos en ciertas ocasiones, reuniones tediosas, salidas innecesarias solo para humillarlo más y tener suficientes escusas como para golpearlo, cada misión era un maldito fastidio, no le gustaba lastimar a otros pero se veía en esa penosa necesidad, ayudaba en la extorsión a comerciantes, ayudaba en las palizas por falta de pagos, ayudaba en el ensamblaje de porciones de droga, odiaba todo eso, y para rematar… el muy maldito le había quitado el derecho a la intimidad, su puerta no tenía cerradura, dando opción a cualquiera de entrar en su habitación cuando le diese la gana

 

 

 

-más te vale que no seas mujer porque si no... – amenazó al escuchar que tocaban a su puerta

- te llaman, quieren verte en seguida – aquel jovencito que fue capturado hace días en el ataque para amenazar al pelilargo estaba parado en frente de la puerta

- maldita sea – gruñó mostrando esa mirada afilada que mantenía desde que llegó a ese lugar

-oye… tranquilo o te harán daño de nuevo Neji –

-deja de reclamarme Yuu – el propio Neji fue quien lo liberó de la cárcel, a pesar de todo el muchacho no se merecía tal castigo, y no supo como pero convenció a Kimimaru para “rescatarlo”, con esa simple acción se ganó el respeto del jovencito que ahora era de gran  ayuda en ciertas ocasiones – ¿qué quieres… aniki? – gruñó fastidiado al llegar a ese despacho y presentarse ante Kimimaru

-te ves molesto ¿qué te pasó? – fingía idiotez o inocencia y el castaño solo podía morderse el labio para no decirle un maldito insulto

-por tu estúpido deseo de quitarme la cerradura de mi habitación, las mujeres amanecen desnudas en mi cama, sabes lo fastidioso que es eso – se controló lo que pudo

-cualquiera en tu lugar estaría agradecido

- exígeles que me dejen en paz, no quiero a esas malditas zorras despertándome cada mañana – exclamó ante la malévola sonrisa del peliplata

- está bien, no quiero que sigas con esas ojeras

- cómo quieres que tenga energía si tengo que sacar a esas tipas por lo menos dos veces en las noches

- ¿no te gusta?

-las detesto, me producen asco

- ¿y si fuera un hombre?

- le partiría la cara

-me gusta tu rebeldía – se carcajeó levemente ante la molestia del pelilargo –  esta tarde te instalaré todo, ahora cálmate, tenemos trabajo que hacer

- ¿qué es ahora?

- nos reuniremos con los demás colaboradores de Orochimaru-sama, veremos qué hacer para sacarnos de encima a la policía, empezaremos con los atracos a mayor escala en cuanto decidamos que hacer

-bien

 

 

 

 

 

 

Se encontraban en un gran almacén en Dios sabe dónde, Neji estaba parado atrás de su captor Kimimaru, observando con detenimiento todo “debo avisarle a Hana”, desde el tercer día y después de su “entrenamiento de sumisión” se le fue permitido salir a misiones fuera de su prisión y desde ahí pensaba en la forma de dejar alguna información a Hana, las llamadas en ese instante le eran imposibles ya que lo mantenían incomunicado y siendo vigilado la 24 horas del día, pero al quinto día se dio cuenta que si le seguían el rastro tal vez, los lugares en donde se realizaban los robos eran reportados, Hana se enteraría y los revisaría, seguramente llevaría a sus perros para recolectar información y… si eso era, con sigilo había ocultado varias notitas en los lugares menos pensados, era una forma de dejar constancia que delito era causado por Kimimaru, pero por alguna razón no recibía ni indicios sobre el escuadrón de Hana y mucho menos que los estuviera siguiendo, ¿acaso había fallado?, dejó esos pensamientos de lado y mejor se concentró en reconocer las caritas que en ese momento estaban reunidas, se podía reconocer a los aliados y a su vez a sus subordinados, los primeros sentados en un sillón lujoso, Kimimaru formaba parte de ellos y Kabuto estaba en el centro sonriendo con malicia, los subordinados al igual que él se mantenían parados en silencio detrás de sus líderes, ellos eran algo así como sus guardaespaldas, junto a Neji estaba ese maldito azabache lo conocían como Dark, y se mantenía quieto, Neji podía observar a cada uno y trató de memorizar esos rostros, cuando todo acabara eso sería su carta de condena

 

 

 

Un hombre de cabello plateado que llevaba una gran cadena con un dije en forma de cruz, un hombre bastante aterrador que cubría la mitad de su rostro, de mirada oscura y que lucía objetos de oro, un hombre de cabellos rojizos y mirada calma, dos gemelos el uno de piel clara y el otro de piel oscura, y al final estaba un pelirrojo de porte elegante y mirada calculadora, no tenía la pinta de pertenecer a todo ese embrollo, pero quien era para juzgar, los escuchó hablar de varias cosas, de cómo deshacerse de la molesta policía, cómo agrandar sus dominios, del dinero de fondo que necesitaban y algo que le impactó demasiado “planeamos sacar a Orochimaru-sama de su jaula, con ello ya no tendremos problemas con las investigaciones” , el cuerpo de Neji tembló de solo recordar a ese hombre le causaba un revoltijo en el estómago, la mirada afilada y facciones de serpiente, lo odiaba, “me limitaré a lo mío, actuaré desde las sombras Kabuto, sabes que necesito mantenerme al borde de todo esto, ahora tengo otra prioridad” aquel pelirrojo parecía saber enfrentar a Kabuto, discutieron mucho y al final nadie logro que ese hombre diera vuelta atrás, él no participaría en esa horrible plan, memorizó cada tema, cada palabra, cada voz, eso estaba siendo demasiado difícil, eso era un infierno

