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El "nya" que nos unió por 1827kratSN

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Notas del capitulo:

Holi!!!

Creo que me tardé más de lo esperado, pero es que necesitaba acabar con los recuerdo de Neji antes de decidirme a publicar la continuación, bueno para eso falta un poco pero bueno tengo que aprovechar mi fase de inspiración jejeje

 

Espero que disfruten

 

PD: Los días representan los  saltos de tiempo, hay algunos retrocesos espero que no se confundan 

 

Gaara llegó a su casa aun soltando ligeras lágrimas, solo dejó a kichi en la sala brindándole la comida enlatada suficiente como para que no le exigiera más, ni siquiera se molestó en revisar si tenía alimentos, que le importaba lo que podía ocurrirle… solo se recostó en el sillón y dejó que sus lágrimas fluyeran sin cuidado, recordaba todo, las palabras de su padre le dolían, pero al parecer algo se quebró y ahora… podía expresar su dolor con facilidad, era irónico que algo así le sucediese en ese momento, había deseado siempre poder expresar sus emociones como cualquier persona normal pero después de recordar todo… deseaba no querer sentir nada, no quería llorar más, no quería sentir este dolor que lo embargaba, no quería estar solo y su amargura aumentó al recordar que nadie lo consolaría “¿Neji por qué me dejaste solo?” estos días no llegó a pensar en la dolorosa posibilidad de un abandono pero en ese instante esa horrible opción estaba en su mente, después de todo ¿quién quería estar con un error… como él?

 

 

 

El dolor es diferente… no es verdad… al fin y al cabo duele igual

 

 

 

 

Era completamente imperdonable, se arrepentía a cada segundo, ¿cómo pudo gritarle todas esas cosas a su hermanito?, después de tantos esfuerzos, de un complejo de hermano mayor que dejó que fluyera con tal de que a Gaara jamás fuese recriminado, se impuso un régimen de crianza en cuanto tuvo la oportunidad de defenderse por sí solo y tomó las responsabilidades suficientes como para cuidar de sus otros dos hermanos, se enfrentó a su padre en varias ocasiones e incluso recibió castigos absurdos, dejó sus propios sueños… ahora podía recordar la verdadera razón de aquella decisión… dejó sus sueños de artista cuando entendió que solo al tener las empresas en sus manos podría tener el suficiente poder como para forjar un camino sin peligros para Gaara y así  tratar de compensar la falta de afecto de su padre y su difunta madre, solo quería que nada le pasara, que fuese feliz a pesar de todos los traumas o injusticias en su contra, poco a poco influyó sus ideales en Temari y ahora ellos vivían para su hermano menor, olvidó las razones de su actitud pero ahora que las tenía claras… no eran suficientes, se había dejado llevar por su rabia y perdió el control de su lengua, todos sus esfuerzos se habían ido por el caño y ahora estaba completamente perdido, no sabía qué hacer para enmendar su tremendo error

 

 

Tal vez al estar junto a Kankuro…

 

 

 

Temari se había quedado con él toda la noche, platicando de cada cosa que vivió con su padre, cada discusión a causa de Gaara y cuando las luces de la nueva mañana se mostraron a través de las ventanas ella con ojos llorosos decía “ahora te entiendo… por Dios, no sabía que papá hizo eso, como pudo… y tú Kankuro… Lamento no haber aliviado tu dolor” para un niño el comprender todo eso era demasiado duro, saber que su padre odiaba a su hermano era un dolor y un odio extremo, después de todo las última palabras de su madre fueron que cuidasen de su hermano pequeño ya que estaría indefenso y solo “Temari yo decidí afrontar todo solo, no tienes la culpa de nada”  estaba sumamente destrozado, lloró toda la noche sin parar mientras entre horas pensaba en que iba a hacer para enmendar las cosas, era un completo desastre y lo sabía “vete a descansar Temari, intentaré disculparme con Gaara o al menos lograr que entienda que  tú no tienes nada que ver en esto”  

 

 

 

Esa mañana Kankuro salió, solo tocó la puerta de Gaara, lo único que recibió fue una bofetada y un “vete” a pesar de que solo veía la puerta casi podía asegurar que Gaara permanecía llorando detrás de ésta, escuchando sus súplicas para que lo dejase entrar y explicarse, no supo cuánto tiempo  permaneció ahí, ni siquiera cuantas palabras surgieron de sus labios, sus lágrimas fluían sin cesar pero al final, al menos logró que Temari fuese absuelta y que todo el resentimiento y el odio del pelirrojo recayera solo en sus hombros, no era mucho pero al menos era un progreso

 

Sin haber comido ni dormido era normal que estuviera exhausto, apenas y quería hablar, permaneció en su habitación sin saber qué hacer, solo Kano fue capaz de ingresar por la fuerza y hacerlo reaccionar levemente “señor piense en su hijo, no puede seguir así… recuerde que esa pequeña vida en su interior no puede defenderse sola” lo obligaron a alimentarse aunque sea un poco y a descansar bajo vigilancia, nunca en su vida se había deprimido tanto y eso le podía traer consecuencias

 

 

 

 

Día 21, esa mañana Neji estaba completamente frustrado, le habían impedido salir en conjunto con el grupo dirigido de Kimimaru y cuando lo hacía eran breves salidas a lugares externos, a veces tenía el mal presagio de haber sido descubierto por su queridísimo aniki al dejar mensajes para Hana pero luego nadie daba indicios de creerlo un traidor, ni siquiera lo habían amenazado con hacerle daño a su familia aunque de vez en cuando recibía advertencias en conjunto con fotografías de su hermana, su cuñado, Lee o Ten-ten

