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LA Joya de Asgard por Zia

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El día estaba en su apogeo, la sala del trono abarrotada, todos deseaban una audiencia con el padre de todo, el dios del Trueno espero por más de 5 horas hasta que la audiencia amainara, para hacerle saber a Odín que deseaba una audiencia con él, Thor espero alrededor de 20 minutos más seguido de un ademan con el cual el Odín hiso que lo dejaran a solas con su primogénito.


 


Acercándose al pie de la escalera este hiso una reverencia para pedir el consentimiento de hablar, el cual recibió en segundo, -estoy ante ti no como tu hijo si no como tu sucesor, de rey a futuro gobernante, para pedir consejo, mi ahora complicada situación con Loki, que yo se me tengo merecido, me ha hecho pensar en el futuro, cuando hacienda al trono y deba proporcionarle a mi pueblo un heredero, no puedo condenar a una joven doncella a la ira de mi hermano…- fue interrumpido por Odín  


-Loki es perfectamente capaz de darte herederos- dijo fríamente


-solo si es su deseo, pero hasta ahorita solo me ha hecho ver el odio que tiene hacia mí-


-¿cuál es el consejo que quieres de mí?- pregunto Odín


-saber si hay alguna forma en la que pueda cumplir con mi castigo y mi deber como futuro Rey-


-La hay- dijo el Padre de Todo


-por favor, si pudiera iluminar mi camino- Rojo Thor


-Thor tu problema es que vez a Loki como una más de tus aventuras y hace más de 10 años lo dejo de ser, cuando te acostase con él, como tu rey y padre mi único consejo es que cortejes a Loki, enamóralo, conquístalo y has que se entrega a ti tanto en cuerpo como en alma-


 


El dios solo atino a asentir y salir, su mente estaba en lo que el Padre de Todo acababa de mencionar, ¿cortejar, enamorar, conquistar? Palabras fáciles de decir pero complicadas de llevar, Loki era muy testarudo o por lo menos después de aquello así se volvió, de su pequeño y tierno hermano solo quedaban recuerdos por todo el palacio, siguió su rumbo hasta llegar a la biblioteca favorita del menor y no porque fuera la más grande si no por los volúmenes que esta tenia, libros tan raros que no existían más copias en los nueve reinos.


 


Entro lo más sigiloso que pudo para sentarse en una de las orillas donde podía contemplar perfectamente a Loki, su cabello largo como caía por su espalda, sus finas facciones, sus largos dedos al darle la vuelta a las páginas, se podía decir que era más que perfecto, su complexión, estatura y tersa piel, estaba más que embobado viendo la figura de su hermano que poco le importo el grácil movimiento de su mano, hasta que apareció a afuera del palacio. 


 


Los días habían sido extraños, ahora más que nunca Loki se sentía asediado tanto por Thor que no le permitía estar a solas como de Sif quien le había arrastrado para enseñarle defensa personal, si no era uno era el otro, así que había optado por la mejor opción, después de todo Sif le estaba enseñando algo nuevo que en el futuro podía servir, fue difícil al principio ya que la guerrera no le tenía compasión pero cuando aprendió a utilizar los cuchillos esta se dio por bien servida.


 


Loki tenía una rutina ya hecha en la mañana desayunaba en el comedor con sus padres y Thor, para después entrenar con Sif, los movimientos, que no fueron pocos, le eran más que útiles, ya que entre inmovilizar, desarmar y atacar a un enemigo se le hacían divertidos y más porque siempre terminaban emparejándolo con Thor, así que se permitía darle uno que otro golpe.


 


Después de la práctica se bañaba y merendaba en su habitación, para dirigirse más al rato a su santuario, a esos libros que prácticamente le imploraban por su aprecio, pasaba un par de minutos y llegaba Thor, se sentaba en una silla lo suficientemente cercas para contemplarlo y lejos para no salir golpeado, al terminar se dirigían al salón principal a disfrutar de la cena para terminar en su cama.


 


Los meses y años pasaron como agua entre las manos, Loki sentía la frustración y aburrimiento que le ocasionaba a Thor, ya que parecía un macho alfa posesivo, no dejaba que nadie se le acercara ni siquiera los sirvientes, y el que solo lo viera durante horas lo incomodaba, las practicas con Sif ya se habían recortado a uno o dos veces por semana, algo que agradecía ya que la guerrera insistía en que debía saber utilizar una espada correctamente, a lo que Odín le daba gracias por ser paciente con su hijo menor.


 


Ese día no tendría practica con Sif así que había decidido ir a la biblioteca desde temprano, Frigga había mandado a traer varios volúmenes nuevo y raros de Vanaheim, cuando se apresuró a entrar se topó con que Thor ya se encontraba adentro, algo impaciente, sentado en la misma silla, Loki no sabía cómo lo así pero le tenía gran respeto a la silla que no había desistido en soportar el peso de su hermano y los movimientos que hacia cuando estaba aburrido, “ciertamente, estaba muy bien hecha” pensó ese día.


 


Tomo un gran libro entre sus manos, camino hacia donde normalmente se sentaba para ver de reojo como Thor se balanceaba en las patas traseras de la silla, y una idea paso por su mente, no sabía si era por la lástima que sentía hacia la silla que lo había pensado o porque simplemente quería que Thor no lo viera durante todo ese rato. 