 

 

 

 

El otro lado de la moneda…

 

 

 

 

Sasori había sido convocado a una reunión obligatoria con los aliados, aunque no quiso ir, se vio en la obligación de hacerlo, no podía perder ni una sola pisca de información, solo le faltaba un poco para separarse y necesitaba analizar cuáles eran sus posibilidades, al llegar ahí y enfrentarse a todos se puso feliz, ver las caras amargadas era divertido, pero al dar un rápido vistazo reconoció a alguien inesperado, detrás de Kimimaru había alguien que le resultaba familiar, era… era el hombre de la pintura del hermanito de Kankuro, era ese hombre de mirada aperlada, Sasori no se la creía, pero en ese momento ese hombre se veía diferente, mas… aterrador, nada comparado con la hermosa pintura en la galería, ¿por qué el joven Gaara lo pintó?, ¿cómo se le acercó si al final resultaba ser un criminal?, se mantuvo discutiendo su negativa a participar de ciertas cosas que deseaba hacer Kabuto y al final aceptaron que no daría marcha atrás, aunque lo miraran feo o lo insultaran entre dientes, le daba igual, buscó una oportunidad para preguntar sobre aquel hombre de cabello largo y cuando ya solo quedaban Kabuto, Kimimaru, él y sus guardianes se atrevió a comentar “¿ese hombre es nuevo?, parece que es bastante hábil, ¿dónde lo encontraste?” de pronto el mencionado pareció cambiar de mirada, por un momento vio duda en esos raros ojos  y a su vez vio la misma amabilidad que el cuadro en la galería tenia, no había duda era el mismo, eso fue interesante “es un bastardo al que estoy amansando” respondió Kimimaru y al parecer al mencionado no le gustó nada porque volvió a esa faceta salvaje “vámonos Neji, tenemos otras cosas que hacer” ¿así que Neji?, debía preguntarle a Gaara por ese hombre, era la excusa perfecta para visitar al castaño también “si… aniki” mencionó Neji y solo ahí Sasori se dio cuenta de lo que ocurría, ese hombre no estaba ahí por voluntad propia

 

 

 

Día… día… día… de Gaara

 

 

 

 

Octavo día y sus esperanzas de tener respuestas eran solo sueños, estaba demasiado angustiado pensando en cuanta posibilidad existía, ya ni siquiera podía dormir adecuadamente, preocupando a sus hermanos que trataban de animarlo, ahora pasaba más tiempo con Kankuro que por algún motivo parecía bastante… calmado, pero le gustaba, su hermana permanecería con él, a pesar del mal rato parecía que recuperó a su familia

 

 

Ese día salió para ver a Lee y Ten-ten, hablar con alguien le haría bien, al menos eso creía, no fue como imaginó, estaban en su descanso y con sigilo se quedó callado escuchando la extraña conversación de ese par “quiero que regrese, Lee… estoy preocupada” la castaña estaba llorando bajito mientras el pelinegro la abrazaba con cariño “sabes que es fuerte, estará bien” se mantuvieron en esa plática y Gaara no se atrevió a interrumpirlos hasta que escuchó algo que definitivamente le estaban ocultando “pero Neji, él… ¿crees que lo estén persiguiendo de nuevo?, no quiero volver a pasar por eso Lee”, la castaña había declarado indirectamente algo que Gaara necesitaba saber con urgencia, ingresó al lugar en donde antiguamente ellos junto con Neji solían descansar en sus ratos libres

-¿Ustedes saben algo verdad? – exclamó ante la impresión de ese par que casi se infartan cuando escucharon su voz

-Ga… Gaara – permanecieron estupefactos observándose entre ellos mientras el pelirrojo se sentaba en frente de ellos

- quiero saber, no pueden ocultarme nada

- nosotros no… Gaara

-ustedes saben algo, quiero que me lo digan, estoy muy preocupado… quiero a Neji de vuelta

-pues yo… solo… etto… - se negaron en un principio, después de varias mini peleas, todo estaba dicho, el pelirrojo no quería rodeos, solo quería la verdad

- creo que debemos contarle… - la castaña se veía sumamente triste

- pero quiero que guardes la calma y escuches todo – terminó Lee

- Gaara, esto debió contártelo Neji, pero… creo que es justo que lo sepas –suspiró la castaña – es la razón por la que todos dejamos nuestra ciudad natal, al menos la que fue nuestro hogar desde que éramos jóvenes

- por favor… necesito saberlo – Gaara admiró los rostros sombríos, algo le decía que la historia le aclararía muchas cosas

- creo que yo te contaré todo, no quiero que Ten-ten sufra cada palabra –el pelinegro se sentó de frente, suspiró mirando al cielo mientras varias imágenes se le venían a la mente – hace muchos años, cuando apenas teníamos 17 a lo mucho…  Neji me dijo que sabes todo hasta ese punto

-si… me lo contó

- pues… solo te dijo lo necesario, la verdadera calamidad empezó cuando estábamos a la mitad del año escolar… bueno nosotros no supimos todo con claridad hasta que él nos lo explicó tiempo después, pero ahora creo que puedo ser bastante claro al contarte…

 

 

 

 

Continuará…

 

 

 

Notas finales:

Bueno como les dije sufrí de un bloqueo y me va a ser difici superarlo, al menos me tardaré un poco, tengo fe en que todo sea solo pasajero y pueda terminar la historia de forma impactante o adorable, veremos que pasa

 

Bueno me despido, y si les gustó la portada agradezcanle a Narione-chan, la adoro jajaja 


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