 

 

Se mantenía bastante calmado a pesar de todas las discusiones y castigos por su carácter agresivo, ahora solo lo tenían en movimiento constante para traer y llevar información, ni un lugar en concreto en donde seguramente Hana lograra llegar, estaba desesperado ya que el plan para la liberación de Orochimaru estaba pactado y listo incluso tenía una fecha programada, tenía que hacer algo como fuera… una llamada era su única opción

 

 

Alguien llamó a su puerta con bastante ímpetu dando golpes apresurados y constantes, al abrirla encontró su peor pesadilla “ponte algo decente, la fecha se adelantó… hoy es el día en el que recuperaremos al líder” había perdido su oportunidad para cruzar esa información valiosa y ahora solo se resignaba a participar en aquel delito imperdonable, sabía perfectamente que si Orochimaru volvía a tomar el control de todo, sus días de paz o mejor dicho los días de paz de todos estarían finalizados, ese hombre estaba completamente loco, sediento de poder, dinero y para empeorar se daba fama de científico, nadie sabía si tenía en mente continuar con sus experimentos o enfocarse en el  control del bajo mundo de ese país

 

 

 

En el camino se encontró con Haku y Zabusa sus queridos vecinos y vigilantes, los conocía bastante bien, en la última semana tuvo que colaborar con ellos en casi todos sus trabajos, lo único que tenía claro era que ese par era extraño, el más joven parecía tener un corazón muy blando, era amable y sonreía con frecuencia permaneciendo fielmente al lado del que debe ser su único y grande amor; por otro lado el mayor era simplemente una bestia en cuerpo de hombre y a pesar de todo protegía a su pequeño compañero como si su vida dependiera de ello, nunca había visto a un dúo tan diferente y a su vez tan compatible como esos, de cierta forma extraña le recordaba a Gaara y a él, eso volvía su amargura más persistente

 

 

 

 

 

Día 22, el reporte estaba en su escritorio, todo era un desastre, Hana había seguido cada pista que Neji le dejaba pero desde hace días que no recibía nada y al parecer ese grupo había desaparecido, al menos eso pensó hasta que el día anterior, al llegar la tarde, recibió noticias de un conflicto en la cárcel del sur, un motín o al menos eso especulaban, al final de la noche ningún herido de gravedad pero varios reos estaban desaparecidos, el reporte del día dictaba

 

 

“Fuga de reos de alta peligrosidad, 20 guardias heridos, 0 muertos, 0 sospechosos en custodia, las cámaras de vigilancia registran el ingreso de una camioneta de limpieza la que se presume transportaba a los infiltrados, la fuga se realizó en medio de la confusión por el altercado de la mayoría de internos, ninguna información acerca de cómo pudieron entrar y salir sin ser identificados primero, ninguna cámara tiene evidencias claras de los rostros de los culpables… … información de fuga: preso N°24567P, N°23890P…. ”

 

Por más que repetía una y otra vez la misma lectura en voz alta no terminaba de convencerse de lo ocurrido y al final en los expedientes adjuntos se mostraba a cada preso con su número y serie y entre todos destacaba Orochimaru, estaba claro que Neji no había logrado avisarle a tiempo, ahora tenía un problema más grande… un científico loco suelto y libre para cometer sus crímenes

 

 

 

 

Día 24, Kankuro estaba completamente perdido, tenía una rutina bastante simple, en la mañana acudir al departamento de su hermano menor e intentar enmendar su error hablando con la puerta que jamás daba señales de querer abrirse y en la tarde permanecer en el patio observando al horizonte sin decir nada, Kano se quedaba al lado de su jefe intentando animarlo pero no había caso y la depresión simplemente aumentaba con cada día, su doctora lo visitó recomendándole que dejara eso de lado pero después de una larga charla nada pudo hacer, como ésta Kiba, Matsuri y Temari intentaron lo mismo pero tampoco tenían suerte, simplemente Kankuro no quería salir de aquel tormento

 

 

Una junta importante se llevó a cabo y Matsuri solamente hizo acto de presencia con las indicaciones básicas dadas por Temari que trataba de ayudarla con lo poco que podía ya que las decisiones fundamentales eran de Kankuro pero él no estaba dispuesto a colaborar, dada  la poca participación de la chica cierto pelirrojo se interesó en los motivos, después de todo se suponía que ella era el puente entre la empresa y su castaño favorito “Kankuro está sufriendo una depresión bastante preocupante, no hemos podido ayudarlo a superar el problema” le había contado Matsuri con pequeñas lágrimas debido a la impotencia que tenía al no poder ayudar a su mejor amigo, “tal vez pueda ayudar en algo, le haré una visita” le había dicho un serio pelirrojo que estaba preocupado por las  nuevas noticias

 

 

Sus cabellos de fuego… tal vez… Sasori

 

 

 

Había pasado mucho tiempo desde que lo vio por última vez y en parte estaba emocionado, después de una larga plática con Matsuri logró conseguir cierto permiso por parte de los dueños de la mansión para entrar a visitar al castaño, con una sonrisa amable se presentó en aquella enorme casa y aunque el castaño se negó a recibirlo se dio medios para encontrarlo, a pasos lentos y evitando que los empleados lo descubrieran se adentró en el patio admirando la silueta de Kankuro, sentado en medio del césped, con la mirada melancólica perdida en el horizonte, su rostro apacible mientras una de sus manos acariciaba con disimulo su estómago, nunca lo había visto tan frágil, tan indefenso y eso le causó un sin número de emociones instantáneas en la que destacaba tristeza al ver a aquel hombre de porte elegante y carácter fuerte ahora era como un simple niño que está perdido

 

 

-Es un placer verte Kankuro-kun – se paró al lado del castaño que al escucharlo se tensó notoriamente pero siguió sin mirarlo

-dije que no quiero visitas, vete de una buena vez – reprochó sin ganas tratando de sonar molesto pero sin lograrlo

-a pesar de todo jamás dejas ese mal carácter – sonrió levemente mientras se sentaba al lado de aquel castaño

- eres demasiado insistente… - un suspiro largo se escapó de aquellos labios – ¿quién te dio mi dirección?