 


Salí de la biblioteca con libro en mano y Thor tras de él emocionado porque no estarían en ese cuarto todo el día, pero su sorpresa se hiso más grande cuando llegaron al área de entrenamiento y Loki se posiciono en las ramas de un árbol cercano, Thor estaba feliz podría ver a su hermano mientras practicaba, y cuando se acercó a entrenar, noto de reojo una leve sonrisa en los labios de Loki cuando empezó a luchar.


 


Ese día había sido el mejor desde hacía muchos años, por primera vez Thor se divirtió, combatió y vislumbro un rayo de esperanza en esa leve sonrisa de Loki, no sabía si era por la euforia del momento o porque sentía que realmente estaba progresando pero esa tarde mando a llenar el cuarto del menor con sus flores favoritas por cada rincón, mesa y jarrón, cuando el menor entro en su habitación el aroma de las flores le inundo y ante su presencia se revelaban jarrones con sus flores favoritas, cada y una de ellas en los colores que le encantaban.


 


Estaba encantado y fascinado, por el hecho de que Thor recordara cuales eran sus flores preferidas, en la mesa central una hoja de papel doblada, agarro el papel para desdoblarla y leer “Eres el dueño de mis pensamientos, sueños, alma y suspiros. Te Amo Thor”, Loki sonrió tontamente tomando la nota aún más contra su pecho, pero un agudo dolor en su memoria hiso que desapareciera sus sonrisa, “¿Qué significaba todo eso?, ¿Cómo debía de interpretarlo?” quería creer en cada palabra escrita, pero su mente se revelaba ante tal idea.


 


Coloco la nota en un cajón de su escritorio y decidió que eso no iba a impedir que apreciara del regalo, aunque fueran con intensiones funestas, y así lo hiso salió a la habitación de aseo para tomar una larga ducha y después meterse a la bañera esparciendo en esta los pétalos de algunas de la flores con mayor aroma, después de sumergirse en el agua caliente respiro de aquel aroma que disfrutaba, le era increíble sentirse en primavera cuando ya estaban en otoño.


 


Varios minutos pasaron para que saliera de la tina, se secó para ponerse una túnica verde olivo con unos pantalones de cuero, arreglarse y salir al comedor, al llegar a este se sentó en su lugar correspondiente junto a Thor, quien no dijo nada a pesar de disfrutar como olía su hermano menor, la fragancia era tan dulce como fresca, y si, olía a primavera, su pelo su piel eran como una canción armónica que llamaba a ser escuchada y Loki no pasaba por desapercibido el cómo su hermano casi se le abalanzaba para olfatearlo.


 


La noche paso rápida y fugas, cuando cada persona se fue despidiendo para precipitarse a sus alcobas, algunos acompañados y otros solos, Loki temía que su hermano se quisiera meter a la fuerza en su habitación, pero cuando llegaron a esta lo despidió con un beso en la mano, acompañado de unas “buenas noches” y una sonrisa infantil, no sabía que decir así que solo ente y cerrando la puerta tras de sí.


 


Esa noche durmió como nunca, dejando las puertas del balcón abiertas permitiendo que el frio nocturno se abriera paso por su cuarto inundado con el aroma de las flores, Loki sonreía en sus sueños, recordaba cabalgar por pasajes hermosos en su caballo, y de tras de él Thor con esa sonrisa que le gustaba tanto, la mañana se abrió paso y con ella sus sueños se fueron desvaneciendo, al despertar todo seguía igual las flores, el frio pero sus pensamientos se confundían en su mente, alguien le gritaba te va a traicionar y otro deseaba dale una oportunidad.


 


Al levantarse se dio cuenta que estaba en su piel de Jotunn algo que le desagrado de sobre manera, pero no podía dejar de contemplar los tatuajes grabados en ella, en algún momento descubrió que realmente tenían un significado el cual pasaba de generación en generación, pero no podía leerlos, ya que no tenía información de la lengua ni de la escritura, al verse en el espejo contemplo varias marcas en su vientre bajo que no había visto antes, la curiosidad era una parte importante en él, y la cual no se hiso esperar.


 


Había asistido ya a barias parte buscando información, tanto en la biblioteca central del palacio como en las adyacentes, los sabios y cuidadores le habían dicho que no tenían nada más que relatos de las odiseas del Padre de Todo en Jotunheim o historias cortas, que eran más cuentos para niños que nada, Loki no desistió por más de 20 años busco en sus expediciones con Frigga o las aventuras con Thor a las cuales asistía para mejorar su combate, y no perder de vista a su hermano, cada vez que llegaba a un mercado no perdía el tiempo, pero su búsqueda era bastante infructuosa apenas si había conseguido un par de libros que para su desgracia no podía interpretar.


 


Loki ya no sentía odio por Thor, habían formado una unión de confianza en el calor de la batalla pero aunque eso no era lo que quería el mayor, por lo menos este ya le hablaba, y en las mañanas después de haber tenido sexo toda la noche ya no lo golpeaba, y aunque de vez en cuando le jugaba una que otra broma, Thor empezaba a sentir que el muro que se había levantado lentamente comenzaba a desaparecer.


 


Una noche en el gran comedor, la cena parecía más una celebración que una cena normal, vino, hidromiel, carnes de distintas especies y frutas dulces, Volstagg, Hogun y Fandral junto a Sif estaban muy animados tomando, comiendo y en algunos momentos cantado con los demás miembros, Loki no podía dejar de ver la imagen divertido desde su lugar, pocas veces en la vida se podía decir que ese grupo se veía tan animado por el término de una guerra.


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