-si te lo digo te enfadarías con esa persona

-si me lo dices me encargaré de despedir a esa persona

-una razón más para quedarme callado

-¿por qué estás aquí?

-¿ya dejaste los formalismos? – bromeó mientras el otro lo observaba de refilón y seguramente tenía en ceño fruncido – vine a hacerte una visita, después de todo tu representante no logró defenderse bien en la reunión y me preguntaba cuál sería la razón

-no estoy de humor para los malditos negocios, ahora puedes irte, ya sabes la razón – Kankuro se levantó mostrando así cuan agotado se veía

-vine aquí para animarte un poco Kankuro-kun – al verlo así se sintió verdaderamente mal, sintió pena y una enorme necesidad de querer protegerlo – me han contado que te peleaste con tu hermanito – el castaño detuvo su caminata por un instante pero la retomó con mayor rapidez

-a ti que te importa – odiaba hablar con el pelirrojo, pero en ese momento solo quería matarlo para que dejara de burlarse de su situación, su voz le estaba causando un inmenso dolor, tenía que ir a su habitación de inmediato, necesitaba huir, ya tenía demasiadas cosas por las que sufrir no quería intensificar su tormento – vete de una buena vez, no eres bien venido en mi hogar

-he venido a ver como estabas, no he tenido la oportunidad de verte y empezaba a extrañarte – sonrió ante el pequeño chasquido de enfado, en verdad lo había extrañado

- no me jodas Sasori, quiero estar solo – por un breve instante enfrentó al pelirrojo admirando esos ojos marrones que lo observaban con ternura y preocupación – vete

-tengo una idea para animarte – vio aquellos iris oscuros llenos de amargura, de seguro el asunto de la pelea fue demasiado grave, y él solo quería verlo sonreír, discutieron unos breves momentos pero Sasori no estaba dispuesto a recibir una negativa, y a pesar de todo arrastró al castaño con él

-suéltame, ¿qué demonios crees que haces? – forcejeó pero sus fuerzas habían decaído bastante en esos pocos días

-te llevaré de paseo, no quiero que sigas en esa depresión – apretó su agarre en la muñeca del castaño y literalmente lo arrastró hasta su auto, posicionándolo en el asiento del copiloto – verás que será divertido

-vete a la mierda, no quiero ir a ningún lado y menos si es contigo – reclamó varias veces pero el pelirrojo no lo dejó bajar, incluso Kano vino en su ayuda pero el Akasuna no quería rendirse

-Kankuro se viene conmigo, tómalo como un secuestro si quieres pero no lo dejaré aquí – discutió Sasori con el rubio chofer

-ya déjalo Kano – suspiró el castaño, sabía perfectamente que el pelirrojo no lo dejaría en paz y tenía que terminar con toda esa basura rápidamente – iré con él

-pero señor… - Kano trató de convencerlo, sabía que su jefe no estaba en buen estado pero al parecer en esa ocasión no podía intervenir

-si no lo hago… no me dejará en paz, no te preocupes regresaré pronto – vio la sonrisa triunfal del pelirrojo que se sentaba a su lado alistando todo para marcharse – te llamaré para que me recojas, dile a Temari que salí un momento y a Matsuri… dile que me las pagará

-así que ya sabias quien me dio la información – habló Sasori ya cuando empezaba a mover el auto

-ella sería la única que tendría contacto contigo, no fue difícil adivinar

-no te enfades con ella, solo está muy preocupada

-te doy dos horas, solo eso – concluyó el castaño con molestia mientras se fijaba en el paisaje externo

-eso es suficiente – estaba feliz de por lo menos haber logrado que el castaño aceptara salir de ese caparazón aunque fuera por poco tiempo

 

 

Un extraño viaje…

 

 

 

Admiró la mansión que ya conocía con anterioridad, había estado allí en una ocasión para pedir la ayuda del Akasuna, cuando necesitaba levantar su empresa, pero por alguna razón le ocasionaba nostalgia

-vamos Kankuro-kun te mostraré algo – el pelirrojo solo le sonrió

-no juegues Sasori, estamos en tu casa

-no te arrepentirás, te lo prometo – condujo al castaño al interior de su hogar, por algunos pasillos se veían cuadros de diferentes tamaños, empleados saludando con cordialidad – recuerdo que en algún lugar escuché que te gustaban las marionetas – sonrió al ver la sorpresa en aquellos ojos oscuros

-¿cómo sabes eso? – veía al pelirrojo parado en frente de una puerta de madera oscura, sonriéndole como si todo estuviera bien –¿acaso me acosabas o qué?

-eso no importa – abrió la habitación – pasa, y dime qué opinas

-¿opinar? –con cierta duda ingresó en la habitación, impresionándose al encontrarse un salón repleto de… marionetas – que… esto es

-mi colección – acompañó al castaño, disfrutando de la expresión de sorpresa y emoción que mostraba aquel hombre, si dejaba esa coraza podría ser bastante expresivo – ¿te gusta?

-si – ni siquiera dudó en su respuesta, admirar tantas pequeñas figuras lo llenaba de emoción, se atrevió a acercarse un poco para deslizar sus dedos por aquellas obras maestras, conocía algunas, las había visto en fotografías que su abuela le mostraba, algunas en las que solo se reconocían a grandes artistas – todo esto es…

- trabajos de los más grandes marionetistas europeos – sonrió colocándose junto a Kankuro que no dejaba de admirar cada obra

-maravilloso – susurró al observar cada fino detalle – todo esto es… ¿tuyo?

-parece que tenemos gustos en común – un leve rubor se formó en el rostro ajeno cuando el pelirrojo osó a acercarse bastante – puedes tocarlos sin problema – extendió uno de los muñequitos hasta dejarlos en manos de Kankuro que parecía un niño admirando un juguete nuevo

- esto… es tallado reciente – susurró emocionado al sentir la textura de las extremidades del objeto en sus manos – está a medio terminar

-es mi pasatiempo – confesó tomando la muñeca de su acompañante y guiándolo a través de esa habitación, platicaron de muchas cosas, después de todo al parecer tenían cosas en común, demasiadas… suficientes para perder la noción del tiempo que compartían juntos

 

 

Era increíble ver las pequeñas reacciones del castaño al tener entre sus dedos las pequeñas figuras de madera, las sonrisas minúsculas eran las que más le gustaba, ahora estaba completamente seguro de los sentimientos que tenía por aquel castaño, durante las semanas alejados de su compañía por primera vez sentía una nostalgia extrema, le hacía falta la presencia de su socio en la oficina, se dio cuenta que Kankuro se había convertido en una parte importante en su vida, solo por él había decidido tomar un buen camino como un hombre de negocios, solo al ver tanta decisión para llevar sus negocios a la cima, para destacar en el mundo entero si fuese posible, ver al castaño luchar incontables veces en contra de sus propios accionistas y colaboradores cuando alguna decisión no le parecía bien, oponerse a formar relaciones con empresas que tenían un pasado dudoso o colaboradores acusados de corrupción, era impresionante los fuertes valores que defendía, lo admiraba, a pesar de ser más joven que él pudo alcanzar sus metas mucho más rápido, fue algo así como su inspiración para tratar de salirse de ese lado oscuro que le representaba la asociación con Orochimaru, y ahora tan solo le faltaba dar un paso más y borraría todo ese pasado, sería digno de estar al lado de la persona que amaba, ahora si podía empezar a dar grandes pasos sin temor y el hecho de apoyar a Kankuro en ese momento tan difícil era el primero de todos

 

 

 

-Te dije que lo disfrutarías – después de una larga plática que se extendía cada vez más decidieron darse un pequeño descanso, sentados en medio de aquella habitación de la cual nunca salieron disfrutaban de un pequeño refrigerio por exigencias del pelirrojo –

-hace mucho que no… disfrutaba de esto – susurró bajito mientras jugaba con las manitas de madera de un pequeño muñeco – mi abuela estuviese maravillada si estuviera aquí

-así que ella te influyó – tomó un pequeño trozo de galleta que mantenía en la bandeja – Kankuro mírame

- que qui… - de pronto sintió algo ser introducido en su boca, sentir el dulce rozar su lengua lo hizo sorprenderse

-no has comido nada, eso no está bien – se burló mientras terminaba de introducir el pequeño pedazo – no reclames y procura disfrutar, los postres de mi cocinera son exquisitos – lamió los dedos utilizados y sonrió de lado al ver el desconcierto de su acompañante

-está… rico – al saborear el chocolate se dio cuenta de que no había probado bocado desde la mañana, de pronto se sintió culpable, debía pensar en su hijo pero en vez de eso se estaba matando de hambre, era un idiota

-puedes comerlas con confianza – vio a tristeza en los ojos oscuros mientras se disponía a comerlas con lentitud, debía averiguar qué es lo que le estaba pasando – ¿tan grave es el problema como para que te descuides tanto de tu propia salud?

-no quiero hablar de eso –

-estoy preocupado por ti, eso es todo – con cautela acercó su mano para acariciar los cabellos en desorden

-me da la impresión de… que quieres aprovecharte de mi debilidad en estos momentos – a pesar de sus palabras no impidió que el pelirrojo lo tocase, era tanto su dolor que necesitaba algo de… cariño

-podría hacerlo…  pero no lo haré – deslizó sus dedos por aquellas hebras castañas

-deberías hacerlo ya que es la única oportunidad que tendrás

-no quiero algo así – levantó el mentón del castaño hasta que sus miradas se cruzaran – lo que quiero es tu amor, completo y sincero, quiero que sea real

-eso… es difícil – quería decir imposible pero… ¿Por qué no pudo hacerlo?... después de todo tenían un lazo que los unía por siempre

-quiero hacerlo con mis propios medios – besó la frente del castaño con cariño – ya verás que lo lograré

-idiota – se alejó de Sasori con cierto dije de duda – me voy ahora

-deberías  quedarte un poco más

-he olvidado mi medicamento – salió de esa habitación sin mirar atrás, no había necesidad

-entonces… mañana iré por ti y los días después de ese… hasta que recuperes esa vitalidad y mal genio que te caracteriza Kankuro-kun

-has lo que se te plazca

 

 

 

Día 19, Neji había sido designado a ayudar a uno de los socios, el tal Sasori lo había solicitado para acompañarlo a cierto lugar en la frontera, era de noche y tenía que conducir, era tedioso tener que involucrarse más y más con los negocios de esa maldita organización, al estar en el lugar indicado vio que los ayudantes del pelirrojo se alejaban a investigar y tratar negocios que a Neji no le interesaban saber, después de todo él solo era el chofer y guardaespaldas del Akasuna, se mantuvo de pie a un lado del auto en silencio vigilando cualquier movimiento extraño

-oye… Neji ¿verdad? – la voz de aquel hombre era profunda pero a su vez calmada y hasta un poco burlona

-¿que desea Akasuna-san? – contestó de forma natural

-¿qué relación tienes con Gaara? – su voz tomó un tono bastante bajo solo para que ellos se escucharan

-no se a quien se refiere – se sorprendió por aquella pregunta, estaba nervioso ya que nadie sabía si quiera de la existencia de su artista

-tranquilo no soy tu enemigo – al parecer el joven de cabello largo tenía problemas, tal vez debería ayudarlo – te vi en uno de los cuadros de la exposición de aquel pelirrojo

-¿cómo alguien como usted… frecuenta esas presentaciones? – dudó un poco pero su instinto le decía que no había problema en confesar un poco de su pasado, pero debía ser precavido

-así que admites que conoces a Gaara

-¿quién es usted?

-soy socio de Kankuro y como tal accedo a cierta información de su familia, me debes haber estado vigilando últimamente – sonrió comprensivamente, sabía que sus “socios del bajo mundo” no confiaban en él – se bien que ésta banda no me dejará en paz tan fácil y menos después de que me negué a colaborar

-le exijo que nunca vuelva a mencionar a Gaara, lo quiero lejos de este asunto

-yo también… y no solo a él sino a Kankuro… y a la empresa – observó la duda en su acompañante y prefirió rematar su nueva alianza – ayúdame a salirme de este grupo y yo prometo proteger a Gaara

-no confío en usted ni en nadie

-buena decisión pero… yo puedo mantener a Gaara tranquilo, puedo avisarle discretamente que estas bien – sonrió ante cierto interés del ojiblanco

-no me convence

-se mi aliado, y yo te ayudaré a destruir esta organización, ¿Neji que me dices?

-no sé de qué me habla

-¿te suena conocido el nombre de Hana?, ¿Kidomaru?... Escucha Neji yo solo quiero acabar con este lio, no quiero tener nada que ocultar, en pocas palabras quiero quitarme toda esta suciedad de mi vida

-¿y que ganaría con eso?

-mi libertad, y si yo la obtengo tú también, lo único que quiero es quedar libre de acusaciones, te ayudo a terminar con todo y tú me ayudas a quedar limpio – se explicó bastante bien ya que el pelilargo lo miraba con cierto interés

-no tengo ninguna garantía para seguir con usted

-pero tampoco tienes a nadie que te ayude a hundir a todos ellos

-¿y si me niego?

-perderás una oportunidad de oro, Neji yo… digamos que quiero ser un amigo, solo eso

-no tengo opciones… ¿qué quiere que haga? – aunque se metiera en más riesgos, era una buena oportunidad

-primero solo observa, me mantendré en contacto contigo, usa a Yuu como medio de comunicación, el jovencito es bastante confiable y quiere liberarse también

-¿has usado a Yuu? – ese hombre daba miedo, tenía una sonrisa siniestra en ciertas ocasiones pero en ese instante parecía feliz

-cosas del destino, digamos que él está aquí solo por mí, es mi mejor ayudante, discreto y confiable – se explicó lo suficiente percibiendo que el tal Neji ya estaba pactando algo con aquel chiquillo

-es increíble que me asocie con usted

-si quieres te firmo un pacto de sangre

-solo asegúrese de responder cuando yo se lo pida, y por cierto… no deje que se acerquen a los Sabaku

-te lo prometo… además mi mayor preocupación es la seguridad de todos ellos

-usted es extraño – sonrió levemente

-una cosa más… no confíes en nadie, ni siquiera en mis subordinados, esto es un negocio bastante discreto – se burló, ya todo estaba listo

 

 

Día 25, Temari había podido hablar con Gaara bajo la promesa de no mencionar a Kankuro, ella entendía todo lo que pasó entre sus hermanos pero sabía también que esa pelea solo acabaría si Kankuro lograba hacer que su hermanito lo perdonara, por ahora ella solo podía asegurarse de que Gaara se alimentara y no entrara en depresión absoluta, pero al verlo tan deprimido y llorando en varias ocasiones se sentía inútil

-has llorado muy seguido Gaara – susurró mientras le ofrecía un pequeño postre de chocolate, Temari se mantenía observando las reacciones del más joven pero no era nada bueno

-parece que ahora puedo hacerlo sin parar – fue su sencilla contestación mientras se negaba aprobar el platillo, mantenía a kichi entre sus brazos acariciando su pelaje, por alguna razón el pequeño gato también estaba bastante deprimido

-sé que es muy difícil pero…

-no menciones a Kankuro, no lo defiendas

-no lo iba a hacer – sonrió levemente – me refería a que… cuando Neji regrese no le gustará verte tan débil

-no sé si regrese – suspiró

-¿acaso no tenías la seguridad de que regresaría? – le regañó mientras acariciaba las hebras de fuego

-ahora tengo muchas dudas… quiero verlo pero no tengo ni una noticia

-ya la tendrás, solo es cuestión de fe

-espero que tengas razón

 

Un par de toques en su puerta lo sorprendió, observó por la mirilla y no había nadie, con curiosidad salió esperando que no fuese su hermano mayor queriendo disculparse de nuevo, solo encontró una pequeña nota pegada a la puerta “Neji está bien” intentó averiguar quién era el autor de aquella frase pero no encontró a nadie, sonrió levemente derramando un par de lágrimas, al menos ya tenía una pequeña noticia, se aseguró de que la letra no fuese de su hermana o ex hermano y se dejó embriagar por la felicidad, ese simple detalle le devolvía la esperanza del reencuentro

 

 

 

Día 26, Kankuro presentía que iba a arrepentirse de seguir con las visitas a Sasori pero… necesitaba despejar un poco su mente, Temari estaba al cuidado de Gaara  y al menos aliviaba un poco su tormento, en la mañana se encontró con Matsuri la regañó pero al final hasta le estaba agradecido después de todo una tarde rodeado de marionetas no era tan malo, hasta puede decirse que lo disfrutó, prosiguió con la rutina de pararse afuera del departamento de Gaara y pedir disculpas, rogar para que lo dejase aclarar las cosas y de nuevo el rechazo silencioso

 

 

En la tarde Kiba estaba con él, la compañía de ese chico junto al pequeño cachorro blanco le hicieron olvidarse del enorme problema con su hermano, era tan agradable tener a alguien que te apoye en esas situaciones , pero tal vez quería un poco más que eso y solo se le ocurría una sola persona que podría…

 

 

No supo bien como pasó todo, estaba disfrutando de las pequeñas mordidas del pequeño Akamaru y de las bromas de Kiba que lo abrazaba por la espalda cuando fue liberado de ese peso extra y de pronto alguien tiró de su muñeca hasta ponerlo de pie completamente, al levantar la vista solo vio aquellos ojos marrones “oye ¿qué haces?... devuélveme a Kankuro” escuchó las protestas de Kiba pero no reclamó nada, ¿acaso había perdido la energía aquella que usaba para insultar al pelirrojo? “tranquilo Kiba… él solo está de visita” se dejó llevar por el momento y se fue con Sasori ¿por qué hizo eso? Estaba comenzando a actuar de forma extraña, ¿tanta era su necesidad de compañía?

 

 

De un momento a otro ya se hallaba en la mansión del Akazuna y delineaba con sus dedos las figuritas de madera, tal vez esa era la única razón para acceder a acompañarlo, “si eso debe ser”

-¿no has dejado de verte con aquel chico? – parecía enfadado pero intentaba no demostrarlo

-es mi amigo, ¿por qué debería dejar de verlo? – en ese momento recordó lo sucedido, olvidó por completo el plan de Kiba

-¿acaso no salías con él?

-claro que no, él solo… no te debo explicaciones – frunció su ceño odiaba dar explicaciones, no era un niño pequeño o algo así

-pero dijo ser tu novio y…

-¿eres idiota?, ¿cómo voy a meterme con un niño? Podría fácilmente ser su hermano mayor – reprochó el comportamiento ajeno, restándole importancia al asunto – además jamás arruinaría una relación, ¿quién crees que soy?

-¿acaso ese chico no está libre?

-obviamente no – sonrió levemente al recordar al novio de Kiba, ese hombre en realidad era extraño, callado, serio pero bastante atento y comprensivo con Kiba – no sé cómo Shino aguanta el carácter de Kiba

-me gusta verte sonreír – halagó de pronto, había soñado ver esa sonrisa de cerca y ahora lo disfrutaba el doble al saber que no tenía riesgo de perder al castaño

-es por las idioteces en las que piensas – enfrentó al pelirrojo con mirada burlona pero sin dejar de sonreír levemente – Kiba es un amigo – repitió para dejar en claro su situación

-te traeré algo de comer – sonrió el pelirrojo dejando al castaño sentado rodeado por aquellas marionetas, se veía feliz – debes alimentarte bien – al volver lo vio ahí sentado tarareando una canción que se le hacía conocida

-¿ya estás mejor? – susurró el castaño observando al pequeño muñeco mientras movía las extremidades superiores

-lo reparaste – Sasori se sorprendió, dejó en frente del castaño el aperitivo y satisfecho  observó que sin ningún reclamo Kankuro probó los alimentos – tienes talento

-es fácil cuando sabes que daño tiene, mi abuela me enseñó todo lo que sé

-¿la extrañas?

-si… ella fue quien me enseñó a crear marionetas y a Gaara… - solo con mencionar a su hermano sentía un nudo en la garganta

-¿te afecta hablar de él? – el castaño se mantuvo callado mientras parecía volver a atormentarse, podía percibir la melancolía en los ojos ajenos – puedes contarme… así te aliviarás un poco

-no es… necesario – bebió el sumo que le ofrecieron y permaneció en calma, silencioso

-a veces los problemas no son tan grandes como se piensa

-dejemos eso aun lado… por favor – permaneció con su cabeza gacha luchando por no llorar

-bien… - observaba las reacciones de Kankuro, pero éste se mantenía jugando con sus dedos de forma lenta y sin indicios de querer hablar – ¿Kankuro? – de pronto vio una lágrima deslizarse por la mejilla del castaño, al parecer era muy grave, nunca lo había visto tan frágil – Kankuro no debes…. – trató de consolarlo pero…

-creo… que debo irme – su vos se quebró de pronto y estaba dispuesto a salir de ahí, no quería llorar  en frente de nadie

-espera – no podía dejar que se fuera, y lo único que se le ocurrió hacer fue sostenerlo de la muñeca, veía la espalda contraria, la respiración se volvía irregular… Kankuro estaba luchando por no llorar – puedes desahogarte – lo abrazó por la espalda, levemente como si en algún momento se fuese a quebrar

-estoy bien – trató de separarse pero al sentir aquellos brazos rodearlo no tuvo fuerzas para apartarse, sentía el leve escozor en sus ojos, y un leve sollozo se le escapó de repente

-no le diré a nadie – lo giró hacia sí y ocultó aquel rostro lloroso en su pecho – tranquilo – acarició la espalda contraria para calmarlo y reconfortarlo – esto será un secreto

-yo… - se aferró al pecho de Sasori y dejó salir su dolor, las lágrimas brotaron sin control y se mordió el labio para ahogar inútilmente sus sollozos, no quería verse débil ante nadie… pero ya no aguantaba tanta amargura en su corazón – soy… una basura – susurró entre sollozos, y con cada palabra solo se destrozaba más –yo… Gaara

-nada de eso – acarició las hebras castañas con cariño mientras susurraba palabras de aliento, ayudándolo a sacar todo ese dolor, sentía su pecho húmedo y lo abrazó con fuerza, al menos por el momento él serviría de consuelo

 

 

 

Días de convivencia rinden frutos…

 

 

 

Tres días con la misma rutina mantuvieron al castaño bastante relajado, a pesar de que no dejaba de lado aquella melancolía al menos estaba cuidando de su salud y no lloraba seguido, había desahogado toda su frustración en el pecho de Sasori, había dejado que su coraza se rompiera con la persona que menos se imaginó pero no le tomó mucha importancia y por el contrario le agradecía al pelirrojo por soportar su miseria y ayudarlo en cuanto le fuese posible

 

 

Le gustaba la compañía del pelirrojo y sin pensarlo ya estaba familiarizado con la actitud de su socio, esos días no había intentado nada y parecía que no tenía intenciones de hacer algo a futuro, lo trataba con cuidado, brindándole apoyo y a su vez ayudándolo a curar la herida reciente que había sufrido, al parecer ese mujeriego tenía un lado amable y le gustaba, pronto se permitió observarlo desde un ángulo diferente, sin las presiones de la empresa, olvidando los rumores y la asquerosa fama que tenía Sasori, incluso influenciado por los buenos comentarios de las empleadas que platicaban con él en ciertas ocasiones mientras el pelirrojo atendía asuntos por teléfono en su despacho, estaba forjando una nueva imagen de aquel… hombre, si se ponía a analizar la situación esas llamadas que recibía seguramente eran de la empresa, después de todo Sasori se había mantenido acompañándolo cada tarde, le estaba exigiendo demasiado, aunque nunca le pidió nada, pero le estaba agradecido porque de cierto modo fue una buena salida, una buena experiencia

 

 

En ese preciso momento estaba solo en la habitación, notó la anomalía en una de las marionetas, aquella que parecía ser antigua, la pintura bastante arruinada y sin dudarlo la reparó, con paciencia y con los materiales que tenía a la mano se mantuvo concentrado en el pequeño trabajo, algo bastante sencillo, cuestión de alinear las piezas móviles del pequeño brazo, sonrió satisfecho por su trabajo y procedió a retocar la pintura, con cuidado tal  como si fuera un cuadro de millones de dólares, único e irrepetible

 

 

-solo un poco más – susurraba mientras mantenía su concentración, el pincel se deslizaba delicadamente dando el detalle fino de los ojos del pequeño muñeco – ya está – no pudo evitar emocionarse admirando el trabajo terminado

- eres un gran artista – halagó el pelirrojo que ingresaba a tomar asiento al lado del castaño que elevaba de manera triunfal su trabajo

-desde cuando me espías – regañó en broma mientras le devolvía el artículo a su verdadero dueño

-desde que empezaste los trazos, en verdad eres un gran artista, tal vez un excelente pintor

-el pintor es mi hermano – susurró algo melancólico mientras un suspiro se le escapaba – lo aprendimos de la abuela y de mi tío

-parece que el talento es de familia – dejó a su preciado artículo en un lugar para que se secara, se veía más hermoso, sería su preciado objeto ya que su preciado castaño lo había reparado y retocado

-¿tratas de ganarte puntos?

-te mentiría si dijera que no – bromeó – sabes que me interesa conquistarte Kankuro

-ya deja esas cosas de lado, has sido una buena compañía no lo arruines

- lo sé – susurró mientras se acomodaba junto al castaño – pero no puedo evitarlo

-yo no… - recapacitó un poco, ya lo había analizado antes pero al estar ahí sentado… ¿qué tan mala era la opción de tratar de aceptar al pelirrojo en su vida?

-yo estoy enamorado de ti Kankuro – la expresión que mostraba Kankuro era diferente a las usuales, un rostro pacífico adornado por un leve rubor que trataba de ocultar mientras agachaba un poco su cabeza, aquellos hermanos tenían razón, podía ser verdaderamente honesto y adorable cuando la coraza que mantenía se destrozaba por completo, y se dio cuenta que había roto esa protección, era su oportunidad pero ¿sería correcto hacerlo? – Haré que entiendas mis sentimientos pero por ahora me basta con ayudarte – se incorporó de inmediato, ese no era el momento indicado, debía respetar el dolor ajeno – vamos te invito a cenar

-¿por qué? – logró detener apenas a aquel hombre que lo estaba confundiendo, sostuvo su chaqueta con fuerza no quería dejarlo ir, necesitaba aclarar algo primero

-¿a qué te refieres?

-¿por qué te enamoraste de mí? ¿Cómo puedes estar tan seguro de eso?

-porque jamás me sentí tan interesado en alguien – se giró para enfrentar al castaño que lo observaba con cierta duda – ¿no me crees?

-¿cómo podría hacerlo sabiendo el pasado que tienes? – cada vez que se trataba de mentalizar un futuro alterno en el cual compartía una vida en familia con Sasori… se arruinaba pensando en lo mujeriego que el pelirrojo era… odiaba eso

-olvida un poco mi pasado y dime ¿qué opinas?

-no lo se

-entonces compara mi pasado con el presente, ¿acaso me has visto con alguien más de un mes?

-no lo sé, no te vigilo… no me interesaba – intentó hacer memoria pero… nunca se fijó en eso

-lo único que tienes que saber es… llevo intentando acercarme a ti desde que me asocié contigo para retomar las fuerzas de tu empresa, ha pasado varios años y no he dado mi brazo a torcer

-es porque eres un acosador

-es porque me maravillé observando tu determinación, me encanta verte esforzarte por alcanzar tus metas, me gusta ver lo dedicado que eres con tu familia y con lo que más te importa, primero empezó como una leve admiración pero después eso… se transformó en algo más fuerte y ahora no puedo ni imaginarme vivir lejos de ti, estas semanas sin verte fueron un castigo que me lo merecía – acarició el cabello castaño, este no lo miraba directamente y si lo hacía era ciertos instantes fugases

-estas aceptando que… - ¿acaso se estaba declarando?, no podía evitar sentirse avergonzado, desde cuando el Akazuna era tan honesto

-acepto que me merecía tu rechazo, pero me estoy esforzando por demostrarte que en realidad estoy enamorado de ti

-deberías dejar esto y…

-me niego… no quiero hacerlo

-pero… - dudaba que algo entre ellos funcionara pero… ¿y si lo intentaba?

-Kankuro… ¿qué piensas de mí? – Vio la duda en los ojos ajenos – dejando de lado el hecho que me detestas por ser un mujeriego, conquistador o lo que sea que quieras llamarme… dime

-yo… - se sintió intimidado al tener la mirada marrón sobre él

-no me tienes que responder ahora… dejémoslo ahí y vamos a cenar – sonrió aunque estaba algo triste de no recibir alguna respuesta positiva

-creo que eres… astuto y capaz, caso contrario jamás te hubiese confiado el futuro de mi… de nuestra empresa – admitió evitando la mirada de Sasori, estaba completamente avergonzado por admitir algo que intentó negar siempre – confío en ti

-¿solo eso? ¿No te gusta algo de mí? – verlo admitir algo tan difícil para Kankuro era… emocionante

-me gusta el don que tienes para convencer a los accionistas, cuando te pones serio… eres admirable

-lástima que no puedo convencerte a ti

-soy inmune… casi – últimamente se sentía indefenso ante las palabras del pelirrojo

- me gustas Kankuro, me gustas mucho – suspiró mientras se acercaba de a poco besando la frente de su castaño, se retiró de inmediato pero sintió un pequeño agarre, Kankuro estaba intentando detenerlo

-yo… creo que… también me gustas… un poco – Kankuro no se atrevió a observar al pelirrojo, no quería que notara el enorme sonrojo que se había formado en su rostro

-… - debía admitir que jamás pensó que escucharía algo así salir de labios de Kankuro, pero tampoco podía ocultar la emoción que lo invadió – Kankuro… si evitaras usar las palabras “un poco” habría sido el momento más feliz de mi vida –

- entonces olvídalo – susurró apartándose, ¡era un idiota!

- por ahora eso me basta – sonrió mientras impedía que el otro se alejara, con delicadeza tomó el mentón de Kankuro levantándolo hasta poder admirar aquellos ojos oscuros aun opacos debido a la tristeza, algo que él quería cambiar, sonrió ante el sonrojo del castaño que se extendía de forma adorable en las mejillas, las facciones de Kankuro parecían más delicadas, más inocentes, gravó esa imagen en su memoria era la primera vez que se le permitía ver algo así – te quiero Kankuro – apagó cualquier protesta con sus labios, un simple contacto entre sus bocas apenas unos segundos, se sorprendió al sentir que el propio castaño retomó el contacto y se dejó llevar, Sasori movió sus labios en un ritmo suave el cual fue correspondido con timidez, se atrevió a rozar su lengua con el labio inferior de su castaño y la respuesta fue un suspiro leve, introdujo su lengua con lentitud, analizando que tan lejos lo dejaba llegar y al no existir negativas dejó de pensarlo y solo actuó, profundizó el beso jugando con la lengua contraria, mesclando sus salivas con habilidad, apegando su cuerpo más al contrario y abrazándose a la cintura libre, sintió la inocencia en ese toque, las manos del castaño se aferraban a su pecho dudando en cómo moverse, las mismas que le dieron un leve empujón cuando al parecer Kankuro se había quedado sin aliento, mordió el labio contrario antes de liberarlo escuchando un pequeño quejido de dolor,  la respiración agitada lo hizo sonreír, había logrado cruzar la barrera. Retomó el beso en cuanto pensó que era correcto, quería disfrutar de aquella cavidad que había soñado con probar, muchas veces lo atacó y forzó un beso apasionado pero ahora era completamente diferente porque estaba siendo correspondido por voluntad propia, sintió los brazos de Kankuro rodear su cuello y gimió satisfecho entre los labios del otro, dándole a entender que estaba contento, parecía un sueño del que no quería despertar. ¡Perfecto!

 

 

 

Continuará… 

 

 

 

 

Notas finales:

Que tal?, ya era hora de que saliera Sasori... lo estaba extrañando jajaja, creo que les daré lemon pronto 

 

Bueno cualquier critica, sugerencia o lo que me quieran decir es bien venida

Me despido

Besos!!


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